Compl (o no) a mi marido en juegos Swinger Cap-05
Continuación del 4º Capítulo... mientras nosotras nos íbamos al baño, a lavarnos y quitarnos los abundantes restos del cremoso semen de aquellos dos sementales negros y arreglarnos el pelo, que teníamos echo un desastre, porque lo habían usado para manejarnos como simples perras y nos volvimos a ar
Comp. (o no)) a mi marido en juegos Swinger Cap-5
Capitulo- 05
Prologo- (continuación del 4º Capítulo... mientras nosotras nos íbamos al baño, a lavarnos y quitarnos los abundantes restos del cremoso semen de aquellos dos sementales negros y arreglarnos el pelo, que teníamos echo un desastre, porque lo habían usado para manejarnos como simples perras y nos volvimos a arreglar el maquillaje.
Megan y yo, (ella era una divertida y traviesa anfitriona) nos duchamos rápidamente y oliendo de nuevo a limpio, nos volvimos a arreglar el pelo y la cara para estar de nuevo, guapas y seductoras, me preguntó si me había gustado ese inicio de fiesta con aquellos machos congoleños, a lo que no tenía yo otra respuesta posible, que había sido excitante y maravilloso ser follada así, sometidas por esos dominantes sementales.
Ella también gozaba con este tipo de juegos y con casi todo, lo que fuese excitante, novedoso y sorprendente, algo de lo que solían encargarse su marido Bruce, junto a Michael y los demás, y que siempre solían ser juegos muy morbosos y excitantes para todos.
Ya limpias y perfumadas como doncellas, Megan me dio uno de sus tanga (el mío ya me lo habían roto, y ella misma también tuvo que ponerse otro nuevo, si bien sabíamos que lo más posible que es que no nos durasen mucho tiempo puestos.
11 – El juego de Las Cerditas Ciegas ………
Entretanto, Bruce y Michael, les dijeron al resto de las damas, quienes de ellas deseaban participar en juego de las “zorritas ciegas” como solían llamarle ellos.
Tatianna y Sascha, las dos rusas, se apuntaron al juego, también Meredith y Bonny, se animaron a ser cuatro de las “zorras ciegas”.
En el baño, Megan, me dijo que iba a descansar, porque estaba rota de ser follada por aquellos sementales, pero, me dijo, jajaja…
¡Tu Alice, me temo que no te vas a librar de ser otra de las excitantes zorras del juego, jaja…..!
Aprovechamos para servirnos un whisky cada una para reanimarnos, y ya de nuevos limpias y arregladas, regresamos al Salón Principal.
Bruce y Michael, ya estaban preparando a las otras cuatro “voluntarias” y vi que se trataba de vendarnos firmemente los ojos para no poder ver nada de lo que estaba sucediendo a nuestro alrededor, ni que iban a hacer con nosotras… esa expectativa me excito mucho. Los juegos de sexo, con los ojos vendados, siempre acostumbran a ser muy excitantes e imprevisibles.
El juego prometía ser atrevido y lleno de vicio, seguro.
También les habían puesto unas muñequeras y tobilleras para poder inmovilizarlas y por supuesto, todas con el preceptivo collar de perra-puta.
Cuando entramos, Megan se fue a sentarse y tomarse otra copa, haciéndole señas a Bruce, de que en esta ocasión… pasaba!... e iba a estar de espectadora o jugando con los que miraban.
A Michael, ya ni tan siquiera le pregunté, pues sabía que el ya había decidido por mi, así que me acerque a el y me puso las muñequeras y tobilleras, y después me vendó los ojos, asegurándose de que no pudiese ver nada.
Noté por las manos que nos guiaban, y que nos colocaban en el centro de la Sala a las cinco.
Por instinto, repasé mentalmente, cuantos hombres habían disponibles para nosotras cinco, suponiendo que todos decidiesen participar. Si no me había olvidado de nadie, eran 11 invitados, incluido Michael y cuatro damas… si los quince decidían jugar con nosotras, tocábamos a tres por cada una, si bien tenía la duda, de si los dos congoleños, que ya habían terminado su “show” o también se iban a unir al juego.
Solo imaginar lo que posiblemente iba a suceder, me entraron temblores de placer en mi estómago y mi coño de nuevo se estaba humedeciendo …….
Sabía que junto a nosotras cinco, teníamos a Michael y a Bruce, a los que por sus pasos y las voces, deduje que varios más venían donde estábamos nosotras.
Michael, me cogió del collar y quitándome la correa, me puso otro objeto metálico (después supe que era un mosquetón para engancharme a algún lugar) porque no podía ver nada, solo intentar adivinar lo que estaba sucediendo, lo que añadía una enorme carga de intenso morbo a la situación de sumisión en que estábamos las cinco
Guiándome por el collar, Michael me hizo mover y oí el chasquido del mosquetón, al engancharlo a algo metálico. Otros cuatros chasquidos se oyeron, por lo que deduje que las cinco estábamos sujetas a algo!... pero que podía ser?... en medio de la Sala, no había nada donde pudiesen engancharnos, pero quizás había algo que no había visto.
Con disimulo, subí mi mano hasta mi cuello y pude tocar un aro grande y metálico, por donde se deslizaba mi mosquetón y el roce con el hombro de otra de las zorritas, me permitió imaginar, que estábamos las cinco… con seguridad… todas enganchadas por nuestros cuellos al mismo amplio aro, formando con nuestros cuerpos un círculo completo.
¡Hermoso ramillete de putas que hemos juntado!...
creí adivinar que decía Edwin, por su acento alemán…
¡Vamos ……, vamos! …., todas de rodillas …! añadió otro a quien no supe identificar.
Me arrodillé y a ambos lados sentí al tocarnos, que tenía a otra “cerdita ciega” del juego a mi lado, por lo que parecía, todas unidas al aro que nos mantenía juntas, y que nos permitía, sentir las respiraciones aceleradas de las demás.
Oí pasos a nuestro alrededor, imaginando que nos miraban una a una, como quien mira un rebaño de cerditas, por el color de nuestra piel…
La siguiente instrucción que nos dieron, vino de Michael…
¡No…, no…, las perras y las cerditas, no deben estar de rodillas …., ¡su posición natural, es que se pongan como lo que son, ……., un rebaño de hermosas cerditas a cuatro patas! Jajaja…
Sentía que debía haberme sentirme ofendida por el trato y la humillación, pero, el cosquilleo dentro de mi barriga y la humedad creciente de mi coño, demostraban que aquello me calentaba como una sucia puta, sin poder evitarlo… y deseaba ser lo que ellos decían, una simple cerda lista para el sacrificio …., y cada vez estaba, más cachonda, gozando de que todos y todas me viesen mostrandome así, ofrecida a cuatro patas.
Una vez todas formando ese vicioso circulo de culos casi desnudos, otro de los invitados dijo acariciando algún culo de los que tenían a su disposición…
¡Vaya, estas cerdas, están bien húmedas, pero sus nalgas siguen frías Oohh! … ¡Tendremos que calentar esos jugosos culos un poco… no os parece?...
Comentó uno de ellos, dirigiéndose a los demás.
Nuevamente empezó una ronda a nuestro alrededor, o eso es lo que yo intuía, porque empezaron a darnos palmadas en las nalgas, pero sentía como eran distintas manos las que lo hacían, en concreto seguro que los cinco lo estaban haciendo al mismo tiempo ….. por la continuidad de las palmadas y como se sobreponía su sonido al palmear todos al tiempo nuestro culos … ¡Plass …!Plass…!Plass…! Plass, plass…! … así durante unos minutos en que mi culo lo estaba empezando a sentir caliente como un horno y seguro que rojo.
Lo excitante de la situación de sumisión conjunta, era que esos azotes, me habían puesto caliente como una perra en celo, y lo que estaba deseando, era más y más vicio para mi cuerpo.
Finalmente se detuvieron las palmadas e imaginé que cada uno de los cerditos que teníamos cada una detrás, se preparaban para “encargarse”, cada uno, de una de las cerditas.
Unas manos grandes y fuertes, pero suaves de piel, por lo que sin duda, eran de un caballero, palmearon ambos lados de mis caderas al mismo tiempo, y su propietario, las mantuvo allí, guiando mi culo y moviéndomelo contra una dura polla, que sentía golpear mis nalgas, enfilase mi mojado coño.
Pegándose contra mi culo, metió su polla entre mis muslos pero sin penetrarme y empezó a moverse y “bailar” conmigo, con ritmo de follada, pero solo calentándome todavía más, al sentir su duro rabo, rozando duro, mis labios vaginales como si me follase …. mis jugos empezaron a fluir sobre su rabo para su satisfacción y en el interior de los míos, sentía como su líquido pre-seminal, goteaba mojándomelos.
Con los ojos vendados, no podía gozar del excitante espectáculo que debíamos estar ofreciendo las cinco cerditas, cada una con su respectivo “Verraco” (así se llamaba a los cerdos sementales para la cría, iniciando todavía una falsa “monta” sobre cada una de nosotras)… imaginar esa excitante y sucia escena en mi cabeza, hizo que no pudiese evitar empezar a gemir oohhh!... aahhh!... aahhh!... otras de mis compañeras, también estaban ya gimiendo de placer, formando un sucio y vicioso coro de gemidos.
Cuando nuestros gemidos fueron en aumento, fue Michael que por el sonido de su voz, debía estar frente a mi, calentando a otra …
¡Estas cerdas, ya están gimiendo desesperadas porque las montemos, así que vamos a empezar a darles lo que nos están pidiendo, las muy putas! …
El macho que me había tocado a mi, retrocedió un poco, lo justo, para poder colocar su polla a la entrada de mi encharcado coño, y de una sola embestida que me mandó hacia delante sujeta por el mosquetón al círculo, y cogiendo con fuerza mis caderas, sentí sus duras bolas golpear contra la base de mi coño, empezando a bombeármelo con vicio diciéndole a mi acompañante…
¡Michael, como prometiste nos has traído una magnífica cerda! … Ohh… Si!... esta guarra, se muere por una buena polla! … toma! …toma! ….
Mientras sin dejar de hablar, a cada embestida, me la metía con más fuerza y deseo hasta el fondo, y debía ser una buena polla, porque entraba ajustada y sentía su cabeza muy profunda dentro de mi.
En un instante, aquel corrillo de cerdas y verracos, se llenó de sonidos de cópula y sexuales…, choopp…, choopp! …. ¡ooh… yeah! … choopp! …, chopp! …
Hasta que en unos minutos, sentí como mi desconocido verraco y semental, entre gemidos y suspiros, se vaciaba por completo dentro de mi, sintiendo su semen caliente llenar mis tripas, lo que me producía gran placer, sentir como era inseminada … oohhhh! …,siiii!
Uno tras otro se fueron vaciando dentro de cada una de las cinco calientes cerditas sumisas!...
El mío se mantuvo tras correrse, enganchado con gusto a mi, mientras me decía…
¡Lo que daría, cerdita, por poder preñarte de verdad! …. Uufff!,… ¡eso si me gustaría, y ver como tus tetas y tu barriga se iban hinchando, wow! …. ¡ que placer sería ..¡preñarte, hermosa puta! Dios mío que gusto! …
Tras estos últimos “piropos” que me dedicaba aquel conocido de la fiesta, pero que no había podido discernir quien era, me la sacó y se entretuvo todavía un poco sobando con su mano, el goteante y caliente semen suyo, con el que se llenó la mano, directamente recogido de mi coño.
Pensé que se había marchado, pero de nuevo, cogiéndome del pelo, oí como acercaba su mano llena con semen y mis jugos me decía…
¡Me gustas puta! ….., así que voy a darte este regalo! ….,
Yo ya pude imaginar lo que era, por lo que abrí mi boca, y el introdujo sus dedos llenos de semen y jugos mezclados, que yo chupé sumisa, sintiendo el sabor de su semen y mi coño juntos…
Una vez, tuvo los dedos ya limpios y bien chupados, dándome unas cariñosas palmadas en mi lomo y culo, se marchó a sentarse para cederle mi follado coño a otro “verraco”, imagino…, porque no podía ver nada, solo adivinar por los sonidos y sensaciones, lo que hacía la situación todavía más excitante…
Tras habernos follado a las cinco Bruce dijo a los otros cinco que no habían participado…
¡Vamos amigos, venid rápido, que las cerdas están ahora muy calientes! ¡Os las hemos dejado listas para ser montadas! ….. ¡están suplicando todas, mucha más polla!
Añadiendo …. ¡Venga no dejad que se enfríen sus culos y coños, …vamos, Dylan, Jacob, Lloyd, Ronald, Raymond … Chad, el último en llegar se quedará sin agujero libre, porque solo hay cinco cerdas y sois seis, jajajaja…. ¡ pero os hemos dejado el mejor agujero para que las gocéis… sus putos culos ¡ … sabrosos como la miel! Y que se lo tragan todo como buen “agujero negro” jajaja
Se oyeron sus pies desnudos corriendo para no quedarse sin cerdita, y al instante, sentí como riendo entre ellos, por conseguir uno de los cinco culos disponibles, se apresuraban y empujaban , y como finalmente se reían de Jacob ...
¡…jajajaja…., Jacob, en la próxima ocasión tienes que ser más rápido, jaja!
El que me había tocado a mi, se arrodillo detrás de mí, y tumbando su cuerpo sobre el mío, me hizo sentir, el placer del contacto de su polla contra mis nalgas, con sus manos cogiendo fuerte mis tetas y sus pectorales apoyados sobre mi espalda.
Separé más mis rodillas, para ofrecerme más accesible a el, mientras me apretaba las tetas y pezones y me besaba el cuello, mientras yo sentía, como su polla húmeda, mojaba mis muslos.
De nuevo volvía a sentirme una cerdita afortunada, lista para ser montada. Por una indiscreción de mi follador que le susurró a su esposa…
“Meredith mi hermosa puta …., estas muy sexy con ese macho, listo para romper tu culo de blanca cerdita! pude saber, que quien había conseguido ocupar mi grupa era Dylan el marido de Meredith….
Mientras me besaba el cuello y jugaba con una de mis orejas, su mano derecha me soltó una de mis tetas, y se introdujo entre mis muslos, que yo abrí un poco más, para que tuviese espacio y tras jugar con mi coño, separando ambos labios y buscando con los dedos, la entrada de mi vagina, la retiró un instante, pero enseguida noté que llevaba entre sus dedos algo metálico y frío…?
Pude notar pronto, que eran unas bolas vibradoras, porque me las introdujo una a una, sintiendo el placer del frío metal y como se iban introduciendo en mi coño caliente, moviendo yo mi culo con deseo. Una vez las tuve todas dentro, el me susurró…
¡Caliente cerdita Alice… eso es un …”extra” …, que te va a encantar, puta! …. entre esto y mi polla, quiero ver como gimes y chillas, y si tus piernas, son capaces de sostenerte cuando te corras de gusto, con tus dos hoyos follados al mismo tiempo, zorra! …
Y tras decirme esas calientes palabras, puso en marcha el vibrados de las bolas vaginales, que iban cambiando de frecuencia y me estaban poniendo muy ardiente…
Mientras sentía el placer de las bolas vibradoras, que me estaban matando de gusto, Dylan, pues se había descubierto al hablar con su esposa – puso su mojada polla con esa gran cabeza que tenía y ya había visto antes, a la entrada de mi culo, diciéndome…
¡Lástima puta, que esos negros, ya te lo han abierto bien, porque me hubiese gustado ser yo, quien te lo rompiese ahora! … uuhhh, …¡Siii!
Y con sumo gusto, sentí su dura polla, como despacio, pero sin encontrar resistencia ya, se iba introduciendo dentro de mis tripas, hasta que sentí como su pelvis y duras bolas, hacían tope a la entrada de mi follado ano, mientras rozaban mi coño al balancerase…
¡Oh Dios! ….. , dijo el, una vez la tuvo toda dentro de mi ….,
¡Metértela por el culo toda entera es un placer divino, puta! …
tras lo cual, empezó a follarme primero despacio, gozando del roce de su polla, contra las paredes de mi culo, una y otra vez, deslizándola despacio pero hasta el fondo, porque seguro que deseaba que la follada de culo, que me estaba matando de gusto, nunca terminase.
Entre las bolas vibradoras y sentir su polla, entra y salir en cada ocasión casi en su totalidad, deslizándose de nuevo dentro de mi culo, me excitó tanto, que no tarde en conseguir un primer intenso orgasmo, que el sintió con placer, por los rápidos y continuos espasmos de mi esfínter presionando sobre su rabo, y mientas yo gemía como una puta ….. aahhh!.... aahhh!... aahhhhhhh! … ¡Oh yeah! … I’m coming! … I’m coming!.. yeahhh!.. corriéndome en verdad, como una vulgar cerda.
El sin dejar de follarme el culo, muy satisfecho por la rapidez en que había conseguido que me corriese con el, les decía a los demás …
¡Mirad como goza mi cerda! ….., ¡Se esta corriendo como una puerca en celo, con las embestidas de mi duro rabo! ……., ¡Así me gusta, puta..! ¡Porque pienso hacerte correr más veces, hasta que desfallezcas, y llenarte con mi caliente semen!
Paulatinamente, las demás, también se fueron corriendo, y los machos las azuzaban, gozando todo el grupo, nosotras, ellos y los que nos miraban, de un excitante espectáculo, de sexo en vivo y en grupo, con una ambientación muy morbosa… con las cinco “cerditas ciegas” follando en el centro con cinco calientes machos.
Entre sus palmadas en mi culo, como si fuese una yegua a la que cabalgaba, el placer de las bolas vibrando dentro de mi coño y ahora su duros pollazos, mientras me cogía del pelo, como si sodomizase a una verdadera perra en celo, hicieron que no tardase en llegarme un segundo e intensísimo orgasmo y gimiese escandalosamente entre las piernas de Dylan, empapado mi coño con mis jugos, sus bolas al golpearlo, marcaban el ritmo de su follada con un sonoro y rítmico, choop!... chopp!... choppp…!, mientras ya desbocada, le rogaba a mi macho …
¡No pares …., ¡No pares…., ¡Sigue …., sigue! …, mássss! …,másss! …. Oh ….., yeah, ….. oh! …. Good! … Go harder!... I’m coming! …
Dylan aceleró su fuerte ritmo y a cada nuevo pollazo, pensaba que me iba a meter también sus bolas dentro mi castigado y enrojecido culo!
Era maravilloso ser cabalgada así, hasta que empezó a tensarse y por fin…., Uaaauu!... pude sentir sus chorros de semen a cada espasmo de su polla, llenando mi culo de cerda! Mientras gemía y hasta tuvo la divertida ocurrencia de imitar los sonidos de un cerdo jodiendo…..¡grooouu ….,!groouu!… mientras se vaciaba dentro de mi y yo gozaba con aquel manantial de caliente y cremoso semen, que sentía penetrar y deslizarse muy profundo en mis tripas.
Mis piernas me flaqueaban y me temblaban, pero el me sujetaba en la buena posición, para seguir follando mi culo, unos minutos más, después de correrse!…
Yo por mi parte, trataba de recuperar el aliento……, ahhh, …..aahh, ….. bufffff…..,
Mientras mantenía su polla dentro de mi, me fue sacando las bolas de mi coño y después poco a poco, me sacó su polla de mi culo y me la pasó por todas mis nalgas y canalillo, impregnándolo de los últimos restos de su caliente semen de macho dominante……..
Cuando Dylan, se separó definitivamente de mi, estaba tan feliz y satisfecha, que sin pudor, me dejé deslizar sobre el suelo de mármol, boca abajo, con las piernas tendidas a lo largo y los brazos desordenados, sucia, llena de semen, especialmente en mis tripas y culo y despeinada como una sucia perra…., pero inmensamente satisfecha con tanta polla recibida….
El frío del suelo sobre mi cara, tetas, vientre y muslos, me sentaba bien, …. ¡uumm….., estaba agotada y acalorada.
Las risas, gemidos, jadeos y palabras sucias se fueron acallando, y ahora allí tumbada, recuperándome, solo oía voces en voz baja entre unos y otros y las que habíamos hecho el rol de cerdita…….
Sentí como alguien soltaba mi mosquetón del aro y me liberaba, pero cuando fui a quitarme antifaz que tapaba mis ojos, con una mano, me detuvo, diciéndome con un sensual susurro…
“Ssssss… quieta!…. déjatelo puesto cariño! ¡Es más sensual, dejarse llevar, sin saber a donde! ¡Goza del momento preciosa!
Era la voy de Michael y mis latidos se aceleraron al oírle a mi lado.
Me ayudo a ponerme pié, note que el también estaba desnudo y sudado, me abrazo y me dio un buen morreo, le notaba feliz, a gusto conmigo, y eso, no sabía porqué, me complacía también a mi, aunque casi, ni nos conocíamos.
Me pasó una mano por debajo de mi brazo izquierdo y otra por mi culo desnudo y me tomo en brazos….., no dije nada, solo apoyé mi cabeza en su hombro, lo que me hacía sentir querida y protegida al mismo tiempo.
¡ No te quites el antifaz, hasta que yo no te lo diga Alice, perrita mía…
No sabía donde me llevaba ahora, pero tampoco me importaba donde fuese, había algo en Michael, que me empujaba a dejarme llevar por el y seguirle donde me llevase ….
En el próximo Capítulo, el sexto, sabremos a donde me llevaba…
(Nota de la autora: este nuevo 5º capítulo, quiero dedicárselo a una buena amiga, porque es una gran persona... dedicado para ti querida Eva)