Con mi Cuñado
Un hombre va a visitar a su novia y termina haciendo el amor con su cuñado.
Hola me llamo José, esto me sucedió hace tiempo, cuando fui a visitar a mi novia, que es muy bella, pero a la a la hora de hacer el amor era algo tonta. No pasaba de la posición del misionero mientras yo tenias muchas ganas de penetrarla por el culo, la ropa se vestía demasiado conservadora y su ropa interior era pantaletas completas, mientras que a mí me gustaría que usara esta pequeñinas de encaje y muy sexy. No le gustaba mamarme el pene.
Esa tarde fui a su casa toco la puerta, me atiende su hermano un chico de 17 años, y me dijo que su hermana había salido que si quería la esperaba, me puse a ver la televisión y luego me voy al baño, cuando paso al frente de la habitación de mi cuñado cuando veo una mujer con una gran cabellera rubia, pantaleticas negras de encaje tenias muy buenas piernas, bien torneadas y sobre todo las nalgas redonditas paraditas y duritas, al ver esto me pongo a millón casi se me revienta el pantalón, en lo que se voltea para mi sorpresa veo que es mi cuñado Miguel que se da cuenta de que estoy a millón se me acerca, se pone de espalda saca su culo y me lo ofrece. Lo agarro por la cintura y froto mi miembro con sus ricas nalgas casi acabo solamente frotándolo
Tenía unas enormes ganas de hacer mío aquel culo, parecía que el semen se me salía del miembro, pero quería excitarme todavía más, le pedí que me desnudara el se acerco a mi mientras sus manos acariciaban mi pené por encima del pantalón y las pasaba por mi cintura, me apretaba las nalgas.
Me desabotonó la camisa y la tiro al piso, me sacó la correa al mismo tiempo que me bajaba el pantalón, cuando me quitaba el interior y pude oír su sensual gemido al ver mi pene totalmente erecto y me echó en la cama para lamerme todo el cuerpo, comenzó por los labios, el cuello, abdomen, piernas, luego me pidió que me volteara, a lo cual accedí inmediatamente, estaba muy excitado y hasta ese momento todo lo que me hacía me encantaba, empezó a lamerme la espalda, la cintura, las nalgas, entonces sentí que su lengua recorría la raya de mi trasero, sentí por primera vez un nuevo placer, nunca me habían besado el trasero y menos lamerme por entre mis nalgas, estaba super excitado, poco a poco fui abriendo más mis piernas, hasta que empezó a lamerme el ano, el placer era indescriptible, no podía soportan más el semen dentro de mí, me paré y empecé a besarlo a meterme mi lengua en su boca a apretarle las nalgas, me encantaba su suavidad, sentía que su pene al igual que el mío estaba a millón, mis manos empezaron a acariciar su espalda cuando él empezó a besar mi cuello y una de mis orejas, siguió bajando hasta mi pecho, mi ombligo... y para cuando llegó a mi cintura. Comenzó a juguetear con sus dedos en mi vello púbico mientras su otra mano acariciaba mi pecho y pellizcaba ligeramente mis pezones. Mi pene estaba apuntando directamente a su cara y, su boca rozaba mi pené, yo deseaba que me la chupara en ese momento, pero también quería hacerlo más excitante, sacó su lengua y lamió mis testículos, succionó mi pené, jamás había sentido lo que el mi hizo, su boca me hacía ver estrellas, me saco varios gemidos. Su lengua empezó a subir y a bajar por mi pene. Separó ligeramente mis piernas y su lengua aumentó su recorrido, yendo arriba y abajo desde mi glande hasta mis nalgas. Incluso la punta de su lengua rozaba de vez en cuando mi ano, lo que aumentó aún más mi erección. Mi glande comenzó a estar cada vez más húmedo cuando su boca empezó a engullir lentamente mi pene, cada vez más, arriba y abajo, moviendo su lengua en círculos contra mi glande cada vez que este entraba y salía.
La visión era increíble, su culito en pompa se reflajaba en un espejo que había enfrente de la cama y su cabeza subía y bajaba lentamente haciéndome una mamada increíble. Estaba a punto de correrme cuando decidí detenerle, evitando que se me viniera en su boca, yo le tocaba las piernas y las nalgas con una desesperación única.
Cambié mi posición y lo coloqué boca arriba le bese las tetillas, sus pezones estaban duros por la excitación. Su cara reflejaba la excitación. Sus mejillas estaban ligeramente encendidas y sus labios estaban húmedos y calientes. Sus uñas recorrían mi espalda mientras acariciaba y besaba sus pechos, lo cual me excitaba aún más y mantenía mi pene duro y palpitante. Cuando hice amago de empezar a descender por su vientre para llegar a su entrepierna sus manos cogieron mi cara al llegar a su ombligo y me llevó hacia arriba para besarnos de nuevo, y me susurró al oído: 'Tengo ganas de que me cojas, siempre te he deseado.. Esas palabras me incrementaron las ganas, más aún cuando el se colocó de rodillas dándome la espalda, con una pierna a cada lado de mi cuerpo. Empiezo a acariciarse su increíble trasero, redondo. ! Su mirada se quedó fija en mi cara. Y mi mirada se quedó fija en su cuerpo. En ese momento, lo único todavía lo recuerdo, me quede yo observarvando detenidamente su culo que me pareció perfecto incluso mejor que el de su hermana. Era una mezcla extraña para mí pero era perfecto: un culito bien formado de piel tersa. Al rozar sus nalgas las separó para dejar visible su ano rosado y ya ligeramente entreabierto para que mi lengua llegara a él. Al lamerlo él empezó a gemir más y su agujerito empezó a abrise poco a poco. Lo empecé a rozar con mi dedo. El al notar que mi dedo había entrado, empezó a mover su cintura y mi dedo empezó a penetrar su culo. La situación era novedosa para mí, pues nunca antes había tenido ninguna experiencia con matices homosexuales. Por eso mi sorprendió que mi pene seguía tremendamente duro y palpitante... con ganas de participar. Estaba de espalda a mí y en cuatro patas, él levantó su pierna izquierda y cogió mi pene para llevarlo hasta su culito y para dejar mi glande a la entrada de su ano., yo lo tome con fuerza de la cintura y comencé a penetrarlo ambos gemianos y lo estabamos difrutandolo. Mientras, mi mano derecha pellizcaba uno de sus pezones Empecé a empujar despacio, notando como mi pene penetraba lentamente en su interior y como su culito se iba abriendo lentamente para aceptarme... fue una sensación increíble y estuve a punto de correrme después de haber introducido mi pene por completo y notar como mis huevos rozaban sus nalgas firmes. El se movía en círculos su culo para notar mi pene duro aún más en su interior mientras respiraba profunda y pausadamente y mientras su pulso se aceleraba. El mismo movía su cintura para que mi pene entrara y saliera de su culito, todo muy despacio. Yo todavía estaba, embistiendo contra su culito firme. De vez en cuando, sacaba mi pene por completo de su culito para pasear mi glande por sus nalgas y para rozarlo contra sus huevos duros, para volver a meter mi polla lentamente, abriendo de nuevo su culito y apoyándome en sus nalgas duras para facilitar mi penetración. Cambiamos de nuevo de postura, me tumbé boca arriba y el se sentó sobre mis muslos para que su pene quedara junto al mío, los dos erectos y calientes. Los cogió juntos entre sus manos y comenzó a acariciar ambos penes a la vez... arriba y abajo, glande con glande. Después, apoyó sus manos en la cama para elevar su cintura y, de frente a mí y apoyada en sus manos y en sus pies colocó de nuevo su culo a la altura de mi pene para que yo la penetrara otra vez, descendiendo lentamente mientras mi pene se abría camino, hasta que de nuevo sus nalgas se apoyaron en mis muslos. lo introduje poco a poco, observaba sus manos presionar las sábanas, lo cual me calentaba más, de repente se lo introduje todo, mi pene entraba y salía de aquel culito, él gemía alocadamente, yo sabía que no duraría mucho y me detenía a besarle el cuello a la vez que aguantaba el semen que quería salirse, él me gritaba que no me detuviera En esa posición veo su pene erecto. Lo cogí entre mis manos y empecé a masturbarle y a acariciar sus huevos. El subía y bajaba su cintura cada vez más rápidamente, liberando y volviendo a engullir mi polla entre gemidos. Yo estaba a punto de correrme cuando noté varias convulsiones en su pene y su esperma saltó sobre la cama. Tras correrse él pareció quedar exhausto, pero sin dejar que me moviera, se arrodilló entre mis piernas y retomó la mamada con la que habíamos empezado la sesión mientras sus dedos acariciaban mis nalgas y mi ano. De nuevo, volvía a ver su culito, abierto y húmedo, reflejado en el espejo, y su pene, perdiendo lentamente la erección, colgando entre sus muslos, húmedo y atractivo. Lentamente introdujo apenas la punta de uno de sus dedos en mi culo mientras toda mi polla estaba en su boca... Eso fue irresistible, él lo notó y siguió con su mano arriba y abajo sobre mi polla hasta que mi inmensa corrida salpicó toda su cara. Recordaré ese orgasmo como uno de los más intensos de mi vida.
Descansamos un rato pero sentía ganas de seguir disfrutando tan rico culito, me pregunto si quería que me estimulara, yo acepté y empezó nuevamente a chuparme él pené, me preguntó si le había gustado que él me lamiera el culo, yo le contesté que a pesar que era algo nuevo me había excitado, entonces sin decirme nada me volteo y con mucha suavidad abrió mis piernas su lengua presionaban mi ano de una manera que el pené no tardo mucho en erectarse nuevamente, y lo seguía lamiendo, en eso su boca subió hasta donde se junta mi raya trasera con mi espalda para lamerme mientras su dedos presionaban mi ano, era algo nuevo pero me gustaba en demasía, quería penetrarlo nuevamente, en ese instante me pregunto ¨¿te puedo introducir un dedo en tu ano?, dudé un momento pero aún incrédulo le dije que sí, él comenzó acariciándome luego su dedo anular se introdujo lentamente en mi ano, cuando sentía que yo reaccionaba lo sacaba para después metérmelo más suave, hasta un momento que tenía todo el dedo dentro de mí y yo gemía de placer, no lo podía creer aquel jueguito me encantaba, aquel muchacho me estaba metiendo su dedo en el ano y a mí me gustaba, luego mientras agitaba su dedo dentro de mí, se acercó por el costado y me comenzó a besar, nuevamente sentí su lengua explorando dentro de mi boca, me preguntó ¨¿puede seguir haciéndolo, con dos dedos?, nuevamente acepté, estaba demasiado excitado como para negarme, pensé además nuevamente que todo lo que me hacía me satisfacía, entonces regresó a mi trasero, me abrió las nalgas mientras yo esperaba sentir dentro de mí sus dos dedos, entonces entraba en mí algo más grande que dos dedos, Intenté quejarme, pero empece a sentir tal gusto que fui incapaz de emitir ningún sonido que no fueran gemidos de placer, me gustaba tanto lo que sentía que ni siquiera le pregunte si eran sus dos dedos, empezó a agitarse hacia adelante y atrás su rostro por detrás se acercó al mío y no besamos mientras el me penetraba, en un momento que el estaba excitadísimo, vi que sus manos estaban en el colchón, inmediatamente noté aquel detalle e intenté pararme, pero el siguió follandome y se empezó a mover con furia, yo gozaba, me gustaba mucho, fuerza y empezó a, creo que mientras más fuerza yo hacía por sacármelo de encima, él se excitaba más y más, en un momento el se paro, yo le reclame para que me siguiera follandome, nunca ante había disfrutado de una sección de sexo tan divina, al rato entre gemidos y grito de placer me vine, y unos segundos mas tarde se corrió dentro de mí, ese fue el momento máximo, me quedé sin fuerzas pues todos mis sentidos estaban puestos en sentir y gozar aquella verga fue la primera corrida dentro de mi ano, no lo podía creer, un hombre me había penetrando y a mi me encanto, quedé exhausto de tanto placer, nos quedamos dormido abrazados.
Al despertarnos nos volvimos a besar y me dijo que mi novia no regresaría sino dos días después, había salido con su madre a otra cuidad.
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