Con la comida sí se juega

No hay mayor placer que comer mientras te follan

Ese fin de semana celebrábamos el 30 cumpleaños de mi amigo Julián. Su novio Luís, le montó una fiesta sorpresa y llamó a todos sus amigos. Hacía un año que Julián se había ido a vivir con su novio a un pueblo lejos de nuestra ciudad. Y entre la distancia y nuestras vidas no habíamos podido ir a verle ni conocer su nuevo entorno. Así que la ocasión era muy muy especial. Como era verano, Sergio, Jose y yo le dijimos a su novio que nos buscara un apartamento cerca de la playa. Le pareció una idea genial. Así que hicimos las maletas y nos pusimos en marcha. El regalo conjunto iba a ser un portátil pero nosotros decimos hacerle a parte un álbum de fotos, con todas nuestras aventuras. Jose tiene mucha mano para las manualidades así que le quedó una maravilla de recuerdo. El viaje duró 4 horas. Cuando llegamos al apartamento dejamos todas las cosas y nos fuimos a la playa. Había mucha gente y las tres Maris nos pusimos a escanear a todo tío bueno. Siempre nos ha gustado hacerlo y además puntuar, así vemos en cuántos coincidimos. Conmigo nunca se pelean, como a mí me gustan los normalitos tirando a feos; aunque no le hago ascos a un buen tío bueno. Como el que se acercó a nosotros ofreciéndonos flyers para una discoteca del pueblo. El tío, un morenazo de cabeza a pies con bañador fluorescente y sin camiseta, marcaba todos los músculos de su cuerpo, incluso los que no existen. Así que los tres nos volvimos locas.

  • Chicos para la discoteca Marmalade. Esta noche strip-tease masculino y femenino.

  • El masculino eres tú? - preguntó Sergio. El chico se ruborizo y se rio.

  • Puede ser - contestó. Los tres nos pusimos a silbarle, mientras le dábamos un buen repaso a su culazo.

  • Perris, tenemos que ir esta noche! - dijo Sergio - habéis visto cómo está?

  • No es para tanto - dije yo.

  • Perdooooooona…a ver señala uno que quieras ver esta noche haciendo un strip-tease - me preguntó Sergio. Yo eché un vistazo rápido y señalé a un tío de unos 35 años medio calvo con algo de barriga y piernas peludas, que estaba dejando caer puñados de arena sobre la espalda de su novia.

  • Claro, el del guardarropa - dijo Jose y los dos se descojonaron de risa.

  • Eh mensaje de Luís - dije yo cogiendo el móvil - dice que bienvenidos y que sobre las ocho deberíamos estar en el restaurante El Toni. Que no nos movamos de la playa que Julián va por el paseo.

Estuvimos una hora más tostando nuestros cuerpos hasta que decidimos ir a comer y a descansar un rato al apartamento. A media tarde decidimos ir a dar una vuelta sabiendo que Julián estaba en casa. Nos compramos unas camisas veraniegas muy chulas y fuimos a tomar un helado. Sobre las seis estábamos de vuelta al apartamento para ducharnos y vestirnos. Jose la fantástica se trajo maquillaje e insistió en que debíamos pintarnos un poco. Al final por pesado le dejamos hacer. Nos puso un poco de base y después nos marcó un poco la raya del ojo.

  • Suficiente - le dije yo.

-

Te queda super bien. Estas guapísimo - me dijo. Me miré y la verdad que me gustaba como me quedaba. Nos pusimos las camisas nuevas y fuimos al restaurante. El Toni estaba a unos 15 minutos caminando. Se llamaba así por el dueño. Toni era uno de los mejores amigos de Luís. Se conocían desde pequeños e incluso Luís fue el padrino de su boda. El restaurante era un lugar muy acogedor y muy bonito. Típico rústico con las paredes de piedra, mantelería blanca y una iluminación amarilla, que le daba un toque elegante al local. Habían dispuesto las mesas en forma de U, de tal forma que el centro quedara libre para que la gente estuviera de pie charlando unos con otros. Cuando llegamos habían unas veinte personas, que nos miraron de arriba a abajo pensando que ya habían llegado las locas de ciudad. Nos sentimos un poco desubciados hasta que se acercó Marian.

  • Hola chicos, bienvenidos. Soy Marian la mujer de Toni - era una chica muy amable y muy guapa que enseguida nos presentó a toda la gente y nos ofreció bebida. Estábamos charlando muy amablemente con Marian, nos estaba comentado que le encantaba el maquillaje, cuando vi por detrás de ella que se aceraba un hombretón moreno con barba de 1,80m, vestido con un delantal blanco.

  • Hola, soy Toni - se presentó con una voz grave mientras nos daba la mano. Yo me lo quedé mirando y él me miró de una manera extraña, como si hubiera visto algo que le gustara. No era guapo pero tenía las facciones muy marcadas y los ojos grandes con grandes cejas. Además se le veía rechoncho pero esa cara tan varonil y ese cuerpo de macho ibérico me embobaron. Me soltó la mano.

  • Por favor sentiros como en casa, picar lo que queráis. Yo sigo currando en la cocina - y se fue, dejándome con la mirada clavada en sus andares tan masculinos. Un codazo de Jose me devolvió a la Tierra. Marian nos estaba explicando que Toni y ella se conocieron en la escuela de hostelería y que hacía 10 años que habían montado el restaurante, justo después de casarse. Se dedicaban a la cocina franco-española porque Marian es medio francesa. Así los productos españoles más buenos se cocinaban con la exquisitez de la Nouvelle cusine. Marian nos dejó observando los platos mientras ella iba a saludar a más gente. Todo tenia una pinta estupenda, desde un canalón de calabacín relleno de pulpo hasta un arroz de foie y setas. Todo hecho por Toni. Menudas manos. Me gustaría ser su ingrediente principal pensé.

  • Qué guapo El Toni - dije.

  • Todo para ti - dijo Sergio.

  • Venga, que está casado, solo era un comentario - dije.

  • Cuando se te ha resistido un casado, cari? - dijo Jose. La verdad que pocos.

A las nueve en punto llegaron Julián y su novio. Al abrir la puerta

Friday night

de Katy Perry empezó a sonar y todos gritamos sorpresa. Su cara era toda felicidad, sobretodo cuando aparecimos sus tres amigos de detrás de la multitud. Vino corriendo hacia nosotros y nos abrazó con tanta fuerza que no pudimos más que llorar. La cena transcurrió fue muy bien. Pusieron un montón de comida buena y buena música. Yo de vez en cuando buscaba a Toni con la mirada hasta que él se daba cuenta. Después sacaron el pastel y los regalos. A Julián le encantó el portátil pero mucho más el álbum que le hicimos. Mientras veíamos las fotos los cuatro juntos otra vez a llorar, menos mal que el maquillaje era bueno.

  • Parece que os deprime la fiesta - nos dijo Toni viéndonos llorar. Yo estaba agachado y al mirar hacia arriba su silueta se me hizo impresionantemente sexy. Ya se había quitado el delantal, dejando ver una camisa de seda azul con las mangas remangadas y los botones de arriba desabrochados, mostrando su pelambrera. Llevaba un pantalón de pinza negro y unos zapatos de piel. Yo me lo quedé mirando y entonces no hubo duda que me estaba poniendo cachondo con su presencia.

  • Es un álbum con todos los recuerdos desde que nos conocemos - dijo Julián sollozando. Toni se acercó un poco más para mirar el álbum, de tal manera que su paquete quedó a mi altura. Definitivamente me estaba buscando.

Después de un par de copas en el restaurante decidimos ir a alguna terraza a tomar algo antes de ir a la discoteca. Yo le dije al grupo que tenía que sacar dinero y Toni se ofreció a acompañarme porque él también necesitaba sacar dinero.

  • Muy buena toda la comida. Eres un master chef - le sonreí.

  • Me alegro que te haya gustado. Me costó mucho pensar en el menú. Cuando hay tanta gente es difícil saber qué vas a preparar para que le guste a todo el mundo.

Llegamos al banco y los cajeros estaban dentro. Primero saqué yo dinero. Y mientras estaba tecleando Toni se acercó por detrás, pegando su cuerpo al mío.

  • Aun no has probado mi plato estrella - me dijo mientras rozaba su bulto en mi culo. Yo me quedé de piedra pero me dejé hacer.

  • Tú si que tienes un culo masterchef - y me dio un azote agarrando fuerte mi nalga derecha a al vez que empezaba a besar mi cuello.

  • Esto si que no me lo esperaba - le dije mientras jadeaba.

  • A mí también me gusta comer fuera de casa y de vez en cuando follarme un culo como el tuyo - su mano ya se había colado por dentro de mi pantalón cuando notó que llevaba tanga.

-Uuuuu qué tenemos aquí? llevas toda la noche provocándome pero con esto rematas - me dijo, mientras estiraba el hilo de mi tanga hacia arriba y me lo cortaba bien por la raja. Después lo soltó de golpe para empezar a bajarme el pantalón pero el sonido del cajero avisaba que se iba a tragar la tarjeta si no terminaba la operación.

  • Hay cámaras - le dije jadeando, mientras se apartaba de mí dejando que yo acabara de sacar dinero.

  • Me he llenado con tu comida pero aun me queda un rinconcito para algo rico - le dije mientras le agarraba el paquete que ya lo tenia a reventar.

Toni sacó dinero y nos fuimos dónde estaba el grupo. En la terraza no dejábamos de buscarnos disimuladamente con miradas de lujuria y deseo. En la discoteca ya fuimos más a saco. Mientras él bebía en la barra con algunos del grupo yo bailaba con mis tres amigos y algunas de las chicas del grupo, incluida la mujer de Toni. De vez en cuando miraba a la barra y Toni me miraba fijamente. Llegó la hora del strip-tease y el tío bueno de la playa que repartía los flyers salió al escenario para presentar el strip-tease masculino.

  • Desnúdate tú - gritó Sergio provocando la las risas de todo el público y la vergüenza del guapo.

El bailarín salió al escenario y todos nos apretamos hacia adelante para verlo más de cerca. Un rubio de origen eslavo y de 1,90m todo fibrado, empezó a bailar y a quitarse la ropa mientras todas las mujeres y la casi mujeres gritábamos como locas. Le dije a mis amigos que iba al baño a ver si Toni me seguía. Su mujer estaba distraída con el stripper así que teníamos unos minutos. Fue salir de la pista de baile y tener a Toni siguiéndome al lavabo. Había un chico meando pero nos metimos sin que nos viera en el último water.

  • Tenemos pocos minutos - me dijo Toni besando mi cuello y tocando mi culo desesperadamente.

  • Suficiente - le dije cuándo ya estaba agachado desabrochando su cinturón y bajando su pantalón y su boxer. Una polla morcillona salió disparada hacia mi cara. No era grande tampoco pequeña, ideal para que me cupiera en la boca. Tenía los huevos rapados y algo de pelo en el pubis. Me la metí en la boca notando el sabor de macho cachondo. Toni empezó a suspirar y quiso agarrar mi cabeza pero le aparté las manos y se las llevé detrás. Empecé una mamada lenta y cada vez fui subiendo el ritmo. Cuando se puso dura alcanzó unos 16cm. Miré a Toni y ahora sí dejé que me follara la boca. El tío agarró fuerte mi cabeza y empezó un mete saca fuerte haciendo que sus huevos chocaran en mi barbilla. Glup glup glup ese sonido de sus polla babeando en mi boca se mezclaba con el ruido de fondo de la discoteca. Yo apreté mis labios a su carne haciendo que le diera más placer y me avisara que se corría. Me la sacó de la boca y sin soltar mi cabeza empezó a pajearse haciendo que toda la lefa cayera en mi cara, en la boca e incluso en el pelo.

  • Vaya corridón! - le dije. Escupí y le empecé a limpiar el rabo.

  • De las mejores mamadas de mi vida - me dijo. Se abrochó el pantalón y salió del cubículo y un minuto después salí yo, me lavé bien la cara y el pelo y fui a la discoteca. Cuando Jose me vio supo lo que había pasado.

  • Nooo, pedazo de…

  • Qué ha pasado? - preguntó Sergio.

  • Se ha tirado a Toni - dijo Jose. Julián se giró ojiplático.

  • Tío, es el mejor amigo de Luís, no me jodas!

  • Tú sabías que es bisexual? - me encogí de hombros.

  • Sí algo me dijo Luís, pero no conocimos a ninguno de sus ligues. Hasta ahora - me puso una mano en el hombro - tener cuidado.

Teníamos que tenerlo. Me acerqué a la barra a pedir una cerveza.

  • Aun tienes hambre? - me preguntó Toni mientras bebía a morro de su botella - porque yo me muero por probar ese culito.

  • Qué tienes pensado?

  • Alguna vez has follado en una cocina? - me dijo casi susurrando en el oido.

Yo avisé a mis amigos que nos íbamos y Toni le dijo a su mujer que se iba a dormir que mañana madrugaba, que no tuviera prisa por volver. Salió de la disco dirección al restaurante y a los 10 minutos me fui yo sin que nadie lo notara. Cuando llegué al restaurante Toni me recibió con una cerveza. Todo estaba recogido, las sillas sobre las mesas, todo el suelo limpio y al final, la cocina con la luz encendida.

  • Te preparo algo? - me dijo Toni mientras se lavaba las manos.

  • Lo que quieras - Toni fue a por su delantal.

  • Ponte solo el delantal - le dije pícaro.

  • Quieres que cocine en pelotas? - me preguntó.

  • No, solo con el delantal.

  • Eso nunca me lo habían pedido - se fue quitando la ropa hasta quedarse desnudo, se puso el delantal y se dio media vuelta mostrándome su culo peludo.

Yo me acerqué y rodee mis brazos en su pecho.

  • Y alguna vez te la han comido mientras cocinabas? - no me respondió y yo ya estaba debajo de su delantal degustando su polla. Toni se puso a preparar unos sándwiches mientras suspiraba con su rabo dentro de mi boca.

  • Menos mal que no hay prisa, porque esto tardaría más de la cuenta - me dijo, mientras yo seguí chupando y chupando sin parar hasta ponérsela bien dura.

  • Esta ya está lista - le dije poniéndome de pie.

  • Los sandwiches también.

  • Pero antes de comer dame un aperitivo - me fui quitando la ropa.

  • No te quites el tanga - me pidió. Me cogió fuerte por la cintura y me plantó un morreo impresionante, mientras llevaba sus manos a mis glúteos. Me giró bruscamente haciendo que me apoyara sobre la encímela. Empezó a morder mi culo rascando su barba en mis nalgas. Después las separó, cogió el bote mayonesa y untó un poco en mi ano para después lamerlo con su lengua, haciendo que mi cuerpo estremeciera.

  • Nunca me habían condimentado - le dije.

  • Esta noche está siendo de descubrimientos culinarios - me dijo Toni e inmediatamente volvía a enterrar su cara en mi culo. El tío lo sabía comer de maravilla. Yo cogí un bote de salsa de soja y lo fui derramando por mi culo haciendo que cayera por mi raja hasta la boca de Toni.

  • Me encanta la salsa de soja ummm - y volvió a chupar mi ano condimentado, metiendo su lengua entera. A esas alturas mi culo estaba bien dilatado y preparado para ser cocinado. Toni cogió una aceituna con hueso y la introdujo en mi culo.

  • Empuja - me pidió. Hice presión para abrir mi agüero y la aceituna salió disparada al aire haciendo que Toni la atrapara con su boca y se la comiera. Después repitió la operación pero metió hasta tres aceitunas, que yo fui disparando una a una en su boca. Yo cogí una zanahoria y se la di a Toni. Él enseguida empezó a meterla en mi culo haciendo que me la tragara de golpe.

  • Tu culo es de estrella Michelin con esto no tienes suficiente - y cogió un calabacín. Me puso una pierna sobre la encímela y volvió a separar el hilo de mi tanga. Echó un buen chorro de aceite en mi culo y fue metiendo poco a poco el calabacín, haciendo que me tragara la mitad. Me encantaba la imaginación culinaria que le estaba dedicando.

  • Ahora te oigo - me dijo Toni y siguió empujando los 22cm de calabacín - joder, menudo culo glotón - empezó a meter y a sacar el vegetal.

  • Mmm méteme tu polla - le pedí. Toni sacó el calabacín de mi culo dejándome un buen boquete. Se fue hasta un cajón. Lo abrió y sacó un par de condones.

  • Es tu picadero?

  • Dicen que donde tengas la olla…pero a mí me da morbo meter la polla en mi cocina - se había levantado el delantal y se estaba poniendo el condón. Yo mientras lo miraba acercarse iba acariciando mi culo pidiendo guerra. Toni llegó hasta mí, apuntó su rabo en la entrada de mi culo y fue metiéndolo hasta hacer tope.

  • Oh sí, qué caliente estás perra - y empezó a bombear mi culo mientras me agarraba fuerte por la cintura. Yo le agarré el cuello y lo miraba con lujuria mientras le pedía que me follara fuerte. Atendiendo a mis suplicas Toni empezó a embestirme con todas sus ganas hasta que decidió cambiar de postura. Bajó mi pierna de la encimera, me alzó en el aire y me colocó sentado sobre la encimera. El frío del metal se mezclaba con mi culo ardiendo y la sensación era genial. Toni volvió a meter de una su polla en mi agujero y elevando un poco mis piernas empezó a joderme bien.

  • Así así me gustan los tíos bien machos! - le gritaba. Toni sacó un poco la polla de mi culo y volvió a meterla de golpe. Así hasta diez veces. Para después volver a follarme fuerte.

  • Mañana cocinarás tus platos con sabor a mi culo - le dije.

  • Seguro que salen bien ricos - Vi un bote de nata y lo cogí. Me eché un chorro en cada pezón - cómemelos! - Toni acercó su cara a mi pecho y empezó a lamer la nata. Después echó un poco más y también me los chupó. Cogió el bote de nata y me echó un chorro en la boca para después comérmela. Estábamos como locos follando y disfrutando de los sabores en nuestras bocas, cuando Toni me avisaba que se corría.

  • Hazlo en mi boca!

Se salió de mí y yo me agaché frente a su polla. Le quité el condón y empecé a comérsela. Cuando estaba a punto me la sacó y empezó a pajearse y justo en ese momento, hice algo que hacía tiempo que había pensado. Cogí el sandwich vegetal de pollo que había preparado Toni. Separé el pan e invité a Toni a correrse en el bocadillo. Le pareció raro pero los siete trallazos fueron a caer sobre la pechuga. Cuando Toni acabó de sacudírsela, yo cerré el sandwich y le di un buen mordisco notando como la lefa del cocinero se mezclaba con el resto de ingredientes.

  • Riquísimo! - le dije

  • Ufff y luego dicen que con la comida no se juega - me dijo mientras observaba cómo yo iba degustando con placer su bocata especial.

Semanas más tarde Toni me envió un enlace con la carta de su restaurante actualizada. No pude más reírme cuando leí en una de las líneas “sándwich especial de pollo”.