Compartiendote. La primera vez

Es curioso las situaciones a las que nos lleva nuestro propio morbo,

Esto pensaba yo mientras intentaba escuchar algo de lo que ocurría en el interior de la habitación, ya hacia rato que habían entrado y aún no se escuchaba nada, me imagino que lo harán a posta, para mantener mi estado de nerviosismo y excitación, ese nudo en el estómago que no te deja ni respirar. Enciendo mi enésimo cigarrillo mientras paseo nervioso analizando una vez mas la situación: mi mujer y un perfecto desconocido solos en una habitación y yo su marido aquí fuera esperando. Mi mujer, con sus espléndidos treinta años, media melena de cabello negro, pechos generosos y buenas caderas, de esas que da gusto agarrar cuando se folla a cuatro patas, ahora entregada a un desconocido. Mi mujer, con esos ojos semirasgados que le dan un aire exótico y muy sensual, se dispone a hacerme un cornudo. De él solo puedo decir que es mas alto que yo, debe estar por el metro setenta y cinco, joven unos 21/24 años, pelo claro y de apariencia aseada, no es un cachimán de gimnasio, pero si de esos que las mujeres encuentran atractivos, parecía muy seguro de si mismo, cogió a mi mujer de la cintura y con una sonrisa en los labios me dijo,

• tranquilo que lo va a pasar muy bien.

Y se la llevo a la habitación acariciándole el culo por encima del vestido, ese rojo que yo le había regalado porque me excitaba su generoso escote tanto en el pecho como en la espalda, antes de cerrar la puerta me dedico una última sonrisa, ella ni se giró.

Me acerco a la puerta y pego a ella la oreja, intentando adivinar que pasa en la habitación.

uhmmm, así zorra sigue, sigue, joder que bien la chupas.

Así hasta el fondo, ohhh, un poco maasss,

Joder se la está chupando, me imagino sus labios alrededor de la polla de él, a pesar de haber prometido no ver lo que pasa en la habitación, solo puedo escuchar, decido intentar abrir un poco la puerta, mierda está cerrada...

Ya , un poco mas, vamos, siii, pero que puta eres, te vas a tragar todo,

¡¡La otra habitación¡¡, comparten el baño, voy todo lo deprisa que puedo tratando de no hacer ruido, entro en la habitación y me dirijo al baño, está a oscuras con la puerta arrimada¡¡¡, tengo el corazón a 1000 por hora y la polla me rompe el pantalón, me acerco y trato de ver por la rendija que deja la puerta. Ahí está mi mujer, de rodillas ante él, la tiene agarrada por la cabeza y le mete la polla hasta los mismísimos huevos, ella ya no chupa solo se deja follar la boca.

toma, toma, quieres mi leche eh puta,

tómala, trágatela toda, asiiii, siii, ohhhhh.

Se ha corrido en su boca, joder yo nunca conseguí que me la chupara hasta el final, y ahora se traga la leche de este tio y hasta le limpia la polla.

que puta eres, te ha gustado eh zorrita

tiene un sabor extraño, pero no está mal

Venga túmbate sobre la cama y abre esas piernas quiero que el cornudo de tu maridito te escuche gemir, que vea la zorra que tiene en casa.

Ella se tumba en la cama, tiene los pezones tiesos como hace mucho que no se los veía, aún lleva las bragas puestas, él se está desnudando, me imagino que primero la desnudó a ella y después hizo que se la chupara sin siquiera quitarse la ropa, me fijo en su polla, bien mas o menos del mismo tamaño que la mía.

ahhh, uhmm,

Mi mujer se está masturbando mientras espera por él, veo su mano perderse dentro de su braga, incluso se pellizca los pezones y trata de llevárselos a la boca, es una imagen de lo mas excitante, llevo mi mano a mi polla y empiezo a acariciarme por encima del pantalón, la tengo durísima. Ahora él está disfrutando del espectáculo que nos da mi mujer, polla en mano comienza un suave meneo, yo lo imito, con los pantalones en las rodillas me la pelo como si estuviera viendo una peli porno. su mano se mueve cada vez mas rápido y sus gemidos y respiración se aceleran.

ahhhh, uhmmm , ahhh.

Venga zorra, quiero ver como te corres, pero antes quítate esto, y le tira de las bragas.

Ahora puedo ver que tiene dos dedos dentro y con la otra mano se frota el clítoris, mientras se retuerce como un autentica puta.

Ya, yaaa, así. Siiiiii,ohhhhhh

Joder que pedazo de puta eres, creo que necesitabas una buena follada desde hace tiempo,

Si follame, quiero sentirte dentro,

Veo como se acerca a ella se la va a meter, pero no, primero juega con la punta de su polla le golpea el clítoris y ella gime con cada golpe, le mete la punta y se la vuelve a sacar,

cabrón, follame ya, métemela,

quieres que te folle?,

siii,

pídemelo, venga zorra suplícame que te folle

por favor follame, hazme lo que quieras, pero métemela ya, ahhhh.

De un solo empujón se la mete hasta el fondo, sus huevos pegan en el culo de ella, y comienza un rápido mete saca que provoca un nuevo orgasmo en mi mujer, ella solo gime sin parar, el resopla y resopla, pero no baja el ritmo, sigue clavando a mi mujer mientras yo me masturbo en el baño, ahora ya sin ningún reparo,

toma polla puta, seguro que el cabrón de tu marido no te folla así

ahhh, sigue, no pares, uhmmm, aaahhhh,

Jodeeer, ella tiene las piernas en los hombros de él y la folla sin compasión, una de sus manos estrujan sus tetas mientras la otra le frota el clítoris, ahora la baja hacia su culo, le acaricia el ano, yo solo lo intente una vez y menuda me monto, intenta penetrarla con su dedo pero no puede ella debe haber cerrado el camino, ahora le mete el dedo en la boca ella lo chupa y de nuevo con el mas lubricado intenta penetrarla, ella vuelve a cerrarle el paso, no creo que le deje, el continua intentándolo, ella no cede y de repente le da una fuerte palmada en la nalga y vuelve a intentarlo.

Ahhhh, Cabrón por ahí no me dejo, ohhh

calla puta, te voy a follar todo, toma polla, la sientes?

Siiii, sigue sigueee.

Pues pronto la vas a notar mas, date la vuelta, así a cuatro patas

La coge de las caderas, mis caderas, mientras ella se coloca la polla en la entrada y de un empujón vuelve a gozar de ella, los pechos se mueven al ritmo de sus embestidas, ella solo gime y se deja hacer. Escupe en su mano y la lleva a su ano, lo va a volver a intentar, esta vez su dedo entra, con dificultad, pero casi entero, comienza un movimiento de rotación y al rato un nuevo dedo acompaña al primero, ella ha pegado la cabeza al colchón, sus pechos se aplastan contra la sabana, se la ve entregada. Él vuelve a escupir en su mano pero esta vez sacando su polla la lubrifica y comienza a sodomizar a mi mujer.

Ahhh, despacio por favor,

Tranquila debes relajarte,

Ohhh, uffff,

Un poco mas, casi esta, que apretadito lo tienes, ohhh,

Aaahhh, para, paraaa

Ya esta, tranquila deja que se acostumbre.

Aún no me lo acabo de creer, he visto como su glande desaparecía en el culo de mi mujer entre suplicas de ella y gemidos de él, tiene la mitad de la polla en su interior y ahora que ya parece que le duele menos empieza un ligero movimiento de penetración que arranca los primeros gemidos de la garganta de mi mujer, con cada penetración desaparece un trozo mas de polla, ella parece disfrutarlo de hecho acompaña las penetraciones con un ligero movimiento de caderas que la delata.

te gusta eh puta, si en cuanto te vi sabia que te iba la polla.

Aahhh, despacio, sii, sigue, ooohh.

Toma, toma, toda para ti.

Aaahhhhh.

De un empujón acabó de enterrarle la polla, se quedaron un instante quietos y poco a poco comenzaron a moverse otra vez, cada vez mas rápido, el la tiene cogida por las caderas y la enviste casi salvajemente.

toma, toma, oohh,

aaahh, sssiii, sigue, dame maaasss, ooohhh

te voy a llenar de leche zorra,

siii, ahhh.

Ahhh, toma, ssiiii.

No pares cabrón, siguee, así un poco maaaasssss. Aaahhhhh.

Los veo correrse mientras yo ya he acabado unas dos veces sobre el suelo del baño, siguen un rato pegados, ella sobre el colchón con el culo en alto, el sobre ella, ambos con la respiración agitada, recuperándose de su placer. Yo limpio apresuradamente el suelo del baño con papel higiénico, antes de abandonar mi privilegiado puesto de observación la veo gemir al sacar el su polla, un hilillo de semen sale de ella goteando sobre las sabanas, el se retira a vestirse, dando por terminado el encuentro, no sin antes besarla, un beso que ella acepta y que le devuelve, quedándose después tumbada sobre la cama.

Vuelvo al pasillo donde se supone que llevo dos horas, a esperar que él salga y poder así recuperar mis privilegios de marido, mientras escucho como se viste enciendo un último cigarrillo.

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