Compl a mi marido (o no) en Juegos Swinger Cap-13
Tras el incidente con los árabes en la mesa, acompañada por Meredith, me duché y me cambié de ropa, mientras afuera en la mesa, la cordialidad tras el malentendido, volvía a reinar
Capitulo - 13
27 - Regreso a la fiesta con renovado look …..
Tras ducharme y ya seca, limpia y perfumada, me sorprendió que Meredith me dijese
—¡Siéntate que voy a peinarte, para que estés muy guapa, a lo que yo le respondí..
—¡No es necesario Meredith, me haré una cola alta y mi pelo ya se irá secando solo.
A lo que ella insistió,
—Tu déjate hacer por una vez, porque te mereces un ascenso, jaja.
Yo con gusto dejé que me peinase y vi como lo hacía con esmero, dejando mi pelo liso, y en la frente un gracioso flequillo, como yo solía llevar.
Una vez estuve peinada, al darme la vuelta, Megan estaba de pié mostrándome un precioso vestido de Dama, blanco de tirantes y adornado con ribetes dorados y un estrecho talle. Levanté las cejas sorprendida, a lo que Megan me respondió con na gran sonrisa.
—Lady Alice ¿le gusta su nuevo vestido? Porque ahora regresarás a la fiesta, como lo que eres una hermosa dama.
—¡Es precioso Megan, pero ¿porqué ese cambio de rol, de mesonera a dama? Le pregunté extrañada
—¡Muy sencillo querida Alice! … ¡Es la mejor forma de mostrarle al Jeque, que tu, eres una Dama como las demás, y terminará de comprender, el malentendido, además, a todos los caballeros, jaja, les gustará más verte así de guapa!
Tras ponerme el vestido, entre las dos me apretaron bien el corpiño central, para realzar más mi figura, y ya como toques finales, unos botines blancos y …. una diadema plateada, me daban más aspecto de princesa todavía.
El desafortunado incidente con el jeque Aziz Ben Jelloun, hacía que el desarrollo que tenían el grupo preparado para la cena y posterior fiesta, quedase alterado, al cambiarme a mi de rol y representar ahora el de dama, junto a Hanna, Bonnie y Sasha, quedasen como mesoneras, Megan y Meredith.
Al margen de ello, para mantener el buen clima que se había vuelto a recuperar, sobre la marcha, se alterara la diversión prevista inicialmente.
Cuando nuevamente, regresé a la mesa, habían redistribuido los lugares en la misma, si bien, Michael y Aziz, seguían hablando cordialmente, por medio del traductor del jeque, Hakîm que de pié junto a ellos, se encargada de traducir la conversación entre ambos.
En cuanto al resto de los lugares en la mesa, a los caballeros y las damas nos habían situado juntos pero intercalando caballero dama situando a Bean al lado de Sascha esposa de Blake (que seguía de mesonero, Lloyd a su lado y junto a Rebecca, seguidos de Raimon junto a Hayden (esposa de Brad-mesonero) LLoid junto a Tatiana, Brad con Hanna a su lado, Edwin junto a Bonnie, Ronald junto a mi, ahora como Alice y a mi izquierda un lugar, que ocupó Michael, tras terminar de hablar con el jeque Aziz, y que me transmitió sus disculpas, porque protocolariamente, el mismo, no podía dármelas como mujer, según las costumbres de su País.
Michael, invitó a Aziz a sentarse inmediatamente junto a el, seguido de sus tres acompañantes Hakîm para traducirle, seguido de Zayet y Nasîm que llevaba un vendaje en la cabeza, tras curarle el botellazo con era que lo había dejado fuera de combate Michael.
Para servir la comida y la bebida, seguíamos contando con Megan y Meredith, además con la ayuda de Raimon y Edwind los dos alemanes, y como ayudantes, los (inicialmente esclavos) el bueno de Bruce y anfitrión, Chad, Dave y Jacob.
Ya todos en sus nuevos lugares, los que servían las mesas, empezaron a repartir de nuevo, la comida, básicamente asado de caza (a excepción de jabalí, por respeto a nuestros invitados) pero no obstante, muy variado, ciervo, faisán, perdiz, además de buenas chuletas de ternera y para beber, se siguió con las opciones del te verde y las cervezas Mid Ale y Bitter.
Tras sentarse junto a mi, y pedirle a Aziz que se acomodase a su lado, para mostrarle cortesía, Michael me miro con una mezcla de sorpresa y descaro, diciéndome al oído.
—¿Estás guapísima Alice? … añadiendo … ¡Llevas un vestido precioso, como una princesa¡… pero rematando con una frase con su cosecha propia, diciéndome
—¡Solo estás más guapa, desnuda sobre la cama y con una cadena al cuello!
Eso le valió un fuerte codazo por mi parte, siempre hacía lo mismo, tras un elogio educado y elegante, tenía que estropearlo con un comentario descarado. Pero el era sí y mi codazo, provocó su risa traviesa, mientras entrechocando nuestras copas tomamos un buen trago de cerveza, mientras todos también empezaban a comer y beber de nuevo en buena armonía.
La cena discurrió con alegría bromas, y muy buen ambiente entre todos, y tras terminar de cenar, además de empezar a servir bebidas más acordes con el momento, como el whisky de varias procedencias entre los que se eligió el Monkey Shoulder con su inconfundible sabor a vainilla, el Laphroaig el escocés de la isla de Islay un whisky mítico, exuberante y con raza, si bien por sus costumbres, los árabes siguieron bebiendo te.
Lo siguiente, tras despejar la mesa, solo dejando las copas y las botellas, Megan y Meredith, junto a Raimon y Edwin se prepararon para ofrecernos su versión personalizada, pero muy fiel al original del típico baile escocés Ceilidh, que por si solo y bajo el sonido de las gaitas y el acompasado y alegre bailar de los participantes, es realmente muy bonito.
Al margen de ello, para dar más atractivo al Ceilidh, evidentemente, ni ellas llevaban bragas, ni Raimon y Edwin calzoncillos, con lo que al levantar sus rodillas en los saltos, nos mostraban fugazmente su seductores coñitos y culos y ellos, sus buenos atributos, balanceándose junto a sus bolas, al ritmo de la música.
Ya en el segundo baile, todos más lanzados de nuevo y con algo más de whisky en el cuerpo, se levantaban de sus sillas para palmear, tocar o acariciar esos seductores muslos y culos que mostraban Meredith y Megan, y las damas, se divertían tratando de tocar las danzantes pollas y bolas de los hombres, que sobre la mesa nos lo ponían fácil, mientras todos coreaban la música y el bonito y ancestral baile, siguiendo el ritmo con sus manos o golpeando la mesa.
El jeque Aziz y sus acompañantes, observaban con interés y seguro que, si no fuese porque su protocolo de conducta se lo impedía, deseosos también de acariciar a las sensuales Megan y Meredith, cuando exhibían sus sensuales muslos al danzar frente a ellos.
Tras tres piezas de baile, los cuatro, nos saludaron con una fuerte inclinación, primero a los de un lado y después a los de otro, aprovechando para mostrar descaradamente sus culos a los de detrás, que no perdían la oportunidad de acariciar fugazmente aquellos dos hermosos coñitos tan seductores y las damas, aquellas bolas y polla que ellos mostraban también en su reverencias.
La fiesta se iba animando rápidamente, y pronto el jeque Aziz y sus tres acompañantes se excusaron, y tras saludar a los hombres, y despedirse con el tradicional apretón con sus manos derechas y el protocolario
¡As-Salamu Aleikum!, al que respondía siempre el saludado con las palabras ¡Aleikum As-Salamu! Esa bonita frase de
(y la Paz esté con vosotros)
, que encuentro muy emotiva, se marcharon de la Fiesta, lo que estoy segura que para todos, fue un buen alivio, pues ya podíamos pasar de protocolos y malos entendidos y dedicar el resto de la noche, solo a diversión, juegos y travesuras.
Aprovechando que ahora los que quedábamos en la fiesta, éramos todos conocidos y amigos, Bruce, no explicó el funcionamiento del siguiente juego y que creía que nos iba a gustar a todos y todas.
28 - Justa de tiro con Arco, representado cada tirador a su doncella.
En este caso, las damas, que éramos siete, debíamos elegir a uno de los seis caballeros, como nuestro “protector” y que lucharía por la dama que lo hubiese elegido, en una competición de tiro con arco que se iba a realizar a continuación.
En este caso se enfrentarían en grupos de tres tiradores. El resultado se traduciría en que el que quedase primero, heredaría la dama del peor de los tres, mientras que el segundo clasificado, conservaría a su dama
En una segunda ronda, ya con dos contra dos en cada ocasión, se enfrentarían los dos segundos clasificados en la primera uno contra otro, logrando el vencedor, la propiedad y protección de las dos doncellas representadas, tras dirimirse esta competición entre los dos segundos, serían los ganadores de la primera serie los que se enfrentarían entre ellos, con lo que el vencedor final, conseguiría los favores de no menos de 4 doncellas, perdiendo su contrincante las dos que poseía.
Nosotras debíamos elegir a “nuestro” caballero, así que la rusa Tatianna, eligió ser representada por su pareja, Raimon; Sasha a
Lloyd Kendrick; Hayden a su pareja Brad,
Rebecca Hunter a Michael, Bonnie a su pareja Ronald, Hanna a su pareja Edwin y finalmente yo a Michael, mi traviesa pareja, con lo que el, tenía la responsabilidad de defender a dos damas, a Rebecca y a mi, porque la pareja de ella, no estaba entre los caballeros y era uno de los sirvientes, junto a Bruce, Dave y Chat, que quedaban emparejados para otro juego, con las únicas dos sirvientas, Megan y Meredith.
En la primera tanda de competición que se disputaba a un total de seis lanzamientos, se enfrentaban Raimon contra Brad y Michael.
El vencedor era en esta primera ronda, Raimond, que conseguía mantener a Tattiana y arrebatarle a Brad su defendida, Hayden, mientras Michael que se clasificaba segundo, nos mantenía a Rebecca y a mi.
La segunda serie, tenía como vencedor a Lloyd que mantenía a su pareja Sasha y le arrebataba a Edwin su protegida y pareja Hanna, manteniendo Ronald a su pareja Bonnie.
En la segunda ronda, se enfrentaban Ronald lanzando por Bonnie contra Michael que lanzaba por Rebecca y por mi.
El vencedor tras los seis lanzamientos era para Michael, que conseguía aumentar su bagaje de nosotras dos, ganándole a Ronald a su pareja Bonnie.
Ya teníamos pues un caballero feliz, con tres doncellas, Michael…, pensando yo interiormente, la suerte y también habilidad de aquel seductor truhán.
Le seguía el duelo más interesante, el de Lloyd que poseía a Sasha y Hanna, contra Raimon que atesoraba ya un buen botín con Tattiana y Hayden.
En el importante duelo, en que podían conseguir cuatro doncellas, o quedarse sin ninguna, los dos se concentraban al máximo, pero finalmente era el inglés LLoyd Kendrick, quién le arrebata a su amigo alemán Raimond, sus dos doncellas, siendo el vencedor final con cuatro doncellas, Tattiana, Sasha, Hanna y Hayden, mientras un abatido Raimond, que de tener dos había pasado a no poseer ninguna, los amigos le consolaban diciéndole, que habiendo excelente whisky, no hacían falta mujeres, jajaja.
La competición servía para determinar que doncellas tendría cada caballero en su cama, durante todo el resto de la noche, siendo el más afortunado Lloyd que tendría que hacerle sitio en la suya para Tattiana, Hanna, Hayden y Sasha.
Dado que Michael, defendía de entrada a Rebecca y a mi, además de haber ganado a Bonnie, también dormiría bien arropado y acompañado
Como siempre tiene que haber ganadores y perdedores para que exista emoción, sus camas iban a ser para ellos solos en los casos de Raimon, Ronald, Edwin y Brad, jaja, bueno, solos, o con una botella de buen whisky donde ahogar su mala fortuna.
Tras la competición de Tiro con Arco, estuvimos departiendo alegremente entre todos, comentando lo que había dado de si la velada, empezando por la confusión de los invitados árabes, hasta el emocionante torneo de tiro con arco.
Pero los afortunados caballeros que habían conseguido “botín” en el torneo, se notaba que tenía ganas de retirarse cada uno a su cabaña de piedra con sus doncellas.
También los mesoneros-mesoneras, tenían ganas ya de ocupar su cabaña para terminar de pasar la velada más traviesamente, así pues, Megan y Meredith, junto a Bruce, Chad, Dave y Jacob entre risas pícaras, pues iban a estar bien acompañadas, se retiraron a la suya.
Lloyd también deseando quedarse en compañía de su cuatro doncellas, Tattiana, Hanna, Hayden y Sasha, se levantó de la mesa, porque ante la perspectiva de tan numerosa compañía, no era buena idea beber en exceso, así que rodeado de las cuatro traviesas damas, a las que pellizcaba el culo y abrazaba, también se retiraron a la suya.
Michael tras levantarse y dirigiéndose a sus amigos, Raimon, Ronald, Edwin y Brad, le dijo socarronamente….
—¡Queridos amigos, siento tener que prescindir de vuestra agradable compañía, pero!
—¡Estas tres bellas y sensuales damas, estoy seguro de que ya tienen ganas de retirarse conmigo nuestra cabaña, y ponerse cómodas, quitándose esos bonitos, pero apretados vestidos y hacerme un sitio en la cama entre ellas!
Respondiéndole Jacob y también Brad
—¡Muy bien… largaos ya y dejan de darnos envidia! ¡Malos amigos…, acaparadores!
Michael el muy caradura…, le respondió a Jacob
—¡No te preocupes, Jacob, cuidaré y mimaré a Rebecca como si fuese mi pareja, jajaja! Añadiendo…
—Ya que vosotros quedáis “libres” de “cumplir” como caballeros, y tenéis abundante whisky para toda la noche, aprovechad para vigilar el campamento no vaya a ser que vengan los soldados del Rey Eduardo I, a tratar de arrebatarnos a nuestras doncellas, jaja… dadles unas buenas patadas si aparecen por aquí.
Para rematar el intercambio de bromas, fue Bruce quien le dijo a Michael.
— ¡Anda largaos todos ya…, no tenéis misericordia de los pobres soldados que quedamos vigilando vuestros agitados sueños, si es que la conciencia, o esas bellas pero traviesas damas, os dejan dormir! ¡Venga largaos ya y no dudéis en venir a pedir ayuda, si alguno de los caballeros no puede con sus doncellas! jajaja
Realmente, me sabía mal, que aquellos cuatro amigos, no pusiesen gozar de una traviesa noche, pero el juego era el juego, y nosotras tres, teníamos a Michael y a nosotras mismas, para aprovechar mi última noche de “soltería” antes de regresar a London con mi marido.
Las cabañas de piedra que había a cada lado del estrecho camino estaban bastante juntas y Michael, muy galante e “interesado” en que entrásemos en la suya nos cedió el paso a las tres, que entramos delante de el.
Era una cabaña muy rústica al estilo de las de la época, con un par de lamparas de hierro con velas que iluminaban única la estancia, presidida por una cama con cabezal de hierro de generosas dimensiones, mientras que a un lado, un espejo y una jarra de agua junto a una pila situada sobre un soporte de hierro, al otro lado, una chimenea encendida calentaba la estancia con el fuego de los gruesos leños que ardían en ella, eran todo lo que había en la estancia, pero suficiente para estar confortablemente instalados.
Sobre la cama de unos dos metros de ancha, numerosas almohadas, y sobre las blancas sábanas, varias colchas de piel de animal, para abrigarse si hacía frío.
29 - El “dominante” dominado
Ya dentro de las estancia, las tres nos pusimos en círculo alrededor de Michael y en agradecimiento (simulado) le hicimos una reverencia bajando nuestras cabezas y flexionando nuestras piernas, mientras el nos devolvía el saludo con cortesía, eso solo fue una maniobra de distracción, pues como tres lobas, empezamos a desnudarle al mismo tiempo, dejándose hacer el con gusto, mientras sus manos, también se afanaban en desabrochar las docenas de botones de nuestros elegantes vestidos, por lo que antes de estar el completamente desnudo, tan solo había tenido tiempo de desabrochar la parte superior del vestido de Bonie, mostrando sus sensuales tetas.
Entretanto Bonnie y yo, tumbábamos a Michael sobre la cama, Rebecca acercaba una cuerda de bondage y el gustoso se dejaba hacer, intentando adivinar, que maquinaban nuestras tres traviesas cabecitas.
Rebecca le paso un cabo a Bonnie y entre las dos, atanor las muñecas de Michael al cabecera de la cama, pero cada una en un extremo. Entretanto, yo anudaba uno de sus tobillos, que ataba bien tensado a la pata inferior derecha de la cama, y en un instante era Rebecca la que hacía lo propio con su tobillo izquierdo, procediendo a tensar bastante las cuerdas, hasta tenerlo inmovilizado como un ternero.
Viendo que realmente nos tomábamos nuestro juego con suma dedicación, nuestro orgulloso macho, empezó a protestar, jaja…
— ¡Hey guapas …, que estas cuerdas están muy tensadas y me duelen los tobillos!
Le miré con sorna, y copiando apuesta gesto que tanto le gustaba el, me puse un dedo frente a mi boca, diciéndole.
—¡A callar quejica, que los hombres, enseguida os quejáis! añadiendo…
—¡Todavía no ha empezado tu sufrimiento, tu eres ahora un indefenso cordero, y nosotras, tres “lobas” con ganas de hacer sufrir a nuestra presa! ¡Hummm, va a ser un placer, para invertir roles.. ¡No crees, cielo?
Tramamos a grandes rasgos como íbamos a hacer “sufrir” al creído de Michael, atado e indefenso, y empezamos con nuestra tortura.
Me subí de pié a la cama y le miré con una sonrisa traviesa, con mis pies entre sus piernas abiertas, desnudo e indefenso, Rebecca se subió detrás de mi y pegándose como una gata a mi espalda, empezó a besarme el cuello, apartando mi melena a un lado, mientras yo cerraba lo ojos y echaba mi cabeza para atrás.
Mientras me besaba con deseo, vestidas todavía las tres, con Bonnie preparada para intervenir, Rebecca, metió dos de sus dedos en i boca, que yo chupaba con deseo, mientras ella me seguía besando el cuello …..
Seguidamente, con lentitud, fue desabrochando los botones de mi vestido en la parte del escote, que llegaban hasta mi cintura, descubriendo un vertiginoso escote, que llegaba a mi ombligo, pero sin descubrir mis pezones, solo mostrando al indefenso Michael, la mitad interior de mis suaves tetas.
Las tres nos sonreíamos viendo la erección que eso provocaba en Michael, al tiempo, que Rebecca introducía una de sus manos por mi ombligo, buscando mi desnudo y húmedo coño, bajo el blanco vestido, mientras con otra de sus manos, empezaba a apretar una de mi tetas por encima del vestido.
Cuando su mano, alcanzó mi húmedo coñito, empecé a agitar la cabeza dando muestras de intenso y exagerado placer, mientras nuestro macho, atado y sin poder intervenir, tenía que conformarse con lo que estaba viendo y deseando, pero impaciente por perder participar ……, eso si es que terminábamos desatándolo, porque otra posibilidad, es que fuésemos nosotras, las que nos lo follásemos como un Man Doll, muy realista, hummmm….
De repente, me di la vuelta y de espaldas a el y de cara a Rebecca empecé a desabrocharle con
l
ujuria
su bonito vestido, mientras ella, echaba para atrás la parte superior del mío, descubriendo mi espalda hasta la cintura hummm.
Todo con mucho erotismo, pero con Michael, sin poder ver nuestras tetas que nos tapábamos la una a la otra. Yo terminé de despojarla de la parte superior de su vestido, que como el mío, se deslizó por su espalda, quedando las dos fuertemente entrelazadas con nuestros brazos y bocas, besándonos y aplastando los pechos de una contra la otra, mientras nos movíamos con movimientos sensuales y ondulantes,
A Rebecca se le escapó la risa, al ver como Michael, que estaba tumbado en la cama, trataba de soltarse, pero …. Era inútil, le habíamos atado bien, para que solo pudiese mirar, y excitarlo con nuestros juegos cada vez más.
Entretanto, Bonnie se había colocado un consolador de correas, y ahora interpretaba el rol de macho, pero con su sensual cuerpo y blanca piel.
Abriendo su vestido y mostrando su tetas, nos indicó que deseaba que nosotras le chupásemos aquel hermoso Dildo negro de 7,5 inch que llevaba bien sujeto con un arnés.
Michael, impaciente, empezaba a desesperarse sin poder intervenir, diciéndonos.
—¡Vamos dejadme que os ayude, mi polla está a punto y es mejor que ese Dildo negro¿…¡mucho mejor!
Las dos nos giramos con una sonrisa burlona, despreciando su ofrecimiento, y de rodillas frente a Bonnie, empezamos a chupar su Dildo alternativamente, situándose Bonnie un poco más de lado, para que el prisionero, pudiese ver con desesperación, como alternativamente, Rebecca y yo, nos tragábamos todo lo que podíamos de aquella polla de silicona negra, babeando como una golfas, mientras, gemíamos exagerando nuestro placer, ¡Hummm..! ¡Oh yeah my good lover Bonnie! ..¡Ummm!… ¡My Good, love swallow me your big cock, Mistress Bonnie!.., oh yes is’t good!
Mientras chupábamos con vicio, el Dulce de Bonnie, nuestras manos se deslizaban entre sus muslos acariciando su culo, mientras ella, no cogía rudamente del pelo, dirigiendo nuestra bocas, donde ella deseaba.
Michael podía ver como las cos de rodillas, chupábamos apasionadas el Dulce de Bonnie, mientras nuestra tetas, que ahora si podía ver balancearse, formaban un conjunto de puro vicio…. Para excitar más a Michael, Bonnie, mientras follaba nuestra bocas nos decía con morbo…
— ¡Así, así, mi golosas y calientes putas, tragaos mi polla hasta la garganta, mi sensuales cerditas ! Y así nos tuvo unos largos minutos, en los que no dejábamos de acariciar su redondo y suave culo, hasta que nos ordenó…
—¡Bien, mis putas, ahora os quiero a las dos a cuatro patas ofreciéndome vuestros coños para que os los folle como estáis deseando, golfas!
—Vamos a ver eso culos bien levantados y ofrecidos a vuestra Mistress!
Rebecca y yo nos pusimos de cara a Michael, mientras con nuestra lengua, recorríamos nuestros propios labios y nos besábamos, esperando ser folladas por Bonnie.
Ellas, quitándonos el vestido por completo, para que nuestros cuerpos arqueados luciesen sensuales y golosos, los miró con deseo, y también la polla de Michael que mirando al techo, parecía que fuese a estallar con sus venas muy marcadas.
La visión de nuestros culos juntos y ofrecidos, invitaba a palmearlos, antes de ser folladas y Bonnie, así lo hizo regalándonos con unas sonoras y calientes palmadas ¡Plasss..! ¡Plasss…! ¡Plassss,,,! Que nos pusieron calientes como zorras, y poniendo una de sus rodillas en el suelo y la otra pierna doblada y con el pié en el suelo, empezó a jugar con mi mojado coño con la cabeza de aquel grueso Dildo negro, que yo sentía recorrer desde mi ano, hasta mi clítoris, excitándome más por momentos, hasta que cogiéndome con ambas manos por mis caderas y con el glande del dildo en oposición de traspasarme, tiró de mi con fuerza, hundiendo de golpe aquellas 7,5 inch dentro de mi, sintiendo como me llenaba con el y su base, golpeaba contra mi coño al hacer tope.
No pude evitar gritar y gemir, mezcla de la brusquedad y profundidad con que me lo había metido
—¡Aayyy! ¡Aahhh! …¡Uummm!… ¡Oh yeah! ¡Do not stop, fuck me Bonnie! ¡Fuck me, please! mientras Michael veía mi cara desencajada al ser penetrada tan duro y como agitaba mi cuerpo y mis tetas se balanceaban a cada embestida de Bonnie! … Mientras Bonnie me follaba con fuerza, dándome palmadas como a una yegua, con mi cara y mis tetas contra el suelo y mi culo elevado y ofrecido….. ¡Uuaauuu! Pude ver como Michael, sin haberse podido tocar, empezaba a descargar fuertes chorros de su dulce semen, que caían sobre su pecho……
—¡Dios, que placer, ver a Michael, corres solo viéndonos hacer guarrerías juntas! ¡Eso momento al verle eyaculando solo, propició que me excitase tanto esa visión, que me corrí como una zorra al instante, entre gemidos y suspiros.
— ¡I’m coming, Bonnie, I’m coming as a hot bitch! ¡Oohhh…¡Yeah..!
Durante un par de minutos, todavía me mantuve en la misma posición, recuperándome del intenso orgasmo de ser follada por Bonnie, que seguía moviendo el Dildo dentro de mi coño y de vez en cuando, me daba una nueva embestida, mientras a mi lado Rebecca esperaba su turno.
Cuando mi respiración se fue normalizando e incitada por Rebecca, que movía su culo a mi lado, mirando a Bonnie en espera de que empezase a follarla también, finalmente Bonnie me la sacó para dedicarse ahora a Rebecca.
Yo me tumbé sobre el suelo a su lado, boca arriba, mientras mi pecho seguía subiendo y bajando por mi acelerada respiración.
Ya sin Bonnie detrás de mi, podía sentir acariciando mis piernas y muslos el calor del fuego que ardía en la chimenea detrás de nosotras.
Entretanto, Bonnie, calentaba y jugaba con el bonito culo de Rebecca, masacrando su coño y preparándolo para penetrarla, mientras alternaba las caricias sensuales de una de sus manos, con palmadas en las nalgas de Rebecca, que sonaban excitantes, acompañadas del crujir de los troncos ardiendo en la chimenea y que nos mantenían calientes a las tres.
De pronto, recordé ella excitante eyaculación de Michael, que no se perdía detalle de nuestros traviesos juegos. Me incorporé y apoyando mis manos sobre la cama, junto al cuero desnudo de nuestro macho prisionero, empecé a lamer el semen que había derramado sobre sus pectorales y torso, a pesar de que se estaba enfriando y ya no estaba con jugoso como recién derramado.
Se lo lamía sin tocarle casi, solo mi lengua y labios, acariciaban su piel, que pude ver como se erizaba al contacto con las caricias de mi boca al recoger su miel.
Michael, al que tras corres le había bajado un poco la erección, con mis caricias, pude ser como de nuevo se iba empalmando poco a poco, mientras me miraba lamer, hasta que me suplicó..
—¡Alice por favor.. Móntate sobre mi y follemos, mi dulce perrita! ¡Necesito sentir el calor de tu coño abrazando mi polla por Dios, móntame ya, cariño!
Era excitante, aquel cambio de roles, con nuestro dominante macho, suplicando se follado, jaja.
Le miré con falsa cara de pena, antes de decirle…
—¡Ahora no puedo mi macho, estoy ocupada con ellas! ¡Solo tenía un poco de sed, y no quería que se desperdiciase tu sabroso semen! ….. , y para excitarlo más antes de volver al suelo con mis amigas, estuve rozando mis pezones por encima de su pecho con malicia, pero sin que el acostumbrado a manejarme a su antojo, pudiese tocármelas!
Encendido de deseo y lujuria, viendo mis tetas tan cerca, y al mismo tiempo inalcanzables, mientras a nuestro lado en el suelo, Bonnie ya estaba follando duro a Rebecca que gemía como una perra en celo., me amenazó..
—¡Cuando me soltéis, os vais a enterar, mi dulces zorras, porque os voy a follar hasta que me pidáis clemencia, pero no voy a tener clemencia con vosotras, especialmente contigo Alice, porque voy a dejar vuestro coños y culos, todos como amapolas de tanto follaros, hasta que salga el Sol, sin dejaros descansar, pedazo de golfas!
A lo que con una sonora carcajada le respondí….
—¿Que te hace pensar, mi querido y deslenguado Michael, de que pensamos soltarte? Jajaja …., eso le empezó a preocupar, pues sabía que éramos capaces de tenerle atado como nuestro Dildo personal, para nuestro placer, pero sin poder moverse, por lo que me dijo, empezando a angustiarle aquella posibilidad….
—¡Dime que solo lo dices en broma Alice! ¿O vais a ser tan crueles conmigo de tenerme así toda la noche?
Encogiéndome de hombros en señal de que todo era posible, le restregué por última vez mis tetas con más fuerza, desde su pecho, hasta casi llegar a su polla, tras lo cual me levante riendo divertida por la situación y la cara que ponía mi descarado amante de esa noche, antes de tumbarme boca arriba junto a Rebecca, y cogiendo su cara con ambas manos empezamos a besarnos apasionadamente…., jaja… y Michael viendo con tres seductores hembras, jugábamos entre nosotras, dejándole a el al margen.
Ver su cara de deseo y desesperación por no poder dominarnos como solía estar acostumbrado, no tenía precio.