Complaciendo a mi marido en juegos Swinger Cap-01
Inicio: cuando deseaba algo, era muy insistente y pesado, acepté que fuésemos a conocer algún Club pero sin prometerle que fuese a gustarme, solo por curiosear y darle ese capricho. Así me dejaría en paz y lo que para el era un deseo, verme en los brazos de otros, quizás
Yo esposa fiel complaciendo a mi marido en juegos swinger
I – La Propuesta
Somos una pareja, yo soy Alice, 36 años y mi marido Phil de 45. Por diversos motivos, ya que trabajamos los dos y no queremos renunciar a nuestras carreras, no sentirnos atados todavía, o quien sabe porqué, no tenemos hijos hasta ahora.
Me gustan los hombres mayores que yo, y terminé casándome, con Phil que siempre me había gustado. Me hacía sentir bien, ser la pareja de un chico mayor que yo, además de atractivo, y con una profesión y nivel de vida, desahogado.
El era alto con 5,9 pies de altura y cuerpo bien cuidado, si bien empezaba a perder esa perfección a sus 45 años, de que había hecho gala hasta entonces.
Yo trabajaba de doctora-cirujana de pediatría en el Hospital Great Ormon, situado en la calle del mismo nombre cerca de Kensington.
De ascendencia británico-española, era bastante más bajita que el, con 5,2 pies (1,60 m) delgada y sin pechos grandes –una 95 que equivalía a una 36 en UK-, pero si, un culo muy sexy eso me gustaba, ……., me hacia parecer más joven todavía de lo que realmente era y a mi lado, el con sus 20 cm de más y cuerpo fuerte, contrastaba conmigo bastante, aunque solía usar zapatos de tacón sobre 10 cm para igualar un poco, y verme más alta y esbelta
También los había usado de 15 cm, pero solo para eventos y fiestas por ser más incómodos.
Con el paso de los años de convivencia, nuestra pasión inicial y juegos se fueron relajando y Phil, ya hacia tiempo que me tentaba y trataba de convencerme, para iniciarnos en el ambiente swinger, a lo que yo me negaba.
Continuamente sacaba el tema de que deberíamos practicar sexo con otras personas, aunque solo fuese por diversión y yo me negaba, porque era un juego muy arriesgado y porqué después de los años en que ya solo tenía sexo con el, me daba vergüenza y corte, ser manoseada por otros.
Finalmente, como Phil cuando deseaba algo, era muy insistente y pesado, acepté que fuésemos a conocer algún Club pero sin prometerle que fuese a gustarme, solo por curiosear y darle ese capricho. Así me dejaría en paz y lo que para el era un deseo, verme en los brazos de otros, quizás llegado el momento, no le gustase
El se encargo encantado y eligió el Xtasia en Birmingham, me dijo que uno de los mejores y que nos alojaríamos ese fin de semana en un Hotel cercano, el Premier Inn West, que estaba muy cerca del Club.
Desde que nos habíamos casado, no había tenido sexo con ningún otro hombre y le había sido totalmente fiel durante los seis años que llevábamos casados, si bien antes de conocerle, si había gozado de mucha diversión y sexo con otros chicos, dejé esas practicas y nunca le había sido infiel.
Realmente me sentía más y más agobiada, tal como se iba acercando el fin de semana que pasaríamos juntos, divirtiéndose seguro el, el muy golfo, tocando otros culos, porque el mío ya lo conocía demasiado y viéndome a mi ese ambiente liberal de sensualidad y flirteo.
Recordé que una amiga de la facultad, con la que mantenía una amistad constante, junto a su compañero, ellos no se habían casado y era de mi misma edad, si frecuentaban el ambiente liberal, por lo que decidí quedar con ella, para que me aconsejase, una vez tuviese que estar en el Club Swinger y para hablar sobre lo que deseaba insistentemente, que experimentásemos Phil
2 - Cita con Judith
Si bien nosotras éramos amigas, entre los cuatro no nos conocíamos, pues cuando yo salía con ella, lo hacíamos solas, sin nuestras respectivas parejas, o en ocasiones solo con ella, Judith y alguna otra amiga, pero no con su pareja ni con Phil, con dedicación constante a su trabajo o por algún compromiso previo, no había coincidido con Judith.
Llamé a Judith y le conté lo que me había propuesto mi marido. Decidimos quedar para comer juntas y que me aconsejase.
Durante la comida, le estuve contando con detalle a mi amiga, que si bien deseaba complacer a Phil, estaba nerviosa y agobiada, pensando en lo que el me había pedido e íbamos a realizar en unos días.
Judith se rió de mi, cuando le conté el corte y agobio que me daba el juego, mientras me decía - ¡Alice como has cambiado, pensé que si tenías alguna aventura de vez en cuando, pero ya veo que tu marido te ha cambiado……., jajaja ¡ -añadiendo - ¡Con la de cosas que habíamos hecho juntas y las orgías de sexo de que habíamos gozado juntas, con más gente, me dejas sorprendida!
Porqué? Yo estoy enamorada de Phil, y nunca he deseado que una aventura o amante temporal, pusiese fin a nuestro matrimonio.
¡Pero chica, Alice despierta ….., ¡si ahora es el precisamente quien ha abierto la puerta, para que de nuevo puedas zorrear como solíamos hacer juntas, y yo todavía hago y a Peter le encanta que sea así de desinhibida!
¡No sabes la suerte que tienes, de que Phil, te abra la puerta de tu jaula dorada, para dejarte volar libre y recuperes tus instintos de seductora, que seguro que no has olvidado!
Mientras saboreaba mi combinado y la escuchaba, no me sentía nada convencida de sus argumentos, pero reconocía que tenía razón, me había acomodado a mi vida de esposa y doctora y me parecía normal.
Mientras yo seguía meditando, Judith me dijo – “Déjame a mi, ya verás como nos vamos a divertir juntas de nuevo, ya sabes que me muevo bien en este ambiente y conozco a personas encantadoras para compartir veladas y noches de pasión y vicio”
Con lo lanzada que la vi, enseguida le dije - ¡Espera guapa, que solo se trata de ir a ese Club, para que Phil se calle de una vez! …., ¡No deseo volver a la etapa de hace unos años, con líos de cama, sexo y juegos tan arriesgados como entonces……..
Eso Alice – me respondió – ya lo decidiréis una vez que estéis en el Xtasia, si te gusta, sigues el juego, y si no, pues tampoco te va a faltar nada al marcharte …., aunque supongo que las bragas si que las vas a perder, jajajaja!
Mira chica, hablaré con Peter y os vamos a acompañar en ese fin de semana de zorras en el Xtasia o quien sabe donde, pero ………., sin revelar a Phil, que ya nos conocemos y que soy la Judith de la que siempre le hablas.
Una vez estemos los cuatro allí, yo ya me inventaré otro nombre, nos haremos los encontradizos, aprovechando que seguro que al llegar andaréis los dos algo perdidos, y allí ….., casualmente, jaja, nos conoceremos los cuatro, como si fuésemos dos parejas desconocidas.
La idea de mi amiga, me pareció muy oportuna, porque aunque no conocía a Peter, prefería intimar con el y Judith con Phil, además que junto a esa golfa de amiga, no andaría perdida, como una inocente – bueno casi inocente – oveja, entre tantos lobos, deseando probar mis hoyos.
¿tienes ropa adecuada para ir Alice? – me pregunto mi amiga. A lo que yo le respondí – “Si tengo algunas cosas sexys”
Pero ella sugirió que nos fuésemos de compras juntas para elegir lo que me quedase mejor, ya que ella tenía mucha ropa para estas situaciones.
Cogimos el coche y fuimos a una tienda donde ellas solía comprar ese tipo de ropa. Realmente había cosas muy sexys allí.
Después de probarme un montón de cosas que ella me iba pasando y me daba su opinión, me quedé con un mini vestido negro con brillo, sin tirantes y que lateralmente a lo largo de ambos lados, dejaba a la vista unos 8 centímetros de mi cuerpo desnudo en toda su longitud.
Ajustado completamente a mi cuerpo, se mantenía en su lugar por lo ajustado que era.
El otro que yo me resistía a comprar, era uno formado por un corpiño negro, que apretaba mi talle, pero que dejaba al descubierto mis dos pechos.
El corpiño terminaba por debajo de mi ombligo, donde iba combinado con una falda de latex negro.
Compramos unas cuantas medias auto-sujetables en el muslo, todas en negro, unas de seda y otras de red.
Yo seguía diciéndole a mi amiga, que el corpiño no me lo iba a poner ¡No pensaba ir con mis tetas al aire! A lo que ella respondió, que cuando viese el código de vestimenta que se ponían la mayoría de la chicas, me iba a parecer hasta recatado, tras soltar una risas, al verme tan cambiada.
La siguiente parada, la hicimos en una tienda de zapatos, donde finalmente, me compré unas sandalias con brillantitos de fiesta y tacón de 15 cm y otros de plataforma también muy sexys.
La última parada fue en una tienda de lencería, donde compré tangas nuevos, alguno abierto y otros que se soltaban con un clip de los que suelen llevar los sujetadores.
No compré ningún sujetador, porque Judith, que era la que conocía lo que solía llevarse en Clubs así, me dijo que ni se me ocurriese ponerme uno añadiendo - ¡Nuestras tetas tienen que moverse sensualmente, que se luzcan, igual que los pezones, que vas a ver lo duros que se te ponen una vez estés allí, jaja….
Quedamos en llamarnos para ir bien coordinadas, y para encontrarnos –“casualmente” en la zona Social, para después irnos los cuatro a la Zona de Baile.
Misteriosa como siempre, me dijo antes de despedirse , Alice, si no tiene compromiso ya, hablaré con un amigo mío que te va a gustar conocer y te sorprenderá muy gratamente.
Yo le repliqué modosa - ¡No deseo conocer a nadie Judith, solo vamos para que Phil se calle de una vez!
- a lo que ella me replicó - ¡Te aseguro guapa golfa, me dijo tocando mi culo como hacía unos años atrás, que si puede venir y le conoces, wow……, no te vas a despegar de el en toda la noche! jaja
Y tras esa frase lapidaria y segura de ella, nos dimos un beso y quedamos en seguir en contacto para ir coordinando todo.
Durante la semana, fuimos hablando por teléfono y por whatsapp con mi amiga.
Finalmente le dije que como el horario era de 8 a 3 de la madrugada, aunque la zona de bar la abrían a las 6pm, Phil y yo, llegaríamos sobre las 8h15pm y ya nos encontraríamos en la zona Social
El jueves recibí un mensaje en mi teléfono, de alguien a quien no conocía. Lo leí y simplemente ponía – “Hola perrita, ya me han dicho que te cuide mucho, que eres un bombón y que ella te quiere mucho. Ponte muy sexy y ven preparada para gozar de una larguísima y excitante noche, o hasta que tu quieras”. “Te recomiendo que descanses …., puede ser una noche agotadora Michael”
Me quedé muy sorprendida, por la excesiva confianza que se tomaba aquel tipo conmigo. Al volver a leer el mensaje, ya imagine que era algún amigo de Judith.
La llamé y me dijo que si, que conocía a Michael, pero que no le había asegurado si podría ir el viernes noche al Xtasia. Lo que si me confirmó es que era ese amigo suyo tan especial, que deseaba que yo conociese.
Tu le has dicho que cuide de mi? – le pregunte a Judith, a lo que ella respondió – Si cielo, se lo pedí, porque no te puedes perder conocerle, por una vez que vienes al Xtasia, - añadiendo – Te prevengo de que es bastante misterioso, pero es, el amante perfecto, wow!
Imaginando que exageraba como en muchas otras ocasiones, no le di más importancia.
3 - Iniciando la aventura de Birmingham
Llegó el viernes y ambos nos habíamos pedido el día libre para temas personales, así que, hicimos la maleta y nos fuimos a Birmingham y antes de instalarnos en el hotel, pasamos por delante del Xtasia, para ver como era por el exterior.
Yo sentía ya un cosquilleo en el estomago y estaba bastante nerviosa, pero para nuestra decepción, desde el exterior, no se veía casi nada del local, dado que se accedía por un callejón de unos 100 metros, que terminaba en el parking y en la puerta del Xtasia, el cual vimos desde Hight Street, que es desde donde se accede.
Habría que esperar a esa noche, para descubrir como era por dentro el afamado Local Swinger.
Llegamos al Premier Inn West y no registramos, pasando a ocupar la habitación y colocar nuestras cosas.
Después de haber salido a comer a un bonito restaurante y bastante nerviosos los dos, mi marido porque iba a ver cumplido su deseo de verme en brazos de otros, y yo temiendo, porque sabía por experiencias pasadas, que estos juegos en ocasiones pueden tomar un rumbo inesperado, pero, no tenía porqué preocuparme, ahora estaba casada y amaba a Phil y no deseaba meterme en líos de sexo.
Un nuevo whatsapp llegó a mi móvil, imaginé que era de Judith, pero no, volvía a ser el número del desconocido Michael.
Phil me preguntó quien era, y me lo saqué de encima diciéndole que era de mi madre, entonces empecé a leerlo y con descaro me escribía – “ Hola perrita Alice ¿ya estás preparada para nuestra noche? te recomiendo que hagas un poco de siesta esta tarde, porque te quiero fresca y despejada para que no te quedes rendida en mis brazos”.
“Ponte muy sexy para mi, se apreciar a una perrita con buen gusto. Me encantará acariciar ese bonito culo que me ha dicho tu amiga que tienes. Te haré sentir, placeres que todavía desconoces. Cuando pose mis manos sobre ti….., sabrás que soy yo…, Michael!
Parece que me puse algo roja, porque Phil me preguntó - ¿Le pasa algo a tu madre? A lo que yo disimulando, le dije, ¡nada cariño, ya la conoces., pesada como siempre ¡
Mi marido se quedó un poco sorprendido por el rubor de mis mejillas , pero pasamos a otro tema.
Dentro de mi, empezaba a arrepentirme de haber aceptado venir para complacer a Phil, y el tal Michael me estaba empezando a poner nerviosa, muy nerviosa, a pesar de que Judith me había hablado maravillas de el.
Su imperativa y prepotente forma de tratarme, me molestaba un poco, me sorprendía aquella forma de hablarme …., pero sin saber el motivo, me excitaba …. ¡perrita! , tenía el descaro de llamarme……, pero que se pensaba el tal Michael que era yo! …., estaba confusa, nerviosa y excitada, deseando que pasasen esas dos noches de viernes y sábado, si es que a Phil le gustaba el ambiente del viernes, y regresar por fin a casa el domingo, en busca de ….., la rutina, pensé por un instante? …., pero también era bueno que viviésemos de vez en cuando alguna aventura, para evitar que el deseo mutuo, terminase por extinguirse y acabase con nuestra plácida relación.
Llegamos de nuevo al hotel, y nos dispusimos a vestirnos para ir a Xtasia.
Me metí en el baño, y aunque sabía que mi piel estaba suave, la hidraté con una crema de muy buen olor, repasé mi cuidado vello púbico, ya muy recortado siempre y en su mínima expresión, y me perfumé con mi perfume habitual, el Musk y me resalté más de lo habitual, el contraste de mis ojos.
Me cepillé bien el pelo antes de vestirme, mientras estaba desnuda delante del espejo, busqué posible imperfecciones en mi figura, y a pesar de que nosotras casi nunca nos sentimos a gusto con nuestro cuerpo, por aquello de, un poquito más aquí, y poquito menos allá, pero realmente estaba sexy.
Por el espejo, vi como Phil se sonreía mientras me veía desnuda arreglándome, por lo que me giré y le dije – “Que tonto estás cariño, me has visto así millones de veces” a lo que el me respondió – “Si Alice, pero nunca me canso de mirarte y desearte, tal como estás, si te apoyases sobre el mármol …., hummm. me volvería loco, metiéndotela desde atrás! …. Dios ¡
Yo satisfecha por sus elogios, pero haciéndome la fría le dije - ¡Venga, no seas tonto, y vístete también, ya podrás jugar conmigo en el Club!
Me senté y me puse unas medias negras, con brillo, estirándolas bien hasta casi mis ingles, porque el vestido era muy corto, y no quería que se me viese la parte superior auto-sujetable de las medias.
Me puse un diminuto tanga negro, que tan solo era un triángulo, con unos flecos, que se sujetaba con unas finas tiras elásticas que se ocultaba entre mi culo, dejando solo a la vista, la parte de la cintura, que era un delgado hilo.
Como tenía muy claro, que no me iba a poner el atrevido corpiño que había comprado con Judith, por demasiado provocativo, ya que dejaba mis tetas descubiertas, me enfundé el vestido de licra en negro brillante, que también era muy sensual, y dejaba a la vista esa línea abierta de 10 cm que verticalmente recorría ambos laterales del vestido sin tirantes, uniendo la parte delantera y trasera, con unas tiras de 1 cm regularmente, mostrando que no llevaba nada debajo – excepto el tanga, que por lo fina de su tira, casi pasaba desapercibido.
Realmente estaba sensual, aunque debía cuidar que no se me subiese al andar, porque no cubría mucho más debajo de mi coñito y en la parte superior, se ajustaba a mis pechos, que lo sujetaban.
Me puse las bonitas sandalias con brillantitos, muy elegantes y sensuales y tras darme los últimos retoques en mis pestañas, me puse mis gafas de pasta – no os había dicho que siempre llevaba gafas – que me daban un sensual toque de falsa inocencia.
Phil, se puso un traje oscuro y una camisa de seda blanca, pero el muy golfo, me di cuenta de que no se había puesto slips, así que cuando pase a su lado, le metí mano y agarrando su polla y bolas, le dije riendo, jajaja…. ¡eres un guarro cariño ….. tendré que vigilar que alguna de las zorras que seguro habrá allí, no te la chupe a la primera de cambio, …… golfo ¡ …… , el me devolvió el piropo, dándome una sonora palmada en el culo, mientras me decía ….., “Si no fuese tu marido, te follaba aquí mismo jajaja”
Entre arreglarnos y hacer el tonto, se hizo la hora y cogiendo una chaqueta para salir y ponerme encima del vestido sin mangas, nos fuimos los dos hacia el Xtasia, donde esperaba encontrar a mi amiga Judith y su pareja, lo que me daba mucha tranquilidad al saberme junto a otra pareja que ya conocía el ambiente y el Club. 0h18’40”
4 – llegada al Club Xtasia …., un peligro para mi
Caminamos cogidos del brazo hasta llegar a la puerta, donde el de seguridad nos abrió la puerta que daba a la Zona Social.
Esta primera zona, que es la que da acceso a la zona Privada, donde si ya las cosas se calientan mucho más.
Esta primera zona, consta de la barra y unos cómodos sofás situados de forma recogida, encarados los sofás unos a otros en grupos para 2, 3 o 4 parejas.
Esta zona, es la destinada a conocerse, como el punto de encuentro, antes de pasar a la Zona Privada con sus distintos apartados.
Al entrar además de la relaciones públicas, una chica simpáticas y sexy y dos camareros, había dos parejas que hablaban animadamente.
Aunque de eso no sabía nada Phil, tras ver quien había, no estaban todavía Judith y Peter a quien yo todavía no conocía.
Tras hablar con Melanie la relaciones públicas, y comentarle que era nuestra primera vez allí, para no decir que éramos novatos totales. Pedimos una caipirinha yo, y un whisky Phil y nos sentamos en uno de los conjuntos de sofás.
La relaciones públicas, recogió mi chaqueta, y la guardo en el guardarropía, para que estuviera cómoda y poder lucir mi sexy conjunto.
En menos de diez minutos, la siguiente pareja que cruzó la puerta, eran Judith acompañada de un chico atractivo, que imaginé que debía ser Peter.
Mi amiga ni siquiera nos miró para no descubrir nuestro juego. Pidieron sus copas en la barra y se dirigieron hacia nuestra mesa.
Con todo su cinismo – a mi casi se me escapa la risa – Judith que llevaba una blusa de transparencias con soltura y de la que Phil, no perdía detalle, se presentó como Brooke y su pareja Peter diciéndonos, la muy zorra.
“Os importa que nos sentemos con vosotros, nos ha dicho la relaciones que sois nuevos aquí, nosotros solemos venir con frecuencia, y podemos orientaros en lo que deseéis saber”
El golfo de Phil, levantándose, se dirigió a ellos diciéndoles – “Por nosotros encantados, será un placer conocernos y que nos pongáis al corriente que tal se suele hacer en el Club y que partes son más atrevidas y concurridas”
Nos presentamos con unos modosos besos, aunque disimuladamente, Judith-Brooke ahora, me dio un pellizco en el culo.
Se sentaron frente a nosotros y empezamos a hablar del Xtasia y sus distintas zonas, viendo como Phil no le quitaba los ojos a las tetas y las piernas que lucía con una mini escandalosa, Brooke.
Al cabo de pocos minutos, Brooke propuso que cambiásemos de sitio, sentándose ella junto a Phil y yo con Peter.
A pesar de ser amigas, ver como con su habitual poca vergüenza, acosaba y trataba de seducir a mi marido, me excitó un montón, mientras Peter por su parte, poco a poco, casi sin darnos cuenta, estaba pegado a mi.
Sin duda mi marido acusaba ya la excitación que le transmitía Brooke, porque al no llevar ropa interior, en su pantalón, se le notaba una buena erección, lo que no pasó inadvertido a mi amiga que sin cortarse, le dijo - ¡Phil verdad? …. Que te parecen mis tetas…., te gustan?
Solo le quedaba a Phil una respuesta posible – “La verdad Brooke es que las tienes preciosas, para comértelas chica” ……, ella sonrió y deslizó una de sus manos, por encima del marcado paquete de mi marido, y tras acariciárselo para sentir su tamaño y dureza, poniendo ojos de falsa sorpresa, dijo - ¡Ya veo que te gustan mis tetas …., a mi lo que guardas ahí dentro, me parece que me va a entusiasmar.
Mientras ellos seguían con su flirteo, Peter había apoyado una de sus manos sobre mi muslo más cercano, mientras con la otra, sus dedos exploraban a través de la abertura lateral de mi vestido, la suavidad de mi piel.
Yo viendo como Phil dejaba a mi amiga progresar, también hice lo mismo con Peter. Mientras el acariciaba mi espalda con su mano, por la abertura del vestido, me giré más encarada a el y le hice la misma pregunta que mi amiga a mi inocente marido - ¿Y a ti Peter, que te parecen mis tetas?
¿te gustan o las prefieres más grandes?
Peter me respondió – “Para poder responderte con sinceridad y con conocimiento, estoy seguro de que son hermosas y jugosas, pero tendré que esperar a verlas, porque el sensual vestido que llevas y te queda muyyyy sexy, no deja ver a través, como el de Brooke.”
Sorprendiéndome yo misma con mi reacción, imagino que producto de la excitación de aquella caliente y sensual situación, con naturalidad, bajé la parte superior de mi vestido sin tirantes y las descubrí para que me las viese y gozase, algo que yo también estaba deseando mientras le decía a Peter – “Y ahora? ….., que te parecen ….., te gustan … las ves bien?
El con una sonrisa de satisfacción, mientras yo seguía con mis tetas por fuera del vestido, dijo rápidamente - ¡Tan hermosas y deseables como las imaginaba Alice ….. las tienes preciosas y alargando ambas manos, no se cortó en tocármelas, hasta detenerse con sus dedos en mis pezones, que con sus caricias, se me pusieron muy duros al instante, mientras notaba como mi coño empezaba a mojarme el tanga.
Con gusto, le dejé hacer con naturalidad a Peter, mientras veía de reojo, como una de las manos de Phil, ya se encontraba dentro de la blusa transparente de la golfa de mi amiga, que se la dejaba sobar con cara de vicio, acariciando entretanto la polla de mi marido por encima del pantalón, que mostraba un enorme erección.
Como si de una competición se tratase entre los cuatro, pase mis brazos por detrás del cuello de Peter y empecé a besarlo con deseo y una calentura que iba en aumento, mientras el, seguía jugando con mi tetas y pezones.
Llegado este punto, estábamos listos los cuatro, y deseando pasar a la parte Privada, opción que recomendó la falsa Brooke diciendo con guasa ¿Qué os parece tortolitos … si entramos y vamos a la zona de Baile, yo y me parece que vosotros también, debéis estar deseando bailar muy pegados, o terminaremos follando aquí en la entrada, jajaja……,
Tenía toda la razón mi amiga – yo estaba deseando igual que ella, soltarnos totalmente yo con Peter y ella con Phil así que de dije – “Si, Brooke, vayamos a la Zona Privada, que estos dos machos, ya empiezan a estar en celo, jajaja!
Nos levantamos los cuatro y ya cambiados de pareja, Peter llevándome de la cintura a mi, y Phil con una mano en la cintura y otra en el goloso culo de Brooke, pasamos a la siguiente Zona Privada, con además de la pista de baile, estaban todas las demás zonas, nueve salas de juegos, desde zonas de camas, pasillo francés, cuarto oscuro, etc, una zona de yacuzzi y hasta una zona imitando el típico dogging ingles, con unos coches para practicar esta variedad, además de una zona de mazmorras …….., pero primero nos detuvimos en la zona de baile, porque los cuatro, estábamos muy calientes y excitados, con ganas de bailar y tocarnos sin restricciones.
Una vez en la Zona de baile, ellos fueron a buscar unas copas, mientras nosotras, entre sonrisas cómplices, no sentábamos en uno de los sofás. Cuando ellos llegaron, con las dos juntas en medio, mi marido se volvió a sentar pegado a mi amiga Brooke, y al instante de nuevo estaba pegado a ella como si tuviese miedo de que se le fuese a escapar, dándome cuenta cuando venía hacia nosotras la evidente erección que tenía y que se le notaba mucho, al no haberse puesto slips, realmente se le veía muy excitado con ella.
Peter se sentó a mi lado y tras dar un sorbo a su vaso de whisky, llevó su boca hacia la mía, mientras su mano derecha cogía mi mejilla para de nuevo empezar a besarme. Yo estaba también realmente cachonda por el juego que me daba Peter y unimos nuestras bocas, despreocupándose por completo de lo que hiciese mi marido.
Mientras nos besábamos con mucho vicio, cogí su nuca que acariciaba, mientras nuestras lenguas y labios se unían y nos comíamos la boca el uno al otro.
Sin dejar de besarle, sentí como su mano, descendía de mi cara, para tras acariciarme el cuello, introduciéndola por debajo del escote del vestido, empezaba a jugar con una de mis tetas y buscaba mi pezón, para comprobar lo duro que sus caricias me lo habían puesto.
Yo me dejaba hacer como una zorra caliente y él seguía progresando, bajándome completamente el escote para acceder con facilidad a mis dos pechos.
Cuando llevábamos unos buenos minutos besándonos con lujuria, Peter dejó mi boca libre, para empezar a chuparme un pezón, en el que sentía su lengua y sus labios, presionar, poniéndomelo duro, como hacía tiempo que no me lo había puesto.
Con su otra mano, le estaba dando un buen masaje a mi otro pecho y yo notaba como mi tanga empezaba a estar empapado con mis jugos.
Instintivamente, mire hacia el frente para ver a Phil y mi amiga.
La muy guarra, estaba sentada sobre las piernas de mi marido y con sus rodillas dobladas y sentada sobre el con una pierna a cada lado, si no se estaba follando ya a Phil, por los movimientos de sus caderas, como mínimo le estaba restregando con deseo incontenible sus como de perra, con fuerza contra la polla de Phil, aunque no podía ver, si ya se la había sacado, o seguía dentro del pantalón - cosa poco probable, pensé para mí.
Judith tenía el vestido desabrochado y bajado hasta sus caderas, por lo que sus tetas se las estaba comiendo mi marido.
No quería quedarme atrás en el juego, así que busque los botones del pantalón de Peter y desabrochándoselos, introducir una de mis manos (el tampoco llevaba ropa interior) y su empalmadísima y de un tamaño nada despreciable polla –ahora entendía lo que más valoraba Judith en Peter, la muy zorra! – apareció ante mi vista, la cual cogí y acaricié, buscando también sus bolas, que llevaba completamente depiladas y empecé a jugar con lo que más me gustaba, una buena polla y unas jugosas bolas duras.
Instantáneamente, una de sus manos, sentí como se introducía entre mis muslos, buscando mi coño, por lo que le dejé espacio, separando mis piernas lo suficiente para que pudiese llegar hasta el, y que yo estaba deseando.
Si dejar de comerme las tetas y pezones alternativamente, sus dedos alcanzaron mi mojado tanga y me empezó a acariciar por encima de el, buscando con sus dedos, el contacto con mis labios exteriores y mi húmeda raja.
Estaba deseando meterme aquella polla dura en la boca y chupársela, pero entonces el no podría acceder en la posición que estaba a mi coño y mis tetas, así que opté por recostarme hacia atrás, con los muslos separados, el vestido ya enrollado en mi cintura y mis tetas y coño ofrecidos a sus juegos.
Al recolocarme, si que pude ver claramente, como la guarra de Judith, estaba cabalgando al cerdo de mi marido que tenía los ojos semi cerrados de placer. Pero sin dejar de acompañar por la cintura a Judith en su cabalgada.
Peter al verme recostada y deseándolo, lo que incremente indicándole con mi dedo, que se pegase se mi, no dudó en apartar mi tanga a un lado, dejando mi coño ofrecido a su boca, que con un movimiento de caderas, encajé entre sus labios, mientras apoyaba ambas manos sobre su nuca y le incitada seguir diciéndole - ¡Peter cariño, cómeme el coño, estoy caliente como una perra en celo….., cómemelo por favor!
Yo estaba ya rendida al placer y excitada como una puta, intentando ahogar los gemidos, que su comida de chocho, hacía salir de mi boca.
Ya con el tanga totalmente sobre una de mis nalgas y mi coño desnudo, Peter introdujo sus manos por debajo de mi culo para elevármelo y tenerlo más ofrecido.
Con mis ojos cerrados, empecé a gozar de aquella lengua que jugueteaba dentro de mi vagina y con mi hinchado y clítoris. Su boca se hundía mas y más en mi coño y yo lo abría para que entrase lo más posible en el, mientras con dos de sus dedos, jugaba con mi ano y me lo lubricaba con mis propios jugos, introduciendo uno de vez en cuando, lo que me hacía retorcer de placer y ya no podía evitar que mis gemidos de placer, saliesen de mi boca, aahhh, aahhh, ……oohhhh, mientras mi respiración se iba acelerando.
Que alguien me coma el coño, es una de mis debilidades, y Peter, casualmente, me estaba haciendo una de las cosas que más me gustan.
El aceleró el ritmo de su comida de coño, mientras me follaba con varios dedos, manteniendo un par de su otra mano dentro de mi culo, viendo como me retorcía de gusto y agitaba la cabeza de lado a lado, mientras seguía sin poder evitar gemir ……, mezclando hasta el ingles en mi éxtasis, ¡Oh yes…., oh good ¡ …. - mientras le decía - ¡Si …, si …, no pares …., no paresssss…… al que siguió un revelador … ooooooohhhhhhhhhhh, aahhh aahhhh.......!!! ….., mientras el sentía las contracciones del esfínter de mi culo, y las contracciones de mi chocho, acompañadas de abundantes jugos que el saboreaba, mientras con mi cabeza lateada y retorciéndome de placer, seguía presionando su cabeza contra mi coño……….
Tras esos instantes de máximo placer, mi cuerpo entero se relajó, derrotada y abandonada de satisfacción a aquel amigo, que tras años de no haber follado con nadie que no fuese mi marido, me había dado tanto placer.
Cuando abrí los ojos, vi a la zorra de mi amiga, abrazada al cuello de mi marido, quietos los dos también, porque estaba segura de que Judith se lo había follado como una buena amazona que era, y su caliente semen, ya corría por dentro del coño de mi amiga.
Se levantó desacoplándose de mi marido, y pude ver, como goteaba de su coño el semen de Phil. Por su parte Peter subió hasta mi cara, sintiendo como su polla se situaba en posición de joderme duro, pero en ese momento, Judith le interrumpió diciéndole ….,¡ no seas impulsivo Peter! …., ya te follaras a Alice por todos y cada uno de sus hoyos de puta! ……., ahora las dos, queremos ofreceros un espectáculo dedicado para vosotros dos en exclusiva….., bueno y para todos los que deseen mirar lo bien que bailamos juntas!.....
..... esos primeros juegos sexuales entre los cuatro, iban a significar el pistoletazo de salida, hacia una larga noche, tan inesperada, como excitantes sorprendente, donde me dejarían llevar por miis deseos antiguos deseos, hacia la lujuria completa ........ Alice