Con burbujas

Quién no ha tenido sexo con un/a exnovio/a? Yo creo que de hecho resulta bastante mas morboso pegar un polvo con esa persona cuando ya no tiene ningún compromiso contigo… cuando los dos saben que es solo sexo y ganas de follar.

CON BURBUJAS

Quién no ha tenido sexo con un/a exnovio/a? Yo creo que de hecho resulta bastante mas morboso pegar un polvo con esa persona cuando ya no tiene ningún compromiso contigo… cuando los dos saben que es solo sexo y ganas de follar. Estoy seguro que muchisim@s de los que me estáis leyendo habéis echado uno de esos polvos post-relación que se cogen con tantas ganas. En esta ocasión voy a contaros uno de los muchos que he echado con mis ex y que recuerdo como una intensa experiencia de mi vida sexual.

Alba no era demasiado ardiente cuando salíamos juntos. No me interpretéis mal, se ponía salvaje cuando debía, pero de los ligues que he tenido no era precisamente la mas caliente… al menos mientras hubo sentimientos por medio, era digamos mas romántica, y le gustaba más hacer el amor que follar, si entendéis la diferencia. Estuvimos saliendo varios años, pero al final hubo “complicaciones” y lo dejamos, pero seguíamos viéndonos como amigos porque no quedamos mal del todo tras la ruptura, sobre todo en verano, ya que tenia un chalet junto al mío. Era una urbanización bastante desierta y a pesar del latente mal rollo por haber sido pareja, tampoco teníamos cosas mucho mejores que hacer los días de diario que quedar en casa de alguno y echar una partida al trivial o ver una peli en DVD. No había demasiada tensión sexual, ya que tanto ella como yo habíamos encontrado otras parejas pronto y al menos yo me encontraba bastante satisfecho, pero las cosas iban a cambiar

Aquel día paseaba por la urbanización y al pasar por delante de su jardín la ví tomando el sol en bikini. No la he descrito pero para los españoles diré que se parece bastante a Susana Griso, la presentadora del telediario de Antena 3; rubia, alta, delgada, ojos azules… atractiva y con cara de niña buena. En bikini estaba para comérsela enterita, y eso es lo que iba a hacer aunque yo aún no lo sospechaba. Como iba diciendo al pasar por delante de su verja nos vimos y nos saludamos, y como hacía a menudo me invitó a pasar, cosa que yo no hice de muy buen grado, porque aunque ya no sentía nada por ella, ver a una ex, con la que te has acostado mil veces y cuyo cuerpo conoces de memoria, tomando el sol con un bikini minúsculo siempre hace aflorar “sensaciones” y recuerdos. Me abrió la puerta y me dio dos besos dirigiéndose a las hamacas del jardín, yo la seguí mirándole el culo fijamente, se me caía la baba aunque quisiera negarlo y me hubiera tirado a mordérselo sin dudarlo, pero uno tiene autocontrol, y hay que saber estar, eso por supuesto no procedía. Nos sentamos en las hamacas de su jardín y me invitó a tomar el sol con ella y a untarle un poco de crema, con total naturalidad. Como somos europeos (como dice un amigo mío) me puse a untarle cremita por la espalda como si eso fuera lo más aburrido del mundo aunque todos sabemos que notar la piel caliente, desnuda de una chica humedeciéndose con la crema de tus manos pone cachondo al más pintado, pero yo procuraba disimular. No entendía por qué ese día me estaba poniendo tan caliente con ella cuando llevábamos viéndonos meses y nunca me había vuelto a pasar desde la ruptura. En fin, estuvimos hablando y le pregunté por sus hermanos que solían acompañarnos por las tardes en nuestras charlas y juegos, pero me dijo que toda su familia había ido a la ciudad a comprar un lavabo nuevo y no volverían hasta tarde. Me dijo que estaban cambiando todo el baño y que esa misma mañana habían instalado un jacuzzi. Me interesé por el asunto sin maldad, dado que la niña tenía pasta y supuse que el suyo sería bastante espectacular:

  • Vaya, que bien os lo montáis en tu casa. Nunca he probado uno de esos baños con burbujitas, aunque hablan muy bien de ellos, dicen que son muy relajantes y agradables. Es una pena que lo hayan instalado esta mañana, porque no me importaría probarlo –dije con cara de decepción-

  • Pues sí y no, es decir, si que son relajantes y no es cierto que no puedas probarlo, ya que yo misma lo he hecho hace un ratito, está plenamente operativo –me corrigió-

En ese momento lo único que yo pensaba era que resultaba una pena que no hubiera tenido ese jacuzzi cuando salíamos porque follármela en él habría sido un gustazo y una nueva experiencia, sobre todo con lo guapa que estaba aquel día con ese bikini blanco con motivos rojos, su piel tan morenita resaltando respecto a su pelo rubio, y con su familia fuera de casa… que desperdicio! Donde estaría el tonto de su novio? En fin, sacudí la cabeza pensando que eso era cosa de otros tiempos, sobre todo siendo Alba una chica tan modosita. Por este razonamiento, cuando acepté su invitación de probar su jacuzzi, aunque suene raro lo hice sin ninguna “mala” intención.

Se puso una camisetita de tirantes y pasamos a la casa, la cuál yo conocía bien tras varios años de relación y nos dirigimos al cuarto de baño. Ella me mostró las novedades que habían instalado, fundamentalmente el jacuzzi, me explicó el funcionamiento de los botones y abrió los grifos llenándome la bañera con agua templada, casi caliente. Me invitó a meterme, cuando quisiera, cosa que yo pretendí hacer con el bañador puesto

  • Anda ya! No vayas a meterte con eso, no estarás cómodo ni disfrutarás del hidromasaje, además, que ropa seca vas a tener después si nos sentamos en el salón a ver una peli? –argumentó-

  • Pues llevas razón… seguro que no te importa si me desnudo? –le pregunté-

  • Que va, no pasa nada, me salgo mientras te metes y dentro de un rato vuelvo, que con al espuma y tal no se verá nada, y me cuentas que tal tu experiencia –dijo mientras salía riéndose un poco-

Algo sorprendido con su poco habitual atrevimiento me desnudé del todo, pero para no incomodarla dejé parte de la cortina del baño en la parte central como tapando la “zona de peligro” por si ella volvía y me dispuse a disfrutar del hidromasaje. Me tumbé completamente y encendí el mecanismo relajándome con las burbujas. Eché un poco de jabón, pero no demasiado ya que con la agitación del jacuzzi se creaba muchísima espuma con poca cantidad y no quería que rebosase, así que algo sí que se veía, pero con la cortina no habría problema, pensé.

Un par de minutos después Alba volvió con dos coca colas en la mano, una para mí.

  • Bueno que tal? Te gusta? -dijo ofreciéndome un vaso aparentemente tranquila a pesar de la situación-

  • Sí, es bastante mejor que un baño normal, aunque yo suelo ducharme –le dije-

  • Y esta cortina? Por qué la pones así? Vamos hombre… si te he visto desnudo cien veces, no me voy a asustar jajaja –dijo riéndose y haciéndome sentir algo ridículo por mi excesiva precaución-

  • Ya… yo que sé, era por si te sentías incómoda –dije retirando la cortina. Al hacerlo la espuma se movió y gran parte de mi polla quedó flotando sobre ella, pero después del corte no hice nada más por aliviar tensiones… al fin y al cabo se suponía que la cortada era ella y yo siempre tuve bastante menos vergüenza-

  • Vaya, vaya… parece que el masaje hace su efecto, al menos en algunas zonas, jajaja –rió mientras miraba fijamente mi semierección… Pero que le pasaba? No parecía ella! Bien es cierto que el chorro de agua que apuntaba casi directamente a mi polla y el saber que mi ex estaba allí al ladito en bikini y camiseta cortita mirándomela me la estaban poniendo dura por momentos, pero no me cuadraba ese comportamiento en Alba-

  • Sí, es curioso pero el chorro de agua me causa una sensación muy rara ahí, noto un calor muy fuerte –le respondí mirándola directamente… ya estaba bien, iba a pasar un poco la acción yo-

  • Ya será menos -dijo ella- vamos a ver… - y en ese momento hizo algo que aún hoy me sorprende: apuntó el chorro del hidromasaje directamente a mi polla y metió su mano en el agua para tocármela. En aquel momento mi polla ya estaba como una roca y ardiendo y yo no podía creer que mi recatada y pijita ex me la estuviera sobando de esa manera, pero no por ello dejé de disfrutarlo-

  • Mmmm ahora sí que me está gustando el masaje –le dije-

  • Siempre te han gustado mis pajas, eh sinvergüenza? – me respondió. La verdad es que tenía que reconocer que la niña tenías unas manos muy hábiles y hacía unas pajas de muerte, era sin duda su especialidad y lo que más echaba de menos de nuestra relación, pero ahora me estaba desquitando con creces-

  • Ya sabes que sí… pero no sólo tus pajas –le dije empezando a acariciarle el culo por encima del bikini-

  • No te aproveches anda… una paja rapidita y ya está, que a mí también me apetece. Echaba de menos esta polla tan dura –dijo acelerando la paja-

  • Que te crees tu eso… si nos enrollamos lo hacemos con todas las de la ley, ya somos mayorcitos -dije intentando bajarle el bikini para verle el coño-

  • Que no, joder, ya sabes que tengo novio –dijo algo enfadada pero sin soltarme la polla-

  • A tu novio ya se los estás poniendo bastante con esto que estás haciendo rica, así que deja de hacerte la estrecha que bien que lo estás disfrutando –dije acariciándole las tetas por encima de la camiseta con mis manos mojadas, le notaba los pezones bien duros y su cara de morbo la delataba… tenía ganas de marcha y yo se la iba a dar-

  • Anda no seas malo porfa… déjame que te saque la leche y verás como nos tranquilizamos los dos –dijo acompañando su paja con un masaje en el capullo con su dedo pulgar-

  • Como me pones! –dije abrazándola de las caderas con las dos manos y tirando de ella hacia el jacuzzi sin quitarle la ropa siquiera, quería comérmela sin perder un segundo más, y ella debía estar tan cachonda o más porque apenas se resistió ni intentó quitarse la ropa-

La metí en el jacuzzi sobre mí y empezamos a morrearnos fuerte con la lengua fuera de la boca mientras le arrancaba la ropa empapada pegada a su cuerpo. Descubrí sus tetas, no demasiado grandes pero preciosas, que ya conocía bien y empecé a chuparle sus pequeños y duros pezones. Ella no cesaba en su paja que cada vez hacía con mas ansia, mientras con la otra mano me sobaba los huevos.

  • Méteme mano pero no me folles, eso ya es mucho y además no tenemos condones –me pidió-

  • No digas tonterías, estás deseándolo, lo sé –aseguré-

La incorporé, le bajé la braguita del bikini y empecé a darle lametones a lo largo de su parcialmente depilada rajita. Mmm que rica estaba! Disfrutaba comiéndole el coño a mi exnovia en aquella bañera, se la notaba cachondísima como nunca la había visto, e iba en aumento con cada lametón que le pegaba… me la estaba comiendo a fondo. A Alba le temblaban las rodillas y casi no podia mantenerse en pie. Su ropa flotaba empapada y llena de espuma a nuestro lado. La senté en el borde de la bañera con sus suaves piernas dentro del agua y la hice echarse hacia atrás en la extensa superficie plana que tenía y seguí comiéndoselo ahora mas intensamente. Tan pronto me centraba en su clítoris como le metía la lengua en el agujerito simulando follármela con ella… Otras veces simplemente le lamía la raja a lo largo con lo cuál se la veía gozar especialmente. La tenía justo donde quería y para ese momento yo ya tenía claro que podía hacerle cualquier cosa y no protestaría… al contrario. Me incorporé un poco agarrándome la polla con una mano y empecé a frotársela por la raja mientras ella ronroneaba bajito:

  • Mmmm nooooo, no me la metas, follar no… -me susurraba con poco convencimiento-

  • Claro que sí, ya verás que bien nos lo vamos a pasar con este polvo furtivo, me pone mucho más que cuando follábamos siendo novios –le dije metiéndole el capullo en el coño y volviendo a sacarlo rápidamente para volver con los frotes verticales a lo largo-

  • Eres muy malo, me vas a follar, lo sabía –me decía sin resistirse en absoluto, de hecho se abría más de piernas en mi opinión mostrándome su chocho en todo su esplendor, abierto, rosado y pidiendo polla a gritos-

  • Claro que te voy a follar, y me ha costado muy poquito diría yo… se nota que estabas salida –le dije-

  • Mmmm siiií, es que esta tarde me he hecho un dedo mientras probaba el jacuzzi y llevo toda la tarde muy cachonda… y al verte, bueno, me he acordado de muchas cosas… de lo bien que nos lo pasábamos

Yo ya no podía más, mientras ella iba hablando yo aprovechaba para ir clavándole la polla ya sin disimulo. Ella tampoco disimulaba en absoluto y me agarraba del culo para que se la clavase sin más miramientos. Disfuté notando como entraba enterita en su estrecho coño, y una vez dentro la saqué por completo sólo para volvérsela a clavar. Repetí esa operación varias veces haciéndola subirse por las paredes, y entonces empecé a darle candela. Me la follaba a mi gusto, como quería, contra su bañera, los dos desnudos sin importarnos terceras o cuartas personas. Sólo queríamos echar un buen polvete de exnovios y lo estábamos disfrutando… no direis que no se disfrutan ese tipo de polvos sin otras consideraciones ni equívocos, solo con el morbo de estar tirándote a tu ex, a la que ya conoces pero… ahora de otra manera. Pues eso hacíamos, le daba bien por el coño como ella necesitaba, sin remordimientos. Tenía un coño suave y estrecho que me acariciaba la polla en cada entrada y parecía no querer dejarme salir, el gusto iba en aumento y estaba deseando descargar los huevos en su interior, pero aún quería retrasar la corrida un ratito… lo estaba disfrutando mucho. Le acariciaba las caderas con ambas manos, frotándola mientras ella me apretaba la espalda deslizando sus dedos por ella y me hablaba cerca del oido.

  • Siiii mmmm que gustazo! Sigue follándome! Metémela hasta el fondo, me voy a correr! –se le hubiera notado aunque no lo dijera, porque empujaba su cintura contra mi a ritmo cada vez mas fuerte que presagiaba una corrida de impresión-

  • Si preciosa, abre el chochito para mí, yo te la clavo cuanto quieras, me gusta la cara de putita que pones cuando te corres –le dije mirándola a los ojos mientras se pegaba la corrida de su vida-

  • Aaaaah… que bien! Que corrida mas buena! –decía relamiéndose-

  • Pues aún no hemos terminado Alba… -contesté dispuesto a seguir follándomela toda la tarde-

  • Eso espero –susurró con cara de alegría-

El siguiente polvo fue a cuatro patas dentro del agua apoyada contra el borde. Alba tenía un culo precioso y esa era la postura que preferíamos cuando salíamos, así que no me resistí a recordar los muchos polvos que habíamos echado así, con una especie de “homenaje”. El coño le había quedado muy abierto del primero y no tuve ninguna dificultad para volvérsela a clavar ahora desde atrás. Alba empujaba su culo hacia atrás para ir a encontrarse conmigo, chocando su culo contra mi abdomen, la empalaba sin ningún problema y con su colaboración… Mi ennovia había resultado bastante mas guarra de lo que yo suponía, y de paso le estaba poniendo unos buenos cuernos a su nuevo noviete, cosa que a mi, la verdad, me suponía una satisfacción extra, porque decidme… a quien le cae bien la nueva pareja de su ex?

  • Así, así! –me animaba- fóllame el culo!

  • Esto no es el culo… pero me gusta como me lo entregas igualmente. Me gusta esta postura porque puedo someterte a gusto mientras tu mantienes ahí tu culito e incluso lo aprietas contra mí entregándomelo más y más –le seguía hablando ya que sabía que la ponía muy cachonda que le hablase mientras me la tiraba. Mientras yo notaba los huevos cargados y deseando vaciarse, me subía el gusto desde ellos hasta la punta y no sabía cuanto más iba a poder aguantar follándome ese culito precioso sin explotar-

  • Ahhh voy a correrme otra vez cabrón -me insultó como vía de escape- Tengo el coño ardiendo… me quema!

No pude más y me fui con ella llenándole el chochito de leche hirviendo. Ella lo agradeció prolongando su corrida y apretando el culo contra mi para disfrutarlo bien adentro. Se notaba que le estaba gustando el complemento a su propio orgasmo. Nunca me habia corrido dentro de ella cuando salíamos, pero lo de ese día tenía poco que ver con aquello en realidad. Perdí la cuenta de los chorros que le eché dentro pero debió ser mi record hasta la fecha, porque la recuerdo como una de mis corridas mas placenteras sin ninguna duda, y cuando se la saqué y su coño quedo libre y bien abierto, varios borbotones de leche se le salieron y cayeron mezclándose con la espuma del agua. Alba que seguía a cuatro patas echó una mano hacia atrás y se metió dos dedos en el coño como queriendo prolongar el gusto y el calor que sentía al ser llenada de leche por primera vez.

  • Mmm eres un cerdo y un cabrón -me dijo sin sacarse los dedos del coño, lo cual le restaba bastante veracidad a sus protestas- como sabía que me la ibas a jugar!

  • Anda que lo has disfrutado tu mas que yo -dije dándole la vuelta y empezando a morrearme con ella de nuevo-

Eso hicimos durante un ratito, dentro del agua calentita… pero ya se sabe que las manos van al pan y rematamos la tarde echando otro polvo, esta vez dentro del agua con ella sentada sobre mí que acabó con idéntico resultado que el segundo… solo que esta vez pedido por ella, que suplicó como una loca que volviera a inundarle el chocho de leche y que ni se me ocurriera sacársela para correrme.

En fin, después de esa primera vez (como ex) Alba y yo hemos follado muchas veces, siempre como exnovios y sin sentimientos añadidos… o eso creo. Y hemos disfrutado de ello cada vez fuera cual fuera nuestro status, aunque creo y no me equivoco que nunca ha sido tan extremadamente placentero como aquel primer polvo prohibido que echamos para estrenar su jacuzzi.

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