Con la cuñada tiempo después de su boda (II)
Por circunstancia del destino, vuelve a encontrarse con su joven cuñada, cinco años después, logrando hacerle el amor y fertilizando su útero nuevamente
Segunda Parte:
Después de lo ocurrido en la noche de bodas, y tras haber nacido su hija, ella marchó a vivir a Málaga con su esposo, por lo que no supe apenas nada durante casi cuatro años. Únicamente tenía noticias de ella a través de lo que me comentaba su hermana, mi esposa.
Pero las cosas se dieron para que pudiera tener la oportunidad de estar con ella nuevamente. Ocurrió que como consecuencia de una convención que se celebrara en Málaga, la empresa donde trabajo decidió que me inscribiera, ya que se trataban temas de trabajo que resultaban interesantes.
Se lo propuse a mi mujer y ella me dijo muy contenta que lo arreglaría con su empresa para poder acudir. El Congreso de prolongaría por más de una semana. Mi esposa habló con su hermana y al final quedaron en que nos quedáramos en la casa de su hermana Felisa en Málaga, razón por la que no reservamos ninguna habitación de hotel.
Me alegró bastante, pero a la vez me preocupó ya que acudiría mi esposa. Sin embargo, por circunstancias del destino, la noche anterior a la mañana en que tenía que coger el tren mi suegra nos llama preocupada por que habían ingresado a su padre por una enfermedad renal. Mi mujer no le quedó más remedio que quedarse, ya que precisaba acompañarla al hospital y era posible que debía quedarse por las noches en el hospital.
Al ser congreso encomendado por mi empresa no podía dejar de ir, así que tome el tren sin mi esposa. Tras llegar a Málaga me tuve que ir directamente a la sala de convenciones, donde estuve casi todo el día hasta las siete de la tarde en que tome un taxi para acudir al domicilio de mi cuñada. Tras tocar el timbre de la puerta, me franqueó la entrada Felisa, la cual no había visto desde hacía más de cuatro años.
La note bastante cambiada, pero para mejor. Era verdad que estaba un poco más gruesa que cuando era soltera, pero eso kilos le quedan de maravilla. Tras saludarle con un beso en las mejillas, note como se ruborizó con mi presencia. Yo le dije casi al oído: - esta mucho más bella que la última vez que te vi.
Ella se ruborizó, pero me lo agradeció.
Así fue como conocía a la pequeña, a la sazón mi hija, que ya tenía más de cuatros años, la cual me abrazó como si me conociera de toda la vida.
Al peguntar por su marido, me indicó que llegaría mucho más tarde. Me enseñó mi habitación, tras indicarle que no quería molestar, que si quería podía tomar un hotel. Ella me dijo que su hermana no se lo perdonaría.
Me duche, y salí a la sala y al rato llegó el marido de Felisa, y tras cenar compartimos inquietudes y vivencias de estos últimos años. Me dijo que últimamente viajaba bastante, ya que había dejado la empresa de construcción, ya que el trabajo no era el de antes y había entrado como conductor de camiones para una empresa internacional de distribución. Ello le obligaba a estar continuamente viajando. Me di cuenta de que Felisa pasaba bastante tiempo solo en su casa, por esta circunstancia.
Los dos primeros días no ocurrió gran cosa, ya que compartíamos la cena y luego nos acostábamos, ya que yo también tenía que estar bastante tiempo en la convención.
El jueves por la noche llegué bastante tarde, ya que los amigos de la convención me invitaron a una cena a lo que no pude negarme. Cuando llegue a la casa observe que había una maleta preparada como se alguien marchara de viaje.
Felisa se encontraba despierta y me indicó que su marido tenía que marchar con el camión a Alemania con mercancía de su empresa y que por eso no me había esperado. Me pude enterar de un viaje como aquel suponía estar más de una semana fuera de casa. Me quedé nervioso. Por fin podría estar a solas con Felisa, aunque no sabría cómo reaccionaría ya que la había visto bastante evasiva.
Sobre las cinco de la mañana, escuche ruido y salí a despedir a mi cuñado.
Ya en la mañana me levanté, me duche y fui a la cocina a desayunar, encontrándome a Felisa en Bata de dormir. La salude, y hablamos de algunas cosas, pero evitábamos mirarnos. Sé que ella estaba pensando en lo que había pasado la noche de su bosa. Antes de salir para la convención, fui a la habitación de la niña y le di un beso. Ella estaba despierta por lo que me cogió del cuello y quiso ir conmigo hasta la cocina donde la deje con su madre.
Era viernes, por lo que la convención ese día solo duraría hasta las 4 de la tarde, y el sábado y domingo no habría. Por lo tanto iba a tener más de dos días enteros para estar a solas con Felisa.
Llegue a la casa, y como me habían dejado una llave entre, y no encontré a nadie, solo a la niña en el niñero. Sentía caer agua, por lo que deduje que Felisa se estaba duchando y había dejado la puerta semi- abierta para poder escuchar a su hija si lloraba. Tuve la tentación de entrar, pero me contuve.
Al rato salió ella solo con la toalla alrededor, ya que pensaba que estaba sola. Cuando me vio, se ruborizó completamente notando que yo miré muy atrevidamente hacia sus muslos, ya que apenas la toalla tapaba su coñito.
-oh ya llegaste. No te escuche.
-escuche caer el agua en el baño, por lo que deduje que te estabas duchando.
Observó claramente como el bulto de mi pantalón de elevó desafiante, sin que yo hiciera nada por evitarlo. Me dijo:- no pensé que legaras tan pronto.
Le explique el motivo. Y salió a prisa para su habitación para cambiarse. Cuando salió, llevaba puesto un traje precioso, un poco transparente, debido al calor que hacía, y además muy corto. Sus pechos habían crecido bastante, por lo que el escote agresivo que llevaba permitía ver el canalón de sus pechos.
Llevaba más de cuatro días sin hacer el amor, por lo que mi polla nuevamente destacó entre mis pantalones. Me di cuenta que ella nuevamente lo comprobó, aunque se hizo la que no la había visto.
Me duche, y como hacía un calor insoportable, me puse solamente un pantalón corto y una camiseta. Jugué durante un buen rato con la niña, y ella me dijo si me apetecía pasear por los paseos de la playa, lo que acepté de buen grado. Estuvimos durante casi dos horas paseando, y jugando con la pequeña. Ya cerca de las nueve, llegamos a casa. La pequeña estaba rendida por lo que tras darle de cenar quedó dormida.
Le dije: me voy a tener que duchar de nuevo. Vuelvo a estar sudoroso con este tiempo.
Ella me miro, y me dijo: - si. Claro. Creo que yo tendré que hacer lo mismo.
Cuando salí de la ducha me coloque un pantalón tipo bóxer, de esos que marcan paquete, y una camisa de asillas. El pantalón permitía ver claramente mis atributos. Quería comprobar cómo respondía Felisa ante la vista de los mismos. Al salir comprobé que estaba hablando con su esposo por teléfono. Ella tenía puesta un traje de un solo cuerpo, bastante corto (al menos eso me pareció) y algo transparente, donde a trasluz podía comprobarse perfectamente la anatomía de la misma, sus curvas, hasta llegando a identificar que tenía puesta una tanga. Me percaté que no llevaba sostén, por lo que sus pechos campaban a la ligera. Mi polla volvió a emerger como una moto, mostrando el pantalón el pedazo de bulto que se me había formado. Ella lo vio por el espejo mientras hablaba con su esposo, y noté que se puso un poco nerviosa.
-¿qué tal tu esposo?
-ha hecho noche en Francia. Pero bien.
Luego pasamos a cenar. Tras la cena, no fuimos al sofá a ver un poco la televisión. Le pregunté: Bueno y como va tu matrimonio Felisa. ¿Eres feliz?
Ella me miro algo sorprendida por mi pregunta, pero me contesto muy secamente que sí. Volví a insistir preguntando por su vida familiar, y ella cada vez estaba más nerviosa, notando como se removía en el sofá, cambiando de posturas constantemente.
Ante su falta de colaboración le dije: ¿normalmente tu marido esta tanto tiempo fuera? Es un trabajo bastante complicado, todo el día en la carretera.
-sí. Pero el decidió ese trabajo.
-parece como si no estuviera contenta con esa decisión- le pregunte.
Me mira y me dice con cierto enfado:- Podía haber conseguido otro trabajo. Pero el lo ha querido así.
-ya. me supongo que eso te hace pasar mucho tiempo sola.
-ya. Al menos tengo a mi hija. Me contesto.
Fui más directo y le indique si había pensando en tener más hijos. Ella me miró fijamente a los ojos, y no respondió. Le insistí pero ella no quiso contestar. No volvía a insistir.
Hablamos de cómo pasaba esas horas y días sin su esposo, y al rato se echo a llorar. Me acerque a ella, y la abracé, diciéndole que lo sentía que me disculpara que no sabía que le iba a doler tanto. Ella aceptó el abrazó y se pegó a mi correspondiendo al abrazo. Tome su cara con mis manos, y la mire fijamente a los ojos, y sin poder remediarlo le plantee un beso en sus labios, que ella aceptó dejándose llevar por unos momentos. Luego se apartó de mí, al recuperar la compostura, indicándome: No quiero volver a engañar a mi marido. Aquello no puede volver a pasar.
Sin embargo, pese a sus palabras observo que dirige su mirada hacia el bulto de mi pantalón donde emergía mi pene desafiante debajo el bóxer. Noto como enrojecen sus cachetes, al tiempo que me mira fijamente.
Con gran morbosidad y sin poder contenerme, me arriesgue y le dije: Felisa, veo que estas desando verla nuevamente. Te voy a dar esa satisfacción.
Y antes de que ella pudiera reaccionar o negarse, me incorporé baje el bóxer, apareciendo ante ella mi enorme polla con un grado de excitación bastante elevado. Ella enrojeció aún más, y me dijo: - pero que haces….¡estás loco!...No obstante, fijo su mirada en mi tranca, contemplando la misma.
Me la toque con mi mano como si me masturbara, y le dije:- a que esperar para tocarla. Sé que lo estas deseando. Ella estaba como paralizada. No la deje reaccionar y me acerque donde estaba y tome su mano y la puse en mi nabo. Ella quiso retirarla pero yo insistí, diciéndole:
Comprueba que está igual de potente que hace dos años, has visto las venas. Al propio tiempo le hice pasar nuevamente la mano por mis testículos, diciéndole: - ¿Te has dado cuenta?.Los tengo totalmente cargados. Llevo más de cinco días sin follar, mi semen debe estar muy espeso.
Pese a que su conciencia le decía que estaba mal, su mente y su voluntad era la de acceder a cometer nueva infidelidad.Se reprimió, soltando únicamente unos suspiros. Entonces la tome y comencé a besarla en la boca, para poco a poco dirigir mis manos hacia sus enormes pechos, los cuales frote sobre la tela del traje.
-oh que me haces. Déjame no mas…oooo
Sus gemidos denotaban su grado de excitación, no paraba de chuparle el cuello, su boca, el lóbulo de su oreja. Aquello la termino de calentar. Logre meter mi mando entre su escote y cogí en mi mano uno de sus pechos, al tiempo que lo sacaba fuera: Al ver aquella preciosidad le dije:- Oh Dios Felisa…¡estas mucho más buena que antes!... Pero nena “que tetas mas preciosas tienes”. Deseo comérmelas. Y sin más dirigí mi boca hacia ella y empecé a succionar, sacando grandes gemidos de la misma: oh por favor ..noo oooo
Baje mi mano separe sus muslos, a pese a sus intentos por evitarlo, pronto termine subiendo su traje por encima de su cintura, al tiempo que mi tiraba abiertamente de su, bajándola hasta las rodillas. Al logar alcanzar su coño con mis dedos, percibí que estaba empapada. Literalmente parecía que manaba jugo de su coño.
Ella, por su parte, estaba concentrada en mi trenca, y la seguía masturbando. Le dije: joder Felisa, si continuas así me vas hacer correr. Pero yo quiero follarte toda la noche.
Ella se estremeció al oír mis palabras contestándome: No… una cosa son las caricias y otra que me la volvas a meter.
Entonces la mira a la cara y le manifesté: vamos Felisa. Tienes tu coño como una caldera… estás ardiendo. Necesitas mi polla con urgencia dentro de ti. Y claro que te la voy a meter. Te la voy a volver a clavar hasta la empuñadura.
Tras varios intentos, en que trato de evitarlo, al final acepta, y me contesta:
-vale. Pero tendrá que ponerte condón.
-como tu quiera. Pero yo no tengo condón. Además no me gusta usar los mismos. Le conteste.
Entonces me mira y me dice:-Pues sin condón, no podemos. No quiero que me vuelvas a dejar embarazada. Ya conozco como te corres. Esperas un momento.
Ella fue a una cajón y saco una caja de condones normales. Al ver la caja me percaté de que era un marca normal, y yo necesitaba un XXL o superior. Mi rabo que cabria dentro de aquel condón. Sin embargo, le dije que fuéramos a su habitación que me la quería follar en su cama. Ella totalmente excitada, verificó que la niña seguía durmiendo y accedió a llevarme hasta su dormitorio. La comencé a desnudar, hasta dejarla completamente desnuda “como dios la trajo al mundo”. Su pubis estaba perfectamente recortado, y la raja de su coño, estaba bien abierta y totalmente brillante. ¡Aquella hembra estaba bien cachonda. Era obvio que Felisa estaba necesitada de una buena follada.
La hice recostar suavemente sobre la cama, mientras me arrodillaba al boerde de la cama, aparte sus muslos, y ante mi quedó expuesto aquella preciosa vagina. Sin poder contenerme deposité mis labios sobre su vulva y comencé a propinarle una lamida a toda su raja de arriba abajo. Pasaba desde la parte alta hasta la misma base de su ano.
-oh cabron ooo si.. qué bueno oooo.. sigue asi…
Continúe con mi sexo oral en su coño, hasta el punto de verla suspirar alcanzando pronto su primer orgasmo de la noche. Yo continué, y cuando iba a tener otro, la corte, y acercándose sobre la cama le puse al alcance de su boca mi tranca. Ella la miro y comenzó a mamar la misma. Recordé el placer que me daba poner ni enorme tranca en su boquita tan pequeña.
-Anda cuñada. Mama el cipote de tu cuñadito. Te gusta eh… veo que te gusta mi polla. ¿Dime? ¿Añorabas tener mi nabo en tu boquita de nuevo? ¿Verdad?
Ella lo saca de su boquita y me contesta: -no sabes cuánto cabronazo. Otra vez te vas a salir con la tuya.
-vamos cuñi. Estas necesitada de polla. Tu coño así lo estás pidiendo. ¿tu marido nunca te ha puesto la polla en la boca verdad?
Me mira con carita de loba y me contesta:- ese cabronazo nunca se le ocurriría. Es muy tradicional.
-No sabe lo que se pierde. Con esa boca que putita que tienes. ¡qué gustazo me da cuñi. Uf sigue…
Si seguía así me iba hacer correr, así que se la quite de los labios y le dije:
- anda ponme el condón que no veo la hora de clavarte.
Ella se estremeció, y tomando el condón lo extrajo del envoltorio y se dispuso a ponérmelo. Pero, como preveía, pese a varios intentos comprobó que era demasiado pequeño. Lo intentó con otro y fue lo mismo, le dije:
-son demasiado pequeños para esta polla Felisa. Necesito uno de tamaño xxl o más.
-Joder… es que tienes una polla demasiado grande. ¿Qué vamos hacer? A pelo no puedes follarme.
Le pregunté: no tomas pastilla o algún anticonceptivo.
Ella me miró a la cara, y enrojeciendo, y me dice:- No, mi marido es contrario a ello.
La mire a la cara y le dije:-No lo entiendo. ¿No tomas nada y llevas cuatro años del nacimiento de la niña, y aún no has vuelto a quedarte embarazada?
Ella me mira, viendo que se queda como cabizabaja, sin responder, a lo que le vuelvo a preguntar: -¿tiene algún problema tu marido?
Me mira, y le contesta: No…. Bueno, es que le ha salido un problema de próstata precoz, y está en tratamiento. Pero el médico le ha dicho que todavía es fértil.
-Ya decía yo. Me detuve y le pregunte:¿entonces están buscando tener otro hijo?
Ella no me respondió, pero comprendía que había acertado de lleno. Y al momento me dice:-por eso no podemos hacerlo sin protección. Podrías volver a preñarme de nuevo.
Me acerque hasta su oreja, lamiendo la misma y le dije:- ¿acaso no es eso lo que necesitas?. Ya te demostré que soy un buen semental y volver a embarazarte será para mí un verdadero placer.
-pero que dices… ¿no pensarás en que te voy a dejar embarazarme de nuevo?. ¡Estás loco!.
-Mira mis huevos como están. Tengo una buena carga de semen. Tu coñito quedará bien regado por dentro. Pero … ¡solo eso. Solo sería si estuvieras ovulando!... ¿Por qué no lo estas verdad?
Ella me mira, y me dice: Aun creo que no. Pero estoy muy cerca. Por eso es peligroso hacerlo a pelo.
-venga preciosa. No me vas a dejar así. Además me necesitas. ¡Mira como me tienes!
-oh cabrón. Me vas a desgraciar de nuevo….. me estas calentado..eres un cabronazo.
Sin decirle más nada me metí entre sus piernas, acerque mi nabo a su cuquita y de una sola estocada comprobé que entró toda haciendo tope cerca de su matriz.
-oooo despacio oooo
Sin embargo, pronto, al ver que se había adaptado al tamaño de mi nabo, comenzó a colaborar, diciendo:-oh Dios que grande la tienes. No recordaba que fuera tan enorme. Me vas a volver abrir totalmente…. Más dame mas…ooo
Le constaste: - claro cuñadita. Te voy a meter mi tranca durante toda la noche. Has visto: te entra hasta los huevo. Me has puesto muy cachondo. No sabe cuánto de he deseado.
Ella no tardó mucho en alcanzar un nuevo orgasmo, el cual disfrutó gritando, sin reprimirse, por lo que aproveché y sin contenerme comencé a descargar mi semen dentro de ella, antes de que empezara a protestar.
Cuando termine me dijo, Te has corrido dentro. Te dije que no lo hicieras. ¿Acaso pretendes preñarme de nuevo?
Le conteste: Se que no estás tan caliente como para estar ovulando. No hay peligro alguno.
Rápidamente se fue a tomar la temperatura y comprobó que solo tenía unas céntimas por encima de lo normal. –eres un cabronazo. Pero sabes que ello no es seguro.
Esa noche me quedé con ella en su cama y la volví a follar nuevamente.
Al día siguiente salimos a la playa y al volver nuevamente estuvimos follando. El domingo ella tuvo que asistir a un cumpleaños con la niña, y regresó bien tarde. Por otro lado, yo llegue cansado de una fiesta con unos amigos del congreso que me habían invitado por lo que esa noche dormí en mi habitación.
El Lunes, me levanté bien temprano, y desayune fuera, y estuve todo el día en el Congreso. Al regresar por la noche a su casa, note la cara de alegría al volver. Sin poder contenerme la vi tan guapa que la apreté entre mis brazos y la bese ardientemente.- oh para para….. me dijo ella.
-Felisa. Llevo dos días sin verte, y deseaba tanto tenerte. Se ha hecho muy pesado el día pensando en cuando acabaría las charlas del congreso para verte de nuevo.
-eres un mentiroso. Tu lo único que tienes ganas es …
-eso también. No lo niego. Pero me encanta tenerte desnuda entre mis brazos. Me tienes trastornado.
-Pues… olvídate de hacerlo esta noche. No podemos- me dijo.
-¿Y eso? ¿Ha venido tu marido? Le pregunte con preocupación.
-No es eso. El no llega hasta el Viernes..Pero no podemos hacerlo.- me insiste.
-¿Cual es el problema entonces? Volví a insistir.
Ella me mira y me dice:- Me he tomado la temperatura. Sé que estoy ovulando. Estoy en mis días fértiles.
Al escuchar que estaba ovulando, sin poder remediarlo, mi tranca se endureció bajo el pantalón, y al encontrarme abrazada ella, ésta lo percibió y me dijo casi separándose:-joder… ¡te has empalmado nada más decírtelo!. Eres un cabronazo. ¡Quieres follarme ovulando!... ¿es eso lo que quieres…? veo en tu ojos que quieres preñarme de nuevo.
Sin contestarle volvía abrazarla atrayéndola hacia mí, cogiéndola por sus nalgas. Ella se estremeció. Al ver que llegaba la niña, la deje. Me duche y cene, y luego me puse a jugar un rato con la menor hasta conseguir que se durmiera. Tras ello, me fui hasta la TV, observando que Felisa no se encontraba. Me di cuenta que se había metido en su dormitorio. Toque su puerta, y entré: ella se encontraba acostada en su cama viendo al TV.
Note su cara de excitación, aunque intentó aparentar lo contrario diciendo:- ¿No pretenderás acostarte conmigo esta noche? …
No le conteste, sino que me desprendí de mi camisa y pantalón que llevaba quedándome solo con un bóxer. Abrí al sabana, y comprobé que ella estaba solo con baby doll, color negro, bastante trasparente, sin sostén y una pequeña tango por toda prenda. Joder mi polla reaccionó.
Me quede anonadado. Si meterme dentro le dije:- Dios cuñi. Que preciosa eres. ¡Pedazo de hembra estas hecha!
Ella sonrió, no se opuso cuando me subí sobre ella y comencé a besarla, lamer sus orejas, y llegar a su pechos los cuales devoré con un entusiasmo desmedido. Cuando vio que me desnudé, ella toma una caja, y me muestra unos condones haciendo gestos con la mano, y sonriendo: -esta vez vengo precavida.
Ella me coloca uno comprobando que aún así me apretaba bastante. Y se lo dije:- vale. Pero aprieta bastante. Es muy estrecho.
Ella algo sorprendida me dice:- pero… ¡si la farmacéutica me dijo que era los más grandes que tenia!.
-ya. Pero mi pene … ya ves. Tiene una dimensiones…
Eso la excito más, diciendo:- Jo cuñado. Es que tienes un nabo muy grande. A mi hermana la tienes que tener destrozada.
Me coloque entre sus piernas, con el condón puesto, pero viendo que me iba a costar por la presión que el mismo ejercía. Comencé a follarla, pero me notaba distinto. Y sé que ella también lo percibió.
Yo me hice también más de lo que era. Quería quitarme el condón y follarla de nuevo a pelo. Sabía que ella no lo iba a permitir esa noche.
-¿qué te ocurre?. Me pregunta ella, viendo mis pocas ganas.
Le dije: lo siento Felisa, pero no solo es que me aprieta este condón, sino que además con él pierdo sensibilidad.
Ella me mira a la cara y me dice:- No seas cabron. Tu lo que quieres es follarme a pelo. Lo veo en tu cara. Tu lo que quieres es córrete dentro de mí. ¡ni los sueñes!... a mí tampoco me gusta hacerlo con eso. Pero hoy no podemos.
No le conteste y seguí bombeándola, pero sin mucho entusiasmo. Ella sin embargo estaba muy caliente. Su cuerpo ardía, se abrí de piernas al máximo. Pero yo me retraía. Hasta que llegue un momento y la saque: mire mi pene y estaba enrojecido en al glande. Ella se dio cuenta también, y le dije:
-Lo siento. Así no puedo. Me duele el pene, mira como se me ha puesto.
Ya veo… Pero a pelo no podemos. Ya te lo dije.
Y sin esperar su contestación me retiré el condón, y tome de nuevo mi polla en la mano masajeándola como para que volviera la sangre a ella. Al momento se me comenzó a poner en forma nuevamente.
Comencé a besarla de nuevo, pero ella me dijo:- no podemos…. Esto es un error. Creo que debes marcharte a tu cuarto.
Yo me enfadé, y tomando mi bóxer, me lo puse y tome la ropa y marche a mi habitación. Estuve una media hora en la misma echado sobre la cama, pensando en lo ocurrido. Sabía que ella tenía razón, pero en el fondo, deseaba volver a follarla a pelo y preñarla.
Pasado ese tiempo, escucho a la niña llorar, por lo que me puse un camiseta, y aún solo con el bóxer entré en su cuarto y la atendí, dejando de nuevo que se durmiera. En ese momento hace su aparición en el dormitorio de la niña Felisa, la cual venía con el baby doll puesto. Le dije:- se ha vuelto a dormir. Tenía una pesadilla. Le di un besito en la frente y me dispuse a salir del dormitorio, haciendo ella lo mismo.
Ella se iba a retirar a su dormitorio, cuando la tomé y la abrace desde atrás, sintiendo ella pegado a su culo mi verga que estaba nuevamente en pie de guerra. Curiosamente no me contesto. Se dejó hacer, mientras subí mis manos hacia sus pechos, soltándole el lazo del baby doll quedando sus pechos al descubierto, tomando ambos pechos en mi mano, mientras apretaba mi cuerpo contra ella. En un momento dado, ella echa la mano hacia atrás, la mete dentro del bóxer y extrae mi pene. Había un espejo en el pasillo, y ella miró hacia el mismo. El morbo era evidente: Yo detrás de ella cogiendo sus pechos, y allá tomando mi pene en una mano, mientras se retorcía de gusto.
Sin contenerme más, baje su tanguita haciendo que cayera al suelo en el pasillo. Ella mantenía su mirada fija en el espejo, viendo que al propio tiempo había hecho descender si bóxer hasta el piso. Con mi tranca como un misil, la hice agacharse un poco sobre el pequeño mueble o repisa que había junto al espejo, abrí sus nalgas, pase mi mano por su coño comprobando que la misma estaba encharcada. No nos decíamos nada. Nuestras miradas lo decían todo.
Coloque mi nabo entre sus piernas, presioné y alcanzando los labios de su vagina, de un fuerte golpe de riñones le clave más de dos terceras partes de mi tranca. 0hhh despacio oooo cabron…
-uf putita. Que caliente tienes ese coño. Estas ardiendo preciosa. Uf como me gusta así… mientras terminaba de encajarle totalmente mi tolete.
-oh cabron… siii. Me decía mirándome a la cara a través del espejo.
Le terminé de quitar el baby doll y me despojé de mi camiseta, quedando ambos desnudos frente al espejo, mientras comencé a bombear con gran fuerza su vagina. Mi pene estaba en su pleno rendimiento, y se la encajaba con gran fuerza.
-es así como me querías tener. Eh… eres un cabronazo…
Uf cuñi. Eres una buena putita. Estabas necesitaba de un buen polvo. Y yo te lo voy e echar.
-ya cabron. Te da morbo follarte a tu cuñada…..eh… .. te gusta cogerte a la hermana de tu mujer..Me decía morbosamente, sin que yo dejara de penetrarla una y otra vez.- eres un degenerado.
-Lo se cuñi. Pero no lo niegues. También estaba deseando que el marido de tu hermana te echara una buena follada.
Ohh sii cabrooooon- mientras se corría con mi polla dentro. Ohh me voy..siiii
Yo continúe clavándola sin miramientos, mientras se convulsionaba y las paredes de su vagina presionaban al máximo mi tranca como si quisieran estrangularla. Aquello me llevó igualmente al éxtasis. Y no pude más, me tenía que correr. Por mi cabeza paso la idea de salir de ella, pero olvidándome de mis prejuicios, decidí vaciarme dentro de su cuquita. Quería volver a preñarla.
Ella percibió mis intenciones, viendo las contracciones de mi cara, y me dijo:- No..veo que pretendes correrte dentro…no lo hagas… me vas a desgraciar…
-calla putita. te voy a llenar de nuevo ese coño con mi leche. Tu vagina parece una caldera. Necesitas que te apague ese ardor que tienes..
-No lo hagas.. o cabron ….
-vamos cuñada ábrete bien. Deja que mi leche te inunde bien tu matriz. Uf te voy a volver a regar bien ese coñito.
-oh cabron… quieres volver a preñarme…. Oh cabron lo estás haciendo oooo
Mientras hablaba, con la palabrería, comencé a soltar mi semen dentro de ella. Mi leche salía disparada con la máximo presión. La tenía bien metida dentro de su vagina, por lo que mi eyaculación estaba siendo bastante profunda. Ella seguro que tenía que sentir los latigazos de mi semen, el cual salia copiosamente como si de un surtidor se tratara.
-ohh te siento… oh Dios me va a preñar de nuevo… siiiii
Termine vaciándome por completo dentro de ella. Cuando me retiré vi con brotaba por su raja resto de mi semen. Ella entonces se giró, pensando que se iba a enfadar. Lejos de eso, me tomó de la mano y me llevó así ambos desnudos hasta su dormitorio.
Me echo sobre la cama, y me dijo: -prepárate cuñi. Tu lo has querido. Esta noche te voy a dejar seco. Sé que me quieres preñar. ¡pues vas hacerlo como Dios manda!.
Fue tremendo. Hicimos el amor esa noche y el resto de días hasta que tuve que regresar a mi casa. En todas me volví a correr dentro de mi cuñadita.
Pasaron los días, y casi a los dos meses, mi esposa me dice: ¿a que no sabes quién ha vuelto a quedar embarazada?.
-¿Quien?- le pregunte, aunque en el fondo ansiaba saber que fuera su hermana.
-Mi hermana Felisa. Está muy contenta.
-Pues qué bien. Me alegro mucho por ella y por ti. Vas a tener un nuevo sobrino/na.
Meses después puede hablar con Felisa, y me reconoció que igualmente era su padre. Me dijo que traía un niño según el ginecólogo. O sea, por consecuencias del destino, los dos hijos de mi joven cuñada, habían sido procreados por mi.
No sé cómo será mi vida en un futuro, pero aunque sea una locura, sigo deseando tener un nuevo encuentro con la hermanita de mi mujer. El destino dirá si puede ser o no. En su caso, será producto de otro relato.