Complaciendo borrachos

Mi tío y uno de sus amigos llegan borrachos a mi casa buscando sexo.

Estaba en mi casa, eran las 4 y media de la tarde, estaba revisando la despensa de la casa, pues tenía planeado ir esa tarde al súper. Mi esposo no llegaba hasta como las 9 de la noche.

Sonó mi celular. Vi que era mi tío Armando, no sabía para que me llamaba si para saludarme, para algo de la familia o para pedirme las nalgas. La forma de saber que quería era contestando así que eso hice.

P -Hola.

A -Hola putita.

Mi tío se escuchaba muy borracho, él no era de tomar mucho pero por lo visto esa vez lo había hecho.

P -Tío estás borracho.

A -Sí culito, oye tu marido no debe de estar verdad.

P -Sí no está.

A -Ando bien caliente y te quiero meter la verga, estoy por llegar a tu casa.

P -Está bien aquí te veo.

No sería la primera vez que cogía con alguien que estuviera borracho.

Unos minutos después escuché el timbre de la casa. Fui a abrir y mi tío estaba ahí, acompañado de un señor un poco más grande que él, me lo presentó se llamaba Fernando.

Pensé iba a coger con un borracho y ahora cogeré con dos, pues sabía que el otro señor trataría también de meterme su verga y yo como buena puta lo iba a dejar.

Dentro de la casa, mi tío me dijo que habían tenido una comida con varios amigos y ellos dos se emborracharon muy rápido, que la comida había acabado y que su amigo le sugirió ir por unas putas, y que mi tío le comentó que conocía a la mejor de las putas.

A -¿Habías visto una puta más buena y guapa Fernando?

F -No, no mames esta buenísima esta chava.

A -Ve esas nalgas.

Yo les di la espalda y les enseñe mi culo.

F -Oye puta es cierto que esté cabrón es tu tío.

P -Sí, es mi tio.

F -Pinche suertudo tener este culo en la familia.

Me acerqué a mi tío y comencé a besarlo, en un momento su amigo se puso atrás de mí y me besaba la nuca y el cuello. Ahí estaba yo otra vez, de puta con otros hombres mientras mi esposo no estaba en casa.

Fernando bajó sus manos y las puso en mis nalgas, mi tío me agarraba las tetas, ellos parecían pulpos, yo les agarré las vergas, la de mi tío Armando ya la conocía perfectamente, la de Fernando se sentía como una buena verga.

Mientras los tres seguíamos fajando nos fuimos quitando la ropa, Armando se agachó y me chupó el coño, Fernando me chupo el culo.

En mi coño intentaba entrar una lengua mientras mi culo recibía suaves mordidas. La lengua en mi coño abrió paso a dos dedos que entraron dándome un gran placer, mientras que esta se iba a mi clítoris. En mi culo sentí como las manos de Fernando lo abrían para intentar meter un poco de su lengua en mi ano.

P -Así mis machos que rico, chúpenme.

Ellos se esforzaban en darme placer, con la preparación que me estaban dando supe que me darían una rica penetración doble.

P -Saben como tratar a una puta.

Sentí como un dedo entraba en mi ano, mientras ya tenía tres dedos en la vagina, yo me agarraba las tetas y me las chupaba.

A -Te toca.

Me hinqué y ellos acercaron sus vergas a mi boca, primero me metí la de Fernando era larga y gruesa, muy buena verga digna de un macho.

F -Eso puta.

La chupé con glotonería, estaba un poco sucia, sabía a orina, pero me excitaba mucho ese sabor, ese sabor a macho sucio que tanto gusta a las putas como yo.

F -Que rico mama tu sobrina.

A -Ya me toca, si no esté cabrón se va a venir y no te la va a poder meter.

P -Sí recuerden que a las 7 se tienen que ir necesito arreglar para que el cornudo no se entere de que dos machos me hicieron suya.

Ya eran casi las cinco y media. Tomé la verga de Armando y también le di una muy buena mamada.

A -Eso puta así.

Escuchar a mi tío decirme puta me excita muchísimo. Mamé con más ganas, quería que me llenara de leche el estómago, pero sabía que si lo hacía entonces ya no me la metería en la concha o en el culo. Con lo borrachos que estaban me sorprendió que se les parara.

Me la saqué y me volví a meter la de Fernando, me saqué esta última y me metí la de mi tío, les daba dos o tres chupadas y me metía la verga del otro.

P -Que ricas vergas.

Seguí deleitandome con esos ricos instrumentos de placer que mis machos me ofrecían. Ellos gemían. Después me hicieron pararme, mi tío me dijo que trajera lubricante anal, fui a mi cuarto por él. Regresé a la sala donde empezó todo, en medio de ella me lubriqué bien el ano y lubriqué la verga de mi nuevo amante. Me llevaron al sillón donde Armando se acostó para que yo me pusiera encima de él y tomando su verga la llevé a mi coño ya muy mojado y apunto del orgasmo. Mi tío me dio unas cuantas metidas, sentí como se acomdó Fernando atrás de mí, abrió mis nalgas y sentí su cabeza pegada a mi ano.

P -Ya metémela cabrón, no aguanto más necesito verga.

De un fuerte empujón Fernando me metió la mitad.

P -Aaaahhhh que rico, denme verga.

Fernando empujó mas fuerte esta vez y terminó de llenarme el ano de esa rica verga. En ese momento llegó mi ansiado orgasmo.

P -Aaaahhhh sííííííííííííííí me vengo, soy su puta.

Ellos me dejaron disfrutar de tan rico placer, cuando vieron que ya estaba otra vez en mí, en capacidad de darme cuenta de la cogida que me iban a dar, comenzaron a moverse, lo hacían bien, se coordinaron rápido para que yo sintiera como parecía que esas vergas se iban a hacer una sola dentro de mí pues parecía que por dentro se iban a tocar.

P -Así denle verga a esta perra.

Ellos gemían muy fuerte, por momentos me gritaban que era una puta, Fernando me nalgueba. Que rico me estaban cogiendo, como la mayoría de las veces estaba siendo cogida sin condón. Y con lo rico que lo estaban haciendo agradecí que no nos hubiéramos protegido.

P -Sí más verga, soy una puta.

A -Toma perra, como te gusta la verga.

F -Pinche culote que rico aprietas.

P -Aaaahhhh más, que delicia de cogida, amo la verga.

Ellos se seguían moviendo, mi tío me jalaba los pezones. Yo era una puta infiel que engañaba a su marido en su propia casa, era un mujer feliz de disfrutar tanto el sexo.

Armando pidió que cambiaran lugares, ahora quería darmela por el culo mientras su amigo me la daba por el coño. Fernando se paró y me dijo que quería que me cargaran mientras me cogían, se les estaba bajando la borrachera pero no estaba segura de que no me tiraran. Lo estaba pensando cuando sentí que mi tío desde atrás me levantó para que Fernando me recibiera. Fernando me dejó caer sobre su verga, me levantaba y me dejaba caer sobre su pito, yo me dejaba hacer.

F -Que rica estás.

P -Cógeme papi.

Así me tuvo un poco de tiempo cuando se paró y mi tío me la metió en el ano.

Rápidamente volvieron a coordinar sus movimientos, entraban y salían delicioso de mí. El placer cada vez era mayor. Sus vergas me abrían delicioso, mi concha ya no podía más entre gritos terminé otra vez.

P -Síííííííííííííííííí así mis machos, me vengo aaaahhhh.

Ellos seguían con esa cogida tan rica, mi tío y su amigo anunciaron sus corridas.

P -Denme la leche en la cara por favor.

Me bajaron y me hinqué en el piso, abrí lo más que pude la boca para ver que me caía ahí. El primero en acabar fue Fernando su primer disparo cayó directamente en mi boca, lo demás cayó en mi cara, cabello y tetas. Mi tío Armando se vino después, todo me cayó en la cara y el cabello, buscó que su corrida me ensuciara mucho el pelo y lo logró.

A -Gracias putita eres la mejor.

P -A ustedes, me cogieron riquísimo.

F -Mi amigo no mintió cuando me dijo que conocía a la mejor de las putas.

Ellos se vistieron y se fueron, yo me fui a mi baño a darme un largo baño, tuve que usar un shampoo especial que uso en el cabello cuando mis machos se vienen ahí.

Cuando llegó Arturo me dijo que estaba un poco molesto pues mi tío le había hablado en la tarde muy borracho solo para molestar.

Yo me asusté, a lo mejor le había dicho que yo era su puta o algo así. Le pregunté a Arturo que le había dicho. Arturo me dijo que puras incoherencias, con lo que me dijo me di cuenta que nada iba relacionado al sexo.

Yo le pedí perdón por las molestias que le había dado mi tío el muy amoroso me besó y me dijo que no me preocupara.

Como a las 10 de la noche sonó el teléfono de la casa, mi esposo contestó. Era mi tío Armando que muy apenado se disculpó con mi esposo al recordar que lo había importunado mientras estaba borracho, mi esposo aceptó las disculpas de buena gana. Después de todo ellos siempre se habían llevado muy bien y por algo así no iban a perder la amistad. Si mi esposo supiera que mi tío me cogía, y que ese mismo día me había dado una pitiza con uno de sus amigos entonces eso si era para enojarse, pero como él no lo sabía entonces que todo siguiera igual.

Mi tío le pidió hablar conmigo, Arturo me dio el teléfono y me dijo que iba por un vaso de agua.

A -Me equivoqué con tu esposo pero ya me disculpé.

P -Sí me platicó lo que pasó.

A -Pero bueno eso ya lo arreglamos, ahora dime te gusta la cogida puta.

P -Sí papi, que rico me dieron verga, espero que pronto lo repitamos.

A -Ya sabes que cuando tú quieras, mi amigo quedó encantado contigo.

P -Y yo con su verga y lo rico que coge.

A -Pamela.

P -Dime tío.

A -Como me gustas, eres la mejor mujer que existe.

P -Tú también me encantas tío.

A -Tienes un cuerpazo, estás tan cogible.

P -Gracias papi, me encanta como me coges, lo rico de tu verga.

Vi que mi esposo venía así que solo dije.

P -Sí tío cuidate, descansa.

Mi tío se habrá dado cuenta que mi esposo ya estaba cerca de mí. Arturo me dio un beso en la mejilla y me dijo que me amaba. Yo lo jalé hacía a mí y lo besé por un largo rato para después decirle cuanto lo amaba y lo feliz que era.