Con el novio de mi hermana mientras ella dormía
Me follé a mi cuñado mientras mi hermana dormía en otra habitación sin percatarse.
Me encanta mi cuñado, es alto, muy guapo y está buenísimo. Se llama Adrián y lleva con mi hermana 5 años de relación, y desde hace 3 yo me acuesto con él a escondidas de mi hermana Ana, aunque aquí solo voy a contar una de esas veces, la primera, que como ya he dicho fue cuando mi hermana y él solo llevaban 2 años de novio. Aunque siempre me atrajo físicamente, nunca pensé en tirármelo, sí que se me pasó por la cabeza acostarme con él si mi hermana lo dejaba con Adrián pero nunca mientras ellos dos tuvieran una relación, pero aún así un día no pude evitarlo y me acosté con él y lo peor que mi hermana estaba en casa. Ana y yo vivíamos juntas por aquel entonces, teníamos un piso que compartíamos y ella se echó novio, lo llevaba a casa continuamente y pasaba allí las noches, Ana siempre vio que Adrián y yo nos llevábamos muy bien, que éramos muy amigos, pero nada más, se alegraba mucho de eso Entonces a menudo empezó Adrián a tirarse horas y horas en casa, ya sin que Ana le llamara, y ella estaba encantada con tenerlo allí a todo momento. Más tarde a Ana le ofrecieron un trabajo por la noche de camarera y llegaba a casa sobre las 3 de la mañana tan cansada que apenas hablaba un rato con nosotros y se iba a la cama, fue entonces cuando Adrián y yo aprovechábamos. Ana se fue a dormir creyendo que su novio se iba a ir ya, pero no se fue, se quedó conmigo un rato más. Estuvimos viendo algo en la tele, pero a esas horas no echaban nada, pasó por un canal de porno y nos reímos, luego empezamos con algunas bromas y comentarios sobre las escenas y al final terminamos dejando el canal. No tardó nada en calentarse como una moto y observé desde mi lado del sofá como su bulto apretaba el pantalón y le dije: "¿Te has puesto cachondo?", él se miró sabiendo a que me refería y me asintió con la cabeza. Yo en tono de broma le contesté: "Bueno, eso se puede solucionar fácilmente" y él enseguida contestó: "¿Ah, sí? ¿Me lo solucionarías tú?". Al principio quede algo impactada porque no me esperaba que reaccionara así a lo que yo había estimado como una broma pero e decir que me puso cachondísima en segundos porque ya me imaginé liándome con él con el morbo de pensar que mi hermana estaba en su dormitorio durmiendo hacía ya un rato. Sin pensarme dos veces una oportunidad así, me acerqué más a él en el sofá y puse una mano en su pene a través del pantalón. - ¡Dios, como la tienes! (le dije mordiéndome el labio) - Tú me la estás poniendo peor. (sonreí) - Vamos a follar le solté ya que estábamos totalmente lanzados los dos- - ¿Y tú hermana? - Esa no se entera ni de una bomba que le caiga al lado. Me subí encima de sus piernas con las mías abiertas a cada lado y de frente a él, me moví encima de su pene sin desnudarlo y él se retumbó hacia atrás con la respiración ajetreada, cerró los ojos y le pregunté si le gustaba y me volvió a asentir con la cabeza. Llevaba unos pantalones muy cortitos, unos minishorts y él me metía la mano por los muslos hasta llegar a mi tanga. Me quité de encima de él y los dos vimos como en la película porno que seguía emitiéndose en la tele la actriz se la chupaba al hombre, me miró y me dijo: "Chúpamela". No le respondí, simplemente empecé a hacerlo, me deshice de sus pantalones, los dejé por cualquier parte del suelo de la habitación y al bajar su ropa interior su polla salió de la presión a la que estaba sometida y se puso recta, estaba dura, le escupí en la polla para ponerla algo húmeda y así poderla masajear entre mis manos, se la pajeé unas cuantas veces y después acerqué mi boca, rocé mi lengua por su punta, luego pase la lengua por todos sus laterales y finalmente me la empecé a meter en la boca todo lo que pude, sentí un gemido casi ahogado de él que me hizo calentarme lo suficiente como para chupársela aún con más ritmo, más rápido, aumentando la velocidad y haciendo algo de presión con mis labios sobre su erecta polla. Mientras yo hacía esto él se había encargado de desnudarme por toda la parte de arriba, de quitarme la camiseta que llevaba y también él sujetador, se entretenía apretando mis pechos uno contra él otro o simplemente apretándolo en su mano. De vez en cuando me decía cosas como: "sigue", "me está encantando, cielo", "joder que buena lengua tienes" . Lo demás eran suspiros y pequeños gemidos de placer, y también dejaba de tocarme las tetas para poner una o las dos manos en la parte de detrás de mi cabeza y apretarla contra él un poco para que se la chupara cada vez más hondo. En un momento oportuno me volvió a hablar. - ¡Para, para, que ya no puedo más! Aparte mi cara de su polla, me quité los pantalones, Adrián me miró de arriba abajo mientras pasaba su mano de arriba a abajo sobre su pene, me agarró por la cintura poniéndome en la misma posición que estaba hacía un rato, sentada sobre sus piernas, me hizo sentarme sobre su miembro mirando hacia él y notando como su pene apretaba contra mi vagina, yo me apreté aún más contra él y me dijo: "Ohh, así, nena". Uno de sus dedos buscó mi vagina echando el tanga a un lado e introduciéndome dentro primero un dedo y después dos ya que ya estaba bastante mojada desde hacía rato. Gemí un poco, me ponía a mil, que me estuviera masturbando precisamente él, mi cuñado, con mi hermana a unos metros, lo tenía todo para mí, hacerle lo que quisiera, hacerle gozar de placer, hacerle sentir como follaba y estaba segura de que a él también le ponía mucho aquella extraña situación en la que nos encontrabamos. Me metía los dedos todo lo que podía mirándome a mi a la cara para ver como me retorcía de placer, con su dedo gordo masajeaba mi clítoris, eso fue lo que más me ponía de todo lo que me estaba haciendo hasta el momento, sacó sus dedos de mí, me levantó un poco para coger su pene y ponerlo a la entrada de mi vagina, una vez colocado ahí, solo tuve que bajar lentamente y los dos notamos como poco a poco se introducía desde la punta hasta el final fácilmente. Adrián me cogía por la cintura nuevamente para ayudarme con mis movimientos de arriba abajo cabalgando sobre su miembro, aumentando el ritmo, cada vez que notaba que me venía un gemido fuerte lo besaba a él para que no se escuchara, estábamos sudados, a mil, follando como nunca había imaginado con Adrián, como si fuera un sueño. - Joder, si entrara ahora mi hermana. Él no dijo nada, pero sentí como se debió poner más cachondo con el comentario porque me embistió con más fuerza- Seguimos así un rato, sin apenas poder gemir más de la cuenta pero eso sí, sintiendo cada embestida suya como algo único. - ¿Te gusta? (Habló entrecortado) - Mucho, no pares. Como no habíamos usado preservativo, me dijo que me avisaría cuando se fuera a correr para sacarla y yo le dije que no, que la dejara, que no importaba, que al otro día pedía la píldora y ya está, en ese momento no quería por nada del mundo que se corriera fuera de mí. - Ya estoy (dijo) Llegamos prácticamente a la vez a un orgasmo muy intenso que me hizo estirarme cerrando los ojos y olvidándome del mundo de mi alrededor. Noté como soltó toda su leche recién salida, caliente, dentro de mí, estuvimos un minuto en esa posición hasta que nuestras respiraciones se controlaron, entonces me quite de encima de él y chupé los restos de semen que quedaron sobre su polla, me vestí, él me tocó el coño húmedo mojándose sus dedos de mis fluidos y su propia corrida. Me volvía loca. Nos vestimos, le dije que me iba a la ducha y él se tenía que ir ya. Al otro día lo llegó de nuevo y estuvo con Ana como si nada, ella no se había percatado de absolutamente nada. Nosotros aprovechamos otras noches iguales para follar juntos y una vez nos pilló, no nos pilló follando, sino solo besándonos, se enfadó, estuvo un tiempo sin hablarnos pero luego volvió con su novio y a mí me perdonó después de insistirle mucho en que lo sentíamos, que no sabíamos lo que nos había pasado Nos creyó, nos perdonó y Adrián y yo seguimos viéndonos pero ya no en casa, entonces yo ya no vivía con Ana, sino sola en otra casa y de vez en cuando Adrián y yo nos veíamos en la mía o en cualquier otro lugar.