Con los ojos del alma - 1
Carlos estuvo persiguiendo a una amiga durante bastante tiempo con escasas esperanzas de lograrlo. De pronto a Carlos la flecha de Cupido parece que le alcanza de improviso donde y cuando menos podía suponerse
Con los ojos del alma - 1
Me llamo Carlos, y en ese momento me encontraba en la terraza, apoyado en la barandilla de la misma pensando. En la cama había dejado durmiendo a Susana, mi chica. Llevábamos seis meses juntos, de ellos los dos últimos viviendo juntos en ese piso. Tras un año de persecución aun no tenía nada claro esta relación, me bastaba con mirar el anillo de plata que llevaba en el dedo corazón de mi mano izquierda con una preciosa "C" grabada sobre el... pero desde luego no quería ni ver la inscripción que llevaba debajo, tenía el dibujo de un corazón y a continuación de el ponía... "Con los ojos del alma...". No lo quería mirar porque cada vez que lo hacía, aun se me formaba un nudo en el estomago...
Susana es una preciosidad de chica, y cuando digo preciosidad me refiero a en todos los aspectos, tanto físicos como por personalidad. Mide sobre 1'78cm de estatura, ojos de un profundo color verde esmeralda, pelirroja con la cara marcada de pecas y unos labios de un color rojo intenso. Físicamente esta perfectamente proporcionada, es una mujer de una belleza espectacular con unas curvas aun más espectaculares todavía, en conjunto podría ser modelo de lo que le diese la gana, además en mi modesta opinión su altura la hace aun más hermosa y deseable. ¿Y yo?, pues por mi parte soy la normalidad personificada salvo también en mi altura, mido un poco mas de 1'92cm de estatura, estoy fuerte de hacer algo de gimnasio, soy un tío de lo mas normalito de cara, no feo pero vamos, que guapo tampoco. Ligar ligo... realmente más bien poco aunque soy bastante extrovertido, enseguida caigo bien a las chicas, el problema es precisamente ese, que les caigo excesivamente bien y demasiado rápido, así que supongo que de modo inconsciente me colocan enseguida en el apartado de amigos.
Llevaba con Susana en la misma clase desde que empezamos la universidad, como podréis suponer intente ligármela nada más verla, pero como digo termine como siempre, en el apartado de amigo divertido, pero solo eso, amigo. Me fue también con ella en mis intentos de salir de allí y al menos convertirme en amigo con derecho a roce, que al final termine en el apartado aun mas chungo de amigo de confianza y confidente... que fue terminar de joder del todo cualquier oportunidad con ella. Si, lo sé, alguno me dirá que más arriba he dicho que estamos juntos, y si, ahora sí pero no en aquellos entonces… ni visos de ello siquiera que había en el horizonte.
Yo en esa época estaba en un gimnasio haciendo algo de Full-contact, aunque tuve que dejarlo pronto por razones de estudio, era o el trabajo con la carrera, o el trabajo y el gimnasio, o bien la carrera y el gimnasio, pero de las tres cosas tenía muy claro que una de ellas me sobraba por completo, si mantenía las tres solo lograría ir de culo en todas, así que el sacrificado fue el Gimnasio, me quede con mi carrera y mi trabajo. Vivía en un piso con un compañero, el dinero del trabajo me servía para pagármelo y algunos vicios, que junto a lo que mis padres me daban, pues digamos que tiraba bien. Como medio de transporte tenía el viejo cacharro de mi padre que me lo dio cuando se compro el nuevo, y bueno, pues me hacia el apaño.
Aclarare que de joven tuve algún que otro problema con la ley, nada serio para mí o que me llevase a tener antecedentes, pero me había vuelto involucrado en algunas peleas por culpa de mis compañías. Mis padres me alejaron de todo eso mandándome a estudiar con unos tíos a la capital, después cuando entre en la universidad decidí emanciparme de mis tíos e irme a este pequeño paraíso donde podía manejarme solo sin que nadie me sometiese a vigilancia. También es cierto que desde aquellos días había cambiado también mucho en todos los aspectos. Mi madre tiene dos hermanas, una que era con la que estuve viviendo y otra que vivía en un pueblecito de donde era su marido, a esta tía y a mis primas solo las veía cuando coincidíamos en verano todos juntos, claro que en los últimos dos años me había escaqueado de ir, con lo que hacía como tres que no les veía aunque sí que hablaba con ambas o con mis tíos por teléfono, en el caso de mis primas también por internet y las redes sociales, con lo que más o menos nos manteníamos al tanto de nuestras vidas.
Nada más terminar el penúltimo curso de carrera mi tío se puso enfermo y le tuvieron que operar, y aunque no estaba grave ni mucho menos, mi madre me encasqueto con ella para viajar hasta el pueblo a encargarnos de mis primas... algo realmente delicioso de verdad. La mayor tenía diecinueve años y la pequeña diecisiete, la mayor ya iba a la uni aunque a una ciudad cercana al pueblo, la capital de la provincia para más señas. Cuando llegue al pueblo me lleve la primera sorpresa, de mis primas recordaba dos jovencitas adorables, por las fotos de sus perfiles sabia que ahora estaban las dos muy guapas, pero nada como la sorpresa que me lleve, y es que me fui a encontrar con dos pivones de aúpa, que pedazo de niñas... joder, joder, joder... Mi tía seguía como siempre, pero al llegar mi madre ella se quedaría tranquilamente en el hospital con mi tío, a mi me toco llevar a mi madre y a mis primitas a ver a su padre por las mañanas.
El pueblo era relativamente pequeño y solo tenía vidilla los fines de semana que todos los jóvenes volvían, sobre todo por esas fechas que empezaban las fiestas por todos los pueblos de los alrededores. El primer fin de semana estuve con mis primitas que me hicieron de guías y anfitrionas presentándome a todo el mundo. Mi prima pequeña, Maite, estaba con sus amigas en el pueblo pero Nuria, la mayor no, ella prefería ir con sus amigas y amigos a las fiestas de otros pueblos ya que tenían coches disponibles dado que todos eran mayores de edad y varios con carnet.
El viernes en el pueblo en que estuvimos todo estuvo tranquilo, el sábado igual aunque nos volvimos a eso de las tres ya que la orquesta que llevaron ese día era mala de narices. Estuvimos tomando cervezas en uno de los tres bares del pueblo, concretamente en la terraza del mismo, llego un momento en que me apeteció estirar las piernas, así que les dije que me iba a dar una pequeña vuelta por ahí. Estuve paseando tranquilamente por el pueblo, aprovechando para verlo entero, tranquilo y solitario por las calles hasta que llegue a la iglesia, en la parte trasera de la misma, justo enfrente de la tapia del cementerio me encontré sentada a una chica joven vestida con un largo y amplio vestido blanco de una sola pieza, calzaba unas sandalias abiertas, sujetas a los tobillos por finas tiras.
Le salude y no sé cómo pero termine sentado junto a ella hablando los dos animadamente. Me presente a ella y ella se me presento también, Constanza, le dije lo típico para estos casos, que tenía un muy bonito nombre. Supongo que es algo tan trillado que no pudo evitar reírse con una carcajada limpia y cristalina. Después me dijo que mi nombre también era un nombre precioso... me imito en la forma de decírselo anteriormente a ella lo que también provoco mis risas. Lo cierto es que era una chica preciosa, pelo negro, ojos negros, se le adivinaban unos pechos no muy grandes bajo el vestido, también tenía una piel muy blanca, toda ella en conjunto parecía una muñeca de porcelana.
Recuerdo que esa primera noche estuve con ella hablando casi una hora y cuarto, después de improviso se levanto y me dijo que se tenía que marchar ya, que era muy tarde. Para mi sorpresa se alzo un poco de puntillas y me dio un sube beso en los labios, después de eso riéndose echo a correr en dirección al pueblo. Me quede como un idiota con los dedos de una mano apoyados sobre los labios, justo sobre el sitio donde me había dado el beso. Cuando quise reaccionar Constanza había desaparecido de mi vista, de modo que regrese donde estaban los demás, para mi sorpresa ya no quedaba nadie así que me fui para casa de mi tía. Mi prima ya estaba metida en la cama y todo, supuse que él no esperarme era debido a que llevaba llave y mas que prevalente también, a que antes de irme a dar la vuelta le dije que quizá me fuese ya directo a casa.
Al día siguiente cuando estábamos desayunando mi prima me pregunto por lo que hice cuando me fui, ya que ella volvió y todavía no había llegado. Por algún motivo que desconozco no quise contarle nada de lo que paso con Constanza, si es que se llamaba de verdad de ese modo, pensé que era algo tan extraño que sin duda terminaría riéndose de mi... y sinceramente no la culparía para nada, sobre todo con lo del beso... aun no me lo creía ni yo y era a quien se lo habían dado, con eso os digo todo.
El domingo estuvimos todo el día por el pueblo, no negare que estuve pendiente de todo con el que nos cruzamos con la esperanza y unas enormes ganas de volver a ver a Constanza de nuevo, la chica desde luego me había gustado, o por lo menos había causado una más que gratísima impresión en mi. Pero nada, no hubo ninguna suerte con ella, no apareció por ningún sitio, ni siquiera por la piscina que era donde realmente pensaba que me la encontraría. Por la noche de nuevo sobre las dos de la mañana volví a irme solo a dar una vuelta alegando para mí que tenía ganas de estirar las piernas únicamente, en este caso puedo confesar y confieso, que solo lo hice con la secreta esperanza de volver a encontrarme con ella.
Me fui directo tras la iglesia de nuevo para ver si estaba allí, pero nada de nada. Desilusionado hice algo que hago en alguna ocasión especial, encenderme un cigarro, ya que no soy fumador habitual, pero en aquella ocasión os aseguro que me apetecía de verdad echar uno... Lo encendí, di una profunda calada, alce la cara para echar el humo al cielo... y casi me ahogo con el humo, de repente antes de que pudo exhalar el humo apareció ante mí la cara de Constanza con lo que se me fue por otro lado liándome a toser como un desesperado.
Cuando me recupere para mi sorpresa Constanza me quito el cigarrillo de las manos y tirándolo al suelo lo piso apagándomelo, después con voz desaprobatoria me dijo...
- Constanza : Esto no es nada bueno Carlos, la gente muere de ello... deja de fumar por favor...
- Carlos : Tranquila, no suelo fumar, solo lo hago en ocasiones especiales nada mas...
- Constanza : ¿Y que tenia de especial el estar aquí sentado?
- Carlos : Lo especial es que estaba desilusionado porque vine con la esperanza de verte y no estabas aquí como ayer
Se puso colorada haciéndome reír al verla ponerse así, me sacudió un golpecito llamándome idiota por hacer que se sonrojara... os aseguro que la chica cada vez me gustaba más, y eso que solo la había visto el día anterior, bueno, también en ese momento, con el agravante que en esta ocasión casi provoca que me ahogase con el humo. Una vez más estuve hablando con ella, en esta ocasión como casi dos horas, al despedirse quiso hacer lo de la vez anterior, solo que en esta ocasión estaba esperándola y cuando acerco sus labios salí a su encuentro. Nuestros labios se juntaron y mi lengua salió disparada hacia su boca, su lengua también asomo tímidamente juntándose con la mia, poco después se separo de mi con un tono sonrosado en su rostro. Me saludo con un gesto de la mano y volvió a salir corriendo desapareciendo de nuevo en el pueblo sin que me enterase de nada a mi alrededor… estaba como un colegial con su primer beso. Me volví a casa de mis tíos como envuelto de una nube, no sabía bien que me pasaba con ella, pensé que sin duda esto era eso que llamaban flechazo instantáneo, no veía la hora de poder volver a verla de nuevo… lo malo es que con la tontería no me acorde de pedirla su teléfono o de darle el mío.
Al día siguiente lunes mi madre se quedo, pero yo me tuve que volver a mi casa de nuevo por el trabajo que tenia por las tardes, mi madre me dijo que no hacía falta que regresase hasta que ella me avisara, pero como podréis suponer... de eso nada, el viernes pensaba regresar según saliese de trabajar por la noche para ver si con suerte me volvía a encontrar con mi misteriosa chica, con Constanza. La cosa es que el nombre me sonaba de algo pero no terminaba de asociar a que exactamente, evidentemente me sonaba a cierta novela de Alejandro Dumas, criada de la reina y amante de cierto joven mosquetero, o mejor dicho, aspirante al mismo, pero no iban por ahí los tiros, no era sobre eso el recuerdo.
El Lunes como siempre me fui a trabajar, pero después al estar algo cansado me fui a casa a dormir, cosa que hice a duras penas ya que Eduardo, mi compañero de piso estaba con su novia en su habitación, y no estaban jugando al parchís precisamente, así que... en fin, que su chica era un poco escandalosa, igual que él, por cierto. Lo bueno es que no tenía necesidad de madrugar ya que entraba a las cinco, un cómodo trabajo de seis horas en unas oficinas como grabador de datos, o lo que es lo mismo, metiendo información en un ordenador... no era gran cosa pero me ganaba mis eurillos, que coño.
El martes me engancharon varios amigos, todos ellos de la uni y me llevaron por ahí a cenar, después me metieron en una discoteca donde nos fuimos a encontrar con Susana y algunas amigas suyas también de la Uni. Si pensáis que fui directo a por ella estáis en lo cierto, y me lleve un chasco de narices, había roto con su enésimo novio de ese curso y estaba depre total. Según ella afortunadamente había aparecido yo para salvarla de su noche depresiva... o lo que es lo mismo, a joderse los intentos de ligue porque sabía cómo terminaría la cosa, ella pedo perdida y yo teniéndola que acompañar a su casa o lo que era casi peor, llevármela a la mia sin posibilidad ninguna de comerme un rosco con ella.
Susana tenía un problema, y es que estaba buenísima de la muerte, con lo que el 99% de los tíos que se acercaban a ella no lo hacían precisamente atraídos por su alto coeficiente intelectual, que por cierto lo tenia, ni querían precisamente debatir con ella sobre física nuclear. Sus novietes solían durarla lo que estos tardaban en intentar acelerar las cosas para follàrsela y ella les veía venir en su interés, en ese momento les pegaba la patada en el culo. Lo malo es que después de eso se acostumbro a venirme a llorar sobre mi hombro, lo que aparte de dejármelo mojado por las lágrimas y lleno de mocos, también me solía dejar a mí con unos calentones del quince. Porque si, muy amiga y todo lo que queráis, pero joder, soy un tío como otro cualquiera y también me moría de ganas por follar con ella. En fin, que me mantenía en plan mejor amigo y cuando se recuperaba atacaba, ella se reía con mis ataques y me volvía a colocar en el pedestal especial que tenia para mi... cojonudo, ¿qué no?
La cosa es que dos meses antes yo lo había dejado con la chica con la que estaba saliendo, llevábamos como ocho meses, nos dimos cuenta de que nos lo pasábamos genial follando, pero que fuera de eso... como que nada de nada entre los dos. Terminamos más o menos como amigos, aunque estos temas siempre joden lo suyo. Reconozco que como en las dos anteriores rupturas que tuve, también en esta Susana estuvo a mi lado los primeros días comportándose como toda un amiga, como yo cuando estaba ella así, en cierto modo es por estas cosas por las que no terminaba de lanzarme de cabeza y enserio del todo a por ella, por temor a joderla bien jodida. Bueno, el resultado es que Susana me gustaba como a todos los demás, estaba de vicio y más.
En mi caso durante el curso trabajaba de día en una pequeña gestoría que prácticamente vivía de las facultades y que al finalizar el curso reducían plantilla, yo el primero, pero como el trabajo ese le tenía todos los años desde el principio de mi carrera, conseguido por enchufe de un amigo de mi padre, eso lo reconozco, pues a joderse con ello. El año anterior por esta época también tuve una ruptura sentimental con lo que se me jodieron las vacaciones, por medio de un amìguete me saque este de por las tardes como grabador de datos, el horario era jodido, de cinco de la tarde a once de la noche, más raro que su madre, pero bueno… me sacaba mi dinerillo.
Este año estaba igual que el anterior con las vacaciones me pensaba ir con mi ex, de modo que al jodérseme también este año, me acerque por las oficinas encontrándome con que según me dijeron me iban a llamar ellos mismos por si me interesaba, igual que el año anterior. Por lo que me comentaron terminaron muy contentos conmigo y preferían alguien que sabían que les iba a funcionar sin además darles ningún problema. Sabía también que este trabajo como el año anterior, solo era para cubrir vacaciones de su personal, de modo que tras las vacaciones se terminaría. Pero entonces con un poco de suerte seria terminar con este y volver a empezar con el otro que tenía en invierno cuando empezaba la Uni. Pensándolo fríamente me interesaba, cuando terminase la carrera tendría incluso algo de paro para poder dedicarme a buscar algo de lo mío, de Teleco.
En el trabajo por otro lado tenía un especial filin con una compañera que estaba en la misma situación que yo, María, la conocía del año anterior también y ya entonces nos llevábamos muy bien los dos, pero este año parecía que la cosa iba aun mejor, incluso diría que prometía nuevas experiencias con ella a otro nivel. Era una rubita preciosa, delgadita, con unas piernas de infarto y que además se encargaba de lucir bien lucidas. Llevábamos casi dos semanas trabajando y desde el primer día cuando daban las ocho más o menos y nos empezábamos a quedar solos, le daba por sacar de su bolso un chupa-chups o una piruleta y empezaba a jugar con ella mientras se la comía... me ponía malito la jodìa cuando la veía como chupaba o lamia el caramelito de marras.
De tonto tengo lo justo y el jueguecito estaba más claro que el agua, el problema es que no había forma de poder hacer nada allí adentro sin que nos pillasen, y a ella siempre venían a buscarla en coche, y no siempre la misma persona... al venir tanto chicos como chicas deduje que debían de ser o familiares o amigos, también es cierto que el año anterior tenia novio y este aun no le había visto asomar el pelo para buscarla, cuando el anterior la esperaba el a diario. No podía dejar de pensar en cómo poder hacerlo para follàrmela, porque estaba buscándome y yo desde luego quería que me encontrase lo antes posible. Al final el mismo viernes de esa semana se produjo mi oportunidad con ella, precisamente gracias a que pensaba salir de trabajar e irme al pueblo con mis primas.
Poco antes de marcharnos la llamaron, por su cara vi que no debían de ser buenas noticias. Cuando colgó con un pelín de mala uva le pregunte si es que la iban a dejar a dos velas, ella maliciosa siguió con su chupa-chups lamiéndolo lentamente mientras me contestaba que no, que solo era que tendría que irse a su casa en Bus, me dijo donde iba y para mi sorpresa junto con algo de alegría, vi que para irme donde mis primas tendría que pasara por delante de la población. Lo cierto es que me costaría poco desviarme de mi camino, entrar en la localidad e incluso dejarla en la misma puerta de su casa para yo seguir camino después. Se lo comente y acepto, pero me di cuenta que arreciaba en sus jueguecitos conmigo chupando su caramelo, me estaba poniendo como una moto.
Cuando recogimos y bajábamos en el ascensor camino del parking para recoger mi coche, lamiendo de una forma muy sensual el chupa-chups me pregunto cómo podría pagarme el favor de dejarla en casita a salvo. Cuando iba a volver a introducirse el caramelo de nuevo en la boca la sujete por la muñeca, llevando su mano lentamente hacia mi boca. Cuando estuvo a mi alcance con cuidado y sin dejar de mirarla lamí el caramelo, metiéndomelo después por completo en la boca dándole sonoras chupadas dentro de ella. Luego lo saque y acercándome lentamente a ella le dije que con haberme dejado probar su caramelito me bastaba, pero que aun me quedaba algo por probar y mi boca se junto con la suya. Le metí la lengua en la boca encontrándome con su plena colaboración en el beso.
Estábamos abrazándonos mientras nos besábamos, la pegue contra la pared del ascensor metiendo mi mano bajo su faldita, encontrándome con que la tela de su braguita estaba completamente empapada, le pase un dedo por su rajita por encima de la tela mojada, dejo escapar un gemido. Entonces me dijo que hasta las dos no debería de llegar a su casa con el autobús, ya que tendría que coger un búho. Cogiéndola de la mano la lleve a toda prisa a mi coche y me puse en marcha a toda velocidad. Me pregunto que donde íbamos y la dije que a mi casa, que después la llevaría a la suya, que dado que vivía cerca nos daría tiempo a bastante.
Cuando entramos en mi piso empezamos a besarnos de inmediato, no sé quién de los dos estaba más caliente. Sabía que mi compañero también estaría fuera ese fin de semana de modo que no tendríamos nadie que nos molestase. En cuestión de segundos estábamos los dos desnudos, íbamos tan calientes que no nos dio ni tiempo para ir a mi habitación, directamente me empujo contra el sofá haciendo que me sentase, después ella se monto sobre mí a horcajadas empalándose con mi pene y empezando a cabalgarme con ganas.
Tenía a María encima mío, cabalgándome, con todo mi trozo metido dentro de ella. Mi boca acudió a lamerle y morderle los pechos, metiéndomelos en la boca, succionándoselos. Alternaba las succiones en uno con las caricias en el otro, poco a poco mi compañera se iba desmadrando. Ninguno de ambos hablábamos para nada, solo se nos oía gemir, jadear y bufar por el esfuerza, ya que mientras ella se movía yo también usaba mis caderas para acompasarme con ella en la follada. Pocos minutos después de haber empezado ella se estremeció abrazándose muy fuerte a mí, encontrándome con que tuve que acelerar mis embestidas para poder llegar junto con ella, corriéndome en su interior a los pocos segundos de su orgasmo.
Lo malo es que pese a apetecernos debíamos de irnos ya tras el polvo, nos lo habíamos pasado genial, nos hubiese gustado a ambos que hubiese sido algo más larga la sesión de sexo, pero el tiempo se nos había terminado por echar encima. Nos montamos en el coche y la lleve hasta cerca de su casa ya que no quiso que la dejase en la puerta de la misma, supongo que diría que había ido en el autobús, yo puse rumbo al pueblo. Reconozco que conduje bastante más rápido de lo debido por causa de la tardanza de tiempo que había resultado con el polvo y a que con el calentón se me pasó avisar. Cuando llegue pase directamente con el coche por detrás de la iglesia temiendo que Constanza estuviese allí esperándome, sabiendo que ese viernes también iría... desafortunadamente para mí, allí estaba sentada, igual que el fin de semana anterior.
Directamente pare allí mismo el coche y me baje empezando a disculparme según llegaba a ella con cara preocupada al verla. Me disculpe alegando que había tenido que acompañar a casa a una compañera, ya que no habían ido a buscarla y su casa me pillaba de camino hacia al pueblo, que sentía mucho no haber estado antes allí. Cuando me senté junto a ella sin dejar de hablar, se mojo un poco el dedo pulgar de una de sus manos y me dijo que por lo menos me podía haber quitado los restos de carmín de la comisura de los labios antes de empezar a disculparme. Me quede cortado del todo, automáticamente pensé que acababa de cagarla del todo con ella.
Para mi sorpresa después de limpiármelo de ese modo y dejarme totalmente cortado y pensando lo que os he dicho, se echo a reír y entonces me planto un suave beso en los labios diciéndome luego un... "eso está mejor, sin rastros del desliz"... Tras esto se despidió riéndose y como siempre desde que la conocía, se dirigió corriendo al pueblo desapareciendo sin dejar rastro. Me monte en el coche totalmente confundido por su reacción y arranque rumbo a casa de mi tía, donde me encontré a todos durmiendo, así que me acosté también sin saber que pensar.
Poco sabia en esos momentos como se me iba a complicar el día siguiente, sábado, con mi prima mayor y un par de imbéciles.
CONTINUARA