Con la complicidad del dependiente
Con tan solo diecisiete años entre en un sex shop, llevado por el morbo y la excitación, sintiendo la adrenalina como se me dispara por los acontecimientos. Notando como un desconocido se te acerca por detrás, fingiendo mirar al tiempo que da conversación, sintiendo como se me pega por detrás, tanto que notas lo empalmado que va... mmm!!!.
Con la complicidad del dependiente
Con tan solo diecisiete años me atreví a entrar en un sex shop, pues buscaba donde poder comprar preservativos, quizás penséis que no es el mejor lugar para comprarlos, pero os debo decir que el comprarlo en una farmacia por aquel tiempo me daba reparos, pues el solo pensar las miradas que me echaban y no solo me refiero al farmacéutico o farmacéutica de turno, sino a la gente que había y más aún si estos eran personas mayores (ancianas).
Bueno, continuemos. Los objetos que veía en su interior me embriagaron, tanto que creo que a día de hoy aun lo hacen, bueno supongo que como a todos. Este primer Sex-Shop no es aquel que tanto hablo del pasaje, pues ese lo encontré de casualidad y por habladurías, sino a aquel que se encontraba en la esquina de la calle Sauceda (frente al portal nº.13) y la calle Monsalves. No siendo este otro que él conocido “El Corte Sex”, local que se encontraba en pleno centro de Sevilla. Pero lo que más me gustaba de estos locales era el anonimato, aunque en verdad estos locales sean públicos, pues decid… cuantos de vosotros habéis dicho que hayáis estado en uno de estos, y cuantos de vosotros habéis entrado en la zona del “glory hole”.
Para aquellos curiosos que deseéis saber, sí siempre he entrado solo o alguna vez entre en compañía, os debo confesar que no siempre he entrado solo, pues hubo más de una que entre con alguna amiga, ya sea por curiosidad de esta o por estar preparando una despedida de soltera. Cuando entre por la curiosidad de esta, pues deseaba entrar y ver lo que había, curiosidad que le hizo envalentonándose y claro está, dada mi presencia aún más. Confesándole en su momento…
“Mira, debes de saber que la primera vez entras con miedo, pero es la curiosidad la que nos engancha a entrar, te animas pensando que hay dentro”.
“Te mueres por dentro por dentro por averiguarlo, deseando ver que venden. Aunque no es solo sexo lo que encuentras, sino morbo”.
Ella entro y salió fascinada, deseando volver a entrar y poder comprar algunos de esos objetos de placer, deseando entrar con su novio, cosa que yo deseaba que no me nombrara… ja ja ja. Bueno volviendo a mí persona, os debo confesar que cuando yo entre esa primera vez mía, cuando salí… salí más confundido y embriagado que cuando entre, aunque eso sí… te marchas sabiendo al menos que venden. Erotismo y porno, objetos para jugar y saciar, objetos para ayudar y producir dolor, objetos para ella, para él y para parejas, ya sean de distinto sexo como del mismo sexo… mmm!!!.
Te marchas sabiendo que se cuece allí, averiguando que es más de lo que se ve. Pues descubres cosas que no sabes ni te informan, acabando por saciar mi ignorancia… extraños, personas que allí deambulan, desconocidos que a la larga creas una extraña y oscura amistad, pues nacen de forma casual, quizás no las buscaba pero ellos a ti sí.
La segunda vez es como la primera, entras también por curiosidad, entras con tanto temor como la primera vez, cagadito de miedo, entras saludando cortésmente a la persona del mostrador. Persona que te saluda por respeto y por ser un posible cliente, persona que no me pide carnet acreditativo alguno, aun pareciendo más joven de la edad que prohíbe en la puerta. Pero cuando entras con temor, plagados de dudas y perdido, estas se acercan a ofrecer su ayuda, claro está sin lucro alguno. Me informa que ese "comercio" para algunos es simplemente un lugar donde poder mejorar su vida sexual, para otros es simplemente un lugar donde se vende pornografía, no cayendo que es algo más, aunque también hay otros que vienen con la idea de buscar sexo. Esa vez compre algo, quizás más bien por hacer “paripé” (fingir que vengo a comprar algo), también claro está por agradecer la atención y ayuda de esa persona.
La tercera, cuarta e incluso la quita vez, vuelves a entrar con el mismo temor, pues aun lo siento, quizás sea más por respeto que otra cosa. Pero te muestras más decidido, deambulando un poco hasta adentrarme al fondo, descubriendo que hay cabinas donde puedes visionar películas pornográficas, películas de todo tipo de genero… mmm!!!. Cabinas que acabas entrando por no parecer un mirón, pero en esa primera vez tal son los nervios que tengo, me hacen correrme en menos de un par de minutos. No dándome ni a cambiar al cuarto canal, cuando tengo toda la mano empapada en leche… mmm!!!, quizás por el sonido que proviene de los altavoces que me deja sordo. También claro está, es por causa de la adrenalina, pues te lleva a un nivel que nunca has experimentado, aumentado por los golpes que escuchas a ambos lados, golpes de nudillos que escuchas y que provienen de unas pequeñas ventanillas circulares.
Siendo esta misma tensión la que me hace masturbarme por segunda vez, acabando por obtener otro orgasmo tan fugaz como el primero, dejándome e igual de insatisfecho e incluso que cuando entre. Cuando sales de las cabinas, sales en dirección a la salida, cabizbajo con la sensación de haber hecho algo malo, sin apenas despedirme amablemente del dependiente (o encargado), cuando en verdad lo único malo que hecho, no ha sido otra cosa que haber malgastado el dinero sin haber disfrutado.
Pero bueno y por esta misma causa, mis demás visitas no fueron tan seguidas, no siendo otro motivo como he dicho que el económico. Aunque claro está, también está el pensamiento de ser visto y el temor a ser reconocido, estos influyen en mis miedos y nervios, ya que estos me traicionan. Llevándolo peor cuando en mis visitas, van aumentando el morbo y con ello la excitación, claro está la adrenalina se me dispara por cada uno de los acontecimientos que me ocurren… mmm!!!. Siendo el más común, cuando algún que otro desconocido se me acerca por detrás, simulando ver títulos de películas u objetos, comenzando a darme conversación al tiempo que se me pega por detrás, sintiéndolo tan cerca que notas lo empalmado que va... mmm!!!, quedándome petrificado y callado. Esos días por suerte quedo en eso, suerte la mía no porque yo me hubiera quejado, cosa que mí estado me lo impidió, sino que salió el dependiente en mi búsqueda y salvación.
Dependiente que muchas veces, me fijo no solo en el bulto de su entrepierna, sino en la mancha húmeda que muestra, ignorando las causas pero con el tiempo acaba confesándotelas. Este hombre cuyo nombre era Julián, un hombre maduro (daddy) de cincuenta y nueve años, cuyo cuerpo depilado y complexión musculosa a pesar de sus ochenta y dos kilos, aunque su metro ochenta de altura no estaba nada mal. No me dejaba de decir muchas veces que debemos de tener un rol en esta vida, siendo el Amo activo, cuyo lema es… “Pasarlo y hacerlo pasar bien”, como morboso que es. Aconsejándome que si voy de pasivo e incluso sumiso, debía de ir siempre al sexo seguro, sino al menos que sea de forma habitual… mmm!!!.
Recuerdo que ese día no me quise ir con ese mal sabor de boca, no dándome cuenta hasta ese momento y gracias al encontrarme en el mostrador, cuando descubrí por un reflejo una puerta al fondo a la izquierda donde al acercarme un letrero en la parte superior me anunciaba… “Cabinas Glory Hole”, encendiéndome al instante.
Rápidamente saque del interior de mi bolsillo interior del pantalón mi monedero, sacando un billete con la intención de cambiarlo por monedas. El hombre me informo y al mismo tiempo advirtió de esas cabinas, haciéndome saber…
- “Debes de saber que en el interior de esas cabinas, no solo puede ver películas pornográficas, sino podrías llevarte alguna que otra sorpresa”.
También me dijo…
- “No te puedes quedar dentro de la cabina, sino echaba moneda a la maquina”.
Tras esa breve información, me encamine todo nervioso hasta la zona de cabinas… mmm!!!, observando como solo había un lado y pude darme cuenta lo concurrido que estaba, no entendiendo porque estaban fuera si había cabinas vacías. Acabando por entrar en una de estas vacías, cerrando la puerta con rapidez tras de mí, siendo los mismos nervios los que me hicieron poner el pestillo, estaba súper nervioso pues era mí primera vez… mmm!!!.
Me senté en ese sillón rojo de cuero y tras echar un par de euros, donde me indicaba del monitor, comenzaron a salir unas escenas de sexo fuerte… mmm!!!, sonando fuertemente el sonido de la película, sonido que me acojono… ja. Pero ese Sex-Shop, no fue señalado como no ingrato por ser el primero, sino por una serie de hechos que me ocurrieron, bueno os voy a poner mejor en antecedentes… vale.
Mirad, yo era uno de esos que me gustaba la zona donde estaban las revistas y comic X, zona que era el fondo de la tienda, lugar repleto de estanterías y baldas, llenas de revistas X de todo tipo (Clima, Cartas de Charo Median, Private, etc), como de Comic X (Vibora, etc). Lugar que me sentía seguro por la cámara de video vigilancia que había, pero con la duda si estas estaban o no conectadas.
Aquella vez, como en otras ocasiones se me acerco un desconocido, callado se quedó detrás de mí, quedándose tan cerca que note lo empalmado que estaba... mmm!!!. Calle, fingí y disimule yendo a lo mío. Persona que aprovecha mi fingido desconcierto, no solo en restregarse aún más... mmm!!!, haciéndome sentir como eso comienza a crecer entre mis glúteos y se endurece aún más… uuuffff!!!.
Fingí sorpresa e incluso confusión, cosa que este aprovecha para acariciarme y magrear mi cuerpo… mmm!!!, no mostrando objeción alguna por mi parte… ooohhh!!!. Estremeciéndome y mostrándole mi aparente consentimiento, para mis adentros no entendía y menos comprendía mi comportamiento, entregándome a este por momentos sin poderlo evitar, menos aún entender, convirtiéndome poco a poco en un objeto sexual más de la tienda. Llegue a pensar que el dependiente aparecería en un momento u otro, dependiente que debía de estar viéndome por las cámaras de vigilancia, dándose cuenta de que era avasallado.
Dentro de lo "malo" no fue pasar por ese agrio momento, sino cuando esta persona llevaba diez minutos al menos magreándome a su placer… uuummm!!!, acabo este por sacarse su apestoso miembro fuera del pantalón... mmm!!!. Comenzando primero a restregármelo por mis nalgas por encima de mis pantalón, pasando minutos más a hacerlo sobre mis nalgas desnudas, una vez que tiro de mi pantalón hacia abajo, llevándose mis calzoncillos consigo a pesar de intentar impedirlo… mmm!!!. Sintiéndome inútil al ver como no pude hacer nada, notando sus ásperas y grandes manos recorrer mi pecho, una vez que introducía sus manos por debajo de mi prenda, llegando a soltar…
- “Mmmm!!!, me gustas… mmm!!!, me gusta un cuerpo sin pelos y más de un jovencito tan virgen como tú… mmm!!!”.
Llegando incluso este a mostrarme ante los demás que pasaban o aquellos que estaban mirando… ooohhh!!!. Dejando de ser un juguete sexual de uno, convirtiéndome en el objeto sexual de varios. Ese día “os juro” que lo pase mal, más aun cuando me vi de rodillas con mi mano en su miembro, llevándomelo una vez tras otra a la boca, introduciéndome su glande dentro… mmm!!!. Tuve nauseas no solo por su olor, sino por verme obligado a tragar… ooohhh!!!, tragaba como un poseso… uuuffff!!!. Primero por obligación y acto después, deseando que se viniera y se marchara, dejándome en paz. Pero viéndome como movía mí cabeza de delante hacia atrás, no dejando de magrear sus testículos con una de mi mano izquierda, mientras con la derecha me vi siendo obligado a masturbar a otro… mmm!!!, viendo al mismo tiempo como otros aprovechaban para acariciar mi espalda, nalgas e incluso me pajeaban… aaahhh!!!.
Notaba la presión de su mano en mi nuca, obligándome a tragar aún más, sintiendo su glande alojarse entre mis amígdalas entre arcadas… uuufff!!!. Acabando por hacerme levantar y girarme contra las estanterías, dándole la espalda con mi cuerpo un poco flexionado hacia atrás, sintiendo como restriega su glande entre mis glúteos… ooohhh!!!, sintiendo como lo aloja y presiona contra mi orificio anal… aaahhh!!!. Intentando penetrarme, dándose cuenta de lo estrecho que soy, acabando por dar por hecho que soy aun virgen, perdiendo su oportunidad de ser el primero, solo por el hecho que no era el sitio idóneo para hacerlo, contentándose con pajearse con mis nalgas, colocándola entre mis glúteos y moverse al compás de una penetración… uuufffff!!!, moviéndose hasta que entre alaridos descarga sobre mi espalda y nalgas… uuummm!!!.
Tras reponer mis ropas, salí de ese local como alma lleva el diablo, no me despedí de ese hombre al cual le veía como un salvador, hombre que ese día dejo que otros se aprovecharan. Esa noche como otras tantas, no hubo vez que esa experiencia me sirvió para satisfacerme, sirviéndome para ser la base de otras, pero mi propio miedo a que se repitiera, me hizo dejar de ir durante un tiempo.
Con los años y antes de que acabaran por quitarlo, sustituyendo este establecimiento por otro más apto para el público (Gimnasio). Me acerque nuevamente, pero esa vez me consideraba más adulto, me consideraba más apto para participar, mas entregado a experimentar… mmm!!!. Entre y cambie dinero, dándome cuenta que era el mismo encargado, no reconociéndome este, Tras el cambio me dirigí hacia las cabinas, entrando en una cabina, esperando acontecimientos, no siendo estos que los de siempre… mmm!!!. Deje las puertecillas abiertas, apareciendo una larga y gruesa polla, no me lo pensé dos veces y comencé a comérmela gustoso… mmm!!!. Me vi hay de rodillas, devorando una polla con ansias… mmm!!!, momento en que el dueño de ese miembro, me propuso…
“¿Qué te parece si continuamos en tu cabina?”.
“Me abres, te la comes mejor y más cómodo, y sí quieres te follo ahí mismo… mmm!!!”.
“Venga abre el pestillo que voy, ve desnudándote”.
No espero ni dos minutos, cuando me vuelvo y quito el pestillo, esperándole a que entre… mmm!!!. No llegando a hacer nada más, cuando entra y me propone ir a una cabina de parejas, cabina que no solo es más amplia sino que tiene un diván (cheslón), donde me puede despelotar y follarme hasta vaciar sus huevos.
Claro está… acepte, me vi entrar con ese hombre en esa cabina, dándome cuenta que este tras entrar… no hecho el pestillo. Acto seguido se me hecho encima literalmente, comenzando a desvestirme hasta dejarme con tan solo “ejecutivos” (medias de caballeros), mientras me desnudaba intentaba besarme, cosa que yo en ese tiempo era reacio a hacerlo de primera y más ante un extraño.
Por lo que este comenzó a besarme desde mis mejillas hasta mi oreja… aaahhh!!!, continuando por mi cuello e ir descendiendo hasta mi pecho, besando, lamiendo y mordisqueando cada centímetro de mi cuerpo al tiempo que me fue magreando… ooohhh!!!, desnudándome el mismo por completo… mmm!!!.
Yo estaba entretenido en acariciar tanto su miembro como sus genitales… mmm!!!, fijándome mejor que no era tan gruesa como me parecía, pero no en cambio su longitud sí que era considerable… mmm!!!. Viéndome en minutos arrodillado y tragándome tan gustoso premio… ooohhh!!!. Acabando este por colocarme a cuatro pastas sobre el diván, colocándose detrás de mí y tras comenzar durante un rato a comerme el culo, jugando con sus dedos dentro de mí… uuummm!!!... aaahhh!!!, alternando tales juegos con masturbarme… uuuffff!!!.
Acabo de dejar de jugar para ponerse serio, comenzó primero por colocarse primero un preservativo y tras este, puso su glande entre mis glúteos a escasos milímetros de mi orificio anal… mmm!!!. Comenzando a presionar y en pocos minutos a pesar del dolor… ooohhh!!!, aquella polla comenzó a entrarme… ooohhh!!!... aaahhh!!!, penetrándome poco a poco… uuuhhh!!!... ooohhh!!!. Deteniéndose unos minutos a modo de poder adaptarme a su polla y volver a comenzar… aaahhh!!!... ooohhh!!!.
Descubriendo para mi asombro en medio del placer… mmm!!!, como en el reflejo de un enorme cristal… vi cómo se abría la puerta, apareciendo para mí sorpresa el encargado (dependiente) de la tienda. Hombre que se acercó a nosotros, mirándome con cara de salido pervertido al tiempo que soltaba el botón de su pantalón… dejándolo caer junto a sus calzoncillos en los pies, colocándose delante de mí y con su miembro en mano… aaahhh!!!. Condujo su glande hasta mi boca al tiempo que su otra mano oprimía mi nuca a modo de acercarme… uuummm!!!.
“Obligado” a tragar aquella polla, chupando su glande y la longitud de su venoso tronco… uuummm!!!, mientras era penetrado por ese maduro canoso… ooohhh!!!, chupando esa polla como un poseso mientras disfrutaba, gemía y suspiraba… ooohhh!!!... mmm!!!... ooohhh!!!. El que me penetraba de vez en cuando me tiraba de mis cabellos aunque cortos, tiraba al tiempo que me insultaba con alguna bajeza… aaahhh!!!... uuummm!!!... aaahhh!!!. Llegando a cogerme con ambas manos el segundo la cabeza, oprimiéndome contra su pelvis, chocando mis labios contra su cuerpo al tiempo que mí barbilla contra sus grandes genitales, sintiendo arcadas y nauseas… mmm!!!... uuuffff!!!... mmm!!!.
Cogiéndome finalmente por las caderas al tiempo que me proporcionaba brutales embestidas, sacándola de mi culo violentamente para descargar sobre mis nalgas y espalda entre alaridos… aaahhh!!!... uuummm!!!... aaahhh!!!. Mientras el encargado ni me pregunto, simplemente descargo parte de su caliente corrida y espesa dentro de mi boca, sacándola y descargar el resto sobre mi rostro… mmm!!!, mientras me pellizcaba los pezones… aaahhh!!!, empapándome desde la nariz hasta mi barbilla… mmm!!!... ooohhh!!!... si... si… uuuffff!!!. Encargado que fue invitado por mi penetrador a sodomizarme, callando este y acabar por marcharse… mmm!!!.
Como he dicho, aquel encargado se marchó sin soltar una palabra, mientras yo me dedique a chupar y limpiar la polla de mi follador… ooohhh!!!. De aquel maduro canoso, cuyo pollón no he dejado de verlo en otros Sex-Shop, y al cual no me canso de darle tal mamada que la dejo nuevamente lista, volviéndome a encularme… ooohhh!!!. Cuando finalizamos, salimos cada uno por nuestra cuenta, saliendo el primero por no tener nada que limpiar, mientras yo me dedique a limpiar los restos de leche del encargado. Luego me toco salir, acercándome al encargado el cual me trato como si nada hubiera pasado… mmm!!!.
Antes de dejaros, me viene a la cabeza, cuando me fui a marchar lo que me soltaba este señor…
“Cabrona tengo ganas de ponernos otras vez guarros, mañana por la mañana en principio estoy libre, como te viene a ti pequeña”.
“Si quieres, mañana si estamos solos te preño”.
Asustado ni contesto… mmm!!!, me marchaba en silencio con un dolor de culo, pero con la satisfacción de haber salido satisfecho… mmm!!!. Antes de dejaros, os debo de confesar que siempre me he esforzado en mejorar, claro está… sexualmente, como bien sabéis mis gustos son los hombres maduros… muy maduros (de 50 a 90 años). Voy buscando siempre a ser posible mi estereotipo, no busco amistad, pero el roce y el tiempo la crea, voy buscando sexo… puro sexo, buscando relaciones esporádicas. Bueno aquí dejo una experiencia más, espero que os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios. Mi email (lógicamente todo junto) es… Jhosua 1974 @ Gmail . com