Comprador de vidas Capitulo 1
La vida de Maria cambiara sin darse cuenta.
En la historia de hoy hablaremos de María Turquer, una hermosa mujer que trabajaba en el
mundo de la tecnología como vendedora pero por la mente malvada de un hombre su vida
no volvería a ser la de antes.
Todo comenzó el día miércoles 15 de abril de 2015, María una mujer inteligente con curvas maravillosas que le gustaba andar muy bien vestida y sexy, pero siempre elegante. Su conjunto diario era unos tacones de 12 centímetros, con unos pies pequeños y delicados, seguía con unos jeans ajustados a su piel, que marcaban su figura, lo más notorio de ella eran sus nalgas que llamaba la atención por dónde pasaba, usaba blusas ajustadas pero muy bellas, ya que al no poseer grandes senos no tenía mayor complique.
Ese día María no había vendido nada, estaba preocupada porque le faltaba un cliente para cumplir con la cuota de su jefe, de no hacerlo, no pasaría el período de prueba y tendría que buscar otro empleo, y con lo que se le había complicado conseguir ese. Dado que siempre le gustó la informática, se consideraba una chica inteligente y estaba confiada en su buen desempeño en el área, pero ese conocimiento en el mundo de los negocios no valía lo mismo, sólo importaba el número de clientes al finalizar el corte, ya que al superarlo podría dedicarse a cosas más administrativas y así ahorrar y cumplir ese meta de tener su propio negocio de tecnología, sabía que podía lograrlo pero necesitaba tener capital y un medio para mantenerse día a día.
Llegando la hora del almuerzo llegó un hombre que la dejó estupefacta, llegó hasta donde ella estaba, iba vestido con un traje de diseñador y los músculos que escondía revelaba un físico excelente, sus brazos fuertes la hicieron imaginar a otro mundo, hasta que la voz del hombre la despertó:
Señor: Señorita ..., ¿señorita, está bien?
María: ¡Buenos días, señor! ¡Qué pena estaba un poco distraída! -Maria no sabía que ocurría pero empezó a sentir algo desde su interior, no podía quitarle el ojo de encima a este hombre- ¿Puedo ayudarle en algo?
Señor: Claro, vengo a adquirir un nuevo equipo y quiero ver qué cosas me puede ofrecer.
Maria se sentía observada, inquieta pero no sabía lo que realmente estaba por suceder. Ella pensaba que se trataba de una gran oportunidad para poder cumplir la cuota de ventas.
María: Con todo gusto, tenemos equipos de todas las clases, para satisfacer las diferentes necesidades de empresas, familias o estudiantes, dígame para qué lo va a necesitar….
Durante más de 30 minutos estuvieron charlando sobre qué equipo comprar, aunque no se decidió por ninguno, sí prometió volver con una decisión.
Señor: Señorita María un gusto platicar con usted, nos estaremos viendo más pronto de lo
que usted se imagina.
A María le sudaba la mano, ese hombre tenía algo que la sacaba de su zona de confort, fue al salir el hombre, cuando María se dio cuenta que no sabía nada de él, tenía muchas ganas de saber quién era ese guapo y educado caballero, y como no habían hecho algún trato no tenía datos de él, y no sabía si lo volvería a ver. En un asalto de adrenalina mezclado con angustia, se levantó y salió corriendo detrás de él, aunque correr es decir mucho, más bien caminaba a prisa por sus altos tacones, evitando caerse.
El hombre estaba cerca de la salida cuando María lo alcanzó, ella estaba exaltada y roja a
lo cual el hombre le preguntó:
Señor: María está bien ?
María :-poniendo cara adolescente- Hee si claro, no hay ningún problema, vine porque ud no me dejó ninguna información de contacto para comunicarme con usted ante cualquier entrada de nueva mercadería o para informarle sobre promociones que tengamos a la mano, entonces si fuera tan amable... -sonriendo de una manera casi infantil-
Señor: Haremos una cosa María -diciendo esto se acercó al oído de ella y la tomó de los
hombros- te daré un número celular y te comunicarás conmigo por medio de una vídeo llamada de WhatsApp a las 12 media noche exactamente en 8 días a partir de hoy, si me escribes o mandas algo olvídate de todo. ¿Entendido?.
María: - tomada totalmente por sorpresa- Sssi, señor.
Señor : Por cierto, cuando me llames espero que estés desnuda en tu cama.
María no daba crédito a lo que escuchaba, no sabía qué responder, ese hombre la atraía mucho y quería conocerlo, salir con él, sabía que se trataba de algo aún más allá de lo comercial, a pesar de que en condiciones normales ella no habría accedido a una petición como esa…
María: Claro, no habrá ningún problema-dijo mientras escribía el número que le dictaba-. Por cierto su nomb…- el hombre interrumpió las palabras de María con un dedo en su boca -.
Señor: Señorita sé que quieres, pero aún no es momento de que sepas mi nombre. Cuando sea momento correcto y demuestres lo que realmente vales sabrás eso y mucho más, espero que no me decepciones. Adiós.
Por despedida, lo que hizo fue darle una leve palmada en el cachete derecho de María, dejándola a ella aún más consternada si cabe.-.
Cuando regresó a la oficina varios le preguntaron el porqué esa salida tan repentina, ella atinó a decir que al cliente se le había quedado su celular, pensó que por lo menos se creerían esos sus compañeros.
Pero todo fue muy distinto para María hasta el próximo miércoles, durante esa semana estuvo realmente ansiosa, distraída e inquieta, y ni siquiera había guardado el número en su teléfono, no quería que por la tentación fuera a escribirle y perder así la oportunidad con su “cliente” por llamarlo de alguna forma y sólo quería conocer más de él. Aunque tuvo sus ventas como acostumbraba, su mente estaba en otra parte . Llegado el día, a las 10 de la noche ella ni siquiera había probado bocado, no tenía nada de hambre y su ansiedad disparada. Siendo las 10.30 no soportó más, se desnudó completamente y empezó andar así por su apartamento, faltando 15 minutos para las 11 pm, decidió, por fin, anotar el número en su celular. Cada minuto era un infierno… quería que fueran las 12 para llamar al hombre que aún desconocía y ver si ella sería interesante para él, quería serlo.
Faltando 1 minuto para la media noche, estaba realmente desesperada y empezó a calmar sus ansias masturbándose, era una forma que tenía para relajarse después de un día fuerte de trabajo. Cuando se calmó un poco, fue a ver su celular y eran las 12.05.
María: mierda, se me pasó el tiempo ojalá aún me quiera atender.- Realizó la video llamada,
la cual timbró tres veces, ella se estaba comiendo las uñas, cosa que no hacía hace años, el teléfono le indicó que el destinatario no respondió, pero ella no se daría por vencida así que volvió a llamar y empezó a timbrar, y timbrar. Ella creía que su oportunidad de había esfumado así que estaba dispuesta a olvidar todo cuando la pantalla del celular cambió y se
evidenció la foto sin perfil de Whatsapp, y una voz habló…
Señor: Buenas noches señorita, veo que no cumplió con una de las cosas que le pedí hace
8 días, era a las 12 en punto y mire la hora, eso demuestra irresponsabilidad - María se estaba asustando, por pajearse ahora lo iba a perder, no podía haber sido tan idiota- deme una razón por la que me hayas hecho esperar o si no no volverás a saber de mí.
María: Señor, bueeeno lo que ocurre estaba atenta al tiempo pero faltando 1 minuto me desesperé y me masturbé - Ni ella misma se creía que estaba contándole sus intimidades a un completo desconocido, que la había flechado.- y hasta que me calmé volví a revisar la hora, espero que me pueda disculpar - dijo mientras colocaba su celular a cierta distancia de modo que la cámara pudiera enfocar su desnudez y de esta manera intentar seducir a su interlocutor, mostrándose, exhibiéndose ante él.
Señor: Veo que tienes unos senos pequeños, pero deliciosos, ponte en cuatro que deseo ver ese delicioso culo que ví el otro día en el local.
Maria se dió cuenta que su excusa le había importado poco aquel señor y que este tenía
su propio interés, sin perder tiempo para no disgustarlo más, colocó como pudo el celular
en su televisor que la imagen diera a la cama y se posicionó como le pidieron.
Señor: Precioso, sabía que no me iba a decepcionar, ahora ábrete las nalgas, quiero ver tu
ano y tu vagina.
María acató esa orden, aún a sabiendas que esa solicitud la humillaba demasiado, no sabía cómo pero esa orden la hacía sentir diferente, cachonda, excitada como nunca antes lo había sentido.
Señor: Hum.. hay cosas por mejorar pero estás exquisita. Quiero saber si realmente quieres que nos conozcamos, así podría pasar tu falta de hoy. ¿Deseas continuar?.
María no quería perder esta oportunidad, y entrando en la boca del lobo tomó su decisión.
María: ¡Claro! me gustaría probar algo nuevo, lo acepto.
Señor: Me gusta esa respuesta, te voy a contar tienes mucho pelo en tu pubis, deberás depilarte más seguido, por lo menos cada día y para terminar la reunión de hoy ¿Aún tienes muchas ganas de masturbarte?
María estaba sin palabras, la pregunta la dejó sorprendida.
María: Hee mucho señor, verá no he dejado de pensar en usted todo este tiempo y estoy cachonda hasta el techo.
Señor: No interesa, mastúrbate para mí y demórate lo necesario. O te corres para mí o no
habrá una segunda reunión y sabré si lo finges.
María se alarmó, había hecho tanto para llegar ahí, por una corrida frente a una cámara con un desconocido no iba a dejar pasar la oportunidad de conocer a este hombre, dijo que sí lo haría y se puso manos a la obra. Se colocó como le habían dicho, se empezó a imaginar que aquel hombre estaba con ella en ese momento y empezó con una mano a masturbar su clítoris mientras que con la otra empezó introduciéndose primero 2 dedos, le siguieron 3 y a medida que pasó el tiempo se fue mojando más y gimiendo con más ganas. Cuando llegó a los 4 dedos estaba como un río, y ya gritaba como poseída… cuando llegó el momento y se corrió como pocas veces lo había hecho, fue tal el placer que retorció sus ojos y quedó inconsciente por unos minutos, tal fue el grado del orgasmo que ni siquiera se sacó sus dedos del coño, perdiendo por un momento la consciencia, para cuando la recobró y levantó su cara, orientándose, escuchó.
Señor: Has pasado la primera prueba, me gusta tu actitud, además de esa orden que te di sobre tu vello, sigue tu vida normal, y recuerda no me escribas bajo ninguna razón, cuando yo considere oportuno me comunicaré contigo y te daré una siguiente orden. Hasta luego.
Y se finalizó la video llamada . María había quedado tan exhausta que quedó dormida de inmediato, ni siquiera reparó en apagar las luces.
Al día siguiente María despertó renovada y se sentía espectacular, en su arreglo matutino se demoró un poco más ya que quería cumplir la orden de su amante, que la excitaba como nunca antes alguien lo había hecho, se afeitó al punto que le quedó como piel de bebé y se fue al trabajo. Sus compañeros notaron un cambio positivo, al cual ella alegó que había dormido mejor.
Ahora comenzará una nueva historia para María.
Continuará ...