Compl a mi marido (o no) en Juegos Swinger Cap-14

Michael se las prometía muy felices con las tres, Bonnie Rebecca y yo, las tres en su cama esa noche, pero nosotras teníamos otros planes ....

Capitulo - 14

30 - El placer de gozar de nuestra bisexualidad

Mientras nuestras bocas permanecían entrelazada firmemente y sintiendo en las cabezas de ambas, las embestidas que Bonnie le estaba propinando a Rebecca,  ella apoyando su hombro sobre mi, casi una encima de la otra, su brazo derecho, descendió rápidamente buscando mi mojado coño, que tras acariciármelo solo un poco, me penetró con varios de sus dedos, haciéndome gemir.

—¡Ohhh yeah Rebecca! ..¡I like it, fuck it… ¡Ahhhhh!, entremezclándose desde ese mismo momento, los gemidos de amabas, con Bonnie follando profundo su coño, y ella el mío con sus dedos y jugando con mi hinchado y excitado clítoris.

A nuestros gemidos se unían las traviesas y viciosas palabras que Bonnie nos dedicaba.

—¡Así, así me gusta, gozad putas hasta desfallecer! Mientras a cada embestida nos excitaba más con sus palabras.

—¡Takes, takes….,Go harder, good slut!

Con las tres desbocadas y Michael babeando por el deseo de unirse a nosotras, aquello no podía durar mucho más, y una tras otra nos fuimos corriendo como locas, agitando. nuestros cuerpos por el placer del orgasmo y nuestras caras desencajadas.

Tras habernos corrido las tres, Bonnie se tumbo a nuestro lado, mientras Rebecca seguía encima de mi, mientras nos acariciábamos con cariño y llenas de placer.

Atado en cruz a la cama, Michael, esperaba impaciente su turno, mientras nosotras, cansadas y felices, yacíamos en el suelo acariciadas por el calor de la chimenea, mientras nos seguíamos acariciando ahora dulcemente entre las tres.

Al vernos tan relajadas y satisfechas Michael no pudo evitar recordarnos….

—¡Hey chicas, os veo muy cómodas! …. ¡No se os ocurra quedaros dormidas ahora y os olvidéis de mi, vuestro servicial “caballero” que hace poco, me he batido en duelo por vosotras !

—¡Bonnie le contestó… ¡Michael no nos quieras engañar, no te has “batido” altruistamente, sino por conseguir unas buenas hembras a las que follar! Jaja! Añadiendo….

—¡Aunque también es cierto, que tanto Alice, como Rebecca han apostado por ti como amante, y a mi, me han ganado! Jaja

Bonnie se levantó diciéndonos…

—¿Os apetece un buen trago de whisky chicas? …¡A…. Y se me olvidaba ya.. ¿Tu también Michael?  Jaja ¡Debes tener la garganta seca de tanto mirar, jaja! A lo que Michael le respondió

—¡Si lo mejor que me puedes ofrecer ahora, hermosa Bonnie es un simple whisky….. ¡Que sea doble, por favor!

—¿Y vosotras mis zorritas también os apetece uno? Nos preguntó con una amplia y traviesa sonrisa

—¡Si para mi uno normal si es posible que sea Monkey Soulder! Mientras que Rebecca dijo ¡Yo prefiero algo más fuerte mejor un Laphroaig, please, también estoy seca!

Mientras Rebecca y yo nos reponíamos de la última travesura, Bonnie, como Michael  estaba atado, sentándose sobre su pecho, completamente desnuda como iba y con una pierna a cada lado, le iba donde pequeños sorbos a “nuestro prisionero”.

Michael sentía el caliente culo de Bonnie sobre su pecho y miraba su coño mojado con deseo y como sus tetas se movían tentadores por encima de su cabeza, mientras ella, con una sonrisa de traviesa felicidad, por ver como era el incapaz de tocar lo que tanto deseaba desde hacía lo habíamos atado a la cama.

Con falsa cara de pena, oía mientras saboreaba con calma mi Monkey, com Michael, le rogaba a Bonnie, que se reía.

—¡Bonnie no sea cruel conmigo, acércame esas jugosas tetas para que les de una buena chupada, por favor!  ¡El whisky a palo seco me sabe a poco, en cambio combinado con esos hermosos pezones, me sabría a gloria!

—¡Jajaja….! Se rió Bonnie, añadiendo

—¿No me puedes negar, cielo, que vernos a las tres, jugando entre nosotras, no te ha encantado? A lo que el respondió

—¡Sin duda ha sido excitante y me parece que provocador, con perversos fines, pero me hubiese gustado poder unirme a vosotras, ¡hummm…! ¡No me podéis negar que una buena polla de verdad, no es comparable con ningún dildo?

Levantándose ya del pecho de Michael y viendo lo dura y tiesa que tenía la polla, con malicia le dijo.

—¡Uaau Michael! … ¡Parece como si tu polla se sintiese irremediablemente atraía por mi suave y redondo culo! Jaja

A lo que el resignado, le respondió mientras volvía junto a nosotras  ¡Tu ríete Guapa, que cuando te pille, me vas a suplicar que no deje de follarte, que ya nos conocemos, zorrita!

Bonnie sin dejar de reírse se sentó junto a nosotras que estábamos junto a fuego, sintiendo en nuestra piel, las caricias calientes de aquella chimenea, que inundaba la estancia con su sensual movimiento de las llamas y el crepitar de los troncos.

Mientras hablábamos de lo que habíamos gozado juntas, Michael no dejaba de hacerse el pesado, diciendo que tenía ser nuevamente, aunque nosotras ya sabíamos o que realmente tenía, viéndonos desnudas junto al fuego y el atado.

En esta ocasión les dije a Bonnie y Rebecca….

—¡Ya voy yo …. Es un pesado! A lo que Bonnie me advirtió

—¡No te fíes de ese golfo, porque ya sabes que quiere otras cosas, jajaja ! A lo que le respondí

—¡Es normal chicas … mi pobrecito Michael!

Del mismo modo que había hecho antes Bonnie, me senté sobre su pecho para darle el whisky que reclamada desde hacía bastantes minutos, ya que sabía hacerse el pesado muy bien.

Mirándole a los ojos, cogí una venda negra que recogí junto a nuestra ropa, y antes de darle una sola gota le dije

—¡Te voy a vendar los ojos….”Perrito” jaja !  ¡No quiero que te distraigas mirando mis tetas y no puedas saborear este buen whisky, porque eso sería una pena cielo!

Michael que estaba deseando y quizás pensando que a mi me convencería para que dejase que me las chupase, hizo el intento de protestar, pero tapándole la boca con mi mano le dije expeditiva.

—¡Los “perritos” no hablan! - Añadiendo - ¿eso dices tu de las “perritas” verdad?

—¡Entonces a callar, o me voy y te quedas sin whisky!

Evidentemente se dejó vendar los ojos y entonces diciéndole

—¡Abre bien la boca, perrito!  . El la abrió y yo empecé a escanciar desde cierta altura, un hilo del excelente destilado, que el iba tragando, y algunas gotas salpicaban su cara y le impedían hablar porque debía tragar al mismo tiempo.

Tras darle casi medio vaso, me detuve y le pregunté.

— ¿Quieres un poco más “mi perrito”? A lo que respondió

—¡Está bien así Mistress Alice.! ¡Quiero estar despejado para cuando me soltéis, daros vuestro merecido! Pero yo le corregí, preguntando a mis compañeras…

—¿Alguien de vosotras, le ha engañado y le a dicho al “perrito” que lo íbamos a soltar?

—¡Nosotras no, por supuesto, ya que esa no es la idea, jaja! Y dirigiéndome de nuevo a el le dije

—¿Lo oyes “perrito”?  ¡Aquí nadie a hablado ni ha mencionado … que te vayamos a soltar, jajaja .. Así que voy a darte más whisky

para que al menos goces de su sabor.

A pesar de que escocía un pco y calentó terriblemente más mi coño, me lo empape de Monkey, y como el no podía ver nada, solo  sintió que yo me movía y como sentándome sobre su boca, situaba mi coño con sabor a canela en su boca

Seguro que se sorprendió, pero con la boca llena de algo que llevaba deseando desde hacía mucho, empezó a chupar mi coño con deseo, mientras yo me sujetaba al cabecera metálico de la cama, sentada sobre su golosa boca.

Su lengua empezó a buscar con avidez mis labios interiores y mi clítoris, momento en que de nuevo, vertí un poco más de whisky en mi pubis, que resbalaba hasta su boca, casi atragantándose Michael

Al deslizarse por mi coño, sentía como el alcohol del destilado, penetraba por los poros de mi coño y me invadía una sensación excitante, como si fuese a arderme de un instante a otro, pero las ávidas y profundas lamidas de mi perrito, paliaban un poco aquella mezcla de placer intensísimo y ardiente, pero tuve que parar de derramar whisky porque empezaba a invadirme aquella ardiente sensación, que se sobreponía al placer que el me daba.

Tras beber yo un trago, deje el vaso sobre la mesita y agarrada fuertemente al barrote superior de la cama, opté por centrarme con los ojos cerrados, en aquella maravillosa comida de coño que me estaba dando, con toda la excitación que había acumulado con nuestras provocaciones. Mis amigas me miraron tensa y excitada, mientras el me lo comía, diciéndome.

—¡Jajaja…¡Eres demasiado buena con este truhán de Michael, jajaja!  Tenías que haberlo hecho sufrir más pero ya sabemos que tienes una especial debilidad por ese golfo, jaja!

Sabía que tenían razón en todo, pero no dije nada, solo seguí gozando de aquella boca que deseaba tanto como el, que me devorase el coño con vicio.  Era consciente que no podría retrasar mucho más mi clímax, porque a cada instante lo sentía más cerca a pesar de tratar  de contenerlo y alargar el placer, pero la naturaleza y las hormonas, no entienden de tiempo y empecé a gemir a cada momento más intensamente, preludio de que aquel maravilloso placer llegaba a su punto culminante.  Ya no podía más y me abandone por completo a la lujuria del momento…..

—¡Ohhh..¡ ¡you make me so horny…!  ¡Ohh yeah my good lover…!Do not stop please!

—! I’m coming, Michael, oh yes, I'm coming as a bitch……! ¡Aaahhhh…¡Ohhh, yeah…..! I'm dying of pleasure… ¡Uuhhhhfff!

Me corrí como una colegiala, sujetándome con fuerza a los barrotes, para no ahogarle y dejé regalar mi coño hasta su barbilla, para que el pudiese  recuperar su agitada respiración, mientras yo iba recuperando la mía y la fuerza de mis piernas que sentía flaquear por el intenso orgasmo.

Aunque sabía que no debía hablar, Michael no pudo resistir decirme.

—¡Gracias Alice mi perrita, ha sido maravilloso comerte el coño, terminando con un típico  pero no real …¡ Te quiero golfa!

Levantando mi pierna izquierda, me diré y me tumbé a su lado boca arriba, mientras veía mis tetas subir y bajar rápidamente por lo acelerado de mi respiración y pulsaciones.

Me sentía en el Cielo, tumbada sobre la cama, relajada, con flojera todavía y mis muslos empapados.

Desde la cama… donde mis brazos entraban en contacto con los de Michael y mis piernas, con la suya derecha, pero el, jaja, solo podía recibir el placer que decidiéramos darle nosotras, inmovilizado como estaba.

Seguro que al entrar con nosotras tres, pensaba que nos iba a follar una tras otra sin parar, pero al dejarse atar a la cama, ahora el mando era nuestro y el un “esclavo sexual” para nuestro exclusivo placer.

Con uno de mis pies, tanteé la rigidez extrema de su polla y sus bolas, a lo que el respondió a mis caricias con un…

—¡Hoo si Alice, por Dios móntate sobre mi polla o va a explotar de lo que me duelen los huevos por follarte!

Como el no podía ver, le hice un guiño a Rebecca y Bonnie, por si deseaban cabalgar a Michael.

Rebecca se levantó y vino presta a la cama. Ya de pié sobre ella, y con una pierna a cada lado de nuestro “cerdito” le pregunto

—¿Estás seguro perrito, que deseas que una yegua inglesa te monte?

Sin dudarlo un instante, Michael al oír la pregunta de Rebecca le dijo.

—¡Siii…. Mi Miistress, please! Cabálgame o vacía mis bolas, o explotaran de tan duras y llenas como las tengo, mi Ama!  ¡Por favor Mistress, ten compasión de este pobre esclavo! ¡ Te lo suplico!!…

Satisfecha por los ruegos de nuestro “cautivo”, Rebecca, apoyando sus manos en las caderas de Michael, empezó a descender, pero poco a poco, lentamente y cogiendo la durísima polla, la enfilo a la entrada de su húmedo coño, metiendo dentro solo el glande y empezando a meterlo y sacarlo de su jugoso coño, solo unos pocos centímetros, para hacerse de rogar por Michael.

La muy cínica, que también deseaba metérsela y sentirla muy profunda le preguntó …..

—¿Te gusta así mi “cerdito”? A lo que elle suplicó….

—¡Si mi Ama, pero desearía que me cabalgases muy duramente….¡hasta el fondo…, golpeando duro contra mi, te lo ruego!

Rebecca no le respondió, pero paulatinamente, empezó a follar más profundamente aquella desesperada polla de Michael, por sentirse abrazada por su vagina.

En unos instantes, Rebecca ya estaba cabalgando profundamente a Michael, hundiéndose toda su polla en su abierto y ardiente coño, mientras podíamos oír sus embites al chocar sus mojadas pelvis ¡choppp…!choppp…!, mientras Rebecca con una mano, se frotaba el clítoris para incrementar el placer que aquella dura polla le estaba proporcionando.

Pasaron poco minutos antes de que Michael, empezase a gemir, y su cara y cuerpo reflejasen la tensión previa a su eyaculación dentro de Rebecca que no paraba de cabalgar cada vez con más vicio sobre el, hasta que explotó diciendo

—¡Ohh Dios Rebecca, me corro mi amor!  ¡Recibe mi caliente y cremoso semen, hermosa dama! ¡Quiero llenártelo todo! Ohhh!

A su lado, mientras acariciaba su erizada piel en el momento del orgasmo y le pellizcaba los pezones, pude contemplar la liberadora explosión de sexo, con que estaba llenando a Rebecca.  Era muy hermoso y caliente, ver como se corría cabalgado por mi amiga.

Finalmente, tras correrse ella también, se dejó caer feliz y cansada sobre encima de Michael, mientras seguía sintiendo la polla de el, dentro de su coño, y le besaba con pasión.

Con Bonnie de pie a su lado, esperando su turno, Rebecca se tumbo a la derecha de nuestro macho prisionero, y Bonnie se subió a la cama, pero de espaldas a el. Se puso de rodillas con su culo frente a la cara de Michael, y se dejó ir, para que el ya agotado golfo de nuestro amigo, empezase a chuparle el coño.

Una vez el cogió el ritmo, mientras nosotras acariciábamos cada una desde nuestro lado, el culo de Bonnie, ella se tumbó sobre el, empezando a chuparle aquella enrojecida polla, tras soportar los larguísimos y numerosos envites de las dos, y se la empezó a chupar, hasta que pasados unos minutos, de nuevo estaba como ella deseaba, dura para gozarla.

Pero en esta ocasión la traviesa Bonnie, deseaba degustar el dulce y cremoso semen de Michael en su boca, por lo que se la siguió chupando con vicio, mientras vosotras  on nuestros dedos, cansadas pero todavía muy excitadas, le dábamos todo el placer posible a su empapado coño y dilatado culo, hasta que Michael, gimiendo de placer…..

—¡Oh yeah Bonnie,  I’m coming,  my hot slut!! … A lo que ella le respondió.

—¡Oh yeah, come! Come…!, I want all your creamy cum, inside my mouth!

Y mientras Bonnie se tragaba profundamente la polla de Michael, para que no se desperdiciase nada y para sentir sus corros directamente en su garganta, el empezó a descargar todo el semen caliente y dulce que tenía acumulado en esos momentos y que ella, fue tragando, mientras los gemidos de placer, de los dos se entremezclaban.

Sentir como el le llenaba la boca con su miel, fue suficiente, para que ella, empezase a correrse con fuerza, sintiendo Rebecca y yo los espasmos de su coño y como lo agitaba de placer, con su boca todavía hundida en la polla de Michael, recogiendo hasta la última gota de su semen.

Bonnie, siguió lamiendo la polla de el, durante unos minutos, tras recuperarse de su orgasmo, hasta que, apoyando su cara sobre el muslo de Michael, se dejó ir, plenamente satisfecha y respirando muy acelerada, mientras nosotras, la seríamos acariciando y el, nuestro “caballero” permanecía rodeado y atrapado por los cuerpos de las tres.

Al cabo de unos minutos de maravillosa calma saboreando el placer que los cuatro habíamos recibido, Michael nos casi suplicó.

—¡Mis hermosas tres doncellas…, ahora podríais soltarme ya?  …-  a lo que Bonnie le respondió.

—¡No sabemos si es buena idea “soltarte”! …. ¡Ahora estamos todas, y tu tampoco puedes quejarte, de maravilla, y ese cambio de “Rol” de dominante a “potro usado” por nosotras, no me puedes negar que te ha encantado, querido truhán? Jajaja

Eramos conscientes de que Michael, tras complacernos a las tres, ya no nos iba a dar mucha más “guerra” en un buen rato, al menos, pero una nunca podía confiar en el, y su afán de ser travieso.  De nuevo insistió….

—¡De verdad mis sensuales doncellas! … ¡Prometo portarme bien!  A lo que yo instintivamente le respondí.

—¿Michael? …¡Tu “nunca” sueles portarte dócilmente, es muy arriesgado desatarte, jaja!  ¡Te conocemos, por eso somos reacias a soltarte!

—¡Tal como estamos ahora, nosotras estamos muy bien, y tu, tampoco te puedes quejar, golfo! - añadi. Y de nuevo el pesado de Michael volvió a intentar convencernos …

—¡Por favor dulces y traviesas criaturas… ¡Solemnemente prometo hacer solo lo que me pidáis! …¡Estoy de maravilla así, pero tendré que ir al baño… ¿por favor, no seáis crueles?

Intercambiamos nuestras miradas unos instantes entre las tres y finalmente, decidimos soltarle.

Primero, mientras Bonnie seguía gozando de estar tumbada sobre el, Rebecca y yo, le desatamos los pies, a lo que el respondió con un…..

—¡ Ufff, gracias preciosas, empezaba a tener las piernas doloridas! ¡Os agradezco que confiéis en mi! A lo que le respondí mientras junto a Bonnie, le desatábamos una mano cada una.

—¡Michael, no te engañes, no confiamos mucho en tu “palabra”, tu reputación te precede, pero somos tannnn… buenas, que vamos a soltarte, esperando que no nos hayas engañado y nos decepciones! Jaja…!

Una vez desatado sobre la cama, mientras nosotras le observábamos de pié, se estuvo desentumeciendo las muñecas sentándose en la cama y mirándonos con cara de truhán, nos dijo.

—¡Ahora os vais a enterar, trío de golfas!  Poniéndonos a la defensiva, pero el se tumbó de nuevo en la cama, diciéndonos.

—!Anda, venid aquí cobardes, que deseo sentiros pegadas a mi, y he prometido portarme bien ¡Y si quiero, soy un auténtico caballero! - Sentenció

Demostrándole nuestra incredulidad, las tres nos reímos de su última frase, pero estábamos deseando descansar ya y primero Rebecca se tumbó a su izquierda y cuando Bonnie y yo, fuimos a hacer lo mismo a su derecha, parándome con la mano, me dijo.

—¡Que Bonnie se pegue mucho a mi lado, pero tu Alice, me gustaría que te tumbases sobre mi, cara a cara! ¡Solo os pido eso, estar rodeado de sensuales y suaves hembras por todos lados?  ¿Por favor Alice?

Bonnie su tumbo a su lado sonriendo, yo no dije nada, pero moviendo la cabeza con displicencia, me puse sobre el, con una pierna por fuera de las suyas y otra dentro y apoyando mis manos en su pecho, puse mi cara ladeada sobre su torso. Ninguna de nosotras ni el decíamos nada, simplemente, sonreíamos por lo caprichoso que era el, que si dijo simplemente.

—¡Gracias guapas! … ¡Os quiero a todas! Y pasando una mano por mi espalda, que estuvo acariciando durante un rato, dejando bajar su mano hasta mis nalgas sin poder evitarlo el muy golfo y con la otra abrazando a Bonnie, mientras Rebecca pasaba una de las suyas por encima de mi y Michael, estuvimos inusualmente quietos, susurrando de vez en cuando algo, hasta que una tras otra, incluido el, terminamos por dormirnos.

31 - Domingo por la mañana el final de la “escapada”

Cuando  me desperté, ya había amanecido, pues se veía la luz del día por la pequeña ventanilla que tenía la cabaña. El fuego de la chimenea, casi se había apagado ya y solo se veían los últimos rescoldos ardiendo.

Cuando tuve noción de mi posición en la cama, vi que estaba junto a Rebecca, que estaba abrazada a mi todavía dormida, ya no estaba sobre Michael, que de espaldas a mi, estaba besándose con Bonnie.

Me quedé quieta, con los ojos entrecerrados, simulando estar dormida todavía, mirando, como Michael la besaba y ella le devolvía las caricias mientras despertaban.  Era muy hermoso verlos a los dos, empezando a desearse nuevamente.

Mientras entrelazaban sus piernas y se besaban con dulzura y deseo, les miraba plácidamente, mientras Rebecca seguía durmiendo, sintiendo en mi cuello su tranquilo respirar.

No paso mucho, hasta que Michael, progresando en su deseo, deslizó su mano  derecha, en busca del coño de Bonnie, que solícita, abrió sus muslos para ser acariciada.  El empezó a jugar con su suave y encelado coño, a cada minuto con más deseo, mientras Bonnie, gemía muy silenciosamente para no despertarnos.

Mientras excitaba más a mas a cada instante a Bonnie, le comía las tetas y los pezones, en un abrazo maravillosos de deseo, hasta que ella le susurró muy bajito..

—Fuck me please, I want to feel you inside of me, my love.! Uummm!

—Mientras yo les miraba en silencio, pude ver el maravilloso momento, en que Michael, subía encima de Bonnie, e introduciéndose entre sus piernas, hundía su polla en el anhelante coño de mi amiga, que ya imploraba ser follada!

Sin dejar de besarse, por el gemido  de Bonnie, adiviné que ya la tenía dentro de su caliente coño, y Michael, empezó a follar muy despacio, para tratar de no despertarnos, jaja, mientras Bonnie no podía evitar, que entre sus labios apretados contra los de el, se le escapasen gemidos de placer.

—¡Ooohhh!… ¡Oohhh.! ¡Fuck my, love! …¡Go harder, yeah!

En uno de los momentos que el se tiró hacía mi, mientras trataba de ser silencioso follando a Bonnie, nuestros ojos se cruzaron, y se dio cuenta que les estaba mirando con una sonrisa de felicidad.  El cruce de miradas fue suficiente para entendernos y el siguió dándole a Bonnie, lo que tanto deseaba en esos momentos.

Rebecca también se había despertado con los movimientos de la cama que iban en aumento, y me dijo.

— ¡ Mira a esos dos, jaja, que pronto han empezado ya a gozar uno del otro, mientras me abrazaba y pegaba su pubis a mi culo!

Bonnie encogió sus muslos hacia arriba y levantando sus piernas, le ofrecía entre gemidos su coño a Michael, gozando de aquella matutina follada, en un maravillosos despertar de los dos.

Era muy excitante, y Rebecca, empezó a acariciar mis tetas, mientras, su pubis buscaba en nacimiento de mi coño entre mis glúteos.

A pesar de que me gustaba estar viendo como Bonnie, se  dejaba follar con tantísimo deseo por Michael, me di la vuelta y tumbándome boca arriba junto a Rebecca, le dije….

—¡Follemos también nosotras, lo deseo!

No tuve que repetir mi petición, ya que ella, me estaba buscando ya hacía unos minutos, y al oír mi deseo, su mano alcanzó inmediatamente mi moralísimo coño y empezó a excitármelo todavía más, jugando con mi clítoris y metiéndome varios dedos follándomelo, mientras nos uníamos en un intenso y larguísimo beso, que acompañaba nuestro acoplamiento,

Con las piernas entrecruzadas, yo también busqué su suave y blanco coño y empecé a gozar jugando con el, mientras ella hacía lo mismo con el mío.

A nuestro lado, también Bonnie se había dado cuenta de que nos habían despertado, jaja, y ahora ya incitaba a Michael a que la follase sin contemplaciones diciéndole…

—¡Go hard and very deep my love, fuck me, fuck meee! To be pregnant my love Fill my pussy with your honey. Make a big belly, my male!

(Preñar a mi, mi amor.  Llena mi coño de puta con tu miel. Hazte una gran barriga, mi macho!)

La palabras tan calientes de deseo de Bonnie, nos excitaban también a nosotras y mientras Michael, en modo figurativo, embestía a Bonnie como si de verdad desease preñarla, nosotras a su lado, seguíamos follando con placer, sintiendo que el placer supremo no tardaría en llegarnos también.

— ¡Bonnie empezó a agitar la cabeza como una loca, mientras se corría con deseo, y solo un minutos después era Michael, quien lo hacía dentro de su coño, en lo más profundo, inundándoselo con su cremoso semen lleno de espermatozoides en busca del falso intento de preñar a la sensual Bonnie, mientras el le decía excitado y satisfecho.

—¡Ohhh, mi puta, ya estás llena y seguro que preñada por mi, con mis genes de macho!  ¡Como me gustará ver crecer tu barriga día a día, sabiendo lo que llevas dentro de ti, hermosa hembra!

Rebecca y yo también aceleramos nuestro intercambio de placer, a cada instante con más deseo y follando con la sensibilidad y dulzura de la que solo son capaces dos hembras acopladas.

Mientras Michael y Bonnie, tras haber follado como Diosa y Dios, nos miraban con cariño y morbo, le dije a Rebecca al sentir como me llegaba el orgasmo…

—¡Ooohhh…! ¡Yeah …. ¡ I’m coming as a bitche! … ¡Oh yeah my good Rebecca!

Mientras me corría como una perra en celo, casi al mismo tiempo, ella también lo hacía, y pasados nuestros intensos orgasmos, nos quedamos abrazadas y apretando muy fuerte nuestros coños uno contra otro, frotándolos de placer y deseo.

Entonces no dimos cuenta, de que Bonnie y Michael, nos habían estado observando atentamente y yo les dije…

—¿What are you looking at, hot couple ?  A lo que Bonnie repondió……

—¡The beautiful and sensual, that you wear both when you're fucking, haha!

(Lo guapas y sensuales, que os ponéis las dos cuando estáis follando juntas, jaja

Una respuesta que casi nos hizo sonrojar a las dos.

Había sido un maravilloso despertar para los cuatro, pero no se me olvidaba, que debía regresar a Londres, así que tras unos últimos minutos de relax, me levanté de la cama y les dije.

—!Ha sido maravilloso este fin de semana junto a vosotras, pero debo regresar a Londres lo antes posible, así que voy a ducharme a la caravana! - Añadiendo - ¡Y tu Michael, espabila, que prometiste llevarme de regreso a casa!  ¿Si?  A lo que el respondió

—¡Por supuesto querida Alice! … No has notado que me estoy poniendo triste? Me dijo con sonrisa burlona.

Con una sonrisa, de felicidad pero con un retazo de tristeza, salí por la puerta dejándoles atrás. Para nada me importaba ir totalmente desnuda, es más, me gustaba la desnudez en la naturaleza, era lo que más simbolizaba lo que realmente somos.

Casi todos dormían todavía, pero sentados en la mesa fumando, estaban Bruce y Lloyd, frente a unos vasos de Whisky y cuyas caras se iluminaron al verme salir decidida, y claro, desnuda (como tantas veces me había visto ya, jaja), pero antes de que intentasen invitarme a tomar algo o me liasen, le dije con risa sin dejar de caminar hacia la caravana donde teníamos la ducha.

—¡Perdonadme guapos caballeros, pero hoy me tengo que marchar voy  a ducharme! - Añadiendo- ¡Con sumo gusto me quedaría, si mis obligaciones no lo impidiesen! Enviándoles un beso con la mano, les deje allí y me metí en la ducha.

No me quedaba ninguna duda, de que a mi regreso a casa, no iba a ser bienvenida, pero era mi obligación, y tenía que afrontar del mismo modo y con la misma decisión, los momentos difíciles, que los placenteros.

Cuando entre en el Mobil home, me alegre mucho de encontrarme con Megan la esposa de Bruce, que también estaba despierta y que cuando me vio entrar con prisas y desnuda, me pregunto

—¿Donde vas con tanta prisa querida Alice y tan temprano? - Añadiendo-  ¡No te han dicho nada mi marido y LLoyd que están afuera al verte tan “al natural en pleno campo” ?  - Yo me sonreí el le dije.

—¡Por supuesto que si, son unos caballeros, jaja, pero yo tenia prisa! ¡Ya somos domingo y Michael me llevará hasta Londres, aunque no se el recibimiento que me espera allí, sinceramente, por parte de Phil, tras mi “escapada” con Michael sin avisarle!

Ella para tranquilizarme me dijo…

—¡No te preocupes, ten paciencia con el si al principio está molesto, pero se alegrará de tenerte de nuevo en casa! ¡Ya lo verás!

A pesar de que todo lo que fuese a ocurrir a partir de mi regreso, era una incógnita, le di la gracias y le dije que me iba a duchar y si me podía prestar algo discreto, porque toda mi ropa, la tenía en el Hotel, y ya se lo devolvería.

Lógicamente, me dijo que si, que cogiese lo que desease y ya no encontraríamos de nuevo, para que yo misma se lo devolviese y aprovechar para contarnos como había ido todo.

Tras darnos un abrazo, me dijo en que armario encontraría lo que buscaba y yo me metí en la ducha.

Cuando salí, estaba ya Michael allí esperando para darse la suya, mientras yo me vestía. Quería regresar pronto al hotel de Birmingham, porque a las 11 debía dejar la habitación, y estaba “casi” segura de que Phil no me había hecho mi maleta.

Así que mientras yo me puse un vestido informal y una zapatillas, y bragas en esta ocasión, el sujetador, ya me lo pondría cuando me cambiase de ropa en el Premier Inn West, que tenía los míos.

Michael, ya en plan formal, cuando salí vestida, ya estaba listo para llevarme al hotel, así que tras despedirnos de todos (los que estaban despiertos) no fuimos con cierta prisa.