Comprando ropa íntima para su esposa.
Un hombre necesita comprarle algunas prendas para el cumpleaños de su esposa, sin saber cómo hacerlo. Su joven cuñada, hermana de su mujer, se ofrece acompañarlo al centro comercial. Debido a la necesidad de retirar la cremallera de un traje, su joven cuñada solicite la presencia del mismo dentro del probador, donde ocurre una serie e incidencias lujuriosas, que propician que tiempo la cuñada termine sucumbiendo en las manos del marido de su hermana.
Raúl se encontraba preocupado pensando en que poder regalarle a su esposa por cumpleaños. La celebración estaba a la vuelta de la esquina y por más que había entrado en alguna tienda buscando alguna prenda que pudiera gustarle a su mujer, al final había acabado saliendo sin nada.
Su esposa, Lourdes cumplía los 40 años de edad, y había preparado un pequeño banquete con la familia para celebrarlo. El había pensado en regalarle un viaje de unos días de vacaciones, pero al propio tiempo pensaba que debía regalarle alguna prenda, como en otras ocasiones, pero estaba perdido ya que dudaba de la talla de su esposa, y mucho más que la ropa fuera de su agrado.
Una tarde, cuando se encontraba en la casa de su suegra, se encontró con su joven cuñada, Betty la cual era la benjamina de la familia y la hermana más pequeña de su esposa. Esta era una chica que apenas había cumplidos los 26 años, más bien delgada pero no tanto, buen trasero, y unos pechos medianos. No es que fuera una belleza de cara, pero era bastante linda. No obstante, su cara estaba llena de pecas, así como gran parte de su cuerpo, y eso tenía bastante preocupada a la chica, la cual la retraía bastante a la hora de conseguir novio. Ella se sentía bastante acomplejada por las mismas, y tenía serias dificultades en su trato con las demás amigas y escaso trato con chicos.
No obstante, Raúl siempre había congeniado muy bien con su joven cuñada, ya que siempre la había tratado con respeto y bastante cariño. El nunca la había mirado de otra forma que como la hermanita pequeña de su esposa.
Raúl, por su parte era un hombre que había cumplido los cincuenta años, con algunas canas en el pelo pero que lo hacían más atractivo. Tenía algunos kilos de más, pero sin ser grueso, con una alta de casi 1.80, y un cuerpo casi fornido ya que practicaba bastante deporte con relativa frecuencia. Anchas espaldas, que con unos bíceps bastante pronunciados los hacía parecer un perfecto deportista.
Era tarde, hablando con su joven cuñada sobre la ceremonia del banquete del cumpleaños de su esposa, este le confesó su enorme preocupación al no haber logrado encontrar ninguna prenda o vestido que pudiera regalar a su esposa. – Oye Betty tú podrías ayudarme. Tu sabes mejor que yo la talla de mi esposa. ¿No podrías acompañarme a comprar algunas prendas que pueda regalar a tu hermana?. Anda se buena .
-¿ de verdad quieres que te acompañe a comprar ropa para mi hermana ?- le pregunto ella.
- pero ella no debe saberlo . Además, tienes un cuerpo bastante parecido al de tu hermana . Y era realidad, ya que salvo en la edad, Verónica su esposa era casi de la misma altura que Betty y su cuerpo eran parecidos. De hecho en alguna ocasión se habían intercambiado prendas entre ellas.
Tras pensarlo un poco, Betty pese a su semblante siempre tristón, y de indecisión, le contesto: - No puede negarse si es para mi hermana. Pero tampoco soy ninguna experta en eso de comprar. Pero vale te acompañaré .
Así fue como, quedaron el jueves de esa semana, en la tarde en que su joven cuñada tenía libre de su trabajo para poder acompañarlo a comprar algunas prendas para su esposa. El no tenía problema para solicitar permiso en su trabajo, y por ello quedaron a las cinco de la tarde para recogerla y marchar a un gran centro comercial que se encontraba bastante a las afueras de la ciudad.
Ya en el centro comenzaron a visitar tiendas, y tras entrar en algunas de ellas, por fin localizaron un traje que parecía gustarles. Llego el momento de verificar si podía servirle, por lo que Raúl le pidió a Betty si podía probárselo ella. Quería vérselo puesto para ver cómo le quedaba.
Betty entró al probador y tras quitarse la falda y la blusa que puso el traje. Pero tras verificarlo ambos se dijeron que no les gustaba. Localizaron otras tiendas. Por fin llegaron a una donde existía un traje que a ambos les gusto. Era de una sola costura, con una abertura a un lado. Cuando Betty entró a ponérselo se dio cuenta de que iba a necesitar ayuda, ya que el traja tenía una cremallera que se cerraba por atrás, y ella tras ponérselo no atinaba a poder cerrárselo sola.
-Raúl. Tengo un problema. No podrías llamar a una dependienta para que me ayuda a cerrar la cremallera de atrás. Es que sola no puedo.
Raúl lo intentó pero verificó que las dos existentes estaban atendiendo a unos clientes, y así se lo dijo a su cuñada. Estaba esperando tanto, que la misma le dijo:- ay Raúl. Ya no aguanto más dentro del probador. Mirá… será mejor que entres tu e intentes cerrarme la cremallera.
Raúl con cierto nerviosismo entró en el probador con su cuñada, y comprobó que el traje le quedaba como un guante. Ahora observaba toda la espalda de su joven cuñada desnuda, comprobando la gran cantidad de pecas que poseía. Tras lograr cerrar el traje, la miró y observó que le quedaba bastante bien, aunque había dos problemas: se trasparentaba bastante el sostén y la braga que llevaba. Ella se dio cuenta igualmente de este hecho.
- El traje es precioso, pero mi hermana tendrá que buscarse un sostén bastante transparente. Y deberá usar tanga. ¿No te parece?
- La verdad es que el traje es precioso. Te queda como un guante. La pena es el sostén, y la braga que se transparentan.
Betty entonces, aunque sonrojada, le dijo:- no sé si mi hermana será tan atrevida. Pero algunas mujeres se que no se ponen ropa interior. De esa forma, no se notará, al menos la marca de la braga.
Raúl, se quedó algo preocupado, pero ante la insinuación de su cuñada le dijo:- creo que has tenido una excelente idea. ¿te importaría probártela tu de esa forma para comprobar cómo queda.
Betty se quedó sonrojada, y le dijo bastante nerviosa:- Raúl. ¿Me estas pidiendo que me quite la ropa interior?
- es solo para ver cómo te queda el traje. Yo saldré fuera por supuesto - le contesto el igualmente nervioso de lo que había dicho, y temeroso de un posible enfado de su cuñadita.
Ella se queda pensativa. Nunca la había ocurrido nada parecido. Estaba en el probador con el marido de su hermana, y le estaba pidiendo que se quitara la ropa interior para comprobar cómo queda el traje. En cualquier otro momento le hubiera echado una regañina, pero en cierto modo, el gusanillo de la morbosidad hizo mella en ella. Noto que sus bragas se estaba mojando solo de pensar que podía quedarse sin bragas ni sostén. Por ello le dijo:- vale. Sal fuera. Lo intentaré. Solo porque es mi hermana. ¡pero de esto ni una palabra a nadie!
Tras salir fuera, ella como pudo se desprendió de sus sostén, y luego se bajó las bragas y las dejó sobre la silla. En ese momento se dio cuenta de que las mismas tenían una mancha en el centro. Lejos de echarla atrás, más morbosidad le dio. Por ello, se miró en el espejo y comprobó que el traje le quedaba perfecto.
Cuando Raúl entró y la vio, le dijo:- realmente te queda de maravilla. Está claro que es para llevarlo sin ropa interior. Betty a ti te queda como un guante. ¡Espero que a tu hermana le quede igual!
Raúl se dio cuenta de que el traje descabalas las posaderas de su cuñada, y se dio cuenta de que tenía un cuerpo escultural, ya que el traje era como una segunda piel de su cuerpo. Los pechos de su cuñada no debían ser muy grandes, pero se dio cuenta de que sus pezones tenían que ser bastante pronunciados, ya que aparecían dos puntos perfectamente marcados en el traje. Al momento, sin poder evitarlo, noto como su pene se endureció bajo su pantalón. Se quedó algo preocupado de que ella se diera cuenta. Cuando ella le pidió salir para poder quitarse de nuevo el traje, ella pudo observar el bulto que formaba en el pantalón de su cuñado, y se quedó bastante agitada dentro del probador.
Era el marido de su hermana. Ella aún era virgen, pero siempre le había gustado Raúl. Era bastante mayor que ella, pero desde los primeros momentos aquel hombre le había caído muy bien. Cuando intentó quitarse la cremallera, se dio cuenta de que iba a precisar nuevamente de la ayuda de su cuñado. No le quedaba otro remedio ella sola no podía, y comenzó a ponerse nerviosa. Por ello optó por solicitar la ayuda de Raúl de nuevo. Con los nervios se olvidó de ponerse el sostén y las bragas.
- vas a tener que ayudarme. No puede bajarme la cremallera- le dijo ella con voz entrecortada.
El hombre volvió a entrar de nuevo en el probador, se colocó detrás de ella, y tiró de la cremallera, la cual se abrió hasta bastante cerca del trasero de la mujer. Ella observó a través del espejo la mirada de su cuñado hacia su espalda desnuda y como intentaba visualizar sus posadera. La puso tan nerviosa, que intentando sujetar e traje por la cintura, al momento se desprendió de sus hombros el traje y cayó hacia delante, dejando toda a parte delantera de su cuerpo al desnudo frente al espejo. Raúl pudo observa atónito, por primera vez los pechos de su joven cuñada. No eran muy grandes, pero los pezones eran tan pronunciados que terminaban como dos grandes granos negros. ¡Joder que buena esta ¡- de dijo para si.
- oh Raúl… o Dios. Me estás viendo toda .- se dijo ella intentando taparse.
Con los nervios, al mover sus manos intentando taparse sus pechos, no supo cómo, todo el traje cayo directamente al piso por la gravedad, quedando la misma complemente en pelotas ante su cuñado. Oh Dios mío que he hecho.
Raúl no dijo nada. Simplemente contempló el perfecto trasero de su joven cuñada, con bastantes pecas en todo su cuerpo, pero estaba perfecta. Tuvo tiempo para visualizar en el espejo el monte de Venus de la joven, contemplando que era de los que no se lo depilaban mucho. Ella intentando evitar el no quedar con su trasero mirando hacia el hombre se giró, intentando colocarse las manos tapando su triangulo. Al quedar frente al hombre, este pudo contemplar perfectamente los pequeños pechos de la misma, con aquellas pecas que la hacían sumamente atractiva.
- Oh Raúl. Me estás viendo toda. Por favor …
- Tranquila Betty. No pasa nada. No tienes por qué preocuparte. Tienes un cuerpo maravilloso.
-Ay Raúl. No me sigas mirando. Por favor salte fuera.
-claro. Claro…
Ella se quedó preocupada. Raúl era el primer hombre que la veía desnuda. Ni siquiera el ginecólogo la había aún visto. Había visto los ojos de lujuria de su cuñado. Mientras intentaba colocarse las bragas, notó que tenía todo su coño mojado. Tuvo que tomar el bolso y coger un papel y limpiarse el coño ya que manaba lubricación.
Tras ponerse su ropa, salió fuera. Su cuerpo era un verdadero poema. Enrojeció al ver de nuevo a Raúl. –¡ No te atrevas a decir nada de esto a nadie. Ni a mi hermana!
-por su supuesto. Se limitó a contestar el hombre.
Tras envolver el traje en papel de regalo, lo pagaron y salieron fuera. Ella entonces le dijo:
-¡ Qué vergüenza. Me has visto toda !
- Lo siento Betty. Pero ni tienes por qué avergonzarte. La realidad es que me has dejado impresionado. Na sabía que fueras tan preciosa, ni que estuviera tan buena .
Betty lo miro sin dar crédito de lo que escuchaba: ¡ pero Raúl!... joder que eres mi cuñado.
- Y eso que tiene que ver. No puedo negar lo que he visto. Eres una mujer espectacular. Jamás pensé que tuvieras un cuerpo tan divino.
Se fueron a tomar un café, y mientras estaba sentados, ella le dice: ¿antes te estabas riendo de mi verdad?
-¿porque lo dices?
-sabes que tengo un cuerpo lleno de pecas por todos lados. Y además.. apenas tengo pecho.Me da vergüenza que nadie me vea.
Raúl la miro a la cara y le dijo:- No entiendo porque te mortificas de esa manera. Tienes un cuerpo perfecto. Las pecas lejos de perjudicarte te hacen más sensual. Te juro que a mí me gustan.
-Lo dices en serio. Sé que lo dices por agradarme. Pero sé que todos los chicos me rechazan por ello.
-Creo que eso son complejos que tienes. Yo te he visto desnuda, con ese cuerpo espectacular. Y esas la presencia de esa pecas me ha excitado un montón. Sé que además te has dado cuenta de cómo me has puesto.
La chica se ruborizo cuando le dijo que el se había dado cuenta de que ella había apreciado la erección en el pantalón del hombre.
Ya…. ¿y mis pechos…? Cuando pueda me los tendré que operar.
-Qué locura estás diciendo. Tienes unos pechos pequeños. Eso es verdad, pero esos pezones que tienes…. ¡Seguro que vuelven loco a más de un hombre!.
Ella se le queda mirando aunque sonrojada, le dice:- todo eso me que estás diciendo. ¿Lo dices en serio?. ¿De verdad te gusto?
-como quieres que te lo diga. Ya has visto como me has puesto
La confesión de su cuñado le había levantado la moral. Ella siempre se había sentido asqueada de su cuerpo. Pensaba que nadie la iba a desear. Y ahora, aquel hombre que siempre tan bien le había caído, ahora le estaba expresando claramente que la deseaba. Pero, ¡era el marido de su hermana!. No obstante, en el fondo se sintió agradecida, y hasta pensó que haberla visto desnuda, también a ella le había excitado. De hecho notaba que estaba volviendo a mojar otra vez sus bragas.
Como pudo se levantó y le dijo: bueno. Todavía teneños que visitar algunas tiendas. ¿no iras a regalarle solo el traje, verdad?
-pues claro que no.
Tras comprar un bolso y unos zapatos, llegaron a una tienda de ropa íntima. Ella le miro y le dijo:- ¿no vas a regalarle algo sensual a tu mujercita?
-quieres que entre contigo a esta tienda. ¡no se me da cierta cosa!
Ella le sonrió y tomándole por primera vez del brazo y entraron en la tienda, como si fueran una pareja. Visualizaron algunas prendas, pero esta vez Betty se mostró más atrevida. Era evidente que lo ocurrido en el probador la tenía excitada, y se sentía morbosa con su cuñado. – no pretenderás comprarle unas bragas y un sostén de todos los días. Para una ocasión como esa necesitas impresionarla con algo más atrevido . Y le mostró una serie de prendas de lencería bastante atrevidas. Incluso verificó alguna en que la tanga tenía por debajo una raja para dejar a la vista toda la vagina.
Raúl se encontraba con una excitación mayúscula que tampoco ahora quería ocultar. Sabía que su cuñada era consciente de la excitación que estaba produciendo en su cuñado. Por ello el le dice:- pero habrá que verificar que tal le pueden quedar.
Ella le miro a la cara, y le dice:- ¿ Me estas pidiendo que me prueba también la ropa interior que le vas a regalar a mi hermana?
-no sé. Creo que es lo mejor. Así sabré que acertaré . – le contesto el.
Ella le mira a la cara, esta vez con cara de loba encendida y le dice:- Ya. Y además pretendes verme con ellas puestas. ¿Es eso lo que me estas pidiendo?
-es la mejor forma de comprobarlo. ¿no crees?
Ella se excito. La mujer noto que volvió a sentir como se mojaban sus bragas. En esos momentos estaba sumamente excitada. Nunca había sentido aquello y la situación era tan morbosa que le estaba comenzado a gustar. Pensó continuar el juego. Total su cuñado ya la había visto completamente desnuda. Por ello, verifica los probadores, y tomando las prendas, abre la cortina, y entra dentro.
Con nerviosismo se desnuda, y luego se coloca uno de los modelitos que habían escogido. Al ponérsela observa que la braga es un bastante pequeña, tipo tanga con una especie de hilo dental por detrás. Se mira al espejo y observa que se la ve todas sus nalgas, ya que el hilo dental se metía entre sus nalgas. ¡ joder es muy atrevido !. Luego de colocó el sostén, y ahí se dio cuenta de que era un sostén bastante pequeño, que a ella apenas le cubría sus pezones, pero que a su hermana seguro que se le verían todos.
Tras mirarse varias veces, duda entre mostrarse así ante su cuñado o no. Notaba que estaba muy excitada, por ello, abriendo un poco la cortina, le dijo:-¿ quieres ver cómo queda?
Raúl paso dentro y se quedó sorprendido al comprobar aquella hermosa hembra. Cuando vio el perfecto trasero de la misma, y como el sostén apenas cubría sus pezones, le dijo:- No sé cómo le quedara a tu hermana. Pero Betty lo que es a ti te queda del diez.
- mi hermana creo que tiene más pecho que yo. Quizás el sostén es demasiado pequeño - se dijo.
Vale, espera que busque un número más de sostén y vemos - le dijo el saliendo para regresar posteriormente con otro sostén de una talla mayor.
El se quedó dentro. Ella le dijo: - no pretenderás que me quite el sostén estando tu dentro ¿verdad?.
-como quieras. Pero Betty, ya te vi antes. No obstante saldré fuera.
-No espera. Tienes razón. Anda destrábame el sujetador por detrás.
El se lo quitó y pese a que estaba de espaldas a él, la chica observó como su cuñado volvía a fijarse perfectamente en sus pechos ahora al descubierto. Sin hacerle comentario, le entregó el otro sujetador y se lo ató por detrás. Era algo grande para Betty pero quizás mejor para su mujer.- creo que este será mejor para mi hermana - le dijo. Yo tengo las tetas muy pequeñas.
Raúl la miro sobre el hombro de ella, y le dijo:- pero no por ello menos tentadoras. Cuñadita vas a volver loco al novio que tengas. No sabes lo buena que estas. esos pezones que tienes …. Umm no sabes cómo los saborearía …- se atrevió a decir.
Ella le miró, y le dijo:- Que dices Raúl… que soy tu cuñada…. Que atrevido eres. Cómo se entere mi hermana de esto nos crucifica a los dos.
-¿ puedes probarte el otro modelito ? El sabía que aquel modelito sí que era bastante atrevido. No sabía cómo iba a reaccionar su cuñada, pero el también estaba bien lanzado.
Ella miro el modelito, y le dijo:- ¡ No pretenderás que me pruebe esto!. Me volverías a ver toda. ¿has visto la abertura que tiene por abajo?
-anda cuñi. Solo para ver cómo te queda. Salgo fuera. Y salió fuera para que ella pudiera decidirse.
Cuando Batty se colocó el pantis, observó que podía contemplarse toda su raja por la abertura que tenía por debajo. Para colmo el sostén, dejaba completamente fuera sus pechos, aunque los resaltaba. Me miro al espejo, y se dijo: joder parezco una verdadera putita.
Esta vez si dudo en volver a mostrarse así ante su cuñado, y a través de la cortina del probador le dijo:- joder Raúl. Este modelito es muy atrevido. ¿Crees que mi hermana se atreverá a ponérselo?.
-¿ qué tal te queda a ti ? Le contesto, el cual quería verla con el puesto.
- Ni lo sueñes. No me veras con el puesto. ¡Se me ve todo!
Venga cuñi. Ahora de vas a poner así…
Ella dudo, sin embargo, su mirada fue directa hacia el pantalón de su cuñado. Se dio cuenta de que el hombre tenía una erección tremenda, ya que el bulto era manifiesto. No obstante, abrió la cortina y le hizo pasar. Ella se mostraba solo de espaldas. Pero el sentándose en la silla que allí se encontraba le dijo: - déjame verte por delante .
Ella dudo, pero luego se fue girando, aunque mantenía una mano sobre sus pechos y otra tapando su vagina. Sabía que se le iba a ver todo el coño.
Tras insistencia de él, ella se quitó las manos del sostén y ahora aparecieron sus pechos con sus pezones desafiantes y en putas. Ella observó la cara de salido de su cuñado al contemplar los mismos. – joder Raúl.. Como digas algo de esto. Te las ganas .
- anda déjame ver cómo te queda la tanga.
- Ya. tu lo que quieres e volver a verme mi vagina. Se me ve todo… no creo que sea buena idea . No obstante, fue retirando su mano, hasta mostrar cómo le queda, e incluso su excitación fue tal que separó un poco sus piernas, con lo que los labios de su coño podían distinguirse claramente a través de la raja que tenía la citada prenda.
Raúl se quedó empalmado totalmente al comprobar los labios del coño de su cuñada. Sin poder evitarlo, la tomo de la mano e hizo que se acercara hasta donde el se encontraba. Betty no sabía qué hacer, pero se dejó. Raúl entonces, paso su mano, y más concretamente dos dedos por la abertura de la braga tocando por primera vez los labios de la vagina de su joven cuñada. – oh que haces… no debes… oh joder … no sigas . Ella se quedó sorprendida, pero era obvio que le gustaba, por ello pese a quejarse se quedó quieta mientras su cuñado pasaba varias veces los dedos por toda su raja. El hombre comprobó que estaba toda mojada.
Raúl se incorporó sin dejar de continuar tocando el coñito de su joven cuñada, y acercado su boca a los pechos de la joven, lamio los pezones, para luego engullirlos entre sus labios. La chica gimió_ - oh Raúl que me haces… oo no … por favor ooooo
Los lametones que el hombre le estaba propinando a los pechos de la joven, alteraron su equilibrio, verificando que se abrió un poco más de piernas para permitir que su cuñado masajeara mejor su rajita metiendo sus dedos dentro de la vagina. Oo para oooooo …
Raúl en varias ocasiones alcanzó con su dedo corazón el himen de la mujer, comprobando que su joven cuñada aún seguía virgen. Pistoneó en varias ocasiones aquel agujero, logrando que al momento Betty cerrara sus piernas atrapándose la mano del hombre entre ellas, comenzando agitarse, hasta el punto de que tuvo que abrazarse al mismo para no desfallecer: ooo nooo oooo
Raúl se percató de que su joven cuñada se había corrido solo con colocarle sus dedos dentro de su vagina. Sin poder contenerse, se abrió el cierre del pantalón y extrajo su tremendo falo, con una empalmadura de caballo, y tomando una mano de la chica, la acercó hasta depositarla sobre su tranca. Cuando ella palpo la misma, se excito, y le dijo:
- oh no… que haces … -luego, miró hacia abajo. Cuando observó la mandarria del hombre, se quedó petrificada. – oh Raúl porque te las has sacado. ¡Dios mío que grande !
El insistió hasta que ella logró palpar toda su tranca, dejando su mano sobre ella. Betty estaba tan salida, que sin poder evitarlo, comenzó a explorar todo el falo del hombre, pasando la mano desde el prepucio hasta cerca de sus testículos. Se dio cuenta de que tenía un pene bastante grande y bien grueso.
Luego, al darse cuenta de todo ello, se separó y le dijo:- no podemos seguir con esto. No está bien. No quiero hacerle daño a mi hermana.
El se quedó algo preocupado, y reflexionando le dijo:- lo siento Betty. Quizás me ha propasado. Estas tan buena que no he podido contenerme. Lo siento, saldré fuera.
El hombre algo apesarado, salió del probador tras cerrarse el cierre de su pantalón.
Betty mientras se cambiaba, había comprobado que su vagina estaba encharcada, e incluso visualizó algunos restos blancos de su orgasmo. Nunca había tenido uno con las manos de un hombre. Es cierto que se había masturbado en varias ocasiones, pero nunca le había ocurrido aquello. Además había visto el pene de un hombre al natural y lo había tocado. Se quedó sumamente excitada. Se arreglo un poco y salió fuera. Tomaron las prendas y ella tuvo que cambiar las últimas ya que se habían quedado algo mojadas y no quería que la dependienta se diera cuenta de lo ocurrido.
Una vez facturado, salieron de la tienda. Ya en el coche, ella le dijo:- Joder Raúl. Te pasaste. Nunca debía haber venido contigo. Ha sido un error.
- venga Betty no tienes porque atormentarte. Eres una chica joven, bastante hermosa, y es normal que hayamos terminado excitándonos.
Ella no contesto, y luego con escaso comentario regresaron a casa de la madre de Betty. Durante los próximos días fueron un verdadero calvario para ella. Comenzó a tener fantasías morbosas con su cuñado, y en varias ocasiones se tuvo que terminar masturbándose. Pero ¡ era el marido de su hermana !..
Otro tanto le ocurrió a Raúl. Esa misma noche la calentura fue tal que echo un polvo a su mujer que hasta ella se quedo extrañada. Sin embargo, el se dio cuenta que mientras follaba a su esposa, realmente estaba pensando en su joven cuñada.
Durante el cumpleaños de la mujer de Raúl, apenas tuvieron algún comentario. Tampoco ella dijo nada sobre los modelitos que le había regalado su marido. Sin embargo, por primera vez Betty tuvo celos de su hermana. Ella sabía que en esa noche se lo iba a poner para calentar a su marido. Eso la enfurecía.
Pasaron las semanas, y apenas habían tenido tiempo de hablar ni de verse. Sin embargo todo se iba a precipitar. Un buen día, la esposa de David le diagnosticaron una hernia que le estaba molestando bastante ya que era a la altura de la ingle. Los encuentros sexuales descendieron toda vez que cuando lo intentaba, ella se quejaba mucho, y tuvieron que cesar los mismos. Evidentemente todo ello estaba ocasionando un verdadero calvario para Raúl, ya que se había limitado a alguna que otra masturbación para saciar sus ansias sexuales. Sin embargo, su carácter cambio bastante, y el mismo se notaba algo irascible. Pese al deporte que realizaba no lograba descargar el stress que antes evadía con los encuentros sexuales.
Tal extremo llegó a conocimiento de Betty, ya que aquella se lo había contado a su madre, y esta sin querer se lo había comentado a su hija pequeña.
Al mes aproximadamente, le dieron fecha a la esposa de Raúl para realizar la extirpación de la hernia. El propio medico le había indicado que posiblemente tuviera que estar unos cuantos días en el hospital. El citado matrimonio, tenía dos hijos, una niña de nueve años y un varón de seis. Ante ello, la madre de Betty le indicó a la misma, que esos días debía suplir la ausencia de su hermana y cuidar de sus hijos y atender la alimentación y vestimenta de su marido, ya que ella se quedaría con su hija en el hospital las veces que fuera necesario.
Betty se quedó nerviosa, pero a la vez super excitada al saber que iba a convivir durante unos días con su cuñado en su propia casa. Incluso habían quedado que dormiría en la casa de su hermana por si los menores la necesitaban a media noche. Lo mismo le había ocurrido a Raúl, quien pese a la preocupación por la salud de su esposa, en el fondo veía la oportunidad de tener cerca a su joven cuñada, a la cual deseaba desde lo ocurrido en los probadores del centro comercial. Mucho más, teniendo en cuenta la abstinencia sexual a la que estaba sometido desde hacía varias semanas por motivos de la enfermedad de su mujer.
El primer día, Raúl de lo paso casi totalmente en el hospital con su mujer y su suegra. La operación había salido bien, pero iba a necesitar varios días para recuperarse. Cuando llegó a su casa era ya más de las once de la noche. Llegaba cansado y con ganas de darse una ducha. Sus hijos tras conocer las noticias sobre el resultado de la operación marcharon a dormir a sus respectivos dormitorios encargándose Betty de que así lo hicieran. El entró en la ducha, y se quedó unos minutos baja el agua caliente para relajarse. Al final se colocó el slip, y un pantalón corto con una camiseta, y salió fuera para cenar algo.
Tras comentar como había sido el resultado de la operación, ambos se fueron a ver un poco la televisión. Ella tenía puesta una bata que había traído de su casa. Pese al cansancio, al tener cerca a la joven cuñada, los pensamientos de Raúl volaron, y cuando se dio cuenta tenía formado un tremendo bulto en el corto pantalón que llevaba, debido a la erección que se le había formado.
Dicha circunstancia no paso desapercibida para Betty. Tanto que pronto se entrecruzaron las miradas. Betty se había sonrojado. Y sin poder contenerse le dice: - pero Raúl. No me digas que te has….¡pueden salir tus hijos! ¿Y si se dan cuenta de ello..?
-Lo siento. Ha sido sin querer. Sabes que tu sola presencia me pone así. No puedo evitarlo. Le contesto el sin el menor reparo. Llevo bastante tiempo sin estar con tu hermana por la hernia, y … estoy… ¡ya ves que no puedo más! .
Betty, le dijo:- Ya… pero debes contenerte. Estás en tu casa… ya pronto vendrá mi hermana.
-Bueno sabes que no podremos hacerlo hasta dentro de varias semanas. Y la verdad, … lo necesito..
La chica se excito. Sin embargo, pese no decir nada, de vez en cuando miraba el bulto del pantalón de su cuñado, y notaba como su coño de iba mojando. Tenía que dejar de pensar en ello, pero era superior a sus fuerzas.
Ella, bastante nerviosa optó por irse a dormir. Cuando se retiraba, Raúl le dijo:- ¿no vas a darle un beso de buenas noches a tu cuñado?
Ella se le queda mirando, y regresa sobre sus pasos. Se agacha para darle un beso en un cachete. Cuando se iba a marchar, el la sujeta de la mano y le dice:- cuñi. Ya que estas haciendo las veces de tu hermana, porque no atiendes a tu cuñado como ella lo hubiera hecho.
Sin soltarse la mano, ella le mira y le dice:- ¡ estás bien loco verdad!... ¿no me estarás pidiendo que me acueste contigo en tu cama?.
El la mira, le sonríe y le dice: es lo que haría una buena esposa. Y tú estás haciendo ahora las veces. Recuerda que tu hermana te pidió que cuidaras de mí .
- Ya. Tu lo que tienes es mucha cara cuñado . ¿ Cómo se te ocurre pedirme eso?
El la mira a la cara y le reitera: te lo estoy pidiendo porque te deseo con locura. Y sé que tu también lo estas deseando. ¿Acaso vas a negarlo?
-pero… estás loco. ¡Eres el esposo de mi hermana!.... sin soltarse de la mano, se queda pensativa, y añade:- además… ¡sabes que soy virgen! Nunca he estado con ningún hombre.
- Nadie mejor que yo para que conozcas el placer sexual. Te juro que lo hare con sumo cuidado y con cariño.
Ella se le queda mirando, al tiempo que el se incorpora y la toma por los brazos. Ella no se opone, y el le besa el cuello, las orejas, acariciando sus brazos, con suavidad. Luego la mira de frente, y acerca sus labios a los de ella y la besa en la boca. Para Betty era la primera vez que sentía los labios de un hombre sobre los suyos. Se excitó tanto que entreabrió los suyos y permitió que la lengua de su cuñado entrara dentro de su boca y jugara con la suya. Al propio tiempo, las manos de Raúl la tomaron por la cintura para ir bajando hasta poner las dos manos sobre las perfectas posaderas de la joven. Con fuerza la atrajo hacia él, con lo que Betty sintió al momento la petulancia de la daga del hombre al colisionar con su barriga.
-oh detente Raúl. Estate quieto oo
Pero el cuñado, lejos de amilanarse, no tardó mucho en introducir la mano por delante de su bata, y alcanzar los pequeños pechos de la joven, los cuales pese a todo, tenía los pezones como dos almendras. Abrió la bata totalmente, observando que su cuñada solo llevaba puesta un body, con solo una braga y sin sostén. Sin premura, comenzó a lamer aquellos pechos jóvenes que tanto deseaba, hasta hacer brotar varios suspiros en la chica.
El la tomo en brazos, levantándola como suma facilidad, y la llevó por todo el pasillo hasta su dormitorio.- oh que haces… no puedes ooo
Tras entrar en su dormitorio con la pierna cerró la puerta, y depositó a su joven cuñada sobre su cama dormitorio. La joven no daba crédito a lo que estaba sucediendo.
Raúl logró quitar la bata que llevaba su cuñada, dejándola solo con el body y las braguitas. Levantó el body dejando al descubierto las bragas de su cuñada. Ella estaba muy nerviosa, sabía que debía detenerlo, pero a la vez el morbo la inundaba, por lo que permitió que siguiera. El hombre lentamente metió su mano entre los muslos cerrados de la joven, y pronto sus dedos alcanzaron su panochita, aún cubierta por las bragas. Los dedos varoniles palparon la vulva de la chica durante varios momentos. Betty aunque agitada, logró ver como su cuñado llevó sus dedos a su nariz y luego a su boca para chupárselos. Ella sabía que estaba mojada y aquel estaba oliendo sus dedos impregnados de su eyaculación vaginal.
Aunque le precio algo cochino, en el fondo le excitaba, al verlo aspirar el olor de su cuquita y saborearlo.
Ya excitado el hombre tiro de los tirantes de su body y los fue bajando suavemente, dejando descubiertos los senos de la joven. Al momento le tocó los pezones, los cuales se erectaron casi instantáneamente, lo que llevo al hombre a depositar su boca sobre ellos, levantado los gemidos y movimientos de la misma.
Al rato, se detiene se baja los pantalones cortos, se desprende de la camiseta, quedando solo con el slip, con un bulto bastante pronunciado. Betty miro el mismo y se quedo nerviosa. Luego por fin se desprendió de su última prenda, quedando con toda su potente daga bien parada.
- oh Raúl esto no puede ser. Por favor detente.. oo que vas hacer…
El hombre se acercó a ella tomando las braguitas por ambos lados tiró de las misma, sacándoselas por los pies. Luego le separó las piernas, y agachándose acercó su cabeza hasta llegar con su boca a chocar con la jugosa vulva de aquella. Al momento la lengua varonil lamio como si de una verdadera brocha se tratara la raja de toda la panochita de su joven cuñada, saboreando sus jugos, hasta llegar a enterrar su lengua lo más que pudo, sobre el clítoris. Betty suspiró al sentir un placer indescriptible cuando jugó con su botoncito, oh Raul noo oo siiiii
La chica tuvo la sensación de que se orinaba, cuando la realidad era que su vagina era la que inundada de líquidos lubricantes provenientes de su interior. La joven no pudo más y al momento alcanzó el primer orgasmo, mientras se convulsionaba como si le faltara el aire. Su placer fue tal, que atrapó entre sus piernas la cabeza de su cuñado tomando el cabello del mismo en un afán de disfrutar al mismo de tamaño orgasmo.
-oh siiiiiiiiii
Cuando termino el hombre siguió besando su cuquita, para luego ir ascendiendo por su cuerpo, lamiendo su vientre, su ombligo hasta llegar de nuevo a sus pronunciados pezones que volvió a chupar con autentico frenesí. Luego continuó hasta llegar a la boca de la joven, la cual pese al olor y sabor que desprendía producto de los jugos de su propio coño, aceptó la boca del mismo y comenzaron a besarse como si dos enamorados se tratara.
En ese momento, la chica se sorprende al sentir entre sus muslos la tranca bien parada de su cuñado. El hombre con su mano tomo su daga y la apuntó hacia el virginal coño de la joven cuñada. Al momento su pene abrió los labios vaginales de la joven y su glande quiso entrar en su interior. Al momento el sintió un obstáculo, por lo que comenzó poco a poco a pistonear el mismo, presionando y sacando su pene, para volver a introducirlo, repitiendo esta operación varias veces. En un momento dado, el hombre se prepara y de un golpe de riñones, presiona con todas sus fuerzas rompiendo el himen de la chica. Ella intentó gritar, pero el con su boca taponó cualquier grito. Al mismo tiempo la joven hizo ademán de cerrar sus piernas, pero era imposible, el esposo de su hermana le había empujado gran parte de su tremenda verga dentro de su ahora dolorida cuquita.
Betty noto como algo se rompió por dentro, e incluso vio como la gruesa tranca del cuñado invadía su vagina, abriendo las paredes de la misma al máximo. El entonces le dijo:- tranquilízate, ya está dentro. Relájate …
- oh me duele…. Sacala…,
El dolor persistía, pero el cuñado no tenía intención de sacársela. Al contrario presionó con mayor esmero hasta terminar por encajarle todo su miembro dentro de su vagina. Mientras lo hacía con sus dedos el hombre estimulaba el clítoris de su cuñada, tratando que el placer superara al dolor, y lo fue logrando, ya que después de unos minutos, noto como la chica relajaba la presión de su vagina sobre su daga y comenzaba a gemir.
- oh Raúl… que has hecho. Me has desvirgado….. ¡lo estás haciendo sin condón!
- No estás en tus días fértiles ¿verdad?. Pues no hay peligro. Vamos cuñada lo has estado deseando bastante tiempo ahora disfruta .
Raúl se coló completamente sobre el cuerpo de su joven cuñada empezó follarla rítmicamente con más fuerza, mientras ella le clavaba las uñas en su espalda. Ella se sentía llena por dentro. Su cuquita al momento se había adaptado al grosor de la tranca de su cuñado y ahora la llenaba por completo.
-joder nena. No pensé que estuvieras tan buena. Es un placer follarte..
-¿lo dices en serio? - le preguntó ella.
- totalmente preciosa. Acaso no ves como tienes mi tranca dentro de tu cuquita. Me tenías muy arrecho. Llevaba mucho tiempo deseando tenerte. Hoy eres solo mia…
De nuevo el tío se volvió a hincar, siempre con su pija dentro de la chica, e hizo algo que sorprendió a la misma, ya que le levantó las piernas a la altura de sus hombros y le siguió cogiendo ahora tomándola por sus tobillos.
Las arremetidas del hombre eran cada vez más potentes lo que llevo a fraguar el nuevo orgasmos de la joven.
- ooo me vengo ooo siiiii
Tras terminar, el hombre bajó sus piernas, y comenzó a penetrarle en plan misionero. Su daga entraba cada vez más profunda en la vagina de su joven cuñada. Llevaba tiempo sin correrse por lo que sabía que tenía una buena carga de esperma. Sabía que no era muy conveniente descargar dentro de su cuñada, pero era su primera vez, y además, sentía la necesidad de llenarla.
La chica lo intuyó y le dijo: - Oh Raúl no pretenderás hacerlo dentro… debes salirte.
- Vamos cuñi. Es tu primera vez. Necesitas sentir la leche de un macho descargando en tu cuquita. Además… tengo mucha leche acumulada. Quiero llenarte…
-no lo hagas Raúl… me vas a desgraciar
Sin embargo, el hombre comenzó a arremeter con todas sus fuerzas, acelerando al máximo sus movimientos de mete-saca hasta que vio como comenzó a descargar su preciado semen dentro de aquella cuquita recién desvirgada. No sabe cuánto tiempo estuvo lanzando semen dentro de la joven, pero si que su eyaculación fue bastante copiosa.
- oh me vas a embarazar ooo … me llenas oooo como te siento ooo
Cuando Raúl salió de ella observó la vagina de la chica, recién desvirgada, la cual se veía con sus labios vaginales totalmente enrojecidos por la inflamación. De su raja emanaba unos fluidos blanquecinos y resto de sangre.
-¿ y si me has embarazado? ¿Qué voy hacer?- le expresó ella.
- tranquila cuñada. No tienes porque ponerte así. No hay peligro. No estabas en época fértil. Además, no va a ser la última vez que te coja. En estos días de voy a estar follando como si fuera mi esposa.
Luego tras descansar unos momentos, la muchacha recogió su ropa y salió de la habitación. Ella sabía que aún le restaban varios días de permanencia en aquella casa sin la presencia de su hermana, e intuía que aquella no iba a ser la última vez que su cuñado le hiciera suya.
Raúl quedó pensando en lo ocurrido. Sabía que había sido una temeridad, pero tampoco se arrepentía de ello. Había disfrutado del sexo con la hermana de su esposa, y los días que aún faltaba para regresar su esposa, los iba aprovechar.