Con el padre de mi mejor amigo

Estrenó mi culito en un camping.

CON EL PADRE DE MI MEJOR AMIGO

Mala pinta tenía el verano del 94 cuando mis padres me dijeron que no nos podríamos ir de vacaciones. La tienda de mis padres no iba muy bien y nos teníamos que quedar en la ciudad todo el verano. Acababa de cumplir los 18, y estaba lo que se dice, hecho polvo

Tuve suerte cuando mi buen amigo de Eduardo, Edu, me propuso ir con él al camping. Iban cada verano un mes a un camping de la costa, pero este año su madre no tenía vacaciones e irían sólo él y su padre. Me propuso ir con ellos una semana.

Yo lo comenté en casa y les pareció una excelente idea. Edu era un chaval muy majo y había venido a casa muchas veces a estudiar. Empaqueté todos mis tratos y nos fuimos a pasar una divertida semana en contacto con la naturaleza.

A los 18 años se está muy bien en un camping, te pasas el día en bañador, en la piscina, la playa, haciendo deporte o con amigos. El padre de Edu nos daba mucha libertad, él iba a descansar y no le importaba si pasábamos el día en la playa o llegábamos un poco tarde a la caravana. Yo iba detrás de algunas chicas de la pandilla, pero sin mucho éxito.

El padre de Edu nos propuso un día a bañarnos un poco más alejados, a una cala que había casi una hora de camino. Estaba un poco apartada y como no había acceso para coches no la conocía mucha gente. Nos pareció bien la excursión, hicimos bocatas y nos fuimos hacia una cala virgen.

El camino era un tanto difícil, pero con 18 años eso es una aventura. Cuando llegamos nos dimos cuenta de que había valido la pena. Sólo una pareja, bañándose en pelotas, y la cala era magnífica.

Dejamos las toallas y el padre de Edu nos propuso bañarnos en pelotas. Nos pareció buena idea, total no había casi nadie. Yo me desnudé el primero. Mis partes estaban blancas porque nunca les había dado el sol. En cambió me fijé que Edu y su padre tenían el culo moreno.

El agua estaba estupenda, salí al cabo de un rato a descansar y tomar el sol. No pude evitar fijarme en el padre de Edu tomando el sol, era un hombre de 40 años, vientre liso de gimnasio, sin nada de barriga, tenia bien depilada la entrepierna, el culo moreno y apretadito, y un pene bastante más grande que el mío. Estuve estudiando su cuerpo un rato.

Cuando llevábamos media hora Edu se llevó las gafas y los patos para bucear. Le gusta mucho y a veces alarga casi una hora mirando el fondo y buscando pececillos.

El padre de Edu me hizo una señal:

Te has fijado en esa pareja que tenemos ahí, la tía esta maciza y su pareja le está metiendo mano.

Los miré y era verdad. Una pareja joven completamente acaramelada. Se estaban metiendo mano, el chico tenía un empalme de campeonato y la chica empezó a masturbarle. Lo intentaban hacer con disimulo, pero la excitación que llevaban era evidente.

Te gustaría tener una chica así a tu lado, ¿eh?

Uffff y tanto.

Todo llegará a su momento.

Me fijé que al padre de Edu le estaba creciendo el rabo. Como lo tenia depilado se exhibía mejor que el mío. A mi también se me trempó. Estuvimos un buen rato observando y comentando el espectáculo. Evidentemente nos estábamos excitando mucho.

Tienes que tener cuidado con el sol, tú nunca has tomado el sol desnudo y te puede hacer mucho daño. Ven que te de crema. Ponte sobretodo en las partes que si no te quemará.

Sacó el bote de crema solar y cogió un poco, se la pasó por el pecho y empezó a embadurnarse el miembro. Más bien se estaba haciendo una paja. La verga le crecía cada vez más. Yo me di la vuelta y se ofreció a ponerme por la espalda. Pude ver que su polla se mantenía ya completamente erecta. Era magnifica, debía medir como unos 20 centímetros. Me hubiera gustado cogerla.

Empezó a embadurnarme la espalda y fue bajando hasta el culo, masajeando mis glúteos. Estaba muy caliente. Abrí las piernas instintivamente. El padre de Edu se retiró de golpe.

Hola, dijo Edu, el agua está buenísimas. Al final hay un banco de erizos, ir con cuidado de no acercaros a esas rocas.

Yo me quedé boca abajo. Si me giraba mi pene iba a salir disparado y haría evidente mi excitación. El padre de Edu señaló hacia el camino:

Vaya, viene un grupo de turistas. Nos han chafado la excursión. Nos vamos que ya es tarde.

Pasé el resto de la tarde turbado. Me sentía extraño. Por la noche no podía descansar. Dormía sólo con un pantalón corto, el sol me había quemado mucho y las sabanas me rascaban la piel. Notaba la piel encendida. No dejaba de pensar en la pareja de la playa, imaginando a la chica haciendo una paja y chupando la polla del novio y luego se entremezclaba con el padre de Edu, desnudo tomando el sol a mi lado mientras me embadurnaba de crema el culito. Tenía deseos de ser como la mujer de la playa, tocar la polla del padre de Edu, metérmela en la boca, sentirla, masturbarle. Mi boca se secaba de deseo. Las horas pasaban y mi cabeza me daba vueltas entre excitación, calor y confusión.

Oí ruido en la caravana y me levanté, el padre de Edu estaba en shorts tomando un Whisky, viendo la tele.

No me podía dormir, hace mucho calor.

Yo tampoco, que quema la piel. Me rozan las sabanas y el short, parece papel de lija.

No me había fijado que tienes la piel encendida, anda que te ponga chema hidratante.

Me di la vuelta y empezó a untarme por la espalda. Notaba como el fresco de la crema me penetraba en los poros de mi piel. Fue bajando con su malo hasta el final de la espalda, esparciendo la crema que era rápidamente absorbida por mi reseca piel. Pensé ahora o nunca. Me bajé el short hasta los tobillos, dejando libre mi culito.

Tomé demasiado el sol de espaldas y me ha quemado también el culito.

El siguiente paso sería decisivo. Se hizo el silencio. Agitó el bote de crema y se puso más crema en la mano.

Tendré que ponerte también crema ahí.

Pude ver como su short crecía. Empecé a notar como me untaba las nalgas, abrí las piernas invitando a su mano.

Hace ya varios días que no tengo relaciones sexuales y por eso no podía dormir. Me fijé como me mirabas en la playa y como dejabas que te untara de crema. Eres un provocador. Necesito desahogarme.

Note como su dedo invadía mi estrecho culito, me incliné hacia adelante para ofrecer mejor penetración. Continuó entrando el dedo hasta insertarlo completamente.

Nunca había hecho esto a un muchacho. Me has estado provocando todo el día. Tengo remordimientos, pero si no lo hago ahora me arrepentiré toda mi vida. Tienes un culito más apetecible que el de mi mujer.

Estuvo un rato quieto mientras mi virginal orificio se acomodaba a su dedo. Cuando no sentí molestias le pedí que continuara. Empezó a rotar el dedo en círculos, masajeando el interior de mi esfínter. Me abría el culo poco a poco, con maestría. El placer era máximo.

Tengo la polla a tope, mastúrbame.

Con la mano libre agarró mi pene y empezó a masajearlo. Poco a poco, con suavidad. Paró un momento y note como intentaba entrar un segundo dedo, tuvo que poner más crema para facilitar la penetración. Realizó la misma operación que antes, esperó un poco y empezó a rotar ambos dedos.

Estoy listo, no aguanto más, métemela.

Retiró con suavidad los dedos. Me acomodé en el sofá boca abajo, doblando las rodillas y empinando el culo todo lo que pude. Se puso detrás. Noté como la punta de su verga se frotaba contra la raja de mi culo. Estaba listo para el estreno.

Con una mano cogió firme su verga y empezó a presionar contra el anillo del esfínter. Intenté relajarme pero me dolía. Estaba abriéndome el culo como una flor. No podía gritar porque podría despertar a Edu. Mordí un cojín.

Aguanta, que empieza a entrar.

El dolor era intenso pero soportable. Noté como mi esfínter cedió ante su presión, se abrió cediendo a su polla. Al entrar esperó un poco a que me relajara y mi puerta trasera se acostumbrara al invasor.

Que estrechito que está, es mejor que cualquier tía que he sodomizado.

Al poco, mi culo se fue acostumbrando y empezó a entrar más. Me ocupaba todo el interior del recto. Noté como se había dilatado lo suficiente para recibir todo la polla. Sus cojones chocaron contra los míos.

Ya ha entrado toda. Te la has tragado sin protestar. Eres un valiente.

Empezó un movimiento con la pelvis hacia adelante y atrás. Yo gozaba cada vez más de la situación, el dolor se había transformado en un intenso placer. Sus embestidas eran cada vez más fuertes, notaba las entradas de su miembro y como chocaban nuestros huevos.

Me corrooooo!!!!

La polla se le hinchó y me inundó el culito de semen. Lanzo varios chorros, era caliente y espeso. Se quedo quieto, relajado.

Que corrida, hacia años que no era tan abundante. Déjame sacarla.

Chorretones de semen caían por mis piernas, tenia el agujero abierto y no podía retener la cantidad que me había echado.

Me siento muy bien, te estoy muy agradecido, ¿que puedo hacer por ti?

Yo seguía con mi erección, le dije:

Me apetece mucho que me la chupes.

Nunca se la he chupado a nadie, pero como me lo han hecho muchas veces creo que se como hacerlo. Serás el primero.

Se agachó y cogió la polla con la mano. No dudó. Abrió la boca y se acercó a mi erecto pene. Se lo trago entero. Recorrió con la lengua el pene desde la base al prepucio. Se detuvo en la punta, relamió el glande y se lo volvió a tragar. Me agarró los cojones y los acarició. Yo le acaricié la cabeza y empecé a moverla, quería follarle por la boca. Encontré muy excitante que yo fuera el primero al que le hacia una mamada.

Chup, Chup, mmmm.

Estaba muy caliente y no tardé en correrme. Se apartó con el primer corretón y le fue al pecho. Solté varios corretones más. Me quede muy tranquilo.

Creo que nos iría bien una ducha.

Agarramos las toallas y nos fuimos a las duchas del camping, estaba saliendo el sol y no había nadie. La mañana era fresca. Entramos en las duchas. Abrió un chorro y esperó a que saliera caliente, yo me puse en la ducha de al lado suyo. Empezamos a ducharnos. No pude evitar mirar como se enjabonaba el cuerpo. No pude resistir más y le dije:

Déjame enjabonarte.

Agarré la esponja y puse un buen chorro de jabón, me metí con el en la ducha y le acaricie todo el cuerpo mientras le enjabonaba. Nos fundimos en un morreo y volví a acariciarle la polla. Le volvía a crecer. Me arrodille delante de él.

Quiero que tú seas el primero al que hago una mamada. Lo recordaré siempre.

Me metí su miembro caliente en la boca. Empecé a chupar con ansia. Sus huevos estaban calientes, más arrugados que antes. Mis mamadas eran frenéticas y su nabo cada vez crecía más.

Calma, calma. Se nota que es tu primera vez. Poco a poco. Saboréala, recorre de punta a punta con la lengua. No hay prisa. Así, así. Vas aprendiendo rápido.

Seguía sus instrucciones al detalle y procuraba esmerarme con la mamada. Le estaba dejando la polla brillante y se le hinchaba por momentos.

Me están viniendo ganas de cogerte otra vez.

Tus deseos son órdenes.

Me levanté y me puse de cara a la pared, saque el culo hacia atrás, ofreciéndolo.

Vuelve a poseerme, quiero sentirte otra vez dentro.

Chico, menuda calentorra lleva dentro.

Me enjabonó bien el ojete para limpiarlo y hacer más fácil la penetración. Puso su polla otra vez contra mi abierto culito y volvió a presionar. Ya conocía esa sensación. El agua y el jabón ayudaron a la penetración. Entraba mucho mejor que antes. Me folló con menos delicadeza que la primera vez, con más fuerza y agresividad. Me excitaba ser poseído por un hombre maduro y varonil en unas duchas públicas, que me vieran en esa pose, con el culo sacado hacia fuera. El padre de Edu estaba como poseído y empezó a decirme guarradas:

Esto es lo que se merece una zorra como tu. Me has puesto cachondo. Te voy a follar en todas las posturas, cada día. Vas a volver a tu casa más follada que una puta. Te voy a poner el culo como un bebedero de patos.

Nunca me habían tratado así y me estaba poniendo como una moto. Acabamos follando como posesos y descargó otra vez en mi culo.

Dormí hasta bien entrada la mañana. Me levante con el culo hecho polvo. Dolorido pero satisfecho. Volvimos a follar cada noche durante el resto de la semana. Incluso le convencí para que volviéramos solos a la cala nudista. Allí me sentí como la pareja que vimos la primera vez, nos masturbamos mientas tomábamos el sol después de habernos untados todo el cuerpo.

Ahora de depilo como él, y solo pienso en volver a casa a Edu para … estudiar.