Compré una chupada
Aunque Juan Pablo nunca habia tenido sexo fue un gran negociador a la hora de cobrar por una chupada.
Mis pensamiento viajaban a gran velocidad, el resultado de ese negocio mejoraba mi forma de vida considerablemente, no cabía de la felicidad; y fue entonces cuando el autobús paro y se subió el joven mas hermoso y apuesto que yo hubiese visto, se llamaba Juan pablo, un moreno de dieciséis años, ojos color miel, 1,80 de estatura espalda ancha y muy bien formado, con una sonrisa de inocencia y unas nalgas que enloquecen a cualquiera. Al verlo me quede atónito, transcurrió el viaje y mi imaginación no hacia otra cosa que pensar en que cuando fuera a descender Juan Pablo del bus tuviese ese bulto erecto como me ha pasado a mi muchas veces.
Yo decidí no bajarme del bus hasta que esa belleza no lo hiciera por su puesto ya estaba lejos de donde debí bajarme hacia dos kilómetros. Y fue cuando lo vi nuevamente a los ojos y suavemente baje la mirada hasta su entrepierna mientras el desfilaba por el pasillo del bus dirigiéndose a la puerta trasera donde estaba yo alterado por ver como intentaba meter su mano dentro del bolsillo del pantalón para disimilar el gigantesco bulto, una mirada y una pequeña sonrisa me sirvieron para decirle
_ le timbro en la parada? OK Gracias es usted muy amable
- No se preocupe es que yo también me bajo aquí.
Descendimos del bus y él se despidió a lo cual yo le dije que estaba perdido y necesitaba ayuda que por la lluvia me había pasado de la parada y que necesitaba que alguien me recogiera.
Juan Pablo accedió no sin antes aconsejarme tener precaución ya que ese barrio era muy peligroso. Me ofreció ir hasta su casa para que llamara a alguien a lo cual yo no me rehusé.
Al llegar sus padres estaban de salida porque debían recoger a una tía en la Terminal de transporte y regresarían en dos o tres horas, me hice el que llamaba pero no me podía apartar de mi mente a este chico y mucho menos cuando salio de su cuarto en una sudadera de colegio de color verde sin camisa y ofreciéndome tomar algo caliente. Desde la sala y mientras él preparaba algo para tomar yo lo observaba sin quitarle la mirada de encima a ese culo fuerte, esa espalda ancha me tenia en erección con dolor en mi verga de lo parada que la tenia, de repente me llamo, cuando me aproximaba note como miro mi entrepierna y sin ninguna timidez me dijo a - usted el frió como que lo excita? Me cogí el paquete y le dije - es que usted me tiene así; él reacciono de inmediato y me pidió que me fuera de su casa, maldiciéndome por dentro no tuve otro remedio que acceder, hasta cuando me dijo - si me da dinero le dejo chupar mi verga.
No lo dude le ofrecí un dinero y enseguida broto ante mis ojos la verga mas hermosa jamás antes vista era gruesa, larga y su glande brillaba, me arrodille la tome y me la metí en boca cerré los ojos la chupaba por todos lados, deslice mi lengua por debajo de sus huevos bien rasurados y llegue hasta el culito, lo que hizo que Juan Pablo enloqueciera, tenia la sudadera a mitad de la rodilla y se la quito toda, se puso en cuatro y me dijo que le chupara el culo, así lo hice ese niño lloraba de la emoción me levante suavemente y baje mi pantalón brotando mi verga, se la puse en el huequito húmedo y dilatado por tanta emoción y el no dijo nada, suavemente se la metí por su estrecho anillo era tanta su arrechera que se sentó bruscamente sobre mi pene, subía y bajaba sin piedad se la sacaba y luego me ponía a que le diera lengua otra vez en su culito, y luego se la metía sin repudio a ningún dolor yo estaba fascinado hasta que no pude mas y me derrame en es culo maltratado y aguantador él se retorcía de placer me permitió ponerme de rodillas y volver a saborear su verga que pronto derramo leche en mi boca y cara lo mire y tenia los ojos cerrados mientras mordía sus labios y mandaba su cadera hacia delante con fuerza queriendo escurrir hasta la ultima gota de semen.
Nos limpiamos, saque el dinero y se lo metí en la sudadera, me despedí; me dijo gracias por todo, regálame tu número telefónico.
Desde entonces ya no me cobra por permitirme chupar su verga y estoy seguro que Juan Pablo descubrió conmigo lo rico que es sentir una lengua en el culito.