Con los años 6
ok aquí les dejo esta parte y espero sus comentarios.
CON LOS AÑOS .6 PARTE
(QUIERO SENTIR TU PIEL)
bailamos un poquito en la oscuridad
te voy tocando poco cada vez un poco más, perdemos la vergüenza y te empiezo a desnudar, sonríes un poquito y me vuelves a besar, tu boca con la mía no se puede equivocar, te digo que te quiero y tú no dices nada más, tratas de disimular que nos queda algún control, quieres darle marcha a tras pero yo te digo no
, suéltame las riendas, quítame la respiración, ponme la vida al revés, has una locura por dios, que a lo loco todo es mejor y no pares nunca no no vaya forma de jugar, tentación a media luz y que suerte más brutal,
cuando ahora pides tú suéltame las riendas quítame la respiración, ponme la vida al revés, has una locura por dios, que a lo loco todo es mejor.
Tema: suéltame
Interprete: Enrique Iglesias.
Era lunes así que tenía que la vería por la tarde, ya que los fines de semana ella los pasaba en compañía de sus padres o amigas del colegio o incluso el propio francisco, mientras yo aprovechaba para adelantar o sacar adelante lo relacionado con mi maestría. Así que nos veríamos en mi departamento a eso de las cuatro de la tarde, ella ya tenía llaves.
Salía rumbo a un restaurant cercano para comer algo rápido mientras se llegaba el momento de verla, cuando me disponía a subir a mi auto, sentí una manos apoderarse de mi cintura; me gire rápidamente para ver de quien se trataba.
Fernanda-Renata me asustaste. Ella traía puesto una minifalda que solo alcanzaba a cubrirle sus hermosas nalgas y una blusa tan escotada que sus hermosos senos apenas se sostenían dentro de la blusa, inmediatamente recordé nuestro último encuentro.
Renata-solo quise venir a recordarte tu palabra, recuerda que prometiste volver a buscarme para repetir nuestro encuentro.se me acercaba a tal grado que podía sentir sus pechos sofocando los míos.
Fernanda-disculpa por no haberme comunicado antes contigo, pero lamento decirte que no podre estar nuevamente contigo. Me separe de su lado, de inmediato tratando de poner distancia entre nosotras.
Marian-pero porque si nos entendemos excelente en la cama acaso no recuerdas lo bien que nos la pasábamos antes.
Fernanda-como tú lo acabas de decir la pasábamos tiempo pasado, ahora no puedo estar con nadie. Cuando menciono nuestros encuentros una descarga recorrió mi entrepierna, haciéndome que me mojara casi de inmediato.
Renata-como que no podemos, a que se debe todo esto mi amor. Me jalo hacia el auto abrazándome por el cuello para besarme con esa pasión embriagadora que ella producía en mí.
Sin saber por qué respondí al beso, pero segundos después vino a mi mente la imagen de mi bebe, que demonios estaba haciendo ella no se merecía esto; de inmediato la empuje limpiándome los labios.
Fernanda-tengo novia y la quiero, me entiendes. Estaba temblando de deseo no lo podía negar.
Renata-y cuál es el problema si no le vamos a decir nada. Esta vez me tomo por el cuello besándome salvajemente.
Mi mente y razón se nublaron por completo, y me deje llevar por el deseo contenido todo este tiempo, ahora era yo quien la besaba desesperadamente tocando todo su cuerpo.
Renata- vamos a un hotel. Me dijo mientras apretaba mis senos por encima de mi vestido.
Fernanda-no no vamos a ningún lado. Dios no dejaba de pensar en Marian pero el deseo me venció.
Renata-entiendo, esto será excitante créeme. Abrió la puerta trasera de mi coche.
Entre en el asiento trasero acostándome boca arriba y ella sin decir palabras, jaló mis pantis y abriéndome las piernas de golpe, solté un tremendo gemido cuando sentí su lengua en mi sexo, su lengua hacia maravilla con mi clítoris, paso así cerca de un minuto hasta que alzo mi vestido hasta mis hombros y sin quitarme el brassier comenzó a succionarme los pechos alternando el placer entre uno y otro, introduciendo violentamente dos dedos en mi vagina, la manera en que chupaba mis senos combinada con el ritmo de sus embestidas, hacían que el placer aumentara cada instante mi cuerpo solo recibía placer porque yo permanecía estática solo atinaba a apretar mis manos contra el sillón con los ojos cerrados, solo paso un par de minutos hasta que tuve un intenso orgasmo que sacudió cada palmo de piel.
Ella trato de besarme, pero se lo impedí, haciéndola a un lado me levante del sillón y me baje el vestido de inmediato, viendo a todos lados para ver si alguien nos había observado, gracias a dios no era así.
Renata-lo ves mi amor, nos entendemos de maravilla y no tenemos por qué privarnos de esto. Me tomo por la cintura, podía sentir sus pechos sobre mi espalda.
Fernanda-ni una sola vez, esto no se volverá a repetir. Tenía ganas de llorar del coraje, le había fallado a mi Marian, acababa de traicionar nuestro amor.
Renata- tú sabes en donde encontrarme, por hoy lo dejaremos así pero me debes el mismo placer que acabo de brindarte. Me dio un beso en la mejilla y se marchó.
Fernanda-maldición que acabo de hacer, como se lo voy a decir. Subí al coche y tome rumbo hacia mi departamento durante el camino no dejaba de maldecir mi torpeza, si ella se enteraba no me lo perdonaría me dejaría y eso nunca, preferí callar por temor a perderla.
Cuando entre en el departamento ella se encontraba en la cocina preparando algo de comer lucia tan hermosa y sensual en su uniforme, que me dedique a observarla en silencio.
Fernanda-te quiero mucho bebe-abrazándola por detrás.
Marian-no tanto como yo.
Fernanda-te ayudo mi amor. Yo la amaba y no iba a permitir que por una estupidez esto se acabara.
Marian-coloca los platos para comer de una vez.
Fernanda-tome los platos y los comencé a colocar sobre la mesa-hace mucho que llegaste bebe.
Marian-alrededor de minutos, no tuve la última clase así que hable a casa y dije que vendría para acá.
Fernanda-pues me alegra si pasamos más tiempo juntas. De mi boca nunca saldrá lo que ha pasado hoy.
Marian-claro esa fue mi intención, además hoy vendrá francisco por mi así que lo más seguro es que llegue más tarde de lo habitual. Sirviendo la comida y sentándose a un costado mío.
Fernanda-ya deberías darle el sí, a ver si te libras un segundo de él. Había tratado un poco más al tipo pero seguía cayéndome como patada de mula.
Marian- lo he estado pensando pero no sé si a él le gustaría compartirme, ya que tú lo quieres hacer. Me miro riéndose.
Fernanda-jajajajaj muy graciosa ya donde irán esta vez. En tono molesto.
Marian-al cine, creo que veremos la misma película que vimos tú y yo el viernes pasado. Me acaricio la mejilla en señal de amor.
Fernanda- entonces espero que te aburras mucho.
Marian-cambiemos de tema ¿ya sabes que mañana te haces más viejita que yo?
Fernanda-si ni me recuerdas, desearía no cumplir años solo por eso. Había procurado no festejarlo pero lo más seguro es que mis padres estuvieran preparando algo.
Marian-entonces no estaríamos juntas por qué es lo que me gusta de ti, el que seas toda una mujer ¿vas a festejarlo?.
Fernanda-lo más seguro es que mis padres tengan preparada una recepción sorpresa que yo debería ignorar pero ya sabes que a clau todo se sale. Cada año había sido igual, mis padres esmerándose en que no me percatara y yo teniendo que fingir sorpresa.
Marian- entonces ya sabes, que nos veremos en tu casa en la noche y por lo tanto no tendremos clases privadas tú y yo?
Fernanda-eso es lo que más me pesa quería festejar contigo, pero lo más seguro es que entre tantos invitados no podamos escaparnos.
Marian-ya habrá tiempo mi amor.
Se acercó a mí y me besos dulcemente en los labio, en un intento mío por tomarla por la cintura para responderle el beso, le vacié encima el refresco, haciendo que ella diera un brinco.
Fernanda-perdóname bebe, fue un descuido. Tuve que tragar saliva cuando me percate que el frio provoco que sus pezones se endurecieran.
Marian-tomo una servilleta y al ver donde se dirigía mi mirada, se cubrió-está demasiado frio, préstame algo para cambiarme.
Fernanda-ha si claro. Logre apartar la vista-déjame y te busco algo en el closet. Me gire para caminar hacia la habitación.
Marian-espera, mejor yo misma lo busco, y aprovecho de una vez para cambiarme, si quieres levanta la mesa. Dejo a un lado la servilleta, camino hacia la habitación y cerró la puerta.
Oí como abría varios cajones del closet posiblemente no encontraba algo de su gusto; yo continuaba parada en el mismo sitio que ella me dejo, no podía dejar de pensar en lo que había visto, recordé su olor, el sabor de sus labios y saber que en esos momentos estaba desvistiéndose en mi cama me estaba enloqueciendo, no hice caso a la cordura y comencé a caminar hacia mi recamara, abrí la puerta y lo primero que vi fueron sus calcetas y zapatos tirados en el piso completamente mojados por el líquido.
Alce la mirada y ahí estaba mi princesa con la blusa abierta a la mitad buscando en cada uno de los cajones algo para vestirse, por fin tomo una blusa blanca, yo seguía parada en la entrada, cerré lentamente la puerta sin apartar la vista, ella seguía de espaldas a mi camine hasta quedar a su espalda en completo silencio.
Fernanda-hola, mi amor. Me acerque tanto a ella que mis pechos quedaron pegados a su espalda.
Marian- hola, no te escuche entrar. Sentí como su cuerpo reaccionaba ante el pequeño contacto.
Fernanda-encontraste algo que te quede. Le acaricie el antebrazo haciendo que se girara para quedar frete a mí, le acaricie suavemente la mejilla y la bese con toda la ternura que me fue posible en ese instante, sentí como su respiración aumentaba de ritmo.
Marian- sí, estaba a punto de cambiarme. Sentí como su cuerpo temblaba ante nuestra cercanía.
Fernanda-ven te ayudo.
la tome suavemente de la mano para hacerla que se sentara sobre la cama y me senté a su lado, le quite la blusa que había escogido y la coloque a un lado de nosotras, la mire fijamente a los ojos esperando alguna reacción de su parte; ella permanecía en silencio con la mirada fija en mí, en silencio comencé a desabrochar los últimos tres botones de su blusa y la deslice por sus hombros hasta quitársela por completo, su respiración se hizo mucho más profunda e intensa, por mi parte creo que deje de respirar al contemplar sus hermosos y perfectos senos envueltos en un hermoso brassier de encaje color vino, tiré su blusa al piso; note como su pecho se elevaba con más intensidad en cada respiración no podía apartar mi vista de él, en completo silencio tome entre mis manos la blusa que ella había escogido e hice el intento por ponérsela.
Marian- después. Tomando mis manos entre las suyas y arrojando la blusa al suelo me miro con ese par de ojos que me dominaban a su voluntad para después besarme suavemente apenas rosando sus labios con los míos. La tome por el cuello y la bese con mucha más fuerza mi lengua entro en su boca para comenzar una pelea intensa con la suya, ella puso sus manos alrededor de mi cuello al principio en una bella caricia pero después hundía sus manos sobre mi cabello para evitar que el beso terminara; nuestro momento había llegado, aprovechando el peso de mi cuerpo nos hice caer en la cama para quedar encima de ella.
Fernanda-quieres hacerlo, estás segura. Fue lo único que salió mi boca, a pesar de todo lo que la deseaba no quería ir en contra de su voluntad.
Marian-muy segura, acaso tú no quieres?. Mirándome a los ojos sin dejar de acariciarme el rostro ni un momento.
Fernanda- tú eres lo que más he deseado en toda mi vida. La bese intensamente y esta vez mis manos no se controlaron ni un segundo más, una acariciaba intensamente sus pechos por encima de su brassier, con la otra acariciaba sin ningún pudor sus hermosas piernas y subía lentamente hacia lo más preciado de mi vida al rosar con las yemas sus ropa interior sentí un enorme escalofrió por toda mi columna vertebral.
Fernanda-esto nos estorba. Me puse de rodillas y desabotone su falda con ambas manos la deslice por sus piernas hasta que quedo completamente en ropa interior, es el mejor espectáculo que han visto mis ojos, traía un hermoso conjunto color vino que me dejo sin palabras.
Me tire nuevamente sobre su cuerpo para besarla desesperadamente mis manos acariciaban su espalda hasta que le quite su brassier y comencé a masajear sus pechos, besé su cuello y con mi lengua recorrí el espacio hacia sus pecho y los comencé a besar, recorría con mi lengua sus erectos pezones para después apodérame de su seno derecho y empezar a succionarlo con desesperación, podía sentir su respiración descontrolado que dejaba salir suspiros y gemidos, logre desprenderme de su pecho y comencé a bajar cubriendo con pequeños besos sobre su vientre hasta llegar al ombligo entreteniéndome en él un rato, sus gemidos me indicaban desesperadamente que deseaba más placer me deshice de inmediato de su panti y pude ver su hermoso monte de Venus hermosamente depilado con un pequeñísimo triangulo de bello ,acaricie sus hermosas piernas y dirigí mi cabeza al centro de su ser, aspire el aroma más embriagador de mi vida, alce la mirada para ver una vez más sus hermosos ojos, me sonrió con la yema de mis dedos separe sus labios mayores y hundí mi lengua en su grieta recorriendo de arriba abajo cada rincón de su vagina, hasta detenerme en su clítoris que ya estaba completamente erecto y endurecido y comencé a dar enorme chupetazos, sentí como sujetaba mi cabeza para que no me despegara de ella mis dedos recorrían sus labios y paseaban alrededor de su entrada no quise que hubieran reclamos así que no hubo penetración, me dedique a darle placer a través de mi boca y lengua hasta que sentí como todo su cuerpo comenzaba a temblar bajo mi cabeza, succione por última vez su clítoris y la oí gritar en un enorme quejido, recogí con mi lengua los jugos que emanaban de ella y subí hasta sus labios para besarla intensamente, ambas estábamos completamente agitadas.
Fernanda-ya eres mía para toda la vida, solo mía eran las únicas palabras que salían de mi boca.
Marian-para siempre mi amor, te quiero.
Fernanda-te amo mi amor, eres y serás mi vida ya no puedo ni quiero vivir sin ti. La bese nuevamente y comencé a acariciar nuevamente su cuerpo.
Marian-espera. Hizo a un lado mi mano y se arrodillo sobre la cama.
Fernanda-que pasa mi amor. Tuve miedo de que no lo haya disfrutado.
Marian-yo también quiero sentir tu piel.
Me comencé a reír mi alma descanso, por primera vez observe la situación para percatarme que yo aún estaba completamente vestida ni las zapatillas me habían quitado.
Marian-no te rías, que todavía no empiezo y por lo tanto no se aceptan críticas.
Fernanda-jajajajaj no seas tontita mi amor, si me muero por sentir tus labios.
Marian- jajajajaj pues entonces empecemos. Estiro la mano para ayudarme a sentar en la cama, la obedecí y me recibió con un dulce beso- supongo que debo empezar por quitarte esto-se acercó a mis pies y me quito el par de zapatillas.
Fernanda-te amo mi pequeña princesa-me arrodille para quedar frente a ella e hice el gesto de bajar el cierre de mi vestido que por cierto era color negro, pero su mano me lo impidió.
Marian-recuerda que es mi turno-me bajo el cierre para sacar mi vestido hacia arriba y se quedó mirándome casi por un minuto.
Fernanda-ahora la que está temblando soy yo. Estaba completamente sonrojada.
Marian-tu cuerpo es muy hermoso, tal y como me lo imaginaba. Acto seguido comenzó a besarme tiernamente, mi respiración se cortaba por la enorme excitación a pesar de que aún no sentía sus caricias sobre mí, me mordía dulcemente el lóbulo de la oreja y sus manos buscaban las mías, poco a poco fue besando mi cuello hasta llegar a los hombros y se apartó de mi nuevamente mirando mis senos, rosando con apenas las yemas de su dedos mi pecho izquierdo por encima de mi brassier. El contacto de sus manos me hacía cerrar los ojos de placer. Ahora sus manos tocaban cada una mi par de senos, hasta que sentí como su mano desabrocho mi brassier para quedar con los senos al aire.
Marian-son muy bonitas, las puedo tocar?. Preguntó con la mirada puesta en ellos.
Fernanda-solo si tú quieres. Me causaba una inmensa ternura la forma en que ella estaba haciendo las cosas, era mi niña explorando un mundo nuevo.
Sus manos las coloco sobre mi cintura y acaricio mi vientre, haciendo mi respiración más rápida, su mano derecha subió hasta mi seno y acaricio mi pecho desnudo, pasaba su dedo pulgar sobre mi erecto y enrojecido pezón que sentía estaba a punto de reventarme, rio por un momento y la punta de su lengua toco la punta de mi pezón, creí que iba a tener un orgasmo en ese momento, mi cuerpo templo de pies a cabeza, acto seguido su boca se apodero completamente de mi pecho, succionando de una manera única mezcla de ansiedad y ternura; sentía sus dientes morder, su lengua acariciar, lo caliente de su aliento o de mi piel ya no sabía.
Fernanda-dios mío mi bebe no te detengas por piedad. Grite sujetando su cabeza para hacer más profundo el contacto. Su cuerpo empujo al mío para hacernos caer en la cama, sus manos acariciaban mis nalgas con desesperación, después acariciaban mis piernas, se alejó un segundo.
Marian-te quiero Fernanda. Tiro de mis pantis y quede completamente desnuda su cara de completa inocencia al verme completamente desnuda se quedara en mi mente por siempre, me dio un par de besos en las rodillas y dejo todo un caminito de los ellos sobre el interior de mis piernas deteniéndose antes de llegar a mi ingle, su mano derecha comenzó a tocar mi entrepierna perfectamente depilada pasaba los dedos tan dulcemente sobre los labios mayores después fue directamente a la entrada de mi vagina y después de sonreírme hundió de un solo golpe dos de sus dedos haciendo pegar un enorme grito de placer.
Fernanda-aghaaagghahah madre mía, continua mi amor. Ella movía sus dedos dentro de mí como si estuviera buscando algo por cada rincón de mmii vagina.
Marián-esta húmedo y resbaloso.
Retiro ambos dedos de mi interior, su mano estaba realmente bañada en mis fluidos, mí excitación se desbordo de mii cuerpo cuando observe como ella se chupaba los dedos que estaban unos segundos antes dándome placer.
Marián-sabe a ti, eres tu corazón. De inmediato hundió su lengua entre mis piernas, haciéndome dar un gemido enorme, su lengua jugaba entre mis labios a buscar algo y fue el gritito que pegue al sentirla sobre mi clítoris lo que le indicaron que había encontrado algo importante, comenzó a chuparlo de una manera estupenda que hubiera jurado que no era su primera vez, sentir su aliento sobre mis labios me enloquecía su lengua inesperadamente se metió en mi vagina como un pequeño pene dando giros, entrando y saliendo que en menos de un minuto sentí que el orgasmo se acercaba.
Fernanda-amor por favor continua no pares, mi cuerpo se contrajo, mi espalda se arqueo por completo y tuve el orgasmo más intenso y delicioso que había experimentado, mis jugos salían a mares, ella alzo su mirada y con su legua empezó a tomar cada gota de ellos, se retiró de ahí y subió a regalarme un beso con sabor a mí, en esa posición su nuestras vaginas se besaron haciendo pegar un último gemido.
Las dos temblorosas, abrazadas y completamente sudadas nos besamos con dulzura.
Fernanda-te amo mi amor-era la primera vez que se lo decía y me salía desde el corazón.
Marian-yo también te amo Fernanda.
Fernanda-ya nos pertenecemos mi amor, en mi vida no habrá ninguna otra aparte de ti te lo juro, tú ya eres y serás solo mía no lo olvides. Sonaba posesivo pero ahora que había estado con ella así lo sentía.
Marian- jamás mi amor solo tú y yo.
Las dos estábamos completamente exhaustas, tal vez por el trabajo, maldición lo que había pasado con Renata y este mi momento más feliz, mire a Marian quien ya estaba casi dormida y me acomodo entre sus brazos.
Fernanda-cásate conmigo mi amor. Estaba a punto de quedarme dormida, pero necesitaba decírselo.
No era la emoción del momento; nuestra entrega sobre había servido para confirmar que yo estaba completamente enamorada de ella, no podía amar a ninguna otra de esta manera, antes de cerrar por completo los ojos, escuché su respuesta.
Marián-si mi amor, nos casamos cuando tú quieras.
Tres horas más tarde desperté en los brazos de mi amor, hicimos el amor dos veces más hasta que llego el tonto de Francisco, nos despedimos con el trato formal que siempre manteníamos delante de la gente, y no tocamos el tema de mi petición de matrimonio.
Llego el momento de la fiesta y yo estaba más que feliz sentía que podría volar si así lo decidía coloque un vestido rojo que me hacía lucir perfectamente el contorno de mi figura, el pelo arreglado en una hermosa coleta que la chica del salón se encargó de realizar, maquillaje perfecto; baje con la mejor de mis sonrisa a recibir a los invitados algunos venían de la empresa, compañeras de la universidad, mis cuñadas y cuñado, lo único que me preocupaba era que algunas de las chicas que se encontraban en el lugar habían sido " más que amigas" en mi vida; pero de todas había una que resaltaba Renata, me angustiaba que pudiera hablar con Marian.
Mire el reloj y ya eran más de las 8 de la noche y Carla había prometido asistir o por lo menos aceptar que ella viniera acaso habrá cambiado de opinión, no dejaba de ver el reloj y recorrer con la vista el salón para ver si las veía entra, mis padres ya se habían acercado en más de una ocasión para preguntar a que se debía mi actitud, estaba a punto de marcar a su celular cuando mi hermanita me hablo al oído.
Claudia-acaba de llegar tu novia hermanita? Solo procura que no se dé cuenta de cómo te mira esa otra chica.
Fernanda-a quien te refieres. Sabía que era Renata pero esta noche no la iba a arruinar nada.
Claudia-esa chica que esta con tus amigas de la universidad no hace otra cosa que verte y puede acarrearte problemas con la novia, así que cuidado.
Fernanda-gracias, pero será suficiente con ignorarla. Sería difícil porque podía sentir su mirada sobre mí.
De inmediato mis padres y hermanos se acercaron a mí para saludar a nuestras invitadas recién llegadas, que además de ser su amiga era una socia más que importante del negocio familiar, la situación me afectaba, el día que hablara con mis padres y Carla de nuestra relación tendría que demostrar mi compromiso hacia la relación.
Yo no ponía atención a toda la algarabía de mi familia esta hipnotizada observando cómo Marian se acercaba hasta donde yo me encontraba, se veía bellísima con su hermoso vestido en color vino con un escote en forma de v que mostraba discretamente un par de senos bellísimos, tan ajustado a su hermoso cuerpo que mostraba una figura perfecta, unas hermosas pompas y unas largas piernas el espectáculo era perfecto, rematado con unas zapatillas en el mismo tono, era mi ángel solo mí.
Marcos-hermana estás segura que esa niña no nos ha mentido en su edad, ella es simplemente perfecta, se nota que te gusta pero mantente alejada de ella, sí no quieres que papa de obligue a hacerlo.
Fernanda-perfecta de cuerpo y alma. Si estaba enamorada de ella, de toda ella; no me importaba que se dieran cuanta, solo me importaba ella.
Claudia-hay Fernanda cierra la boca pareces idiota, que no se note que hay algo entre ustedes. Me lo dijo tan divertida que me imagino mi cara de fascinación.
Carla-buenas noches Fernanda, te felicito sinceramente por tu cumpleaños, deseándote lo mejor en la vida, Ernesto, Lorena buenas noches es un placer verlos como siempre. Me dio un abrazo sincero al menos así lo sentí.
Fernanda-gracias Carla viniendo de ti significa mucho. Ya no podía aguantar las ganas de recibir el abrazo de la persona que más me interesaba.
Marian-buenas noches a todos que gusto verlos. Pasó de largo y dio un beso a cada uno de los miembros de la familia.
Lorena-es un gusto recibirte en casa como siempre.
Ernesto-Marian quiero que te sientas bienvenida en esta casa no solo hoy sino siempre, de acuerdo.
Ella solo sonrió ante el comentario de mi padre y se giró para verme a los ojos, haciendo temblar mi mundo, se acercó a mí y me dijo dulcemente al oído.
Marian-no me mires así que me pongo nerviosa, te ves estupenda mi amor.
Fernanda-no tanto como tú, no me pidas que deje de verte porque es imposible, tú eres mi regalo perfecto.
Marian-felicidades mi amor, te quiero mucho. Me dio un par de besos en la mejilla que me permitieron saborear el perfume de su cuerpo, había intentado descifrar ese maravilloso olor y solo se me venía una idea a la mente; ella olía a flores.
Disfrutamos un rato la velada, hubo un pequeños brindis y cena en mi nombre, para después dar paso a un baile que mi hermana y su noviecito se encargaron de inaugurar, yo no perdía de vista a Marian que se encontraba hablando entretenida con su madre, cuando nuestras miradas se cruzaban, ambas sonreíamos enamoradas; ella bailaba con mi hermana o su novio, yo baile con algunos de los asistentes. La noche concluyo de manera satisfactoria en realidad había disfrutado plenamente la velada ya solo quedábamos nosotras, mi familia, "amigas" de la universidad y sus madre, solo la presente con Ana y Sara como mi novia quedaron encantadas con ella, estaban atónitas que yo la hubiera presentado como mi novia, jamás lo habrían imaginado y terminaron de sorprenderse cuando supieron la edad de ella.
Ana-en verdad que eres una chiquilla, Marian ahora danos la receta de cómo conseguiste lo imposible, que está loca te tomara enserio.
Marian-pues te diré que hasta hoy no termino de creérmelo, yo todavía estoy soñando.
Sara-jajajajaj esperemos que sea verdad porque así nos quitas una gran competencia del camino.
Marian-tanto así. Enarco su ceja para mirarme intrigada.
Fernanda-no les creas todo lo que sale de sus labios, en realidad no soy ni la mitad de lo que dicen.
Ana-hay por dios Fernanda, no te muerdas la lengua, jajajajajja.
Marian-entonces haber explíquenme todas ustedes han estado con ella?
Sara-bueno no creas que todas al mismo tiempo, se diría que nos turnamos. Sonriendo.
Marian-vaya no me lo creo, bueno si me lo creo ya que todas son bellísimas a simple vista, pero muy diferentes entre sí.
Ana- es que tú no sabes, Fernanda eso era como te lo digo bastante abierta a nuevas relaciones, en pocas palabras era muy mujeriega,
Sara- por eso no tenemos nada en común nosotras, Fernanda le tiraba a todas, bastaba con que supiéramos hablar.
Marian- jajajajaj vaya eso sí que no me lo esperaba, digo yo no soy celosa pero jamás pensé que ustedes fueran tan abiertas a hablar de estos temas.
Fernanda-ya basta quieren, dejen de hablar de mí como si no estuviera aquí. Estaba terriblemente sonrojada por la situación tan vergonzosa.
Marian-hay amor tranquila, no ves que estamos pasándola muy bien, así sirve que conozco todos tus secretos, dándome un beso en los labios aprovechando que nadie nos miraba.
Sara-ya basta Marian no hagas eso delante nuestro o las que vamos a terminar celosas somos nosotras.
Marian-en verdad?.
Ana-para nada no te preocupes, entre nosotras nunca existió nada especial aparte de ya sabes qué.
Marian-si claro entiendo, pero ni modos todos tenemos que cambiar en algún momento, no les parece.
Estábamos o mejor dicho estaban en la gran platica, que cuando me percate la única que quedaba cerca de nosotras era Renata, la cual no dejaba de mirarme de pies a cabeza, así que decidí ir hacia ella para hablar seriamente de esta situación tan incómoda, Ana fue la única que se percató de la situación y haciéndome a un lado.
Ana-te recomiendo que hables con ella, Renata es una chica que puede darte problemas serios si no sabes manejarla.
Fernanda-tienes razón, necesito hablar con ella para que desaparezca de mi vida de una vez.
Ana-si estuviera en tu lugar haría lo mismo, mira como le dije a tu novia entre nosotras no hay problema siempre fuimos claras en nuestras relaciones y sinceramente te lo digo esa niña vale la pena es inteligente, de buena posición y sumamente atractiva, no pierdas lo más por lo menos.
Fernanda-por favor quédate con Marian, para que hable con ella a solas.
Me dirigí hacia una de las puertas de jardín para poner suficiente distancia y que Marian no se percatara de la conversación, Renata se dirigió hasta donde yo me encontraba para salirme con una sarta de tonterías.
Renata-hola mi amor, te parece si nos vemos cuando termine la fiesta en tu departamento, para entregarte mi regalo.
Fernanda-por supuesto que no, ya te dije que todo se acabó. Yo mantenía la mirada en Marian para evitar que ella se diera cuenta.
Renata- ya te dije que no hay problema, yo no soy celosa.
Fernanda-para mí el único problema eres tú y tu necedad de no comprender que no quiero nada contigo.
Renata-pues ayer tu cuerpo me dijo lo contrario, a quien debo hacerle caso.
Fernanda-mira Renata, te suplico de la manera más cordial posible, olvides lo que paso ayer y no se te ocurra mencionarlo nunca, de acuerdo.
Renata-ella es tu novia verdad? Se ve que es mucho menor que tú qué edad tiene?. Dirigió la mirada a Marian y pasó su lengua alrededor de los labios; Renata era esa clase de personas que no conocía límites de género, edad, ética, respeto o lazos de sangre, de igual manera se acostaba con una mujer que con un hombre, con ambos al mismo tiempo, todo por disfrutar de buen sexo como decía.
Fernanda-si lo es y ni se te ocurra acercarte a ella. Me molestaba la actitud que ella estaba teniendo, así que la tome del brazo y salimos por una de las puertas que daban al jardín, hasta un lugar apartado cerca de un árbol.
Renata-vaya sinceramente te comprendo, esta buenísima, te imaginas las tres la podemos pasarla bastante bien en la cama.
Fernanda- cállate estúpida no digas tonterías, ni se te ocurra acercarte a ella para enredarla en tus porquerías, me escuchaste. Estaba completamente furiosa con su comentario.
Renata-porquerías, si no sería la primera vez que lo haríamos, así que no te hagas la mojigata, o al menos que, no me digas que todavía no te acuestas con ella, podríamos estrenar te parece?.
Fernanda-que te calles te digo, no hables así, ella no es como tú. La tome por el cuello y la recargue sobre el árbol.
Renata-suéltame mi amor-se logró zafar de mi mano y me jalo hacia ella-claro que si no quieres que seamos tres, acepto que solo seamos tu y yo, mi amor.
Fernanda-estas demente si crees que ahora que se lo que es hacer el amor, voy a conformarme con sexo. La hice a un lado, estaba fastidiada con ella.
Renata-entonces ya te acostaste con ella y cuando la piensas botar? Ya conseguiste lo que querías.
Fernanda-nunca, mira Renata no quiero problemas así que voy a decirte algo que espero entiendas, quiero a Marian enserio y no voy a permitir que tú lo eches todo a perder, dime qué quieres para salir de mi vida sin abrir la boca.
Renata-una última noche contigo solo eso y después si te veo ni me acuerdo.
Fernanda-ya te dije que no, no voy a fallarle a Marian ni a mi amor por ella. Estaba dispuesta a acceder a todo hasta chantaje económico.
Renata-o es una noche contigo, o una con ella; en verdad admito que tienes un gusto exquisito en mujeres, ella me gustó tanto o más que tú, así que tú decides.
Fernanda-ya te dije que no te acerques a ella. Quería apretarle el cuello ahí mismo, la sola idea de imaginar a mi amor entre sus brazos me ponía furiosa.
Renata-pues tú sabes que eliges, presentarme como una amiga o como la mujer con la que te acotaste ayer, pero rápido que no tienes tiempo. Miro hacia un lado.
Me percate que Marian venia caminando hacia nosotras, con su hermosa sonrisa de siempre.
Marian-Fernanda, que haces aquí afuera acaso no tienes frio? Hola. Dirigiéndose a Renata.
Fernanda-mucho frio mi amor, mira te presento a Renata, una amiga.
Marian-hola mucho gusto, Marian, espero que también seas amiga mía.
Renata-el gusto es mío, pero Fernanda se equivocó no soy una amiga, soy su mejor amiga así que también voy hacerlo de ti, así que déjame felicitarte por ser su novia. Le dio la mano y un par de besos en las mejillas.
Marian-gracias, amor ya se fueron Ana y Sara te mandan otro abrazo, así que solo quedamos nosotras y las familias ha y por su puesto tu Renata.
Renata-a mí no me cuentes, porque yo me desaparezco en este momento, para que ustedes hablen a gusto. Me dio un abrazo que me costó responder.
Marian-fue un gusto conocerte Renata espero verte luego.
Renata-claro que sí, una vez más te felicito Fernanda tu novia es una belleza de mujer, Marian si Fer no te quisiera tanto hasta les diría que hiciéramos un trió. Dijo esto último sonriendo y despidiéndose de Marian nuevamente.
Cuando se fue Marian la miraba sonriente era evidente que le había agradado Renata.
Fernanda-mi amor, en que piensas. La tome de la mano y nos dirigimos hacia el árbol.
Marian-en que ya casi se termina el día y todavía no te he dado tu regalo, me beso tan dulcemente como solo ella lo sabe hacer.
Fernanda-todavía hay tiempo para que eso ocurra. La tome de la mano y dimos la vuelta al árbol de esta manera nadie podría vernos desde la casa.
Marian-tienes toda la razón-se recargo sobre el árbol y me guiño el ojo-tengo algo para ti, tomo su bolso y saco una pequeña caja.
Fernanda-que tienes ahí bebe. Me gustaba su ingenuidad.
Marian-esto es para ti-abrió el estuche para mostrarme un hermoso reloj de oro con diminutas incrustaciones de diamantes, que tenía como fondo una fotografía de cuando yo era pequeña; esa clase de reloj que son exclusivos por su diseño. Me tomo la mañeca y antes de colocarlo me mostro una pequeña leyenda en la parte de atrás.
Fernanda-"desde el primer segundo que te vi" que significa?.
Marian-eso fue lo que tú me dijiste aquel día en la cafetería lo recuerdas, pues con este reloj quiero decirte lo mismo, mientras exista el tiempo cada segundo que pase estaré más enamorada de ti.
Fernanda-es precioso mi amor, pero no tanto como tú-me coloque el reloj y la bese en los labios loca de pasión, estaba más que enamorada ,ella era mi vida y no permitiría que nada nos alejara y eso incluía a Renata.
Marián-en que piensas Fernanda, estas como tensa, distraída o estas cansada?.
Fernanda-no para nada. La volví a besar pero esta vez pegue mi cuerpo al de ella para atraparla entre el árbol y yo, ella me rodeaba el cuello con sus brazos y yo acariciaba su cuerpo con ansiedad, en mi oreja oía sus pequeños gemidos que me indicaban que continuara, mis manos acariciaban su trasero para después acariciar sus piernas, metí mi mano derecha por debajo de su vestido para dirigirme a su entrepierna.
Marian-espera corazón, aquí no, estamos en tu casa.
Fernanda-no importa aquí nadie nos puede ver, por favor mi amor he estado deseando esto desde que llegaste a la fiesta. Dije esto sin dejar de besar su cuello ni acariciar sus piernas.
Marian-por favor Fernanda detente, te lo suplico pueden venir a buscarnos.
Nosotras sabemos cuándo una mujer dice que no, pero en realidad nos quiere decir sigue o te mato, este era el caso, así que ignore sus suplicas y sin decir nada subir rápidamente su vestido hasta la cintura y metí mi mano para comenzar a masajear su clítoris, sentí como su cuerpo tembló entre mis brazos y dejo salir un gran quejido, sus manos se perdían entre mi cabello y mi nuca para evitar que me separara de ella.
Fernanda-dame el regalo que más deseo de ti. Le dije pasando la punta de mis dedos sobre la entrada de su vagina.