Compl a mi marido (o no) en Juegos Swinger Cap-15
Regreso a London, y charla con Phil mi marido, tras la "escapada" del fin de semana.
Capitulo - 15 El regreso
32 - Camino del Hotel a recoger mis cosas
Fuimos hasta el Jaguar E de Michael y nos dirigimos al Premier Inn West, para recoger mi ropa, y después ….
Seguir viaje hasta casa, sin saber lo que me iba a esperar a mi llegada, pero todavía no quería pensar en ello.
Michael se dio prisa, al notar que yo estaba intranquila por tener ya todo más o menos resuelto, y en poco tiempo estábamos en el Hotel Premier.
Le pedí a Michael que me acompañase, porque cuando Phil se marchó, seguro que ni pensó, cosa muy lógica, en hacerme la maleta, y así el me ayudaría a recoger todo y regresar lo antes posible a London.
Efectivamente, el recepcionista, tras saludarme, me dijo que disponía de la habitación hasta las 11AM y que el Sr Schins, ya había pagado la cuenta.
Le dije que estaríamos poco, pues solo había regresado por mis cosas, y que cuando las hubiese recogido, ya tendría nuevamente nuestra habitación libre.
Subimos Michael y yo, las doncellas tenían la habitación completamente ordenada y limpia pero como me imaginaba, mi ropa seguía en los armarios y las mesitas de la cama, y mis cosas de aseo y ponerme guapa, en el baño, así que mientras Michael, recogía lo del baño y lo guardaba en mi bolsa de aseo, yo estuve haciendo mi maleta, pero eligiendo en esta ocasión unas braguetas estampadas en azul, unos tejanos que me gustaban y me daban un toque de discreción y unas zapatillas de esparto a conjunto.
Para ir más cómoda durante viaje de regreso elegí un jersey de tirantes anchos, también discreto, y mi pelo, me lo recogí en una cola alta. Todo muy de chica formal.
Cuando salió del baño con mis cosas, mientras son e quedaba cerrar la maleta, se sorprendió un poco de mi nuevo “look”, pero enseguida me dijo…
—¡Entiendo tu nuevo look, no me o esperaba así, pero es el adecuado para donde vas, y no te quita nada de tu belleza! Yo le miré y con una sonrisa algo forzada le dije.
—¡Anda vámonos ya Michael! -Añadiendo- ¡Estas situaciones incómodas prefiero afrontarlas lo antes posible!
Bajamos y tras devolverle la llave al recepcionista, fuimos directamente al coche y tras meter mi maleta y la que el ya había traído para venir a “acompañarme”, estaba lista ya para regresar y afrontar lo que hiciese falta, aunque no sabía como me iba a recibir Phil. Antes de salir le pedí una cosa a Michael.
—¿Me dejas que conduzca yo? ¿Te prometo que no correré, ni es por llegar con prisas? ¡Conducir, evitará que me aburra y me ponga a pensar y me agobie! ¡Te prometo que soy buena conduciendo!
Me miró con no demasiadas ganas de cederme el volante y me preguntó.
—¿Estás bien para conducir? ¿Seguro? A toque le respondí, no se si tranquilizándolo o no, pero era la verdad.
—¡Totalmente Michael, estoy perfectamente, y conducir, me hará evadirme de los problemas! ¡Me encanta conducir de verdad, es una excelente terapia para no pensar en otras cosas!
—¿De acuerdo Alice conduce pero por favor, si te agobias, o no te sientes centrada, cambiamos ok?
—¡No te preocupes, si veo que debo cederte el volante por lo que sea, yo seré la primera en hacerlo, pero me va a sentir bien conducir, me gusta hacerlo -añadiendo-
—¿Sabías que suelo utilizar casi a diario un Porsche 993 Turbo? ¡Es mi coche y me encanta, igual que tu precioso Jaguar E!
Michael accedió a dejarme conducir, porque me veía bien, serena y centrada. Así que emprendimos el regreso a Londres donde llegaríamos en unas dos horas y media, dependiendo del tráfico, y como todavía no eras las 11Am, contaba con estar de nuevo en casa, poco antes de las 2 de la tarde.
Durante el regreso, no hablamos mucho, a mi me apetecía estar callada y Michael, me miraba de vez en cuando con mi nuevo look más informal y deportivo.
Como no deseaba que mi marido hi, me viese llegar con otro hombre, le pregunté a Michael.
—¿Tu donde vives? ¡Si no es indiscreción! Para nada me respondió el.
—¡Vivo en el Soho, en el 34 Great Windmill St ¿sabers donde es? Me preguntó.
—¡Si, más o menos, pues vivimos bastante cerca, jaja, ¡que casualidad! ¿No?
—!Te lo preguntaba, porque es mejor que Phil no me vea llegar contigo. Así será una llegada más discreta para mi! -Añadiendo
—¡Iremos hasta tu casa y desde allí hasta el 15 de Buckingham Gate, es mejor que coja un taxi para llegar a nuestra casa y pensará que he regresado en tren o autobús! Michael se sonrió diciendo
—¡Mira que lista y detallista eres Alice, muy bien pensado, no quedaría nada conciliador, que llegases a tu casa conmigo, el sinvergüenza que le robo a su mujercita a el en el Xtasia! ¡Lo hacemos pues así!
Regresamos por la M6 para tomar la M1, plagadas ambas de radares, por o que en pocas ocasiones, a pesar de llevar el detector en el coche de Michael, me excedí de la velocidad, no quería que luego el tuviese que pagar mis multas.
Cuando empezamos a entrar en London City por Regent Street y después seguir por Coventry, empecé a sentir un nudo en el estómago, sin poder evitarlo. Había pasado un fin de semana maravilloso, del que no me arrepentía, pero era consciente de que encontrarme con Phil, iba a ser como poco, una situación tensa, que fácilmente podía derivar en una desagradable discusión, pero era el momento de afrontar la situación.
Ya en el Soho, tras dos nuevos cambios de dirección por Rupert Street y Shaftesbury Avenue, finalmente llegamos donde vivía Michael, en el 34 Great Windmill St.
Me dijo que aparcase frente a la entrada del garaje, tras lo cual me dio un abrazo, diciéndome.
—¡Alice, ha sido muy especial para mi, tener el privilegio de pasar estos casi tres días juntos.!
—¡Espero y deseo que tu marido, sepa entender tu pequeña travesura, porque tu vales mucho y tiene mucha suerte de estar contigo!
Michael era como era, y nada iba a cambiar eso, pero sus palabras de ánimo, sabía que eran sinceras y un par de lágrimas resbalaron por mis mejillas, cuando me despidió, y que yo traté tras mis gafas de sol, que el no viese.
Saqué mi maleta y mi bolso de la parte trasera del coche, mientras Michael, me pedía un taxi por teléfono.
Mientras esperaba la llegada del taxi, le di un último e inocente beso en sus labios y el me dijo.
—¡ Alice, recuerda que tiene mi teléfono para cualquier cosa que necesites, y que por mi parte, existe ahora un nexo invisible pero real, entre tu y yo como personas.¡ De verdad que he sido muy feliz y nos hemos reído mucho juntos, y eso no lo olvidaré nunca, a pesar de que ya sabes, que no soy hombre de atarme a nada!
Vimos como se acercaba el taxi, y dándole un beso ahora en la mejilla, y con mis ojos queriendo inundarse de lágrimas pero que conseguí controlar, le dije al taxista que me llevase al 15 de Buckingham Gate.
Tras saludar por última vez a Michael, que se quedó de pie, viendo como me alejaba.
Los aproximadamente cuatro kilómetros que me separaban de mi casa desde hacía seis años, se me hicieron eternos, a pesar de que debimos tardar menos de 15 minutos
Cuando ya estuvimos a la altura de Wellington, de mi bolso cogí mi gafas y me quité las de sol. Me sentía más protegida tras las oscuras, pero no hubiese sido correcto, presentarme ante Phil, oculta tras ellas.
También busqué mis llaves de casa. Tras pasar por Grosvenor place, el taxi enfiló la calle donde vivía con mi marido. Respiré hondo varias veces antes de detenernos frente a la puerta y tras pagarle al taxista el viaje, descendió el también para sacar mi maleta del taxi.
¡Dios mío…., ya estaba de nuevo frente a mi casa, pero con tantas cosas como habían pasado durante el fin de semana, no tenía ni la más mínima idea, de que me iba a encontrar tras cruzar esa puerta que tanto conocía, pero tras la cual, quizás encontrase a un Phil desconocido para mi.
Cuando cogí la maleta y el bolso, miré hacia nuestras ventanas, vivíamos en un duplex, que ocupaba la mitad de la primera y segunda, y me pareció ver una silueta tras las cortinas que se retiraba al ver que miraba ¡Quizás era Phil!
Me dirigí resuelta hacía la puerta negra que daba acceso a la escalera y a las cateo viviendas que formaban el conjunto. Metí mi llave y tras abrir la puerta de la calle, subí las escaleras hasta estar frente a la del apartamento 1A que era el nuestro.
De nuevo metí mi llave y abrí la puerta. Presté atención a cualquier ruido que me indicase donde estaba mi marido, o si en realidad estaba.
Abrí la puerta del amplio salón que daba a la calle, y donde me había parecido, pero muy fugazmente, ver una figura mirándome, o eso es lo que yo deseaba.
Phil estaba sentado en uno de los sillones, con un vaso de whisky en la mano y ninguna expresión en su cara, que me diese pistas de como se sentía. Ante su silencio, simplemente le dije.
—¡Hola Phil, ya estoy aquí! El me miro con cara ausente y me respondió.
—¡Si, ya veo que has llegado……! La tensión podía sentirse envolviéndolo todo, así que para darle tiempo a el, de pensar lo que deseaba decirme y romper aquella tensión, le dije…
—¡Cariño, voy a dejar la maleta en la habitación y bajo enseguida! A lo que el me respondió con un escueto….
—¡De acuerdo, aquí estaré….-pero añadiendo ya- ¡ igual que estuve todo el sábado y esta mañana, esperando que decidieses regresar!
Simplemente le dije ¡Bajo enseguida Phil y hablamos! Y subí a la habitación para dejar mi maleta y el bolso, además de quitarme los zapatos, porque me gustaba andar descalza sobre el parquet.
Me miré rápidamente en el espejo del baño y terminé de revisar mi cara, ya que el pelo, lo llevaba atado con una cola. ¡Era el momento de enfrentarse a lo que ya sabía que me esperaría, explicaciones y más explicaciones, pero con una idea clara, ni discutir con el, ni poner excusas a mi travesura, ni perdernos el respeto.
Cuando bajé por las escaleras, el seguía sentado…., esperándome. Intenté que con la cabeza como si mirase aquellos peldaños que había bajado millones de veces, que nuestras miradas no se cruzasen mientras bajaba.
Al llegar al salón le dije — ¡ Voy a buscar algo de beber a la cocina, ahora vengo! …. Se me había secado la garganta nada más verle y necesitaba beber algo. Me serví whisky pero con soda, porque sentía mucha sed y mi cara acalorada por la situación.
Una vez ya frente a el, que estaba sentado en el sillón, yo me senté frente a el en el sofá largo, y tras beber un buen trago, dejé mi vaso sobre la mesita.
Ahora si, le mire a los ojos y con cara de culpabilidad, le dije..
—¡Lo siento Phil, nunca fue mi intención que las cosas tomasen esos derroteros, pero si es mi culpa, dejarme arrastrar por el ambiente, el deseo, por algo que yo ya conocía! …¡De ahí mis reticencias a ir allí, porque antes de conocernos, era habitual de este tipo de fiestas y juegos y temía lo que finalmente ocurrió, que me dejé llevar por aquel ambiente!
—¡Lo que si te puedo jurar, es que nadie, absolutamente nadie, me había puesto la mano encima en todos estos años, desde que empezamos a salir como pareja y después de casados.
Phil levantando la mano, para que le dejase hablar, me dijo.
—¡Mira Alice, yo no soy tan tonto, como para no “saber” de tus correrías antes de que aceptaste salir conmigo! -continuando-
—Ya me habían advertido al inicio de salir juntos, de que eras una buena golfa, hermosa y elegante, pero que amabas tener sexo con cualquiera por simple placer! ….. Phil continuo diciéndome…
—¡Pero las personas, con el tiempo cambian, y tu, te creo, me fuiste fiel y comprometida conmigo! ….. ¡Creí sinceramente que aquellos tiempos de locuras y sexo desenfrenado, los habías dejado atrás, pero……. ¡Siguen latentes dentro de ti! -añadiendo- ¡Y como he podido comprobar, no te ha supuesto ningún esfuerzo, cambiar tu rol de esposa fiel, por el más divertido para ti, …. ¡de hembra dispuesta para follar con cualquiera! Y se calló, tratando de no alterarse.
Tome yo la palabra, no para excusarme, sino para analizar lo ocurrido, como dos personas adultas.
—¡Hacerme regresar a mi antiguo y sensual “ambiente”, no fue buena idea Phil! ….¡Se que eso no me excusa…, pero insistí en no probar de nuevo, algo que sabía que me podía arrastrar, sin poder evitarlo !
—¡Mírate tu mismo cariño, mientras yo tonteaba y era seducida por el amigo de Judith, tu, y no me siento molesta por ello, tras devorarla con la vista, en poco minutos, estabais los dos follando con deseo…. ¡Eso solo es sexo por placer! ¡Como yo hice también aunque en mucha mayor medida porque me dejé arrastrar por un seductor increíble!
—¡Repito Phil eso juegos no son nada más que sexo en la intimidad, nada tienen que ver con el amor que nos tenemos, son dos cosas distintas, que con demasiada frecuencia confundimos en una sola, y nada tienen que ver!
—¡Tengo que reconocer -dijo ahora Phil- que me dejé arrastrar muy fácilmente por Judith, pero como iba yo a resistir la tentación, que suponía que aquel pedazo de hembra y puta, me sedujese a su antojo!
La discusión se mantenía muy positiva y sin perder ninguno de los dos los papeles. Ahora fue yo quien expuse algo, en mi favor
—¡Phil cariño, te juro, y tengo testigos de ello, que si no te hubieses marchado, mi “escapada de sexo” hubiese terminado al despertar el sábado por la mañana …¡No es excusa!… ¡No debí irme del Xtasia a otra fiesta, pero al saber que te habías marchado, me volví a dejar arrastrar por la diversión y seguí hasta el domingo por la mañana, junto a otras parejas encantadoras, que asumen el compartir sexo entre ellos, sin que su relación se vea afectada por ello…, son cosas distintas!… pero comprendo que se te hagan difíciles de separar!
—¡No quiero ni pretendo, que te sientas culpable por regresar al día siguiente a casa, dejándome allí, ya me comporté como una golfa!
Lo siguiente que le dije, era ya más transcendente para nuestra relación a partir de entonces.
—¡Phil, sabes que te quiero, y no puedo reprocharte nada en absoluto, pero me doy cuenta, de que para ti!,…. ¡No se si temporalmente o ya para siempre, no soy la misma mujer a la que tu amabas con devoción y confianza, ahora en mi ves a esa zorra marchándose de la mano de un extraño, como una vulgar puta…. Lo tengo asumido, porque es lógico pensar así, para alguien que nunca a pertenecido a este ambiente de sexo en libertad total que a ti te excitaba probar, pero que requiere tener las ideas muy claras!
—¡En esta sociedad, no hemos sido educados para aceptar que el sexo, es completamente distinto al amor, el sexo son solo experiencias nuevas, deseos, fantasías, como puede ser, volar en parapente, escalar, o practicar cualquier actividad que nos gusta, pero las religiones y una sociedad mayoritariamente machista, donde el hombre que tiene amantes, o simplemente paga los servicios de una “escort” se considera, “normal”, pero que una mujer casada o soltera, practique sexo con otros…, o con otras, siempre nos han inculcado que solo es perversión y vicio, y no lo es más, que el que bebe o fuma.! ¡Al menos desde mi perspectiva! Tras unos instantes de silencio le dije, habla ahora tu Phil, dime que sientes, sincérate conmigo, estoy preparada para asumirlo!
Phil, seguía enfadado, desilusionado conmigo, imagino, pero lo que más le atenazaba era la confusión, y la ruptura y choque de “valores” si es que se les puede llamar así, que la sociedad nos intenta hacer cumplir y usar como pauta de convivencia.
Realmente, aunque había estado pensando mil respuestas durante mi ausencia, para echármelas a la cara, en estos momentos, lo peor, era la confusión en que estaba sumido, por lo que me dijo.
—¡Dios mío Alice, como has podido anteponer ese placer que dices que es normal, al amor que había entre tu y yo!
—¡No consigo entender, que te dejases arrastrar tan fácilmente por tus instintos animales, antes que razonar y saber que aquello iba a ser un trauma para mi!
—¡Puedes llegar a imaginar y comprender, toda la angustia, desazón y como me sentí, después de saber, que aquella zorra, que pasaba junto a mi, al parecer desnuda bajo la capa, eras tu!
—¡Eras la persona en que más confiaba, mi amor y mi otra mitad, y pasaste junto a mi, burlándote claramente de, imagino, la cara de
estúpido que debía tener, mientras te buscaba lleno de ansiedad, sin saber porque no conseguía encontrarte, si estabas allí!
—¡Evidentemente, no podía encontrarte, porque tu Alice, NO querías que te encontrase!
—¡Simplemente, para mi sorpresa, ya que imaginaba que sería una travesura juntos, como al principio me hicisteis creer con la gran puta
de Judith, haciéndose pasar por otra, tu Alice, decidiste por tu cuenta, que preferías marcharte y “pasar” de mi, abandonándote al vicio
y al rol de puta, sin tener en cuenta, que a quien te amaba, le dejabas allí como un imbécil…..!
—¡Riéndote de mi, en mi propia cara! Menospreciándome como si no nos conociésemos y llevásemos años de convivencia…., creo que feliz por ambas partes! ¿O no fue así? …. y se calló era ver como yo justificaba aquello
—¡Phil, cariño, todo lo que dices, es cierto y entiendo que ahora me odies! ¡Solo puedo decir, que yo no había planeado que las cosas ocurriesen así, ……, ¡pero es mi culpa, y solo mía, si no supe decir que NO, y me dejé arrastrar por otros!
—¡Soy ya mayorcita y con carácter, para decir a cualquier proposición que no desee NO gracias! ….¡Pero no lo hice, así que no puedo darle a nadie la culpa, porque simplemente, o que ocurrió, fue porque yo lo consentí y acepté!
—¡Tienes toda la razón Phil, nunca te había mostrado mi versión más sórdida de mi, pero ahora ya la conoces, y nada de lo que yo pueda hacer, podrá ya cambiar lo que pasó!
—¡Sabes que he sido muy feliz a tu lado, durante estos años, pero en los últimos, el trabajo y la rutina a hecho mella en nosotros, como en muchas otras parejas, no es un caso aislado nuestra actual situación, ….¡La pasión y el deseo se han convertido, sin darnos cuenta, en rutina y más rutina, a pesar de que nuestro amor, siempre a ido en aumento, la rutina termina socavando nuestras ilusiones.!
—¡Por ese motivo!, …. ¡Porque sabía que me haría sentir libre y deseada como mujer por otros, no quería, ni me atrevía a volver a esos juegos de sexo solo por placer, que yo amo tanto, te soy sincera, pero a los que había renunciado definitivamente!
—¡Quiero serte sincera Phil, después de experimentar esa sensación de absoluta libertad, me siento distinta…¡algo ha cambiado en mi y con serenidad y analizando la situación en los próximos días ¡si a ti te parece bien! …. Deberíamos pensar con calma, con serenidad, si debemos seguir juntos, o empezar tu y yo, porque te sigo queriendo, una nueva etapa!.
—¡Descansemos y pensemos hoy, para juntos decidir que deseamos hacer, seguir siendo mi mejor amigo, ¿aceptar tu mi nueva faceta de compartir sexo con otras personas?……, aunque no creo que estés preparado para ese tipo de relación, y ser feliz a mi lado al mismo tiempo! …. ¡Si te parece bien, mañana cuando regresemos del trabajo los dos, nos sentamos y sopesamos nuestras decisiones, que deseas tu, y que deseo yo, y con calma, tomamos una decisión sobre lo que deseamos a partir de ahora!
— ¡Ahora mismo me siento fatal, asumo mi culpa, pero …. no puedo cambiar lo que ya ha pasado, ¡Si te parece bien, me gustaría irme a la cama ….¡usaré la otra habitación!, tampoco tengo hambre y lo que necesito es tumbarme en la cama, para pensar con calma y descansar!
Phil también se dio cuenta de que en este primer momento, no íbamos a poder resolver nada, como mucho, terminar diciéndonos cosas, de las que después nos arrepentiríamos, fruto de la rabia de el y el desengaño, y que sentía lógicamente. Phil me dijo
— ¡Yo voy a salir a tomar algo, y despejarme, lo necesito y ya comeré algo por ahí!
— ¡Tu puedes quedarte en nuestra habitación, ya me iré yo a la de invitados cuando vuelva! A lo que le respondí.
— !Gracias Phil, pero prefiero acurrucarme en la pequeña, la nuestra me trae demasiados buenos recuerdos y no sería capaz de conciliar el sueño…. , duerme por favor tu en ella! …. mientras Phil se levantaba para coger las llaves y su cartera y salir a dar una vuelta , le miré y le dije
— ¡Lo siento mucho Phil cariño, no te merecías a una mujer como yo! Terminando con lo que siempre nos decimos
— ! Ten cuidado por ahí….., yo te sigo queriendo!
Phil con una mueca, me dio a entender de comprendía los sentimientos encontrados, y tras decirme
— ¡ Tranquila, tendré cuidado! salió del apartamento y yo me fui a la habitación de invitados, tal cual, sin tan siquiera quitarme los tejanos, solo deseaba tumbarme, llorar y dormir, además de pensar alguna solución mágica que no había para aquel momento que estábamos pasando en nuestra relación….
Ya sola en nuestra casa, subí a la habitación y cambié mi maleta a la de invitados. Coloqué mis cosas en las perchas, pero por el momento, no me llevé nada de la habitación de matrimonio.
Me fui a la ducha, donde estuve mucho tiempo debajo del agua que resbalaba por mi piel, después de lavarme. Dejar que el agua resbalase por mi piel, era algo que me relajaba. Finalmente me sequé y con el albornoz y descansa como casi siempre, me fui a la que por ahora iba a ser mi habitación hasta que hablásemos más y decidiésemos que hacer con nuestra relación.
Dejé el albornoz en el suelo y como solía hacer siempre (algo que le gustaba a Phil) me acosté totalmente desnuda, como era mi costumbre, para sentir el contacto de las sábanas sobre mi piel y más cómoda para moverme. Me cubrí con la blanca sábana y de lado, mirando hacia la pared, me abracé a la almohada, mientras pensaba en un millón de cosas, tratando de abrir mi mente a soluciones para cada una de ellas, hasta que el cansancio del viaje y de la anterior ajetreada noche, me vencieron.
Todavía era media tarde, pero me dormí, …., deseaba dormir y desconectar por unas horas de todo………
Me desperté y eran casi las 21 horas, empezaba a tener un poco de apetito y tras ponerme el albornoz de nuevo, por si Phil llegaba, que no se encontrase conmigo desnuda, algo quizás incómodo para el, en aquella situación, bajé a la cocina y tras beber agua, me hice un tazón de cereales. Sabía que Phil no había regresado todavía, porque antes de bajar, mire en nuestra habitación.
Me tome los cereales y después un te de passiflora que me ayudaría a dormir y relajarme. Recogí la taza y los vasos y los metí en el lavavajillas y a continuación, de nuevo subí a la que por el momento era mi habitación, donde tras poner el despertador, ya que no podía quedarme dormida al día siguiente, porque a las 9 de la mañana tenía que estar en el Great Ormon, lista y sin excusas.
Como al día siguiente me contó, Phil estuvo paseando por Hyde Park, y después tomando unas cervezas en una taberna inglesa, comió algo en el Hard Rock y regresó sobre las 23 a casa.
Yo dormía profundamente, pero una voz que conocía muy bien, tras tocarme el pelo, pero sin encender la luz, me dijo
¡Alice …. Alice, ya estoy en casa, buenas noches! Yo le respondí entre sueños y por primera vez desde hacía años, dormimos esa noche en camas distintas.
33 - Primera noche durmiendo separados
A las 7 de la mañana, me despertó la alarma del reloj. Como siempre, me levanté y me fui al baño. Me di una ducha rápida y mientras me peinaba y perfilaba los ojos ante el espejo, antes de vestirme, entro mi marido Phil, que con cara de sueño, me dijo
—¡Buenos días cariño!, mientras me daba una palmada en mi desnudo culo…
—¡Buenos días Phil, le respondí yo ¿Como estás hoy? El me contesto con voz triste
—¡Tan confundido como ayer cariño! -Añadiendo- ¡Tenemos que hablar largamente y con calma de lo que nos ha pasado!, a lo que le dije
—¡Yo también deseo que hablemos, estoy tan confundida y preocupada como tu! …. ¡Trataré de regresar pronto esta tarde del Hospital y seré toda tuya para cualquier cosa que desees preguntarme, te debo muchas explicaciones, aunque quizás no puedan arreglar nuestra relación, pero cuando regreses, estaré preparada para lo que tu decidas o decidamos juntos. ¡Lo siento Phil, pero que sepas, que te quiero!, tras lo que poniéndome de puntillas para poder llegar, le di un inocente beso en los labios y me fui a mi habitación a vestirme para bajar a tomarme mi café largo y salir pitando a trabajar.
Antes de que me diese tiempo a salir del baño, oí como me decía ….
—¿Porqué Alice, sois tan complicadas las mujeres? A lo que yo le respondí
—¡Siempre te he dicho, que nosotras como Hijas de la Luna, y ahí reside nuestro encanto!, ¡y vosotros sois mucho más sencillos de comprender, más transparentes! ¡Siempre ha sido así Phil!
34 - Afrontando con calma la nueva situación.
Estar de nuevo en el trabajo, visitar a los pacientes ingresados, evaluar como habían respondido y nuevas consultas que atender y valorar, hicieron que se me pasase el tiempo casi sin darme cuenta.
Como era habitual, empezaba a trabajar a las 8 de la mañana, comía en el mismo Great Hormon y a las 18h regresaba a casa.
Phil, mi marido trabajaba en una consultoría Jurídica, donde su horario, no era más corto que el mío, pero si menos regular, por lo que en ocasiones, llegaba muy tarde a casa, siempre habían temas urgentes que resolver, o en otras ocasiones, llegaba poco después que yo.
Cuando regresé, todavía no esta el, así que subí arriba y tras darme una ducha rápida, me puse unas mallas negras y una camiseta amplia de vivos colores.
Miré que teníamos en el refrigerador y preparé una cena ligera, habitual en nuestra rutina y preparé la mesa en la cocina, como siempre solíamos hacer.
Con todo listo, seguí bebiendo zumo fresco y le esperé poniéndome a leer en el salón.
Como imaginaba, eran poco más de las 19h cuando le oí llegar, me levanté y como cualquier día normal, le pregunté por el trabajo, dándole un beso en la mejilla.
Tampoco fue distinta su respuesta….
—¡Ya sabes como es, estrenaste siempre y todos con prisas, uff, se terminó por hoy! - terminó diciendo mientras subía a dejar sus cosas arriba.
Cuando bajo, nos sentamos a cenar y ambos con ganas de empezar a hablar de lo nuestro, cenamos en pocos minutos y tras recoger la mesa, nos fuimos al salón.
Phil se sirvió un whisky, preguntándome.
—¿Quieres tu uno también Alice? A lo que yo decline su ofrecimiento diciéndole…
—¡Gracias cariño, de momento no, …, quizás más tarde, ahora quiero tener la cabeza totalmente clara para que hablemos!
Nos quedamos los dos sentados uno frente al otro, como dos idiotas, sin que ni el ni yo, sacásemos el tema.
Como ninguno de los dos sabíamos como empezar, le dije…
—¡Phil…, empieza tu y dime que piensas y como te sientes! ¡Hazlo sinceramente, sin guardarte nada, tenemos que ser claros y abordar el tema con valentía y confianza! ……
Phil, tras resoplar y sin saber como empezar, empezó a exponerme lo que el sentía y como se sentía.
—¡Mira Alice, llevamos ya seis años juntos y nunca hemos tenido ningún problema entre los dos, todo a sido perfecto, pero si olvidamos que fui yo quien te insistió en hacer cosas nuevas ¡maldita sea!
—¡Solo lo hice con la intención de dar un poco de “chispa” a nuestras relaciones sexuales, que como en todas las parejas, tienen sus altos y bajos y me pareció que nos estábamos acomodando y que con el paso del tiempo, el deseo entre nosotros se estaba quedando en un segundo plano!
—¡Es cierto, que si era consciente, aunque tu nunca me habías dicho nada sobre tu faceta más alocada, por llamarle de alguna forma, ya sabes como son estas cosas, siempre hay alguien que por el motivo que sea, termina diciendo aquello de!.
—¡Dicen, y bastantes me lo confirmaron cuando empezamos a salir juntos, lo que yo tampoco ignoraba, con la típica frase de, ¡dicen que tu novia, hasta antes de conocerte, estaba hecha una buena golfa, e incluso me aseguraron que habías salido unos meses con un chico negro de la universidad y claro, repetían, ese debe darle polla por todos lados a Alice.!
—¡Pero que yo sepa…., hasta este fin de semana, siempre me fuiste fiel, y de eso estoy bastante seguro, creo?
Sin duda era mi turno de explicarme y sincerarme con Phil.
—¡Con respecto a mi etapa adolescente, si para los que te lo avisaban, era negativo, que yo hubiese sido durante mucho tiempo, una chica que amaba la libertad, incluida la sexual y que gocé de ese estilo de vida hasta conocerte, porque entonces, debía decidir si ser tu pareja y abandonar mi vida, digamos disoluta, aunque seguro que a ti te dijeron que era un buen pedazo de puta, con cara de ángel, pero una chica fácil, a la que le gustaba follar con los chicos, y también con chicas, soy bisex…!
—¡Y decidí dejar todo aquel ambiente que me cautivaba y me divertía mucho, para ser “solo tu afortunada novia” porque me enamoré de ti, y en esos momentos en que debía elegir, te elegí a ti.!
—¡Por supuesto, aunque ahora comprendo que empieces a dudar de si realmente te fui absolutamente fiel o simplemente fui “discreta” con algún devaneo con otro hombre,….. ¡Puedo jurarte que nunca te fui infiel!
—¡Ni siquiera llegué a plantearme darle opciones a nadie, que si los hubo, que trataron de seducirme! ….. ¡Los hombres por naturaleza sois así, y os pierde en ocasiones, probar la fruta de otro! …. ¡No lo digo en tu caso, porque de ti estoy segura!
—¡Ya me imagino lo que debían decir y alardear algunos cuando nos veían juntos de la mano, comentándole a tu colega de turno!
—¡Ves esa de las gafas, la novia de Phil, jaja… ¡no quieras saber como folla la muy guarra y lo viciosa que es! …. ¡Mírala, y ahora parece una santita!
—¡Pero nunca, ninguno de los que lo intentaron, incluidos algunos compañeros del hospital, consiguieron nunca ni siquiera, un achuchón ni nada deshonesto de mi !
En este punto, retomó la conversación Phil…..
—¡Por eso Alice, porque éramos una pareja tan unida, no me cabe en la cabeza, que este viernes por la noche, hicieses lo que hiciste! ¡Sinceramente, nunca hubiese podido imaginar la humillación a que me sometiste, la rabia y el odio que sentí, cuando la zorra de tu amiga Judith….¡Esa si es un buen pedazo de puta!…. ¡Dios mío!
—¡Me dijo con descaro y claramente, que aunque yo había reconocido tu tenga lleno de semen, cuando lo recogí del suelo, que tu puta sumisa que aquel chulo se llevaba del Xtasia, y ella le seguía sumisa como una perra, eras realmente tu.. ¡Es ahora, y si no lo hubiese visto con mis propios ojos…., no me lo creería Alice! ¡Esa no era la Alice que yo conozco, es como si fueses otra distinta, insensible y dejándose arrastrar plácidamente a placeres y vicios que no quiero ni imaginar! -añadiendo, como era lógico…
—¡Aunque puedo llegar a imaginar, con solo verte seguir sumisamente a aquel depravado, llevándote de una correa como una perra, desnuda bajo la capa como me dijo tu “amiga” ,,, menuda puta de amiga! No quiero saber que ha pasado durante esos tres días en que me abandonaste, porque seguro que de saberlo, no podría volver a mirarte a la cara!
—¡No me cabe ninguna duda, de que estado jodiendo por todos lados, como a una simple puta y no solo aquel desgraciado, seguro que muchos más dejaste complacida que te jodiesen como una perra Alice !
—¡Realmente se me eriza la piel, a pesar de que no te vi, siendo follada y tu abriéndote a ellos con placer, como una perra en celo!
—¿Que has hecho Alice? …. ¿Y porqué?…. ¡Porque me has hecho esto!
El se quedo callado tras soltar lo que llevaba ahogando su garganta y que le estaba oprimiendo su corazón. Al oír sus palabras, me di perfecta cuenta del intenso daño, que le había hecho, dejándome arrastrar por el deseo que sentía.
Mientras me miraba angustiado y frustrado conmigo, le dije.
—¡Se muy bien, que NADA puede excusar lo que hice y que ya no tiene remedio… ¡Ni tan siquiera que realmente, solo fuesen dos días y no tres, eso es lo menos importante al fin y al cabo, fui contigo y debí seguir a tu lado y resistir a los que me tentaron a emprender esa aventura.
—¡Tampoco es una excusa, que verte follar con Judith y como la devorabas con vicio, y yo hacía lo mismo con Peter, ni lo es, que en el cuarto Oscuro, el morbo es follar y se follada, sin saber por quien, en medio de un lío de cuerpos y brazos, pero, esa situación, me hizo recordar y revivir, las locas fiestas de años atrás y ser deseada me halagaba como hembra…..!
—¡Para mi, fue el equivalente a poner a una ex alcohólica en una mesa, donde todos bebidas a placer y ahí, la tentación, me invadió y me dejé arrastrar de nuevo a las pasadas orgías de sexo ¡No por amor! Eso que siento por ti, aunque no te merezca, si es amor….., el sexo en este contexto lujurioso y de juegos de rol, no es más que sexo esporádico por placer, pero sin ninguna atadura!
—¡Otra cosa que deseo aclararte, es que en mi vida no hay nadie más… ¡Te lo juro! ¡Solo estoy enamorada de ti, pero como una bruja mala, he roto es bonito y maravilloso embrujo que nos unía!.
—¡Tengo muy asumido, lo he estado pensando mucho, y ya no voy a poder volver a ser la esposa a la que adorabas!
—¡No te sientas culpable, porque no lo eres, ni te preocupes por como debes ahora mirarme, o si todavía puedes confiar en mi!
—¡Solo te pido que me des unos días para encontrar un apartamento de alquiler, y me mudaré allí! … , el trato de interrumpirme diciéndome.
—¡Yo en ningún momento he insinuado que deseo que te vayas! ¡Démonos un tiempo de reflexión Alice!
Pero yo sabía que la mejor solución, era la que había estado barajando desde que regresé a la que había sido “nuestra casa” …”nuestro hogar”, así que como mi decisión estaba clara, y no quería hacerle daño de nuevo, algo que podía volver a suceder, ahora que había contactado de nuevo con mi oscuro pasado, le dije.
—¡Tenemos todo el tiempo que queramos para reflexionar, aunque el dolor que ahora sientes, cuando conozcas a otra mujer que te merezca, quedarás atrás.!
—¡Como te he dicho, yo no tengo a nadie como podías quizás llegar a pensar, pero ahora prefiero estar sola en un apartamento!
—¡Si es posible y no me odias como para borrarme de tu vida, me gustaría que siguieras siendo mi “mejor amigo”. ¡Hemos sido muy felices, y eso no lo puede borrar nadie ¿Que quizás dentro de unos meses nos necesitemos mutuamente? ¡También es posible!
— ¡Pero ahora mismo, es mejor vivamos cada uno en su casa, para mi esta es muy grande y me trae demasiado buenos recuerdos, por lo que si tu aceptas, me gustaría que te quedases en ella!
— ¡Me pondré desde mañana a buscar un apartamento pequeñito para mi sola y si así, me siento bien, no volveré a atarme a ningún hombre, aunque para “lo que sea” sabes que me tendrás ahí, pero formando parte de un amor que tuve y no supe conservar.
— ¡Pero Alice a que vienen estas prisas por irte de casa? Muy sencillo Phil le respondí.
— ¡Porque si me quedase aquí en la otra habitación, nos veríamos a cada instante, en cada pauta del día, y nos dolería a los dos, pensar en lo que te he hecho!
— ¡Viviendo (trataré de buscar algo cerca de aquí) cada uno en su “espacio” podremos pensar, madurar nuestros deseos, crecer como personas y espero y deseo, como amigos! Añadiendo
— ¡Un par de cosas más Phil cariño …. ¡Mientras no tengas una nueva relación y necesites el divorcio, me gustaría que no lo solicitásemos hasta que no te sea necesario! …¡No deseo romper es vínculo y otra cosa querría pedirte, si no estoy abusando de tu cariño!
— ¡Desearía poder seguir llevando en mi dedo anular, el anillo que con tanto cariño me colocaste! Y no es por aparentar y que la gente no sepa que vivimos separados, esas personas me importan muy poco, ¡Te pido que me permitas llevarlo, para que cada vez que me mire la mano, recuerdo todo lo bueno que me has dado!
Phil moviendo la cabeza con pesar, viendo como lo nuestro se desmoronaba, aunque fuese solo en parte ahora al principio me dijo.
— ¡Por supuesto que puedes seguir llevando el anillo de casada, es más, yo también deseo que no cortes todos los lazos que nos unían.
— ¡En cuanto al papeleo, eso si no recapacitamos y lo intentamos de nuevo, yo tampoco tengo a nadie, por lo que no lo necesito! Y de nuevo insistió.
— ¡Alice!…. ¡No seas cabezota y quédate al menos una semana más en casa y entretanto, piensas en si quieres marcharte de verdad o no!
A pesar del deseo de Phil de que lo nuestro se terminase arreglando, yo tenía claro, que lo que ahora necesitábamos, era estar un tiempo alejados el uno del otro, porque si de verdad, yo deseaba más rehacer de nuevo la relación, mi corazón me pediría claramente, regresar a su lado, …. , si no resultaba que el, ya había rehecho su vida, y entonces ya era tarde para mi, pero necesitaba volver a sentirme libre como antes de casarme, para saber de verdad, que es lo que más deseaba y que iba a hacer con mi vida.
— ¡No Phil, estas cosas, cuanto antes abordemos la nueva situación, menos doloroso será para los dos, hazme caso, se lo que me digo.! (Añadiendo con una forzada broma para suavizar el tenso momento)
— ¡Pero no te las prometas muy felices todavía! ¿Quizás me cueste encontrar un apartamento pequeño y que me guste, y me tienes que “soportar” rondando por casa unos cuantos días? El sonrió, pero la tristeza le embargaba, diciendo.
— ¡Bueno, quizás haya suerte y no encuentres ese apartamento! …. - y yo le respondí.
—¡Cuando me haya ido, te sentirás más libre y podrás hacer lo que desees, como si te apetece traerte a alguna guapa amiga a casa, sin el problema de que nos tropecemos en las escaleras las dos.!
Tras esta última parte de nuestra separación amistosa, me pareció notar un cambio en la actitud conciliadora de Phil. Quizás estaba ya asumiendo de que yo deseaba regresar a mi vida en libertad y que ya no nos quedaban posibilidades de volver a encauzar aquella situación.
Llevándome conmigo esa sensación de culpabilidad, nos fuimos a la cama, cada cual a la suya, porque si nos hubiésemos acostado junto de nuevo, en un momento u otro, hubiésemos terminado follando, pero eso hubiese sido un gran error para los dos, porque quizás me notase distinta, o porque de nuevo a el le costase más aceptar nuestra ruptura, al menos temporalmente, aunque algo me decía, que no volveríamos a estar juntos de nuevo.