Con los ojos del alma - 5 (Final)
Tras los sucesos con los dos idiotas y cuando Carlos se las prometía por fin felices con Constanza descubre que no todo es tan idílico como parece
Con los ojos del alma - 5
Esa semana estuve de lo más contento. Por un lado los dos gilipollas la habían jodido pero bien, al hecho de estamparse contra un coche de la Guardia Civil en un control de alcoholemia mientras aceleraban al darles el alto, después de eso encima dando positivo, había que sumarles el dar positivo también en drogas, mas el encontrar una alta cantidad de pastillas en el vehículo y encima para terminar de arreglarlo presentaron cara a los agentes, con lo que era otra cosa más por la que meterles, mención aparte de la ristra de leches que según parece se llevaron bien calentitas. En definitiva que les habíamos dejado el culo a ambos como un bebedero de patos.
Por otro lado por fin había logrado sacar a la luz a Constanza, había estado en la fiesta del pueblo bailando conmigo delante de todo el mundo. Bueno, realmente estuvimos bailando en un ladito de la plaza casi medio escondidos, pero joder, era un gran avance, incluso para echarles a esos dos el Éxtasis liquido en las bebidas se había atrevido a meterse en todo el medio del maremágnum de gente que estaba pidiendo en la barra. Realmente Consti me gustaba muchísimo, problemas a parte y estaba dispuesto a luchar por ella. También parecía que en el terreno físico al menos con referencia a mi había superado lo que sentía por sus cicatrices.
Estaba realmente contento lo que pienso que todo el mundo noto. En el trabajo más de un compañero y compañera me preguntaron que me ocurría que solo me faltaba ponerme a dar saltos de alegría. Mis amigos y amigas también me lo notaron, según ellos porque desde que había vuelto de ese fin de semana de las fiestas del donde mi prima, estaba en un plan que parecía gilipollas más que otra cosa. Por lo que me dijeron socarrones y con guasa, tenía una cara de felicidad que daban ganas de tirarme cacahuetes como si fuese un mono. Pese a todo, la cara de estúpida felicidad no había forma de que la quitase, y eso lo reconozco.
A quien sí que note muy callada esa semana fue a Susana, estaba extraña para su forma de ser, hablaba conmigo como siempre pero como digo la notaba algo extraña conmigo o ese impresión me dio. No parecía la misma Susana de siempre. Aunque lo cierto es que yo la mitad del tiempo estaba perdido en mi mundo sin hacer caso a lo que me decían, y en el caso de mis amigos por ejemplo eso era algo que los sacaba de quicio, más que nada porque como encima no soltaba prenda de que me sucedía... les tenia jodidos e intrigados con lo que me pasaba. El jueves al final incluso se cabrearon conmigo cuando al preguntar por enésima vez se encontraron que también, por enésima vez, no les estaba haciendo ni caso, completamente perdido de nuevo en mi mundo.
Al final recuerdo que fue Susana quien puso el dedo en la llaga, con cara relativamente seria para ser ella, dijo que lo que me pasaba es que me gustaba alguien y por eso estaba así de panoli. Lo malo es que creo que me puse incluso colorado, algo que se suponía que a mi "no me pasaba". No os cuento la juerga a mi costa cuando se dieron cuenta del detalle y de cómo me atore cuando escuche a Susana. Pero pese a todo no di mi brazo a torcer, creo que si no lo admití fue solo por seguir fastidiándoles un poco mas y no darles más satisfacciones por ese día. Esa noche me fui antes que ningún día a dormir para según dije estar descansado para el viaje del viernes a donde mi prima. Tuve que escuchar de todo tras decir eso...
- Amigo : ¿Oyes no te abras liado con tu prima?
- Carlos: Con tu madre majo, me he liado con tu madre (Las carcajadas de todos a mi costa eran escandalosas)
- Susana : No, si ya decía yo que eran mucho interés por viajar de repente a ver a tus primitas... que harás tu allí…
- Amiga : No sea jodío, como que se ha debido de liar con alguna del pueblo...
- Silvia : Ostias Susana... que tontas hemos sido tía...
- Susana : ¿Por qué?
- Silvia : Coño, cuantas veces has visto tu a este irse de los sitios donde hay diversión a las dos de la mañana como nos dijo su prima que hacía, o irse a "estirar las piernas" en lugar de irse a dormir como cuando estuvimos con el...
- Susana : Que cabròn, es verdad, los días que estuvimos allí es lo que hacía, irse a estirar las piernas todas y cada una de las noches... por eso tenía tanto interés en irse solo cuando nos ofrecimos a acompañarle alguna de las veces...
Me di cuenta que por ese camino al final estos me liaban alguna, eran más que capaces de apuntarse a otro viajecito al pueblo aunque solo fuese para satisfacer su curiosidad de saber con quién estaba liándome. Eso sí que no lo podía permitir, no podía dejar expuesta de ese modo por sorpresa a Constanza. Desde luego su aversión a la gente por culpa de sus cicatrices no dejaba de ser todo un problema, y yo necesitaba tiempo para poder sacarla de su mundo y que fuese mi chica ante todo el mundo sin que se avergonzase de sí misma, la situación era ciertamente peliaguda.
El viernes nada más salir salí disparado rumbo al pueblo, rezaba porque ninguno de estos, pero principalmente Susana y Silvia que había hecho muchas migas con mi prima Nuria les hubiese dado por llamarla para que las invitase. Ese día nada más llegar deje el coche y me fui detrás de la iglesia a ver a Constanza, pero no apareció, estuve casi tres horas esperando antes de irme un tanto desilusionado a dormir. Lo peor fue el sábado, mi prima se fue con sus amigas a otra fiesta en un pueblo cercano, ya solo quedaba un fin de semana para que terminasen estas, la de ese pueblo era la penúltima del la temporada de verano. El caso es que yo no fui, estuve esperando tras la iglesia sin que Constanza apareciese tampoco por allí, me fui mas allá de las cinco de la madrugada un tanto desesperado por su ausencia.
El domingo fue más de lo mismo, y lo peor es que solo me quedaba un fin de semana, después no habría mas, mi prima se iría para empezar el curso en la Uni, igual que yo. Si la semana anterior había estado inaguantable por exhalar felicidad por todos mis poros, esta fue por todo lo contrario, estaba de un humor de perros que según mis amigos no había quien me aguantase. No paraba de darle vueltas, imaginando mil y una cosa sobre el motivo para que Constanza no hubiese aparecido, incluso estuve revisando mil veces lo que hablamos el último día y ahí fue donde aun me puse muchísimo peor, especialmente cuando me di cuenta de que con toda la tontería del ir con cuidado con ella no sabía realmente nada de nada, ni donde vivía, ni teléfono, ni nada... eso me puso aun de peor mala ostia por ser tan gilipollas, que era como me veía en ese momento por culpa de tanto cuidado e ir con pies de plomo.
Para colmo, ese “nunca te olvides de que siempre te amare con todo mi alma" que me dijo antes de despedirnos la ultima vez me puso los pelos de punta, en ese momento había pensado que era simplemente algo más de lo de siempre, el típico “y yo más que tu”, de cuando le dices a alguien que le quieres, sin embargo en esos momentos no tenía ya nada claro lo que quiso decirme con ello. Llegue a pensar de todo, incluso cosas tan peregrinas como el que debido a sus cicatrices hubiese cogido alguna infección por follar como lo hicimos en sitios tan poco higiénicos como una sepultura o… que se yo.
Otra que pensé es que quizá se estuviese despidiendo porque fuesen a hacerle alguna o varias operaciones de cirugía para tratar de corregir tanta cicatriz, o irse a alguna universidad en algún sitio lejos de donde poder vernos con facilidad. Como dije pensé de casi todo, empezaba a estar cada vez peor, incluso pensando si yo mismo habría hecho algo sin querer para asustarla o que no quisiese volver a verme… Reconozco que eso era algo que nunca me había pasado con ninguna chica jamás. En esa semana también adquirí una manía, cuando me quedaba pensativo con todo esto, mi mano se ponía a jugar con el anillo de plata que llevaba puesto en la otra, haciéndole girar en el dedo, como si eso pudiese darme claridad de ideas solo porque el anillo me lo había regalado ella como muestra de lo que sentía por mí.
El último fin de semana ocurrió lo que me temía, Susana se presento junto conmigo donde mi prima. Me lleve la sorpresa de que Nuria le había invitado por su cuenta y riesgo a esa última fiesta en la zona. Realmente las dos se habían caído en gracia de verdad, durante el viaje descubrí que las dos hablaban un montón por las redes sociales y que ambas estaban tan interesadas en mis “escapadas” como el resto de mis amigos. Después de llegar me intente escaquear pero no coló, Susana no me dejo solo, se pego a mí como un perro de presa, no soltaba el bocado. Pese a todo me dirigí tras la iglesia a esperar a Constanza acompañado de Susana… tenía mis dudas sobre esto de ir con ella a esperarla. Tal y como pensé no apareció tampoco, pero en este caso podía ser por Susana… tal y como creía que era con lo de sus cicatrices… en fin, era lo que suponía, aunque desde luego tras lo de la semana anterior me preocupo y mucho.
El sábado hice lo de siempre me fui con mi prima y con Susana al pueblo donde eran las fiestas, pero por algún motivo vi que tanto mi prima como sus amigas no estaban muy para la labor, al punto que Susana me pregunto…
- Susana : Oye Carlos, ¿le ha ocurrido algo a tu prima o alguna de sus amigas?
- Carlos: ¿Por qué?
- Susana : Míralas bien, no están con ganas de nada, están todas como ausentes, apenas han bailado una canción… se les ve con muy poquitas ganas de marcha la verdad
- Carlos: No tengo ni idea, pero llevo notando a Nuria todo el día rarísima y Maite no se ha separado de ella tampoco hasta que nos hemos ido…
Como comprenderéis no aclaramos nada de nada, solo fue comentar por comentar. Lo cierto es que llegamos al pueblo en cuestión a las doce de la noche, a la una viendo como estaban pregunte por compromiso si se querían ir ya y para mi asombro Nuria me dijo que si no nos importaba mejor ellas se iban. Pero inmediatamente después nos dijo que nos quedásemos Susana y yo divirtiéndonos si queríamos, que ellas es que estaban muy cansadas. Susana y yo nos fuimos con ellas, o mejor dicho detrás de ellas con el coche. Las cinco habían ido con el coche de Marta una de las amigas, una que normalmente era rápida de narices conduciendo, sin embargo para mi asombro esa noche parecía que pisaba huevos.
Cuando llegamos nos fuimos todos a la cama, ya que suponía que Susana a la mínima que dijese de ir a ningún sitio me seguiría. Me asegure de que todos durmiesen cuando me levante, me volví a vestir y me fui tras la iglesia. Llegue a las dos y cuarto, eran las cuatro y pico de la madrugada y Constanza aun no había aparecido, sinceramente sabia en mi interior que ya no aparecería. Mi siguiente paso era clarísimo, cuando mi prima se levantase hablaría directamente con ella sobre Constanza para que me dijese donde vivía. Pensaba presentarme en su casa para ver qué pasaba.
Llevaba como diez cigarros, lo que para alguien que solo fuma uno cuando tiene ganas, y esto solo es cuando pasa algo serio, era más que preocupante. Escuche pasos, me anime, pensé en incorporarme rápido pero me quede planchado, ya que hablaron reconociendo la voz en el acto…
- Susana : ¿Qué pasa Carlos?
- Carlos: ¿Por qué?
- Susana : (Se puso ante mí y señalo las colillas del suelo) Por eso… nunca te había visto fumar de esta forma, ni siquiera cuando has roto con alguien…
- Carlos: (Mentí) Estoy preocupado por el último año de mi carrera…
- Susana : Mira, si no me quieres contestar no lo hagas, pero no me tomes por tonta, ¿vale?, a ti te pasa algo y no tienen nada que ver con la carrera…
- Carlos: Vale…
- Susana : ¿Vale que?
- Carlos: Que no te contesto…
Levante la cara y me quede mirándola directamente a los ojos, en la cara de Susana vi reflejada sorpresa por mi respuesta, creo que desde que nos hicimos tan amigos nunca nos habíamos guardado secretos, o al menos si lo habíamos hecho no habíamos hecho ostentación de ello como yo ahora. Sus ojos reflejaban también cierta preocupación. Contrariamente a lo que pensé, en lugar de irse se sentó a mi lado pidiéndome un cigarrillo, que le di de inmediato.
- Susana : ¿Es alguna chica?
Permanecí en silencio mirando al cielo mientras estaba apoyando contra la pared, solo hacia algún ruido al exhalar el humo del nuevo cigarrillo hacia las alturas.
- Susana : ¿No vas a contestarme?
- Carlos: No
- Susana : De acuerdo, como tú quieras
Se levanto marchándose de allí según aprecie un poco mosqueada por la respuesta. Apenas había estado conmigo quince minutos, aguarde hasta las cinco de la mañana sin que Constanza apareciese tampoco esa noche. Me marche para casa, pero me seguro de ponerme la alarma del móvil a las nueve de la mañana, no quería que mi prima Nuria se me escapase. Se iría a la uni al día siguiente, de modo que el domingo estaría despidiéndose de sus amigas y conocidos del pueblo, por eso quería asegurarme de estar despierto y despejado cuando se levantase. Esta vez iba a preguntarle directamente por Constanza y que luego esta se lo tomase como quisiera, pero al menos quería saber dónde demonios vivía para poder ver de ir a ver qué pasaba con ella.
Paso lo de siempre con prima cuando quedaba pronto con alguien, se levanto con la hora pegada al culo, se tomo un café deprisa y corriendo sin atender a nadie para meterse a la carrera en la ducha con lo que no hubo forma de preguntar nada. Cuando salió de la misma estaban esperándola sus amigas, las cuatro mismas de siempre, con lo que se me jodìa la ocasión de hablar con ella sobre Constanza a solas, pero esta era mi única oportunidad de hacerlo aprovechando que Susana todavía estaba durmiendo. Decidí irme con ellas a donde fuesen con la esperanza de pillarla en algún momento a solas, aunque quizá pudiese obtener la información que necesitaba de alguna de sus amigas, lo mismo eso sería menos peliagudo. Me ofrecí a acompañarlas donde fuesen… muy seria me dijeron que a ver a una amiga, dije que las acompañaba y no me dijeron que no.
Las cinco iban muy, muy serias y nada contentas, yo por mi parte estaba perdido en mis pensamientos sin ver realmente donde íbamos. Me sobre salte cuando vi que entrabamos al cementerio, antes de que se internasen sujete un instante del brazo a mi prima, nos quedamos un poco rezagados, lo cierto es que después de lo ocurrido con Constanza allí adentro me sentía un poco incomodo con entrar… así que pregunte a Nuria con todo el tacto que pude, aunque confieso que también con un poco de miedo por su reacción ya que no sabía lo que fuese que sucedió entre ambas cuando el accidente… por lo que también en parte la pregunta me salió un poco de aquella forma…
- Carlos: ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Nuria : ¿Tiene que ser ahora mismo?... (Suspiró) adelante dime… ¿qué quieres?
- Carlos: ¿Es tu amiga Constanza? (Para mi sorpresa malinterpreto mi pregunta y su respuesta me dejo completamente paralizado)
- Nuria : Si, hoy es el aniversario de su muerte…
Me quede helado soltándola en el acto, vi como se alejaba rápida tras sus compañeras. De algún modo ajeno a mi vi como en un sueño que me dirigía también donde ellas estaban. Se detuvieron en la misma tumba en la que hicimos el amor Constanza y yo por primera vez, en el centro de la Cruz, la misma Cruz que tapo esa noche mi chaqueta y que no me dejo regresar a recoger, se veía su foto. En el texto que esa noche tapaba su vestido al hacer de manta sobre la lapida se leía su nombre y la fecha de su fallecimiento… justo un año antes...
Estaba sudando, un sudor frio profuso, gotas frías resbalaban también en varias líneas por mi espalda, mi cara se puso muy pálida, al punto que mi prima me pregunto si me encontraba bien… las manos las tenia metidas en los bolsillos del pantalón y era perfectamente consciente de cómo me temblaba el pulso en ellas. Sentía como si las piernas fuesen a fallarme en ese mismo instante y a caerme redondo. Por fortuna mi prima Nuria se abrazo a mi brazo apoyando en él su cabeza, como buscando consuelo y tiro de mi poniéndome en movimiento para irnos del cementerio.
Sus amigas se fueron por su lado y ella se fue conmigo hacia su casa. Por el camino me explico que hacía un año, tal que el fin de semana anterior, su amiga Constanza tuvo un accidente de coche, muriendo por las quemaduras y las heridas una semana después, que justo ese domingo hacia el aniversario de su muerte. Nuria se puso a llorar tras la iglesia abrazada a mí, lo peor es que yo por mi parte sentía como si me hubiesen arrancado el corazón pero los ojos estaba completamente secos, sentía un agudo escozor en ellos… creo que aparte de asustadísimo con todo esto también estaba en un total y absoluto estado de Shock. Me dijo Nuria que el año anterior Constanza se sentó mal, les dijo que no estaba bien, que pensaba que le había echado alguna cosa y que se iba, pero todas ellas prefirieron quedarse a seguir divirtiéndose con los chicos, las cinco por lo que entendí se culpaban de su muerte, ya que pensaban que de haberse ido alguna con ella seguiría viva. Desde luego entenderéis que no me encontraba como para andar dándole consuelo o para pensar en nada concreto.
Me limite a abrazarla contra mí con fuerza dejando la llorar y diciéndola eso de, “ya, venga, ya”. Ni siquiera podía pensar en nada, estaba como ido por completo con lo que acababa de ver, de hecho no sabía exactamente ni lo que había visto. No tarde en negar todo lo que eso parecía, no podía ser Constanza quien estaba allí enterrada, o al menos era imposible que fuese mi Constanza… imposible, había hecho el amor con ella hacia tan solo quince días, y una semana antes de esa también… no podía ser verdad, mi Constanza estaba muy viva.
Lo peor vino cuando la llegar al casa mi prima se empeño en enseñarme fotos de ellas, del grupo entero con Constanza. Esas fotos sí que supusieron un autentico mazazo, en una de ellas se veía perfectamente en un primer plano a “mi” Constanza con un anillo de plata en su mano, un anillo muy parecido al que llevaba en mi mano en ese momento. Pregunte por él y mi prima por primera vez se fijo en mi mano, me dijo que era curioso, que el anillo que ella tenía era como el mío, idéntico. Le hizo cierta gracia, ya que incluso medio en broma me dijo que seguro que lo habría comprado en Madrid en el mismo sitio en que lo hizo la madre de ella antes de morir… fue algo que aun en el estado en que me encontraba me pareció de lo mas peregrino que pudiese haber sucedido en verdad, ni alcance a ver la broma implícita en ello… Creo sinceramente, que en esos momentos ninguno de los dos estábamos como para pensar mucho.
Me conto la historia del anillo, incluso me dijo lo que ponía en él, no con el texto exacto porque no lo recordaba bien, pero si el corazón seguido del texto. También que le había dicho Constanza que se lo regalo su madre para que supiese que aun en el más allá, siempre la seguiría queriendo, por mucho que ya se hubiese ido la seguiría mirando desde el cielo para asegurarse que fuese feliz, el remate vino cuando dijo que su familia quiso que la enterrasen con el puesto. Os juro que sentía como si el anillo me quemase en el dedo. En ese momento, pese a que mis reticencias a creer lo que todo me indicaba, rechazando que esto pudiese ser real, cuando escuche lo que dijo Nuria mis ojos se llenaron de lagrimas, cayendo estas por mis mejillas.
Nuria me las limpio diciendo que era un sentimental, para después ponerse a llorar en mi pecho. Cuando media hora después entro en el salón Susana tanto mi prima como yo ya estábamos recuperados, aunque ella seguía abrazada por mí y con su cabeza recostada sobre mi pecho. Estaba distraído cuando al hablar mi prima mire a Susana y no supe bien que era lo que me había parecido ver en su cara. Mi prima dijo…
- Nuria : Me está consolando, hoy es el primer aniversario de la muerte de una de mis mejores amigas…
Susana se sentó al otro lado y retiro a Nuria de mí, abrazándola ella, de nuevo mi prima se puso a llorar. Susana me miro de un modo que me sentí muy incomodo, además de lo que llevaba por mi mismo encima con todo esto, de modo que me fui. Antes de darme cuenta estaba otra vez ante la tumba de Constanza llorando. Esa misma tarde regrese a Madrid con Susana. Tarde tres meses en aceptar por fin que Constanza, “mi” Constanza, había muerto un año antes de haberla conocido y haberme enamorado de ella por completo… En ese periodo de tiempo Susana estuvo pegada a mí como una lapa intentando saber qué coño era lo que me sucedía sin el menor éxito. Fue algo irónico del todo, tenía a Susana justo como siempre había querido, interesada por mí, pero os aseguro que no me enteraba de nada de lo que sucedía a mí alrededor, estaba obsesionado con lo de Constanza.
No fue nada sencillo de llevar, investigue hasta la obsesión, mantuve la carrera sin suspensos pero mis notas bajaron alarmantemente. Indague todo lo indagable, al trabajar en una notaria me aproveche de los contactos para conseguir cosas como poder ver la partida original de defunción de Constanza, investigarla, en fin… cosas que en la vida hubiese pensado que llegaría a ser capaz de hacer. Me encerré en mi mismo, incluso deje de salir con mis amigos… todos estaban muy preocupados por mí. En este periodo como digo una persona se pego a mi muchísimo, permaneció a mi lado todo el rato, Susana. Estuvo junto a mi mucho más de lo que nunca pude pensar que estaría cuando era yo quien la perseguía.
Cuando por fin acepte que Constanza estaba muerta tuve que superar el trastornador hecho de que era lo que había pasado en esos momentos en que estuvimos juntos, si era algo real o es que me había vuelto loco y soñado mientras estaba despierto. Mas me costó aceptar que de verdad debía de haber estado con ella… o lo que fuese que había pasado, el anillo que estaba en mi mano y que debiera de estar enterrado con ella parecía demostrar de no estaba loco. Además estaban algunas expresiones y cosas que dijo en su momento a las que no di importancia, su cuerpo frio, el que nunca hubiese nadie cuando estábamos juntos… incluso me dijeron que no me habían visto con nadie en el baile cuando lo de esos gilipollas, aunque si me habían visto bailando y hablando solo, sin duda borracho por lo que me dijeron que pensaban al verme así.
Tampoco cuando Silvia y Susana aparecieron con las cervezas me habían visto con nadie tras la iglesia. Todo parecía indicar que únicamente yo había visto a Constanza… Poco a poco me fui recuperando, si es que alguien alguna vez se puede recuperar de algo semejante. Susana se posiciono cada vez más cercana a mí, incluso en algunas ocasiones siendo realmente agobiante al no dejarme respirar casi. Otra cosa curiosa es que en todo este tiempo que yo supiese Susana parecía haber dejado de lado su habitual afán de conquistas para centrarse en apoyarme a mí, cosa que le agradecía e incluso en alguna ocasión le anime a volver a ligar, obteniendo por respuesta un “no te preocupes que eso intento hacer de vez en cuando”, aunque sinceramente yo no lo viera, pero bueno, no andaba como para fijarme mucho con lo que tenia encima.
De todos modos en mi caso parecía que había mejorado algo mi forma de afrontarlo, pero no sé hasta qué punto, porque de vez en cuando me entraba una vena melancólica realmente preocupante para mis amigos, recuerdo una conversación con Susana en plan broma sobre buscarme una mujer que me quisiese… y que además estuviese lo suficientemente loca como para querer ir mas allá conmigo y aguantarme de verdad…
- Susana : Carlos tu lo que necesitas tener junto a ti, es una mujer que te quiera hasta que la muerte os separe, jajajajaja, asi luego podréis poneros con los niños, jajajajajaja (Inmediatamente me puse triste y conteste sin pensar)
- Carlos: Y no podría ser mejor alguien que me quiera aun estando muerta…
La cara que puso Susana con esa salida no os lo cuento, para salir del atolladero forcé una sonrisa y dándola un beso en la frente le dije que era solo una broma, a los diez minutos me despedí con una escusa, que además se noto a la legua que solo era eso, una escusa. Susana también noto que mi melancolía había regresado de nuevo tras ello con toda su fuerza. Al final todo esto que se había estado cociendo a mi alrededor sin darme cuenta, salto cuando terminamos la carrera y para celebrarlo nos fuimos de viaje, durante el mismo justo a finales del verano fue cuando Susana puso sus cartas sobre la mesa.
Era más o menos la época en que conocí a Constanza, no creo que os haga ninguna falta que os diga cómo estaba esos días ¿verdad?. Susana por expresa decisión suya cuando se hizo el reparto compartía habitación conmigo, nadie dijo nada de nada al respecto y si lo hizo yo desde luego no me entere. Debo de aclarar sobre mí, que durante ese año no había mirado ni una sola vez a ninguna mujer en ningún sentido, cualquiera de mis amigos o amigos al que se le preguntase hubiese puesto la mano en el fuego de que llevaba todo ese curso de sequia, además buscada voluntariamente por mí, ya que ocasiones no me habían faltado, rechazándolo todas las veces.
Incluso un par de ellas había sido la propia Susana quien se puso a tiro de forma tan descarada que hasta yo que estaba en babia día si y día también me había dado cuenta de ello sin que reaccionase. Lo que no dejo de ser paradójico con las ganas que siempre tuve de liarme con ella antes de conocer a Constanza, pero en esos momentos creerme que era superior a mí, no podía ni pensar en intentar la mas mínima con las mujeres.
Una noche que no quise salir con los demás, una más de tantas, ella se quedo conmigo y ya de noche, casi para acostarnos me pregunto de frente y de forma directa…
- Susana : ¿Estas enamorado de alguien?
- Carlos: ¿Y si te dijese que si? (Vi que su cara se oscurecía al oírme decir eso)
- Susana : Te diría que no se qué demonios haces aquí, que te fueses a buscarla donde sea que este…
- Carlos: (Mirando fijamente a los ojos a Susana) El problema es que está muerta…
- Susana : (Se puso pálida) ¿Es una broma…?, porque te advierto que no tiene la menor gracia jugar con estas cosas…
- Carlos: Ojala lo fuese… es la verdad… ella murió… incluso antes de poder llegar a conocerla…
Estaba sentado en la cama y me deje hacer de espaldas mientras de mis ojos escapaban las lágrimas como cada vez que me ponía en ese plan de pensar en Constanza. Susana se tumbo sobre mí, limpiándomelas con dos besos, la mire asombrado… sin terminar de entender de qué iba eso…
- Susana : ¿Tú me quieres algo, aunque sea un poco?
- Carlos: Pues claro que sí, claro que te quiero Susi, sabes que siempre he estado tras de ti y si no fuese por esto créeme que ahora mismo posiblemente seguiría estando corriendo tras de ti para conquistarte… Te quiero, quizá puede que incluso como algo más que a una amiga Susi, solo un poco más que una, pero créeme que no… (Puso un dedo sobre mis labios)
- Susana : ¿Pero me quieres como para intentar salir conmigo si te lo pidiese ahora mismo, en este instante?
- Carlos: Susana (Intente dar seriedad a lo que decía) sabes que te quiero, claro que sí, pese a todo algo siempre queda y he andado medio pillado contigo y lo sabes, mas aun como cuando como nosotros nos llevamos también y somos tan amigos. Aunque no se a que viene ahora esto, ya te he dicho que am… (Me impidió contestar al besarme en los labios)
- Susana : Para mí es suficiente, si me quieres como dices, aunque sea solo un poco más que a una amiga es suficiente… del resto me encargare yo…
- Carlos: Pero te he dicho que también quiero a otra por encima de todo, es más, que la amo con toda mí… (Puso un dedo sobre mis labios para callarme)
- Susana : Llevo todo el año luchando por ti sin saber contra que lo hacía, desesperada porque no podía hacer ni lograr nada de nada, intentando seducirte con mi cariño, aprovechándome de nuestra amistad, incluso con mi cuerpo. ¡¡¡Joder Carlos!!! Que no eres tonto, en un par de ocasiones sabes que solo me ha faltado decirte que me follases, que quería ser tuya, que ya no podía más… No entendía nada de lo que pasaba contigo, pero bueno, ahora lo sé y no me importa…
- Carlos: Pero como no te va a importar…
- Susana : Mira Carlos, no me gusta que me digas que estas enamorado de otra pero que a mí en cierta forma me quieres también, tampoco saber qué piensas en una chica que no soy yo, duele joder (tenía los ojos arrasados en lagrimas), claro que duele, me duele un montón, como no creo que te hagas idea… pero ella ya no está aquí para ser una rival. El intentar enfrentarme a ella solo me llevaría a perder… y no estoy dispuesta a hacerlo, menos aun ahora que se que de algún modo también me quieres… Aunque me duela saber todo eso, se que yo estaré aquí día a día contigo, luchando junto a ti y antes o después, ella será solo el recuerdo de un gran amor Carlos
- Carlos: (Me puse tenso) ¿Quieres saber quién es?
- Susana : No
- Carlos: ¿No?
- Susana : No, no conociendo quien es no podre intentar luchar contra ella, evitare tentaciones de hacer algo en lo que siempre saldría perdiendo, dado que puedo evitarlo, prefiero no saber quién es… al menos ahora no, quizá algún día, cuando por fin haya pasado su sombra, entonces quizá y solo quizá me atreva a preguntarte por ella…
- Carlos: No lo entiendo Susana, ¿porque todo esto?, sabes que también quiero a otra, incluso quizá mucho más que lo que te pueda querer a ti si lo intentamos, sabes que no te engaño y que te soy sincero… No tiene sentido lo que pretendes, podrías conseguir a quien quisieses… cualquier tío estaría contigo con que movieses un dedo…
- Susana : Como ya te he dicho llevo todo el año luchando por ti con uñas y dientes sin conseguir absolutamente nada para mi desesperación. Ya casi te daba por perdido, sabía que debía de haber alguien en tu vida, pero no quién podía ser o como enfrentarlo ya que nunca aparecía a tu lado, intente de todo para saber que pasaba, quien era, y nada… Ahora mismo y pese a todo soy la ganadora, cuando creía que había perdido toda opción resulta que descubro que he ganado a quien quiero para mi sola… Quizá hace un año mi orgullo me hubiese impedido hacer esto, pero he visto demasiado de cerca el perderte para siempre como para que eso me preocupe ahora mismo en lo más mínimo.
- Carlos : Sigo diciéndote lo mismo Susi, la realidad es que quiero a otra… este aquí o no…
- Susana : Por mucho que te duela lo que te voy a decir, ella como te digo, ahora es solo como un fantasma que esta a tu lado (No sabéis la carga de amarga ironía que me hizo sentir esa apreciación de Susana), mientras que yo estoy aquí junto a ti, viva, yo he ganado y mi rival no me puede arrebatar a mi hombre de ningún modo… para vencerla del todo lo único que debo hacer es no luchar contra ella… Por cruel que te pueda parecer, se que solo tengo que aguantar esta situación apretando los dientes hasta que el tiempo se encargue de ponernos a cada uno en nuestro sitio correcto, yo en el presente y futuro, dejándola a ella en el pasado.
Después de eso con los ojos húmedos mi miro fijamente y me dijo… “hazme el amor”… Nos pusimos a ello, no pude rechazarla por muchos motivos. Primero de todo que ciertamente iba siendo hora pese a lo enamorado que estaba ir aceptando lo que la misma Constanza intento que entendiese cuando me hablo de Susana en esos días. Segundo que ciertamente de no ser por Constanza realmente podría decir que estaba medio enamorado de Susana… y tercero por el propio bien de mi salud mental.
No sé si hare bien, pero no me parece oportuno relatar lo que sucedió esa noche entre Susana y yo. Hicimos el amor, no fue algo apoteósico, nada explosivo, solo existió ternura y muchísimo cariño por ambas partes, esa fue la primera noche que dormimos juntos como pareja. Estuvimos saliendo durante cuatro meses, los dos últimos de ellos presionándome Susana para que nos fuésemos juntos a un apartamento, ya que ambos habíamos encontrado buenos trabajos y teníamos buenos sueldos. Al final accedí a ello, y ya llevamos viviendo juntos en el dos meses.
Sé que pese a todo lo que me da, Susana sabe que de momento aun sigo enamorado de mi fantasma, pero por otro lado también es consciente que ella cada vez esta mas presente en mi corazón, además sigo igual que antes, nunca miro a ninguna mujer… En ciertas ocasiones me da la impresión de que Susana piensa que mi fantasma en cierta forma es su mejor aliada, no me reclama nada, no puede hacer nada, no se me puede entregar, no me puede arrebatar de sus brazos y sin embargo su recuerdo me sigue impidiendo buscar fuera de lo que ya tengo en esta extraña situación.
Algunas veces, como esta noche, cuando toco el anillo no puedo evitar pensar, ¿qué pasaría si le contase toda mi historia con Constanza a Susana, como reaccionaria después de escucharla…? Lo cierto es que debo de aceptar que el motivo por el que no me sincero con ella sobre Constanza, es porque tengo miedo de perderla también a ella si no me cree y piensa que estoy loco… más aun si la dijese que aun ahora, en ciertas ocasiones… a veces, incluso creo poder oler su fragancia junto a mi…
Fin