Con el amigo de mi padre

Un amigo de mi padre con 65 años me ofrece quedar con él, y tras pensarlo durante varios minutos voy a su casa para llevarme una buena experiencia.

Para los que no me conozcan aún yo soy un chico de casi 19 años, mido 1.75 y peso unos 58kg. Soy delgado y tengo un culito muy bonito y una polla de 17cm.

Esto ocurrió hace unas semanas.

Iba andando por la calle cuando un amigo de mi padre con 65 años, un hombre alto sobre 1 metro 90, el pelo blanco pero abundante y una barba muy larga me ofrece que vaya a su casa para “pasarlo bien”

Le pongo la excusa de que voy a hacer un recado, y le digo que me dé su número y ya le avisaré cuando pueda.

Cuando llegué a mi casa estuve pensándolo durante varios minutos, no sabía que hacer, por un lado me apetecía quedar con él y que me follase, pero por otra parte me daba miedo de que se lo contase a alguien. Finalmente decidí quedar con él, le llamé y fui a su casa.

-Hola Mario, pasa, no te quedes ahí.

-Vaya, menuda casa tienes.

-Bueno espero que mi casa no sea lo único que te sorprenda esta tarde. -Me dijo sonriendo.

-Bueno eso ya se verá.

Me senté en un cómodo sofá a su lado, estuvimos hablando durante varios minutos de todo un poco.

-Bueno Mario, ¿qué te parece si empezamos a divertirnos un poco?

-Me parece muy bien.

Puse mi mano en su pantalón y comencé a acariciar su polla por encima, después le quité los pantalones y los calzoncillos y me la metí en la boca.

-Ahh¡¡, que bien lo haces, se nota que estás bien enseñado.

Aquellas palabras me animaron a seguir haciéndolo mejor, notaba como aquella polla aumentaba de tamaño dentro de mi boca, hasta unos casi 20 centímetros diría yo, después dejé de chupar y me quité la ropa.

-¿Te gusta lo que ves?.-Le pregunté.

-Me encanta, te voy a follar como nadie lo ha hecho.

Se acercó a mí, me besó una nalga y acercó su polla hasta mi agujero, y la metió poco a poco, después me puso a cuatro patas, y mientras seguía con sus embestidas me azotaba fuerte el culo hasta tenerlo completamente rojo e irritado, pero yo le pedía que me diese más fuerte.

-¿Te gusta perra?.

-Sí, sigue. -Le grité.

Sacó su enorme polla de mi culo, me agarré de su cuello, puse mis piernas arriba de su cintura y me la metió, puso sus manos en mi culo y el se encargaba de subir y bajar, notaba como su polla se introducía en mi pequeño culo y hasta notar como chocaban sus huevos contra mis nalgas.

Después se tumbó en el sofá y me puse encima suyo dándole la espalda, yo subía y bajaba hasta que me avisó de que se iba a correr, entonces me levanté, me puse de rodillas y abrí la boca para que todo su semen entrase. Acercó su polla, puse mis labios sobre ella y noté como su semen caliente tocaba mi lengua, sacó su polla y abrí de nuevo la boca para que viese como me lo tragaba.

-¡Que putita eres!.

-Jaja, lo sé, y me encanta.

Después fuimos a la ducha, nos vestimos y volví a mi casa, pensando en cuando sería la próxima vez en repetir con este hombre.

Y hasta aquí este pequeño relato, espero que os haya gustado, como ya sabéis mi correo es fotosmariole@gmail.com.