Con mi Hermana
Un hombre tiene sexo primero con su madre, después con su hermana y finalmente tambien con su hija... (Esta es la segunda parte del relato, en que se coge a su hermana)
Un accidente automovilístico producto de su afición al alcohol, dejo a mi Cuñado atado a una silla de ruedas, fracturadas su vertebras lumbares quedo imposibilitado de caminar.
Mi hermana tenia apenas 33 años cuando este infausto suceso ocurrió, egresada de Arquitectura, profesión que nunca pudo ejercer...
Mi hermana, considero yo, que era y es una bella y exuberante mujer, pero parecía tener mas años, se fue marchitando, perdiendo su alegría esa chispa para bromear con picardía y esa intuición que le hacia ver o sospechar situaciones que para el común de la gente pasaban desapercibidas.
La situación de mi hermana y el borracho de su marido se fue agravando.
Sugerí a mi hermana lo recluya en algún centro de atención especializada, que yo podría ayudarla económicamente a sufragar estos gastos...
Mi hermana se lo propuso pero el no solo no acepto, sino que se volvio mas insoportable aun...
Yo hablaba a diario con mi madre y mi hermana, las cosas cada vez iban peor con su, cada dia mas insoportable, marido.
Cuando se acercaba el 58 cumpleaños de mi madre pase por el trabajo de mi hermana, le dije que debíamos festejarla, la deje dinero al efecto y quedamos que nos juntariamos toda la familia el próximo viernes en su casa para celebrarlo...
Llegó el viernes y fui a casa de mi hermana...
Mi hermana y mi madre salieron a recibirme... las dos estaban hermosamente ataviadas.
Mi madre con un pantalón al cuerpo color negro y blusa satinada verde esmeralda. Preciosa.
Mi hermana por su parte lucia un pantalón blanco al cuerpo, que hacia resaltar su generosa figura con una blusa tipo camisa, igualmente satinada de color fucsia. Bella. Las dos estaban divinas.
Nos abrazamos. Quede en el centro de las dos y cada una me dio un beso en la comisura de los labios que me hizo estremecer.
Ya habían llegado todos, no se como lo hicieron pero al marido de mi hermana ya lo habían bajado de su habitación y estaba en la sala.
Empezó la reunión con las típicas anécdotas, recuerdos, etc. Mi madre y mis hermanas tomaban vino tinto y los varones whisky, mi cuñado, como si no le quedo experiencia de lo que le paso, se adelanto y empezó a ponerse borracho e impertinente.
Mi hermana me hizo un guiño como diciéndome que le tolere. Asentí. No iba a dañar la reunión por este sujeto.
Mi hermana estaba radiante. De rato en rato se cruzaban nuestras miradas lo que empezó a ponerme inquieto.
Alrededor de la 10 pm, mi hermana fue por otra botella de vino, regresó y me pidió le ayude porque se había roto el corcho. Fui a la cocina, mi hermana se puso de espaldas con las manos apoyadas sobre el mesón.
Me dijo:
- Lo de la botella fue un pretexto. Quería decirte que estoy de acuerdo contigo, no puedo seguir así, no tengo ganas ni de vivir, hoy me puse bonita por ti, porque te preocupas y sufres por mi. Ayúdame a buscar una solución...
Me puse detrás de ella, la tome por los hombros y al oído le respondí:
- Me alegra que pienses así, no es justo, no puedes acabarte la vida, vamos a encontrar una salida...
Me regreso a ver sonriendo y dijo:
- Me hace cosquillas el sonido de tu voz, salgamos, luego seguimos...
Mi otro Cuñado me sugirió, que subieramos al marido de mi hermana a su dormitorio, pues luego nos seria mas difícil hacerlo. Así fue, le subimos, recostamos en su cama y bajamos.
De rato en rato miraba a mi hermana y siempre la encontraba observandome... su rostro tenia un brillo especial y una expresión extraña, enigmática, que me inquietaba.
Caminó hacia mi, me tomo de la mano y me dijo:
- Vamos por la ultima botella de vino, ayúdame.
Me deje llevar, se puso en la misma posición que la vez anterior, de espaldas y con las manos sobre el mesón, me dijo en voz baja:
- Aquí y así nos quedamos hace un rato..
Con un leve movimiento de cabeza y una mirada coqueta, me invito a ponerme detrás de ella.
Me puse detrás de ella, la tome por lo hombros, ella saco un poco las nalgas hasta apretarlas contra mi pene, empezó a moverlas y mi pene a ponerse erecto al contacto con esas generosas caderas.
Me regreso a ver y me dijo:
- Quédate a dormir, tenemos mucho que hablar, ¿Si?.
Voy a hablar con mama para que te lo proponga como idea de ella. Le diré que estas un poco bebido y que así no debes manejar...
Le respondí:
- De acuerdo, me quedare, pero que me lo pida mama...
Cuando me disponía a besar el cuello de mi hermana, irrumpió mi madre -me sobresalte del susto- y nos dijo:
- Que hacen esos hermanitos?. ¿Que pasó con ese vino?... Ya tengo sueño, estoy agotada y tu hermana se quiere retirar también, así que vamos con el vinito del estribo...
Me regresó a ver y con su dulzura acostumbrada y me dijo:
- Mi amor, porque no te quedas a dormir, estas con traguitos y lejos de tu casa, me voy a quedar mas tranquila si lo haces ¿Si mi amor?"
Miré a mi hermana con ojos de complicidad y le respondí:
- Claro mama, al contrario gracias por preocuparte, me quedaré a dormir...
(Mas tarde supe por mi hermana, que mi madre desde ese momento en que nos pilló, sospechó que habia algo entre nosotros)
Al salir de la cocina, iba por delante mi madre, detrás de ella mi hermana y finalmente yo...
Al ver el cadencioso movimiento de mi hermana al caminar, tuve un arrebato y descaro, agarré y apreté las nalgas de mi hermana... ella dio un brinquito, saco las nalgas, me regreso a ver y me regalo una sonrisa picara acompañada de un guiño.
Mi madre y mis hermanas tomaron una copa mas, igual lo hicimos mi Cuñado y yo y finalmente se marcharon...
Mi hermana, mi madre y yo juntamos los muebles de la sala, simulando una cama...
Mi hermana trajo unas bolsas de dormir y me pidió acompañe a mi madre a su dormitorio hasta ella arreglar el improvisado dormitorio.
Subimos mi madre y yo y empezamos a besarnos apasionadamente, le puse de espaldas a mi, la agaché un poco hasta que sus magnificas nalgas quedaron expuestas y empecé a puntearle con lujuria, estaba sumamente excitado... Me la hubiera follado alli mismo...
Me regreso a ver y con voz entrecortada por la excitación me dijo:
- Mi amor, tu hermana tiene libre mañana y el domingo, llévame contigo, necesito tenerte dentro de mi, amarte. ¿Si mi amor?".
Sin dejar de besarla, le respondí:
- Si mama, también quiero tenerte, estallar en vos...
Le di el ultimo beso una nalgadita y baje donde estaba mi hermana, totalmente excitado...
Mi hermana ya tenia todo arreglado y sobre la mesita una copa de vino y un whisky.
Sonrió coqueta, tomo las copas y me acerco la que me correspondía, hizo el símbolo de brindis y para adentro.
Me miro fijamente a los ojos y me dijo:
- Hoy no quiero que toquemos para nada el tema de mi marido, hablemos de nosotros, de mi madre, de futbol, de lo que sea menos de el. ¿De acuerdo?
Quiero ver azul -amanecer- hace mucho que no me siento tan bien, libre, alegre. ¿Me acompañas hasta ver el alba?".
La mire por un rato. Mis genitales se contraían de deseo. Me acerque para darle un beso -un pico- me tomo por el cuello, me acerco hacia ella y nos fundimos en un beso intenso, apasionado, baje mi mano y empecé a acariciar con lujuria sus hermosas y firmes nalgas.
Se retiro muy despacio y mirándome a los ojos, me dijo: - Mi amor, me voy a duchar, a cambiar, hay un pijama tuyo que trajo mi madre, te lo voy a bajar para que estemos cómodos, sirve unas copas, enseguida regreso...
Solo atine a decirle: - Te espero...
Estaba anonadado.
Mientras la esperaba y tomaba un whisky lentamente, me puse a pensar... en un rato mas poseería a mi hermana, no cabía dudas... la idea me excitaba mucho.
Pero... ¿Como iba a manejar esta situación?
En un momento mas mi hermana iba también a ser mi mujer. Si mi madre lo descubría, iba a ser muy doloroso para ella, yo la amaba y por ningún motivo quería herirla y menos perderla.
Los encuentros con mi hermana serian muy difíciles por el tiempo del que no disponía.
Quizás esta seria la primera y la ultima vez que estaría con ella.
Tenia dos alternativas, o no tenia nada con mi hermana o simplemente dejaba que las cosas fluyan rogando porque mi madre nunca se entere.
De mi Cuñado me importaba un rábano.
Absorto en mis pensamientos, no repare que mi hermana estaba de pie a mi lado, aspire su delicioso aroma, regrese a verla, tenia puesto una seductora e insinuante bata de dormir transparente color azul claro, se veía que no llevaba nada debajo, se adivinaba la sombra de su vello púbico, se inclino y me dijo en voz baja en el oído:
- ¿Que piensa tanto mi hermanito? Te traje el pijama, dúchate, aquí te espero ansiosa...
Me metió la lengua en el oído que me hizo brincar y contraerme de pasión...Continuó:
- Mamá está profundamente dormida, no despertará hasta mañana, mi marido está borracho y tampoco despertara, sin embargo antes de bajar asegúrate de que mama siga profundamente dormida...
Me duche, pase por el dormitorio de mi madre, dormía plácidamente, baje y desde lo alto de la escalera vi la coqueta e insinuante posición que había adoptado mi hermana al sentir que bajaba...
Levantada despreocupadamente su bata de dormir, una de sus piernas encogida, sus brazos estirados, apoyados sobre la improvisada cama, su cabeza de lado, mojando con su lengua sus labios, exponiendo sus generosos y blancos muslos, seguramente si bajaba mas escalones, divisaría su deseada vagina.
La invitación estaba hecha, no eran necesarios preámbulos....
Me puse de frente a ella...se arrodilló... casi me arranca el pijama, me bajo los pantalones, mi pene salto erecto, se inclinó, se lo metió a la boca y empezó a succionarlo con desesperación...
Alzó su mirada y susurro:
-No termines amor, quiero que estalles dentro de mi... y siguió succionando.
Empecé a sentir el placer previo al orgasmo, retire su cabeza suavemente de mi pene y le susurre:
- Cuidado amor, quiero chuparte ahora yo, quiero que termines en mi boca...
En dos segundos se desnudo completamente y se hecho para atrás con las piernas abiertas.
Ese dibujo perfecto de su vagina, de labios sonrosados, húmedos hasta desbordarse, su orificio del placer entreabierto, me sumergí entré sus muslos, y empecé a lamer, succionar, a meter mi lengua en su vagina, en su ano...
Era un estado de lujuria incontrolable. Mi manos entre sus corvas para elevarle mas la vagina y que su ano quede mas expuesto a mis ansias...
Me tomo con fiereza de los cabellos, me apretó contra su vagina empapada por sus efluvios y mi saliva, se tapo la boca, mordió la pijama para ahogar sus gemidos y empezó prácticamente a gritar:
- Mierda, dame....dame...chupa...me voy a correr, dale, mierda mámame no pares...
Soltó mi cabeza y un chorro delicioso, acompañado de contracciones inundo mi boca, relajo sus piernas, acaricio mi cabeza y susurro:
- Gracias mi amor, penétrame despacio, inúndame con tu pasión, quiero sentir que tu vida recorre mis entrañas, hazlo amor, despacio, entra en mi, estoy muy sensible...
Ese paso entre la extrema lujuria y la ternura me sorprendió...
Subí lentamente besando su vientre, succionando sus senos, besando su cuello, hasta encontrarme con su boca.
Empezamos a besarnos despacio y poco a poco fue subiendo la intensidad de los besos, metió su lengua, mordía mis labios hasta provocarme dolor.
De pronto giro su cuerpo, se puso en cuatro y me gritó: - Dame por atrás, sodomízame, hazme pedazos, termina, correte dentro de mi, destrózame, quiero sentir que estuviste en mi, quiero que el dolor me mantenga deseándote y pensando en ti...
Puso su cabeza sobre la "cama" sacando sus bellas y enormes nalgas, dejando expuesto su ano perfecto, me acerque a el, lamí los restos del liquido de la pasión que se había derramado hasta su ano, lo bordee con mi lengua, introduje unos de mis dedos y lo empecé a friccionar entrando y saliendo de su ano dispuesto, cuando quise penetrar otro de mis dedos buscando una mejor dilatación, me susurró casi con tono de suplica:
- Amor penétrame, quiero que me duela, quiero que dure la sensación. No tengas contemplaciones. Así lo quiero.
La tome por la caderas, regué saliva sobre su latiente ano y sobre mi pene y empecé a penetrarle despacio.
Sabia que si hacia lo que ella deseaba, podía lesionarla y luego hasta podría tener problemas médicos, su excitación y lujuria no le permitían razonar adecuadamente.
Cuando ingreso todo, sentí como se relajó, dispuesta al placer susurró:
- Gracias amor, eres único, te amo termina dentro de mi, yo ya lo hice en tu boca...
Empecé mi ritual de posesión, despacio primero y luego mas rápidamente a medida que aumentaba mi placer.
Ella jadeaba, gemía, mordía, movía sus nalgas con fuerza, ayudando a una mayor penetración...
Sentí como esa sensación de placer previa al orgasmo subía por mi abdomen, apreté sus nalgas, acelere el ritmo, con un grito ahogado le dije:
- Amor, te voy a llenar, voy a terminar en vos, vas a ser mi mujer...
Ella acelero sus movimientos y también gritó:
- Siiiii... Yo también voy a llegar, dame...dame...dame mierdaaaaaaa....
Y el chorro de semen contenido ingresó en mi hermana...
Los dos nos corrimos al mismo tiempo, entre gritos contenidos de placer...
Quedo desmadejada, aun en cuatro, mientras yo iba recuperando mi respiración... Buffff.. había sido un orgasmo muy intenso...
Acaricie sus hermosas nalgas y la empuje suavemente sin sacarle el pene, hasta que quedo acostada boca abajo, bese sus hombros, su cuello, sus oídos, acaricie sus cabellos. En un susurro le dije:
- Te amo, hermanita... fue muy bello...
Con una dulce voz respondió:
- Te amo también, fue hermoso, siento como lates dentro de mi. Nunca me arrepentiré. Ojala algún día lo volvamos a hacer. Te siento mío...
Retire lentamente mi pene de su ano, mi hermana, hizo una exclamación y gesto de dolor.
La voltee y mirándola a los ojos le dije:
- Te quiero hermanita, te amo... No se como lo vamos a hacer para seguir amándonos...
Me respondió:
- Yo si lo se, pero no es el momento para decírtelo, no quiero manchar y arruinar este bello momento...
Con el descaro, audacia y hasta irresponsabilidad que dan estos momentos, estábamos realmente agotados, abrazados y dándonos besos cortos, desnudos, subimos los dos a bañarnos.
Al salir, me acompaño hasta mi improvisado dormitorio, pues ella dormía compartiendo habitación con mi madre.
Se colgó de mi cuello. Nos besamos intensamente. Al retirarse, avanzo un par de pasos, regreso a verme con una mirada dulce y voz bajita me dijo:
- Hasta mañana mi cielo, desde hoy yo seré tu amor y tu lujuria...mi madre tu pasión y tu ternura...
No me dio tiempo a replicar, sonrió dulcemente y subió a su alcoba... ¡Lo sabia!... Sabia lo mio con nuestra madre y lo aceptaba como algo evidente y normal...
Dos años después de este maravilloso encuentro, mi hermana se divorcio. El tipo vive en la USA con su familia.
Hasta hoy mantengo relaciones muy intensas con mi hermana, aunque espaciadas porque vivimos en ciudades diferentes, pero nos vemos regularmente cada 15 dias y nuestros encuentros son torridos, donde todo está permitido, sin limites...
Continua en el siguiente relato titulado:
CON MI HIJA