Con Cristian (01: La infidelidad)

Cuando, a partir de una infidelidad de mi novia, descubro que me convertiría en el juguete sexual de mi mejor amigo.

Hacia tiempo que las cosas con Belén, mi novia, no andaban bien. Yo ya había descubierto la razón, me había dado cuenta que ya no me gustaba, ni ella ni ninguna otra mujer. En cambio, sentía una atracción muy fuerte por los hombres. Esto que me pasaba sólo se lo conté a mi amigo Cristian, mi amigo de toda la vida, porque necesitaba desahogarme contándoselo a alguien. Cristian no me dio ninguna opinión sobre el tema, ni si esta bien o mal lo que me pasaba, ni siquiera si me aceptaba tal cual yo era, no me dijo nada, sólo se digno a mantener la amistad intacta, tal cual la conocíamos desde hacía 10 años.

Pasado el tiempo la relación con Belén seguía igual que antes. No había tenido el valor de contarle lo que me pasaba por lo que la situación no pudo mejorar. No teníamos mucha comunicación, solo lo indispensable. Tanto así era que un viernes a la noche me aviso por teléfono que no iba a pasar por casa porque iba a salir con amigas. Ni me preocupe por preguntarle donde iba, tenía demasiados problemas con los exámenes de diciembre y me vino joya una noche libre para estudiar.

Justo que estaba por ponerme a estudiar suena el teléfono. Atiendo y era Cristian. Llamaba para invitarme a su casa, él estaba haciendo un trabajo y quería un poco de compañía porque si no iba a quedarse dormido. Me dijo que si quería podía llevar mis apuntes para estudiar. Y así lo hice.

Ya en lo de Cristian lo último que me puse hacer fue estudiar. Me dedique más que nada a mirar tele y a cebarle mate a mi amigo. Hablamos al pedo mientras el hacia su trabajo. Estábamos solos en su casa porque toda su familia se había ido de viaje. Mientras hacía zapping vimos una gran cantidad de escenas sexuales, la tele se llena de sexo los viernes a la noche. La mayoría mostraban mujeres, por lo que no me detuve en ellos, motivo por los que recibía retos de Cristian. No deje de hacer zapping hasta que encontré un canal donde estaban mostrando a un vago, con un descomunal falo. Desgraciadamente a los pocos segundos apareció en escena una mina, era de esperar que no le dedicaran la película a él. La cámara no se despegaba de su sexo y eso volvió loco a mi amigo que dijo en voz alta.

C: Nooooooooooo ... eso me va a hacer estallar la pija!

Y: Mejor va a ser que cambie de canal. No quiero que ocurra un accidente. Quiero que te controles, porque después quien limpia las manchas en el piso. – Atiné a decir yo entre risas.

C: Tenes razón, tengo que controlar esto de alguna manera. El problema es que solo no puedo. No me ayudarías con esto. – Dijo Cristián abriendo sus piernas y mostrándome una enorme erección bajo sus bermudas.

Y: Pero que me estás diciendo? Estás loco? – Le dije yo, muy sorprendido por la situación.

C: Nada, sólo te estoy diciendo que si me queres ayudar. Soy tu mejor amigo, nunca me fallaste, no lo vas a hacer ahora. El otro día me dijiste que eras puto. Bueno, si sos puto te tiene que gustar la pija y acá tenes una que te esta llamando a gritos.

Ni bien terminó de decir eso se acerco a mi, empujando su silla que tenía rueditas, y agarrandome la mano y poniéndosela sobre su bulto me dijo mirándome a los ojos.

C: No ves?!. Ahí la tenes, toda paradita, como a vos te gusta. Te vas a negar a darle unos cuantos besitos?

No se como hizo pero me convenció. Si bien Cristian siempre me gustó, yo soy de los que creen que es estúpido arruinar una amistad por una calentura. Pero me convenció. No tarde en comenzar a agacharme dirigiéndome hacia su entrepierna. Con cada centímetro que yo hacía para delante el me acompañaba con un movimiento hacia atrás. Se estaba alejando de mi y forzaba la situación para que yo termine frente a él, entre sus piernas y arrodillado, como suplicándole que me diera su verga. Al entender la situación que planteaba, le seguí el juego y en pocos segundos termine quedándome en la posición que el quería, arrodillado entre sus piernas, frente a su sexo y con mis manos en su bulto. Yo no fui el que le desabrocho la bermuda, todo lo hizo él, yo sólo esperaba mi recompensa luego de haberme portado tan bien con el juego de la silla.

Efectivamente, cuando se desabrocho la bermuda dejo al descubierto su descomunal verga. Estaba re parada, le chorreaban los jugos preseminales de la cabeza y estaba bien venoza. Yo me quede atónito, frente a mi primera verga. El se agarro su falo desde la base, apuntándola hacia mi boca y con la otra mano me agarro de la nuca. Apuntó bien y me empujo para que se la comiera de un solo saque. Cuando ya la tenía adentro me obligo a mirarlo a los ojos. Notaba su mirada de satisfacción cuando me dijo:

C: Que bien se te ve con una verga en la boca, ahora si se te nota lo puto. Cuando me entere que mi amigo era un putito chupapija lo primero que se me cruzo por la mente era como seria que me la chuparas a mi. Ahora voy a sacarme la duda. Mira putito, hace bien tu trabajo porque sino te voy a castigar. Asi que chupamela bien, mamamela como un perro. No, mejor dicho, como una perra. Chupa!!! Chupa!!!

Terminó su monologo y me dejo de agarrar con sus manos, poniéndolas atrás de su nuca, preparándose para disfrutar mi trabajo, mi mamada. Yo no perdí un segundo y comence a disfrutar de ese riquísimo falo. Era único. Y sí, era el primero que me comía. Pero algo me hacia pensar de que como esta verga no había otra. Chupe, mamé, comí, tragué y lamí cada centímetro de su pija. Pero no pude disfrutar mucho porque a los pocos minutos tocaron el timbre. Yo me sorprendí del hecho de que Cristian no se halla sorprendido que a las 2 de la mañana le estén tocando el timbre de su casa. Cuando se fue me dijo.

C: Vos escondete en el armario que tengo una sorpresa para vos, trolete!

Me gustaba que me tratara como lo hacía. No tarde ni un segundo y me metí en el armario. Cerré las puertas corredizas dejando una pequeña hendija para poder mirar la sorpresa que me preparaba mi amigo. Gran sorpresa la mía cuando vi entrar a Cristian con Belén, mi novia. El muy desgraciado no me había dicho nada. Más me sorprendí cuando el se sentó en la misma silla donde estaba antes y no le ofreció asiento a ella. Pero después de unos segundos entendí todo. Mirándola con sus ojos calientes le dijo.

C: Que esperas perra! Arrodillate! O queres que te lo pida por favor? Dale perrita, empezá a hacer lo que viniste a hacer a mi casa.

Belén no tardo en arrodillarse frente a mi amigo. Estaba entre sus piernas y él hizo el mismo juego que hizo conmigo, pero esta vez un poco más violento y con la diferencia de que siempre me miraba a mi. Mientas mi novia se la chupaba me miraba y me miraba, como gozándome. En un determinado momento puso sus dos manos en la cabeza de ella, me guiño un ojo y perdió su mirada en el techo. Se notaba que disfrutaba de la situación. Estuvo así unos minutos hasta que comenzó a tirarse sobre Belén, ella seguía con la mamada, es más, él la empujo para que no abandonara su trabajo. Sus manos alcanzaron su pollera, la cual levanto para poder bajar su ropa interior, dejando su sexo al aire libre.

Con sus dedos comenzó a manosear descaradamente el sexo de mi novia. Siempre mantenía la mirada clavada en mis ojos. Le metía los dedos en su concha, primero uno, después dos, tres. Este juego siguió mientras decía.

C: Estas bien mojadita putita. Tanto te caliento? Bien regaladita viniste, todo para comerme la verga y para que te coja bien cogida. Así me gustan las minitas, que sean bien putitas como vos. Preparame bien la pija que hoy te voy a coger, te voy a partir en mil pedazos.

Un rato después, la obligó a pararse y sentarse sobre él. Agarro su pija nuevamente, apuntó directo a la concha de ella y la otra mano la apoyo sobre su hombro izquierdo, mirándome nuevamente dijo en voz alta.

C: Vamos a hacerlo bien cornudo al estúpido de tu novio. – Al toque de haber dicho eso la empujo para que ella cayera directamente sobre su verga. Ella pegó un grito ya que fue muy violento. A lo que el atinó a decirle. – Cayate y disfrutá, que los dos sabemos que te gusta que te cojan así.

Desde mi ubicación podía ver todo. El enorme falo de mi amigo entraba y salía de la húmeda concha de mi novia. La escena era de lo mas caliente. El vago sabía coger bien y eso se le notaba a la legua. Con sus piernas bien peludas y bien formadas, después de años de practicar futbol, se daba fuerzas para penetrarla con toda sus fuerzas. Sus pantorrillas se marcaban bien con cada envestida. Sus manos agarraban las nalgas de Belén y las abrían para que yo pudiera observar todo.

Yo alucinaba. Hasta que él con una seña me indicó que me incorporara a la situación. Yo salí de mi escondite en silencio, para que Belén no se enterara de mi presencia. Cristian me señalo sus huevos y me guiño el ojo. Era obvio lo que quería, quería que le chupara los huevos mientras se la cogía a mi novia en mis narices. La situación me pareció de los más morbosa y acepté.

Comencé a lamer esos huevos peludos como un perro sediento de sexo. Estaban más grandes que nunca, se traslucía la leche que tenía acumulada. Yo le chupaba los huevos como intentando sacarle la leche por succión. Mientras le chupaba los huevos podía observar como penetraba la pija de Cristian en la concha de Belén. El hijo de perra se la cogía bien fuerte y la yegua gritaba de placer.

Como me calentaban mucho las piernas de Cristian comencé a acariciárselas mientras seguía con mi trabajo de come huevo. El se dio cuenta y me empezó a dar patadas en el culo con sus piernas. En un momento determinado me hizo una seña para que dejara mi trabajo y yo obviamente le hice caso. Sin embargo, antes de irme, acaricie por ultima vez sus piernas y aproveche para darle un beso en sus pies. Cuando el vio esta situación empezó a reírse a carcajadas. Por suerte, porque esta vez, al esconderme, si hice un poco de ruido, que quedaron eclipsados por la risa de mi amigo. Belén no entendía nada y le pregunto porque la risa y Cristian le respondió.

C: Es que me encanta meterle los cuernos a tu novio. De solo pensar en la cara de nabo con la que va a venir mañana a decirme "amigazo", me da risa.

Fue una buena escapatoria, pero me dejo regulando. No sabia que tan enserio hablaba. Aunque mucho no habia para dudar, se estaba cogiendo a mi novia, tan buen amigo no era y yo justamente me estaba dando cuenta ahora.

En esos momentos en que yo pensaba, estaba terminando la sesión de sexo entre ellos. El la obligo a arrodillarse nuevamente, pero esta vez el estaba parado, y haciéndose una paja frente a ella , largo toda su lechita caliente en la boca de mi novia. Cuando termino de eyacular le puso la pija en la boca y le dijo que se la chupara, que le limpiara lo que habia provocado. Obviamente también la obligo a tragarse su leche.

C: Si queres que te vuelva a coger vas a tener que tragarte toda la lechita. Vos elegis. A veeeeeer, que tan putita sos? – Ella obviamente se trago todo.- Así me gusta, perra, eso es lo que sos, una puta barata. No sabes como te voy a seguir cogiendo.

Justo cuando estaba diciendo todo esto Belén se percató de que mis cosas estaban en la habitación de Cristian y le preguntó que hacian ahí.

C: Es que tu novio estaba conmigo hasta hace unos minutos. Yo lo mande a comprar comida, para cogerte tranquilo en su ausencia y cuando vuelva poder recibirlo con la sensación de haberlo cagado bien cagado, por cogerme a su novia en la misma habitación en la que el está.

B: Pero vos sos un enfermo loco. – Atinó a decir Belén. – Yo mejor me voy antes de cruzarme con él.

Efectivamente, ambos salieron de la habitación y yo seguía en mis escondite. Portaso de por medio, ruidos de llave. Cristian volvió a su habitación diciéndome.

C: Ya podes salir putito. Tu novia ya se fue, bien satisfecha. Parece que lo que necesitaba era solo una buena verga que se la cogiera bien cogida. – Me dijo Cristian sentándose sobre la silla y acomodándose la bermuda.

Y: No podes ser tan morboso. Seguro planeaste todo. Sos un hijo de perra vos. Mejor me voy.

Cuando atiné a irme Cristian me freno agarrándome de atrás y aferrándome fuertemente a su cuerpo con sus brazos. Esos brazos fuertes que me derretían. Descaradamente me apoyaba su bulto sobre el culo y mientras me lo frotaba, bombeando como si me estuviera cogiendo, y me decía.

C: No te vas a ir justo ahora. Justo que descubrí mi nuevo juguetito sexual. ¿No que sos un putito pasivo bien sumiso y regalado?. Esta bueno coger con minas pero siempre vienen con mil historias. Yo lo que necesito es un putito como vos, que se me regale por mi verga, que lo tenga a mis pies, como se que te tengo a vos. No te creas que no me di cuenta que me besaste los pies. Entendí muy bien el mensaje. Ya te me regalaste ¿o no es asi?. ¿Te gusto lo que viste?

Y: Si, me gusto, me calentaste mucho – Dije yo tirando mi colita para atrás y uniéndola más con su bulto.

C: Bueno, yo no estoy dispuesto a perder esta oportunidad de disfrutarte, vos estas dispuesto?

CONTINUARA ...

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