Con Amor 1
-¡Mas, mas!- movía mis caderas a su ritmo y gemía como loca sintiéndolo dentro de mi, me arquee al sentir mi segundo orgasmo y el eyaculo dentro de mi casi segundos después, cayo sobre mi con cuidado de no aplastarme Te amo- gemí cuando salio de mi y nos cubrió con las sabanas.
Llevaba saliendo con Leo como aproximadamente tres meses, el me parecía el hombre mas perfecto con el que me había topado, era alto de piel acanelada y cabello negro como la noche, el hombre simplemente me encantaba porque era muy tierno y lindo conmigo. Yo le había comentado en algún momento que era virgen y que quería esperar hasta que realmente lo deseara, al principio bromeo un poco pero acepto y llegue a pensar que era una lastima que aun no me sintiera tan segura como para hacerlo. Pero después de unas semanas de eso, salimos a cenar a un restaurante italiano que era su preferido, era súper romántico con focos a media luz y velas, Leo sabia que no me gustaba el romanticismo en exceso pero acepte ir porque era su restaurante favorito, durante la cena me tomaba de la mano y casi al final puso su mano sobre mi muslo. Este acto me sorprendió haciéndome soltar un suave suspiro que se hizo pasar como un respiro cualquiera, no me sorprendí porque fuese la primera vez que me ponía la mano en el muslo, sino porque en esta vez yo traía puesta una falda de mezclilla y sentir su mano en mi muslo hizo que sintiera cosquillas en todo el cuerpo.
-Leo- le llame y se giro a verme, antes de que pudiese decir algo lo bese lentamente para que el luego se encargara de hacer el beso mas apasionado, me mordió levemente el labio inferior y le abrí mi boca para que pudiese explorarla con su lengua, me sentía caliente y sabia que estaba sonrojada.
-¿Qué te pasa?- me dijo Leo al separase de mi –Estas toda roja- medio lo dijo socarronamente cosa que me hizo sonrojarme mas.
-Eres un abusivo. Bien sabes que me pusiste caliente- el soltó una carcajada, entonces me puse a pensar en como es que el se aguantaba las ganas de hacerlo conmigo, nos conocíamos desde hace mucho y sabia que el no era infiel, pero quería guardar mi virginidad para alguien especial pero el era mi amigo desde antes y se convirtió en mi novio… ¿Por qué no?
Al pagar la cuenta nos metimos en su auto y nos dirigimos a casa de el, puesto que normalmente veíamos una película, unas cuadras antes de llegar a su casa nos detuvimos en un rojo, me gire a mirarlo y le acaricie la mejilla con mi mano lentamente, el me miro de reojo sonriéndome.
-Leo ¿Sabes? Creo que estoy lista- murmure lo suficientemente bajo como para que me escuchara muy apenas. El elevo una ceja confundido y se volvió a verme.
-¿Qué?- pregunto aun sin entender.
-Lo que escuchaste- le sonreí y el parpadeo aun confundido.
-¿Segura?-
-Si- solté una risita mientras el conductor detrás de nosotros nos pito para que avanzáramos.
Cuando llegamos a su casa, no se lanzo a mi como creí que lo haría, ni yo me lancé a el como también creí, al contrario decidimos que película ver y nos sentamos en el sofá a verla, durante un rato estuvo todo como siempre, hasta que Leo volvió a poner su mano sobre mi pierna. Volví a sentir ese extraño escalofrío recorrerme por completo y no pude mas, me senté a horcajadas sobre el y lo bese de forma apasionada, el no se quedo atrás y me beso igual o aun mas hambriento que yo, nos separamos un instante solo para recuperar el aliento, y nos miramos a los ojos, sus achocolatados contra los míos, nuestras respiraciones estaban realmente alteradas al igual que nuestros corazones, cerré los ojos deleitándome con su masculino aroma, sintiendo su aliento sobre mi y solté un suspiro al notar sus manos en mis caderas, puse mis manos en su pecho y me beso mas lento que antes, comencé a acariciar su torso, deslice mis manos por su abdomen, deleitándome con cada músculo que sentía debajo de mis dedos volví a subir y acaricie sus hombros, lo tome de la nuca y nos uní un poco mas mientras el metía su lengua en mi boca, metió sus manos dentro de mi blusa y las subió por mi espalda haciéndome temblar, nos separamos y el se quito su camisa rápidamente para desabotonar la mía. Me tomo de las caderas y enterró su cara en mi cuello besándolo y mordiéndolo, solté una gemido y me dedique a tocarlo por todo el torso, el deslizo sus manos por mi abdomen y subió hasta tocarme los senos por encima del sostén de encaje que traía, bajo sus besos hasta llegar al borde de la ropa interior y la desabrocho por delante, me quite el sostén y lo avente sabrá dios a donde, tome su cara con mis manos y lo bese rápidamente para luego pasar a su cuello, pase mis manos por su pecho mientras descendía hacia uno de sus hombros, lo mordí ligeramente y escuche un suspiro ronco de su parte, comencé a besarle el pecho y me sujeto de la cintura para cambiar de posición y acostarnos en el sofá. Se puso sobre mi y nos volvimos a besar mientras el me sacaba gemidos al masajearme lentamente los senos, atrapo mis pezones que a estas alturas estaban duros como piedras y pedían a gritos que los atendieran, descendió de mi boca y paso rápidamente por mi cuello para atrapar un pezón en su boca, solté un gemido mas fuerte y baje mis manos hasta su pantalón y lo desabroche para sacar su miembro erecto a mas no poder, lo tome en una de mis manos y sentí que gruñía contra mi pecho, lo que me hizo sonreír. Comencé a acariciarlo lentamente por todo el largo, luego me detuve un poco para tocarle el glande con el pulgar y volvía a repetir, tomo mi mano de su miembro y la quito para poder quitarse bien el pantalón, me incorpore un poco para desabrocharme la falda y el me la quito mientras me besaba la ingle, lo tome por los hombros y nos acomode para quedar sobre el, le bese el pecho y el abdomen mordiéndolo de vez en cuando, le pase mi legua por el ombligo y baje a su ingle para besarlo, soltaba suspiros roncos y gruñidos que me excitaban aun mas, tome su miembro en mi mano derecha y le bese la punta tiernamente, para luego comenzar a lamerlo por todo el largo, me lo metí a la boca y comencé con un ritmo lento, lo sacaba para lamerlo y volvérmelo a meter, acelere mi ritmo cuando de un tirón me empujo la cabeza para que me lo tragara y de un instante a otro se vino en mi boca, me atragante un poco pero lo trague todo, me hinque en el sofá y el, aun entre mis piernas, me tomo de las caderas para colocarme sobre su boca. Me paso la lengua por todo el largo y beso el clítoris, me arquee por el placer y gemí su nombre, metió la lengua y mordí mis labios, subió sus manos a mis pechos y atrapo mis pezones, después de poco tiempo deslizo su mano por mi abdomen hasta llegar a mi centro. Estaba tan húmeda que casi ni sentí que me había metido un dedo, quizá sentí una leve molestia que desapareció cuando comenzó el mete saca.
-¡Otro, otro, por favor!- gemí meneando mis caderas al ritmo de su mano, metió el segundo dedo y comenzó a lamerme el clítoris -¡Así, así!- gemí y a las pocas lamidas mas me vine en su boca. Me desplome sobre el agotada y tratando de recuperar el aliento, me incorpore con dificultad y me senté sobre el –Vamos por el segundo round- le dije sonriendo.
-¿Estas de verdad segura?- me pregunto mientras acariciaba mis caderas con sus dedos suavemente. Siempre nos acariciábamos y jugábamos así, pero nunca había pasado a más, ahora estaba completamente decidida. Me senté sobre su miembro, que después del sexo oral que me dio ya estaba duro de nuevo, y lo frote con mi entre pierna a lo que ambos gemimos.
-Vamos Leo, estoy segura- le dije gimiendo levemente. Me tomo por las caderas y nos levantamos del sofá, rodee su cuerpo con mis piernas y mientras me sujetaba fuerte me llevo hasta su cuarto, donde me tendió en la cama.
-Se que te dolerá, así que lo haré lo mas cómodo que pueda- me puso una almohada en la espalda y se coloco entre mis piernas. Me beso lentamente y acariciaba mis pechos, lo sentí en mi entrada y me abrase a el.
-Hazlo rápido- le susurre en el oído.
-Te dolerá- me respondió un poco inseguro.
-Hazlo rápido y luego quédate dentro, Leo, por favor- de un instante a otro me perforo de una sola envestida y lance un grito por el dolor que me causo, le entere mis uñas en los hombros y una lagrima se deslizo por mi mejilla, me limpio la lagrima con un beso y se acerco a mi oído para besarlo y decirme.
-Te lo advertí, gatita- tome su cara y la bese apasionadamente con todo lo que podía, después de poco tiempo el dolor desapareció y moví mis caderas para sentirlo, una ola de placer me invadió y ambos gemimos al sentir la fricción, comenzó un vaivén lento mientras besaba todo lo que estaba a su alcancé.
-¡Mas, mas!- movía mis caderas a su ritmo y gemía como loca sintiéndolo dentro de mi, me arquee al sentir mi segundo orgasmo y el eyaculo dentro de mi casi segundos después, cayo sobre mi con cuidado de no aplastarme –Te amo- gemí cuando salio de mi y nos cubrió con las sabanas mientras con una sonrisa en el rostro me besaba en la frente.
-Y ten por seguro también te amo gatita- se acostó al lado mió y me abrazo por la cintura. Ambos nos quedamos profundamente dormidos, a la mañana siguiente era lunes y ambos teníamos que trabajar, sonó el despertador y me levante primero para apagarlo, vi que eran las 6:30 a.m. apenas, así que sonreí y me senté sobre el despertándolo.
-Vamos, tenemos aun 30 minutos. ¿Qué tal si lo hacemos mientras nos duchamos?-