Compartir piso con mi hermana universitaria.

Con 18 años no es fácil empezar la universidad en otra ciudad, alejado de tus padres, casa y amigos. Por suerte iba a compartir piso con mi hermana mayor Paula.

Con 18 años recién cumplidos no es fácil empezar la universidad, alejado del lugar donde has vivido desde que naciste, de padres, amigos...en fin de todo lo que te rodea. Por suerte no estaba solo, me tocaba compartir piso con mi hermana mayor Paula.

Mi familia estaba compuesta por mi padre, un conocido arquitecto que tenía a bastante gente a su cargo en el estudio, mi madre, mi hermana y yo. Mi padre vive a caballo entre Madrid y el pueblo del que somos, un pueblo grande de mas de 50.000 habitantes, allí vivía mi madre también. Mi hermana mayor ya hacía tres años que había comenzado la carrera de arquitectura, se había desplazado a otra ciudad a unos 150 kms del pueblo y ocupaba uno de los varios pisos que tenían en propiedad mis padres. Allí llevaba tres años viviendo sola, sin embargo eso nunca les ha preocupado a mis padres, ya que en esa ciudad tenemos bastante familia y mi hermana siempre ha sido muy responsable.

Yo llegué para invadir de alguna manera su intimidad, me imaginé que acostumbrada a vivir sola no le haría mucha gracia tener que aguantar ahora al pesado de su hermano pequeño. Yo también empecé la carrera de arquitectura, aunque no tenía tantas perspectivas como ella desde luego.

Que os voy a contar de Paula, ha sido doña perfecta desde pequeñita, una estudiante de matrícula de honor, orgullo de mis padres, no como yo que he sido la oveja negra por así decirlo. Ahora con sus 21 añitos en la carrera tampoco le iba nada mal, luchaba con otros dos chicos por ser la número uno de su promoción, educada, buena persona y además un auténtico bellezón, muy guapa de cara, pelo largo castaño, sobre 1,65, complexión normal, ni gorda ni delgada, pero sin duda los dos rasgos que mas destacaban en ella eran un pequeño hoyuelo en su barbilla junto con unos labios carnosos, tenía cara de super top model (bien podría haber sido modelo con un poco mas de altura) y el segundo rasgo eran sus tetazas, unos inmensos pechos que debían de estar sobre la talla 110. Sin ninguna duda de herencia familiar materna, mi madre también está bien dotada, lo mismo que mi tía y una de mis primas. Pero ninguna de ellas tenía el tamaño y volumen de las tetas de Paula. Simple y llanamente unos imponentes y perfectos pechos (poner en el famoso buscador Eva Alegra nude para que os hagáis una idea de su cara y tetas).

Y para mi sorpresa Paula me acogió muy bien en el piso, haciendo de hermana mayor, ella se encargaba de las tareas mas dificiles para mi, vamos lo que no había hecho en mi puñetera vida, es decir la comida, poner la lavadora y planchar y yo me ocupaba de la limpieza de la casa, de recoger y fregar platos...Enseguida nos repartimos las tareas y la convivencia fue estupenda las primeras semanas.

Me hice mi grupito de amigos en la facultad de arquitectura, por supuesto que por mi apellido sabían quien era (ya digo que mi padre era conocido) y sobre todo entablé mas relación con un chico que se llamaba Jaime. Al poco de empezar la carrera iba con ellos por la facultad cuando nos encontramos en la cafetería con mi hermana y su grupo de amigas y me puse a hablar con ella, cuando terminé me preguntaron que quien era esa morena que estaba tan buena. Se quedaron de una pieza cuando les dije que era mi hermana.

Pero es que mi Paula no solo era una estudiante magnífica sino que también trabajaba los viernes y sábados por la noche de camarera en el bar de unos conocidos, para sacarse un dinerillo extra. No sé de donde sacaba el tiempo y como podía aguantar la rutina que llevaba. A diario por la mañana iba a la facultad, al llegar a casa después de comer se encerraba en su cuarto y se ponía a estudiar unas 4 horas diarias, un par de días a la semana iba a fitness y al volver preparaba la comida para el día siguiente y la cena. Veía un poco la tele mientras cenaba y todavía estudiaba una horita mas antes de acostarse, los fines de semana parecido y tan solo se permitía libre la tarde de los domingos para echarse una buena siesta ya que había estado trabajando durante la noche en el bar.

Un sabado que salí de fiesta con mis amigos les llevé al bar donde trabajaba mi hermana, me acerqué con Jaime a pedir a la barra y cuando la vió se quedó extrañado al ver a Paula allí. Mi hermana aunque ha sido una chica que ha vestido siempre a la última, no es una choni para nada, mas bien diría que es tirando a pijilla, por eso yo también me sorprendí cuando la vi vestida tras la barra con esos vaqueros tan ajustados y una camiseta con escote palabra de honor que aunque no enseñaba mucho insinuaba sus grandes tetas. Siempre ha vestido en la parte de arriba con ropa mas bien amplia, quizá un poco acomplejada de tener mucho pecho desde jovencita.

Jaime babeaba con la visión de mi hermana y como él otros cuantos a lo largo de toda la barra del bar. Yo como estoy mas acostumbrado a verla, pues no veía como ellos a una tía buena, tan solo veía a mi hermana, sin ningún tipo de connotación sexual.

  • joder, es que no me puedo creer que esa tía sea tu hermana, dijo Jaime.

  • pues vente a comer un día a casa y lo ves, jajaja, si quieres se lo digo ahora que te he invitado y mañana te vienes a comer, así ves que de verdad es mi hermana.

Efectivamente al día siguiente Jaime vino a comer con nosotros dos a casa y estuvo bastante cortado durante la comida. Era evidente que la presencia de Paula le imponía mucho y de lo poco hablaron fue de la carrera y de alguna asignatura. Cuando terminamos ella se metió a la habitación y nosotros nos quedamos recogiendo.

  • es perfecta tío, me dijo Jaime, es que lo tiene todo, está buenísima, la mejor estudiante, con pasta y encima simpática, jajaja...¿oyes tu crees que tendrá novio?.

Buena pregunta, llevábamos un mes viviendo juntos y no me lo había planteado, por supuesto que no había traido a ningún chico a casa, ni ella me había dicho nada, ni yo se lo había preguntado. En el pueblo algún noviete había tenido, pero nada serio y cuando empezó la carrera seguro que no estaba con nadie.

  • pues no sé, yo creo que no, es que no tiene tiempo para tener novios...

  • si fuera mi novia, a mi no me importaría que no tuviera tiempo para mi, dijo Jaime entre bromas...

  • ¿que pasa que quieres ser mi cuñado?...jajaja

  • de momento me conformo con mandarle una solicitud de amistad al Face...k, ¿tendrá perfil, no?

  • si tiene, pero no le hace mucho caso, vamos eso creo, hace tiempo que no entro a ver que es lo que ha puesto...

Por la noche ya a solas con mi hermana en casa mientras estábamos cenando, estaba ella con el móvil de la mano y me dijo.

  • me ha mandado una solicitud de amistad tu amigo, dijo Paula.

  • anda agrégale que le va a hacer mucha ilusión...

Ni tan siquiera me contestó, se levantó al sofá con una sonrisa y me dijo que se iba a la cama. Unos minutos mas tarde me mandó un whatsapp Jaime todo emocionado. “me ha agregado como amigo tío, no me lo puedo creer me ha aceptado como amigo tu hermana en el Face...”.

Y si Jaime hacía “progresos” con las chicas yo no era menos, salíamos los amigos todos los fines de semana y en un mes y medio ya me había enrollado con un par de tías, pero de ahí no había pasado la cosa. No es que en el pueblo fuera un follador, pero a mis 18 añitos ya había estado con 5 chicas, pensé que cuando empezara la universidad iba a ser un no parar de follar, pero de momento solo había llegado a besos, ni tan siquiera me habían hecho una triste paja. Ya echaba de menos lo zorras que eran en el pueblo, aquí en la ciudad para llegar a algo parece ser que tenías que echarte novia formal, sino mal pintaba la cosa en el aspecto sexual. Tengo que reconocer que estaba mas salido que un mandril y en esa época no podía pasar sin hacerme una paja diaria, sino eran dos.

Tendría que ponerme manos a la obra en echarme una medio novieta, fisicamente pienso que yo no estaba nada mal, nunca he tenido problemas para ligar y aunque esté feo decirlo no tardé en ser conocido en la facultad (el hijo de...) y sabía que las chicas no iban a tardar en acercarse (curiosamente si saben que eres de familia de dinero se acercan mas).

Sobre los dos meses del inicio universitario empecé a tontear con Sofia, una chica de mi clase, al principio solo eran besos y nada más, pero luego la cosa ya se puso mas seria. Guapa, pelo moreno, media melena, altura sobre 1,55, un culito pequeño y redondito muy apetecible y unas tetitas tirando a medianas, con pequitas en la cara por la zona de la nariz que le daba un aire de ser mas jovencita. No tardé en darme cuenta de que era virgen y no había estado con ningún chico y al mes de estar saliendo juntos me hizo la primera paja. Todavía tardé otro mas mes en empezar a follármela (me encantó desvirgarla), pero valió la pena esperar, desde luego que Sofia desnuda tenía un cuerpazo, todo en su sitio, culo pequeñito duro y suave y unas tetas perfectas y cada vez me parecía mas atractiva, sin llegar a ser un pibón como mi hermana.

Aparte se nos juntó todo un poco, es normal que dos jovenes de 18 años estén con el calentón todo el día, tampoco ayudaba mucho que fuera época de exámenes, que a mi personalmente con la tensión que me provocan hace que tenga mas ganas de follar todavía. Así que pues que cualquier lugar nos parecía bueno para hacerlo, yo por suerte tenia el piso libre las noches de los viernes y sábados que era cuando trabajaba mi hermana en el bar.

Enseguida presenté a Sofia a mi hermana Paula y al poco tiempo fue mi propia hermana la que me sorprendió a mi. Recuerdo que era domingo por la tarde cuando vino a casa un chico que se llamaba Fernando. Al parecer era el novio de mi hermana y llevaban saliendo mas de 2 años, tenía el pelo rubio, algo rizado y unas pintas de pijo bastante importante, pero me cayó bien desde el principio. Si mi hermana llevaba dos años saliendo con él supongo que tenía que ser buen tío, además reconozco que no tenía que ser nada fácil ser el novio de Paula, que practicamente se pasaba el tiempo estudiando o trabajando y apenas tenía espacio para el ocio. Ese domingo comió con nosotros en casa y luego yo me eché la siesta, cuando me levanté me encontré a la parejita acurrucados en el sofá viendo una película en la tele. Enseguida entendí que estaba de mas y me fui a dar una vuelta a la calle. Era evidente que las tardes de los domingos eran de las pocas tardes que ellos tenían para estar juntos y desde que yo vivía en el piso mi hermana no había querido llevar a su novio a casa, además conociéndola no me iba a pedir que les dejara a solas para hacer sus cosas, mi hermana Paula no es así. Cuando llegué a casa por la noche Fernando ya no estaba y Paula me había preparado la cena. Mientras cenábamos viendo un poco la tele le dije a mi hermana.

  • oyes Paula, que callada tenías lo de tu novio, pero vamos que me parece fenómenal que lo tengas, mira no soy tonto, no tienes que decirme nada, para otra vez que venga a casa me avisas, me dices David que va a venir Fernando esta tarde y yo os dejo solos, ya sabes...me lo dices y sin problemas...

  • no tienes porque irte, es tu casa...

  • venga Paula, te lo digo en serio, avísame y os dejo el tiempo que queráis a solas...

  • me parece bien...ah por cierto no te creas que por esto te vas a librar de fregar los platos de la cena, jajaja, venga te dejo que voy a estudiar un ratito antes de dormir, hasta mañana hermanito.

Y se inclinó sobre mi para darme un beso en la mejilla, por un instante noté un enorme pecho ejercer una ligera presión sobre uno de mis hombros, miento si dijera que no disfruté de esa sensación, pero enseguida me quité ese pensamiento de la cabeza. Todavía seguía viendo a mi hermana Paula como eso, como a mi hermana y no como un bellezón de 21 años con unas curvas de infarto, unas tetazas dignas de cualquier portada de Playboy y esa mirada que hacía que fuera una de las chicas mas deseadas de la facultad (sino la que más).

Recuerdo el preciso momento en que empezaron a cambiar las cosas con mi hermana, supongo que inconscientemente algo ya se había despertado en mi, a eso ayudaba que mis amigos de la facultad estuvieran todo el tiempo hablando de Paula, incluso los viernes y lo sábados siempre terminábamos en el bar donde trabajaba a tomarnos la última copa. Las conversaciones sobre ella cada vez eran mas frecuentes y los comentarios que hacían mis colegas mas fuertes. Hablaban sobre las tetazas que tenía, las fotos que colgaba en el Face..., la ropa que llevaba puesta como marcaban sus curvas y yo al final tenía que dar por finalizada la conversación.

  • venga cabrones dejarlo ya, que estáis hablando de mi hermana...

Así hasta que un día estábamos en una terracita tomando una caña y nos dice Jaime.

  • joder, ¡¡¡vaya foto que ha puesto Paula!!!

  • ¿pero ya estáis otra vez con mi hermana?...¡¡¡que pesados sois!!!!!!!!

  • este cabrón que solo hace que pajearse con las fotos de tu hermanita, jajaja, dijo otro de mis colegas.

Y Jaime les fue pasando el móvil para que todos vieran la última foto que Paula había colgado en el Face.... yo no quise verla, pero uno de mis amigos dijo.

  • venga, manda la foto al grupo de Whats...app.

  • ni se os ocurra, ya solo falta que empecéis a mandar fotos de ella también al grupo, os parecerá poco las guarras tetonas que estáis todo el día mandando.

Pero no me hicieron ni puñetero caso, 5 segundos mas tarde mi móvil vibraba y Jaime había enviado una foto en la que aparecía Paula. Ni me molesté en abrirla, ni mirar la foto, pero curiosamente tampoco me dió por ir a la galería a borrar el archivo...

Y así llegó el momento definitivo en que empezó a cambiar mi relación con Paula, mi hermana solía volver de la facultad sobre las 14,30, yo me habia escapado un poco antes y llevaba un rato en casa yo solo meneándome la polla frente al ordenador portátil con los cascos puestos encerrado en mi habitación. Eran las dos de la tarde y estaba a punto de correrme, justo para que me diera tiempo a limpiarlo todo y calentar la comida que había dejado preparada Paula la noche anterior y de repenté pasó.

La puerta de mi habitación se abrió y entró Paula para decirme que ya estaba en casa. No creo que esperase encontrarse a su hermano con la polla en la mano y meneándosela como un mono frente al ordenador. No puedo describir muy bien como me sentí cuando miré hacia la puerta y me encontré con mi hermana bajando la vista y pidiendo perdón para salir rapidamente. Ni tan siquiera la escuché con los cascos puestos. Aunque ella ya no estaba me guardé a toda velocidad la polla en el pantalón y cerré la tapa del portátil. Como si eso ya importase. Me había pillado de pleno. Me puse de pies y me tapé la cara con la camiseta, “joder que vergüenza, que vergüenza”, pensé y ahora con que cara salgo yo a comer con Paula. Estuve unos minutos deambulando por la habitación, pensando que hacer, realmente no me atrevía a salir hasta que caí en la cuenta de que seguía empalmado. Estaba abochornado y para nada excitado, o eso pensaba yo, ya que mi polla no había perdido un ápice de su dureza y lo último que pensaba yo en ese momento era terminarme la paja.

Al final no me quedó mas remedio que salir a comer con Paula cuando por fin se me bajó la erección y ¿sabéis lo que pasó?, pues nada, no pasó nada, mi hermana no hizo mención a lo que pasó y yo tampoco dije ni mú, comimos como un día normal y ahí quedó la cosa.

Pero algo se había despertado en mi interior. No sé qué, pero algo se había despertado en mi.

Lo descubrí la siguiente vez que me quedé a solas en casa y comencé a masturbarme en la habitación. Estaba viendo un video porno en el portátil y ya llevaba un buen calentón. Se me vino a la cabeza el incidente de mi hermana cuando me pilló pajeándome y mi mente empezó a fantasear. Mientras me pajeaba me imaginaba que Paula asomaba la cabeza y se quedaba mirándome. Se quedaba allí de pies y yo seguía con la polla dura en la mano sin parar de meneármela hasta que levantaba la vista y nuestras miradas se cruzaban y tras unos segundos mirándonos a los ojos comenzaba a correrme sin apartar la vista de ella. Ni ella de mi. Y así empezó mi fantasía y cada vez iba a más. Sin embargo luego no me corría con la paja pensando en ella y después de pasado el calentón seguía como si nada, es mas cuando estaba con Paula en casa o viendo la tele o cenando seguía sin excitarme sexualmente, una cosa era la fantasia y otra tenerla allí delante.

Pero la fantasía de que me pillara cada vez me obsesionaba mas, quería que se repetiera otra vez lo que pasó con Paula, quería que me volviera a pillar masturbándome, revivir ese momento y sin embargo no sabía como hacerlo. Desde que me sorprendió ella tenía ya mucho mas cuidado y no había vuelta a abrir la puerta de mi habitación cuando me llamaba para comer o cualquier otra cosa. Yo no sé porque lo hacía, supongo que descubrí mi vertiente exhibicionista el día que me pilló mi hermana, un morbo que yo creía desconocido, aunque bien pensado mis mejores polvos con chicas siempre habían sido en lugares públicos, parques, o en el coche o en los baños de una discoteca, es decir sitios donde nos pudieran pillar. Supongo que me excitaba el exhibicionismo y hasta que mi hermana no me habia pillado pajeándome no me había dado cuenta. Pero ahora si que lo sabía y lo tenía que volver a revivir.

Así que empecé a masturbarme frecuentemente cuando mi hermana estaba en casa. Me daba mucho morbo saber que ella estaba por su habitación o por el resto de la casa y yo sin echar el cerrojo me pajeaba con la mirada fija en la puerta de mi habitación deseando que Paula la abriera. Me pegaba unas corridas impresionantes y las mejores eran a la hora de la comida. Me sacaba la polla y me ponía frente a la puerta mientras escuchaba a mi hermana poner la mesa y preparar todo para comer. Luego tocaba con sus nudillos en la puerta y me llamaba “venga David, a comer” y ahí estaba yo, al otro lado meneándomela, pero la puerta no se abría. Eso sí, me corría casi inmediatamente al escuchar su voz y muchos días cuando salía a comer con Paula acababa de correrme en mi habitación. Así pasaron un par de meses, yo me pajeaba tranquilamente en la habitación ya sin importarme que en cualquier momento entrara mi hermana y me pillara. No me importaba, es más, deseaba que ocurriera.

Un día se me ocurrió contarle a Jaime que mi hermana me había pillado masturbándome. Craso error. Le dije que me guardara el secreto, pero no tardó ni cinco minutos en la siguiente reunión de colegas en soltar la bomba.

  • ¿menudo morbo que te pille tu hermana pajeándote, no David?, dijo un colega...

  • ¿morbo?, mas bien menudo corte...

  • anda que si te llega a pillar follándote a Sofía, dijo Jaime...

Follándome a Sofía. Mmmmmmm, interesante idea, como es que no se me habría ocurrido. Si me pillaba masturbándome en el salón por ejemplo iba a quedar como un puto salido, pero si me pillaba follando con Sofía era otra cosa, ya pondría cualquier excusa. Desde luego así no iba a quedar como un enfermo pajillero. Me ponía mucho la idea de que mi hermana me pillara follándome a Sofía. Y no tardé en poner en marcha mi plan. Un día le comenté a Sofía. que mi hermana no iba a venir a comer, que había quedado con unas amigas, así que le dije que se viniera a comer a casa al salir de la facultad. Por supuesto que era mentira, mi hermana iba a aparecer por la puerta a las 14,30, un par de minutos arriba o abajo, pero eso Sofía no lo sabía. Antes de comer ya nos estábamos enrollando en el sofá y sobre las 14,20 Sofía me pidió que fuéramos a mi habitación, la dije que se tranquilizara que no iba a venir nadie, que podíamos follar tranquilamente en el sofá y ella estaba tan cachonda que no puso ningún reparo, a las 14,25 se me estaba poniendo a cuatro patas totalmente desnuda en uno de los sofás. En el salón de casa hay dos sofás como en forma de L, yo puse a Sofía en el sofá de tal forma que cuando entrara Paula en el salón nos viera perfectamente a los dos de lado.

A las 14,30 sonó el reloj del pasillo, mi hermana estaba a punto de entrar, yo tenía el corazón que se me salía por la boca y me follaba a lo bestia a Sofía. Faltaban apenas segundos para que mi hermana nos pillara a los dos desnudos follando como animales, mi novia gemía bien alto y movía las caderas para que clavara mi polla bien dentro, en ese momento estaba pendiente y escuché el sonido de la llave, mi hermana estaba entrando y embestí mas fuerte a Sofía que no se percató del ruido en la puerta. Después la sujeté por la cadera a Sofía, me erguí completamente detrás de ella y miré a la puerta del salón mientras aceleraba mis acometidas. Tres segundos mas tarde me encontré con la mirada descompuesta de mi hermana ante la escena que se encontró sin esperárselo en el salón.

  • joder, mi hermana!!!!, dije como si no esperase que nos pillara.

  • mierda, dijo Sofía mirando hacia la puerta justo cuando Paula ya salía del salón, ¿pero no decías que no venía a comer?.

Rápidamente nos desacoplamos y Sofía comenzó a recoger la ropa por el suelo mientras se tapaba las tetas y el culo con la ropa que llevaba de la mano. No sé de quien se tapaba si en el salón ya solo estaba yo. El caso es que Sofía se pilló un cabreo importante, “te voy a matar, te mato”, solo hacía que decirme, se vistió apresuradamente y me dijo que mejor se iba a su casa a comer.

Luego entré en la habitación y con toda la tranquilidad del mundo me hice una señora paja con la mirada de sorpresa de mi hermana en mi cabeza. Después comencé a vestirme con una sonrisa de oreja a oreja, satisfecho totalmente, ahora tenía que enfrentarme a mi hermana Paula.

Esta vez no fue tan comprensiva como la otra vez.

  • ¿pero tu de que vas, te parece normal que entre a casa y os pille así en el sofá?...es que es muy fuerte lo tuyo...

  • lo siento Paula, de verdad que no me he dado cuenta de la hora, pensé que era mas pronto...

  • a ver si tienes mas cuidadito, que me es muy violento encontraros así desnudos, me he quedado que no sabía ni que decir...es que ya no es la primera vez que te pillo...(sin duda se refería a cuando me sorprendió en la habitación haciéndome la paja).

  • bueno...la otra vez estaba en mi habitación, yo creo que ahí si puedo hacer lo que quiera, solo faltaría mas...

  • yo llamé a la puerta, no me esperaba que ibas a estar así, y ¡claro que puedes hacer lo que quieras!, pero vamos, que eso te digo, que tengas mas cuidado que son cosas muy intimas, que yo no tengo porque estar viendo. Y por cierto cuando estés con Sofía. tampoco estaría mal que lo hicierais en tu habitación, no en el sofá donde me tumbo yo..., me dijo Paula que ya parecía estar un poco menos enfadada.

  • bueno perdona hermanita, dije levantándome y dándola un beso, no volverá a pasar y por cierto a saber que habrás hecho tu con Fernando por toda la casa o en ese sofá, ¿o solo lo hacéis en vuestra habitación?

Paula se puso roja como un tomate, le pilló desprevenida que su hermano pequeña estuviera preguntando esas cosas, aunque la respuesta era obvia, si llevaba un par de años saliendo con él y habían tenido el piso para ellos solos seguramente habrían follado por toda la casa.

  • y a ti que te importa lo que hacemos o donde lo hacemos, ya solo me faltaba tener que estar dando explicaciones de mi vida sexual a mi hermano pequeño, bueno vamos a dejar el tema, '¡¡venga a comer!!, que tengo mucho que estudiar.

Ese episodio desde luego que marcó un antes y un después en la relación con Paula, realmente no es que me pajeara pensando en ella, en su cuerpo, o sus enormes tetas, o que manteníamos relaciones sexuales o cosas así. Cuando me masturbaba lo que me excitaba era el hecho de que me pillara haciéndolo, que me pillara infrangati, bien con la polla en la mano o follándome a mi novia.

Cuando estaba por la cama en la noche recordé como se sorprendió mi hermana cuando le dije que a saber que es lo que habría hecho ella por toda la casa con su novio y como se puso roja. Sin duda no era un tema del que estuviera cómoda hablándolo con su hermano, pero a mi me despertó la curiosidad. ¿que habría hecho Paula con Fernando?. ¿como sería en la cama mi perfecta hermana?, ¿que es lo que gustaría?, ¿gemiría mucho?...cosas así. Enseguida se me ocurrió una idea, los domingos solía traerse el novio a casa y cuando no estaba yo en casa pues me imagino que aprovecharían para follar. La idea era decir que me iba pero en realidad quedarme escondido en la habitación para dejarles solos y así escuchar como follaba mi hermana Paula con su novio. Tenía que pensar bien como lo hacía, aunque ya el primer domingo me lo pusieron en bandeja.

Ese día Fernando no vino a comer a casa, aunque Paula me dijo durante la comida.

  • luego vendrá Fer, sobre las 18,00.

  • vale Paula, no te preocupes, que os dejo solitos....

No hacía falta decir nada mas. Me eché un ratito la siesta y me desperté bastante excitado, tenía que tener margen de error no sea que se presentara Fernando en casa antes de la hora. Sobre las 17,30 me vestí de calle, pero en los pies solo llevaba calcetines para no hacer ruido, piqué en la puerta de la habitación de mi hermana y abrí para asomarme un poco.

  • oyes me voy que he quedado con Jaime, sobre las 21,30 vengo.

Paula estaba estudiando en su mesa de estudio y tan solo me dijo “venga, ciao” sin tan siquiera mirarme. Fui hacia la puerta principal, hice el ruido de coger las llaves y abrí la puerta para cerrarla sin salir de casa. Volví en silencio a la habitación y cerré la puerta sin hacer ningún ruido. Ya estaba todo preparado, por si acaso me metí debajo de la cama y puse el móvil en modo avión para que no sonara. Cuando ya estaba esperando se me vino a la cabeza una parte del plan que no había pensado. Si Paula no salía de casa ¿como iba a hacer para entrar yo luego?. Joder, no se me había ocurrido, pero en ese momento ya no había vuelta atrás. Faltaban apenas 10 minutos para que llegara su novio y tenían la casa para ellos solos, no creo que se pusieran a ver una película. A las 18,00 en punto sonó el telefonillo del portal, yo debajo de la cama ya me estaba meneando la polla muy excitado, pues estaba a escasos minutos de posiblemente escuchar a mi hermana follando.

Entró su novio en casa y les escuché hablar, pero no entendía lo que se decían, después entraron en la habitación de Paula y seguían hablando, yo me mantenía debajo de la cama intentando no hacer ningún ruido. Y de pronto silencio, ya no se oía nada, movimientos de cama, debían estar los dos sobre ella. Unos minutos mas y escuché unos ligeros gemidos de mi hermana, pero había poco movimiento, supuse que su novio la estaba comiendo el coño, ahora no hablan nada. Yo ya hace tiempo que he salido de debajo de la cama y he pegado la oreja a la pared, nuestras habitaciones están pegadas y se escucha todo. Me estoy meneando la polla muy excitado mientras sigo escuchando los tímidos gemidos de Paula, es todo muy morboso, pero al tiempo decepcionante, necesito un poco mas de acción. Unos minutos mas tarde otra vez movimientos de cama, ¿estarán cambiando de posición?. Si ya ha terminado de comerla el coño no parece que Paula lo haya disfrutado mucho. Ahora parece que el que gimotea es su novio, esto se empieza a poner interesante, por unos instantes se me viene a la cabeza a la doña perfecta de mi hermana chupando una polla, nunca me lo había imaginado.

Por primera vez pienso en su cuerpo, ¿estará desnuda?, intento hacerme una idea como serán sus enormes tetas y en la suerte que tiene su novio, ¿se apartará ella misma su preciosa melena para que su novio vea como se la chupa?. Todos estos pensamientos hacen que mi polla empiece a palpitar, tengo que dejar de masturbarme porque sino me voy a correr en una mezcla de morbo, nervios y excitación, así hasta que por primera vez escucho con claridad a Fernando. Esto si que lo entendí bien.

  • asíii, asiii...mmmmmmmmm, siii...siiii... los huevos también, chúpame los huevos también!!.

Vaya con el educadito de su novio, le está pidiendo a mi hermana que le coma las pelotas, esto se está poniendo mas interesante de lo que había pensado. Cojo el móvil y voy a la galería de fotos de whatss..app, tiene que estar por ahí, bajo un poco y efectivamente, la foto que hace unos meses mandó Jaime de mi hermana aparece en mi galería. La foto está hecha en el bar donde trabaja Paula. Lleva una camiseta blanca de tirantes con mucho escote, está con un chico que me parece uno de su clase que está al otro lado de la barra, mi hermana está inclinada sobre la misma barra y al apoyarse uno de sus pechos se aprieta hacia arriba y casi se le sale, la foto es espectacular y Paula sonríe como si nada, amplio la foto en la zona de las tetas y las miro detenidamente, joder son enormes, nunca la había visto tan escotada, luego amplio su cara, su pelo y sus ojos, ahora me mira a mi, tiene que ser la hostia que te miren con esos ojos mientras te la chupan. Estoy cachondo perdido. Por primera vez la miro con deseo, ya no me puedo engañar por mas tiempo, me agarro la polla y me pego unas sacudidas, ahora si, lo reconozco, por primera vez me la estoy meneando mientras miro una foto de mi hermana.

La escena tiene que ser graciosa, yo pegado a la pared escuchando, con los pantalones bajados y el móvil en la mano mientras con la otra me pajeo muy despacio, hasta que vuelvo a escuchar a su novio.

  • mas, mas, métetela entera en la boca, asíiiii...mmmmmmmmmm..., masssss....mas dentro!!!!..., mmmmmmm....asíiiii....

La polla me pegó otro espasmo y tuve que soltarla para no terminar antes de lo deseado, escuché ruidos de la cama y supuse que estaban cambiando de posición otra vez.

  • espera, así, sin manos, quieta no uses las manos, déjame a mi...voy a follarte la boca!!!, dijo su novio.

Esto es mas de lo que yo podía aguantar, no me imaginaba que iban a hacer todas estas cosas, pero al fin y al cabo que es lo que podía esperar, por muy pijos, educados y de buena familia que fueran pues no dejaban de ser dos chicos de 21 años totalmente excitados y con la casa para ellos solos. Me imaginé a Fernando de rodillas en la cama totalmente erguido sujetando de la cabeza de mi hermana que a cuatro patas recibía las embestidas de su novio en la boca. ¿o estaría de pies y mi hermana agachada en el suelo?. No sé en que postura estarían, lo que estaba claro que es el muy cabrón tenía a Paula sujeta por la cabeza y se estaba follando su boca. Los gemidos de él se fueron intensificando, incluso me pareció escuchar el típico sonido“gloc gloc gloc” que procedía de la boca de mi hermana posiblemente ya llena de saliva por la follada que estaba recibiendo.

Eso sí, también es verdad que Fernando en ningún momento faltó al respeto a mi hermana, me hubiera encantado escuchar como la llamaba zorra o puta, pero eso no pasó en ningún momento, a pesar de el calentón y la situación mantenían la compostura de forma muy correcta.

Otro vez la cama volvió a sonar y después de unos pequeños gemidos por fin escuché a mi hermana con voz sensual.

  • venga vamos, métemela!!!!

Me dio tanto morbo que tuve que soltarme la polla de nuevo, porque sino me hubiera corrido en ese instante. Mis huevos me dieron un pequeño aviso de que se iban a soltar toda mi leche. Mi orgasmo era inminente. Dejé de escuchar lo que pasaba y me puse a pensar en otra cosa mientras deambulaba por la habitación. Tenía que pensar en otra cosa para no correrme, fueron unos segundos difíciles pero al final me aguanté y no me corrí. Tenía que tener mucho cuidado, ya estaba a punto, ni tan siquiera me la podía menear mas. Cuando volví a pegar la oreja a la pared ellos ya estaban follando, no sé en que postura estarían, pero la cama crujía a buen ritmo, los dos gemían sin parar y cada vez lo hacían mas alto. Apenas pude aguantar un minuto escuchando. Cogí el móvil y mirando la foto de mi hermana comencé a menearme la polla al compás de sus movimientos, me imaginaba que era yo el que se follaba a Paula, el que la embestía y hacía que sus tetas se bambolearan de un lado a otro. Me apoyé de espaldas sobre la pared y escuchando sus gemidos y mirando la foto del móvil me sacudí por última vez la polla. Después me deje ir. Varias ráfagas de semen salieron volando con una potencia brutal, por lo menos alcanzaron dos metros de distancia, 5, 6 disparos, un orgasmo maravilloso e interminable, nunca me había corrido de esa manera ni estando con ninguna chica, luego varios disparos mas ya no tan potentes, para terminar echando todavía una buena cantidad en la parte final.

Me quedé jadeando con la espalda en la pared y mi polla todavía pringosa y dura goteando al suelo. Fernando y mi hermana siguieron follando todavía unos 10 minutos mas en lo que yo limpiaba el estropicio de mi corrida por toda la habitación. Cuando su novio anunció que se iba a correr yo ya estaba empalmado de nuevo, aumentaron un poco el ritmo y por encima de los gemidos de mi hermana le escuché a él.

  • me corro Pau, me corroooooooo...!!!!!...me corrooooo!!!!!!!!

Le maldije por no haber aguantado unos minutos mas para que yo me pudiera hacer otra paja, pero quien sabe, quizás solo era el primer asalto. Me vino otra duda ¿usarían preservativo?, ¿se habría corrido dentro de ella o por su cuerpo?. Parecía por los gemidos de ambos que había descargado dentro de Paula mientras follaban. Seguramente fuera así. Luego se pusieron a hablar bajito y estuvieron unos cuantos minutos, yo seguía con la oreja pegada a la pared masturbándome y deseando que volvieran a follar de nuevo, pero al poco se abrió la puerta de la habitación y yo rápidamente me metí debajo de la cama, no creo que fueran a entrar para nada en mi habitación, pero por si acaso.

Después se pusieron a ver una peli en el sofá, menudo coñazo, a esperar casi dos horas sin poder salir y tumbado por detrás de la cama por si entraban que no me vieran, pero bueno, tengo que reconocer que había merecido la pena ese pequeño sacrificio. Cogí el móvil y entré en el perfil del Face..book de mi hermana, directamente me puse a mirar sus fotos mientras me meneaba la polla muy despacio, así estuve casi una hora. Ya tarde escuché que se iba Fernando, ahora estaba Paula sola en cosa y venía la parte que no había pensado, como iba a poder salir de la habitación sin que ella me viera. Todavía me tocó esperar media hora mas hasta que escuché que mi hermana se metió en la ducha, gracias a Dios, me aseguré bien que estaba duchándose y salí de mi escondite, me acerqué a la puerta para dar un portazo y hacer un poco el paripé.

Unos minutos mas tarde cuando ya no se oía el agua, toqué con la mano en la puerta del baño.

  • Paula, ya estoy en casa...

  • vale, oye enciende el horno y vete preparando una pizza...me dijo ella.

Salió al poco del baño con una toalla cubriendo su cuerpo y otra sobre el pelo mojado, en ese momento me pareció una puta diosa, tenía que tranquilizarme un poco, había estado pajeándome de nuevo bastante rato, pero no me había corrido. No ayudó mucho a calmarme que viniera a cenar con una camisetita de tirantes y un buen escote. Estuvimos cenando hablando de alguna película o serie, pero a mi sin querer se me fue la vista varias veces a sus tetas, Paula se debió dar cuenta porque una de las veces hizo el gesto inconscientemente de tirar de su escote hacia arriba. Conociendo a mi hermana seguro que se sintió algo violenta por haber enseñado mas de la cuenta en presencia de su hermanito. Pero yo la miraba ya con otra cara, solo hacía que pensar que un par de horas ella le comía los huevos a su novio y después se dejaba follar la boca.

Nos tumbamos en el sofá, yo en el que está en frente de la tele y Paula en el que estaba perpendicular, no me enteré de nada de lo que ponían, me pasé toda la hora mirando el cuerpo de mi hermana. Llevaba un pantalón corto de pijama y la camiseta de tirantes, miré sus piernas, como las cruzaba, como se ponía, sus muslos, las tetas, como se movían, como se tocaba el pelo. Me estaba volviendo loco. Varias veces me eché la mano al paquete y me pegué varias sacudidas por encima del pijama, ella estaba entre la tele y yo así que no podía verme. Estuve muy tentado de correrme dentro del calzón pero no lo hice, incluso me hubiera sacado la polla y me hubiera pajeado mirando su cuerpo. Así estuve hasta que me dijo que se iba a estudiar un rato.

Yo estaba otra vez con un buen calentón. Me metí en la habitación y encendí el ordenador, entré en su perfil de la famosa red social y seleccioné las mejores fotos de Paula, donde estuviera mas guapa, donde tuviera mas escote, de primeros planos de su cara, con unos buenos vaqueros ajustados saliendo de fiesta, vestida de boda, un par de ellas en bikini...No mas de 20 fotos, las que me parecieran mas sexys y por supuesto entre ellas la famosa foto de ella apoyada en la barra que habían mandado los colegas al whats...app. Luego puse el modo presentación y se pusieron las fotos a pantalla completa en la pantalla del portátil pasando de una a otra cada pocos segundos. Me saqué la polla y con toda la tranquilidad del mundo me hice otro señor pajote.

Me imaginé a Paula estudiando en su habitación, ni por un segundo se imaginaría que en el cuarto de al lado su hermano se estaba meneando la polla frente a el portátil mirando sus fotos.

Por suerte para mi no quedaba mucho para que finalizara el curso, el último mes de Junio en casa fue un suplicio, ya empezaba a hacer calor y lógicamente Paula estaba por casa siempre en pantaloncito corto y camiseta de tirantes. Era época de exámenes y para poderme concentrar un poco me tenía que hacer un par de pajas diarias y yo ya no me cortaba un pelo, me las hacía en la ducha, en mi habitación con la puerta entreabierta e incluso en el salón mientras Paula estudiaba en su habitación. Me daba totalmente igual que me pillara. Estaba totalmente loco con el cuerpazo de mi hermana. No llegaba a la obsesión, pero casi, me fijaba en que tipo de braguitas llevaba por debajo del fino pijama o si llevaba tanga, o en el sujetador, en sus piernas cuando se echaba crema hidratante. Fue una tortura hasta que terminaron los exámenes. Mi hermana como siempre aprobó todo con unas notas sobresalientes y yo también aprobé todo pero con unas notas mas normalitas notable y algún aprobado. El curso había terminado.

Paula se volvió al pueblo un par de días antes que yo, así que aproveché que tenía la casa libre para follar sin descanso con Sofía. Ya llevaba unos cuantos meses con ella y nuestra relación parecía que se empezaba a afianzar, sobre todo cuando me llevó a su casa y me presentó a sus padres y su hermano pequeño de 15 años (me asaltó la duda de si él también se pajearía con su hermana mayor, o sea mi novia). Parece que les caí muy bien a sus padres y ellos a mi, aparte que no me había dado cuenta, pero cada vez me gustaba mas Sofía. Una buena chica, también buena estudiante y porque no decirlo, con un cuerpecito muy deseable a sus 18 años.

El último día estuvimos en mi casa follando, me chupó la polla y se la metí a cuatro patas. Pero la despedida tenía que ser especial, quería desvirgar su pequeño y redondo culo perfecto. Aunque al principio ella no quería terminó por dejarme, no salió tan bien como pensaba porque a ella le dolió bastante y apenas disfrutó de la experiencia, me hubiera gustado que no fuera así, pero no pudo ser, el caso es que ese día estrené su entrada trasera, me follé bien su culo y para finalizar terminamos con un 69 ella encima de mi y yo lamiendo su coño y su sensible y abierto culito después de haber sido follado. Ni tan siquiera la quise avisar cuando me vacié también por primera vez en su boca. Luego caí en la cama totalmente satisfecho mientras Sofía. protestaba tumbada de lado en la cama, pero yo ya no escuchaba ni lo que decía, tan solo miraba como se la derramaba el semen de su boca y ella lo intentaba recoger con la mano y en su culo bien abierto. Se estaba convirtiendo en una buena zorra, me gustaría saber que hubieran pensado los padres de Sofía en caso de haberla visto en ese momento. Después de vertinos me acompañó a la estación de autobuses y nos dimos un beso y un abrazo de despedida.

...

Cuando empezó el verano yo quise quitarme desconectar de todo y perderme un poco por ahí. Estuve un par de semanas en la costa mediterránea en casa de mis tíos y saliendo con unos primos que tengo de mi edad, me fui a un par de festivales de música con los colegas, de vez en cuando iba a la ciudad donde estudiaba para ver a Sofía y follármela, así fui pasando el verano donde apenas coincidí con Paula en casa.

Pero claro, mi madre me decía que si no tenía intención de pasar por el pueblo en todo el verano, que mi hermana estaba muy rara, que si sabía yo algo y la dije que no. Llamé a Paula a la que llevaba sin ver casi un mes y según me dijo había cortado con el novio a principios de verano. Tampoco me quiso dar mas detalles en ese momento y menos hablando por teléfono, a parte que mi hermana no es que sea muy de hablar este tipo de cosa. Luego según pude enterarme al capullo de su novio se había presentado en el pueblo para decirla a mi hermana que en un festival de música que había estado con los amigos se había enrollado con una chica alemana. Ni se la había follado ni nada, solo se habían sido besos y se presentó todo arrepentido para contárselo a mi hermana y decirla que había sido un error y que le perdonase.

Hay que ser idiota para ponerle los cuernos a una tía como mi hermana, pero el detalle de ir a contárselo rápidamente y el arrepentimiento que mostraba me indicaba lo que yo ya sabía, que su novio era un buen tío. Pero había metido la pata y a Paula le sentó fatal, le dijo que no quería volver a verle ni saber nada de él. Mi hermana estuvo jodidilla todo el verano y el único consuelo que tuvo fue que al menos estaba en el pueblo con las amigas de toda la vida para poderse desahogar.

Una vez en la casa familiar pues hice lo de siempre, quedar con mis amigos, ir a la piscina y empezar a preparar la peña para las fiestas que iban a empezar. Me fui con los colegas a la piscina y allí estaba mi hermana con sus amigas. Después de un mes intentando olvidarme de ella fue casi como un shock verla en biquini. Intenté abstraerme un poco, me metí al agua y me hice unos largos, cuando me senté en el fondo de la piscina allí remojandome los pies estaba ella también en el agua sentada en un lateral con sus amigas. Mi hermana Paula era como una puta diosa. La tenía a unos 5 metros y así sentada la única diferencia que apreciaba era el bronceado de su cuerpo, estaba bastante morenita, llevaba un biquini negro de los que se anudan por los lados y se inclinaba hacia delante escurriéndose el pelo. Sus enormes melones se aparecieron ante mi en una visión celestial y completaba la imagen una pierna flexionada que me mostraba uno de sus muslos mojados por el agua.

Pero lo que llevaba la atención eran sus tetas. En biquini no se podían disimular como con la ropa. Era como si no pegaran con su cuerpo, tenía una complexión normal y su preciosa carita de niña buena hacía un enorme y morboso contraste con sus pechos. Esta feo que lo diga porque es mi hermana, pero aquello no podían llamarse pechos. Había que llamarlo por su nombre. Tetas. Unas tetas, grandes, firmes, duras, calientes y pesadas.

Mentiría si dijera que no lo hice, pero a última hora de la tarde, cuando me estaba duchando en la piscina me volví a hacer una paja en honor a mi hermanita.

Y así llegaron las fiestas del pueblo, a altas horas de la madrugada me acerqué con un par de chicos de mi peña a la peña de mi hermana. Tenían como un local grande en el que había puesto una barra, varios sillones y unas cámaras frigoríficas. Había quedado con ella y me estaba esperando allí. Llevaba un pantalón de chándal verde amplio y una camiseta amarilla de su peña que también le estaba un poco ancha. Incluso así vestida, con la cara totalmente lavada (sin maquillar) y el pelo con una coleta mi hermana seguía siendo muy guapa, aunque la ropa tan holgada disimulaba las curvas de su cuerpo.

Me dejé caer en uno de los sillones junto a mi hermana con una copa en la mano. Ella bebía de un cachi grande que no se que llevaría, pero hacía tiempo que no veía a Paula tan contentilla, casi tirando a borracha. Mi hermana no suele beber mucho y comenzamos a charlar como dos colegas.

  • te veo un poco borrachilla hermanita.

  • tu si que vas borracho, jajaja

  • hacía tiempo que no te veía así, me parece muy bien, no todo va a ser estudiar...

  • bueno ¿y tu que tal?, que no hemos sabido nada de ti en todo el verano, me dijo Paula.

La estuve un poco contando mi verano, los viajes, los festivales de música, que iba a visitar de vez en cuando a Sofía. Lo normal vamos, hasta que nos interrumpió una chica de mi peña que se me sentó encima de las piernas para pedirme con voz cariñosa que nos fuéramos a otro sitio. Esta chica por así decirlo era una antigua follamiga, pero yo ya no quería nada con ella. Me la quité de encima como pude sin antes decirla que fuera a la barra y me pidiera otra copa, mi hermana me ofreció su cachi.

  • las tienes a todas loquitas, jajaja, me dijo Paula.

  • bahhh, es una pesada, paso de ella, además ahora estoy muy bien con Sofía.

  • me cae bien, hacéis buena pareja...

  • ya que ha salido el tema, oye Pau, que siento lo tuyo con Fernando, si te soy sincero te reconozco que también me caía bien...¿puedo saber que ha pasado?.

  • mejor que ni lo sepas...

  • ¿es grave?

  • hombre grave no, tampoco, pero me dijo que se había enrollado con otra cuando se fue al festival de música con sus amigos, vino aquí al pueblo y me lo dijo en persona, que estaba muy arrepentido, que solo se había besado con ella y nada más, que no significaba nada para él, que le perdonara y lo olvidáramos

  • pues mira, eso demuestra que es buen tío, podía no haberte dicho nada.

  • si, muy buen tío pero me ha puesto los cuernos...y si, podía no haberme dicho nada, pero lo hizo y yo esas cosas no las perdono. Me ha jodido mucho porque estaba muy bien con él, pero bueno...

Me pareció que incluso se le escapaba una lágrima a mi hermana que se apoyó en mi regazo.

  • y además ¿tu de que parte estás?, me dijo Paula en bromas dándome un pequeño puñetazo en el hombro.

  • de la tuya, de la tuya, claro, jajaja...tienes toda la razón, ese tío es un capullo, hay que ser un imbécil para enrollarse con otra teniendo una novia como tu...tu sí que los tienes a todos loquitos...

  • si, no sé a quien, si no se me acerca nadie...jajaja.

  • eso es porque te tienen miedo, te ven inaccesible, joder eras la hija de …, la número uno de su promoción, tienes dinero, no es porque seas mi hermana, pero eres una tía de puta madre y además estás buenísima. No se puede estar mas buena, dije apretando uno de sus muslos, - vamos cualquiera de mis amigos, tanto los de aquí como los de la facultad matarían por poderte rozar tan siquiera el pelo...

  • ¡que exagerado!, pero gracias, nunca viene mal un piropo para subir los ánimos, aunque sea de mi propio hermano.

Llamé a uno de mis colegas de la peña que estaba a un par de metros de nosotros.

  • Iván, ven un momentito.

Mi amigo se plantó de pies delante de nosotros.

  • oyes Iván, ¿que te parece Paula?, dije pillando por sorpresa a mi amigo por la cara que puso

  • ¿que que me parece...de que?

  • joder hijo pareces tonto, ¿que si te parece que está buena?, di la verdad, no te cortes...

Mi hermana se volvió hacia mi con las mejillas un poco encendidas por la vergüenza y me dijo que me callara.

  • pues claro que está buena, dijo Iván.

  • ¿solo eso?, dije yo, apartando la mano de mi hermana que me tapaba la boca., -¡pero díselo a ella!, di lo que quieras, ¡no te cortes!

  • que estás buenísima Paula...¡tienes unas tetas cojonudas!, volvió a decir mi amigo.

  • gracias gracias, dijo mi hermana, - no es necesario que sigas.

  • joder que fino eres, eres todo un romántico Iván, dije dándole una patada para que nos volviera a dejar solos. - esto es solo un pequeño ejemplo. Si el capullo de tu novio no te valora, pues mira, él se lo pierde, además a una chica como tu hay que tenerla bien “atendida”, ya me entiendes...y no creo que tu novio te diera lo que necesitabas

  • ¿y tu que sabrás si estoy bien “atendida” o no?, ya lo que me faltaba por oír, que mi hermano pequeño opine de mi vida sexual.

  • bueno que da igual, yo sé lo que me digo. Yo te puedo asegurar que Sofía. está bien “atendida”, en cuanto tenemos un ratito para nosotros solos ya estamos al lío, jajaja y a Fernando le veía un poco mas paradillo en ese aspecto.

  • cada cosa tiene su momento, pero te aseguro que en ese aspecto no tenía queja, además ya sé que tu novia tiene que estar contenta contigo, Paula se inclino al oído y me dijo en bajito. - todavía me acuerdo de cuando os pillé en casa, ¡vaya corte!.

Me parecía increíble estar hablando de sexo allí con mi hermana Paula y que ella me siguiera un poco el rollo. Sabía que aquello no se iba a repetir muchas veces y que se debía a una mezcla de que la había pillado con las defensas bajas por la ruptura con su novio universitario y al alcohol que había bebido. Era una oportunidad que tenía que aprovechar así que me lancé al ruedo como se suele decir.

  • ya te digo, además nos dejaste a medias a los dos, estábamos echando un buen polvo.

  • no, ya ya, ya me dí cuenta, jajaja, dijo Paula. - menudo estás hecho.

  • es que hermanita, con estas edades uno siempre tiene ganas.

  • no, de eso ya me he podido dar cuenta este año también en el piso. Otra vez se inclinó para decirme al oído. - a ver si este año te cortas un poquito mas, que te he pillado varias veces “a lo tuyo”, ya me entiendes.

  • ¿como que varias veces?, si solo me has pillado una vez y estaba en la habitación con la puerta cerrada.

  • si una, lo llevas claro, y otra vez en la ducha que entré al baño y ni te enteraste y otra que estabas en la habitación con la puerta medio abierta y te vi sin querer...y una vez que estaba estudiando te escuché desde la habitación, parece que estés todo el día dándole...mas cuando te pillé con Sofía., que por cierto ¡menuda posturita teníais!

  • ¿como?, dije poniéndome de lado y acercándome a ella. - así que me has visto varias veces y no me has dicho nada...

  • hombre que te voy a decir, ¿que te he pillado mastur...?...bueno ya sabes.

  • ¿y que es eso de menuda posturita?, pues a cuatro patas, ¿que pasa que Fernando no te ponía a ti a cuatro patas?, ves eso te decía de que no estabas bien “atendida”, es una postura de lo mas normal.

  • jajaja, no voy a hablar con mi hermanito de como me ponía o me dejaba de poner, ¡ya solo faltaría!...pero vamos tu con tu novia haz lo que quieras...y vamos a dejar el tema, que no me siento cómoda hablando estas cosas contigo.

  • eres una cortada, además está bien que lo hablemos, para mejorar este año la convivencia, jajaja. Y por cierto, dije acercándome ahora yo a su oído. - no me importa en absoluto que me hayas pillado haciéndome pajas, que sepas que me las pienso seguir haciendo...

  • haz lo que quieras, pero en privado, que no te vea y además te tendrías que hacer menos, que tienes novia.

  • a mi no me da vergüenza que me veas, eh, jajaja, o que me pilles, te reconozco tiene su punto morboso que te pillen y mas una tía buena, jajaja...y por tener novia no voy a dejar de hacerlo, una buena paja es una buena paja

  • que soy tu hermana capullo, ¡te tenía que dar vergüenza que tu hermana te pille haciendo esas cosas!, anda vete con tus amigos, que estás fatal, vaya compañero de piso que me he echado.

  • si, mejor que me vaya, que de hablar estas cosas contigo hasta me estoy poniendo un poco...ya sabes..., dije haciendo un gesto como de taparme el evidente bulto de mis pantalones.

  • ¡estás fatal!, vete de aquí, dijo mi hermana sonriendo.

Y así quedó la cosa ese día en su peña, cuando llegué a casa por la mañana, mis padres todavía no se habían levantado y mi hermana Paula se estaba preparando el desayuno, acababa de llegar unos minutos antes que yo, estaba de pies de espaldas sobre la encimera.

  • ¿que tal la noche?, me preguntó.

  • bufff, estoy reventado, me voy a la cama

  • ¿quieres desayunar?

  • no, gracias Pau, prefiero irme a dormir, que hermanita mas buena tengo.

Me puse detrás de ella abrazándola por el estómago y la di un beso en las mejillas, al rodear los brazos sobre su cuerpo rocé un poco con el antebrazo sus enormes tetazas lo que me dio un morbo tremendo. Me tuve que contener para no agarrar con las manos sus pechos en la postura en la que estaba y frotar la polla contra su culo. Sin embargo si que la dije entre bromas para ver como reaccionaba.

  • ah, y no entres ahora en mi habitación...jajaja...ya sabes, no sea que me pilles otra vez...

  • no tenía pensado entrar, dijo Paula sin tan siquiera girarse y pareciendo empezar a aceptar la situación, - puedes hacer lo que quieras.

No es que fuera un gran avance, pero por lo menos había roto el hielo con mi hermana en cuanto a hablar de cuestiones sexuales. Y ya que había empezado no iba a parar. No iba a parar hasta conseguir mi objetivo, que en ese momento tampoco sabía muy bien cual era, pero mínimo era hacerme una paja delante de ella y que viera como me corría. Eso tenía que ser la hostia y yo tenía que conseguirlo, no sé de que manera, pero tenía que hacer que mi hermana me viera.

Unas semanas mas tarde ya en septiembre tuvimos una boda familiar en la ciudad donde estudiábamos. Fuimos al piso junto con mis padres y mi hermana y yo ya aprovechamos para llevarnos la ropa y otras cosas para el inicio de la facultad. Nos vestimos para la boda y que decir de Paula, se puso un vestido largo verde como de tela de gasa que marcaba las formas de su cuerpo y con un tremendo escote palabra de honor, junto con el recogido de pelo y el maquillaje, se pintó los labios de rojo intenso, hacían que estuviera tremenda. Antes de entrar en la iglesia estuve haciéndola unas fotos desde todas las perspectivas. Cuando llegara a casa las iba a usar para sin duda hacerme una buena paja, no podía dejar de fijarme en ese exagerado escote y como sus pesados pechos se bamboleaban a cada paso. ¡Era la hostia!.

La ceremonia y la comida transcurrió con normalidad, aunque yo veía como todos se quedaban mirando a Paula, sin duda era la que estaba mas buena de todas las invitadas, yo creo que tuvo mas peticiones de fotos que la misma novia. Y llegó la hora del baile y de tomar unas copitas, estas bodas familiares son un poco coñazo en ese aspecto, todo son tías, primas y tampoco te puedes desmadrar mucho delante de los padres y toda la familia, así que por lo menos para disfrutar un poco saqué a bailar a mi hermana, bueno bailar no es que baile mucho, solo era un pretexto para pegarme contra ella y mirar su escote lo mas cerca posible. Nos dimos una mano y puse la otra sobre su espalda casi pegada a su culo. En un movimiento rápido pegué su cuerpo contra el mío y noté por primera vez la presión de sus tetas contra mi cuerpo, aunque luego nos separamos al instante. Pude comprobar lo distinto que era su cuerpo del de mi novia Sofía., Paula ya era toda una mujer con buenas curvas y carne donde agarrar.

  • ¡estás espectacular con ese vestido!, le dije a Paula

  • gracias, tu también estás muy guapo hermanito.

  • ahora soy la envidia de todos, bailando con la mas guapa de la boda

  • anda no seas tonto, si, si mucha envidia pero no me ha sacado ninguno chico a bailar.

  • te ha sacado el tío Celestino, ¿eso no cuenta?...jajajajaja

  • serás bobo...

  • ¿que pasa, te gusta alguno de la boda?

  • he visto a un par de ellos que no están mal, dijo Paula en bromas.

  • vamos, me pillas a mi sin novia en una boda y veo a una tía como tu y voy a por ella de cabeza, ya te dije un día que es que no se atreven a ligar con una chica como tu, te tienen miedo.

  • ni que me fuera a comer a nadie, jajaja, soy de los mas normal.

  • hombre, normal, lo que se dice normal, dije mirando sin disimulo hacia su escote, - estás tremenda Paula, tienes un cuerpo para el pecado hermanita.

  • ¡ya estás otra vez!, al final voy a pensar que te pongo y todo, jajaja.

  • pues claro me pones ¡y mucho!, que pena que seas mi hermana...sino te ibas a enterar. tu..

  • vaya vaya, menudo don Juan tenemos con el pequeñín...

  • que ya no soy el pequeñín, te recuerdo que ya tengo 19 años.

  • para mi siempre serás el pequeñín...y deja de decirme que yo te pongo, eso no está bien.

  • ¿porque?

  • pues porque soy tu hermana y eso no está bien, te tienen que poner otras chicas y no tu hermana, dijo Paula empezándose a poner un poco mas seria.

  • no he conocido a ninguna que esté tan buena como tu, dije siguiendo un poco el juego, - con ese vestido me pones todavía mas, esta noche a lo mejor voy a tener que hacerme una paja en tu honor...

Y de repente se acabaron los juegos y las bromas, a Paula se le cambió la cara y se detuvo de repente, dejó de bailar conmigo y me dijo que saliera fuera inmediatamente para hablar con ella, supe que había ido demasiado lejos con esa frase, las pulsaciones se me aceleraron, ¡joder como la había cagado!, me fui a la barra a pedirme una copa antes de salir a hablar con mi hermana. Me estaba esperando en el hall del hotel con cara de pocos amigos. Me senté en un sofá a su lado y ella empezó a hablar bajito, pero estaba bastante enfadada.

  • oye Pau, ehhh...siento si he dicho algo, estaba de bromas...

  • mira David, está bien que hablemos de estas cosas y que nos llevemos bien y tengamos confianza el uno en el otro, pero lo que me has dicho no me ha gustado.

  • lo siento, pensé que no te iba a molestar tanto.

  • ¡pero si me has dicho que te ibas a hacer una paja pensando en mi!, ¿como quieres que me lo tome?, por Dios David, estás enfermo, ¡que soy tu hermana!, de verdad no sé como hemos llegado a que me digas eso, a lo mejor te he dado confianzas que no debía, pero lo mejor es que olvidemos este tema, la semana que viene vamos a volver a vivir solos todo el curso y no quiero estar pendiente de estas cosas en casa, ya sabes...prefiero aclararlo ahora.

  • pues mira, voy a ser sincero, lo que te he dicho no era en broma, no sé que me pasa, pero no lo puedo evitar.

Paula se echó las manos a la cara.

  • ¿que no puedes evitar el que? Ay por dios David, me estás preocupando de verdad, voy a tener que hablar con los padres...

  • tranquila Paula, haber deja que te explique, tranquila, a mi ya sabes que me gustan las chicas, ahora tengo novia y si, estoy muy bien con ella, pero me siguen poniendo todas las chicas y tu eres una chica y también me pones, sé que eres mi hermana, pero estás muy buena, joder ¡estas buenísima!, yo pues...ehhh...me hago pajas pensando en Sofía., en sus amigas, en famosas, en alguna profesora y ahora también contigo, alguna vez me hago una paja pensando en ti, con ese cuerpo que tienes es inevitable...

  • y que se supone que tengo que hacer o decir yo, creo que lo mejor es que hable con los padres, mira nos inventamos cualquier excusa y haber como lo arreglamos para no tener que vivir juntos, esto que me estás contando no es muy normal...

  • no seas dramática Paula, somos jóvenes, es algo normal, yo no me como la cabeza con ello, disfruto y ya está...

  • es que se me hace raro saber ahora que mi hermano pequeño se hace pajas pensando en mi. ¡voy a estar como cohibida en casa!, no voy a estar agusnto en la convivencia diaria contigo.

  • oyes creída, no te creas que todas las pajas me las hago pensando en ti, solo muy de vez en cuando, además déjame hacerte una pregunta, ¿te molesta que los tíos se pajeen pensando en ti?

  • ¿como dices?!!!...y a que viene eso ahora.

  • pues ya lo sabes, mira estás buenísima, media facultad se hace pajas pensando en ti, mis amigos del pueblo se hacen pajas pensando en ti, mis amigos de la facultad también, están todo el día hablando que si tus tetas que si que guapa eres, y claro yo al final estoy en medio y tengo que escuchar muchas cosas al cabo del día, cosas que se me quedan en la cabeza y mira uno no es de piedra...

  • no...no sabía que..., Paula empezaba a dudar

  • toda la vida así, escuchando a todo el mundo lo buena que estás, que si eres perfecta y yo de verdad que siempre lo he evitado, te he visto como mi hermana, solo como una hermana, yo nunca había hecho esas cosas pensando en ti, incluso cuando empecé la facultad no pensaba en ti ni nada de eso

  • ¿y porque empezaste?, estas cosas siempre empiezan por algún motivo, ¿hice algo que..?...no sé estoy confundida David...no sé ni que decir.

  • no Paula, no hiciste nada, fue desde el día que me pillaste en la habitación, ya sabes, el día que me pillaste haciéndome una paja, luego empecé a fantasear, creo que me gustó, bueno no creo estoy seguro, me gustó, me dio morbo que me pillaras, no sé porqué pero me dio mucho morbo, fantaseo con que me veas masturbándome, que me mires mientras lo hago, es una fantasía que me pone mucho, siento decírtelo así...y luego ya empecé a fijarme mas en tu cuerpo, a mirar fotos tuyas...

  • vale, vale, no hace falta que sigas...por favor David, no sé ni que decirte, mira voy a hacer como si no supiera nada, seguro que esto se te pasa con el tiempo, solo te pido que te comportes en el piso, que tengamos una convivencia como el año pasado...me resultará mas difícil sabiendo que haces esas cosas pensando en mi...pero lo voy a intentar.

  • a lo mejor si cumples mi fantasía se me pasa.

Paula volvió a ponerse mas seria y se acercó a mi, yo instintivamente me quedé mirando sus tetazas.

  • pero tu estás tonto o que joder...¿me lo dices en serio?, ¿me estás pidiendo que te mire mientras te masturbas?.

  • si Paula, ya sé que suena un poco raro así dicho, pero...

  • suena a que estás fatal, ni sueñes un momento con ello, eso no va a pasar nunca.

  • bueno, ya ha pasado, tu misma me has dicho que me has visto varias veces.

  • ya, pero ha sido sin querer, es una cosa que preferiría no haber visto, te lo aseguro.

  • dime de verdad, ¿no te dio aunque sea un poquito de morbo?

  • no David, no me dio nada de morbo y vamos a dejar esto, porque veo que no avanzamos...

  • está bien Paula, puedes hacer como si no pasara nada, pero pasa, te lo he dicho antes, esta noche cuando llegue a casa me voy a hacer una paja pensando en ti, ¡estás tremenda con ese vestido!

  • como sigas así voy a tener que hablar con los padres, para ya...

Paula hablaba y protestaba pero yo no podía dejar de mirar sus voluminosos pechos, eran tan evidente que hasta ella se dio cuenta.

  • ¡y deja de mirarme las tetas!

  • ¿puedo hacerte ahora una foto?, dije yo.

  • si hombre, para que te pajees luego con ella, venga vamos a dejarlo me vuelvo dentro del baile...

  • no te preocupes, cuando te hice las fotos antes de la misa ya me diste material suficiente para hacerme una buena paja. Me puse de pies y me acomodé el paquete que se me había hinchado delante de su cara y eché una última ojeada a su escote- si, será mejor que entremos.

Mi hermanita ni me contestó, tan solo puso cara de resignación. ¿estaría aceptando esta situación o es que en el fondo a ella le empezaba a dar un poquito de morbo también todo esto?. Ella desde luego que no me había dado pie a nada ni me había mostrado una pequeña grieta por lo que yo pudiera entrar, pero ya le había expuesto la situación y ahora ella estaba al tanto. La semana que viene volvíamos a estar solos en casa con el comienzo de la facultad, tenía que andarme con pies de plomo para no asustar a Paula o que se pudiera pensar que vivía con un pervertido o algo parecido.

Pegué un cambio radical con mi hermana, ni volvimos a hablar del tema de las pajas ni nada parecido. Hice todo lo posible para que Paula se sintiera cómoda en casa y así empezamos la universidad, mi segundo año, al mes la convivencia era estupenda, nos repartíamos las tareas de la casa y ella se encerraba como siempre en su habitación a estudiar. Parecía todo olvidado o eso le quería hacer creer yo a Paula, pasaba totalmente de ella y ni tan siquiera me fijaba en su cuerpo o la miraba, luego empecé a llevar a Sofía. mas por casa y yo solo tenia ojos para mi novia, pasaba mucho tiempo con ella. Y mi hermana bajó la guardia.

Ni tan siquiera se imaginaba lo que se le venía encima a mi hermanita Paula.

Ya había afianzado mi relación con Sofía., llevábamos casi un año saliendo y a mi virginal novia o princesita cada vez le gustaba mas el sexo. Ella vivía con sus padres y el año anterior aprovechábamos las noches de finde que Paula trabajaba en el bar y teníamos la casa para nosotros solos, pero este año mi hermana ya había dejado el bar. Estaba en quinto año de carrera y tenia mucho que estudiar y varios proyectos sobre la mesa, así que eso iba a hacer que pasara mas tiempo en casa. Así que ocurrió lo inevitable.

Sofía. y yo empezamos a tener relaciones aunque mi hermana estuviera en el piso.

No nos pusimos a follar de la noche a la mañana, Sofía. se cortaba mucho y le daba vergüenza que estuviera mi hermana Paula a la que tenía mucho respeto. Así que la cosa fue poco a poco. La primera vez que pasó algo entre nosotros era una tarde de sábado, estábamos mi novia y yo en el sofá viendo una peli, sentados uno al lado del otro tapados por una mantita, Paula estaba en su habitación estudiando y Sofía. y yo nos empezamos a meter mano debajo de la manta, al principio entre bromas, pero luego la cosa se puso seria. Cuando nos quisimos dar cuenta Sofía. me había sacado la polla bajo la manta y me la meneaba muy despacio. De repente se paró.

  • vale, para ya, no sea que salga tu hermana y nos pille

  • venga Sofía., no me dejes así, hazme una paja, Paula no va a salir y si sale la oímos de sobra, además está la manta, no se vé nada.

  • vamos a tu habitación mejor...

  • no, házmela aquí porfa, si vamos a la habitación si que va a sospechar, si nos quedamos en el salón pensará que estamos viendo una pelicula.

La habitación de mi hermana estaba al fondo del pasillo, pegada a la mía y si ella salía tenía un trozo que andar hasta el salón. No tuve que hacer mucho esfuerzo en convencer a mi novia para que siguiera, con mucha maestría volvió a liberarme la polla del pantalón y me hizo una fenomenal paja debajo de la manta.

Y eso fue solo el inicio, al poco ya nos masturbábamos mutuamente bajo la manta, cada vez tomábamos menos precauciones de que nos pudiera pillar Paula y nos hacíamos mas atrevidos. El siguiente paso fue retirar la manta, me encantaba que me meneara la polla al descubierto en medio del salón sabiendo que mi hermana estaba por casa, me daba muchísimo morbo y a Sofía aunque no lo reconociera al principio se notaba que también le ponía el riesgo de que nos pudiera pillar. Nos agarrábamos buenos calentones, al poco era Sofía. la que se dejaba masturbar en el sofá, se abría de piernas en el sofá y allí espatarrada se dejaba meter un par de dedos en el coño. El siguiente paso fue cuando empezó a mamarme la polla por encima de la manta, aquello era la hostia, yo me sujetaba y la metía pollazos en la cara mientras metía un par de dedos en su coño. Incluso una de las veces salió mi hermana de la habitación cuando Sofía me la estaba chupando, me dio el tiempo justo a taparme con la manta y cuando entró Paula en el salón nos preguntó que porque teníamos la peli tan bajita que casi no se oía. La tuve que decir que era para no molestarla mientras estudiaba, aunque la verdadera razón era para escucharla salir a ella de la habitación. De todas formas fue tremendamente morboso hablar con mi hermana mientras tenía la polla libre bajo la mantita.

Era evidente que a Sofía. la gustaba cada vez mas el juego de que nos pudiera pillar mi hermana Paula. El día que todo se desmadró fue cuando me puse de pies delante de ella que me miraba expectante sentada en el sofá, comencé a menearme la polla delante de su cara después de haber recibido una mamada majestuosa.

  • voy a correrme en tu cara Sofía.

  • ni se te ocurra

  • luego tienes que ir al baño a limpiarte, con un poco de suerte te puedes cruzar con mi hermana por el pasillo.

  • que no David...

  • shhhhh calla, aparta las manos y ven aquí.

Seguí con mi paja delante de ella. Sofía me miró con su carita de no haber roto un plato, con sus pendientes de perla y las pequitas de su nariz. Llevaba un jersey azul clarito de pija y cuando me miró vi en su cara que estaba deseando que lo hiciera. Y dejó que me corriera sobre ella, pero eso no fue una corrida normal, fue mas bien una explosión en toda su cara, una espesa y abundante corrida que se derramaba por todos sitios, yo creo que no había terminado de correrme cuando Sofía ya se marchaba a toda velocidad en dirección al baño de casa. ¡Por suerte no se cruzó con mi hermana por el pasillo!

Y después ya follábamos, da igual si era sábado, lunes o miércoles, o que día, dos o tres días a la semana nos metíamos en la habitación a follar. Las primeras veces intentábamos ahogar los gemidos, sobre todo Sofía., pero con eso solo conseguía acabar hiperventilando mas y terminaba berreando como una cerda con unos gemidos muy altos y la respiración súper acelerada, me imaginaba el suplicio de mi hermana de tener que escuchar como follábamos. La pared de su habitación estaba pegada a la mía y se oía con perfecta claridad lo que pasaba al lado (yo incluso algunas noches podía escuchar como Paula dejaba un lapicero sobre su mesa de estudio). Yo no me cortaba un pelo, soltaba algún azote en las nalgas de Sofía. y cuando se la metía en el culo me aseguraba de que mi hermana se enterara.

  • ¿te gusta que te la meta por el culo eh?, le decía en alto a Sofía. mientras se oía el ruido de nuestros cuerpos chocar y la cama crujir a cada embestida miá.

Mi hermana Paula pudo oírme decir de todo lo que os podáis imaginar, “voy a correrme en tu cara”, “vamos chúpamela después de haberla tenido metida en tu culo”, “joder estás empapada, voy a comerte enterita”, “saca la lengua que quiero darte un buen pollazo en la boca”...esas fueron alguna de las lindezas que le decía a mi novia.

Pero claro aunque el comportamiento con mi hermana (aparte de hacer todo el ruido que podía) desde que había empezado el curso era correcto, por supuesto que no me había olvidado de ella. Muchas noches me masturbaba en la habitación pensando en su cuerpo o viendo fotos suyas, ya he dicho que se escuchaba todo y mas con el silencio de la madrugada, mientras Paula estudiaba yo me pajeaba ruidosamente en la habitación de al lado asegurándome de que ella me pudiera escuchar mis jadeos.

Fue pasando el tiempo y por supuesto Paula no quiso afrontar el tema, seguramente no se atreviera, pero tenía que ser muy molesto para ella que cada dos días su hermano se llevara a la novia a follar a la habitación o escuchar como yo me masturbaba por las noches, así que cuando faltaba una semana para las vacaciones de navidad, estábamos cenando en casa ella y y solos y me dijo.

  • tenemos que hablar David...

  • dime Paula.

  • me da un poco de vergüenza comentarte esto, pero tendríamos que ver como lo solucionamos...a ver, claro que puedes traer a tu novia cuando quieras...es solo que...ehhh.

  • ¿pasa algo con Sofía.?

  • no, no pasa nada, es solo que ya sabes, que desde mi habitación se escucha todo y es un poco molesto para mi, estoy estudiando y os tengo que aguantar cada poco que estáis ahí dale que te pego.

  • perdona Paula, no sabía que se escuchara tanto...

  • pufff, se escucha todo, pero todo todo, es que os oigo hasta lo que os decís y es que estoy estudiando y es bastante molesto, todos días igual, es que además no paráis, estáis todo el día.

  • lo siento Paula, es que tampoco tenemos otro sitio donde hacerlo, por la mañana estamos en clase, en casa de Sofía. siempre hay gente, tampoco nos podemos permitir ir a un hotel cada vez que queramos, ya sabes, alguna vez si podríamos pagar un hotel, pero no siempre y luego aquí estás tu en casa, pero es que de verdad es el único sitio y tu siempre estás en casa estudiando...

  • ya te entiendo, habría que buscar una solución, yo si quieres os dejo algún rato, las dos tardes a la semana que voy a spinning, algún sábado os puedo dejar la tarde entera y por la noche salgo siempre todos los sábados, tenéis la casa para vosotros solos...

  • es que los sábados nosotros también salimos de fiesta.

  • si, pero no se puede todo, tenemos que poner un poco de nuestra parte los dos, mira vamos a hacer una cosa, yo voy tres tardes a la semana a spinning, ahí tenéis la casa para vosotros solos un par de horas y si quieres una tarde de sábado al mes y una de domingo os dejo solos, incluso algún finde entero que me vaya al pueblo, ¿te parece bien?...por supuesto que Sofía. puede venir cuando quiera, pero vamos a intentar organizarnos un poco. Te aseguro que es muy molesto para mi estar estudiando y estar con vosotros aquí al lado haciéndolo.

  • vale, me parece bien, no te prometo que siempre lo vaya a cumplir, ya sabes, alguna vez nos puede dar el calentón, jajaja.

  • no, si es que no paras, pero tienes que intentar cumplir en esto, me es muy molesto estar estudiando y que estéis en la habitación de al lado.

  • vale hermanita, pero lo que tienes que hacer tu es echarte un noviete, que a lo mejor lo que te pasa es que te damos envidia.

  • pues si también, jajaja, pero a ti parece que te da igual tener novia o no

  • ¿porque dices eso?

  • es que por las noches, bueno...ehhh...que también te escucho a ti solo.

  • ¿también me escuchas haciéndome pajas?

  • pues si, ¿no te es suficiente con Sofía. o que?, menudo estás hecho.

  • una paja es una paja, me gusta hacerme alguna de vez en cuando, sobre todo ya sabes, mirando fotos de chicas.

  • bueno David, no empieces otra vez, prefiero no saberlo, con que te haces o te dejas de hacer.

  • ya, mira ya aprovechando, solo quería pedirte perdón otra vez por lo que pasó en vacaciones, no tenía que haberte dicho nada, de si lo hacia pensando en ti o no

  • vale, eso ya está olvidado, prefiero ni hablar del tema, me alegra que ya no lo hagas.

  • yo no he dicho eso, he dicho que no tenía que haberte dicho nada, son cosas personales que tienen que quedar para mi.

  • ¿que pasa que lo sigues haciendo?

  • ¿que si me sigo haciendo pajas pensando en ti?, si te digo que si te vas a enfadar y si te digo que no te voy a mentir, así que prefiero no contestar, jajaja

. bueno haz lo que quieras, que siempre me acabas liando, dijo Paula medio en broma

  • ¿ya no te molesta?

  • ¿el que?

  • si me hago pajas pensando en ti

  • que pesado, ni me molesta ni me deja de molestar, haz lo que quieras, pero prefiero no saber nada.

  • ya, seguro que si lo quieres saber, no me importa decírtelo.

Encontré a Paula un poco mas receptiva en ese aspecto, por lo menos parecía que ya no estaba tan molesta con el hecho de que me hiciera pajas pensando en ella, incluso bromeaba un poco al respecto, así que empecé a contarla un poco.

  • no es que lo haga pensando en ti Paula, haber, tengo una carpeta con fotos de chicas, fotos de tipo Face...book, chicas normales, eso me pone mas que esas actrices o modelos eróticas desnudas y hay alguna foto tuya también, de vez en cuando mientras me estoy tocando y van saliendo fotos de chicas, pues sale alguna tuya...antes tenía una carpeta solo con fotos tuyas...

  • me lo creo, no me digas mas detalles, capaz serás de tener una carpeta con fotos mías...

  • que si, que es verdad, bueno sigo teniendo la carpeta con fotos tuyas también, aunque ya no la uso...

  • ¿que tienes una carpeta con fotos mías para hacerte pajas?, dijo Paula en un tono que ya no sabía si era curiosidad o se estaba volviendo a enfadar.

  • si, pero son fotos normales, eh, si quieres te la enseño, para que veas que no pienso cosas raras contigo...

  • o sea que me estás diciendo que antes te hacías pajas con una carpeta de fotos mías.

  • si, pero ya no...si quieres te la enseño, para que veas que son fotos normales.

  • casi prefiero que no.

  • que si Paula ven, quiero enseñarte la carpeta con tus fotos.

Me metí en la habitación y me senté en el escritorio, encendí el portátil y esperé a que entrara mi hermana, pero no se decidía.

  • Paula ven un momento.

  • que quieres pesado, dijo mi hermana asomándose en mi habitación.

  • que te voy a enseñar las fotos, pasa un momento

  • que me da igual David, dijo Paula con resignación pero poniéndose de pies a mi lado.

Yo abrí la carpeta y empecé a pasar las fotos de mi hermana, eran fotos normales, la mayoría sacadas de sus redes sociales y también estaban las últimas que le hice en la boda familiar de septiembre.

  • ese vestido te quedaba fenomenal, me pusiste mucho, jajajajaja

  • pero ¿cuantas fotos tienes?

  • 87 fotos, pero ya te digo que ahora casi no la uso, aunque si me he hecho muchas pajas con ella.

  • vale David, ya me has enseñado mis fotos, es que no sé que quieres que te diga, a mi me parece mal, pero ya eres mayorcito.

  • si te molesta borro la carpeta Paula, de verdad, dímelo y borro tus fotos...

  • pues claro que me parece mal que te hagas pajas pensando en mi o mirando fotos miás, ¡que soy tu hermana por dios!

  • ¡¡pero es que estás buenísima!!, ni te imaginas el morbo que me das, me dan morbo las chicas con los pechos grandes y los tuyos son tremendos...

  • lo que me faltaba por oír, hablar de mis tetas con mi hermano, venga te dejo aquí solito con las fotos, ¡haz lo que quieras!, me voy a mi habitación.

  • pues mira ya que tengo tu carpeta preparada, a lo mejor me hago una paja ahora mismo. ¿te parece bien?

Paula salió de mi habitación sin tan siquiera despedirse, sin embargo no me pareció tan enfadada. No sé si era cosa mía pero el haber visto la carpeta con sus fotos y el saber que su hermano pequeño se hacia pajas con ella le había dado morbo, incluso creo que le empezaba a hacer gracia.

  • ¡¡Paula ven!!

De nuevo apareció mi hermana por la puerta, se estaba lavando los dientes y os puedo asegurar que en ese momento me pareció una escena terriblemente excitante, mientras se cepillaba los dientes sus enormes tetas se bamboleaban descontroladamente bajo la tela de su pijama. Me hubiera sacado la polla allí mismo, mientras ella me miraba expectante a ver que es lo que quería.

  • ¿te gustaría verlo?, ya sabes que es mi fantasía, hacerme una paja y que me veas, de verdad que solo sería una vez, tu no tienes que hacer nada, solo mirarme, solo una vez de verdad, es que me pones hasta lavándote los dientes.

  • me agotas, dijo con la boca llena de pasta dentífrica.

Y luego hizo un gesto obsceno sacándome el dedo corazón, un gesto que no la pegaba nada y se fue de nuevo al baño, luego entró en su habitación y escuché como se acostaba. Pero me aseguré que el pajote que me hice fuera bien ruidoso, Paula sabía que me estaba masturbando pensando en ella y eso le daba un morbo muy especial, gemí bien alto y estuve por los menos 20 minutos pajeándome mirando sus fotos. Me imaginé a mi hermana que estaría haciendo o pensando metida en la cama escuchando a su hermanito pequeño masturbándose en la habitación de al lado pensando en ella.

Después llegaron las vacaciones de navidad y nos fuimos a casa de mis padres. Todo fue con normalidad hasta el día de nochevieja, si recuerdo perfectamente aquel día 31 de diciembre.

Ese día cambió todo.

Teníamos comida familiar en casa de mis padres, iban a venir varios tíos y primos además. Antes de la cena nos arreglamos porque Paula y yo íbamos a salir luego de cotillón, después de ducharme me puse un traje y salí para los últimos preparativos de la cena. Luego salió Paula ya vestida. Estaba tremenda. Se había puesto un vestido de gala negro, que se le pegaba al cuerpo como una segunda piel, vaya curvas, como marcaba caderas y culo a lo bestia, pero sobre todo ¡menudo escote!. Aquellas tetas parecían mas grandes de lo normal y aunque tenía mucho escote no enseñaba casi nada porque llevaba en el medio como una transparencia de rejilla de un tirante a otro que le daba mucha mas clase al vestido y que evitara que se vieran sus pechos al natural.

Yo como siempre me puse a hacer fotos a toda la familia, a mis tíos, primos, todos juntos al lado del árbol de navidad...lo típico. Mientras cada uno estaba por un lado y ya a punto de cenar entré en la cocina y justo apareció Paula detrás de mi. Estábamos solos, yo llevaba la cámara de la mano y la iba a guardar en la funda.

  • estás muy guapa Paula, ¿te importa que te haga una foto?

Ella no dijo nada, solo se alisó el vestido y posó delante de mi, luego hice otra foto, puso los brazos en jarra y se puso de medio lado, en el perfil sus pechos lucían increíbles, otra foto, se puso de espaldas y miró a la cámara, otra foto. Os juro que en ese momento se me empezó a hinchar la polla. Ella iba cambiando de postura (fotos normales, no provocativas) y yo iba sacando fotos sin parar.

  • ¿ya tienes suficientes?, dijo Paula

  • si, si claro...

Justo apareció mi madre por la puerta de la cocina y nos dijo que venga, todos a cenar. Al pasar mi hermana por al lado mía me dijo bajito al oído.

  • espero que no uses estas fotos para lo que ya sabes...

y mientras entrábamos al salón con toda la familia ya alborotada cogí de la cintura a Paula y la dije.

  • en cuanto regrese esta noche de fiesta...lo pienso hacer...

No pude ver la cara de mi hermana ni su reacción, pero no era ningún farol, todavía no había salido de fiesta de nochevieja y ya estaba deseando regresar. Me iba a hacer un pajote gracias a las fotos que le había hecho a Paula. Me iba a hacer un gran pajote en su honor, parecía que la muy zorra me había provocado con las fotos, lo había hecho a propósito, si lo que estaba empezando a buscar es me siguiera pajeando con ella desde luego que lo iba a conseguir.

Después de las uvas salí de fiesta con los amigos del pueblo, Paula salió con sus amigas, íbamos por separado, pero le prometimos a nuestros padres que para volver lo haríamos juntos en un taxi. Y así fue, en el trayecto a casa sobre las 8 de la mañana fuimos hablando de que tal lo habíamos pasado y lo cansados que íbamos, sin embargo yo con las copas que llevaba encima llevaba un buen calentón y mas mirando a mi hermana con ese vestido tan pegado a su piel.

En cuanto entramos en casa Paula se fue a su habitación y yo llamé a su puerta. Llevaba la cámara de fotos en la mano, no tenía ninguna intención de que sucediera lo que iba a suceder, ni sé como me atreví (quizás las copas que yo llevaba encima ayudaron), pero el caso es que lo hice. Entré en silencio en su habitación y empezamos a hablar casi susurrando los dos.

  • ¿que quieres David?

  • oyes Paula, que lo que me dijiste antes de las fotos en la cocina...

  • ¿ya empezamos?...que era una broma...

  • pues a mi no me parecía una broma, es mas pienso que has posado para mi, para que luego...ya sabes, para que luego me pajee contigo...

  • anda, vete a tu habitación, estoy cansada y no tengo ganas de hablar de lo mismo otra vez...

  • pues que sepas que lo has conseguido, mira voy a coger tus fotos y ahora mismo me voy a hacer una paja...¿te importa que me la haga aquí?

  • deja de decir gilipolleces, coge tu cámara y sal de aquí...

En ese momento escuchamos como se levantaba mi madre y se acercó a la habitación donde estábamos, Paula me escondió detrás de la puerta, no sé porque lo hizo, yo creo que ni ella misma lo sabía.

  • ¿ha venido tu hermano?...

  • no, no ha venido, le he visto hace poco y me dijo que venía en poquito tiempo, no te preocupes que estaba bien..

  • teníais que venir juntos Paula, como sois, nunca nos hacéis caso...bueno anda me vuelvo a la cama...

Y cuando se fue mi madre Paula cerró la puerta y seguimos hablando en susurros.

  • ¿pero tu eres imbécil?, casi te pilla mamá en mi habitación.

  • ¿y que pasa porque esté en tu habitación?...¿o es que al final quieres que me haga la paja aquí?...

  • ¡¡venga vete!!! y no hagas ruido!!!

  • espera Paula, de verdad que lo hago y no volvemos a hablar del tema, nunca mas te vuelvo a hablar de si me hago pajas contigo o de si te hago fotos, te lo prometo que nunca mas...si quieres cierra la persiana, deja la habitación casi a oscuras...no me vas a ver, mira Paula ni me la saco, me meto la mano por dentro del pantalón...por favor Paula!!!

  • cállate, ¡deja de decir bobadas!, vamos sal de aquí que grito...

  • espera Paula, de verdad que termino rápido...

No la dejé replicar, me metí rapidamente la mano por dentro del pantalón, la habitación estaba casi a oscuras pero veía lo suficiente a mi hermana de pies apoyada sobre la mesa escritorio de su habitación con los brazos a ambos lados de su cuerpo y mirando hacia mi Me agarré la polla y como en esa postura no podía meneármela pues me la apretaba fuerte y luego soltaba y así se empezó a deslizar sobre la palma de mi mano en una masturbación muy placentera. Era la hostia aquello, casi sin querer me estaba empezando a pajear delante de mi hermana y mis padres durmiendo en una habitación cerca de la nuestra.

  • ¡¡no me creo que esté pasando esto!!, dijo Paula empezando a aceptar lo que ocurría.

  • me pones mucho con ese vestido, bufffff, ¡¡no veas como me pones!!!

  • te voy a matar...¿de verdad te estás tocando?

  • puedes apostar por ello.

  • esto es muy fuerte¡vamos termina ya y vete!

  • oyes Paula, ¿puedo sacármela?...¿te importa si me saco el pene fuera?

  • si lo haces grito, te juro que grito.¡vamos, termina de una vez!

Aunque Paula me estaba permitiendo que me sacudiera la polla bajo los pantalones allí en su habitación, yo la conocía muy bien, esa amenaza iba en serio, si me sacaba el miembro delante de ella posiblemente gritaría y le contaría a mis padres todo lo que estaba sucediendo entre nosotros, por lo que todo el trabajo que había hecho se iría al traste, así que me aguanté y aunque no era fácil tuve la cabeza fría en ese momento. Esto tan solo era el comienzo, si ya estaba consiguiendo masturbarme en su habitación delante de ella una vez, sabía que lo iba a poder hacer mas veces, pero no en ese momento, esa madrugada me tendría que conformar con correrme en los pantalones delante de ella.

  • vale, tranquila, tranquila, no lo hago, dije acercándome para ponerme a su lado.

Yo seguía masturbándome y cada sacudida me proporcionaba un placer como nunca había tenido, me ponía muy cachondo meneármela delante de Paula, empezaba a tener la polla empapada de mis líquidos y al estar en silencio cada vez que apretaba y me soltaba el tronco se oía el típico gloc gloc gloc de mi rabo. Me puse de pies apoyado sobre la mesa escritorio de su habitación al lado de Paula y la rodee con mi mano libre la cintura.

  • ¡quita joder, no me toques!, dijo Paula apartándome el brazo que rodeaba su cuerpo.

Yo me incliné sobre ella y besé su hombro, un beso casto y puro pero que en ese momento con lo caliente que estaba me puso mucho rozar con mis labios su piel.

  • estoy a mil Paula, no te imaginas como me pone esto, tendrías que verlo, la tengo durísima, ¿no oyes como me chapotea mientras me toco?

  • mira ya no aguanto mas, esto no tiene ningún sentido, ¡¡si no te vas tu me voy yo!!, se acabó.

Yo bajé mi mano libre y la puse sobre la mano de ella que tenía encima de la mesa, aprisionándola para que no se fuera, entrelacé los dedos con los suyos y con la mano que me pajeaba aceleré el ritmo al que me sacudía la polla.

  • no, espera, que ya termino, no te vayas, ya me voy a correr, no te vayas por favor, ahhh...ahhhh..., ¡¡me voy a correr Paula!!, joder me corro, me corro, me voy a correr hermanita, ¡¡¡me corro!!!!, ahhhhhh, dije en un gemido ahogado y bajito.

Y mientras yo acariciaba sus dedos entrelazados con los míos mi polla explotó como un volcán dentro de mis pantalones. Es más, incluso me pareció que Paula llegó a acariciarme con su mano mezclada con la mía. Un sensación maravillosa que me fue empapando por dentro como un torrente en una interminable corrida. Después levanté la vista y me encontré en la semi oscuridad con la mirada de mi hermana, no sabría muy bien como describir su mirada, en una mezcla de enfado, incredulidad, morbo y un poco de lujuria. Solo sé que sus pezones se habían puesto tan duros que amenazaban con rasgar su vestido.

A mi se me pasó el calentón de golpe y no quise decir nada mas. Salí de su habitación con la mano por dentro de los pantalones apretándome la polla para que mi corrida no se me empezara a escurrir entre las piernas. Sin embargo en mi boca esbozaba una sonrisa de oreja a oreja. Ya no me iba a confirmar solo con esa paja en la clandestinidad. Era solo el comienzo, ahora quería sacarme la polla delante de ella y hacerme una paja como Dios manda. Y no solo eso, también quería verla, ver como se tocaba, ver sus tetas, sus inmensas y pesadas tetas, chupárselas, lamer su coño, comerla el culo y follármela, ¿porque no?. Si, ese día lo decidí, quería follarme a mi hermana Paula, follármela como un animal, metérsela por el coño, azotar su culo a cuatro patas, palmetear sus tetones mientras ella me cabalgaba y probar su culo, si, también probar su culo. ¿puede haber algo mas morboso que dar por el culo a tu hermana?. Ese día lo decidí, no me iba a quedar solo en esa paja de mierda. Iba a intentar hacer todas las cerdadas posibles con ella, quería tener una relación sucia, impúdica e incestuosa con mi hermana Paula. Y lo iba a intentar con todas mis fuerzas

Una semana mas tarde terminaron las vacaciones navideñas y regresamos a nuestro piso de estudiante ella y yo solos...

Continuará...