Con los años 9 (Solo un recuerdo)
cuanto tiempo es posible aferrarse a un recuerdo que nos duele??????,el amor puede durar años o simplemente es ese deseo de cerrar un ciclo inconcluso??????. mil perdones por la falta de ortografía,pero como siempre digo por mas que me empeño en revisar,siempre se me pasa alguno.
CON LOS AÑOS 9 PARTE
(Solo un recuerdo)
Quiero dejar de pensar, quiero llegar a olvidar, madrugadas por la playa, la luna en tu mirada, dos cuerpos amando a la par, hecho mi mente a volar, no te imagino sin mí, hoy por ti ya no es fácil, que por alguien yo vuelva a sentir, para olvidar me dejo amar pero no siento nada, el amor sabe mal, para olvidar vuelvo a soñar, pero no encuentro a nadie que te pueda igualar, para olvidar ..
como yo puede dejar aquel momento escapar, para ti no ha sido nada, mas yo perdí mi alma y nunca la he vuelto a encontrar
, hecho mi mente a volar, no te imagino sin mí, hoy por ti ya no es fácil, que por alguien yo vuelva a sentir,
para olvidar me dejo amar pero no siento nada, el amor sabe mal, para olvidar vuelvo a soñar, pero no encuentro a nadie que te pueda igualar, para olvidar me dejo amar.
http://www.youtube.com/watch?v=MLbT6Tyrp8g
Tema: Para olvidar
Interprete: Marcos Llunas.
No recuerdo en que momento Renata se fue del departamento, en menos de un mes había perdido lo que más amaba en mi vida, no dormí en toda la noche su llanto, la manera en que me miro, pero sobre todo el saberla perdida definitivamente me mataba, pasaron varios días en los cuales no Salí de ese lugar hasta que me fui obligada por que se me acabo la comida, a mis padres jamás les volvería a dirigir la palabra, mis hermanos trataban de apoyarme tal vez porque veían mi estado, pero no comprendían el por qué había engañado a Marian, mucho menos Claudia que se negaba a hablarme, paso una semana en la cual, cancelaron mis estudios de maestría, no había vuelto a ver a Marian, lo primero que me venía a la mente apenas amanecía era salir aquel parque para poder verla, hasta que un día no pude más y prácticamente monte guardia en aquel lugar, pero nunca apareció, les pregunte por ella a algunas de las chicas que había visto en el parque cuando ella iba, me quede helada cuando me comentaron que no le habían visto ni el polvo.
El miedo de que su madre le hubiera hecho algo, me hizo llegar hasta su casa y entre a la fuerza por que como es de suponerse no era nada bienvenida, me encontré a la bruja de Carla, sentada cómodamente en la su gran sala.
Carla-que rayos quieres aquí?. Su expresión cambio de inmediato.
Fernanda-quiero saber en dónde está Marian, no te hayas atrevido a tocarla, porque te juro que te vas a arrepentir.
Carla-mi hija está bien y muy lejos de aquí, pensabas que permitiría que siguiera en la misma ciudad que tú, en donde en cualquier momento se pudieran ver.
Fernanda-ese no fue el maldito trato, yo me aleje de ella no tenías por qué alejarla de aquí.
Carla-los tratos los hago yo, claro que la aleje de ti y en cuanto cumpla la mayoría de edad se casara con alguien que si vale la pena.
Fernanda-eso no es cierto, ella no haría tal cosa, al menos que tú la obligues, y conociéndote no lo dudo.
Carla-eso es algo que te debo a ti, no sé qué diablos harías para alejarla de ti, pero digamos que ahora ella está dispuesta a hacer todo lo que yo le pida.
Fernanda-mentira, si ella se va a casar con alguien, será conmigo; voy a buscarla y le diré todo lo que hiciste.
Carla-jajajajaj suerte a ver si logras dar con ella, lo cual dudo y como te dije se va a casar porque ella así lo quiso, yo solo se lo propuse y no tardo ni dos segundos en aceptar.
Fernanda-con francisco verdad, pues no cantes victoria, voy a recuperarla. Caminé hacia la salida
Carla-ahahahaha antes de que te vayas me dejo algo para ti antes de irse. Puso el anillo que le había dado a Marian sobre la palma de mí a mano.
Tome el anillo y Salí de esa maldita casa, mi rabia era tanta que fui hacia donde antes era mi hogar y pacientemente espere a que fuera la hora de la comida para que mi padre no pudiera negarse a verme, cuando vi entrar el auto de él, inmediatamente baje del coche y entre caminado, para mi sorpresa se trataba de una de las comidas en el jardín que a mi madre tanto le gustaban; ya todos estaban sentados.
Fernanda-antes me gustaban estas comidas, hasta que me di cuenta que para ustedes no significan nada. Dije esto interrumpiendo su tranquilidad y dirigiendo mis últimas palabras a mis padres.
Marcos-hermana que gusto verte.
Xavier-que alegría que vuelvas a esta que siempre va a hacer tu casa verdad papa?
Mis padres solo se miraban entre ellos, sin saber que decir.
Fernanda-sabes por qué no responden, porque no es cierto, está ya no es mi casa ni quiero que lo sea, porque nuestros padres valoran más un buen negocio verdad padre?.
Lorena-hija siéntate por favor. Mi madre no lo puedo negar se notaba triste por la situación.
Fernanda-no gracias, no me llames hija porque yo te juro que nunca los volveré a llamar padres, ya están contentos, ya tienen un buen negocio aunque no les importo que en camino pasaran pisoteándome verdad.
Ernesto-Fernanda corazón siéntate hablemos, ya se te pasara todo ..
Fernanda-sabes que papa vete al diablo-extendí mi mano para mostrarles el anillo- lo perdí todo, porque la perdía a ella, Carla se la llevo si por lo menos me hubieras apoyado un poquito, las cosas serían tan diferentes.
Claudia-momento, no entiendo nada de lo que está sucediendo se supone que Marian solo está de vacaciones y llega en un par de días, así que alguien me puede decir que tienen que ver ustedes con eso.
Fernanda-Marian y yo estamos juntas pero Carla y ellos-señalando a mi padres nos descubrieron-y Carla los amenazo con cancelar sus negocios si no le ayudaban a separarnos y nuestros padres aceptaron incluso mandarme a la cárcel con tal de conseguirlo, pero mejor me obligaron a mí a dejarla porque si no la iban a matar.
Xavier-eso no puede ser verdad, padre. Se quedó mirándolo como esperando que el negara todo.
Nuestros padres permanecieron en silencio con la mirada agachada, no sabían que decir, tal vez comenzaban a estar arrepentidos, mi hermano marcos les reclamo de manera casi cruel por todo esto "como esperan que la gente no juzgue a Fernanda por lo que es, cuando ustedes son los primeros en darle la espalda por darle gusto a los demás, ustedes a pesar de que es su propia hija"; los reclamos estaban en su punto más alto cuando para terminar con mi mala suerte apareció Carla acompañada con tres agentes de la policía.
Carla-oficiales ella es Fernanda, les suplico cumplan con su deber.
Se trataba nada más ni nada menos que la muy perra me había denunciado por perversión de menores en agravio de bla bla bla bla un sin de palabras que apenas logre entender a medias, me leyeron mis derechos y me arrestaron, tal vez ese fue la gota que hizo que mis padres reaccionaron sobre todo lo que me estaban haciendo.
Ernesto-basta esta situación ya sobre paso los limites Carla, este no fue nuestro acuerdo.
Carla-por supuesto que es nuestro acuerdo, si tu hija no se apartaba de la mía, esto iba a pasar.
Lorena-Marian ya está fuera de la ciudad muy lejos de Fernanda así que para todo esto de una buena vez.
Carla-desde luego que no, tú hija no sé cómo logro saber dónde estaba Marian y se la ha llevado, porque desde hace dos días ha desaparecido del mapa y no he logrado localizarla.
Lorena-Fernanda mi amor, por favor dile a Carla que eso es mentira.
Fernanda-jajaja jajajajaj no sabes el gusto que me da saber que se te salió de las manos todo este asunto, no tengo idea de donde está pero ahora tu tampoco, así no podrás obligarla a nada.
Carla-se acercó a mi desafiante como siempre-tu sabes en donde esta verdad?? Me lo vas a decir así tenga a refundirte en la cárcel.
Fernanda-sabes algo Carla tengo algo para ti, que no se si te va a gustar pero yo en cambio lo voy a disfrutar tanto.
Después de decir lo anterior alce mi mano derecha y se la impacte directamente en la mejilla, no fue una cachetada si no un golpe certero con el puño cerrado, fue a dar al piso todavía sin saber que la había golpeado y aproveche para darle un par o tal vez fueron más patadas que ni siquiera las manos metió, suerte que yo traía botas porque con zapatillas no le hubieran dolido tantos, todo esto mientras le decía todas las verdades que me había aguantado de escupirle en su cara; es bastante obvio que todo esto lejos de ayudarme me fregó más por la maldita no solamente me demando por perversión de menores sino que además por agresiones; lamentablemente todo me acusaba, no hacia falta la presencia de la supuesta víctima que en este caso venía siendo Marian por que había suficientes evidencias Carla no solamente me había estado siguiendo cada paso que daba sino que además se aseguró de contar con fotografías videos etcétera que nos mostraba en posiciones mucho más que comprometedoras, gracias a que el juez era peor que un homofóbico ya que lo que más le avergonzó no es que "hubiera" seducido a una menor de edad sino el hecho de que ambas fuéramos mujeres fijo la fianza tan alta que no me fue posible cubrirla, me negué a aceptar la ayuda de mis padres.
En la Biblia, en las películas o en cualquier parte nos dicen que cuando morimos todos nuestros actos son revisados y aquellos que no somos dignos de perdón somos enviados al infierno pero si me preguntan a mí, eso es la peor mentira es verdad que el infierno existe pero no está el algún lugar inaccesible, el infierno se llama "la cárcel" en ese lugar pierdes cualquier cosa que te haga feliz, el alma se te seca por completo, se te olvida que tienes dignidad, las cosas que viví dentro de ese maldito reclusorio les juro que las tengo enterradas en lo más hondo de mi pensamiento, habían pasado 12 veces antes de que pudiera darme cuenta, mis padres no se habían cansado de ir cada inicio de semana a verme para pedirme perdón, ya me sabia el rol de visitas que me esperaban cada semana primero mis padres, después Carla para insultarme y exigir que le dijera en donde estaba Marian dios como me preocupaba no saber nada de ella no sabía si estaba triste o feliz, si tenía para comer, si estaba en peligro ella siempre aparecía en mis suplicas cada noche, y por último la visita que nunca me hubiera imaginado Renata, hasta la fecha no sé cuál era el motivo que la hacía ir cada semana a verme pero lo hacía siempre puntual, nunca se callaba siempre hablando de las miles de tontería que hacía, las cosas que pasaban en la vida de nuestras amistades en fin yo solamente la miraba.
Después de por fin aceptar la ayuda de mis padres para salir de ese lugar después de perdonar todo lo que habían ayudado a Carla para alejarme de ella, Salí de ese maldito lugar decidí volver a casa después de la insistencia de mis padres y hermanos además no soportaba la soledad de mi departamento, lo recuerdos me estaban matando poco a poco, Carla se había alejado de mi vida porque creo que después de todo se había convencido de que yo no tenía nada que ver en la desaparición de Marian, contrate a un par de personas para que buscaran a Marian si era posible hasta por debajo de las piedras; Pasaron no sé cuántos días, en los que solamente me limitaba a ir en la mañana a cumplir con mi trabajo en la empresa, había logrado retomar mis estudios así que en las tardes acudía a la universidad para cumplir con mis estudios y de ahí a casa, ya no salía de fiesta, ni siquiera comía en otro lugar que no fuera mi casa o la oficina , no me interesaba hablar con nadie así que a las chicas les daba la vuelta, la única que me visitaba en casa o en mi departamento era Renata aunque parecía que la única que estaba en el lugar era ella porque yo ni siquiera le respondía cuando me decía algo; con mi familia las cosas eran igual, mis padres al igual que mis hermanos intentaban no meterse en mi vida.
en el aspecto personal todo se reducía a una sola persona Renata que no cesaba en su intento por mantener contacto conmigo, me buscaba en la oficina o en mi propia casa, la atendía más por compromiso que por gusto; no voy a mentir compartí la cama con ella muchas veces, pero siempre terminaba con esa sensación de vacío por que como siempre no había nada de qué hablar, hasta que un día me dijo que me amaba y solo obtuvo una mueca de mi parte, a mis padres no les agradaba mucho la relación que existía entre nosotras, mi madre incluso había tenido con ella un par de altercados en algunas ocasiones que ella iba a buscarme a la casa, yo simplemente me limitaba a mantenerme al margen de todo, no me importaba si se peleaban o eran las grandes amigas.
Después de seis meses de toda esta situación, decidí casarme con Renata no hubo nada organizado ni palabras románticas ni promesas por cumplir simplemente durante uno de las comidas en la cafetería de la empresa se lo propuse y ella acepto, mis padres pusieron el grito en el cielo pero cedieron al final al ver que yo estaba decidida así que lo hicimos un día lunes de septiembre las dos solas viajamos a España y contrajimos matrimonio con dos testigos que no conocíamos, la única feliz con todo esto era Renata que no se cansaba de atosigarme a todas horas, no hubo ni luna de miel ni noche de bodas porque en cuanto entramos a la habitación de un hotel al azar.
Renata-Fernanda mi amor a partir de ahora comenzamos una nueva vida, tu y yo solas.
Fernanda-si claro, mañana viajaremos de vuelta a México justo a tiempo para que nos entreguen el departamento que compramos. Decidí comprar un departamento nuevo porque me incomodaba la insistencia de Renata por vivir en el mío.
Renata-OK eso será mañana pero ahora vamos a celebrar. Me beso y sujeto mi cuello entre sus brazos.
Fernanda-ahora no Renata, por favor. La hice a un lado y me tumbe a dormir en la cama, sentí como ella se acomodaba del otro lado de la cama insistiendo.
Marian-por favor Fernanda es nuestra noche de bodas, hay que estar juntas es la primera vez como esposas.
Fernanda-ya duérmete Renata, hemos estado muchas veces juntas así que vamos a descansar.
Apague la luz, ante los reclamos de Renata ante mi poco compromiso hacia la relación, hasta que se dio por vencida y se voltio hacia el otro lado ignorándome, yo fingía dormir pero en realidad estaba mordiendo la almohada para que mi llanto no se escuchara, pero las lágrimas escurrían sin control por mis mejillas; está tal vez sería mi noche de bodas con Marian y estaríamos en esos momentos haciendo el amor ,yo la amaba todavía y por siempre, porque ella no daba señales de vida, acaso el odio que me tiene por lo que le hice habrá matado el amor que tenía por mí, dios ayúdame a arrancarla de mi corazón fue la súplica que hice antes de quedarme dormida.
Llevábamos un año de matrimonio, el cual había sido una tortura constante mi vida con Renata era un verdadero infierno, no hacía otra cosa que presionarme para que abandonara la empresa de mi padre y buscar trabajo en un lugar mucho mejor, que no fuera tan seguido a mi casa porque ya tenía una vida distinta, cuando me acompañaba a mi casa siempre terminaba fastidiándonos la comida a todos con algún comentario inoportuno, teníamos poco y pésimo sexo al menos para mí, que más que un placer era un trámite para que ella me dejara en paz por unos días.
Un día me desperté al escuchar que el timbre sonaba de manera insistente, abrí los ojos y me di cuenta que Renata no estaba en la cama, lo más seguro es que hubiera pasado la noche fuera tal vez con alguna chica, no le di importancia porque para mí no la tenía; me puse la bata de inmediato y me dirigí dando gritos hacia la puerta, quería ver de quien se trataba para reclamarle su falta de respeto por la hora y en domingo.
Al abrir la puerta me quede de piedra se trataba de Carla, pero algo había cambia en ella, ahora lucia triste, ya no tenía esa maldita mirada imponente ni desafiante ahora más bien su mirada se parecía mucho a la de mi madre, solo que apagada, hice una enorme mueca por su presencia.
Fernanda-lárgate no quiero que me amargues el día con tu cara.
Carla-por favor Carla te imploro que te apiades de mí, por favor dime en donde puedo encontrar a Marian.
Le di la espalda y deje la puerta abierta para que ella decidiera si deseaba pasa, para mi sorpresa tuvo el descaro de hacerlo, por cortesía le indique que se sentara y yo hice lo mismo justo delante de ella.
Fernanda-voy a hablarte muy claro Carla, no me agradas en lo más mínimo se podría decir que el solo verte me molesta, jamás escúchame bien jamás voy a perdonarte la forma en que me trataste y todo lo que me hiciste pasar, sin embargo no puedo ayudarte.
Carla- entiendo tus sentimientos hacia mí, lo único que te pido es que me brindes la oportunidad para demostrarte que me equivoque y estoy arrepentida; necesito saber de mi hija pedirle perdón. Su tono de voz era demasiado sumiso.
Fernanda-pero bien se dice por ahí, cada quien compra la felicidad que le venden y cada quien ama a su manera, solo que lamentablemente muchas veces herimos tanto a las personas que ellas jamás vuelven a ser las mismas.
Carla-todos nos equivocamos, yo al haberte obligado a renunciar a mi hija, pero tú también te equivocaste en la forma en que decidiste alejarla de tu lado.
Fernanda-me destroce el alma ese día, no ha habido un solo minuto de mi vida que no haya lamentado haberle dicho todo eso, ese día perdí el amor de mi vida, porque tu hija es y será siempre la única mujer que soy capaz de amar. Dos pequeñas lágrimas rodaron por mis mejillas.
Carla- ese día con nuestros actos ambas perdimos, tu perdiste al amor de tu vida y yo perdí una hija. Se levanto y tomo el pañuelo de la taza de café de café que tenía en sus manos, se limpió sus lágrimas y me lo dio para que hiciera lo mismo.
Fernanda-Carla estoy dispuesta a hacer todo lo que tú me pidas por saber en dónde la puedo encontrar, necesito saber de ella, acaso no ves que me estoy muriendo en vida al no tenerla.
Carla-no escuchas o que, no puedo ayudarte por qué no quiera sino porque no puedo hacerlo, yo tampoco sé dónde está. Al decir esto rompió en lágrimas.
Fernanda-no es verdad, tú me dijiste que la habías escondido en donde yo jamás la encontraría, pero tú debes saber en dónde está. Me pare esta vez sin contener las lágrimas y me pare frente a ella.
Carla-solo se me ocurrió decirlo, pero no lo se te lo juro, se supone que iría con su hermana a Chicago ahí me hizo mandarle sus documentos.
Por lo poco que conocía a Carla, me sabía que no podía estar fingiendo esa clase de sentimientos, ella una mujer tan importante jamás permitirá que alguien la viera débil, al menos que realmente estuviera mal, como lo veía en sus ojos.
Fernanda-pero como es eso posible, tu eres su madre algo debes de saber de ella en todo este tiempo.
Carla-no sé nada, ella no me dice nada.
Fernanda-entonces has hablado con ella en este tiempo. Necesitaba saber lo más posible
Carla-muy poco ella ya no es como antes, gracias a nosotras.
Fernanda-pero por qué no dijiste esto antes
Carla-ella no quiere saber nada de nosotros, gracias a tu manera de hacer que ella te odiara, piensas que iba a permitir que te le acercaras.
Fernanda-ella hablo contigo antes de irse que te dijo?. La tome del brazo e hice que se sentara para que pudiera hablar con tranquilidad.
Carla-ese día cuando entro en mi recamara solo llevaba una pequeña maleta entre lágrimas me contó lo que había sucedido contigo y que necesitaba irse de este lugar, le llore le suplique que no lo hiciera, pero ella estaba rota y al verla así no pude hacer otra cosa más que acceder, me dijo que tenía tres días para sacar sus documentos de la escuela y hacérselos llegar a casa de su hermana en Chicago.
Fernanda-entonces que paso como es que no sabes de ella.
Carla-Sandra (su hermana) me dijo que estuvo con ella hasta que recibió el paquete con los documentos, ese mismo día tomo su maleta y se fue de ahí, lo único que dijo es que necesitaba desaparecer por un tiempo y que no la buscáramos. Desde ese día solo se comunica una o dos veces al mes para saber cómo estoy, pero nunca dice en donde esta solo sé que está bien.
Fernanda-tu teléfono registra las llamadas, con esos datos podremos dar con ella.
Carla-es imposible, su teléfono lo tiene como privado por eso nunca aparecen los datos cuando llama, investigue en la compañía de teléfonos pero no pueden hacer nada para ayudarme, ni siquiera saben si las llamadas se relazan desde un teléfono fijo.
Fernanda- no descansare hasta hacer que ella vuelva; pero solo dime una última cosa le mandas dinero o ella utiliza sus tarjetas de crédito. Tenía amigos que sabían de esa clase de cosas.
Carla-te estoy diciendo que he intentado todo, intente rastrear los movimientos de la tarjeta, pero ella las cancelo cuando salió de Chicago y no la vas a encontrar mientras ella no quiera que lo hagas y te aseguro que eso no pasara nunca.
Fernanda-ella y yo tenemos mucho de qué hablar, nuestra historia no ha terminado.
Carla-para ella ya termino desde aquel día, cuando se comunica conmigo solo se dedica a escuchar, no sé cómo se gana la vida si estudia o trabaja, no sé cómo vive lo único que me ha dicho es que te odia tanto como una vez te amo.
Fernanda- y que siente por ti? O es que acaso piensas dejarme cargar con toda la culpa, ella tiene que saber qué fue lo que me orillo a hacerle tanto daño.
Carla-si hago tal cosa, con mucha más razón desaparecería, así por lo menos tengo la esperanza de que el amor que siente por mí la haga volver.
Fernanda-basura, sabía que no podías ser tan decente.
Aunque no me gustara Carla tenia razón si ella se alejó por todo lo que yo le hice, que pasaría si se enterara que su madre estaba detrás de todo eso, jamás volvería.
Después de esa conversación siguieron un mar de acontecimientos en mi vida, mi padre me apoyo con los tramites de mi divorcio con Renata, pero ella no quería ceder hasta que como vulgarmente se diría logre llegar a su precio un departamento y seis millones no me importo desasearme de mis acciones en la compañía de la familia con tal de librarme de ella, para mi sorpresa Carla fue quien acepto comprarlas, el trato son ella si es que lo había se reducía a un saludo nada cordial más por educación que por gusto nombro como su representante en la compañía a francisco el cual ni siquiera me miraba, él también se había casado pero como su vida no me interesaba ni siquiera pregunte con quien lo había hecho ,nunca me quiso decir si sabía algo de Marian; cada uno de mis hermanos tenía su vida hecha a lado de personas buenas, Xavier casado desde antes que yo, tenía ya tres hermosos varones, marcos el juguetón de la familia ahora tenía dos juguetes de carne y hueso, Claudia la más pequeña fue la última en casarse con Carlos su novio de siempre y estaba feliz estrenándose como mama; Mis padres estaban felices por ver la familia crecer, disfrutaban a su nietos con intensidad cada domingo de comida familiar, mis padres y Carla continuaban siendo socios y a pesar de todo amigos por ellos me enteraba que Marian continuaba sin aparecer, paso bastante tiempo hasta que de un momento a otro Carla comenzó a salir de la ciudad por semanas enteras, no le decía a nadie a donde se dirigía, para mí lo más lógico era que por fin había logrado dar con Marian así que cuando la confronte para preguntárselo solo que me dijo me destrozo el corazón.
Carla-si la he vuelto a ver Marian está bien, está feliz, olvídala que ella te ha olvidado a ti.
yo por mi parte vivía en el departamento de siempre, rodeada de recuerdos de ella, tratando de dar con su paradero no había día que no se lo pidiera a dios, sin saber cómo ya habían pasado SIETE LARGOS AÑOS desde la última vez que la vi, yo estaba por cumplir 32 años de edad y mi bebe en cualquier parte que estuviera tenía ya 24 años, seis años los más tormentosos de mi vida siempre con la esperanza de volver a saber de ella, de rezar para que estuviera bien, cada día amándola con la misma intensidad o tal vez más, la empresa de la familia se posiciono como una de las mejores en todo el estado yo me encargaba del área administrativa de la empresa, mi vida laboral y familiar era exitosa, pero la personal era un desastre en su totalidad volvía a mi vida de antes salía con cuantas chicas se podía, procuraba que fueran casadas ya que lo último que deseaba era tener que lidiar con otra Renata, simplemente era pasarla muy bien en la cama y dejarme querer, todas pasaron sin luz ni sombra por mi vida no logre o no quise amarlas, para mí solo era ella, mis amigas seguían siendo Ana y Sara que llevaban una relación con altas y bajas.
Toda mi vida era gris, hasta que un día todo acabo, faltaban escasos quince días para celebrar la navidad, así que hacia un frío infernal me abrigue lo más que pude para pasar a casa de mis padres a recogerlos, mi madre me había hablado desde temprano que el coche de mi papa se había descompuesto y no tenían como llegar a la constructora así que quede de pasar por ellos.
Era día de junta de accionistas, solo esperábamos por Xavier que se había quedado atrapado por el tráfico, francisco como siempre no había llegado se diría que la puntualidad no era uno de sus atributos, Carla nos había informado que no asistiría por problemas de salud, así que el resto de la familia estábamos sentados en sus lugares totalmente divertidos planeando la fiesta de celebración de navidad y año nuevo comentando los regalos que los sobrinos debía recibir, de repente entro Xavier con cara de sorpresa y sin ni siquiera saludar se sentó en su lugar estábamos por preguntarle a que se debía su cara cuando por la puerta entro francisco con su sonrisa tonta de siempre, en el segundo siguiente todos quedamos en completo silencio, la sorpresa hizo que me parara de un solo impulso de mi silla.