¿Con el tío o el sobrino? xx
Muchas veces nos cegamos y tratamos de convencernos de la existencia de sentimientos que quizás nunca existieron
Si poder rechazar estar de nuevo con Sergio sin verlo a la cara me costaba demasiado, al tenerlo frente a mí me hizo imposible decirle que no, estaba muy molesto con él y tenía razones de sobra para estarlo, pero también llevaba meses esperando que él quisiera estar nuevamente conmigo, desconozco si él se dio cuenta de mi dilema interno pero ante mi silencio termino por entrar a mi casa, cerrar la puerta y darme un corto beso que consistió únicamente en el roce de nuestros labios dejándome con ganas de más de él, sus caricias en mi trasero no se hicieron esperar, prácticamente estaba indefenso ante mi deseo por volver a estar entre sus brazos por lo que un segundo beso tuvo lugar, uno donde nuestras lenguas finalmente se entrelazaron y durante el cual solo podía pensar “será esta ultima vez, tan solo esta vez”, al corresponder los besos de Sergio imagino que él comprendió que no me negaría a acostarme con él por lo que tomándome de la mano empezó a guiarme hacia las escaleras para subir a mi habitación hasta que finalmente pude detenerme
A: ¡espera!
S: ¿qué sucede?
A: aquí no, espérame, solo iré por mis cosas del gimnasio, no demorare
Al subir a mi habitación tome mis cosas y dude un poco más en si salir o no, pero finalmente decidí sin importar qué llegara a ocurrir que esa sería mi última vez con Sergio y disfrutaría cada segundo, por lo que según yo hacía bien en preferir en ir al motel donde solo tenía recuerdos de momentos con Sergio, además de que no deseaba recordar mi última vez con él cada vez que entrara a mi habitación, el trayecto al motel fue de total silencio hasta que finalmente él hablo
S: ¿vas a decirme por qué no quisiste que nos quedáramos en tu casa?
A: mamá podía llegar en cualquier momento
S: entiendo, pero… debí decirte que no tenemos mucho tiempo, a las 19:00 debo estar en casa de…
A: no necesito detalles, solo dime cuando quieras que paremos
Tras llegar a la habitación del motel Sergio no perdió el tiempo y de inmediato se quitó la camisa, me beso y empezó a quitarme la playera que llevaba puesta hasta que una vez más lo detuve
A: espera, debo ir al baño
S: ¿hablas enserio?, ¿acaso quieres retrasar todo para que llegue tarde a mi cita?
A: debo ir al baño porque no esperaba verte hoy, por lo que no estaba preparado
Obviamente Sergio me había puesto de mal humor, pero ya estábamos en el motel, bien podía salir del baño y pedirle que me llevara a casa, pero no lo hice, salí del baño con la mejor actitud posible y trate de olvidar lo imbécil que era Sergio, sus besos ayudaron bastante a ello, tras salir él ya se encontraba semidesnudo, únicamente con un bóxer ajustado color negro, los cuales al parecer eran sus favoritos, rara vez lo había visto con bóxer de otro color, después de varios besos me fue imposible no prestar atención a su marcado pecho, el cual empezaba a cubrirse de vello, era evidente que Sergio se ejercitaba constantemente sus pectorales, pero cuándo y cómo era un total misterio para mí, no sé por qué pero no pude evitar pensar en lo mucho que desconocía de él, solo sabía que cada mañana del domingo salía a correr pero nada más, luego de unos minutos fue el mismo Sergio que empezó a presionar sobre mi cabeza para que empezara a bajar haciéndome recorrer con mi lengua todo su abdomen hasta llegar a su entrepierna, trate de jugar un momento con su pene dentro del bóxer pero Sergio termino por quitárselo apresurando el momento en el que terminaría por meter su pene en mi boca
La mayoría de ocasiones Sergio mantenía una limpieza impecable pero en ese momento habían restos de orina o al menos el olor a ella entre su escroto, aquel sabor algo salado en mi boca puso en mi cabeza algunas dudas, ¿al estar con Silvia también se atrevería a tener restos de orina?, quizás, pero esa noche no, siempre nos duchábamos antes de marcharnos del motel, por lo que llegue a preguntarme si las otras veces en los que al estar juntos el motivo de su impecable limpieza se debía a haber estado con alguien más previamente, todo eso me estaba desconcentrando y sin poder evitarlo algunas lágrimas salieron de mis ojos las cuales Sergio atribuyo a mi intento de meterme todo su pene en la boca porque acariciándome la mejilla me dijo
S: tranquilo mi amor, no te esfuerces demasiado, tú disfrútalo como yo lo hago
Después de eso trate de enfocarme en disfrutar el momento, en mi mente me repetía una y otra vez “esta será la última vez que tenga a Sergio tan cerca”, por lo que deje a un lado su pene para pasar mi lengua por sus testículos, me gustaba meter uno a la vez dentro de la boca mientras que con mis manos lo masturbaba para luego de unos minutos colocar mi lengua sobre la parte donde empieza la base del pene en la parte inferior y como si de un helado derritiéndose se tratara, pasar mi lengua con cierta presión hasta el glande para continuar mamándosela, en algún momento Sergio me ordeno detenerme advirtiéndome que estaba a punto de acabar pero no lo hice, insistí en mantener el miembro de Sergio aprisionado dentro de mi boca por lo que Sergio al ver que ignore su orden termino diciéndome: “así que quieres leche”, para luego presionar con fuerza mi cabeza contra su pelvis, al escuchar los gemidos de Sergio y al pasar mi lengua sobre el glande note como su semen estaba por salir, dejando un poco del primer chorro dentro de mi boca mientras el resto de su eyaculación termino en mi cara al retirar su pene, dude mucho en permitir o no que él acabara dentro de mi boca, pero sabía que si lo hacía ya no tendría sentido que le pidiera usar protección al penetrarme, aun después de dejar de expulsar los chorros de semen. su pene seguía muy erecto por lo que sabía lo que continuaba cuando Sergio me tomo de los brazos para ponerme de pie
S: creí que querías tragarlo
A: al parecer te equivocas al creer que me conoces
S: no te preocupes, no vamos a desperdiciar esto, vamos a usarlo como lubricante
Sergio pasaba sus dedos sobre mi rostro recolectando los restos de su semen y al instante los colocaba en su pene y cuando guio su dedo hacia mi trasero con un poco de semen lo detuve
A: no te confundas, ya no soy un niño tonto y sé muy bien que contigo es mejor tomar precauciones
S: ¿a qué te refieres?
A: a que si quieres tener sexo conmigo deberá ser lo más seguro posible, así que si no traes preservativos será mejor detenernos ya
En ese momento me sentía muy orgulloso de mi, había logrado decirle todo eso a Sergio oyéndome muy seguro y además estaba decidido a cumplir con lo que había dicho, Sergio por su parte permanecía en silencio, por sus expresión en el rostro era evidente su molestia pero sin verme de nuevo a la cara se dirigió a un mueble de la habitación, abrió el primer cajón de arriba y de allí saco un condón, lo abrió, se lo coloco y finalmente me dirigió la palabra
S: ¿esto es lo que querías?, ahora sube a la cama y ponte en cuatro
Por su tono de voz era más que evidente que mi petición lo había molestado por lo que al tratar de reducir la tensión entre nosotros no replique y simplemente obedecí
S: por cierto, no hay lubricante, así que tendrás que aguantar
Después de eso Sergio se colocó detrás de mí y separando con sus manos mis nalgas sentí como su glande rozaba en la entrada de mi ano, en ese momento cerré un momento los ojos esperando ser penetrado sin compasión pero la sensación de algo viscoso se hizo presente, abrí los ojos y tras girarme levemente observe como Sergio dejaba caer su saliva sobre mi trasero, pude ver como Sergio sujetaba su pene para frotarlo en mi ano poco a poco fue introduciendo su glande en mí, el dolor no se hizo esperar pero Sergio seguía haciendo presión y en poco tiempo tenía sus diecinueve centímetros dentro de mí, la parte más gruesa de su pene era la base, por lo que no importaba que tan lento era Sergio para penetrarme por completo, siempre era al final cuando sentía que mi ano estaba totalmente abierto, él espero unos minutos para luego sacar su pene hasta la mitad y volvérmelo a introducir, en ese momento no sentía nada más que placer hasta que Sergio nuevamente abrió su boca para dejar salir algo más que gemidos
S: extrañaba la sensación de meterla en un culito
No era para tanto pero en ese momento yo trataba de guardar en mi memoria cada detalle de lo que quería que fuera mi última vez con él, por lo que no pude evitar por alto esa frase, tal vez hubiese sido diferente si hubiera dicho tu culito, pero no fue así, no negare que a pesar de todo disfrute del sexo con Sergio, pues incluso mi propio cuerpo me delataba al haber eyaculado quizás en dos ocasiones durante la penetración, pero lamentaba que no fuera más que eso, únicamente sexo
Después de que Sergio acabara dentro del preservativo se lo quito y busco abrazarme, pues habíamos terminado en posición de cucharita y él sabía muy bien lo mucho que me gustaba que me abrazara en esa posición después del sexo, pero en esa ocasión no se lo permití, en veces anteriores aprovechaba esos abrazos para ver la cicatriz de su brazo izquierdo y recordarme que sin importa lo que ocurriera Sergio si me amaba y con todo lo ocurrido ya no podía creer en eso, por lo que al sentir que sus brazos me buscaban decidí levantarme de la cama
S: ¿qué haces?, ven, regresa a la cama
A: creí que no querías llegar tarde a tu cita
S: aún tenemos tiempo
A: quizás para ti, yo aún tengo tareas que hacer para mañana
Sin decir nada más me dirigí al baño, me duche rápidamente, sabía que Sergio llegaría en unos instantes y justamente lo hizo cuando yo estaba saliendo de la regadera, me pidió que lo acompañara pero nuevamente le dije que tenía prisa en volver a casa, me vestí y baje al auto a esperarlo, demoro unos quince minutos en bajar, nuevamente se veía molesto y yo también lo estaba, creí que sería un trayecto a casa en total silencio pero no fue así, justo en el momento en que nosotros nos disponíamos a salir del motel también lo hizo otro auto, un auto que pude reconocer y que me impresiono mucho al verlo, con la mirada busque a Sergio para saber si él también había reconocido el auto y al parecer si lo había hecho y me dio la sensación de que no era la primera vez que lo veía en ese sitio, pues al darse cuenta de mi reacción me dijo
S: será mejor que olvides lo que estás viendo y no lo comentes y mucho menos hagas preguntas o reclamos o deberás dar explicaciones del porque estabas tú en este sitio
A: pero…
S: olvídalo, además no es nada diferente a lo que estamos haciendo, acaso olvidas que estoy siéndole infiel a Silvia contigo, así que no vengas con tu falsa moral
Después de eso ninguno de los dos dijo palabra alguna, baje del auto y entre a mi casa, mi mamá llego minutos después que yo y llego a comentarme que ese día yo había llegado antes de lo normal, me pregunto si cenaría lo cual respondí que no y me dirigí a mi habitación para procesar todo lo ocurrido, una de las cosas que más me llamaba la atención era la frialdad de Sergio ante lo que habíamos observado por lo que estaba seguro de que no era la primera vez que Sergio veía aquel auto en el motel, lo cual me llevo a recordar a como sin tener que preguntar pudo encontrar rápidamente los preservativos en la habitación por lo que era más que obvio que él ya había estado en aquel sitio con alguien más
Los días pasaron y Sergio estaba ausente nuevamente en mi vida pero esta vez finalmente estaba bien con ello, al llegar el fin de semana me vi forzado a estar el sábado por la tarde en casa de mi tía Carla, pues por instrucciones de un profesor tuve que trabajar en equipo de tres con Emilio y Cindy en un proyecto para el lunes siguiente, al principio habíamos quedado reunirnos en casa de Cindy pero justo cuando me encontraba camino a su casa Emilio me llamo para avisarme que Cindy ya se encontraba en su casa para trabajar en el proyecto, nuestra reunión de estudio duro un poco más de dos horas, tras terminar Emilio me pregunto si me quedaría a dormir pero en esa ocasión tenía la excusa de no llevar ropa al haber salido de mi casa antes de que él me avisara el cambio de punto de reunión, además de que lo que menos quería era estar expuesto a Alfonso, quien por suerte no se encontraba en casa durante el tiempo que estuve en su casa, pero termino llegando acompañado de su novia justo cuando estaba por irme, en ese momento Cindy recién se había dirigido a la casa de enfrente para pasar el resto de la tarde con su novio y yo estaba a la espera de mi papá, quien llegaría por mí
Durante todo el tiempo transcurrido no había tenido la oportunidad de conocer a Irene, quien si bien era muy atractiva, era muy peculiar su forma de vestir, era como la chica que al verla volteabas a ver a los lados por el miedo de que apareciera su novio a robarte, por lo que no podía dejar de cuestionarme el dónde se habían conocido ella y Alfonso, durante la presentación entre ella y yo Emilio opto por entrar a su casa ignorando por completo el saludo de Irene, ella se vio incomoda por la actitud de Emilio y por suerte mi padre llego en ese momento por lo que manteniendo un poco de distancia me despedí de Irene y Alfonso, al día siguiente me vi tentado a pedirle a mi padre que me dejara acompañarlo al gimnasio al verlo rasurarse antes de salir pero no lo hice, todo apuntaba a un típico domingo hasta que Alfonso llego a mi casa con un maletín y le pidió a mis padres permitirle pasar la noche con nosotros, su excusa, haber discutido con su papá por el tema de su desacuerdo con su actual noviazgo, por lo que mis padres no dudaron en ofrecerle la habitación de visitas a su ahijado
La noche llego y después de la cena ni Alfonso ni yo teníamos razón alguna para salir de nuestras respectivas habitaciones, ambas tenían baño propio y cuando salí de mi baño tras lavarme los dientes Alfonso se encontraba sobre mi cama, había pasado por alto colocar el seguro de la puerta y Alfonso sínicamente me mostro una caja de preservativos para luego acercarse a mí
Alf: espero no tengas mucho sueño
A: realmente no, pero eso no significa que estaremos juntos
Alf: ¿ahora cuál será tu excusa?
A: tienes novia y he decidido quererme un poco y no estar con personas para quienes soy un juguete, una distracción o simplemente nada
Mi respuesta no pareció agradarle a Alfonso, quien termino por sujetarme fuerte del brazo y lleno de furia decirme
Alf: y obviamente eso no aplica para mi tío
A: te equivocas, justamente es él la razón de mi decisión
No sabría decir si fue mi tono de voz o lo seguro que debí haberme visto pero Alfonso no me cuestiono más, me soltó y salió de mi habitación, llegue a creer que eso sería todo respecto a Alfonso, según él mismo y su familia, Alfonso realmente estaba enamorado de Irene, prácticamente se había revelado ante sus padres por mantener la relación con ella, días después nuevamente recibí mensajes de texto citándome a una calle del gimnasio, cita a la cual falte, las vacaciones de fin de año llegaron y con ellas mi viaje con mis padres a casa de mi abuela paterna el domingo por la mañana, pues el sábado anterior teníamos una comida familiar en casa de mi tío Omar para festejar el cumpleaños de mi prima Jas, comida en la cual Sergio me recrimino haberlo dejado plantado y tras decirle que todo entre nosotros se había acabado termino dejándome tranquilo porque según él todo eso era una rabieta mía que duraría simplemente algunos días y sí mucho algunas semanas, por parte de Alfonso me hiso saber que estaba muy contento porque se había dado cuenta que realmente ya no quería nada con Sergio y tras empujarlo al tratar de besarme termino diciéndome que ya había terminado con Irene, lo cual sinceramente no me importo, pues para ser sincero ya tenía planes de intentar tener una relación con alguien más tras regresar de pasar las fiestas de fin de año en casa de mi abuela
Después de las fiestas de fin de año terminamos volviendo con mis padres justo el domingo dos de enero, mi tío había decidido festejar su cumpleaños ese día y terminamos llegando a su casa justo antes de que partieran el pastel, la reunión familiar parecía estar llegando a su final hasta que Silvia y Sergio decidieron llamar la atención de todos para darnos según ellos una noticia muy importante, la premisa de la noticia fue que era algo relacionado con lo que había ocurrido en la cena de navidad entre la familia de ambos y que al parecer solo mis padres y yo desconocíamos y después de que Sergio le paso su bolso a Silvia, ella saco a la vista lo que parecía ser unos sobres mientras la escuche decir casi al instante: “¡ya tenemos las invitaciones de la boda!”…