Con el perro del hotel

De como terminé haciéndolo con el perro guardián del hotel donde trabajaba.

Que tal, vivo en la ciudad de Puebla México, me gustaría contarles algo que me ocurrió cuando trabajaba en un hotel, yo actualmente tengo 21 años, esto ocurrió hace un año, sucede que en ese entonces yo me encontraba de vacaciones y sin nada que hacer me decidí a entrar a un hotel de 3 estrellas de la ciudad en cuya entrada había un letrero que decía que solicitaban un joven para labores sencillas.

Al entrar el dueño me dijo que él casi no estaba en el hotel prácticamente lo atendía la recepcionista y ella administraba el lugar. lo que yo tenía que hacer era simplemente tomar las llaves de los cuartos desocupados y verificar que nada faltara en ellos, focos, que los teléfonos y televisores funcionaran, los apagadores, etc, en realidad era una labor muy sencilla y aunque la paga no era mucha decidí tomar ese mismo día el trabajo.

Pasaron dos semanas en el trabajo y yo ya había adquirido mas confianza, sabía a que hora podía llegar el dueño y por eso mismo podía realizar mi trabajo de manera rápida y el tiempo restante lo usaba para platicar con la recepcionista o simplemente para relajarme viendo televisión en alguno de los cuartos vacios.

Por lo regular a las 6 de la tarde todas las recamaristas estaban fuera, como no era un hotel grande solo quedabamos a cargo la recepcionista y yo, un día que estaba platicando con ella y ya no habia nadie, pasaban por televisión un programa que yo no quería perderme y le dije que iba a ir a uno de los cuartos desocupados.

Entré al cuarto y me puse a ver el programa, una vez que terminó me decidí a pasarle a un canal porno que veia cada vez que sabia que el dueño no llegaría hasta el otro día ya que a la recepcionista la cambiaba otra persona para el turno de la noche. Ya empezaba a excitarme cuando recordé que no había sacado al perro guardián. En el hotel teniamos un perro bastante grande de raza alaska, y en las tardes tenia que sacarlo para que anduviera en el jardín para cuidar el hotel.

Lobo era un perro joven yo supongo que tendría unos 8 meses, cuando me vió empezó a mover su cola contento, yo aún tenía mi pene erecto por la película que estaba viendo minutos antes. abrí la jaula de lobo y empezó a saltar alrededor de mi como queriendo jugar, en uno de sus jugueteos acerco su cabeza a mi pene como olfateando y debido a mi excitación la sensación no me desagradó en absoluto, aunque si le dije, "No Lobo" y lo alejé de mi paquete.

Una vez que lo dejé suelto en el jardín me disponía a irme a la habitación a seguir viendo el canal porno, y al darle la espalda al perro este se despidió de mi metiendo su hocico enmedio de mis nalgas lo cual me hizo dar un respingo y voltearme a verlo enojado, pero con esa mirada y su movimiento de cola solo pude acariciarle la cabeza y decirle: tranquilo ca..nijo.

Regresé al cuarto y al calentarme de nuevo recordé la sensación que había tenido cuando lobo me acercó el hocico al pene y con un poco de rubor también admití que me había gustado cuando metió su hocico como dando un golpecito en mi trasero.

Estar pensando en todo eso me puso muy cachondo, y se me ocurrió no se porque la idea de traer a lobo al cuarto para jugar con él y aunque solo pensaba acariciarlo un rato mi estomago se llenó de mariposas por los nervios de pensar que podía pasar algo más.

Con algo de trabajo metí a lobo en el cuarto ya que se le tiene prohibido andar por esa zona para que no moleste a los clientes, ya en el cuarto puse de nuevo el canal porno y lo empezé a acariciar para que se tranquilizara un poco, al estar viendo la película me calenté una vez más y mis caricias se fueron haciendo más lascivas me puse a acariciar a lobo en su panza y poco a poco mi calentura hizo que la llevara a su pene, aunque debo aclarar que soy heterosexual pero en ese momento estaba ya muy caliente. Lobo estaba muy tranquilo dejándose acariciar el pene que aun estaba escondido por su funda, en ese momento se paro rápido, los dos estabamos sentados en el piso a un lado de la cama y me asustó un poco, se paró y empezó a hacerme muchas fiestas, a correr como loco en el poco espacio que habia en el cuarto se alejaba de mi y regresaba una vez mas corriendo, por último se acerco a mi de nuevo y asi como estaba yo sentado en el piso apoyado sobre la pared, metió su cabeza entre mis piernas y empezó a empujar su nariz sobre mi pene por encima del pantalón. esa sensación me calentó mucho y me erizo los vellos.

Fue entonces cuando lobo se agarró de mi pierna y empezó a hacer movimientos de querer cogerla pero al ser muy grande no podía acomodarse para hacerlo. Esto me excito mucho, imaginar que Lobo quería algo más que solo caricias.

Como ya había visto varias veces como cogian los perros se me ocurrió ponerme atrás de lobo y frotarlo como si lo estuviera penetrando, así estuve un rato atrás de él frotando mi pene aun con el pantalón puesto atrás de lobo, pero parece que esto no le gustó mucho a él porque despúes de un rato se volteó y me gruñó, cosa que me asustó un poco, por lo que dejé de hacer eso, sin embargo el aún seguía intentando violar mi pierna, por lo que me levanté del piso pero al hacerlo el perro levantaba sus patas sobre mi hombro o donde podia. En una de esas se agarró por mis espalda y asi como estaba parado se agarró de mi cintura y empezó a hacer el movimiento de mete y saca. yo por curiosidad lo dejé hacer, y fue tanto mi calentura al voltear y ver como trataba de cogerme, que poco a poco yo mismo me fui agachando vencido por el mismo peso del perro y al darme cuenta ya estaba en cuatro sintiendo como el perro se rozaba en mi trasero con mi pantalon puesto aún.

No sé en que estaba pensando, pero en ese momento tuve la necesidad de sentir a Lobo un poco mas cerca de mi, por lo cual en una oportunidad que tuve cundo lobo se bajó de mi, aproveché para pararme y desabrochar mi pantalón, me lo bajé sin quitarme los zapatos y me dejé puesto el calzón, Lobo como se imaginarán ya estaba de nuevo saltándome para tratar de montarme y una vez mas se tomó de mi cintura para bajarme sin mucha resistencia de mi parte. Al estar de nuevo en cuatro patas sentía como el pene me frotaba el trasero y por mis calzones no podía encontrar donde alojarse, yo metí mi calzón como si fuera tanga, agarrandolo con una mano porque quería sentir su pene acariciandome el culo sin tela de por medio.

Cada vez que sentía su pene liso frotar mis nalgas era algo muy rico, me encantaba sentirme agarrado por el perro mientras este me frotaba su pene atrás, sintiendo esa punta dura darme piquetes como si fuera una jeringa. Me calenté tanto que con mi mano bajé los calzones por completo hasta mis rodillas, pero esto hizo que a lobo le costará montarse en mi, le estorbaba el calzón, entonces mi locura fue completa y me quité los pantalones con todo y calzón.

Esto hacía que Lobo estuviera mas comodo y yo tambien me sentia mejor ya sin la ropa haciendo las veces de esposas en mis piernas, en ese estar disfrutando del pene de lobo rozando mis nalgas, el perro se movió un poco y sentí como un pinchazo caliente que me daba de lado en el ano, de momento me dolió muchísimo por lo que contraje mis ano, y agache un poco mi cadera con lo que lobo quedo moviendo su pene ya por encima de mi espalda.

La sensación de dolor era como si mi corazón estuviera latiendo en la entrada de mi ano, nunca antes había sentido algo asi, y si bien me dolía ese latir en mi trasero comenzó a excitarme por lo que decidi acomodarme de nuevo para tratar de ser penetrado por Lobo, pero esta vez tome su pene con una mano y lo puse muy lento en la entrada de mi ano apretandolo fuerte para que no me diera un empujón que me lastimara al tener la punta ya bien centrada decidi dejarlo con lo cual el perro me dio un empellón que casi me tira de frente, empezó a moverse fuerte y mi ano me palpitaba con una mezcla de placer y dolor indescriptible, fue delicioso irme acostumbrando a ese dolor para sentir como me inundaba con su pene mi ano. En un momento sin ni siquiera tocarme el pene empezé a eyacular del placer, después me enteré que era por la prostata que el perro estaba estimulando desde adentro de mi ano, fue algo super rico, en ese momento me sorprendi a mi mismo diciendo cosas como: SIIII LOBITOOOO ohhhhhh que deliiiiiicia, soy tu perraaaaaaaa cogemeeeeeme riccoooooo perriiiito, que pene tan sabrosooooooo, hazme perrrraaaaaaa si, hazme tu perriiiitaaaa, ohh si, oohhhh que bien que bien siguele siguele papacito, cogete a tu perra cogetela, que riiicooooo.

Era tan rico estar gritando todo eso mientras me bamboleaba al ritmo de las embestidas del perro, mirando al piso con los ojos en blanco mientras esa barra enorme de carne me partia el culo en dos y yo casi babeaba de la exitación

Estaba disfrutando al máximo mi eyaculación cuando mis ojos casi se desorbitaron al sentir un tremendo dolor en mi culo, fue algo que me dolio tanto que me hizo tirarme al piso y sentir mas dolor porque el pene del perro se me salió de ladito lo cual lastimo un poco las paredes de mi ano.

Deje al pobre de lobo dando sus ultimas embestidas en el aire y pude ver que es lo que me habia causado tanto placer y dolor a la vez, el placer me lo había dado un tremendo pene que no sabría decir cuanto medía pero era mas grande que el mío y el dolor fue provocado por un tremendo nudo en la base del pene del perro, que después supuse era lo que hacía que se pegaran con las perras y que a punto estuvo de dejarme pegado a mi tambien con el perro.

Tomé unos minutos para reponerme mientras el perro se lamia su pene. después hice que lamiera mi semene que derramé en el piso, tras limpiar un poco mas el suelo y mi ano, que tenia algo de sangre y deshechos, me puse los pantalones y saque al perro agradeciéndole lo rico que me hizo sentir.

Esa noche cuando me acosté a dormir mi ano aún me palpitaba como si tuviera el pene aun adentro de mi, lo que me dejó una sensación riquisima y la necesidad de volver a tener el pene de un perro de nuevo en mis entrañas.

Si alguien de Puebla quiere comunicarse conmigo y compartir experiencias pueden comunicarse a anonimozoo@latinmail.com . gracias.