Comparto a mi novia en la playa - parte 2
Conclusión de como mi novia disfrutó de tres pollas una noche entre las dunas.
Hola de nuevo a todos! Aquí os dejamos la segunda parte de la historia de como compartí a mi chica en la playa!
Os sugiero, no obstante, leer la primera parte: https://www.todorelatos.com/relato/167435/
Y si quereis, os dejo también el enlace al resto de experiencias que Alba y yo hemos plasmado en papel: https://www.todorelatos.com/perfil/1478015/
Sin más preámbulo os dejo
En medio de la acción e unió un tercer chico. Aprendimos más adelante que era amigo de los otros dos, y que en lugar de quedarse a esperarles en la mesa de bar, decidió y a ver si es también podía llevarse una buena experiencia. Alba no puso pegas.
Por tanto, mi chica estaba de cuclillas y alrededor de su cara había tres pollas erectas. Yo, a escasa distancia de la escena podía observar que en los ojos de mi novia se reflejaba solo una cosa: HAMBRE.
De todas formas, no sería necesario ser un gran observador para darse cuenta de ello. La manera que tenía de turnarse cada una de esas tres pollas en su boca era una actitud muy reveladora ya que el modus operandi era siempre el mismo… Desde su posición de cuclillas agarraba por las nalgas a cualquiera de los tres chicos para no perder el equilibrio y se abalanzaba sobre su rabo. Generalmente empezaba a chupar con fuerza para finalmente acabar forzando y engullendo todo lo que pudiera del miembro del chaval hasta atragantarse. Mantenía esa dinámica durante aproximadamente un minuto, posteriormente se la sacaba para coger aire, y se abalanzaba sobre la siguiente polla. Una tras otra las fue chupando, lamiendo, comiendo, engullendo y disfrutando, con ganas, con ansias, con lujuria e impulsada por solo un objetivo en la vida, chupar pollas. Pollas grandes y duras... especialmente si la polla no es la de su novio.
Solo rompía la dinámica, para saltar de una a otra, jadear, limpiarse las lágrimas fruto de las arcadas o meterse los huevos de alguna de ellas mientras la pajeaba. Era como una coreografía hipnótica.
¿Cuánto tiempo estuvo así? No sabría deciros… pudieron ser 5 minutos o 15… ninguno de los que estábamos allí mirábamos el reloj. Alba se limitaba a comer polla, los chicos se dedicaban a disfrutar de la boca de la putita que acaban de conocer, y yo, como medio ensimismado, intentaba imprimir en mi memoria la escena.
Finalmente, uno de los chicos (a los que nunca preguntamos sus nombres), levantó el vestido de verano a mi chica hasta que ella tuvo que sacarse de la boca la polla que estaba engullendo para que se lo pudiera quitar completamente. Alba quedó completamente desnuda salvo por un pequeña tanga blanco, y los chicos entendieron el cambio como una oportunidad para manosear las pequeñas tetas de mi chica. Tan pronto recobró la postura tras quitarse el vestido volvió a abalanzarse sobre la polla que tenía más cerca.
El “ chup, chup, chup, chup ” característico de sonido de una polla siendo mamada era ya tan parte de la playa como el cadencia del romper de las olas, y solo se veía interrumpido por alguna arcada o por algún comentario de los chavales, en la línea de: “ aquí puta ”, “ ahora yo, zorra ” o " menuda comepollas ". Conozco a Alba lo suficiente como para saber que para ella esos comentarios eran piropos, que no servían para nada más que para excitarla más.
El chico que le había quitado el vestido se arrodilló, y con una mano le apartó el tanga a Alba para empezar a manosearla. No pudo evitar comentar lo siguiente:
- Chico 1: “Está encharcada...” y seguidamente dirigiéndose a mi novia dijo, “ya tienes la boquita llena, ¿qué tal si te lleno el coño también?”
Alba dejó de chupar, me miró fijamente a los ojos y contestó lo siguiente al chico sin dejar de mirarme:
- Alba: “Si... por favor, métemela…..”
Pude ver cómo mientras lo decía se dibujaba en su cara una media sonrisa.
Yo tuve que intervenir. Puede que me guste ver a mi novia ser follada por otros, pero tengo mis reglas.
Yo: “Fallárosla todo lo que queráis, pero con condones”. Alba me miró un poco molesta por poner pegas y cortarles un poco la inercia, pero sabía que yo tenía razón y no dijo nada.
Chico 1: “Yo no llevo…” me contestó.
Tuve que sacar mi cartera y sacar de ella uno. Me acerque y se lo di al chaval, que no puso pegas y se lo puso. Estaba seguro que de no haber tenido condones la situación había alcanzado una inercia que no podía pararse, y que mi novia habría sido follada a pelo. También estoy seguro que a ella en ese momento no le hubiera importado ya que en solo su cabeza solo había sitio para una cosa: pollas. Con preservativo o sin él, era un tema secundario.
Seguidamente, el chico se tumbó boca arriba en la arena y Alba se incorporó, para situarse directamente encima de él y volver a bajar lentamente hasta situarse de cuchillas encima de su polla. Aun mirándome fijamente, agarró el miembro del afortunado con la mano derecha mientras se apartaba su pequeño tanga con la izquierda y empezó a restregar la punta de su rabo por la abertura de su coñito empapado. Finalmente, se fue dejando caer hasta que entró la punta, luego media polla, y luego todo el miembro del chico.
Con la boca entreabierta, y con los ojos medio en blanco, dejó escapar un suave “aaaaaaah…” de satisfacción y empezó a cabalgarle, mientras sus otros dos amigos se ponían a ambos lados de ella para poder seguir recibiendo la atención de su boca. A la moción característica de una mamada se le unió el repetitivo subir y bajar característico de una zorrita cabalgando un rabo, y al sonido típico de la saliva deslizándose entre una boca y una polla se le unió el sonido húmedo de un coño siendo penetrado.
Como comprenderéis yo ya no podía más… uno no es de piedra, y ya me había olvidado de hasta hacer fotos, con lo que me la saqué y me fui acercando a mi chica para que me prestará a mí también algo de atención. No obstante, era un poco difícil, dado que Alba estaba cabalgándose una polla, mientras chupaba otra y con una de sus manos libres agarraba una tercera. ¿Cómo me podía acoplar yo a la acción? ¡No había sitio! Así que me la empecé a cascar, esperando que se diera la oportunidad de poder clavársela en algún momento… aunque solo fuera en la boca.
A todo esto, los chicos además estaban cogiendo confianza. No solo se la estaba follando uno de ellos, sino que los otros dos habían empezado a follarle la boca de mi novia agresivamente. Eran ahora las frecuentes arcadas de la garganta de mi chica las que rompían el silencio de la noche, pero ella no se quejaba, al contrario… continuaba su labor con total dedicación. Consecuencia de cómo de fuerte le estaban follando la boca, era que el rímel de sus ojos se había corrido fruto de las lágrimas consecuencia del esfuerzo, y caía por sus mejillas. En ese momento me di cuenta de que mi novia había llegado a tal nivel de excitación que había dejado de ser mi novia, en esos momentos, y mientras siguieran disfrutando de ella nuestros nuevos amigos, era solo un objeto, una serie de agujeros construidos única y exclusivamente para dar placer a las pollas que ella considerase dignas.
El chico al que Alba se la estaba comiendo en esos momentos empezó a hablar fruto de la excitación generalizada:
- Chico 2: “Te gusta, ¿eh, zorra? Te gusta que te usen bien usada ¿eh?
Alba se sacó su rabo de la boca, cogió aire y respondió. “Sí…”
Chico 2: “Pues hoy es tu día de suerte, te van a usar entre tres, zorra… te vamos a llenar esa boquita de lefa. ¿Te gusta eso, putita?
Alba: “aaaah… sí… Dadme… lefa... aaah… lefa...”
La contestación de mi chica sirvió para que los chavales se excitaran todavía más y el otro que queda de pie no lo pudo resistir. Cogió del pelo a mi chica con una mano, y tirando fuerte colocó la cara de Alba delante de su polla. Con la otra mano estaba meneándosela frenéticamente y dijo:
- Chico 3: "Abre tu boca, que te la van llenar como te gusta"
Yo me situé lo más cerca que pude, no quería perderme nada, y vi como Alba abría su boca todo lo que podía y sacaba la lengua. No obstante, sus ojos no estaban finados ni en la polla que estaba a punto de correrse ni en el dueño de la misma... estaban fijados en mí, su novio. Muchos de vosotros nunca podréis entender la excitación que supone ver a tu novia siendo follada por un extraño, mientras otro está a punto de descargar en su boca... pero puedo deciros con total sinceridad que me siento afortunado de poder haberlo experimentado.
La corrida no se hizo esperar. El primer y segundo chorro dieron directos en la boca, el tercero en la cara, y un cuarto de menor volumen en el pelo. Alba, seguidamente, se metió en la boca la polla del chico para no desperdiciar ni la más mínima gota de semen. Empezó a lamer y succionar hasta que el chico tuvo que retirarle con esfuerzo el miembro de la boca. A continuación mi novia, algo decepcionada por no poder seguir chupándosela, recogió con un dedo lo que quedaba en su cara y se lo llevó a la boca. Todo ello mientras jadeaba por la follada que estaba recibiendo.
Con un chico fuera de acción, decidí acercarme para que empezara a comérmela a mí también, pero para mí total desilusión ya había comenzado a chupársela al otro chico que quedaba de pie. Me puse todo lo cerca que pude, y esperé con paciencia mi turno... pero mi turno no llegaba... Harto de esperar la agarré del pelo y tiré de ella hacia mí con fuerza. Dejó de mamar la polla de nuestro nuevo amigo, pero antes de que pudiera forzarla a que me la chupara a mí, me alejó con una mano y me dijo sonriendo:
-Alba: "No. Tu el último.."
Lejos de molestarme, eso me excitó aún más. Ella sabía que eso me excitaba, y no me quedó más remedio que cascársela a mí mismo mientras miraba. Alba volvió instantes después de dejarse follar la boca por el otro chico, y no pasaron ni 30 segundos antes de que este anunció que se iba a correr.
Como un relámpago Alba se la sacó su polla de la boca, la agarró con la mano y la empezó a pajear con frenesí. Mientras lo hacía abrió bien la boca, saco la lengua todo lo que pudo y dijo:
-Alba: " Aquí... dámelo aquí... "
La mala fortuna quiso que la corrida de este segundo chico no fuera tan copiosa como la del primero, pero Alba disfrutó de este segundo plato tanto, o más.
Sin embargo, mientras ocurría todo esto, mi novia seguía siendo follada (y muy bien follada) por nuestros tercer nuevo amigo. Ahora solo rompía el silencio de la noche el sonido de las nalgas de mi novia dejándose caer hasta el vientre de un extraño. " pat.... pat... pat... pat... ." y los suaves jadeos de Alba. Fue pocos segundos después cuando Alba anunció algo que ninguno de los presentes esperábamos: " me... aaaah-... me voy a.... me voy a correr... aaah.... ", dijo con voz entrecortada.
Mi chica empezó a convulsionar sobre la polla que la penetraba y sus jadeos se convirtieron en una serie de gemidos seguidos. Tras unos instantes se quedó quieta, exhausta y satisfecha.
Con algo de esfuerzo se sacó la polla que le había llevado al orgasmo y, agradecida, se puso de rodillas, retiró el preservativo y la empezó a chupar. Era claramente la polla más grande de las tres e imagino, que después quizás más de 20 minutos comiendo rabo, las mandíbulas de Alba deberían estar un poco doloridas. Aun así, consiguió en poco que el tercer chico se corriera en su boca. Al estar este boca arriba, algo de semen cayó sobre su estómago del chaval, el cual Alba, muy diligentemente, se encargó de succionar y tragar felizmente.
Tras esta última corrida, tanto Alba como nuestros tres nuevos amigos habían llegado al orgasmo, aunque solo un afortunado tuvo ocasión de follársela. Yo por mi parte, ya muy impaciente me acerqué a mi chica ya próximo al orgasmo y descargué en su cara.
Esa noche yo me llevé la experiencia de presenciarlo todo, de ver como mi novia recibía en la boca las corridas de tres extraños, y de poder ver sus ojos mientras lo hacía. Alba por su parte se llevó una fantasía cumplida y el 3 corridas en el estómago (la mía no se la tragó...)...
¿Soy afortunado? Yo creo que sí, aunque otros me llamarán otras cosas... pero ¿qué me importa? Adicionalmente, tanto Alba como yo tenemos la fortuna de poder compartir estas experiencias con vosotros y disfrutamos muchos de vuestros comentarios y mensajes.
Pronto compartiremos con vosotros otras experiencias más recientes.