Con el repetidor de mi curso (1)

Como un repetidor de mi clase me volvió loco, y como empezamos una relación de dominación.

Por desgracia ya habían pasado las vacaciones de Semana Santa. Yo las había pasado en Francia, mi instituto organizó un viaje a París y obviamente los que pudimos nos apuntamos. La verdad es que ese viaje fue espectacular, la ciudad de la luz es preciosa (sí, es un comentario muy típico, pero es la verdad) y íbamos un grupo en el que había muy buen rollo, que realmente fue lo que hizo que fuera un viaje memorable, pero eso es tema de otro relato.

Me llamo Ángel en aquellos momentos era un chico normalito para mi edad, del montón más bien, alto (ya había dado el estirón) , entre fuerte y gordito y un poco simple, pese a eso sacaba buenas notas; por aquel entonces tenía 14 años cumplidos en febrero y estaba, como todos los de mi edad, pensando siempre en lo único. Hay que aclarar que yo conocía de sobra mi sexualidad, sabía que era gay con algún deje de bisexualidad (vamos que me gustan los hombres pero hay temporadas en las que no les hago ascos tampoco a las mujeres, soy raro…), pero nadie más de mi entorno lo sabía, ni mis mejores amigos, ni mi familia.

Después del viaje tocó lo que siempre toca después de unas vacaciones, reencontrarse con los amigos de clase y echarse faroles sobre lo que uno ha hecho o dejado de hacer, y como volvimos domingo al día siguiente nos tocaría clase y sesión de tercer grado por parte de los que no fueron al viaje, para ver quién se lio con quien o quien pilló la borrachera más grande. Ese lunes me levanté un poco más tarde de lo habitual y llegué justito al instituto. Cuando entré en el aula nuestra tutora Aurora, una de estas mujeres tan buena que llega a ser tonta, nos cambio a todos de sitio, diciendo que si nos sentábamos todos así desordenados la energía de la clase no era positiva. Todos nos miramos en ese momento y no rechistamos mucho porqué nos había defendido un par de veces delante de otros profesores, además la protesta no iba a solucionarnos nada. La conclusión de esta "brillante" idea fue la perdida de toda la hora de clase, un buen rato riéndonos y que yo y un repetidor llamado Javi los sentáramos solos en la última fila.

Javi era el típico repetidor, el más alto de la clase, el más fuerte de la clase y todas las tías se volvía locas por él pero a mi no me resultaba nada del otro mundo, me gustaban más otros y simplemente no reparé mucho en él. Tenía el pelo castaño claro, cortito y engominado, los ojos tenían una mirada soberbia, con un color un poco más oscuro que el pelo y una cara de malo daba respeto y morbo. Como tenia un año más que nosotros ya empezaba a estar más musculado que los demás y se le notaba un buen cuerpo. Realmente con lo tímido que yo era me imponía bastante y estuve mucho tiempo sin tenerle confianza.

Con el tiempo se entabló una extraña amistad entre nosotros, había un respeto por ambas partes yo iba a la mía, y él nunca se llegó a meter conmigo; esto también se debía a que yo era la única persona que mínimamente hubiera podido hacerle frente en una pelea, ya dije que era alto y grande. A parte él no era el típico matón que va pegando y amenazando simplemente no quería estudiar, pero el sistema le obligaba. Además la situación en su casa no era muy buena y aprovechaba el instituto para estar con sus colegas, pasárselo bien y liarse sus porros en el sitio escondido que todo patio del recreo tiene. No éramos colegas, no quedábamos, era, como he dicho antes, simple respeto. Contrariamente a lo que yo esperaba, al mes de empezar ese trimestre ya se había entablado una camaradería entre nosotros, yo me reía de sus gracias y le echaba una mano con algunas cosas de clase, y él me respetaba y tenía en cuenta mi opinión (viniendo de alguien que ignoraba todo lo que le decían era mucho)

Una mañana de las que ya empezaban a hacer calor, Aurora llamó a la pizarra a un chaval llamado Quique. Quique era el chico de mis sueños, medianamente alto, con cara de niño bueno, morenito y con unos ojos verdes que cada vez que los veía me volvía retrasado. Obviamente me quede mirando el respingón culo del chico, que lucía enfundado en un finísimo pantalón corto, a medida que iba hacía en encerado. Esto ocurrió con tan mala suerte que Javi se dio cuenta de todo, pero simplemente se rio un poco negando con la cabeza, como quitándole importancia. Yo me puse bastante nervioso y rojo como un tomate, pero como el repetidor no hizo ningún comentario, hice como si no hubiera pasado nada.

En Javi era habitual, y más desde aquella mañana, ir diciendo lo caliente que estaba, yo me reía de los comentarios obscenos que hacía de todas las chicas de clase e incluso de más de una profesora, eran del tipo: "mira a la Carmen, con esos labios tiene que chuparla de miedo", "Dios la Sara es una guarra el otro día me dijeron que le tiro los trastos al profesor de matemáticas, seguro que quiere que se la meta hasta el fondo", "Con dos tetas así seguro que si estornuda se ahoga". Pero hubo una mañana en la que dijo " Ya me gustaría que esta profesora me diera clases de lengua… pero aquí abajo" cogiéndose el paquete que ya estaba abultadísimo; colocándosela y apretándosela hacia un lado me dijo :

  • Mira como estoy tío- entonces me gire y vi un pene que por aquel entonces a mi se me intuía enorme y muy grueso, tendría 17x5cm (ahora diría que es un pene grande pero no nada bestial como pensé).
  • ¿Estás caliente, eh?- Le dije por inercia, en ese momento la sangre no estaba en mi cerebro
  • Ya ves, la tía esta cada vez que escribe algo en la pizarra, se le mueve el culo de una forma que me la follaba aquí mismo, mira- Y se abrió la cremallera, era algo que de cachondeo hacía con sus colegas a veces se sacaban la verga en clase para ver quien había hecho el cambio o para exhibirse simplemente y aumentar su ego, sinceramente nunca entendí porque lo hacían pero a mi me daba igual, yo me lo pasaba genial. Esto hay que decir que como estábamos atrás de todo, solos y hablando bajito nadie se dio cuenta. Y salió, como si de una torre se tratara, una de las pollas más bonitas que he visto nunca y sobretodo grande (estaba sin circuncidar y el gordo glande estaba cubierto por el prepucio que parecía de terciopelo, bastantes centímetros de recto tronco y venas más hacía abajo se asomaban algunos pelos negros y se veía como empezaba la piel del escroto en la base del que a partir de ese momento ha sido el objeto de muchas de mis pajas.

Creo que Javi notó perfectamente como mis ojos no se podían apartar de ese cilindro de carne dura y vibrante pero volvió a hacerse el tonto (este chico o era muy estúpido o no sabía como actuar ante esta situación) y cogiéndome la mano me dijo:

  • Toca- y la puso justo encima del tronco, yo me hice el ofendido (aunque estaba deseando tocarla, mirarla, olerla y saborearla) y aparte mi mano diciendo que me dejara en paz. Y eso fue todo lo que paso ese día. Bueno eso y que me hice una paja increíble en mi casa, con la mano que había tocado la polla de Javi en mi cara, como intentando aspirar un poco del aroma de esa verga, y deseando poder chupar esa verga algún día.

Los días pasaban y todo estaba como si no hubiera pasado nada todo era igual, el problema era que yo vivía obsesionado con la polla de Javi cada dos por tres se me iban los ojos y cuando él me preguntaba algo de clase (no le importaban mucho pero cuando estaba tranquilito hasta escuchaba) se me iba la mirada hacía el paquete y más si se rascaba, cosa que hacia a menudo. Hasta que llegó un día en el que la calentura me pudo y cuando me hizo la típica broma de "que marica eres", mi respuesta fue:

-ummmm… sí, y como me gustas- lo dije en un tono en el que no se sabia si había ironía o no. Y le rocé un poco el paquete por encima del pantalón de chándal que casi siempre llevaba. Se quedó sorprendido, pero la pelota estaba en su tejado y siendo tan soberbio como era la respuesta no se hizo esperar.

  • Quieres tocarla eeeeh? Mira así lo harás mejor- echó la espalda hacía atrás y la pelvis hacía delante y se abrió de piernas. Supongo que él no esperaba que yo hiciera nada en ese momento por que normalmente la broma se acababa ahí, pero yo no soy de piedra y se me pone un hetero a ofrecerme su verga no se decir que no y más si era Javi. Así que más chulo que nadie abrí mi mano izquierda, la metí entre sus muslos, le cogí todo el paquete y empecé a masajearlo. Ni que decir tiene que yo estaba a cien, notando su verga flácida pero enorme y sus grandes y suaves huevos y él aún no había asimilado muy bien lo que pasaba pero le gustaba, tan solo soltaba algún suspiro. Su pantalón de chándal era liso y elástico así que daba bastante libertad y pude apreciar como iba creciendo en mi mano el miembro viril de mi amigo. El contacto no duró más de 30 segundos, ya que me daba miedo de que alguien nos hubiera visto o que la profesora se hubiera dado cuenta, pero fue suficiente para que su miembro se pusiera bastante morcillón. Pronto me di cuenta de que nadie había reparado en nosotros pero no intenté nada más ese día y Javi, como siempre, se hizo el tonto, supongo que le daba miedo que pensara que él era gay. Creo que es obvio que si la paja del día anterior había pensado en la polla de Javi imaginad ese día que había podido estar un poco sobándosela. Ahora lo pienso y éramos bastante tontos, le dábamos demasiada importancia a que nos pillaran y teniamos demasiado miedo al qué dirán.

Al día siguiente, mi repetidor favorito se pasó media mañana en la pose en la que le había tocado el paquete, como exhibiéndose y esperando a que yo diera el primer paso. Pero yo, que soy un poco paranoico, no me atreví. Hasta que a él le venció la calentura y me dijo en tono medio en broma, medio en serio:

  • ¿Qué, hoy no te apetece tocármela un rato? Te lleva esperando toda la mañana – y esbozó una sonrisa de chulo. Yo, que soy débil, miré hacía un lado, hacía otro y hacía el profesor y pensé "Total quedan 15 minutos de clase antes del recreo y si ayer no me vieron, hoy menos" Así que como el día anterior abrí mi mano y cogí todo lo que me apetecía coger, pude apreciar mejor que el día anterior toda la longitud, grosor y peso de los genitales de mi compañero de mesa, ya que me di cuenta de que ese día no llevaba calzoncillos. Lo hacíamos a ratos, él vigilaba de que el profesor no mirara y yo tomaba apuntes con mi mano libre (para disimular, luego me di cuenta de que los apuntes de ese día no tenían ninguna compresión, jajaja estaba yo como para atender en clase), si el profesor miraba me decía que apartara la mano lentamente y cuando dejaba de hacerlo me daba vía libre otra vez, él suspiraba y decía cosas del tipo "que bueno tío, sigue". Así estuvimos hasta que sonó el timbre del recreo, yo que iba en vaqueros, me coloqué mi polla (que no era muy grande en aquellos tiempos) y me pude levantar sin problemas pero Javi se giró y me dijo:
  • Ángel… yo no me puedo levantar que voy en chándal y sin ropa interior, podías acabar lo que has empezado, ¿no?- con ese comentario me puse aun más caliente y no se porqué pero se me ocurrió una gran idea que cambiaría todo.
  • Quédate sentado que el profesor ya se ha ido y la mitad de la clase también- estábamos excitadísimos y creía que estaba loco por lo que iba a hacer.

Una vez se levantaron todos de clase y se fueron, nosotros que habíamos hecho como si estuviéramos hablando de algo de clase y diciendo lo típico de "sí sí ahora salimos que estamos hablando de una cosa" pudimos respirar tranquilamente. Pasaba de hacer nada en clase ya que podía subir el conserje a vigilar, así que le di una carpeta a Javi para que pudiera disimular algo y cruzamos al aseo de chicos que había justo enfrente de mi clase y al que en el recreo no subía nadie.

En el momento que cruzamos la puerta él perdió toda su seguridad y se notaba que también era su primera vez con un chico. Así que tomé yo la iniciativa, me metí en un wáter de los que tienen cerrojo y lo arrastre a él. Sabía que él era hetero y no iba a querer besarme, pero eso a mi me importaba poco en ese momento así que me senté en la taza y lo acerque a mí. No se de donde saque todo ese temple, parecía que lo hubiera hecho millones de veces, en realidad estaba muy nervioso. Le bajé los pantalones del chándal y ante mi apareció a pocos centímetros de mi cara en todo su esplendor y tamaño la polla de mis sueños , sus dos acompañantes que eran tan grandes y peludos como había pensado y una mata de pelo marrón oscuro coronándolo todo. Su olor era el mejor afrodisíaco y éste aumentó cuando lo descapullé inundando mis fosas nasales con un aroma delicioso. Sin esperar más abrí mi boca, que estaba hecha agua, y adelanté mi cabeza hasta que me metí todo el glande saboreando el líquido preseminal que había. Me sorprendió su textura suave y su sabor salado y un poco amargo. Empecé a mover la lengua y mi cabeza por instinto, no sabía que lo estaba haciendo bien hasta que Javi comenzó a respirar rápido y a gemir. De repente me cogió la cabeza con ambas manos y con sus fuertes brazos empezó a follarme la boca, por fin tomaba algo de iniciativa en aquello pero de un modo muy brusco, tanto que me lastimó un poco pero yo estaba tan excitado que ni me di cuenta en ese momento. Con golpes de cadera, lentos pero con muchísima fuerza me hundía gran parte de su polla en la boca mientras me decía frases del tipo:

-Ya decía yo que lo del culo del marica de Quique no me lo imaginé- Javi volvía a ser el de siempre y su confianza, que se había ido durante unos instantes volvió fortalecida por tener a un sumiso amorrado a su manguera.

-¡Dios! ¡Qué boca tienes cabrón!-Cuando me la iba sacando mi lengua se iba enroscando a su glande cosa que le encantaba

-Vuelve a hacer eso con la lengua- y me dejaba solo el glande en la boca- Ahhh ¡Qué bueno! Cómo se nota que tenías hambre- me la volvía a meter hasta donde podía

-Ahora vas a hacerlo un poco más rápido que me voy a correr ya- quisiera o no iba a hacerlo por que me tenía agarrado. Empezó a moverse a un ritmo increíble ayudándose de caderas y manos, solo pensando en su placer, hasta que soltando un gruñido y echando la cabeza hacía atrás me la metió todo lo que pude aguantar. Su pene se puso aun más duro y se corrió abundantemente en mi boca mientras yo luchaba por tragarme toda la densa carga. Era la primera vez que probaba el semen y la verdad que me lo tragué porqué no tenía otra opción y por lo excitado que estaba pero su sabor era algo a lo que aun me tenia que acostumbrar y su textura era muy espesa, pero no me disgustó.

  • Límpiala- Dijo cuando empecé a sacarla de mi boca, y yo nada más recobrar un poco de aire me la volví a meter en la boca, y con una mano me saque mi polla, que ya me dolía de la excitación y me empecé a pajear - ¿A cuantos se la has chupado ya, mamón?- me sorprendió un poco pero, me saque de la boca su cacharro y respondí la verdad

  • Tú eres el primero- y me la volví a meter. En ese momento no me di cuenta pero Javi se había corrido muy rápidamente en apenas 3-4 minutos eso denotaba que tampoco se la habían chupado mucho a él

  • Pues no vas a hacerlo con nadie más hasta que yo lo diga- me sacó su polla, ya reluciente, de la boca y la levanto, ante mi sus dos enormes y olvidados huevos quedaron a la vista- Ahora dales las gracias por tu almuerzo- chupe un poco sus peludos huevos pero enseguida se los guardo en su pantalón de chándal y salió del aseo diciendo en voz alta "Mañana misma hora, mismo sitio". Yo acabé la paja que estaba haciéndome con su sabor aun en la boca, me lavé la cara y me fui al recreo con un mar de dudas por si nos habían pillado y un ligero dolor en la campanilla por la fuerza de las embestidas, pero más feliz que nadie.

La actitud de Javi apenas cambió en aquellos días, no se la volví a chupar en los aseos ya que a partir de ese día había ronda de profesores también por el piso superior donde nosotros teníamos el aula, se ve que alguien nos vio bajar del primer piso en horario de recreo y tomaron medidas. Muchos días Javi antes de salir al recreo me susurraba al oído:

  • Recuerda que tienes dueño, y esta aquí abajo- mientras se cogía el paquete- solo falta encontrar algún sitio, y te hartarás de leche- cada vez que me decía un comentario de esos era yo el que tenia que ir escondiendo mi erección.

Pronto descubrí un sitio perfecto y conocí lo morboso y pervertido que podía llegar a ser Javi cuando disponía de una casa para nosotros dos solos. Pero eso en la segunda parte.

Bueno este ha sido mi primer relato, espero que haya gustado a los lectores ya que no tengo mucha idea de si está bien escrito y correctamente expresado (soy de ciencias, esto lo acabo de descubrir como un hobby… jejeje). Apreciaré cualquier crítica y/o valoración. Saludos y gracias por leerme.