Con mi compañera de trabajo
Esta historia que os voy a contar sucedió hace un par de años, en un viaje que hice a Londres por cuestiones laborales.
Esta historia que os voy a contar sucedió hace un par de años, en un viaje que hice a Londres por cuestiones laborales.
Iba a realizar una formación para los trabajadores de la nueva sede que mi empresa había montado en pleno centro de la capital inglesa.
Mi jefe dos días antes de salir y que me iba a acompañar, me comentó que no iba a ser posible ya que iba a ser padre en pocos días y no quería riesgos de no estar en Barcelona el día que su mujer se pusiera a dar a luz, por lo que al final pensaba que me tocaría ir solo pero no fue así, Carlota que era la secretaría de mi jefe me dijo que iba a ser ella la que me acompañaría y que ya había reservado los billetes y el hotel para pasar la noche.
Carlota era una chica un poco más baja que yo, con una carita muy agradable, el pelo bastante largo, unos pechos medianos, un culito que volvía loco a medio personal incluso a algunas chicas y con gafas.
Llegó el día del viaje, habíamos quedado directamente en el aeropuerto 1 hora antes de salir el avión ya que no hacía falta facturar ninguna maleta, una vez habíamos pasado el control, fuimos a una cafetería cercana a la puerta del embarque a tomar un café para que la espera se hiciera más amena.
El viaje en el avión no paso nado resaltable, una vez subimos nos pusimos a descansar hasta que llegamos a nuestro destino, nos recogió un taxi que nos llevo a las oficinas, hicimos la primera de las formaciones y por la tarde llegamos al hotel.
Una vez allí me pude fijar más atentamente en Carlota, la verdad que la chica era bastante mona y me quedé embobado viendo su culito mientras recogía la ropa de su maleta y la colocaba encima de la cama, ella se dio la vuelta y me pillo, solo se rio y se levanto la falda para que pudiera ver aún mejor su culo solo con un tanguita negro, ese movimiento hizo que mi polla despertará, me puse nervioso y me dirigí al baño a ducharme y a cambiarme para la cena, en la ducha me hice una paja pensando en ella y su culito, me corrí, acabe de ducharme y salí del baño solo con toalla, ella estaba esperando en su cama que yo saliera para meterse en el baño a arreglarse.
Iba solamente con una toalla, y me fije que había dejado el tanguita negro en el suelo al lado de su cama, cuando escuche el grifo de la ducha, cogí el tanga y vi que estaba algo mojado, esto me puso cachondo de nuevo y me volví a hacer una paja mientras que olía el tanguita usado de Carlota, la corrida fue bestial y justo terminar de limpiarme y ver que no había manchado nada, mi compañera salió del baño, ya preparada para la ocasión, llevaba un vestido negro y por lo que pude observar sin sujetador ya que se le marcaban los pezones.
En la cena, mantuvimos una buena conversación, las cosas que nos preocupan tanto en lo personal como en lo profesional, los malos rollos en la familia y con los amigos, Carlota había tenido un problema con más de un amigo por sobrepasarse en momentos muy inoportunos, la cena se hizo muy amena, cuando terminamos fuimos a un bar cercano del restaurante a tomar una copa antes de volver al hotel, pedimos dos cubatas y tomamos asiento, seguimos con la conversación y sin darnos cuenta empezamos a hablar de sexo, como habíamos perdido la virginidad, lo que hacíamos, cuánto tiempo llevábamos sin follar…
Carlota entonces me preguntó si me había hecho una paja en la ducha cuando me enseño su hermoso trasero, yo que no se mentir le dije que si, que me había puesto muy cachondo y que lo necesitaba, ella me confesó que lo sabía ya que sin yo darme cuenta había abierto un poco la puerta del baño y me vio, le encantó verme pajearme y descubrir la buena herramienta que escondía, ella se toco viendo esa escena y justo cuando me corrí se fue corriendo se quitó lo que llevaba y se había puesto la toalla, también me contó que había dejado el tanga expresamente a la vista para ver que hacía, le conté que me la había vuelto a machacar oliendo su flujo vaginal, y ella me confesó que con en la ducha se había masturbado hasta tener un gran orgasmo imaginando como me comía mi polla y acaba en su boca.
Le pregunté que si imaginarme así era por algún motivo y lo que me contó fue que: “Tener una polla en la boca, notar cómo se va haciendo más grande y gruesa en su boca, saborearla, lamerla, chuparla, realizar una gran garganta profunda, sorberla, hasta que el chico culmina y me llena toda la boca de su leche calentita y notar como baja por la garganta le encantaba y le hacía estremecer del gusto… esto siempre lo hago cuando follo con un chico, cuando se que está a punto de correrse me quitó y me pongo su polla en la boca hasta que acaba llenándome”.
La confesión de Carlota me dejó bastante cachondo, a mí siempre me gusta que me coman la polla, y tenía pinta que ella era una gran maestra, la conversación siguió pero yo en algunos momentos me la imaginaba de rodillas con mi polla en la boca y hacía que perdiese el hilo bastantes veces.
Al final Carlota se mosqueó un poco, y me dijo que porque ya no le hacía caso:
- Yo: Lo siento Carlota, es que no sé qué me pasa, creo que son los efectos del alcohol.
- Carlota: venga ya, si solo llevamos un par de copas, dime la verdad que ocurre.
- Yo: Tu confesión sobre comer pollas me ha vuelto loco…
- Carlota: ¿Y que quieres que te la chupe para demostrar mis grandes dotes mamadoras?
- Yo: No, no es eso, es que no me lo esperaba.
- Carlota: ¿Quieres que te la chupe verdad? Dime.
- Yo: Que no en serio, encima tienes novio y esto no está bien.
- Carlota: Pues que pena, yo te la comía sin pensarlo, es una lástima, encima aquí tan lejos de casa nadie se enteraría.
- Yo: ¿En serio?
- Carlota: Ves como si que quieres que te la chupe.
- Yo: Si tu quieres y estás segura pues tampoco te diré que no.
- Carlota: Pues va vayamos al hotel y lo hacemos, eso si discreción absoluta.
- Yo: Ok tranquila.
Pagamos la cuenta en la barra y salimos en dirección al hotel, al principio no existía ninguna conversación, yo iba demasiado cachondo al pensar que Carlota me la iba a comer, como era un largo camino empezamos a hablar de cualquier cosa que se nos ocurría y así llegamos al hotel, entramos en la habitación
Justo al cerrar la puerta, me dirigí hacia donde estaba Carlota y nos besamos, me fue quitando la ropa poco a poco, dejándome en bóxers, mi polla esta con muchas ganas de ser liberada de su cárcel, empecé a desnudar a Carlota hasta dejarla en tanguita, me hizo sentarme en la cama y me quitó el bóxer liberando mi gran polla.
Carlota me la cogió y empezó a masturbarme suavemente, me hizo tumbarme en la cama, quedando con las piernas dobladas en el borde de la cama y ella en medio, poco a poco empezó a lamerme todo el tronco y el capullo, esto lo hacía mientras que con una mano me tocaba los huevos y con la otra movía la mano por todo el tronco. Era la mejor chica que me comía la polla de todas con las que había estado que tampoco eran muchos pero suficientes para comparar. Lo hacía de una manera muy lenta y calmada, intente tomar el control apoyando una mano mía en su cabeza pero no me dejó.
Ella seguía recorriendo toda la extensión de mi polla con su boca y por fin se la metió en su boca, intentó realizar una garganta profunda pero le costaba un poco, lubricaba más mi polla y al cuarto intento lo consiguió, notar su cara y nariz en mi barriga mientras mi polla estaba encerrada en su boca era espectacular, con toda dentro empezó a jugar con su lengua, se notaba que era una gran profesional.
Quería disfrutar de la experiencia más rato, pero notaba que estaba a punto de terminar, empezó a mover los labios como si le follará su boca y con unos movimientos muy rápidos, ella notaba que estaba a punto y disminuyo un poco la velocidad.
Entonces pasó una cosa que me desconcentró, se quitó la polla de su boca y me dijo si quería follar, yo sin pensarlo le dije que claro siempre y cuando ella quisiera, se quitó el tanguita que llevaba, estaba empapado por lo que pude observar y se metió la polla de un solo golpe en su coñito, empezó a cabalgar cada vez más rápido le tuvo que decir que se frenará sino quería que acabase ya, se quitó y me enseño que su en su culito llevaba un dilatador de ano, se lo quitó y me dijo es todo tuyo, yo me volví loco y sin avisar se la metí todo lo que pude, le hice un poco de daño pero poco a poco se fue acostumbrando a tener mi polla en su culo, tuvo un gran orgasmo y le avise que yo estaba a punto.
Por lo que le quité la polla de su culito, y se la metió en la boca, siguió con sus grandes dotes mamadoras, y se la metió entera en la boca, justo en ese momento solté mi primer lechazo dentro, sin quitar ni un cm de mi polla espero que descargará algunos disparos más, yo notaba que iba tragando y cuando ya había terminado, fue sacándola poco a poco limpiándola con su lengua, había sido una experiencia brutal.
Durante la noche lo volvimos a hacer un par de veces más siempre terminando de la misma manera.
Una vez llegamos a Barcelona, ella se despidió de mí y me dijo que habían sido unos días maravillosos pero que tenía que volver con su novio, en el trabajo hemos tenido algunos roces pero nunca hemos llegado a realizar nada, una lástima.