Con dos desconocidos

Solitaria busca sexo (infidelidad y orgia).

Todos los días pasaba lo mismo, Ariel me dejaba sola a veces se iba a trabajar, a veces a la casa de los amigos, o de los parientes y yo me quedaba sola y muy caliente. Un día me cansé y comencé a buscar tipos por Internet, mi idea era sólo tener sexo virtual.

Una noche comencé a chatear en viarosario con dos tipos: Diego y Lucas, uno de unos 20 años y el otro de unos 30. Nos calentamos mutuamente. Yo les mandé fotos porno y relatos eróticos. Me calentaba mucho pensar en un encuentro con ellos, una fiestita ellos dos y yo, dos pijas totalmente desconocidas. El domingo a la tarde, como siempre, Ariel se había ido a trabajar y me llamó para decirme que a la noche también trabajaba, entonces dije: -Esta es mi oportunidad-

Les mandé un mail citándolos en una esquina a los dos a las 12 de la noche. Cuando llegué ahí estaban. Ni se imaginaban que los dos estaban esperando a la misma persona. Me bajé del auto, los presenté y subieron al auto.

Ya sé que esto les parece muy extraño, pero esta noche quiero sexo con desconocidos- les dije, los dos aceptaron.

Fueron muy callados hasta que llegamos a mi casa, creo que hasta iban temerosos.

Cuando llegamos los senté uno al lado del otro en un sofá. Puse una música muy erótica, me paré frente y comencé a bailar, como una streeper, lentamente fui sacándome toda la ropa. Noté que los dos se calentaron rápidamente.

Me acerqué a Diego, le pasé la lengua por la oreja, él quiso tocarme pero no lo dejé, después me acerqué a Lucas y suavemente le mordí el cuello.. Seguí bailando un rato más. En eso Lucas se paró, se puso detrás de mí y me agarró de la cintura y empezó a bailar pegado a mí, apoyándome su sexo en mi cola. Diego también se paró, se puso delante de mí y apoyándome su dura pija también comenzó a bailar lentamente pegado a mí. Allí estábamos los 3 bailando lentamente una música muy erótica, yo en el medio de los dos, siempre quise ser el jamón del sándwich.

Bailamos así durante largo rato, hasta que las manos de Lucas que estaba detrás de mí comenzaron a recorrer mi cuerpo, Diego no se quedó atrás. Esas 4 manos recorrían mi cuerpo deteniéndose en algunos lugares. En un momento Lucas me agarró los pechos, los apretó, los juntó y Diego no resistió la tentación de comenzar a chuparlos. Primero les pasó la lengua por los pezones, después comenzó a mordisquearlos suavemente y después se los metió casi enteros en su gran boca. Un suspiro salió de mí. Ellos supieron que yo estaba muy excitada. Diego bajó su mano, la pasó por mi entrepierna, yo sin dudarlo, separé mis piernas, tomé su dedo, me lo llevé a la boca, lo mojé y lo puse en mi vagina húmeda y caliente. Él comenzó a meterlo lentamente, yo movía mi cadera para hacer que el dedo entrara con más facilidad. Después agarré la mano de Lucas que estaba detrás mío, lo mojé y lo llevé hasta mi culo. Noté como se calentó aún más. No dudó en meter ese dedo gordo dentro de mi culo, que se abrió al instante, ya acostumbrado a las pijas que entraban y salían de allí muy seguido. Estuvimos largo rato así. Yo miraba la escena que se reflejaba en el espejo y me calentaba mucho más.

Los dedos entraban y salían de mi concha y mi culo cada vez más y más rápido, yo retorcía mi cuerpo, quebraba mi cintura y movía mi cadera instintivamente. En un momento empecé a jadear más y más fuerte. _Siiiii, asiiiii, más, maaaas, no paren, no parennnn- ellos supieron que estaba por acabar entonces clavaron los dedos bien adentro mío escarbando el punto e mayor placer, sentí como los dedos casi se tocaban adentro mío. -Sí, siii siiiiii, más másssss Aaaaaaaaaa!!!!!- El orgasmo estalló con un fuerte grito. - Aaaaahhhhh- qué placer. Ellos me besaron todo el cuerpo hasta que me relajé.

Después los llevé hasta el sofá, los senté uno al lado del otro agarré las dos pijas que estaban duras muy duras y comencé a chuparlas, suavecito, lento, primero una, después la otra, después me metí las dos juntas dentro de la boca. Qué gran sensación es tener dos pijas adentro de la boca. Ellos gozaban como dos sementales en plena cogida.

En eso Diego e agarró de la cintura, me levantó, mojó mi concha cos su saliva e hizo que me sentara sobre su pija. Mmmmm, esa gran pija iba entrando dentro de mí, abriendo lentamente todo mi interior. Lucas miraba mientras se pajeaba. Diego comenzó a moverse acompasadamente. Cuando la pija ya estuvo entera adentro mío y resbalaba humedecido con los jugos de él y míos, se recostó en el sofá, me agarró y me hizo acostar sobre él apoyando mis redondas tetas en su pecho.. Pasó sus manos por detrás mío, agarró los cachetes de mi cola y los abrió. Yo di vuelta mi cara, lo miré a Lucas y le dije: -Culeame!, Meteme esa pija ahora- Lucas se calentó mucho más, no lo dudó ni un segundo, mojó la punta de su pija con su saliva y comenzó a meterla. -Siii, más adentro, con fuerza, metémela entera, dale culeame más, más adentro, siiii_ Los dos estaban enloquecidos. Me cogían por adelante y por atrás con toda la fuerza. Ustedes nunca van a saber el placer que es tener dos pijas adentro. -Siiiii cójanmeeeee- gritaba yo desesperada. Se movían cada vez más y más fuerte hasta que mis orgasmos empezaron a estallar y a hacerme gritar nuevamente. De repente comencé a sentir dentro de mi culo algo caliente y resbaladizo que me calentó más todavía, era la leche de Lucas que estaba acabando adentro de mi culo. Los movimientos comenzaron a ser más lento. Diego todavía no había acabado. Sacó su pija de mi concha, me empujó sobre el sillón, se paró y comenzó a pajearse apuntando a mi cara, de repente su leche empezó a salir cayendo sobre mi cara, adentro de mi boca, mis tetas. Mientras Diego me acababa encima, Lucas con su pija desparramaba la leche de Diego en todo mi cuerpo y me la metía adentro de la boca.

De repente escuchamos un ruido. Los escondí adentro de mi dormitorio, debajo de la cama. Era Ariel que entraba. ¿-Qué haces toda desnuda? Me preguntó. -Nada, estaba por ir a bañarme- le dije inocentemente.

Me metí al baño pensando cómo iba a hacer para sacar a esos dos tipos de mi casa sin que Ariel los viera... no sé o tal vez podríamos hacer algo los cuatro juntos...