Con el socorrista (V y Final)

Final de un interesante fin de semana...

CON EL SOCORRISTA (V y final)

Javi se acerca a mi y me abraza. Me acomodo en su pecho y lloro a moco tendido, no puedo evitar sentirme sucia. Me he comportado como una auténtica puta, como un zorrón verbenero. Sólo basta que me toqueteen un poco para que me ponga a follar con cualquiera

-Tranquila, Eva, no llores -intenta calmarme Javi.

Desde luego, este hombre es una joya. Es un amigo, está conmigo abrazándome hasta que dejo de llorar. Poco a poco dejo de hacerlo.

-¿Estás mejor? -me pregunta mirándome a los ojos. No me da tiempo a responder. Ana y Luis llegan justo entonces. Entre todos consiguen calmarme. Me piden que les cuente lo que ha pasado.

Les cuento atropelladamente todo lo ocurrido omitiendo en todo momento el nombre de Luis. No quiero que Ana se enfade y que Javi termine de convencerse de que soy una golfa.

-En definitiva, que no soy más que una golfa… -concluyo.

-¡De ninguna manera! -me dice Ana.

-¿Es broma no? -me dice Javi- simplemente estás en un momento de mayor actividad, estás más desinhibida, es normal en algunos momentos, y más en verano.

Pongo cara de sorprendida. No puedo creerme que acaben de soltarme semejante discurso.

-Javi es psicólogo -informa Luis.

-Bueno, ¿qué hacemos hoy? -pregunta Ana- no podemos quedarnos aquí. Además ¡tenemos que animar a Eva!

-Conozco una playa muy bonita por esta zona, es muy tranquila… -empiezo a decir.

-¿Cuál, la de entre las rocas? -pregunta Javi.

-Sí.

-A cualquier sitio menos a ese -dice inteligentemente Javi. Es algo más que una cara bonita y un cuerpazo y… ¡quieres pensar en otra cosa!

-¿A dónde vamos a ir entonces? -preguntan Ana y Luis a la vez.

-El otro día visité un arroyo que hay a unos cinco kilómetros de aquí… -propone Javi.

-¡Pues ahí! -decimos los otros tres al unísono.

-Pues el marcha -decide Javi.

Ana y yo empezamos a preparar los bártulos y los chicos se ponen a acarrearlos al coche. De un fogonazo se me ocurre que habrá que preparar algo para comer.

-¡Ya comeremos algo en algún sitio! -dice Ana.

Según voy a cerrar la puerta Ana se acerca a mí aprovechando que los chicos se han alejado.

-¿Te lo has pasado bien al menos? -me pregunta. Ya estoy más animada y le respondo sinceramente.

-La verdad es que sí.

-¿Cómo se ha portado Luis? -me pregunta. No me lo espero, no sé que contestar- tranquila, me lo ha contado, últimamente nuestra relación se estaba convirtiendo en aburrida y hemos pensado en abrirla un poco y quien mejor que contigo que con cualquier otra

Riiiiing, riiiinnng. El teléfono. Estoy tentada a no responder, pero algo me dice que se trata de algo grave.

-Voy a cogerlo, ve por delante.

-Tu lo que sea por no responder -me dice mientras va hacia el coche, donde nos esperan los chicos, riéndose a carcajadas.

Entro y contesto al teléfono. Efectivamente, se trata de malas noticias, el padre de Ana se había puesto mal y lo habían ingresado en el hospital.

Voy hasta el coche. Ya saben que algo malo pasa nada más ver mi cara y lo lento que me dirijo al coche. Les digo lo que pasa lo más suavemente posible.

-¡Tengo que volver a casa! -dice Ana al borde de las lágrimas. Se la ve desolada. Propongo que demos por acabado el fin de semana- ¡De ninguna manera! Sólo necesito que alguien me acerque a la cuidad.

Al final es Luis el que la va a llevar. Javi y yo recogemos los bártulos del coche de Luis mientras ellos se cambian y se visten de una forma más "formal". Para cuando salen ya listos tenemos el coche preparado para que salgan inmediatamente.

-Estoo… Javi, ¿tengo que volver a por ti? -pregunta Luis. Me sorprende- Eva, ¿te importaría llevarlo?

-Claro que sí, no vas a volver cuando yo puedo acercarlo.

-¡Gracias! -me dice Luis.

Nos despedimos. Luis arranca el coche y salen rumbo a la cuidad. Ana está muy afectada porque desde que pide que alguien la acerque hasta la cuidad no ha vuelto a abrir la boca y sus ojos están llorosos.

Javi y yo nos quedamos solos en el aparcamiento de la urbanización. La euforia de hacía solo unos minutos ha desaparecido ante el mazazo recibido.

-¡Venga, Eva, vámonos a pasar el día por ahí!

-¿Pero no íbamos al arroyo?

-Prefiero hacer un poco de turismo, enséñame el pueblo.

Pasamos la mañana visitando el pueblo, hablando con uno y con otro hasta la hora de comer. Javi me invita a un restaurante muy majo que yo no conozco (y hace años que voy a ese pueblo todos los veranos…).

Pedimos ensalada los dos para empezar y vino para beber. Según esperábamos el segundo plato, Javi me puso cara de confidencia:

-¿Ya estás mejor? -me pregunta bajito- ya sabes que si quieres hablar, yo sé escuchar.

La conversación se interrumpe ahí. Con la llegada del camarero con el segundo plato. Yo pedí pescado y él pidió almejas. El pescado está horroroso, parecía que lo habían vuelto a congelar después de congelado. Se lo digo a Javi. Me pide que se lo de a probar. Se le doy en el tenedor.

-¡Pues si que está malo! -dice- ¿quieres que compartamos las almejas? -y sonríe.

Me da unas pocas directamente a la boca. Parece que estamos solos en medio de el gentío del restaurante

Cuando terminamos llega el camarero y le reprocho lo malo que está el pescado. El pobre no sabe donde meterse, no es más que un pobre chaval que trabajará con un contrato basura a cambio de cuatro perras. Pedimos el poste. Los dos pedimos fresas con helado. Estoy más animada y la situación de las almejas me ha calentado un poco. Me acerco a Javi:

-¿Sabes que las fresas y las almejas son afrodisíacas? -le digo en tono de confidencia. Definitivamente ya estoy totalmente recuperada.

-Sí, ¿porqué crees que las he pedido? -me responde con una sonrisa.

Terminamos la comida en silencio. Hace un calor horroroso.

-¿Dónde vamos? -le pregunto- ¿a la playa?

-¿Y si vamos al cine? -propone.

-De acuerdo, ¿que dan?

-No tengo ni idea. Ya veremos.

Llegamos al cine y vemos que la película que ponían era una reciente que los dos queríamos ver. Pagamos la entrada (invito yo ante las protestas de Javi).

-Tú has pagado la comida.

Entramos. El cine tiene, afortunadamente, aire acondicionado. Nos acomodamos dos filas por delante de la última fila. Detras nuestro entra una pareja algo más joven que nosotros. Se sientan el la última fila.

Empieza la película. Es más floja de lo que pensábamos pero de todas formas no dejamos de verla. En estas, se oye un gemido masculino detrás nuestro. En la sala apenas estamos quince personas. Involuntariamente y aprovechando un oportuno momento de oscuridad en la película me vuelvo un momento. En ese momento vuelve la luz a la película. El chico está con los ojos cerrados y me parece ver la cabeza de la chica subiendo y bajando sobre la cintura del chico… es más que evidente lo que está haciendo. Vuelvo la mirada hacia la película pero mis oídos y mi interés está dos filas más atrás.

Minutos después el gemido que oigo es femenino. Esta vez ni espero a que haya un momento de oscuridad y miro directamente. La chica está botando sentada sobre el chico con los ojos cerrados. Javi tiene la misma curiosidad porque al volverme hacia la película él hace lo mismo y nuestras miradas se encuentran. La mano de Javi acaricia tímidamente la mía.

En esto oímos movimiento detrás nuestro, el acomodador ha descubierto a los amantes furtivos y los está echando. Se oyen palabras como marranos, eso no se hace aquí y similares.

La mano de Javi abandona mi mano y se coloca en mi muslo. No puedo evitar suspirar. Su mano sube a lo largo de mi pierna poniéndome la carne de gallina. Sigue hasta encontrarse con la pernera de mi pantalón. Su mano sigue subiendo por encima de la tela de mi short hasta llegar y colocarse en mi entrepierna. Su mano se mueve sobre la entrepierna de mis pantalones. Me acariciaba el coño por encima de los pantalones. Yo no podía dejar de suspirar. Javi hacía todo esto sin dejar de mirar a la pantalla..

Estiro la mano que tengo más cerca de Javi y la pongo sobre su muslo tal y como el me ha hecho al principio. La mano de Javi se mueve encima de mi coño excitándome cada vez más. Mi mano deja el muslo y se va a por su paquete. Me lo encuentro completamente abultado. Aprieto con la mano. Siento su polla dura como un hierro. La aprieto agarrándola por encima de los pantalones.

-Eva, vámonos a otro sitio… -me susurra al oído.

Me levanto inmediatamente. Al moverme noto como se han endurecido mis pezones y como se han mojado mis braguitas. También puedo comprobar cómo se ha inflamado la entrepierna de Javi.

El camino entre el cine y casa lo hacemos volando entre arrumacos y metidas de mano. Pero, incomprensiblemente, no lo terminamos haciéndolo en cualquier rincón. A medio camino, al pasar entre unos arbustos se lo pido directamente.

-Javi, por favor, ahora, por favor… ahora

-Espera Eva, que ya queda poco

Para cuando llegamos a la puerta del piso Javi ya me había abierto la blusa. Al intentar abrir la puerta tuve verdaderos problemas para meter la llave en la cerradura. Estaba muy muy cachonda y además las manos de Javi amasándome los pechos y sus dedos agarrando y acariciando mis pezones no me permitían concentrarme mi tarea.

Al entrar en casa Javi se abalanzó sobre mi. Mi blusa voló inmediatamente por los aires y al no llevar sujetador mis pechos quedaron expuestos a sus ojos. Los contempló durante unos instantes:

-¡Que ganas tenía de volver a veros! -dice dirigiéndose a mis pechos y luego se dirige a mi- ¡y qué ganas tenía de besarte…!

Me besa como nunca. Su lengua entra casi hasta mi estómago. La lengua recorre toda mi boca mientras sus manos acarician suavemente mis pechos. Sus manos abandonan mis pechos para sujetarme las caderas y cogerme a pulso. En sus brazos recorro el pasillo hasta mi habitación. En todo el trayecto no deja de besarme. Me deja en la cama y el se sienta a mi lado. Vuelve a besarme, esta vez ligeramente. Su boca comienza un recorrido descendente. Me besa el cuello y llega a los pechos. Su lengua hace círculos cada vez más pequeños alrededor del pezón mientras una de sus manos acaricia suavemente el otro. No puedo mantener los ojos abiertos como no puedo evitar volver a gemir.

Javi aprovecha que estoy con los ojos cerrados y la mano que no está en mi pezón vuelve al lugar que ocupaba en el cine. Abro los ojos. Nos miramos, nos sonreímos. Javi levanta la cabeza y procede a desabrochar mi short. Los botones ceden rápidamente y más rápidamente aún bajan los shorts por mis muslos hasta perderse más allá de de mis pies

Sólo estoy con las braguitas mientras Javi sigue completamente vestido, pero eso ahora mismo, me importa un bledo. Su lengua sigue acariciando mis pezones mientras sus manos se deslizan una por mis muslos subiendo y bajando y la otra por mi vientre bajando únicamente. Siento que la mano que va bajando por mi vientre llega hasta la cintura de mis braguitas. La mano se queda quieta. Javi se incorpora y me mira a los ojos. No hace falta que le diga nada, mis ojos le exigen que no se pare

Su mano se coloca justo encima de mi coño. Me toquetea, roza, acaricia mi coño por encima de la tela de las braguitas. Siento que se van mojando. Javi también.

-¿Te gusta? -me pregunta. No le respondo. Se para- no seguiré si no te gusta.

-Javi, me gusta, me encanta, no pares de acariciarme… -le pido.

Y me hace caso. Su mano vuelve a acariciarme a través de la tela. Mueve los dedos volviéndome loca. Pero necesito más, quiero sentir sus dedos directamente en mi sexo.

-Javi, por favor, quítamelas. Quiero sentir tus dedos… -le pido entre gemidos.

-Pero que guarrilla eres -me dice con una sonrisa.

Pero sus manos se dirigen a la cintura de mis braguitas y rápidamente, por no decir que con prisas, se deshacen de ellas. Ahora ya estoy desnuda, dispuesta (y mucho) a que Javi haga lo que le de la gana conmigo.

Siento su aliento en mi coño. Sopla suavemente sobre mis labios. Abro los ojos y le miro. El me devuelve la mirada. Un largo lameton en mi raja hace que deba cerrar los ojos. A ese lametón le sigue otro. Me esta lamiendo el coño como si fuera un helado. Lo hace suavemente, apenas me roza con la punta de la lengua. Los lametones son cada vez más rápidos y su lengua entra cada vez mas en mi coño. Siento entonces que sus dedos también están "por la región" al sentir como separan mis labios para exponer mi clítoris a los ataques de la lengua de Javi ¡y qué ataques! Largos lametones ponen mi clítoris al rojo vivo haciéndome gritar. Sus labios lo agarran mientras su lengua sigue dándole lametones. Mientras, uno de sus dedos ha empezado a explorar las profundidades de mi coño

-Javiiii… ¡Javi! ¡Como sigas así me voy a correrrrr! -le digo entre gemidos y suspiros.

Pero acelera aún más sus ataques con la lengua y son dos los dedos que se internan en mi coñito. Siento que me voy a correr en su boca.

-Javi, Javi,… me voy… a… correrrrr… -le aviso por última vez. El enésimo lametón sobre mi coño hace que se desencadene mi orgasmo- ¡Aaaaaahhhhhhhhh! ¡Síiiiiiiii!

Javi lame y lame todos mis jugos y sigue metiendo y sacando sus dedos de mi. Ya no se cuantos son. Con sus lametones consigue que mi cuerpo vuelve a tensarse en un segundo orgasmo

El segundo orgasmo me adormece. No sé cuando tiempo he dormido, por no saber no sé si he llegado a dormirme, pero me "despierto" cuando siento que algo está acariciando mis pezones. Abro los ojos y me encuentro con ojos de Javi que me mira sonriente.

-Buenas, dormilona -me dice. "Entonces si que me habré quedado dormida" pienso- ¿te ha gustado? Pues esto no ha sido nada

-¿Cuánto tiempo he dormido? -le pregunto alarmada.

-Bah, poco, diez minutos como mucho

"Uff que alivio" pienso. Temía haberle dejado tirado. En ese momento un pensamiento cruza mi mente: el todavía no ha llegado a correrse.

Le miro, me mira. Vuelvo a mirarle pícaramente. Miro hacia abajo, el sigue mirada. Descubro, complacida, que su polla sigue queriendo guerra. Apoyo su mano en su pecho, acerco mi boca a su oído:

-¿Recuerdas que ayer mi hiciste un steaptease?

-Sí -me dice con una pícara sonrisa- ¿quieres otro?

-Me encantaría.

Se levanta. Parece impaciente porque apenas se contonea y se quita la camiseta (la verdad yo tampoco tengo ganas de que sea muy largo) dejando al descubierto su cuerpazo. Empieza a mover el trasero moviendo las caderas. Se para y se da la vuelta. Vuelve a sonreír.

-Eva, ¡he decidido que el streaptease ha llegado hasta aquí! -le miro sin entender- ¡a partir de aquí me vas a desnudar tu!

Ni lo dudo. Me levanto y me acerco a él. Pego mis pechos a su fornido pecho y lo beso. Mis manos empiezan a recorrer su espalda hasta llegar a su duro trasero. Aprieto su trasero y lo acerco hacia mi. Siento su dura polla en mi vientre. Me muevo un poco restregándome contra el hasta que me hace parar.

-Eva, estáte quieta -me pide- ¿recuerdas que tenías algo que hacer?

Sonrío. Me separo un poco. Desde luego, mi restriegue ha surtido efecto: sus pantalones están absolutamente abultados. Mis manos se dirigen a la cintura de sus pantalones cortos y se deshacen de su cinturón. Lo suelto y tiro de la hebilla. El cinturón sale de las trabillas con un suave siseo. Lo tiro no sé a donde. Le miro a la cara. Me mira y me sonríe, pero ahora su sonrisa es una sonrisa nerviosa, excitada

Después de deshacerme de su cinturón procedo a soltarle el botón de los pantalones. Estoy tan nerviosa que tardo un poco. Javi gime impaciente pero no me dice nada. Vuelvo a besarle. Por fin cede el botón y la cremallera, con problemas por la hinchazón de la zona, cede también. Javi mueve las caderas y los pantalones caen hasta el suelo. Sale de los pantalones con dos movimientos rápidos de pierna. Queda delante de mi vestido únicamente con unos abultados boxer negros.

Vuelvo a besarle. Le sonrío y voy agachándome poco a poco. Llego hasta la altura de su entrepierna. Le miro a la cara, el me devuelve la mirada. Agarro la cintura de los boxer y los bajo bruscamente. Su polla salta como un resorte. Bajo los boxer hasta la espinilla

Agarro la polla y la aparto para meterme un testículo en la boca. Javi gime:

-Aaaahhh… sí Eva, asiiii… sigueeee, no paressssss

Someto al mismo tratamiento al otro mientras mi mano sube y baja a lo largo del tronco de la polla. Voy acelerando cada vez más el subir y bajar de mi mano sobre su polla. Sustituyo la mano por mi boca. Mi boca va subiendo por la polla dándole lametones, besos,

-Mmmmm… -gime Javi- sigueee, sigueeee

Mi boca llega al capullo. Mi lengua recorre toda la base empezando por el frenillo dando toda la vuelta. Luego separo la raja del capullo con la punta de la lengua… mi mano vuelve a subir y bajar por la polla. Hago que el capullo entre en mi boca y mi lengua recorre todo el capullo

-Evaaaa… -casi grita Javi- ¡como sigas así me voy a correrrrr…!

Mi boca y mi capullo aceleran sus movimientos. Quiero que se corra en mi boca, quiero todo de este pedazo de hombre. Enrosco mi lengua alrededor del capullo mientras la mano sube y baja a mayor velocidad sobre su polla. En ocasiones mi lengua y mi mano se encontraban arrancando un gemido de Javi cada vez. Siento que la polla se pone aún más dura

-Evaaaaa… ¡me corroooooo!

Atrapo la polla en mi boca. Y los potentes chorros de semen van llenando mi boca obligándome a abrir la boca. Me trago lo que puedo y el resto cae por la comisura de mis labios escurriéndose hasta mis pechos. Los chorros son cada vez más suaves y los gemidos de Javi van perdiendo intensidad hasta convertirse en suspiros

La polla de Javi va ablandándose poco a poco en mi boca. La saco y veo que está sucia de semen. La limpio a lengüetazos hasta dejarla brillante otra vez.

Nos tumbamos en la cama y nos quedamos adormilados los dos. Es un sueño agradable que dura hasta la mañana siguiente

Soy la primera en despertarme al darme un maldito rayo de sol en la cara. Miro a mi lado. No, no ha sido un sueño: Javi está a mi lado completamente desnudo. Bueno, no está completamente desnudo: sus boxer siguen en sus rodillas. Decido arreglarlo, y los deslizo suavemente pos sus piernas. Consigo quitárselos hasta sacarlos por sus pies. Sigue dormido

"¡Ya está bien de perezosos!" pienso. Decido despertarle de la forma más agradable que se me ocurre:

Agarro suavemente su polla y me la meto en la boca. Aún en reposo es una polla imponente. Empiezo a chupetearla. Entonces se despierta:

-Buenos días… -me dice adormecido- me encanta tu forma de despertar a la gente

No le respondo. Las atenciones de mi mano y de mi lengua consiguen que su polla vuelva a ponerse al rojo vivo. Los dedos de Javi han encontrado el camino y están acariciando mis labios vaginales, tratando de buscar mi clítoris.

-Javi, no sigas, no quiero correrme así… -le pido. Aparta mi boca de su polla. Su polla está dura y brillante por mi saliva.

-Yo también quiero correrme de otra forma… -me dice con una sonrisa.

Me coloca sobre la cama cara a el. Abre mis piernas y sus dedos vuelven a acariciar mis labios vaginales. Yo misma siento que estoy chorreando. Javi vuelve a mirarme.

-¿Dónde están los preservativos? -me pregunta.

-¡Déjate de condones! -le digo- ¡quiero sentirte entero!

Vuelve a sonreírme. Se va colocando sobre mi. Su cuerpo va rozando el mío. Su duro pecho se apoya en el mío rozando mis duros pezones, excitándome aún más (si eso fuera posible)

Siento que su polla se apoya sobre mi coño. Le miro a los ojos, el me devuelve la mirada y sonríe. El capullo ya está sobre mis labios vaginales. Espero la estocada, pero no, Javi restriega la polla por mis labios llegando hasta el clítoris y haciendo que gima otra vez. Recorre el mismo camino pero en sentido inverso. Me estoy poniendo mala:

-¡Métemela de una vez! -le grito.

-Lo estás deseando ¿eh? -me reta. Apoya la polla sobre mis labios vaginales y mete mas o menos la mitad del capullo. Gimo satisfecha ¡pero lo saca inmediatamente! Le miro furiosa. Vuelve a sonreirme. Siento como su polla vuelve a entrar en mi coño, esta vez lentamente. Pero no la saca, la polla sigue entrando en mi coño hasta el fondo. Siento como va entrando, como va llenándome. Pongo mis manos en su trasero, y ante su lentitud, soy yo misma la que empuja hacia mi acelerando la penetración ¡Por fin la siento plenamente dentro! Se queda quieto y me besa, nuestras lenguas se acarician… siento su pecho en el mio, su trasero bajo mis manos, su polla llenándome

-¡Vámos! -le grito- ¿vas a quedarte a dormir ahí?

Se ríe y empieza a moverse lentamente, apenas unos milímetros. Le rodeo con las piernas para que no se me escape, para que no deje de hacerme sentir lo que me está haciendo sentir

Al sentirse rodeado empieza a moverse más rápido, sus embates son más fuertes. Me besa y me acaricia los labios con la punta de la lengua acariciándome incluso la punta de la nariz.

-Diosssssss, Evaaaaaaa, no sabes como deseaba hacer estoooooo… -deja ir.

-Y yo también

Siento que voy a correrme, mi orgasmo llega sin avisar, brutal, salvaje. Grito el nombre de mi amante mientras me dejo ir

-¡¡¡Javiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii… me corrooooooooooo…!!!

Cuando me recupero, Javi sigue embistiéndome sin compasión, agarro su cara y lo beso con todas mis ganas agradeciéndole lo que me acaba de hacer sentir, me mira sorprendido y complacido pero con la promesa de que aún no ha terminado en los ojos

¡Y ni mucho menos ha terminado! Sigue embistiéndome con fuerza, tanta que mi cuerpo vuelve a tensarse… siento acercarse un nuevo orgasmo (¿esto será ser multiorgásmica?) cuando me recupero del segundo orgasmo, o eso creo, Javi me besa como si lo fueran a prohibir y sus embates son cada vez mas violentos, como si quisiera atravesarme a pollazos

Entre las embestidas, nuestros cuerpos sudorosos se deslizan el uno sobre el otro como piezas perfectamente engrasadas, y su polla se desliza vigorosamente en mi perfectamente lubricada vagina hasta donde yo no recordaba que hubiera llegado hombre alguno, pero quería más y se lo pedí:

-¡Dámelo todoooooo!

Javi sonríe, resopla y empuja mas fuerte, siento sus musculos en tension exactamente igual que los míos ¡Dios voy a correrme otra vez! Estamos perfectamente acoplados, somos un solo cuerpo moviéndonos al unísono, el dándome y yo recibiendo

-Evaaaa… me voy a correrrrrrrrrrrr… -oigo entre la neblina previa a mi propio orgasmo, el enésimo ya. Explotamos los dos a la vez… ¡increíble!

Después, Javi se aparta de mi, pero no puedo dejar que se aparte así como así, y decido sorprenderle. Siento como su semen rezuma de mi coño y como su polla brilla de la mezcla de su semen y mis jugos, parece sabrosa… ni lo dudo

El primer lengüetazo no provoca ninguna reacción, el segundo hace que Javi gima. Poco a poco, voy limpiando su polla de la mezcla que la "ensuciaba". Esperaba que aquello la reanimara, pero aun es demasiado pronto y los dos necesitamos descansar,

Al rato me despertó el dichoso teléfono, me levanto apresuradamente a cogerlo:

-¿Diga? -pregunto medio adormilada. Con las prisas ni siquiera me había vestido y estaba hablando por teléfono en cueros.

-Eva, soy yo, Luis… -en ese momento salió Javi de la habitación. Desde luego este chico no tenia desperdicio ni recién salido de la cama- ¿Eva, me escuchas?

-¿Eh? Si, perdona. Me he distraído -me disculpo.

-Ya se yo con que te has podido distraer tu, pillina… -se ríe. Justo entonces Javi me besa suavemente el cuello mientras me acaricia la espalda- te llamo para decirte que el padre de Ana está fuera de peligro

-Aaahh -no puedo contener el gemido. Javi parece que no puede estarse quieto y que le excita la situación- me alegro de veras.

-Eva, dile a mi hermano que se esté quieto… ¿no habéis tenido bastante esta noche? -dice Luis con risitas al otro lado de la línea.

-No sé de qué me hablas… -intento disimular mientras los dedos de Javi han atrapado mis pezones y juegan con ellos

-Ya… en fin -suspiró Luis mientras los dedos de Javi hurgan ya directamente entre mis piernas intentando buscar mi clítoris, rezo para que no lo encuentren, no al menos hasta que Luis cuelgue, pero ahora ya besa mi hombro justo debajo del auricular ¡esto lo ha tenido que oír Luis! Desde el otro lado se oye un suspiro- sólo llamé para contarte, contaros, eso. Seguid a lo vuestro, tortolitos.

-Gra… gracias Luis -los labios de Javi ya se deslizan por mi costado. No hay respuesta al otro lado mas allá del pi, pi, pi

Me vuelvo hacia Javi y tiro de su cabeza que bajaba peligrosamente por mi cuerpo para darle con un mínimo de seriedad la buena noticia, pero es imposible, solo puedo abrir las piernas para facilitarle la labor, sus labios y sus dedos han confluido ya en mi coñito

-Javi… -intento decir entre jadeos.

-¿Mmm? -responde entre besos y lametones.

-El padre… aahh… de Ana… está mejor… -su lengua se desliza ya entre mis labios vaginales jugando con ellos.

-Entonces tendremos que celebrarlo ¿no? -dice sonriendo apartándose un momento de mi entrepierna.

Su lengua vuelve a lamerme con furia, da pequeños golpecitos para penetrarme como si de una pequeña polla se tratase para combinarlo luego con lentos lametones a lo largo de todos los labios vaginales. Siento que me fallan las piernas, y me siento en la mesita de la entrada con la cabeza de Javi entre mis piernas y su lengua haciendo maravillas… se detiene.

-¡Necesito follarte ahora mismo!

No lo dice como quien quiere ligar en un bar, lo dice como si lo necesitara, y yo también lo necesito, la verdad, ese hombre me ha creado una adicción hacia él. Abro las piernas para franquearle el paso

-¡Yo también lo necesito!

Esta vez no hay tanta delicadeza como la noche anterior ni como minutos antes, la estocada es brutal, la penetración es brusca y directa, los dos gemimos al unísono al unirnos. Una vez está toda dentro, vuelve a quedarse quieto como la noche anterior. Yo también necesito ese respiro para sobreponerme del embate. Sentirme llena es todo un placer y sentirme llena de ese hombre es un placer aún mayor.

Empieza a moverse lentamente, mientras me besa y acaricia mi trasero sobre el mueble. Sus embestidas y caricias son lentas y suaves, lo quiere hacer despacio, con calma.

Pero la "calma" es momentánea ya que rápidamente vuelve a embestir con velocidad, sus embestidas hacen que los dos nos retorzamos el uno sobre el otro… que mis manos acaricien, arañen su espalda… que gima, que grite

-¡Javiiiiii… me corroooooo!

-¡Yo tambiennnnn!

El orgasmo nos deja exhaustos a los dos. Saciados.

Hasta aquí las andanzas de este intenso fin de semana