Con mi hermano (2)

Final del relato.

A pesar de lo relajada que me quede, me lleve cachonda todo el día, revoloteando alrededor de mi hermano como un animal en celo. ¡Que bueno estaba, por dios! Pero el día mas intenso fue el viernes. Recuerdo que era Viernes porque ese día mis amiga Vero me dejo plantada para irse con su novio y el prefirió quedarse viendo una película. Era una película muy aburrida, tanto que no me acuerdo de cual era. El trajo una botella de tequila y nos echamos unos tragos. No teníamos nada que hacer. Eran la una de la mañana, no teníamos sueño. Después de ver la película que estaba grabada en una cinta empezamos a hablar de temas banales y de fondo la cinta seguía adelante. Mientras hablaba con el, note de reojo que en la televisión había un movimiento sexual. Mi hermano estaba en la cocina porque estaba llevando los vasos para fregarlos. Tras la película el o mi padre habían grabado una película porno. Creo que fue el, porque cuando se dio cuenta se sobresaltó y fue casi corriendo a por el mando para quitarla. Yo ya llevaba unos cinco chupitos encima y debió ser por eso que me notaba un poco juguetona.

  • No espera. Déjala ¿Te crees que me voy a asustar? Yo ya he visto más de una. Siéntate. El visiblemente cortado se sentó a mi lado en el sofá y se dispuso a verla conmigo. En la primera escena una rubia despampanante llama por teléfono a un amigo y le pide que vaya a su casa porque esta aburrida. A eso que llega un moreno súper buenorro. Ella esta en la piscina desnuda y le pide que le dé un masaje. Ella se acuesta en una camilla y empiezan a magrearse, el chico llevaba un slip negro muy abultado que estaba poniéndome muy caliente. La rubia tenía una cara de zorra tremenda, con las tetas operadas y varios tatuajes. Pero el estaba delicioso. Tenía unos brazos y unos pectorales impresionantes. Su barbita de tres días adornaba una cara súper morbosa, pero lo mejor sin duda era su paquete.
  • ¡Vaya músculos!, como me gustaría que un tío así me diese un masaje.- le comente a mi hermano. - Yo no tengo esos músculos, pero si quieres puedo intentarlo. - ¿Tu sabes dar masajes? me encantaría que me dieras un masaje - le respondí con voz de gata juguetona, esbozando una picara sonrisa. - Está bien, iré a por aceite y una toalla. Se levanto y se dirigió al cuarto de mis padres que también disfrutaban de esos jueguecitos y tenían todo tipo de aceites y libros de masaje.
  • Vete a mi habitación. Allí estaremos cómodos, me dijo. Yo me levante, mareada, ¡vaya! el alcohol se nota mucho mas de pie. -pensé. Entre en el cuarto de mi hermano, me desnude completamente y me tire en la cama. Tumbada en la cama pensé: ¡Que suerte tengo de tener un pedazo de tío en casa para hacer realidad mis fantasías más morbosas! No era el de la película, pero me conformaba sobradamente. Al cabo de dos minutos cuando volvió, yo estaba desnuda, boca abajo, Con las piernas medio abiertas para que pudiese ver mas de lo debido y los brazos apoyados sobre los codos para que pudiese ver lateralmente mis pechos. Con la cara girada hacia la izquierda, viendo su cara de excitación. Desde donde el estaba podía ver cada curva de mi voluptuoso cuerpo desnudo. Cuando llego, me puso la toalla en el culo. Yo la cogi y me la puse en la cara, a modo de almohada. No tardo en untarse las manos con un potingue. El solo llevaba puesto unos pantalones de chándal cortos que mi madre le compro. Su musculoso torso me estimulaba mucho. Me empezó a aplicar la crema en la espalda. Estuvo varios minutos recorriendo mi cuerpo sinuosamente. Muy sensualmente. Tenía las manos muy grandes. Desde luego, si tuviese los dedos de la mano igual que lo otro, seria una maquina de provocar placer femenino.
  • Lo haces muy bien - le comente. -Lo haces de maravilla.
  • Gracias, lo haré lo mejor que pueda - me respondió. Pronto recorrió mis costados a la búsqueda de mis pechos. Tocándolos disimuladamente, como para que no me diera cuenta, Esa zona era muy peligrosa, porque empecé a ponerme realmente caliente. Como para no darse cuenta. Cuando cogio confianza incluso pasó a tocar los pezones, con mucha suavidad, yo estaba chorreando. Yo estaba impaciente porque empezara ya por el culo y mi entrepierna. Se le veía cortado en ese aspecto. Así que rompí el hielo. - Por favor, un poco mas abajo, no te olvides de mis piernas. Dicho y hecho, al momento estaba masajeando mis piernas y mi culo. Me rozo varias veces la parte interna del muslo. Estimulandome muchísimo. Su enorme dedo recorriendo mi conchita parecía una polla que me iba a penetrar. Mi flujo se mezclaba con el aceite y mi vulva estaba ya pidiendo guerra.
  • oye, en la película el tío estaba en slip. ¿Por que no te quitas los pantalones? Menuda excusa mas tonta, pero es que estaba loca por vérsela. Gire la cara para verlo. Estaba empalmadísimo, mí predicción era cierta, tenia una polla enorme, se le salía del calzoncillo. Yo no pude evitar morderme el labio al mirarla. Aquella imagen de su cuerpo musculoso con su enorme polla que iba a romper el slip, provoco una ola de excitación en mí, que me dejo las piernas temblando.
  • ¿Esta bien así?- me pregunto. - Así esta perfecto. No sabía que estuvieses tan bueno. A los cinco minutos de manoseo el ya estaba que no podía mas y se quito los calzoncillos a la altura de sus rodillas. Lo note porque sus calzoncillos rozaban mis piernas y porque su enorme polla estaba casi insertada en mi culo. El la deslizaba de alante hacia atrás. Yo disimuladamente me metí el dedo en la boca y empecé a mordérmelo, porque me moría del gusto. Era una costumbre que me surgió cuando follaba con mi primer novio, un tic. Las sacudidas eran cada vez rápidas, Su polla resbalaba a través de la raja de mi culo por el efecto del aceite. Mi vagina estaba completamente dilatada. Yo ya no podía resistir más y empecé a hacer movimientos de la pelvis hacia atrás, como una gata en celo, levantando mi culo y dejando expuesta mi abultada y pringosa vulva. El cogio su polla con la mano y le metió un roceton a mi clítoris con su enorme capullo,
  • Ooooooooooooohhhhh!!!!!!!!!!! - nooooooooo, paraaaaaa!!!!!!!!! Yo le pedía que parase, aunque no hacia nada por impedirlo. Menudo pollon que tenía. Que delicia. Todo lo contrario, le movía hacia arriba la cadera para que lo repitiese de nuevo.
  • Aaaaaaaaaaaahhhhhh - Paaaaara, no seas maaaaalo. Tras unas diez pasadas, el como un animal enfurecido metió su polla en mi coño y embistió como un caballo de carga. Aaaaaaaaaaaahhhhhh!!!!!!!!!!! Esta vez si que grite y bien fuerte. ! Que grande la tenia, ni en mis mejores fantasías me imaginaba tanto placer. Casi no me cabía. ¡Vaya gustazo! Aaaaaaaaaaaahhhhhh El embestía como un animal enjaulado. Yo estaba a punto de correrme. Gritaba como una posesa. AAAAAAAA Aaaaaaaaaaaahhhhhh NOOOOOOO OOOOO OOOOOOOOOOOO De repente sentí una sensación de culpa enorme. La situación se había desbordado. Era mi hermano y me había dejado llevar por mi instinto animal. Eso tenía que acabar. Era una locura. ¿Que iba a hacer, enamorarme de el? ¿Casarme con el? ¿Y mis padres? ¿Y las cenas de nochevieja? Me gire bruscamente, no sabia que hacer ni decir, así que opte por lo mas fácil, echarle la culpa a el. - ¡Has ido demasiado lejos! Te has aprovechado de que yo estaba borracha. No te lo perdonare. - Zorra, tú lo deseabas más que yo.- me grito enfurecido. ¡La que se ha desnudado has sido tú! ¡La idea fue tuya! - Ya hablaremos mañana- le dije mientras le daba un portazo a la puerta de su habitación. Me metí en mi habitación, me duche para quitarme el aceite y termine de masturbarme, para aliviar la tensión del momento. Me quede dormida como una rosa, el chocho me ardía, estaba súper relajada. Al día siguiente no le hable, no le mire. Pero al cabo de los días se fue normalizando la cosa y cuando mis padres llegaron de Nueva York todo ya había vuelto a su cauce. Como si no hubiera pasado.