Con mi madrastra
Lucia enseña a su hijastro todo lo que ha de saber, para hacerlos felices a ambos y Pedro el marido y padre respectivamente se entera
Álvaro-
Hace tiempo que algo no se me quita de la cabeza.
Lucia mi madrastra, a quien siempre he llamado así, llego a nuestras vidas cuando yo tenia 8 años, mi padre 51 y ella tan solo 36, como es normal me crió como a un hijo, pero con el paso del tiempo, cada vez la veo más como mujer que como madre, además desde que cumplí los 14 años, deje de oírlos follar como antes, que por mucho cuidado que pusieran los oía con cierta frecuencia, cada vez mas espaciada, ahora ya nada y me lo confirma el brillo de sus ojos, aunque Lucia sonría, cada vez esa chispa esta más apagada.
En casa nunca hemos tenido remilgos para mostrar nuestro cuerpo, es más siendo mas pequeño, se metía en la bañera conmigo, jugábamos y de paso me hacia lavar a fondo, ahora nunca cerramos ninguna puerta y son muchas las ocasiones, en que estando alguno de los tres en la ducha, entra alguien por un peine o cualquier otra cosa, no siendo eso un problema para nadie.
En más de una ocasión me he masturbado pensando en ella exclusivamente y la verdad es que cada vez, la tengo más y más metida en la cabeza, claro que a pesar de las ocasiones en que la he visto desnuda, incluso le he puesto crema en la playa, pues mi padre nunca esta para estas cosas, no sé cómo reaccionaría si algún día tratara de ir más allá, pero lo he de intentar.
Si me equivoco le pediré disculpas y suplicare que no se lo cuente a mi padre y si no, los tres tendremos lo que queremos, ella y yo mucho sexo y mi padre, al parecer tranquilidad para atender a lo que más le gusta, la pesca y la caza cuando es temporada, este fin de semana lo intentare, mi padre marcha el viernes por la noche con dos amigos más, a una casita que tiene uno de ellos en “El pirineo” para regresar el domingo por la tarde-noche, veremos que es lo que pescamos, el allí y yo aquí.
Lucia-
Ya comienzo a estar harta de esta situación, no me he planteado nunca engañar a mi marido con otro hombre, desde que me case con él me ha cuidado sin condiciones de ninguna clase, además en varias ocasiones, hemos viajado a Venezuela para ver a mi familia y como mis padres no quieren dejar su tierra ni al resto de mis hermanos, permanecen allí, pero por Pedro se habrían venido para que los tuviera cerca.
Todo eso no quita, para que haga mas de dos años que estoy sin nada de sexo, eso para una mujer tan ardiente como yo es mucho tiempo, quiero tratar de encontrar una solución y creo que esta “creciendo en casa”, se trata de Álvaro, lo he sorprendido en ocasiones, mirándome con ojos cada vez mas de hombre que de niño, a pesar de sus 18 años, tiene un cuerpo muy desarrollado y aunque apenas tiene barba, luce una buena polla que no he tenido problemas en ver, pues por casa andamos desde siempre sin las manías y tabús que tienen otras familias. Es muy posible que algún día haga una locura, pero bendita locura si el me aceptara y Pedro no se enterase.
Álvaro-
De hoy no pasa, daré un primer paso y depende de cómo reaccione ella, así seguiré yo y espero que no tenga malas consecuencias.
Al terminar de desayunar, puse mi mejor cara de preocupación y le dije.
Tengo un problema. Pero no se si me podrás ayudar. Bueno poder seguro que si, solo que no me gustaría que te enfadaras conmigo.
Lucia respondió.
No creo que el asunto sea tan grave, solo dime de que se trata y veremos la mejor forma de solucionarlo.
Su cara se suavizo y por un momento me pareció ver un destello de alegría en sus ojos, entonces proseguí animado.
Sobre todo no quiero que te enfades y claro esta, no quisiera que mi padre supiera siquiera que te lo he pedido.
Entonces ya de forma resuelta me dijo.
Suéltalo ya, no me enfadare, no se lo diré a tu padre y no creo que sea algo tan fuerte que llegue a molestarme, solo dime de que se trata y ya esta.
Con el rostro rojo casi seguro, pues lo notaba arder por nervios, vergüenza y también por la gran excitación del momento, pero pronunciando muy bien las palabras que tanto había ensayado le dije.
Es que en alguna ocasión, he besado a alguna chica de mi edad, pero sé que eso no son besos de verdad, recuerdo que antes me besabas de una forma que me gustaba mucho, ahora lo que te estoy pidiendo, es que me enseñes a besar como lo espera una mujer. Si crees que es algo inapropiado, solo dímelo y tratemos de olvidarlo, pero por favor no te enfades conmigo.
Se levantó de la mesa, se aproximo a mí y tomándome de las manos, para que también me levantara, con la mejor de las sonrisas me dijo.
Un beso puede ser robado, pero nunca forzado y para eso, el como tomes a la mujer es muy importante, tus manos en mis caderas de momento, aproxima tus labios a los míos y si ves que respondo, es cuando una mano ha de subir por la espalda sin presionar, solo acariciando y la otra acariciar un brazo, todo de forma suave y permitiendo si se da el caso que la mujer se aparte.
Así lo hice y sus labios se abrieron al contacto de los míos, su lengua penetro en mi boca jugando con la mía y comencé a acariciar su espalda, lo que no me dijo, es que automáticamente ella me aprisionaría contra su cuerpo, clavándome los duros pezones en el pecho, mientras notaba mi hiniesta polla contra su sexo.
Entonces, es cuando me sorprendió, se aparto lo suficiente para poder preguntar.
¿Tú también guardaras el secreto? No me gustaría que tu padre, ni ninguno de tus amigos se enterasen de esto.
Le jure que NUNCA se lo diría a nadie y sin más continuo, con ese para mi primer morreo, pero cuando creí que en algún momento eso terminaría, así como la clase de “sexualidad” me sorprendió otra vez. Bajo una de sus manos y comenzó a acariciarme la verga, que en ese momento estaba a punto de estallar, yo torpemente comencé a acariciarle los pechos con una mano, mientras con la otra le acariciaba el culo, entonces se aparto otra vez de mi y muy segura de si misma me dijo.
Hagamos las cosas bien, ya que hemos comenzado, ¿Porque dejarlas a medias?
Con un ágil movimiento cayeron los tirantes del fino vestidito que empleaba para estar por casa, después lo acabo de sacar, quedando tan solo con uno de los diminutos tangas que usa, de los que le había quitado alguno para olerlo mientras me masturbaba. Siguió entonces sacándome la camisa, cada botón que soltaba, me acercaba más a lo que por fuerza ha de ser el paraíso, cualquier cosa que pasara a partir de ese momento, seria algo extraordinario.
Cuando me sacó la camisa del todo comenzó a lamer mis pezones, nunca imagine que fueran tan sensibles, pensaba que solo los de la mujer lo eran, mientras yo me sujete a la mesa con una mano, las suyas se encargaban de soltarme el pantalón, que cayo al suelo quedando solo con el slip, metió su mano dentro y comenzó un suave masaje, creí que me moría, pero que muerte más dulce, cuando pensé que ya nada me podía sorprender, bajó los slips hasta las rodillas, tiro de mi y me hizo sentar en el borde del sofá donde los termino de sacar. Entonces me dijo con su dulce voz.
Tan solo relájate, de todo lo demás ya me encargo yo.
Arrodillada frente a mí, separo mis rodillas y de forma muy tierna y sin pronunciar una sola palabra más, primero comenzó a pajearme lentamente, cuando ya no creo que la pudiera tener más dura, comenzó a darme pequeños besos y lametones en el glande, retirando el pellejo con los labios, hasta descubrir el capullo que también lamió, retirando unas gotitas de liquido preseminal, fue después cuando comenzó a engullirla cada vez un poco más, hasta darme con la nariz en la pelvis.
Llegaba a alojar el capullo y algo más en su garganta, donde hacia “gorgoritos” que me extasiaban, se retiraba lo justo para tomar aire, mientras con una mano sujetaba y acariciaba los huevos, sentía algo muy agradable y difícil de describir que no quería que terminara, en varias ocasiones, me sujete al sofá con fuerza, pues parecía que me fuera a vaciar en su boca.
Cada tanto aflojaba en sus manejos, de forma que evitaba que acabara, cuando así lo quiso me hizo terminar, fue quizás media hora después, de haber comenzado ese agradable suplicio y al intentar apartarla lo evito, apretando más o menos los huevos consiguió ir racionando mi eyaculación, de forma que la pudiera tragar toda.
Lucia-
Que placer, hacía ya demasiado tiempo que necesitaba algo así, su leche es menos áspera que otras que recuerdo, pero me ha sentado de maravilla, ahora veré si está dispuesto a continuar, quiero que conozca mucho más que simplemente esto, quiero que aprenda a hacerme gozar, tanto a mi como a cualquier mujer que se cruce en su camino y sobre todo, que se le quite de la cabeza, cualquier posible arrepentimiento sobre lo que suceda hoy aquí.
Álvaro-
Cuando termino se sentó junto a mí en el sofá, me paso un brazo sobre los hombros y me atrajo hacia su pecho, quedando un pezón muy cerca de mi boca, cuando me repuse un poco lo bese y note como se endurecía, entonces Lucia me dijo.
¿Estás dispuesto a aprender algo más?
Sin esperar respuesta, se levantó del sofá, me tendió las manos y también lo hice, entonces se colocó detrás de mí, pegado completamente su cuerpo al mío y tras abrazarme por la cintura, comencé a andar en dirección a SU habitación, no me importaba que fuera también la de mi padre, era la que tenía la cama más grande y pensé que sería la mejor, para cualquier cosa que quisiera hacer conmigo.
Al llegar, simplemente se tendió en medio de ella y me dijo.
***Eso de antes, solo era por ver si en realidad estabas “
dispuesto a todo
” entiendo que sí y que tal y como comentamos, lo que pase hoy aquí no lo sabrá nadie nunca.***
Le asegure que así era y prosiguió.
Antes querías saber cómo era un beso de verdad, ahora te mostrare lo que has de hacer, para que cualquier mujer quede rendida a ti, solo existen dos cosas, la primera es observar, no tener prisa y darle siempre aquello que quieren en cada caso, la segunda conseguir de ella un orgasmo, como si fuera la única causa de tu existencia junto a ella.
Arrodíllate junto a mí en la cama e improvisa, con las manos y la lengua tus mejores herramientas, aunque creas que esa es la polla, veremos que tal lo haces.
Recordé como me había lamido los pezones y trate de hacer algo semejante, pero cuando comencé a lamerlos, fue ella quien me fue guiando la cabeza, para que empezara cerca de los hombros, bajara hasta el ombligo y subiera por el otro lado, a medida que lo hacia podía ver como su vello se erizaba y cuando por fin me permitió, llegar a la base de sus pechos todo su cuerpo temblaba, entonces guío una de mis manos hasta su entrepierna y la note muy mojada, me sujeto la muñeca y dos de mis dedos comenzaron a follarla y fue cuando oí su melosa voz al decirme.
Ahora ya puedes hacer con mis pezones lo que te apetezca, pero no pares esos dedos, hasta que te lo suplique.
La verdad es que me resulto muy fácil seguir sus instrucciones, pero cuando los pezones ya estaban más que duros y los había lamido mordisqueado incluso retorcido con la otra mano, “improvise” como me dijo ella e hice lo que vi en una peli porno, que había visto con un amigo.
Baje lamiendo hasta el ombligo y empleándolo como eje, sin sacar los dedos y lamiéndolo con insistencia así como los alrededores, me fui colocando hasta quedar entre sus piernas, seguí lamiendo hasta llegar a la parte superior del chocho, que a estas alturas estaba muy mojado, al notarme tan cerca suspiro profundamente y se arqueó, de modo que pensé que estaba en el buen camino, substituí los dedos por la lengua y aunque note un sabor “salado” oírla y notar como se retorcía me compensaba.
No se muy bien como lo hice esa primera vez, pero el caso es que de súbito, comenzó a emitir un ronco sonido, arquearse y botar, hasta que se encogió pegando las rodillas a sus pechos y quedando de lado sobre la cama, solo se oía una serie de suspiros y jadeos, para nada acompasados, al mirarle la cara estaba roja y unas lagrimas adornaban sus bellos ojos, entonces cuando parecía algo mas tranquila le pregunte.
¿Lo he hecho bien, te referías a esto?
Su respuesta fue un simple “si” dicha con una voz muy melosa, al poco comenzó a moverse, me coloco de espaldas y lentamente comenzó a pajearme, aunque francamente no hacia falta, yo estaba mucho más excitado de lo que había estado nunca, cuando le pareció se acuclillo sobre mi y con decisión se clavo en mi polla, de una sola estocada llego al fondo y sin apenas parar más que unos instantes, tomo mis manos entrelazando los dedos y comenzó una cabalgada bestial.
No paré ni cuando comencé a eyacular de una forma brutal, las descargas fueron muchas y abundantes pero continuó hasta que volví a oír aquel ronco sonido y sus ojos quedaron en blanco, entonces se dejo caer sobre mi y me beso con verdadero desespero, alucinaba y estaba extasiado pues no CREI que se pudiera gozar tanto, cuando ambos nos serenamos un poco, ella salio de mi y fue reptando por mi cuerpo, hasta quedar entre mis rodillas, entonces sin ninguna clase de manía comenzó a limpiarme la polla a lametones, retiraba el glande para dejar el capullo a la vista, para que no quedara ningún resto.
Después fuimos al baño y como ataño se encargo de lavarme, con mucho mimo y un gran cariño, cuando me estaba secando ya me dijo casi en un susurro.
Si lo que hemos tenido hasta ahora te gustó, espera y veras lo mucho que nos queda aún por descubrir el uno del otro, pero sobretodo recuerda tu promesa de callar, tanto si quieres que haya más como si no.
Me gire y tomando su cara entre mis manos la bese en los labios, después le dije.
Todo me gustó y solo espero que me enseñes más, tú eres la experta y por tanto tendrás que tener paciencia conmigo.
Entonces me dijo que me acostara en mi cama, ella tenía que ir a comprar algunas cosas, pero quiso que descansara pues quería aprovechar al máximo el fin de semana, hice lo que me dijo y supongo que me dormí enseguida, aunque las imágenes de su cuerpo vistas en esas dos ultimas horas, no me abandonaron ni un instante.
Lucia-
Salí a por unas cuantas cosas que necesitaba, pero lo primero fue tomar un autobús, para ir hasta una farmacia en el otro extremo de la ciudad, compre una “píldora del día después” y dos cajas de condones, con todo ello en el bolso, regrese al barrio y compre algunas otras cosas que necesitaba, ya en casa trate de hacer poco ruido, asome la cabeza al curto de Álvaro y vi que dormía placidamente, me tome la píldora y prepare algo para almorzar pues era casi mediodía, cuando estaba ya la mesa puesta fui a despertarlo.
Entre en la habitación, me arrodille con cuidado en la cama y lamí su pecho hasta que entreabrió los ojos, me abrazo y tras besarnos se levanto. Comimos y al rato nos fuimos a “hacer la siesta” esa noche se nos paso la hora de cenar y sobre las dos de la madrugada, estábamos tomando queso y paté, para tomar algo de fuerzas, comenzaba a clarear cuando nos dormimos extenuados los dos.
Después de ducharnos pasadas las doce del mediodía, acordamos dejarlo así pues Pedro no tenia una hora fija para regresar de sus excursiones de pesca o caza, todo dependía de lo que decidiera el grupo, o como le hubiera ido también influía el transito y por tanto Álvaro también convino en que era lo mejor, después de preguntarme.
¿Cuándo estaremos juntos otra vez?
A lo que le respondí que en la primera ocasión que fuera posible, que yo era la primera interesada, de que eso no terminara ni se espaciara demasiado, no ahora que él quería estar conmigo.
Pedro no llego hasta media tarde y venia contento, traía unas cuantas truchas grandes y ya limpias, pues teníamos ese pacto, cualquier cosa que cazara o pescara, lo tenia que traer o desplumado despellejado y limpio, siempre lo cumplía, con solo darles un agua las pude preparar a “la Navarra” y fue lo que cenamos, pregunto a Álvaro que tal el fin de semana, mientras yo estaba en la cocina y oí como le respondió.
Bien, ha sido muy provechoso, a pesar de que no tenía trabajos pendientes, he estado aprendiendo algunas cosas, algunas en el ordenador y otras simplemente reflexionando sobre ellas.
Pedro apenas reparo en la respuesta de Álvaro, esa noche cenamos y nos acostamos todos temprano, cada cual por motivos diversos, Pedro estaba cansado, yo satisfecha y Álvaro imagino que muy excitado pues fueron para él muchas cosas en muy poco tiempo.
A la mañana siguiente, poco después de que Pedro marchara al trabajo, entre en la habitación de Álvaro para despertarlo, aunque faltaba mas de una hora para la que se despertaba habitualmente para ir al instituto, la mejor forma de despertarlo pensé y acerté, seria lamiendo lentamente su verga, que si bien estaba bastante bien reacciono enseguida ante el estimulo, cuando estaba totalmente despierto lo cabalgue como una perra en celo, después le acabe de limpiar la polla, pues me encanta el gusto de “su semen” y juntos fuimos al baño, donde después de jugar un rato más terminamos con la higiene.
Cuando vino a la cocina a la hora de siempre, ya vestido para marchar, tenia el desayuno en la mesa, lo tomo y antes de salir por la puerta me beso en los labios y se despidió hasta el mediodía.
Pedro venia a comer y lo hacíamos juntos los tres cada día, Álvaro marchaba algo más tarde que él y regresaba antes por la tarde, en cuanto llegaba nos dábamos un repaso de una hora y después se dedicaba a hacer los trabajos para el instituto, así pasaron dos semanas, pero el segundo sábado por la noche después de cenar, cuando nos disponíamos a ver una película sentados en el sofá yo entre ellos dos, Pedro paró la tele se sentó en una silla frente a nosotros y de forma muy solemne dijo.
Sois lo que mas quiero de este mundo, me hago viejo pero veo claramente que vuestra relación ha cambiado y me alegra que tu Lucia, no te hayas enredado con ningún hombre a mis espaldas que pueda darte lo que yo ya no puedo, y que tu Álvaro seas capaz de seguir lo que yo empecé, Lucia te puede enseñar mucho y yo estaré satisfecho, viendo ese brillo en sus ojos que antes le producía yo, que se fue apagando y que ha revivido.
Solo os pido dos cosas, primero que seáis discretos pues la mayoría de gente no lo entendería y la otra, es que seáis un poco paciente conmigo, para que me haga a la idea y por tanto no tonteéis demasiado delante de mí, al menos de momento.
A partir de esta noche dormiré en la habitación del fondo, así no os molestare y tendréis la habitación grande para vosotros y no os apuréis, sigo empleado tapones además de tomar la pastilla para dormir.
Álvaro-
Me he quedado sin palabras, ¿Cómo se habrá dado cuenta? En estos días no hemos hecho nada que le diera pistas sobre nuestro comportamiento.
Lucia-
Bueno, al parecer me conoce más de lo que pensaba y en el fondo no es que ya no me quiera, solo que no da más, pero esto si es una prueba de amor y creo que tendría que hacer o decir algo.
Pedro no se que decir, no tratare de mentirte pues no lo he hecho nunca, es algo que ha surgido y que no lo paré o más bien lo propicié o al menos permití que sucediera, pero nunca pensé en herirte.
Pedro respondió, caminando ya hacia su nueva habitación.
Eso ya lo sé, ahora lo más importante es que yo vea felicidad a mi alrededor y para eso solo tenéis que serlo vosotros.
Al quedarnos solos, Álvaro me tomo de la mano, apoyo su cabeza en mi pecho y murmuro.
¿Estará bien, crees todo lo que ha dicho?
Le respondí.
¿Has visto su cara? No había tristeza, tan solo orgullo de ver que “TU” seguías sus pasos, estará muy bien, solo se trata de que tu seas feliz, yo tratare de que lo seas y cuando conozcas a alguna chica que te guste, entenderé que quieras estar con ella en lugar de conmigo, pero eso esta aún por llegar.
Álvaro respondió muy seriamente.
***Cuando conozca a una chica tratare de hacerla mujer, y de que entienda que tu formas parte de mi vida, si lo entiende puede que lleguemos a tener
algún futuro, si no, tan solo se quedara con algún buen recuerdo.***