Con los años 7

otra parte mas,hice como diez revisiones de ortografía pero,aun así espero que no se me haya pasado ninguno.

CON LOS AÑOS…….7 PARTE

(Nuestra entrega)

Recuerdo muy bien la noche, de nuestra primera vez, nos amamos hasta el cansancio, entre caricias y abrazos hasta el amanecer, y se detuvo hasta el tiempo y nos quisimos morir, pero todo se acaba, de este amor ya no hay nada y hoy ya no estas aquí y me hace llorar, el cruel silencio que me trae tu voz ,tus manos suaves en las alas del viento, tu risa fresca tu perfume y tu aliento, y me hace llorar, cuando recuerdo tus ojos tu piel, lo que yo diera por estar contigo, y a tu amor haberle sido fiel.

Tema: y me hace llorar

Interprete: Galy Galiano

Fernanda-dame el regalo que más deseo de ti. Le dije pasando la punta de mis dedos sobre la entrada de su vagina.

Marian-por favor mi amor espera, no quiero que sea así.

Fernanda-soy yo la que te lo suplico a ti, necesito sentirte completamente mía. Ella se estaba convirtiendo en mi mayor obsesión.

Marian-el momento llegara amor, solo que no es lugar ni el momento, por favor trata de entenderme.

Fernanda-como tú quieras. Me aparte de ella sumamente molesta, estaba temblorosa por el enorme deseo que tenía dentro de mí.

Marian-por favor corazón no te enojes, es solo que no quiero dejar mi virginidad detrás de un árbol.

Fernanda-espero que de verdad sea eso y no se trate de otra cosa. El sexo siempre había sido parte fundamental en mi vida.

Marian-de que hablas, Fernanda?. Mientras se terminaba de componer la ropa.

Fernanda-no estás segura de querer estar conmigo verdad? Y por si las dudas prefieres guardarte para otro o mejor dicho para tu amigo francisco. Ya estaba lo había dicho, me angustiaba saber y pensar en eso.

Marian- cállate, no me digas esa clase de cosas, si no te quisiera no habría estado contigo ayer o piensas que me voy con cualquiera a la cama. Su voz por primera vez subía de tono.

Respire lo más profundo que mi pecho me permitió, que estaba haciendo mi actitud daba asco, pero estaba molesta, enojada con todo lo que había ocurrido con Renata, sus comentarios acerca de Marian me habían calado; pero estaba sacando todo mi coraje con quien menos tenía la culpa, cuando era bastante obvio que la culpable era yo.

Fernanda-por favor mi amor discúlpame-le tome las manos y las bese dulcemente-te juro que no pienso eso de ti, comprendo que desees que tu primera vez sea especial, discúlpame es solo que estoy molesta.

Marian-me puedes decir por qué?.

Fernanda-por nada mi amor es solo que tal vez estoy agotada, hay un poco de estrés en el trabajo y estoy por terminar la maestría mentí.

Marian-esos pueden ser los motivos o tal vez se trate de tu amiga Renata.

Fernanda-no para nada, porque piensas eso. Nuevamente respire profundo tratando de buscar una salida a todo esto.

Marian-estuviste muy contenta en la fiesta, pero después que te encontré con Renata tu actitud cambio, hay algo que yo deba saber?. Me sujeto del rostro para hacer que la mirara a los ojos.

Fernanda-no, absolutamente nada mi amor. Le mentí; ahora sé que ese era el momento para hablar, pero me asuste Y lo iba a lamentar.

Marian-bueno en ese caso, solo tienes que descansar y dedicar más tiempo a tu trabajo, no hay nada que no se pueda solucionar, me entiendes. Me abrazo tiernamente colocando su cabeza en mi hombro y rodeando mi cintura con sus brazos.

Fernanda-fuerte y claro, discúlpame por mi actitud fue muy tonto tratarte así. No me gustaba la idea de estarle mintiendo.

Marian-no te preocupes, solo te pido que nunca olvides que lo que me hace estar contigo es el amor que te tengo, y por lo otro no te preocupes te aseguro que pasara no hay ninguna otra persona a quien yo desee darle ese momento.

Fernanda-no te sientas presionada, pasara cuando estés segura y será increíble, estamos. No había nada que me relajara más que tenerla así, a mi lado.

Estuvimos hablando en esa posición durante largo rato acerca de infinidad de cosas, lo mucho que le habían agradado mis amigas, la actitud de nuestros padres nos hacía reírme confeso que Renata le había parecido una persona completamente abierta en cuanto a hablar de sexualidad por su comentario antes de retirarse. Su madre nos interrumpió para decir que era hora de marcharse, nos despedimos con un par de besos y quedamos de vernos al otro día en la tarde, ya que ella me pedio que no fuera al parque para que lograra descansar del ajetreo.

A partir de esa noche nuestra relación entro en una nueva etapa, el hecho de que el sexo estuviera de nuevo en mi vida me liberaba de mucho estrés; nos veíamos todos los días sin excepción en las tardes para salir ya sea al parque, cine o alguna otra parte, pero algo era seguro siempre terminábamos en mi departamento haciendo el amor, no hacía falta el que alguna de las dos lo propusiera simplemente ocurría, ella se mostraba y me pedía que le enseñara nuevas cosas y eso a mí me fascinaba; éramos una pareja en toda la extensión de la palabra entre nosotras no había secretos, teníamos la confianza de hablar de cualquier tema incluso sexual.

Me encantaba estar con ella, su manera de amar me trasmitía sensaciones nuevas para mí, era simplemente hacer el amor, había descubierto que a pesar de ser yo la de la experiencia, cada cosa que ella me proponía me provocaba un inmenso placer, tal vez debido a que para ella todo era nuevo y ver su cara era mi mayor placer, terminábamos exhaustas de placer, entre risas por las cosas que decíamos al momento de estar en la cama ese día o en ocasiones anteriores. Nos reímos como locas cuando ella me confesó que la primera vez que me escucho decir que "me vengo" estuvo a punto de preguntarme a donde; o cuando yo le confesé que la primera vez que estuve con una chica casi la ahorco al tratar de quitarle el brassier.

Llevábamos tres meses desde la fiesta de mi cumpleaños en total seis meses de completa felicidad, solo existía un inconveniente en nuestra relación Renata se había metido en nuestras vidas como una amiga más de Marian, en ocasiones salían a comer, o de repente aparecía en nuestro departamento con cualquier excusa, a Marian no parecía incomodarle en lo más mínimo pues ambas se pasaban largo rato platicando por mi parte prefería alejarme y encerrarme en la habitación a ver la televisión para evitar verla, estábamos en un juego bastante peligroso pues en cuanto Marian se retiraba del departamento, iba a la cocina o al baño, Renata no perdía la oportunidad de chantajearme para estar con ella a cambio de no decirle a Marian que nosotras habíamos tenido sexo el mismo día en que ella se entregó a mí por primera vez.

Conocía perfectamente a Marian ella me quería al menos en ese momento no había nada que me hiciera dudarlo pero por mucho amor que sintiera hacia mí, jamás me perdonaría el haberle mentido.

Mi verdadera pesadilla se podría decir que empezó después de unos de los momentos más bellos de mi existencia, ese día quedamos para vernos en un bar cerca de mi apartamento, pero cuando entre al lugar no la encontré por ningún sitio la espere largo rato hasta que en mi celular sonó con un mensaje suyo, pidiéndome que fuera al departamento ya que me tenía preparada una sorpresa, lo primero que me vino a la mente es que tal vez se trataba de una comida romántica o algún otro detalle que tanto me seducían de ella.

Fernanda-Marian bebe estas por aquí corazón, recibí tu mensaje. La busque por la cocina y en la terraza.

Marian-estoy en la habitación ,quieres venir?.

No tuve que escuchar la invitación dos veces pues salí disparada hacia la habitacional entra en la recamara de inmediato sentí como ella me saltaba encima dándome un enorme beso que inmediatamente respondí, acariciando su cuello y baje hacia su cintura, abrí los ojos de inmediato al percatarme que no se encontraba con su uniforme, sino con una de mis batas.

Fernanda-me encanta el atuendo que traes mi amor.se trataba de una bata de seda blanca que le quedaba visiblemente grande pero se veía tan sensual.

Marian-a mí también me gusto, por eso me la puse ahora tendrás algo con mi olor.

Fernanda-y puedo saber si traes algo abajo?. Como me gustaba su picardía al hablarme mezcla de ternura y erotismo.

Marian-solo mi ropa interior, es que quiero darte tu regalo. Dándome un pequeño beso en los labios.

Fernanda-mi regalo?. No sabía de qué estaba hablando.

Marian-recuerdas lo que me pediste en tu cumpleaños, te prometí que sucedería y el momento ha llagado.

De inmediato recordé la escena en el árbol y mi corazón se aceleró de inmediato, la comencé a besar con desesperación llevándola hasta la cama, me tarde menos de un minuto en quitarme los pantalones, la blusa y el conjunto en color negro que llevaba, le quite la bata a ella, traía puesto un conjunto de encaje en color vino que hiso que mi pulso acelerara nuevamente, comencé a besarla con una pasión indescriptible en los labios, mientras le quitaba el resto de la ropa, sus pezones estaba n durísimos como unas rocas ,los empecé a succionar con desesperación mientras sentía como su espalda se arqueaba por el placer, mi mano toco su entrepierna que estaba completamente húmeda. Mientras ella solo gemía y repetía palabras de amor en mis oídos.

Fernanda-estas empapada mi amor.

Marian-tú me pones así corazón.

Fernanda- no te imaginas lo que he tenido que controlarme para no penétrate cada vez que hemos hecho el amor.

Marian-lo sé mi amor, a mí me pasaba lo mismo, pero ahora ya estamos aquí y quiero que realicemos tu fantasía.

En una ocasión veíamos una película triple x de chicas y en una escena aparecía una mujer madura penetrando con un arnés a una chica vestida de colegiala que evidentemente no lo era, le comente a ella que una de mis fantasías que siempre había tenido era el de penetrar a una chica de esa manera y que fuese virgen pero con el paso de los años al ver que no sucedía la di por olvidada y superada; en la escena de la película ambas actrices lo disfrutaban pero en la realidad no siempre es así.

Fernanda-no bebe, eso no hace falta me basta con que te entregues completamente a mí. Recordar esa escena de película hizo aumentar mis deseos y mentiría si digiera que no lo deseaba, el solo imaginarme la escena entre ella y yo, estaba a punto de provocarme un orgasmo.

Marian- shshshshshsh por favor mi amor tú lo deseas tanto como yo, así que hagámoslo.

Fernanda-estas completamente segura bebe. La abrace y le di un beso en la punta de la nariz.

Ella se levantó y abrió el ultimo cajón del closet en donde sabía que tenía cualquier cantidad de objetos sexuales, que ella ya había visto en alguna ocasión ,en que yo se los mostré mientras ella se moría de la risa por los comentarios que yo hacía de ellos en un intento por explicarle para que se utilizaban. Saco una caja en donde se encontraba guardado un arnés con un pene mediano que se había quedado sin extremar. Abrió la caja y la coloco delante de mí para que tomara el objeto, lo hice de inmediato y me lo coloque en menos de un segundo.

Marian- jajajajajja me gusta cómo te ves, muy sensual. Dijo mientras se retiraba un poco para observarme.

Fernanda-no te rías que vas a hacer que me muera de vergüenza. Tome del mismo cajón una caja de condones para que fuera mucho más fácil y se lo coloque al pene de plástico.

Marian-te puedo tomar una foto.

Fernanda-ni se te ocurra bebe. Me había percatado que a ella le gustaba que nos tomáramos fotos juntas, siempre nos fotografiaba sin importar las circunstancias, y guardábamos las fotos en mi computadora bajo mil contraseñas.

Marian-mejor vamos a empezar me tomo de las manos y me jalo hacia la cama.

Fernanda-te amo mi amor y te juro que este momento lo recordaremos para siempre. Coloque mi cuerpo sobre el de ella.

Bese suavemente sus labios acariciando su cuello y sus mejillas, ella me rodeaba el cuerpo con su brazos como un intento de que nuestros cuerpos no se despegaran ni por un solo segundo, mis labios recorrían el lóbulo de su oreja y su cuello, mientras mis manos no dejaban de acariciar sus pechos que se encontraban durísimos con los pezones erectos casi a punto de reventar. Me hinque sobre la cama y apoyándome sobre mis manos comencé a besar su vientre, su hermoso ombligo, me tome sus pie derecho y lo dirigí a mi boca, bese y chupe cada uno de sus hermoso dedos, los besos fueron bajando a lo largo de su pantorrilla abrí bese dulcemente la parte interior de sus piernas deteniéndome en su ingles de donde pude admirar sus labios mayores y la entrada de su vagina que lucía tan brillante por los líquidos que fluyen de ella lentamente, lo único que se escuchaba en la habitación eran nuestras respiraciones.

Fernanda-te quiero mi bebe, eres el amor de mi vida.

Marian-mi amor te amo Fernanda, pero tengo mucho miedo.se sentó sobre la cama y me abrazo casi a punto de llorar.

Fernanda-escúchame mi cielo si no quieres no tenemos que hacerlo. Que otra cosa podía decir, claro que la deseaba pero primero estaba ella.

Marian-si quiero pero tengo miedo, mis amigas dicen que es doloroso eso me aterra, pero quiero estar contigo, por favor no te eches para atrás, yo estoy dispuesta a soportarlo, te quiero.

Fernanda-vamos a hacerlo juntas, pero tu primero para que estés más segura. Me quite el arnés que para estas alturas estaba empapado de mis propios jugos y se lo coloque a ella.

Marian-no entiendo.

Fernanda-quiero que me hagas a mí, lo que deseas que después haga yo contigo y así veras que es más fácil y no hay nada de lo que debas tener miedo. Me tumbe boca arriba en la cama y espere a que ella comenzara.

Ella solo se me observaba como reconociendo mi cuerpo, acaricio mis piernas con las yemas de los dedos lo que provoco que mi cuerpo diera un pequeño salto de placer, abrió mis piernas y con su mano derecha abrió mis labios vaginales y recorrió toda la grieta hasta dar con la entrada, metió un la punta de su dedo medio y sonrió.

Marian-está húmedo. Sonreía.

Fernanda-esta así por ti, es lo que tú provocas en mí. Yo estaba temblando por lo existente de la situación.

Me dio un beso bastante profundo, que casi podía sentir como su lengua devoraba a la mía, se retiró y busco nuevamente la entrada a mi vagina y coloco la punta del pene ahí, me miro de la manera más dulce que pueda existir y pude sentir como el miembro entraba en mi lentamente hasta el fondo de mi ser.

Fernanda- aghahgahguahguahgu. Solté un enorme quejido, tenía bastante tiempo que no disfrutaba de ese placer, pocas veces permitía que ellas fueran las que me poseyeran a mí.

Marian-te amo Fernanda, ya no puedo vivir sin ti.

Fernanda-mi bebe, te pertenezco en cuerpo y alma, por favor sigue. Quería seguir disfrutando de cada momento.

Ella comenzó lentamente a retirar el pene de mi cuerpo hasta sacarlo por completo y me miro angustiada como preguntando que seguía.

Fernanda-espera mi amor, no pasa nada yo te ayudo.

coloque nuevamente la punta del pene en la entrada y tomándola de la cintura hice que se acercara a mi cuerpo para que el pene entrara en mí, le sonreí y ahora nuevamente empuje sus caderas hacia atrás hasta casi sentir que el miembro salía de mi cuerpo y me detuve, repetí los mismo movimientos tres ocasiones más, hasta que ella lo comenzó a realizarlos por sí sola, me penetraba tan lentamente ,no hacía otra cosa no acariciaba mi cuerpo de hecho sus brazos estaban por encima de mis hombros, me miraba fijamente a los ojos, trasmitiéndome tanta ternura y amor, que tuve el orgasmo más delicioso jamás experimentado mientras la miraba a los ojos, sentí como escurrían cualquier cantidad de líquidos de mi entrepierna que parecía que me acaba de orinar.

Marian-creo que eso significa que estuve bastante bien, o me equivoco?

Fernanda-estuviste genial mi amor, eres la mejor nadie se puede comparar contigo y con lo que me has hecho sentir en este momento.

Marian-de verdad?

Fernanda-te lo juro mi amor, no existe comparación entre tú y ningún hombre o mujer. Para mi ella valía no diez ni veinte, mil veces más que cualquiera, el placer que me brindaba no lo había conseguido con nadie.

Marian-ahora sigo yo, todavía estoy nerviosa, pero creo que es normal. Saco el pene de mi cuerpo y se quitó el arnés para dármelo.

Lo tome entre mis manos y abrí un condón para deslizarlo por el pene de goma, me coloque el arnés y le hice un par de cosquillas en sus costillas. Ella me veía con dulzura y nerviosismo, me coloque encima de ella que todavía permanecía con las piernas unidas.

Fernanda-abre tus piernas amor, solo un poco. Le dije al oído antes de besarla en los labios con toda la ternura que me fue posible en medio de tanta excitación.

Sus nervios hicieron que apenas abriera un poco las piernas, así que me coloque de cuclillas y guiñándole un ojos tome sus rodillas y abrí completamente sus piernas, me coloque entre ellas y puse la punta del pene en la entrada, ella me jalo hacía con fuerza hacia su cuerpo y una de sus manos sujetaba con fuerza mi cuello y la otra acariciaba mi espalda hasta llegar a mi trasero; mis manos acariciaban sus pechos con desesperación, una de ellas subió a hasta su rostro para dar una pequeña caricia a su mejilla y acto seguido realice el primer impulso por entrar en ella pero no lo logre, estuve intentándolo por un par de minutos sin obtener resultados.

Fernanda-relájate bebe por favor, abre un poco más las piernas. Dije esto antes de besarla,tome con fuerza sus rodillas para abrir más su arco y nuevamente embestí con tanta fuerza que el miembro entro por completo en ella, pude sentir como un poco de sangre escurría entre nuestras piernas.

Marian- hayhaaaaaaaaayyyyyyy duele demasiado. Creo que se llevó piel de mi espalda en sus uñas, por lo enormes rasguños que me provoco, que puede sentir como me ardían.

Fernanda-mi amor por favor tranquilízate, trata de relajarte. Trate de besarla pero ella me rechazaba, empujando mi cuerpo hacia atrás para hacerme salir, así que para impedirlo la abrace fuertemente contra mi cuerpo y comencé a embestir lentamente.

Marian-no por favor, Fernanda es demasiado para mí por favor para, te lo suplico. Me estaba destrozando la espalda con sus uñas y continuaba rechazando mis caricias tratando de separarse.

Fernanda-basta Marian compórtate como lo que ya eres una mujer, mi mujer entendida. Casi le grite tomándola con ambas manos del rostro para hacer que me viera.

Seque sus lágrimas mientras continuaba con mis embestidas volví a besarla pero esta vez con toda la pasión que sentía en ese momento para de esta manera tratar de sofocar un poco sus gritos de dolor; mis manos lograron atrapar las suyas que aun peleaban en mi espalda, las coloque sobre los costados y en esa posición continúe el mete y saque del miembro durante largo rato hasta que pude sentir como ella cedía en su combate hacia mí.

Fernanda-tranquila mi amor, todo pasara muy rápido. Continúe con mis embestidas largo rato hasta percatarme como sus gritos de dolor, se convertían en gemidos pequeños y luego en enormes gritos, si bien recuerdo logre que ella tuviera cerca de cuatro orgasmos hasta que suplico que parara; en esa postura la tome nuevamente por el rostro y le di un tierno beso en los labios y mirándola a los ojos hable.

Fernanda-llego la hora. Respire profundo había tomado una decisión y nada me haría cambiarla.

Marian-la hora de que corazón. Me miro intrigada.

Fernanda-de que todos lo sepan, tenemos, mejor dicho, yo tengo que hablar con mis padres y tu madre.

Marian-hablas enserio mi amor, me abrazo nuevamente.

Fernanda-totalmente bebe, espero que por su bien lo acepten porque si no es así estoy dispuesta a todo, soy capaz de robarte.

Marian-jajajajaj ok es un trato.

Fernanda-te quieres casar conmigo mi amor?. Estaba completamente segura de que era el amor de mi vida y no deseaba esperar más para estar a su lado cada minuto del día.

Marian-que dices???.Su cara de sorpresa no podía ser más preciosa.

Fernanda-por favor mi bebe dime qué quieres casarte conmigo?. La mire fijamente a los ojos para que supiera que era verdad.

Marian-si Fernanda, quiero casarme contigo?. Su voz me dijo que estaba A punto de llorar.

Corrí rápidamente a la sala para tomar mi bolso y entre nuevamente a la recamara, saque de ella una pequeña caja que contenía un anillo con un hermoso diamante; recordé que un mes antes mientras esperaba en el centro comercial a que ella saliera del cine con sus amigas para irnos a cenar, me llamo la atención ver ese anillo en la joyería que estaba delante de mi así que sin dudarlo entre y lo compre de inmediato solo pensando en el día en que ella lo llevara puesto en su mano, no importa el tiempo que tuviera que esperar para que eso sucediera; pero ahora todo se había adelantado.

Marian-no me digas que ya lo tenías planeado.

Fernanda-para serte sincera no, pero estoy segura de lo que quiero y tú?.Tome su mano y coloque en la punta de su dedo el anillo.

Marian-completamente segura de esta decisión. Cuando la escuche decir esto termine de colocar el anillo en su mano.

Fernanda-entonces nos casaremos y estaremos juntas para siempre. La emoción no cabía en mí, quería salir corriendo y gritarle al mundo entero mi felicidad.

Marian-nos vamos a casar, nos vamos a casar. Ella saltaba en la cama, no había duda de que en muchas cosas seguía siendo una niña y me encantaba.

Fernanda-ya eres completamente mía, me perteneces bebe. Le di un enorme abrazo y no la solté ni un momento, quería que el aroma y el calor de su piel se fundieran con el mío.

Marian-siempre lo he sido, solo faltaba demostrártelo. Me sonrió

Estuvimos largo rato conversando sobre nuestros planes y lo maravillosa que sería nuestra vida a partir de ese momento, el tiempo se fue volando.

Fernanda-mi amor me encanta tus caricias y estar así entre tus brazos. Estaba a punto de que el cansancio me hiciera sumergirme nuevamente en un profundo sueño.

Marian- a mí también me encanta, solo que no te duermas, me tienes que llevar a mí casa.

Fernanda-quédate conmigo esta noche. Siempre era la parte más difícil después de estar juntas tener que despedirnos.

Marián- perdona corazón tu sabes que eso no puedo hacerlo por lo menos todavía no, cuando todos lo sepan podremos hacer eso y más.

Fernanda-respire profundo aceptando sus motivos-está bien corazón pero ahora tendrás que darme algo a cambio. Volví a colocar un condón en el arnés.

Marian-que haces, te dije que por hoy es suficiente, ya no puedo más.

Fernanda-ya que decidiste entregarme tu virginidad, tendrás que hacerlo por completo. Apreté con fuerza sus bellas y duras pompas.

Marian-no estás loca, eso no acaso planeas matarme de dolor.

Fernanda-voy a matarte de placer mi amor. Tome uno de los cojines que estaban en la cómoda y sin dejar que hablara la tumbe encima de él, obteniendo una vista panorámica de su hermoso trasero, ella estaba dispuesta a ceder pero no sin recibir nada a cambio.

Marian-y tú que me darás a cambio mi amor, porque esto sería como recibir dos regalos en uno. Ella había descubierto el poder que ejercía el sexo en mí.

Fernanda-dejare que hagas lo mismo conmigo, te parece buen trato?. Yo nunca había dejado que nadie me penetrara por ahí y ella lo sabía, retire la sabana manchada de sangre y la arroje al piso.

Marian-una virginidad por otra, trato hecho.se tumbo sobre el cojín y paro lo más que pudo su colita.

Nos dimos un enorme beso entre risa y mordiscos y comencé a besar su cuello y recorriendo con mis labios y lengua cada espacio de su espalda, bese suavemente sus pompas y abrí sus hermosas nalgas para poder ver su agujerito, lo bese llenándolo de saliva y con mi lengua penetre en él, Marian se encontraba muerta de risa por la situación, pero cuando sintió mi lengua empezó a dar pequeños gemidos de placer.

Fernanda-estás lista corazón. Metí lentamente la cabeza del pene y me detuve para ver su reacción.

Marian- tengo miedo, pero por favor se más suave, recuerda lo que dijiste haz conmigo lo que desees recibir de mí.

Comencé a introducir lentamente el pene hasta llegar a la base, para mi sorpresa Marian no dio un solo grito de dolor, aunque sus gestos indicaban que lo sentía, desde esa posición logre poner mi cuerpo sobre el de ella y volvía a besarla pero esta vez con toda la pasión que sentía en ese momento, mientras daba pequeños besos en su cuello, una de mis manos se ocupaba de explorar su entrepierna con más ansiedad que nunca y la otra acariciaba sus senos apretando fuertemente sus pezones, quería que traspasara la línea entre el dolor y el placer, permanecimos con los mismo movimientos cerca de quince minutos pero….…….paso lo peor que pudo a ver ocurrido la puerta de mi recamara se abrió, volteamos solo para ver parados a mis padres y a Carla, que nos encontraran en esa situación fue terrible, sobre el suelo la sabana con sangre que indicaba lo que acababa de ocurrir…………..