Compl a mi marido (o no) en Juegos Swinger Cap-16
Llevándome conmigo esa sensación de culpabilidad, nos fuimos a la cama, cada cual a la suya, porque si nos hubiésemos acostado junto de nuevo, en un momento u otro, el seguro que me hubiese notado distinta y yo al menos temporalmente, aunque algo me decía, que no volveríamos a estar juntos de nuevo
Nota de laautora:
Un final de una etapa, y dado que va a haber una segunda Parte de esta Historia, creo que hace necesario, esbozar el "día siguiente" de la Historia, para introduciros a los que habéis tenido la paciencia y me habéis halagado, leyendo lo que he escrito con sentimiento, y mostraros las primeras vicisitudes y cambios, que tendrá que afrontar la protagonista de esta Hístoria, ahora viviendo sola, de lo que ella es muy capaz, pero guardando con cariño, dentro de su corazón, los años felices junto a Phil, que ha sido una pareja perfecta.
Pero todo en esta vida, absolutamente Todo, tiene un final, y su etapa al lado de Phil, ha llegado a si fin. Los próximos Capítulos - 16, 17 y 18, son realmente los que ponen punto final, digamos al Primer Relato, a partir de ahí, empezará la Segunda entrega, todavía en preparación, para los que deseen, seguir el devenir de la Dra. Alice
En los tres capítulos (que ya están istos para publicar) termina esta Primera Parte. Mis más sinceras gracias a todos. Becka
Capitulo - 16
35 - Todo en esta vida tiene un final
Tras haber tomado la decisión de mudarme a un apartamento, desde el martes, empecé a sondear lo que habían en alquiler y que me gustasen, y a partir del miércoles, empecé a visitar algunos.
Finalmente, encontré un pequeño ático que me encantó, era en alquiler y de una sola habitación doble, pero tenía una bonita terraza para salir al exterior y tomar el aire, o el sol, cuando salía en London.
Para mi no necesitaba más, estaba amueblado con bastante estilo, y lo que no me gustase ya lo iría cambiando y poniendo a mi gusto.
Cuando regresé a casa, estaba realmente aliviada por haber resuelto el problema de encontrar algo y poder trasladarme.
Phil ya estaba allí y al verme entrar simplemente me dijo
—¡Hola Alice! ¿Ya has encontrado lo que buscabas? Yo le respondí
—¡Si Phil, es pequeñito como deseaba en el área de
Southwark y es el que más me ha gustado! -añadiendo- contactaré con la agencia de mudanzas para que trasladen mis cosas, aunque poco me voy a llevar porque está amueblado, solo mis cosas, la ropa y algo que tu no quieras!
El que cada día estaba más distante, por eso prefería trasladarme lo antes posible, para no seguir incomodándole con mi presencia, después de saber que había decido marcharme a vivir sola, simplemente dijo
—¡No hay problema, llévate lo que quieras! ¿Por cierto,…, quieres que celebremos una última cena de despedida, ya que has decidido volar libre? - Se notaba claramente el sarcasmo en sus respuestas, por lo que le dije.
— ¡ Ya lo habíamos acordado así Phil! ¿Te molesta que haya decidido pasar un tiempo, o quien sabe si mucho, viviendo sola?
— ¡ Ya te dije que no hay nadie más en mi vida, sencillamente deseo estar sola para centrarme y pensar? El se encogió de hombros, diciéndome, antes de levantarse y decirme que esa noche cenaría fuera.
— ¡Bien guapa, pues puedes marcharte cuando quieras si es que así lo deseas! - Añadiendo - ¿Por cierto cuando te vas al final?
Me di perfecta cuenta, que empezaba a incomodarle que siguiese en casa, a pesar de que solo hacía tres días, estaba deseando que me quedase, pero alguna cosa estaba cambiando en nuestra buena relación, porque día a día le notaba más distante.
Imagino que el pensó que la cosa acabaría conmigo arrepentida (que en cierto modo lo estaba) y el perdonándome y así cerrar el problema y seguir juntos, pero eso no hubiese sido resolver el problema, sino más bien, cerrarlo en falso, hasta que estallase otra crisis.
Como le vi también decidido a deshacerse de mi, le dije, con naturalidad.
— ¡Phil, había pensado en trasladarme al apartamento el sábado por la mañana y así tener todo el fin de semana para organizar mis cosas allí! --añadiendo- ¿Te parece bien?
— !Si, pero a mí, casi me vendría mejor que ya el viernes, cuando termines de trabajar, recojas tus cosas y ya duermas allí! …¡
— !Así dejamos esto resuelto, y yo también organizo mis cosas!
Buff, pensé para mis adentros, que vaya prisa le había entrado por librarse de mi, pero bueno, quizás mejor así, así que le dije.
— ¡De acuerdo, si lo prefieres así, el jueves avisaré para que pasen los de la mudanza y lleven mis cosas al apartamento! -añadiendo un poco molesta por sus repentinas prisas, pero advirtiéndole.
—¡Aunque de todas formas, tendré que pasar por aquí el viernes cuando termine de trabajar, para no tener que llevarme las últimas cosas al trabajo y dejarlas en el coche?
Phil, con desdén, me dijo que le parecía bien, quizás el todavía no estaría y que no le esperase diciéndome.
— ¡No me gustan las despedidas, prefiero que cuando yo regrese…, ya trataré de llegar más tarde ya te hayas ido!
No respondí a su despecho, porque parece que mi infidelidad empezaba a asumirla peor, y no quería que terminásemos mal, así que me callé, y me propuse ya no estar en la que hasta entonces había sido nuestra casa, cuando el regresase, si eso es lo que el deseaba.
Por mi parte, trasladarme a vivir sola, cada vez me ilusionaba más. Seguro que iba a ser un cambio positivo para mi (aunque aquellos años de matrimonio con Phil, habían sido maravillosos) pero la rutina al final termina con muchas relaciones y la nuestra solo era una más.
Estaba resuelta a vivir “mi vida” a mi manera, viajar cuando dispusiese de tiempo, salir con mis amigas, en resumen, hacer en cada momento, lo que me apeteciese, sin tener que coordinarlo con mi ex, como hasta ahora.
36 - Viernes , comienzo de una nueva etapa
Como ya era habitual, aunque con mucha más frialdad que el anterior domingo de mi regreso, coincidimos a la hora de marcharnos y desayunar, aunque cada cual, enfrascado en sus cosas.
Phil, que se marchó antes que yo se despidió con una mezcla de rencor y desengaño de mi, pero no de cariño, diciéndome, tras darme un beso en la mejilla.
— ¡ Bien Alice, aquí se acabó lo nuestro…..¡ y así se terminaron nuestros 6 años de relación.
Su adusta despedida, me dejó bastante, quizás no sorprendida, pero si con un sabor bastante amargo, porque los días anteriores, especialmente los posteriores a mi llegada, me recibió mejor de lo que me esperaba.
Posiblemente mi decisión de irme a vivir sola, le había decepcionado más que la propia infidelidad, ya que adivinaba, que mi decisión era no retomar lo que ahora dejábamos en suspenso y seguir cada uno su camino.
Estaba casi segura, de que el motivo de su contenido enfado, era porque intuía que yo prefería cortar definitivamente la relación, y marcharme a vivir sola, solo era un paso intermedio, antes de separarnos.
Pero bueno, pensé, ya quedaba poco y esta misma noche, ya estaría en el nuevo y ¡desordenado! apartamento, pero lo más difícil, que era marcharme de nuestra casa común, ya estaría hecho.
Hubiese sido mucho más feliz si nuestra separación, que no tenía porqué ser definitiva, y deseaba quedar como amigos muy íntimos, y quien sabe, quizás con el tiempo……, pero, lo hecho, hecho estaba y solo el tiempo pondría las condiciones a nuestro nuevo estatus, aunque no deseaba tener que discutir con Phil por nada, prefería ceder en muchas cosas, antes que terminar mal.
Esa mañana me marché al trabajo más aliviada y feliz, solo me quedaba pasar por nuestra casa, y recoger las últimas cosas, y después, sin prisas y a mi gusto, ir decorando el pequeño pero bonito ático que había alquilado.
La jornada de trabajo, se me pasó muy rápidamente, me sentía positiva y vital, y hasta juraría que algunos de mis compañeros, se dieron cuenta de que tenía un buen día.
Sonreía por cualquier cosa y me sentía amable y feliz, además de muy ilusionada por “estrenar” de nuevo mi “soltería”.
A las 6 de la tarde, terminé todo el trabajo, que me había programado, antes de tomarme esos dos días de fin de semana, sábado y domingo, que iban a ser exclusivamente para mi.
No iba a llamar a nadie de mis amigas, quería estar sola en en apartamento y gozar de esa soledad que en ocasiones tanto deseaba en algunos momentos.
Ya cambiada y decidida, bajé al parking del Hospital, y en mi habitual 911 negro, fui por última vez ¿que pena, pensé? Al que había sido nuestro hogar durante seis años.
Como ya me avía advertido Phil, que no deseaba una triste despedida, cuando crucé la puerta, le llamé por si había cambiado de opinión.
—¡Phil? ….¿Estás en casa Phil? , pero al no obtener respuesta comprendí su decisión de ahorrarse el amargo momento de la despedida.
Subí al baño, y metí en una bolsa, todas mis cosas de aseo y personales, colonia maquillaje. Después miré en la habitación que tan buenos recuerdos me traía, y no había ya nada que recoger.
Por último, baje a la habitación de invitados, y ahí en otra bolsa, metí la ropa interior que tenía en los cajones, y alguna blusa y jersey que quedaban en el armario.
Tras un último repaso, no vi nada más que pudiese necesitar, y si me acordaba de algo, ya regresaría a buscarlo.
Metí todo en el coche tras los asientos, que es donde más espacio tenía mi coche, y tras cerrar la puerta y mirar por última vez la casa, como si me despidiese de ella, arranque el coche y me dirigí al que posiblemente iba a ser mi más íntimo “refugio” desde hacía mucho tiempo.
Tras aparcar el coche en la plaza de aparcamiento que había alquilado también, eran las 20 horas aproximadamente y ya empezaba a atardecer, aunque todavía quedaba menos de media hora hasta que el Sol se ocultase por detrás del Aeropuerto de Heathrow.
Como el ático que iba a ser mi casa, estaba en el equivalente a un tercer piso (encima de los dos inferiores) no disponía de ascensor y tampoco era muy necesario, así que subí por las escaleras y dejando las bolsas en el suelo, abrí la puerta de mi nuevo y personal espacio.
Al apartamento se accedía desde esa puerta situada en la segunda planta en una esquina, donde una escalera, me llevaba hasta mi nuevo, hogar, muy luminoso de día, si bien ahora al atardecer, era más bucólico y romántico.
Cerré la puerta y empecé a subir la escalera recta de un solo tramo que daba acceso a la plata que conformaba mi pequeño ático.
37 - Diecisiete escalones hacia el suplicio
Al llegar arriba estaba el salón (cuando estuviese ordenado y la terraza exterior, con la cocina en la pared opuesta, ocupando el espacio entre la pared de la habitación y la de la escalera.
Estaba nerviosa y también ilusionada de ya estar allí y pensar que durante el fin de semana, lo organizaría todo a mi gusto.
No encendí las luces porque los últimos haces de luz solar, todavía iluminaban el ático.
Con las bolsas en la mano, abrí mi amplia habitación, que a la derecha tenía el baño, muy clásico de baldosas blancas, con una bañera y una ducha separada por un tabique.
Nada más entrar en la habitación noté algo extraño que me sorprendió, porque del cabecera de la cama, colgaban unos cabos atados.
A partir de ahí todo sucedió muy rápidamente, dejé caer las bolsas al suelo, mientras se me escapaba un grito de miedo ¡Hhaaaa! …¡Que hacen ustedes aquí! Dije presa del miedo, cuando dos hombres enmascarados, que estaban a ambos lados de la puerta que habían cruzado, se pusieron frente a mi.
Eran dos, uno más alto que el otro, pero muy musculados y con sus caras cubiertas por pasamontañas negros
Lo primero que me vino en mente, es que me había topado con unos ladrones que habían entrado para robar, pero enseguida presentí detrás de mi, que había un tercer hombre, que debía estar escondido tras la cocina cuando yo había entrado.
Ese tercer hombre también llevaba el rostro cubierto y era fuerte como los otros dos.
Me quedé paralizada entre los tres que se mantenían a un metro de mi, y les rogué…
—¡Por favor no me hagan daño, les daré todo lo que llevo, dinero, tarjetas, todo lo que quieran, llévenselo, pero no me hagan daño!
Con tranquilidad y mirándome con descaro de arriba a abajo, el más alto, que era de raza blanca me dijo…
—¡Por supuesto que nos vas a dar todo lo que queremos, pero no te lo vamos a pedir “pedazo de puta” lo que hemos venido a buscar, lo tomaremos nosotros mismos, jajaja! Dijo riéndose de mi.
Mi cabeza no conseguía entender como podía estar pasando aquello, era como si me estuviesen esperando y a pesar de estar atenazada por el miedo, vi a un lado, una cámara de video sobre un trípode, que no era mía y diversos objetos que tampoco lo eran y estaban en unas bolsas!
El que estaba a mi espalda, un fornido hombre negro, poniéndome sus sucias manos sobre mi culo por encima de la falda me dijo….
— ¡Nos han dicho, que eres una grandísima puta! … ¿Es eso cierto blanquita? …., ¡Pero en todo caso, que seguro que lo eres como todas las casadas blancas, cuando terminemos contigo, sin duda ya te habrás convertido en una sucia y viciosa puta blanca!
Siguiendo intimidándome, añadió… — !Nos han asegurado, que las orgías y los buenos gang bangs de sexo te vuelven muy puta y viciosa y te vuelve loca ser follada sin parar por tus tres hoyos, una y otra vez, aunque eso vamos a comprobarlo enseguida, y además, tenemos toda la noche para estar follándote sin parar!
Y dirigiéndose a otro de los encapuchados le dijo con su asquerosa voz de vicioso….
— ¿Aunque bien pensado, si tiene buen aguanta esta perra, nos la podemos estar follando entre los tres, durante TODO el fin de semana, jajaja! …. ¡Seguro con la carita de falsa inocencia que tiene, debe ser un buena perra y cerda para ser jodida sin parar, Uauu, eso me va a gustar Wow!
— ¡Bueno -intercedió el alto- ¡Empecemos ya a comprobar lo que sabe hacer esa gran puta y no perdamos el tiempo hablando! Y tras mirarme a los ojos a través del pasamontañas, unos ojos que daban miedo me dijo.
— ¡Vamos puta empieza desnudarte por competo! Y ante mi momento de duda, me amenazo diciéndome.
— ¿Estas sorda cerda? … ¡Quizás será mejor que te ayudemos a desnudarte, que eso te va a gustar, zorra, no te hagas ahora la estrecha!
Medio paralizada de miedo, no atinaba a obedecer y empezar a quitarme la ropa, así que, los tres al mismo tiempo, empezaron a quitármela, rompiendo todo lo que se resistía, botones, mangas, hasta que zarandeada como una muñeca de carne, antes de que pudiese darme cuenta, aquellos bestias, me había dejado únicamente el tanga, porque el sujetador también me lo rompieron.
Delante de los tres, sin poder hacerles frente, tapaba con mis manos mis pechos, en un gesto instintivo, porque parecía que aquello solo había empezado.
Entonces el negro musculoso pero más bajito, me ordenó
— ¡Muéstrame se coño que tienes para ser follado por buenos machos, porque yo exijo que todas mis putas, vayan perfectamente afeitadas!
Sin otra opción, aparté mi tanga y enseguida vio que mi coño estaba afeitado en los labios y un poco más arriba, pero mi pubis conservaba un retazo de vello púbico negro.
Me miro como sorprendido, diciéndome -
— ¿Porque conservas ese sucio arbusto en tu pubis, so guarra?
— ¡Ya te he dicho, que mis putas! …¡ Y tu hasta que yo me canse de ti, lo vas a ser, las quiero sin un solo pelo en sus blancos coños de perras!
Y antes de que yo pudiese reaccionar, cogió con brutalidad mi tenga, y me lo arranco de un solo tirón, haciéndome bastante daño — ¡Hhaa, ¡¡Ayyy!
Su siguiente orden fue…..
— ¡ Coged a esta perra y llevádmela a la ducha, que le voy a afeitar bien su sucio coño de puta, antes de follármela y sodomizarla como la cerda que es! -añadiendo- ¡Eso te va a gustar cerda, ya me lo han dicho, y no dejaremos de follarte, hasta que estés tan llena con nuestra cremosa miel, que te salga por la boca, de repleta que estés!
—¡Vamos a la ducha con ella chicos! ¡Cuanto antes la tengamos preparada, antes empezaremos a follarla, que seguro que ya se debe estar mojando solo de imaginar, la cantidad de polla que levamos a dar, la muy cerda!
Mientras uno de los encapuchados me llevaba cogida del pelo hacia el baño, los otros dos, el grandote blando y el negro más bajo, pero musculoso y fuerte se desnudaron para ir a la ducha conmigo.
El que me había llevado hasta dejarme en el rincón de la ducha, mientras me llevaba del pelo y eso dolía …¡Ahhh..¡ahhhhuuu!, me dijo que me mantuviese quieta en el rincón de la ducha, mientras el también se desnudaba.
Mientras yo me mantenía en el rincón, con mis manos cubriéndome el coño, pude ver como el que me había traído, era un poco gordo, pero dotado de una buena polla, que todavía tenía parcialmente excitada, con lo que le colgaba entre sus piernas.
38 - Mi violación estaba a punto de empezar
En ese momento, entraron sus otros dos compañeros, ya desnudos, y también con sus pollas ya medio empalmadas, destacando la del negro, que estaba circuncidado y tenía un glande muy grande.
Enseguida me di cuenta de que pensaban grabar mi violación, porque el negro llevaba una cámara en la mano, mientras que su compañero blanco, llevaba lo útiles para el afeitado y una bolsa que dejó en el suelo.
Para asustarme y que viese que aquello iba en serio, sacó de la bolsa un cuchillo de unas 12 ft (unos 30 cm) con el que me señaló amenazador y también extrajo una gruesa sola, ya con el lazo hecho y me advirtió.
—¡Mira puta, quiero que sepas y que te queda bien claro, que no me va a importar, eso si, después de que te hayamos follado todos por tu jugoso coño y tu culo de puta blanca, que no me va a temblar la mano, si no te portas bien y obedeces en TODO … ¡ y volviéndome a mostrar amenazadoramente la soga…., señalando mi cuello….
—¡En ahorcarte aquí mismo en el baño, y grabar, mientras pataleas al asfixiarte! Este tipo de videos, se pagan muy bien entre los más depravados consumidores de videos “Snuff”, así que uno tuyo balanceándote mientras mueres, valdría una fortuna, porque realmente eres muy sexy!
— ¿Has comprendido ahora que es lo que hemos venido a hacer, además de violarte?
— ¡No vamos a marcharnos hasta que tengamos un magnífico video, donde muestres tus mejores “habilidades como blanca puta” así que empieza a poner cara de placer, o lo repetiremos hasta que esté la escena a mi gusto!
— ¿Te ha quedado claro, que si colaboras, podemos terminar todo esto esta misma noche? - Añadiendo….
— ¡Pero como ya te he advertido antes, tenemos tres noches y dos días para hacer un buen trabajo, y convertirte en una nueva estrella de porno amateur! ¡Cuando menos impedimentos o mala cara pongas, menos repeticiones y antes habremos terminado!
— ¡Para que no haya confusiones, yo seré WhiteDog, el (refiriéndose a su compañero negro) será BlackDog, el pelirrojo (el gordito) RedDog, no lo olvides para cuando te demos las órdenes y te digamos que tienes que hacer para nosotros! ¿Lo tienes claro?
Aquello pintaba muy mal, estaba aterrorizada porque estaba segura de que de no colaborar, no les importaría ahorcarme al final….
—¡Siii…. Uff…uff, dije gimoteando. — ¿Pero porque me hacéis esto a mi, por favor, Nooohh! Supliqué en un intento de clemencia por su parte.
— ¡Mira puta, nos has gustado como protagonista, eres sexy, y tienes un buen culo para ser sonorizado, no nos hacen falta más motivos! ¡Tu nos vales para lo que queremos y punto! Jajaja ¡Vamos a convertirte en una “estrella” del porno amateur, zorra!
Tras decir eso, se dispusieron a empezar con la violación y el video. Encendieron la ducha y conmigo sola debajo del agua, empezó RedDog a filmar, al tiempo que WhiteDog empezaba a darme órdenes.
— ¡Vamos puta, primero entiende los brazos hacia arriba te das unas vueltas para que se vea bien el agua como resbala por ese sensual cuerpo y después quiero que empieces a acariciarte el coño, con cara de placer! …¡O repetiremos cada escena una y mil veces hasta que lo hagas bien!
El agua estaba helada, pero yo asustada y sofocada, mientras actuaba y me movía como me había ordenado el, barajaba la posibilidad de resistirme a hacer lo que me decían o colaborar, pero si no me había engañado, me convenía mucho más colaborar…
Lo más difícil, era poner buena cara. Una vez de espaldas oí como me ordenaba
—¡ Quiero que muevas ese culo como una puta, para que lo luzcas muy sensual!
Sin ninguna otra opción que obedecer si quería que aquello terminase pronto, balancee mi culo, tratando de imaginar en mi cabeza, que lo hacía por placer, que no estaban a punto de violarme, y aunque me costaba aislarme de que era así, lo balance´é lo mejor que pude.
Nuevamente de frente, bajé mis brazos y llevé mis manos a mi coño, empezando tímidamente a acariciármelo y White Dog me dijo
— ¡Quiero verte con las piernas flexionadas, las rodillas separadas y metiéndote cada vez con más deseo, los dedos dentro del coño, puta, vamos! - añadiendo - ¡Y no te olvides de tu cara, quiero que refleje placer, que crean que estás gozando y saques su lengua de mamona mientras te tocas!
Seguí obedeciendo a aquel cerdo que dirigía la escena, mientras los otros dos, mientras uno hacía el video, el negro me sacaba fotos.
Finalmente para mi momentánea tranquilidad, White dijo
—¡ Muy bien puta, esta toma ya vale, pero ponle más ganas a las siguientes!
—¡ Vamos por la segunda escena, pero tu no es necesario que hables todavía, solo sigue masturbándote y cuando hagamos entrada en el plano te levantas avergonzada!
Sin tan siquiera salir del baño, White entró en el plano, diciendo a cámara al verme
— !Esta es la puta de mi mujer! Y mirándome, añadió ¡Que estás haciendo cerda! ¿Te estabas masturbando? ¿Va a pensar mi amigo BlackDog que no te follo suficientemente, cerda!
Cogiendo del antebrazo me sacó de la ducha. Me di cuenta que los tres, viendo como yo me masturbaba, estaban ya bien empalmados y sus pollas tenían un tamaño que me iba a doler.
Dirigiéndose a BlackDog que entró en escena, le dijo
—! Mira a la puta de mi esposa! ¡Le tengo ordenado que la quiero siempre con el coño bien rasurado y la muy cerda, lo tiene descuidado y con pelo en su pubis! ¡Dios mío que puerca eres! ¡Vamos tumbare en el suelo boca arriba y abre bien esas piernas de zorra blanca, que te lo voy a rasurar ahora mismo!
Si otra posibilidad que seguir obedeciendo, me tumbé mojada y desnuda sobre las blancas baldosas, al tiempo que doblaba mis rodillas y las separaba para ofrecerle a el, mi coño para que me lo afeitase.
Me roció de espuma para afeitar toda la zona, hasta llegar a mi ano, y tranquilamente, gozando del momento de afeitármelo para el, me lo fue, rasurando.
Mientras yo permanecía sobre el mojado suelo, y el que hacía de marido me lo afeitaba, su amigo BlackDog, dijo.
—¡ Mientras rasurar a tu perra, voy a comprobar si es tan buena mamando pollas como tu me has asegurado!
El negro con su polla goteando líquido pre-seminal y totalmente dura, se arrodillo poniendo una pierna a cada costado justo a mis tetas e inclinándose sobre mi, no tuve más remedio que abrir mi boca al máximo y empezar a chupar aquel grueso y negro glande, con aquellas dulzonas gotas de líquido que empezaban a brotar.
Aunque aquello fuese una violación, no podía negarme a colaborar para terminar aquel suplicio y abuso o antes posible.
Sentir como con suavidad me iban afeitando el coño, a pesar de no ser consentido y forzada, me causaba cada vez más placer, porque lo hacía muy bien, pasando sus dedos por mi piel recién rasurada, comprobando, que no había quedado ni el más mínimo rastro de pelo, y aquello hacía que me coño se mojase a mi pesar, como una puta.
El Negro, empezó a meterme cada vez más porción de polla dentro de mi boca, y yo, que estaba en el suelo, con la cabeza apoyada en las baldosas, no tenía posibilidad de retroceder, para aliviar la profundidad de su follada de boca.
Tenía que relajarme, si deseaba que grabasen aquella escena a la primera y no tener que repetirla, así que dejé mi mente en blanco y traté solo de pensar en mamar bien aquella sabrosa y dura polla, que cada vez hundía más en mi boca
Eche mi cabeza hacia atrás para que mi gargantee quedase enfrentada a aquella polla que la trataba de invadir. El negro, vió que me ponía en posición de tragármela lo más posible, y aprovechó que yo sabía como debía hacerlo, para metérmela mucho más profunda, lo que empezó a provocarme alguna arcada, mientras el me decía mientras me palmeaba la cara animándome.
—¡ Respira por la nariz, buena puta, que lo estás haciendo muy bien! ¡Toma aire por la nariz, vamos, no te ahogues ahora que la tienes casi toda dentro!
Mientras el cámara no se perdía detalles con planos cortos de como aquella negra y gruesa polla, iba hundiéndose casi por completo en mi boca, y por la comisura de mis labios, brotaban mis babas, fruto de mis arcadas al intentar tragarla entera, yo aunque sentía que me estaba ahogando, seguía cogiendo aire por la nariz, en un intento de conseguir lo que el me pedía, mientras le decía a WhiteDog…..
—¡Muy buena mamona esta perra blanca! ¡Se nota que está bien entrenada y sabe como tragárselas!
Mientras deteniéndose un instante de rasurarme el coño, WhiteDog, observó complacido, como las bolas de su amigo, estaban ya pegadas a mi barbilla y su gruesa polla, dentro de mi boca sintiendo como la cabeza la la negra polla, rozaba a cada embestida mi paladar y se introducía hacia mi esófago, mientras yo respiraba por la nariz y controlaba la sensibilidad de mi úvula, que era la responsable de las arcadas, el me daba uno cinco segundos de tiempo, en que yo respiraba profundamente, antes de volver a hundir su rabo en mi cuello, como si estuviese tragando comida, conseguí sentir su glande llegando hasta casi mi tráquea.
En la siguiente embestida, si que me atraganté porque aquel macho negro, empezó a derramar fuertes chorros de caliente semen, que no conseguía tragar sin ahogarme.
El semental negro, consciente de que debía extraérmela un poco para que no me ahogase y tragase con gusto su caliente miel, me la saco hasta que su glande sentí como se apoyaba en mi paladar y ahí si, ahí de empezó a descargar todo el abundante contenido acumulado en sus bolas de macho, tragándome fácilmente su cremoso, dulce y caliente semen, que sentía descender por mi garganta hacia mi estómago.
WhiteDog, al ver que me lo estaba tragando, con la polla de su amigo dentro y no se apreciaba, aunque si en mi cuello tragando, la visión de su semen, le dijo.
—¡Black, sácale un momento la polla a la perra y tu zorra, muestra a la cámara, tu boca con el semen que aún no te hayas tragado!
Su amigo, me la sacó y el último salivazo de semen, se estrelló contra mis ojos, haciendo que mi cara, con aquel reguero de semen descendiendo, pareciese más guapa y de puta caliente.
Yo, por mi parte, con una sonrisa de complacencia, porque a pesar de la situación, y que me estaban forzando, amaba tragarme el cumple de los machos con los que follaba, así que me salió una expresión de naturalidad, y sacando la lengua e incorporando un poco mi cabeza, mostré a la cámara, mi boca repleta de esa caliente y excitante mezcla de semen y saliva.
Me metí un par de dedos en la boca, y chupándolos, exclamé
—¡Oh yeah, this delicious you cum, black male, I love it!
(Ho si, esta delicioso you cum, mi echo macho ! Me encanta hummm)
A WhiteDog, le encantó mi aportación colaborando, como me había ordenado, y satisfecho, viendo, como recogía el semen de mi cara del último lechazo, y me lo hizo metiendo en la boca saboreándolo.
—¡Muy bien puta, esa escena la voy a volver a ver en cuanto termine de rasurarte, porque estoy seguro de que lo habéis echo muy bien los dos!
—! Ahora zorra, dobla tus muslos hacia arriba, que voy a repasar ese hermoso y tentador ano que tienes y que deseo asegurarme de que también está perfectamente rasurado!
Mientras ahora BlackDog, me sacaba foto en el suelo y siendo rasurado mi coño y culo, podías sentir las grandes pero hábiles macho de WhiteDog, recorriendo con meticulosidad cada pulgada alrededor mi ano, donde en ocasiones, nacían algunos sensuales pelitos, que el sentí como rasuraba con suavidad.
Después de secarme con una toalla húmeda y retirar los restos de crema de afeitar, me estuvo extendiendo crema para hidratar mi piel y tras darme dos palmetazos en mi si, ahora totalmente rasurado coño, dijo complacido…
—¡Ahora está como a mi me gusta! ¡Listo para ser follado infinidad de veces seguidas!
—¡ Bueno, vamos a cambiar ya de escena, vamos al salón, donde Red Dog, te dará la ropa para que luzcas el look que te corresponde, el de una esposa muy puta! Pero añadiendo ante de que me fuese al salón.
— ! Antes de irte linda zorra, no olvides pintarte aquí en el baño, los ojos bien bonitos, ni peinarte como cuando las llegado y aunque no esté totalmente seco o importa, porque parecerá que vienes de la ducha, jajaja….. ¡ Pero si quiero esa cara guapa como una estrella porno y los labios de un rojo intenso! Mientras empezaba a arreglarme delante del espejo, me dijo…
— ¡Tampoco olvides ponerte esos pendientes largos y este otro anillo, en el dedo índice, para que en el video y las fotos, se aprecie bien, que era una casada, pero muy puta!
Cuando terminé con pocas ganas de arreglar mi cara, seguí al pelirrojo hasta el salón.
El pelirrojo al llegar al salón, me dio la ropa que transmitiese lo que ellos deseaban.
Una bata camisón de seda en blanco, sería el que mostraría. Dejaba un diminuto tanga blanco, con adornos dorados y flecos en forma de triángulo que se sujetaba por una finísima tira de látex transparente a mi cintura, que se unían siguiendo mis nalgas donde desaparecía, a la parte inferior del triángulo.
En otro contexto, lo hubiese considerado muy bonito y sensual, pero obligada por ellos, era solo una imposición.
Completaban el conjunto, unas medias auto-sujetables de blanda blanca y unas sandalias de tacón de 6 ft (unos 15 cm.) que me hacían las piernas mal largas y también, me daban un toque de zorra.
Al parecer, habían pensado en todos los detalles de la “escena” porque dándome una revista Vogue, me dijo, que cuando entrasen ellos, lo debía tener mis gafas puestas, y distraída leyendo Vogue como una esposa normal.
39 - esperando en el salón para que rodasen la 2ª escena
RedGog el pelirrojo, encendió la cámara que situó fija en uno de los ángulos mejores para tener un plano continuo y general de todo, y con otra en la mano, estaba listo para tomar los planos más específicos, además de colgarse la cámara de fotos para ir sacando fotos también.
Desde la puerta del baño, WhiteDog me advirió….
— !Aunque en estas películas, la interpretación pasa a un segundo plano de lo que los clientes quieren ver, quiero que actúes como una actriz, así que hazte la sorprendida cuando entremos y trata de evitar lo que vamos a hacerte!
— ¡Ya sabes que si no me gusta como ha salido, lo vas a tener que repetir hasta que salga perfecto, aunque sean cien veces, pedazo de puta ¡Ponle dramatismo a la escena! ¡Empezamos! …. Dijo para que RedDog empezase a grabar su entrada…..
Yo al ver a los dos encapuchados, que se habían vuelto a vestir, di un grito al tiempo, que de medio tumbada como estaba en el sofá, con cara de estar asustada y mis ojos muy abiertos, me encogí hasta la esquina opuesta del sofá, diciendo.
— ¿Eehh? … ¡AAAhhh! …, quien son ustedes? , que hacen en mi casa? Dejando caer la revista al suelo y cubriéndome las piernas con la bata de seda.
—¡Vaya! Respondió como sorprendido WhiteD ….
— ¡ Mira Black si tenemos a la puta esposa también, jaja! ¡Esto va a ser divertido!
Mientras yo retrocedía contra el respaldo del sofá, ellos se acercaron rápidamente a mi, y mientras Black empezaba a levantarme la bata para ver mis piernas enfundadas en las medias blancas de encaje y mis zapatos de zorra, yo bajaba de nuevo la bata para taparme.
White, di la vuelta al sofá, y desde detrás me cogió del cuello inmovilizándome al tiempo que yo hacia que trataba de defenderme manoteando con mis manos y brazos a los dos intrusos .
Mientras con la otra mano me agarraba del pelo y aumentaba la presión de la que me aprisionaba la garganta, con lo me costaba respirar sintiendo como me estaba ahogando, le dijo a Black
—¡Vamos compañero…, jaja ¡Desenvuelve este jugoso e inesperado regalo que nos hemos encontrado! Jajaja
— ¡Estoy deseando ver que que esconde esa bata… ¡Seguro que una puta esposa blanquita!
Mientras mi cara se enrojecía y abría la boca por la presión de la enorme mano de White que me estaba ahogando, de un solo tirón, Black, me rompió los botones de la bata, que abierta, mostraba mis tetas desnudas y el diminuto tenga, así como el liguero de encaje.
WhiteD, tirando de mi cabeza hacía atrás, para poder ver mejor mis tetas, me soltó del cuello, para empezar a sobármelas, pellizcándome fuerte los pezones..
—¡Hayyy! ¡Ahhh! Gritaba yo de dolor, por la tortura que le daba a a mi pezones, que empezaban ponerse blancos y duros por los pellizcos.
Black, al ver mis sensuales caderas, y habiendo visto antes, lo sabroso que había dejado su amigo, mi rasurado y blanco coño, exclamó…
— ¡ Vaya agradable sorpresa, además de llevarnos las cosas de valor, es como si Papa Nöel nos hubiese dejado a esta zorra blanca como regalo, y menudo regalo!
— ¡ No tengamos prisa y aprovechemos a esta perra, follándonosla, como nadie la ha follado antes en su perra sida de golfa!
Yo haciéndome la ofendida y tratando de defenderme para darle veracidad a la escena, le dije mientras no dejaba de patalear moverme pero White me tenía bien agarrada del pelo.
—¡ Soltadme cerdos! ¡Os daré todo pero soltadme! ¡Quitad vuestras manos de encima mío, cerdos!
Lo siguiente que vino y casi no me dio tiempo a ver llegar, fue una sonora y fuerte bofetada en mi mejilla izquierda, que me propinó BlackDog.
¡PLLAASSS! Resonó su mano en toda mi cara, cayéndoseme hasta las gafas de pasta del fuerte bofetón.
De nuevo y ahora de vuelta para golpearme de nuevo con el dorso de la mano, me dijo mientras cogía impulso
¡Quieres más puta zorra! -Añadiendo- ¡Por mí, hasta que me duela la mano, tranquila, me encanta abofetear a las esposas blancas, altivas pero putas en el fondo !
Yo cubriéndome la cara con mis manos, ante la nueva fuerte bofetada que se avecinaba, le supliqué
—¡ No señor por favor no me peque más, por favor! Aquello era tan real, que ni siquiera tenía que fingir, porque la mejilla donde me había abofeteado con su fuerte mano, sentía como me ardía de calor!
BlackD hizo intención de abofetearme de nuevo, y yo me encogí esperando su bofetada, pero se detuvo a escasos centímetro de mi cara, diciéndome.
—¡ Que te sirva de advertencia! ¡No me gusta repetir las cosas! A partir de este momento, eres nuestra puta blanca y haras ¡ TODO lo que te ordene sin rechistar y encima con gusto!
—¡ Una oportunidad como esta de ser follada por tres Bulls al mismo tiempo, para ti va a ser una gran experiencia, perra!
—¡ Así que quiero que seas un puta hoy wife agradecida y hagas lo que te ordenemos!
—¡ Te ha quedado claro puta! ¡Nosotros no somos el mantequilla de marido que debes tener! Jaja
Añadiendo para terminar de intimidarme, mientras el pelirrojo no daba abasto a sacar fotos de mi cara con la mano de negro marcada claramente, y mi cuerpo casi desnudo y mis súplicas.
—¡Aquella bofetada me dolió tanto al pillarme desprevenida, que unas cuantas lágrimas empezaron a resbalar por mi cara, corriéndose el rimen de mi contorno de ojos, dando a mi cara un aspecto de sucia puta!
El negro, mientras WhiteDog miraba cogido a mi pelo inmovilizándome, muy complacido y excitado por la escena, de nuevo me mostró la intimidada soga, y que en esta ocasión, tirando por encima de un travesaño del techo inclinado del salón, y atando el cabo a la barra de la escalera, dejó conscientemente a una altura intimidada, diciéndome.
—¡ Mira puta, Te advierto, y solo lo haré una vez, que si te portas, solo un poco mal, vas a terminar antes de mañana, balanceándote como una muñeca blanca y rota, eso si después de patalear por vivir y mearte mientras te ahogas! Además… añadió
— ¡ Me excita y me la pone muy dura, ahorcar y ver a una puta blanca como tu pataleando hasta colgar muerta e inerte como una cerda!
¡Es excitante ahorcar a una puta! … Me dijo acercando sus labios a mi cara amenazadora mente,
Lo vi tan posible, que unas gotas de orina se me escaparon de miedo, y no deseaba morir así, ahorcada….., así que intimidada hasta casi tenerme bloqueada mentalmente y dejando de pelear y entregándome para sobrevivir, soltó la soga que me tenía casi hipnotizada mientras se balanceaba, que cuando cogió mi tenga y me lo arrancó, tirándolo a un rincón, casi ni me moví.
El ya me tenía como quería, incapaz de defenderme atenazada por el miedo a morir.
Lo siguiente que dijo WhiteDog a su compañero Black fue
—¡ Coje a la puta por los tobillos, que la vamos a tumbar en el suelo, que es donde debe follarse a una perra blanca…¡En el suelo!
Black, levantándome ya desnuda, pero con mis tacones de puta y medias y White por los brazos, me depositaron en el suelo boca arriba, e inmediatamente White puso su polla delante de mi boca, dándome un par de palmadas en la cara y diciéndome.
— ¡ Venga puta, empieza a mamarme la polla como antes se la has chupado a BlackDog!
Mientras sentía con el otro separaba uy levantaba mis piernas, cogiendo la polla de buen tamaño de WhiteDog, empecé a chupársela, recibiendo al instante el dulce néctar de su líquido pre-seminal y progresivamente se la fui chupando, tragándome en cada ocasión un poco más de su duro rabo, que una vez, insertado hasta la mitad en mi boca, ya tuve las manos libres para tasajear sus duras bolas, para llenarlas completamente de semen.
El me miraba complacido, como sin rechistar ya, se la iba mamando como una cerda, acostumbrada a hacerlo y con el morbo, de que era forzada y además una mujer casada.
Mientras se la chupaba, podía sentir como BlackDog, ya me estaba follando el coño, y su abultado glande, entraba muy apretado en mi coño, profundizando rápidamente, hasta que pude sentir los embistes de su pelvis, golpeando contra mi mojado coño.
El pelirrojo, que se había desnudado durante la charla, seguía filmando y sacándome fotos, la boca llena con la polla de White, y de como Black, me estaba jodiendo a gusto.
Mientras, a pesar de que era sexo no consentido, empezaba a gozar como una zorra, olvidándome de la situación, en cuanto el negro, empezó a follarme mi blanco coño, perfectamente rasurado como si fuese una niña, con todas sus fuerzas, que empujaban mi cuerpo, con la polla de White en mi boca y mis manos, masajeando sus pelotas.
A pesar de que no deseaba mostrar placer al ser forzada, sentir como aquella negra polla, me llegaba tan adentro en cada embestida, sintiendo mi coño lleno y apretado, no pude evitar correrme como una vulgar puta callejera.
Mi fuerte orgasmo, no pasó inadvertido para ninguno de los dos, que se rieron diciéndole uno al otro.
— ¡ Mira a esta gran zorra blanca, como se está corriendo mientras nos la follamos, y hace un momento, se hacía la estrecha! Jajajaja…
— ¡ Ahora demuestra lo que es en verdad, una viciosa puta, deseando ser follada duro! ¡Dale fuerte Black, jódela bien…! Mira como goza y se retuerce la muy puta!
No tenía tiempo ni de avergonzarme por estar corriéndome al ser violada, pero no podía controlar mi cuerpo y el placer que me estaban dando aquellos dos cerdos depravados.
Cuando terminó mi orgasmo y pude de nuevo centrarme en mamarle profunda la polla a White, el me la fue metiendo progresivamente, hasta que empecé a ahogarme, di unas arcadas, que provocaron sus risas
— ¡ No la ahogues ahora White, que tenemos que gozarla durante horas y sería un desperdicio! Jajaja se rió Black
White me la sacó un poco y cuando me vio preparada de nuevo, tras aspirar aire por mi nariz, de nuevo me a hundió sin compasión, hasta que los pelos de su pelvis, se aplastaron contra mis abiertos labios, mientras me ordenaba
— ¡ Venga puta golosa, trágatela bien y haz que me corra en tu boca! ¡ Quiero que sientas como te lleno el estómago con mi sabroso semen, puta!
Yo hacía lo que podía mientras Black, seguía follando duro mi coño, y por fin, cuando pensaba que me iba a asfixiar, con mi cara roja y congestionada ya, por suerte White empezó a correrse, sintiendo los consecutivos chorros de caliente semen, estrellándose dentro de mi garganta y descendiendo por i esófago.
WhiteDog gemía de gusto, mientras se corría en mi boca, mientras a duras pena conseguía tragarme toda su leche de macho.
Cuando terminó, me la sacó de la boca, y con los últimos restos de semen que salían de su glande, me golpeó la cara y las gafas, llenándome de semen y consiguiendo que al terminar, mi rostro mostrase mi faceta de puta mamona, lleno de semen, que el cámara captaba con detalle, mezclado con el rímel de mis ojos.
Ya me habían jodido como una cerda, pero, aquello iba a ser solo el principio de lo que me esperaba……….