Con dos hombres desconocidos
Esta temblando, tiembla por tocarme y lo dejo. Voy desprendiendo su camisa, me encanta su cuerpo. No es perfecto y es lo que me gusta. Me gusta verlo vibrar por mí. Me acaricia la boca, su lengua no me da tiempo a reaccionar, me besa y eso me excita mucho. Como besa! . Al acercarse siento su erección, es enorme. Desprendo su cinturón, esta en boxer. Me quita la blusa y acaricia mis pechos sin desprenderme el sostén. Lo dejo, mientras me arrima contra la pared, y siento todo su calor y su jadeo, amo esa forma de jadear, me enloquece.
Son las 6 de la tarde, y no tenia nada mejor que hacer, aunque en realidad si; estudiar. Pero eso hace que me ponga más ansiosa, más ardiente. Sabía que mi vecino estaba ahí, tumbado en su cama, pensando en la última vez que me vio en el ascensor, con mis jeans y mi abrigo, tratando de adivinar que había debajo.
El esta separado, es un poco mas grande que yo. Sabe que mi actitud cambia cuando lo veo, porque se pone nervioso y yo también. Me gusta su forma de mirarme, y de ignorarme también, porque así me demuestra que le doy pudor. Siempre trata de abrirme la puerta del ascensor para poder acercarse un poco más, creo que es para oler mi perfume mas de cerca.
No hay nadie en casa. Y siento tal calor que me olvide de la vergüenza, y demás. Le toco timbre y abre pensando que le traen la boleta del gas. Su reacción de sorpresa me da miedo, tengo miedo de ser rechazada. No decimos nada y nos quedamos mirándonos. El hace un gesto de invitación, y entro. Cruzar esa puerta me ha hecho vulnerable pero también valiente. Voy directo a la persiana de su ventana y la bajo, quiero crear algo intimo, quiero que solo el vea lo que quiero mostrarle. Esta temblando, tiembla por tocarme y lo dejo. Voy desprendiendo su camisa, me encanta su cuerpo. No es perfecto y es lo que me gusta. Me gusta verlo vibrar por mí. Me acaricia la boca, su lengua no me da tiempo a reaccionar, me besa y eso me excita mucho. Como besa! . Al acercarse siento su erección, es enorme. Desprendo su cinturón, esta en boxer. Me quita la blusa y acaricia mis pechos sin desprenderme el sostén. Lo dejo, mientras me arrima contra la pared, y siento todo su calor y su jadeo, amo esa forma de jadear, me enloquece.
Me arroja en a cama, pero no deja de tratarme con dulzura, besa mis piernas y mi vientre. Desprende mi sostén y lame mis pechos, eso hace que yo me arquee y le pida más. El habla por primera vez: Te deseo. Deseo todo lo que veo, es lo que imaginaba. Quiero penetrarte.
Yo no puedo más y me quito las bragas. El pasa su lengua como si estubiese tomando desesperadamente después de un mes en el desierto. Esta volviéndome loca, y me tumbo boca abajo para apoyarme sobre mis brazos y piernas, el sigue lamiendo frenético.
Doy la vuelta y le bajo los boxers y le oigo decir: AHHHHHHHH, por favor, por favor!.
Esta en un punto difícil y trato de no seguir el mismo ritmo, voy lento primero con besos, hecho la piel bien atrás y veo su glande, esta rígido y sabroso. Paso mi lengua bien mojada quiero verle el gesto mientras lo hago, y su rostro me pide más.
Quiero darle mas, y hago un 69 para que el sienta lo mismo que yo. En ese momento oímos una llave en la puerta. Y no hay tiempo para reaccionar. Es otro hombre, un amigo probablemente. Comienza a disculparse pero no se retira y mi vecino me mira esperando aprobación. El recién llegado se quita la ropa, se acerca y acaricia mi clítoris, luego mi ano y comienzo a jadear porque ambos introducen sus dedos por mis orificios.
Mi vecino tiene un pomo de vaselina y me masajea el cuerpo, la vagina y el ano. Luego me alza y me penetra por la vagina, su pene es ancho y puedo sentirlo muy adentro, detrás de mí el otro hombre me lame el ano e introduce sus dedos, luego me penetra. Despacio, muy lento, los tres queremos disfrutar al máximo. Primero un pequeño dolor, luego placer, tanto que no puedo soportarlo. Siento dos penes llenando, suben y bajan. Y los cuerpos de dos hombres que me desean rozando y gozándome. Estoy casi en el climax, y lo hago saber con un gemido y un movimiento que nos arranca a los tres un orgasmo inolvidable.
Mi vecino y yo estamos satisfechos pero el recién llegado no y me pide que me agache para que pueda penetrarme analmente. Mi vecino aprovecha para besarme en la boca, y lamerme los pechos y la vagina. Mientras siento la profunda penetración anal, mi pezones son lamidos con lentitud y pasión. Luego me coloca el pene en la boca y lo chupo con fuerza quiero verlo arquearse como yo, quiero sacarle el semen que acumulo en todo este tiempo de fantasías, quiero que me vea siendo penetrada. De repente siento el orgasmo del que me penetra, al mismo tiempo mi vecino acaba en mi boca. Trago y busco mi ropa. Ahora si me apura el pudor. Los dos me miran y mi vecino Habla nuevamente: Me encanto. El es Pedro, solo un amigo. Nunca habíamos compartido una mujer, solo se dio. Me atraes y no pude evitarlo. Creo que también lo disfrutaste
Abro la puerta y huyo, solo quiero volver a mi departamento, quiero ducharme, quiero recordar cada momento, quiero festejar haberme animado. Por supuesto que también lo disfrute.