Con los ojos tapados

Hola, les quiero relatar lo que sucedió hace como un mes, en una fiesta para parejas a la cual asistimos mi esposa y yo. Desde hace algún tiempo Ana y yo frecuentamos clubes para parejas, allí cada quien hace lo que le da la gana, hay parejas que intercambian con otras, otras hacen orgías, otras trios, hay algunos que solo van a ver a los demás tener sexo, en fin, a nadie se obliga a hacer lo que no quiere.

Nosotros la primer vez nos limitamos a hacer el amor en el sauna, y aunque había otras parejas con nosotros, solo fue eso.

Luego ya nos desnudabamos ante todos y recorríamos el club completamente desnudos, sin inhibiciones, y hacíamos el amor delante de cualquier persona, en todos los sitios del club, en especial en el salón de video, mientras veíamos una película.

Resulta que la última vez estábamos en el sauna, llevábamos como veinte minutos haciendo el amor, entró una pareja más joven que nosotros, los chicos tendrían entre 20 y 25 años, Ana estaba sentada en mi pene dándome la espalda, mientras yo le acariciaba los senos y el clítoris. La chica se apoyo en la pared, dándole la espalda a su compañero, éste empezó a sobarle su miembro en las nalgas hasta que adquirio un tamaño considerablemente grande, y poco a poco se lo fue metiendo hasta penetrarla totalmente, la chica gemía fuertemente ante cada embestida de su pareja, ello me excito más, y le pregunté a mi mujer que si a ella no le gustaría tener un pene asi de grandote adentro, ella en medio de su excitación y arrechera me dijo que si, pero que por ahora queria disfrutar del que tenía adentro, yo siempre le habia insistido para que tuviera sexo con otro hombre, pues yo quería ver, cómo otro se comía a mi mujer, pero ella siempre se había negado diciendome que yo le bastaba.

Entró otra pareja mas o menos de nuestra edad y se sentaron al lado, ella con su vulva totalmente rasurada, al igual que mi esposa, unos buenos senos, en general estaba bastante bien, el tipo también estaba en muy buena forma y aunque su pene estaba flácido, a los pocos minutos ante las caricias de su pareja adquirio un buen tamaño. Su compañera se arrodillo a sus pies y empezó a darle una mamada espectacular, parecia mentira cómo se metía por completo ese pene en la boca, como estaban tan junto a nosotros, la chica de vez en cuando dirigía sus miradas a nuestros cuerpos, y las piernas de él tocaban las mias.

Ana cambió de posición y sentándose de frente a mí, con una pierna a cada lado de mi cuerpo, se clavó mi pene hasta el fondo de su vagina, yo le acariciaba fuertemente las nalgas y le daba palmaditas de vez en cuando, eso la excita y la pone a mil, teníamos entrelazadas nuestras lenguas, cuando sentí que el tipo de al lado ponía su mano en las nalgas de mi mujer, dejé que lo hiciera, ella no se dio cuenta y seguía cabalgándome como una loca, la otra pareja se acercó también y entre los dos hombres se encargaron de excitar y palpar el trasero de mi mujer. Ana me dijo que nos fuéramos para una de las habitaciones en el segundo piso, cuando salíamos le hice una seña con la cabeza a las otras dos parejas para que nos acompañaran.

Una vez en la pequeña pieza le dije a Ana que quería hacer algo que a ella le encanta mucho, atarle las manos y los ojos y hacerle lo que me provoque, ella aceptó y a los pocos minutos la tenía de pie amarrada a unos aros en la pared, con los ojos vendados, dándole con mucha energía por su hermosa cuca, que no tardó mucho en empezar a escurrir sus sabrosos fluidos, creo que tuvo unos dos o tres orgasmos.

De repente aparecieron en la puerta las dos parejas del sauna, les hice una señal para que entraran sin hacer ruido, asi lo hicieron. El primero en hacercarse fue el tio mas maduro, yo me retiré un poco, Ana me pedía que no la sacará, que siguiera dándole duro, le dije – Tranquila mami que ya te la meto.

El tipo no espero más y de una se la metió hasta el fondo, aferrándose a sus nalgas, la bombeaba de una manera magistral, Ana gemía y pedía más. Mientrás el tipo se comía a mi mujer, mi pene estaba que estallaba, pues al fin tenía esa deliciosa imagén de ver a mi esposa penetrada por otro, la pareja de él se arrodilló y empezó a mamarmela deliciosamente. Despues de unos cuantos minutos ví como aquel semental empujaba con más fuerza hasta dejer en las entrañas de mi mujer parte de su alma. Ana me preguntó que si me habia venido, acercándome a su oido le respondi que no, que todavia ida a durar mucho más, el tipo se hizo a un lado y el chico tomó su lugar, apuntó con su enorme aparato a la entrada de la cueva de mi esposa y sin más reparos se la metió hasta el fondo, Ana gritaba, gemía, se movia como una desesperada y pedía cada segundo más.

Me acerque a la chica por detrás y le acaricie los senos, firmes, con sus pezones totalmente paraditos de ver como su pareja se comia a una desconocida, mi pene estaba que estallaba y lo coloque en la entrada de su vagina, ella sacó un poco el culito y permitió que se lo metiera lentamente en esa cuquita cálida y estrechita, empecé a bombearla suavemente pues no quería que hiciera bulla, la otra mujer abrio sus piernas para que su pareja se la chupara. Yo estaba que me venía dentro de la chica, cuando noté que el muchacho dio su final embestida y bañó de semén las nalgas y espalda de Ana. Me acrequé a ella e introduje tres de mis dedos en esa cuca aun dilatada por el par de penes que se había comido, la seguí masturbando por mucho rato, sus gemidos eran bastante escandalosos, mi mano estaba empapada por sus líquidos que brotaban como un manantial, de pronto la chica mayor se acercó a mí, y con mucho cuidado empezó a darle lengua en el clítoris de mi mujer, esta se retorcia de placer y me pedía que se la siguiera chupando, me retire y deje que ella se encargara del chocho de mi esposa, mientras la otra chica me empezó a dar tremenda mamada.

Al rato Ana pidió que se la metiera de nuevo, como yo aún no me habia venido, se la introduje hasta el fondo, y no se si fue por que estaba que me venia en la boca de esa otra chica, o la emoción de lo vivido, a los pocos minutos me vine dentro de su cuerpo, de inmediato le indique al tipo que me reemplazara, el ya estaba otra vez con su herramienta en condición de ataque, y volvió a meterlo y comersela, Ana no hacia otra cosa que gemir y mover sus caderas al ritmo de quien le daba duro.

La pareja de aquel salió de la pieza y los dos muchachos se estaban masturbando viendo como aquel tipo se comia a mi Anita.

Como a los diez minutos el tipo embistio a mi mujer y le deposito de nuevo su cuota de leche en la vagina, el muchacho se acercó y la empezó a bombear, con mucho cuidado unto un dedo con los fluidos vaginales de ella y se lo introdujo por el ano, Ana se enloquecio y le pedia que le diera mas, que se lo metiera bien adentro. Él saco el pene de la vagina y de una se lo metio por el ano, mi esposa dio un pequeño grito, pero al segundo estaba meneando el culo para que se lo metiera mas adentro

Yo me empece a masturbar viendo cómo él se enculaba a mi mujer, era fantástico, mientras la chica se lo mamaba al otro tio.

De repente entro la mujer que había salido, trayendo de la mano a dos tipos más, altos, jóvenes y de un excelente físico, las dos mujeres se prendieron de ese par de trancas y con un par de mamadas se volvieron inmensas. Uno de ellos, al ver que el chico se lo sacaba a mi esposa dejando su ano chorreado de semén, tomó su lugar y se lo metio por la cuca, fuerte de un solo tirón, Ana comenzó a gritar groserías, gemía con mucha fuerza, mientras el tipo le apretaba fuertemente las nalgas y los senos, las embestidas que le daba eran con mucha fuerza, yo crei que me iba a desbaratar a mi linda esposa, pero ella lo estaba pasando de maravilla. Cuando el tipo se vino dentro de ella, se retiro y el otro desato las manos de Ana, la tiró en la cama y cogiendo sus manos con las de él, abrió las piernas de ella y la penetró violentamente, Ana soltó un enorme grito y decía-Cabrón, me violaste, pero me gusta mi amor, metémelo más duro, te amo, hoy te has portado como todo un semantal, mas duro papi..

... y el semental la complació, la bombeo como quince minutos, al cabo de los cuales le hecho una enorme cantidad de semen en la cara, Ana se comió lo que pudo, y el resto le quedó alli, yo me subí en ella, la besé y limpié los restos de semen. Como tenia mi aparato dispuesto de nuevo, le subi las rodillas hacia su pecho y se lo meti por el ano, entró sin mayor esfuerzo, pues el tolete del muchacho anterior lo habia dejado bien abierto. Mientras le daba por el culo, los demás fueron saliendo de la habitación, hasta quedar solos. Me vine dentro de su culo, me acosté a su lado, le quité las vendas, ella se subió en mi, me agradeció la gran noche, diciendome que era la mejor pichada de su vida, que descansara, que yo debía estar agotado de tanto agite, sin embargo bajamos, nos bañamos y fuimos a descansar al jacuzzi.

Estuvimos un rato más viendo una que otra orgía, -nunca permitiría que una mujer me hiciera sexo oral..., dijo ella.- Depronto te gusta... –Nooo ni de riesgos...

Nos vestimos y nos fuimos para la casa. No hemos vuelto a fiestas asi, y aún ella desconoce qué fue lo que sucedió esa noche.

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