Con el primo de mi novio II

No está el primo, pero sigue habiendo aventuras por la casa de Ángela. No es ni hetero, es voyerismo y lésbico, pero para seguir dentro de una misma categoría.

He leído comentarios de que me faltan descripciones de los personajes y algunas situaciones, en este segundo relato continuación de "El primo de mi novio", intentaré ser más detallista en algunas situaciones. Gracias.


A la mañana siguiente me levante, en principio no vi nada raro, precía que nadie se había enterado de lo que había sucedido ayer, viernes, por la noche. Salí de mi cuarto con mi camiseta y mis shorts de andar por casa, Eva ya se había levantado no se hace cuanto y salí a la cocina en busca de algo de comida que llevarme a la boca, allí me encontré con la madre de mi novio (Mónica), que muy amablemente me hizo una tostada en seguida. Allí en la cocina estaban ella y su hermana (Rosa, la tia de Tommy y Eva; y madre de Lucas y los gemelos), Eva y los gemelos. Los padres y Tommy y Lucas se habían ido a un pueblo cercano a buscar algo, sinceramente ni me importó.

Cuando terminé de desayunar me fui con Eva a nuestro cuarto a hacer las camas y ya ha ponernos el bikini para ir a la piscina. Fuimos a buscar nuestros bikinis, pero como nos bañamos hasta tarde la tarde anterior aun seguían mojados, estarían secos para la tarde... Yo no tenía más que ese bikini pero por suerte Eva me dejaría uno suyo que había traido bastantes.

Me los enseño, uno era rojo y naranja un poco feo, otro de flores blanco y azul; y otro blanco liso. Como no sabiamos como me iban a quedar porque yo soy más grande que ella y sobretodo tengo más pecho me los probaría ambos y elegiríamos. Nos quitamos el "pijama" y nos fuimos a poner nuestros respectivos bikinis.

  • ¿Que tienes ahí? - Me rozó un dedo frío una nalga.

Me gire de un brinco, como si al girar sobre mi fuese a verme el culo, pero no... tube que girar mi cuello para ver que lo tenía todo rojo.

  • Y también el pecho tía. - Me dijo Eva.

Yo no sabía que decir, era evidente que era por los golpes de Lucas, pero no me pareció que me diera tantos y tan fuertes, pero sí habían dejado marcada en mi cuerpo.

Ante mi silencio incredulo, ya habló ella.

  • A lo mejor es una reacción alérgica del bikini o te ha hecho rozadura.

  • Sí, debe ser, porque es nuevo (mentira, no era nuevo). - Dije, dándola la razón, eliminando cualquier otra duda.

  • ¿Pero te escuece o algo cuando te toco? - Me preguntó mientras acariciaba mis nalgas.

  • No, no.

  • Ven, vamos a decírselo a mi madre a ver si ella tiene algo. Dijo mientras me cogía de la mano y me dirigía hacia la cocina donde se encontraba Mónica.

No nos dimos cuenta, pero fuimos las dos desnudas por la casa hasta llegar allí, solo estabamos las mujeres y los gemelos que eran unos críos, pero por suerte no nos los cruzamos.

  • ¡Chicas!¡Poneros algo por favor! - Nos gritó Mónica

  • No, mama mira... - Dijo Eva, mientras me daba yo la vuelta y señalaba mi culo.

  • Ay sí, es cierto, ¿que te ha pasado Ángela?

  • Creemos que es una reacción del bikini. - Dije, muerta de vergüenza.

  • ¡Rosa!¡Baja a ver si tienes a ver si tienes algo para esto! - Gritó Mónica a su hermana que se encontraba en el piso de arriba.

Rosa bajó en seguida, y ya eran las dos hermanas las que observaban nuestros cuerpos desnudos, que vergüenza, si al menos ellas estuvieran como nosotras... Y con Rosa volvimos a tener la misma conversación al respecto.

  • Ven conmigo, creo que tengo una pomada.

Subimos a su cuarto, cogio una toalla y la pusó sobre su cama y me hizo tumbarme bocaabajo.

  • Vete Eva, no es necesario que te quedes aquí, gracias. - Le dijo Rosa a Eva que nos había acompañado hasta arriba.

Nos quedamos ella y yo solas, cogió la pomada, se las echó en su manos y empezó a restregarla por mi culo... Con lo que a mi me gustan los masajes, y que me soben y me rocorran entera, y ahora lo iba a hacer la tia de mi novio, no iba a salir bien de esa casa, todo el mundo me hacía algo más excitante que el anterior.

La crema estaba fría, pero ella sabía lo que hacía, movía muy bien las manos, haciendo círculos separando y juntando mis nalgas, me estaba derritiendo; amasaba mi culo, hacía la presión justa sobre él con sus pulgares y sus manos.

Rosa era guapilla, rubia (se teñia), bien de cuerpo... Llevaba una camiseta blanca con un marsupilami y un short deportivo rosa.

Supongo que con 2 mínutos hubiese bastado, pero ya llevábamos 5 mínutos con el masaje, ella decía que además de extender la crema había que masajear la zona afectada. Ella estaba de rodillas sobre mí.

Cuando ya terminó, me dio un pequeñito cachetazo, muy leve, que me hizo saltar sobre mi sitio, no me lo espraba, ella empezó a reirse.

  • Venga girate y te doy en las tetas. - Me dijo Rosa

  • Rosa, creo que ahí me puedo dar yo sola, gracias. - Dije muerta de vergüenza. Mientras me levantaba, quedando sentada en un borde de la cama.

  • Vamos tumbate de nuevo, te he dado en tu culo y no me voy a perder tus tetis. - Dijo con cierta gracia.

Me volví a tumbar, me di cuenta de que tenía los pezones duritos y evidentemente ella también, eso no se podía ocultar ya.

Volvió a coger la pomada y como si fuese nata, directamente del bote la dejo caer sobre mis tetas como si fuese nata, entre todo y que estaba fría la crema se me endurecieron más los pezones.

Y empezó otra vez con el masaje, estirando mis tetas, mis pezones, amsandolas, comprimiendolas; yo disfrutaba de lo que me hacía y ella haciéndomelo. Hasta que rompió el dulce silencio.

  • ¿Has estado con alguna chica Ángela? - Me preguntó.

  • Sí. - Respondí con miedo, por el que pensaría de mi.

  • Muy bien.

Ya mis pezones estaba durísimos, cuando decidió que ahí se acaba el masaje que me estaba dando, se levanto y se acercó a la puerta y antes de abrirla y salir me dijo:

  • Parece que no lo hago tan mal. - Guiño un ojo y se fue.

Yo me quedé tirada en la cama recuperandome de la sesión, intentando olvidarme de todo, lo conseguí. De momento.

Cuando sentí que me había recuperado, me envolví en la toalla y decidí bajar. Por las escaleras me crucé con Mónica y me dijo que ahora me echaba crema solar, que la esperase en mi cuarto. Llegué a mi cuarto y me puse a buscar los bikinis para probarmelos, mientras venía Mónica; pero solo encontré el blanco, así que que remedio me pondría ese y punto. Ya cuando me lo iba a poner llegó Mónica.

  • Tumbate y te hecho la crema. - Me dijo.

  • Un momento y me pongo el bikini. - Respondí.

  • No te preocupes hija si solo estamos nosotras.

No le di más importancia y la hice caso me tumbe bocaabajo en la cama sobre la toalla y ella se puso encima mía a hecharme crema. Y otra vez la misma historia, yo tumbada y alguien encima masajeandome ya no el culo, sino todo el cuerpo y que delicia, lo hacía exactamente igual que su hermana. Luego me di la vuelta quedando bocaarriba frente a ella, pudo observar mis pezones bien duros (hubiesen cortado cualquier diamante), pero no hizo ningun comentario y siguió extendiendo crema por todo el cuerpo, amasando cada cm de éel, incluso por mi pubis... Mónica al igual que Rosa ya me había tocado todo mi cuerpo.

  • Es una lástima que seas la novia de mi hijo. - Me dijo Mónica cuando termino, mientras pasaba un dedo acariciando mi zona más intima.

Solo puede emitir un pequeño gemido de placer, algo mínimo. Pero ella se levantó y se fue, dejándome ahí tirada sobre la cama con ganas de más, de mucho más.

Al igual que había hecho minutos antes arriba, en la habitación de su hermana, me quedé un rato tirada en la cama recupenrándome de nada, simplemente relajándome, hasta que apareció Eva por la puerta.

  • Vamos vaga ponte el bikini de una vez. - Dijo con mucho impetu, mientras se sentaba en su cama frente a mi.

  • Ya voy, ¿pero te vas a quedar ahí quieta mirándome?

  • Pues sí, así disfruto de tu cuerpo.

Y así me puse el bikini, ante su atenta mirada sobre mi cuerpo, que no se perdió detalle de él, una chica más de esa familia que me veía desnuda. El bikini me quedaba más pequeño de lo que pensábamos, se me marcaba todo... Los pezones, la rajita... Y ella que lo veía se reía.

  • Bueno, tú procura no excitarte y puede que nadie se dé cuenta. - Haciendo referencia a que se me marcaba todo, mientras además me pellizcaba un pezón.

  • ¿Y porqué me iba a excitar? - La respondí mientras me pegaba a su cuerpo.

  • ¡Por este cuerpo de infarto! - Dijo señalándose así misma, mientras se reía. - Aunque con este bikini, miralo por el lado positivo, hoy no se te saldrá la rajita de su sitio de lo justo que te queda. - Y puesto que no nos habíamos separado la una de la otra, con su mano derecha acarició un poco mi rajita por fuera de la braguita del bikini.

  • Venga vamonos a la piscina a bañarnos, antes de que me mojes tú. - La dije y después la daba una palmadita en el culo.

Salimos a la piscina, y ahí estaban las dos madres y los gemelos (los chicos seguían si volver). Los gemelos se me quedaron mirando embobados, pero muy embobados.

  • Chicos por favor. - Dijo su tia.

  • Que bien os veo chicas. - Dijo Mónica.

  • A Ángela ya la hemos visto mejor todas. - Y se rieron las dos madres y Eva.

  • Jo, que morro. - Dijo uno de los gemelos. Como ambos estaban cerca mía le acaricie el pelo y le dediqué una tierna sonrisa, sin más importancia.

Nos pusimos a tomar el sol las mujeres, los dos enanos se fueron al agua. Aunque poco tiempo después Eva y yo nos unimos a estos dos, y nos metimos en la piscina.

  • ¿Porqué ellas pueden verte desnuda y nosotros no? - Que pesados los dos niños, parecían tontos. Vale que se me marcase todo y se me saliese mucho pecho, pero no tenían edad para estar tan pendientes de mis atributos femeninos.

  • Porque entre mujeres, como somos iguales no nos importa vernos, pero vosotros los chicos, sois diferentes. - Les dije a ver si me dejaban en paz con el tema.

  • Pues yo he visto a Eva desnuda. - Dijo uno de ellos.

  • ¿¿Cómo?? - Dijo muy enfadada Eva.

  • Un día, estábamos jugando al escondite y me escondí en tu armario y te vi mientras te cambiabas. - Dijo Victor (Uno de los gemelos).

Eva se enfadó aún más y se salió de la piscina, luego durante el resto del día no habló con ninguno de los gemelos. Y me quedé yo sola en el agua con estos dos. Por suerte ninguno volvió a sarcar el tema, luego entró su madre y les echó de la piscina, con la excusa de que ya llevaban mucho tiempo dentro, y era verdad.

  • Niña, que bien te queda el bikini. - Dijo Rosa.

  • Claro, se me marca todo, y podría ser peor. - Dije.

  • ¿Así? ¿Cómo?

  • Tú ya sabes como, antes lo hiciste muy bien.

  • Me dirás que no te gustó. - Mientras me agarraba el culo.

  • Claro que sí, como esto.

Me agarro de un brazo y me llevó a la esquina de la piscina más próxima a donde estaban sus dos gemelos, secándose al sol.

  • Chicos, ¿entonces os parece guapa Ángela?

  • Sí, es muy guapa. - Dijero ambos al unisono, mientras asentían también con la cabeza.

Así estuvimos un rato, ellos no lo veían, pero su madre me estaba metiendo mano bajo el agua, me estaba tocando mi coño y lo estaba haciendo bien, yo estaba disfrutando, yo al poco hice lo mismo, yo estaba delante suya y ella me tenía abrazada yo con el brzo estirado hacia atrás para tocarla bien. Y mientras nosotras nos dedicábamos a esto su madre también les hablaba y les hacía preguntas como la anterior para que ellos me piropeasen.

  • Parece que la gusta lo que la decís, decidle más cosas. - Les insistía Rosa, cuando ambas ya estábamos cerca de corrernos.

  • Siii. - Dije yo, ellos debieron pensar que era a ellos, pero era un gemido a su madre, justo cuando ambas nos corriamos debajo del agua.


Y esa fue la mañana del sábado