Compartiendo cuarto con mis dos hermanos

Un adolescente es obligado a compartir cuarto con sus dos hermanos mayores. Los dos se lo terminan pasando por la piedra, hasta que finalmente el padre se entera.

¿Y qué ganaría yo dejándote usar mi cuarto para dormir cuando yo no esté en casa? Me preguntó mi hermano mayor, mientras ponía la mano en la puerta del baño para bloquearme la salida.

Agarré la manivela y empecé a tirar con fuerza.

Pero me di cuenta que no podría salir de ese aseo sin haberle contado primero a mi hermano mayor las razones por las que quería cambiarme de cuarto.

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Mi otro hermano, Javi, siempre se había comportado conmigo como  un puto cabrón egoísta.

Con el tiempo me empecé a acostumbrar a recoger sus gayumbos usados y sus calcetines apestosos con la única intención de hacer de aquel dormitorio que compartíamos, un lugar algo más respirable

¡Esa habitación era un  lugar insano y asqueroso por su culpa!

Odiaba también el hecho de que se quedase con la mayor parte del armario y que tirara las cáscaras de las pipas y demás restos de comida en el suelo, también tenía una lata de refrescos que usaba como cenicero encima de su mesilla de noche y se ponía como una fiera cada vez que se la tiraba a la basura.

¡Pero lo peor de todo es que era casi imposible acabar con ese olor a ropa sucia, calcetines sudados y a tabaco que hacía que el aire de nuestro cuarto fuera casi irrespirable!

¡No tenéis ratas aquí porque aquí no serían capaces de vivir, ni las ratas! Sentenció mi madre una tarde antes de decidir que jamás volvería a limpiar nuestro cuarto.

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Cuando al señorito le apetecía dormir llegaba y apagaba las luces, importándole una mierda si en ese momento yo estaba estudiando o no.

Otros días cuando le salía de los huevos se quedaba hasta las tantas leyendo la interviú en la cama mientras se sobaba la polla dura por debajo de las sábanas de forma totalmente descarada.

Pero la gota que terminó colmando el vaso y me obligó a ir pensando seriamente en la posibilidad de cambiarme de habitación fue, cuando llegó a casa de improviso alrededor de la una y media de la noche, el sábado pasado.

Siempre que salía de fiesta, volvía al amanecer por lo que terminó sorprendiéndome en plena paja.

Los sábados por la noche eran los únicos momentos de la semana en los que gozaba de algo de intimidad en el cuarto compartido.

Esos momentos de soledad eran celebrados efusivamente por mi polla que se ponía dura sin remedio reclamándome que me cascara una lenta paja tras otra, hasta terminar cayendo rendido por el sueño y extenuado por la multitud de corridas que llegaba a soltar mi polla.

★ ★ ★

El sonido de sus pasos aproximándose hasta la habitación me dio el tiempo justo para poder cubrirme con la sábana.

Al verlo entrar por la puerta, empezó a reirse

Fue más que evidente  lo que podría estar haciendo yo, todavía despierto un sábado por la noche en mi cama y con la luz de la habitación encendida.

¡Joder con Toñín! Me dijo entre risas.

¡Te he jodido la paja!, ¿verdad hermanito?

¡No sabía que los Poca-picha también hicieran esas cosas!

Poca-picha era el mote que me habían puesto mis hermanos debido al reducido tamaño de mi pito.

En esos momentos mi pene no hacía honores a la estirpe familiar.

Papa, según ellos, tenía un pollón, José Luis mi hermano mayor también lo calzaba y Javi había seguido con la tradición.

El único que no había sido agraciado con esta bendición genética había sido yo y por eso tenía que soportar las burlas de mis hermanos.

Las dos o tres veces que nos habíamos bañados desnudos en el rio. Mis hermanos se habían burlado de mi, hasta hachase casi llorar.

¡Algunas veces creo que hasta lo lograron!

Papa solía mediar en la discusión diciéndoles.

¡Dejadlo en paz, y tú no les hagas caso a esos dos!, ya verás como cuando crezcas un poco más te termina engordando el pito hasta hacerse igual de grande que el mío.

¡Mientras me decía esto se recolocaba su pene por encima del bañador haciendo que mis ganas de verle la polla a papa se acrecentaran todavía más!

En aquellos primeros años de mi adolescencia me terminé obsesionando por ver pollas que no fueran las mías y compararlas en el tamaño.

¡Y la única culpa de ello la tenían mis dos hermanos!

★ ★ ★

Mientras Javi seguía dándome las razones que explicaban su vuelta tan pronto a casa, me terminé dando la vuelta para ocultar una pequeña y delatadora erección.

¡Ya que no podría cascarme un pajote, decidí que lo mejor que podía hacer era intentar dormir!

Empezó a desnudarse con la luz aún encendida y por el sonido de su voz supe que venía algo borracho.

Yo solo quería dormir ya que el plan de cascármela en solitario, no iba a ser ya posible, pero al parecer Javi no venía para nada dispuesto a acostarse.

Lo oí tumbarse  en la cama, pero seguía sin apagar la luz.

Poco después, empecé a oír el leve crujir de los muelles de su cama.

¡Era evidente que el también, había empezado a hacerse una paja!

¡Puta cama! …

¡Siempre está igual! Lo oí quejarse, de nuevo.

Cada vez que se hacía una paja en su cama los muelles empezaban a crujir al ritmo de su meneo.

Los constantes traqueteos diarios a los que sometía su polla habían terminado dando de si el somier.

¡Necesito que me dejes tu cama, hermanito! … si no al final voy a terminar despertando a papa y a mama por una puta paja.

Me giré en la cama y me quede mirándolo,…

¡No podía estar hablando en serio!

Pero al verlo totalmente desnudo y acariciándose su rabo empinado, mientras permanecía sentado sobre su cama supe que si lo estaba haciendo.

¿Qué quieres que te deje mi cama para poder cascarte una paja en ella?... ¡Tu deliras!

¡Anda pues claro! …¡Y no sería la primera vez que lo hago! …¿has visto como tienes las sabanas por debajo de la cabecera?...

¿Dónde crees que me limpio la lefa cuando acabo de cascármela?

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¡Solo el mero hecho de saber que cada noche tenía que dormir sobre sus anteriores corridas, me terminó asqueando hasta tal punto que me levante incorporándome en la cama!

¡Venga tío pásate a la mía! …¡Solo serán quince o veinte minutos y después te la dejo!...

¡No te preocupes que te la mantendré bien calentita!

¡No pienso levantarme para que te hagas una paja en mi cama! Protesté de nuevo

¡Si, tantas ganas tienes y no quieres hacer ruido te la cascas en el suelo!

¡Ya lo he pensado pero es que hace algo de frio y no quiero resfriarme, me dijo mientras se sentaba en mi cama y se colaba en ella apartando las mantas!

¡Venga Toñín, hazme hueco en tu cama!

¡Voy tan cachondo, que seguro que no tardo nada en lefarte todas las sábanas!

No me quedo otra opción que echarme hacía un lado mientras notaba como su cuerpo desnudo se empezaba a rozar con  el mío.

Al comenzar de nuevo con el meneo empecé a notar como su mano se  rozaba de vez en cuando con mi espalda desnuda.

Me encontraba en esos momentos totalmente atrapado entre la pared de la habitación y mi hermano Javi. Si intentaba salir de allí debería pasar primero por encima de ese pedazo de guarro, rozándome por completo con su cuerpo desnudo.

Lo oía suspirar y parar  durante unos segundos mientras se acariciaba las pelotas, para empezar de nuevo a darle marcha a su rabo.

En esos momentos su polla tendría que estar durísima y la mía también lo estaba, pero mi cuerpo estaba totalmente encogido para evitar que un bulto bajo las mantas me delatara.

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Javi tenía razón, los muelles de mi cama si soportaban el traqueteo, haciendo que el único sonido capaz de salir de la habitación fuera el que hacía la fina y poco lubricada piel de su prepucio al descapullarse una vez tras otra.

Mi polla en esos momentos estaba dura como una piedra, pero no podía hacer otra cosa más que esperar a que ese jodido cabrón acabara

¡Algo más tarde al oírlo roncar, podría cascarme una buena paja que consiguiera bajar el calentón!

Llevaba un tiempo realizando este procedimiento y pensaba que Javi no se había dado cuenta de que cada noche lo espiaba mientras se la cascaba en su cama, para después de dormirse hacerme yo también otra paja.

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¡Venga sigue tu Toñín, que yo estoy muy cansado!

Me dijo mientras me agarraba del brazo y ponía mi mano sobre su dura y descapullada polla.

¿Qué haces? Casi le hubiera terminado gritando si Javier, no hubiera estado hábil y me hubiera puesto su manaza en la boca para impedirme hablar.

Intenté gritar pero él me sujetaba con fuerza mientras con la otra mano, me obligaba a sobarle la polla.

Intente hacerle daño para que pudiera soltarme pero, por más que le apretaba la polla, solo conseguía que esta se le pusiera aun más dura.

Acabé por sucumbir y empecé a meneársela.

Al principio con lentitud, pero poco a poco fui acelerando el ritmo hasta ir notando como él iba relajando la presión que ejercía en esos momentos sobre mi cuerpo para poder obligarme a hacerlo.

¿Ves como a ti también te gusta? …

¡Sigue, con ese ritmo Toñín que vas muy bien! Me susurraba.

Ahora voy a retirar lentamente la mano de esta boquita que tienes, y no vas a gritar si no quieres que te acabe partiendo los morros.

Después,… tú te meterás debajo de las sábanas y empezaras a comerme la polla un poquito.

¡Seguro que esta boca que tienes, es buenísima para chupar pollas!

Intenté de nuevo gritar, pero el volvió a apretarme la boca, con fuerza mientras su otra mano me hurgaba en la entrepierna.

Al ir totalmente desprovisto de calzoncillos se encontró con mi polla dura como una piedra.

¿Ves como tenía razón yo, al pensar que tenía un hermano marica?

¿Quieres que le cuente a todo el mundo que tienes la polla dura cuando me cascas una paja?

¡Te la meneo porque tú me obligas a hacértelo! Le contesté indignado.

Su mano estiró de mi polla, retorciéndola un poco y logrando que un ligero dolor, me atravesara.

¿Y entonces por qué la tienes dura?… ¡A ti te encanta esto Poca-picha, pero no quieres reconocerlo!

Si no quieres que te la arranque vas a hacer lo que he dicho…¿entendido?

Un nuevo estirazón a mi polla, me obligo a afirmar con la cabeza

¡Ahora hermanito,…te vas a meter debajo de las sábanas y me vas a chupar un poquito la polla!

¡No sé! Le terminé diciendo en un susurro.

¡Pues si no sabes,… verás como aprendes!

¡Seguro que más de una vez te has comido un Calipo! …¡Pues chupar una polla es casi igual!

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Me vi de pronto debajo de las sabanas con la polla dura de mi hermano rozándome los labios.

Al agarrarla de la base y tirar de la fina piel, el grueso capullo apareció ante mis ojos. Mis labios rozaron con algo de miedo ese trozo de carne, pero encontré un sabor que no me desagrado.

Mi boca se abrió ligeramente y mi hermano empujo un poco logrando que todo el capullo penetrara dentro de mi boca.

¡Abre bien la boca Poca-Picha y no se te ocurra morderla o hacer cualquier otra tontería si no quieres que  te parta los morros!

¡Con ese gordo capullo en mi boca, el sabor de su polla me inundaba por completo!

¡Inexplicablemente quería más! Así que abriendo la boca todo lo que pude empecé a engullirme el rabo hasta que mi garganta me obligó a parar.

¡Solo la mitad de su polla estaba dentro de mi boca!…

¡Pero una sensación de ahogo me obligó a retroceder!

Empecé a toser mientras mi hermano me acariciaba del pelo, para intentar calmarme.

¡Tranquilo Toñín solo es una arcada!... ¡no te vas a morir por ello, pero tienes que tener cuidado con ellas si no quieres despertar a papa y a mama!

Después de recuperar el aliento, mis labios se cerraron alrededor de ese trozo de carne notando como, un leve suspiro salía de su boca

¡Muy bien, Toñín! …¿ves cómo es muy fácil?

¡Al final va a ser verdad que tienes una boca perfecta para comer pollas!

★ ★ ★

Estoy haciendo esto porque tú me haces hacerlo, murmuré.

Sí, claro, dijo. ¡Tú sigue chupando y ya mañana por la mañana le vas dando las mismas quejas a papa o a mama!

Estaba tan enfadado que empezó a importarme todo una mierda. ¡Quería que aquello acabara cuanto antes por eso empecé a chupársela con más ganas notando como sus dedos se me clavaban en la nuca obligándome de vez en cuando a parar!

¡Qué bien la chupas, Toñín! …¡Lo haces mejor que esa puta que tengo por novia!

¿Verdad que no te importara hacerme esto cada vez que ella se niegue a follar conmigo? Me preguntó mientras me sujetaba de la barbilla y empezaba a follarme la boca.

Al principio no noté muy bien lo que estaba pasando. Algo blando y viscoso, me estaba entrando en la boca.

¡No tarde en darme cuenta, de que era la leche de mi hermano y que este se estaba corriendo en ella!

¡Joder, Toñín que gustazóoo! ….¿Has visto como ha sido rápidooo? …. Me dijo mientras se levantaba de mi cama, para meterse de un salto en la suya

¡Ahí tienes tu biberón! …

¡Mañana si quieres, te daré más!

★ ★ ★

José Luis había entrado en el baño mientras me estaba duchando.

Tras dirigirse hacía la taza y sacarse la polla delante de mí empezó a mear.

¡Mama me ha dicho que has preguntado varias veces por mi hoy! …

Empezó a sudírsela notando como mis ojos se dirigian con cierta envidia hacía ese abultado punto de su anatomía.

¿Se puede saber qué era eso  tan importante que tenías que decirme como para pedirle que te llevara a verme a la obra?

Mi hermano mayor trabajaba en el MOPU, haciendo carreteras por lo que algunas veces se pasaba fuera de casa semanas enteras, dejando su cuarto vacio todo ese tiempo.

¡Pensaba que iba a ser mucho más fácil convencerlo de que me dejara usar su cuarto cuando el no estuviera en casa!

Mientras se fumaba un cigarro, sentado en la taza, yo me esforzaba en explicarle que no podía estudiar con mi hermano Javi escuchando música a todas horas.

¡Te prometo que lo mantendré siempre limpio y ordenado! Le rogué mientras me empezaba a vestir dándole la espalda.

Acababa de salir de la bañera y había notado como sus ojos se posaban en mi cuerpo desnudo con mucha más atención de la que debería.

Por eso cuando bloqueo la puerta del baño bloqueándome la única salida supe que tendría que contarle las verdaderas razones que me habían obligado a tener que pensar en la posibilidad de cambiarme de habitación.

¡En ese momento todavía no lo sabía, pero esa confesión no haría más que empeorar las cosas!

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¡Javi me hizo hacerle algo malo el sábado pasado!

¡Y ayer por la noche,…me obligó a repetirlo!

Le empecé a contar

¿Qué te hizo?

¡Me ha dicho que si se lo cuento a alguien me partirá la cara!

¡No te preocupes por eso!…¡Puede que se la parta yo si es que le ha hecho algo malo a mi hermanito pequeño!

¡Sus palabras de ánimo y la sonrisa con la que me miró me obligó a contarle, como mi hermano Javi me había casi obligado a comerle la polla!

¿Se corrió en tu boca?

Me terminó preguntando cuando acabé de hablar.

¡Si,… Eso fue lo más asqueroso!

¿Y anoche también lo hizo?

¡Un par de veces,…pensaba que me darían ganas hasta de vomitar!

Su mano se dirigió hasta el vaquero y se recoloco la polla dura bajo el mismo.

Una delatadora tienda de campaña me indicó que para nada se había enfadado con Javi por lo que me había obligado a hacer.

Mi hermano mayor se había terminado poniendo cachondo perdido con mi relato

Lo vi entonces como se abría la hebilla del cinturón y echando el cerrojo del baño se sentó sobre la taza.

Los vaqueros cayeron hasta las rodillas dejando todo el calzoncillo abultado ante mis ojos.

Acércate, vamos que quiero ver si todo eso es verdad o mentira porque no te creo.

¿Por qué no me crees?

¡Te juro que es verdad!… ¡Me obligó a chuparle la polla! Le dije indignado

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Estaba tan enfadado cuando me arrodille ante él que no atine a discernir que todo había sido una vulgar treta.

¡José Luis sabía de sobra que todo era cierto! Pero al pedirme que le contara cómo lo había hecho yo terminé cayendo en la trampa.

Aparte el calzoncillo hacía un lado haciendo que el rabo saltara como un resorte. Mi mano le agarro la polla y tirando de la piel hacía atrás expuse un poco el capullo, ante mis labios carnosos.

¡Me pide que me la meta en la boca! Le dije antes de engullirme el capullo algo brillante en mi boca.

El sabor de su polla era completamente diferente. Algo de orina se mezclaba con el pre-semen que había salido fruto de la excitación haciendo que esa polla supiera a gloria.

¿Y a qué sabe?

¡No sé,… un poco raro! …¡Pero dice que si dejo de comérsela me pegara!

Su manaza me agarro del pelo para volver a dirigir su polla dura hasta mi boca.

¡Vale luego me cuentas el resto, … ahora solo chúpamela un poquito si es que quieres que te deje mi cuarto!

Como el si podía hablar al no tener la boca llena de polla,  me seguía haciendo preguntas.

¿Te has tragado su semen?

¡No! …¿por qué iba a hacer algo así?

¡Porque a los maricas les gusta hacerlo!

¡Yo no soy marica!

¡Claro que no lo eres Toñín,… no todavía!

Los suspiros de mi hermano iban en aumento. Su polla estaba erizada al máximo mientras veía como sus pelotas y todo su vello púbico se iba humedeciendo con la abundante cantidad de saliva que iba resbalando por su rabo hasta quedarse retenida en la base.

Fuera del baño en la cocina mama seguía preparando la cena mientras papa veía despreocupadamente la tele en el salón.

Dentro del baño mi hermano José Luis empezaba a descargar por primera vez en mi boca aprovechando que Javi había dejado al mamón de su hermano pequeño en manos del salido hermano mayor.

¡Me corróooo! ….¡¡Joder como la chupas cabrónnnnnn!!

¡Trágatela, …veras como si te mola hacerloooooo!

Su mano me sujeto de la nuca haciendo que mi boca recibiera toda la descarga!

Parte de la lefa se escapó por la comisura de mis labios pero otra parte importante fue conducida hasta el interior de mi estomago, al tener que tragar para evitar ahogarme!

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¡Cuando Javi volvió de entrenar, no podía creer lo que estaba oyendo durante la cena!

¡Yo lo veo bien!, tercio la madre al ver como Javi se cabreaba un poco al enterarse de que su hermano Toñín iba a usar el cuarto de su hermano mayor cuando este no estuviera en casa.

¡Yo también veo bien que se cambie, así tendréis algo más de intimidad los dos hermanos y si a José Luis no le importa que toquen sus cosas! …¡Por mi tampoco hay problema!

Dijo el padre mientras mojaba en mayonesa un trozo de filete.

¿No sé dónde le ves el inconveniente? Volvió a preguntarle la madre.

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Javi lo paso mal durante un tiempo. La presa se le había escapado justo en el mejor momento. Había descubierto en su hermano pequeño un mamón vicioso que aprendía con una rapidez pasmosa.

Pero al mudarse al cuarto de su hermano mayor vio como tenía que volver irremediablemente a las pajas para poder bajarse los frecuentes calentones de su adolescencia.

Mientras tanto Toñín seguía disfrutando de su recién estrenado cuarto. Por las noches nadie podía entrar en él sin su consentimiento.

Su hermano mayor había colocado un cerrojo en la puerta de la habitación y él se creía el único y más valeroso guardián del castillo.

Esa puerta solo se abría cuando alguna noche, José Luis aprovechando que tenía la obra cerca, volvía a casa para poder descansar unas horas en su propia cama y darse una ducha al día siguiente antes de irse de nuevo a trabajar.

Su madre también vio bien que no obligara al pequeño Toñín a trasladarse en mitad de la noche, a la otra habitación.

¡Eran hermanos, no había ningún problema en que sus dos hijos compartieran cama durante unas horas!

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La boca de Toñín cada vez chupaba polla con más ganas. Últimamente había descubierto unas nuevas variantes en el juego del guardián del castillo.

Su hermano mayor le había hablado de ese jugoso foso que hasta ahora había guardado virgen e impenetrable.

Cuando un par de dedos de su hermano mayor se le colaron dentro. Toñín quiso saber que era lo que se proponía a hacer.

¡Vamos a follar!

¿Quieres que te enseñe cómo se hace?

Le había preguntado esa primera noche, de la que ya habían pasado ya algunos meses.

Toñín con esa enorme pollaza entrando y saliendo de su boca solo atinó a afirmar con la cabeza.

¡Chupar pollas estaba bien, pero en el instituto había oído hablar de que follar daba mucho mas gusto!

¡Muerde esto! Le dijo su hermano mientras colocaba el humedecido y chorreante capullo a la entrada de su ojete.

Toñín se metió los calzoncillos de su hermano en la boca notando en ellos el sabor a polla acumulado durante dos o tres días en los que había estado fuera de casa.

Fue casi imposible lograr que el capullo atravesara ese oscuro foso que se abría ante él.

La suerte y la fuerza con la que Toñín mordía los calzoncillos evito por completo el desastre.

¡Ningún grito salió de su boca, cuando el grueso y largo pollón empezó a colarse dentro de la fortaleza!

Después de empujar un poco mas notó como su culo se terminaba tragando algo. De nuevo su hermano mayor se volvió a parar. Intentaba cerrarse pero algo duro y gordo le bloqueaba el camino.

¡Ya te ha entrado mi polla! le confirmó su hermano mayor con un leve susurro en la oreja.

¡Ahora voy a empezar a bombear lentamente y ya verás cómo te termina dando mucho gusto!

¡No podría decir muy bien cuanto tiempo estuvo así, pero el caso es que cada vez le dolía más el culo, hasta el punto de no saber si iba a salir o no con vida de esa!

¿Lo notas? Le preguntaron de nuevo mientras le mordían en la oreja.

Sus manos lo sujetaban de las caderas mientras la dura y larga polla entraba y salía rítmicamente en el culo

¿El qué? Preguntó mientras se sacaba los calzoncillos de la boca, para poder responderle

¡Tienes toda mi polla metida hasta los huevos!

¿En serio no te gusta esto?

¡Un poco! …¡Pero algunas veces, creo que me dan ganas de gritar!

Al decirle esto su hermano lo volvió a alimentar con sus usados gayumbos y Toñín empezó a morderlos con más ganas que nunca.

Notaba como su polla dura se rozaba con las sábanas y todo el cuerpo se electrizaba de goce pero no podía reconocerlo.

¡Su cuerpo empezó a contraerse rítmicamente, exprimiendo la polla que lo atravesaba!

¿Ves cómo te estás corriendo, maricón?

¿Ves como esto, te gusta, tanto o más que a míiiiiii?

¡Pero en esos momentos debía seguir comportándome como el sumiso hermano pequeño que cumplía órdenes de forma obediente!

¡No me gusta, ... solo lo hago porque me dejas dormir en tu cuarto!

¡Esa primera noche su hermano mayor cometió el error de dejarlo totalmente preñado!

¡Por eso tubo que repetir la follada muchas mas veces para asegurarse que el sería el verdadero padre de la criatura!

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Como un pistón la enorme y dura polla de José Luis, iba bombeando sin parar dentro del abierto ojete que cansado ya de apretar, había decidido sucumbir por completo.

Cuando la sacaba totalmente el culo palpitaba y de su boca salían esas palabras.

¡Sigue no pares!

¡Métemela hasta el fondo, … me encanta!

Su lefa se descargaba en el prieto culo y este la recibía con ganas.

Tumbado sobre la cama compartida las manos de Toñín lo agarraron fuertemente de los cachetes mientras notaba como la polla se retorcía dentro de él soltando una corrida tras otra.

¡Déjamela ahí hermanito! …¡me encanta sentirla dentro!

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Cada noche la polla salía de su culo chorreando, después era él quien se me metía debajo de las sábanas y empezaba a chupársela al hermano mayor.

El culo estaba dolorido pero no quería dormirse sin haberme tragado una buena ración de leche.

¡No puedo mas Toñín,…estoy hecho polvo!

Le dijo su hermano mayor mientras lo agarraba de la cabeza.

Al tirar de ella con fuerza su polla fue liberada de las fauces del dragón mamón que pretendía tragársela por completo.

¡Anda ve a limpiarte el culo y mañana por la noche lo intentamos de nuevo!

¡Tengo que levantarme a las seis y no quiero ni mirar el reloj!

¡Seguro que es tardísimo!

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EPíLOGO:

Mis pies descalzos se movían con sigilo por la casa hasta llegar al baño.

Me miré al espejo y al darme la vuelta pude ver como un líquido parduzco empezaba a chorrear por mi ojete.

¡Seguía sin poder dormir y necesitaba aliviarme!

Mi mano empezó a acariciar mi polla lentamente para ir acelerando poco a poco.

¡Mis hermanos tenían razón!…¡Mi polla era demasiado pequeña, y yo era un maricón al que solo le gustaba jugar con las pollas grandes!

Papa entro en el baño en calzoncillos, sorprendiéndome en plena paja.

Después de darme la vuelta y mirar mi culo, que aun seguía chorreando esperma, comprendió lo que había pasado y vi por primera vez la cólera en su mirada.

¡Quiso saber quién de mis dos hermanos había sido, pero lo paré antes de que saliera por la puerta dispuesto a matar a alguien!

¡Espera papa,…fui yo quien lo quiso así! Le dije mientras me mano se le posaba en el pecho. Inexplicablemente empecé a acariciarle todo el vello que crecía en esa zona del cuerpo y él me dejo hacerlo.

¡Seguía negando con la cabeza! …¡pero yo seguía bloqueando la puerta del baño, con mi espalda apoyada contra la puerta!

Cuando mi mano llego hasta su slip me encontré con una sorpresa inesperada.

El rabo de papa estaba a punto de reventar encerrado ahí dentro.

Mi mano entró dentro de la tela agarrando con fuerza el duro instrumento.

¡Necesito algo de leche para poder dormir!

¡Mientras me arrodillaba delante de ese descapullado y descomunal rabo noté como su mano se depositaba sobre mi nuca!

Al abrir la boca vi como esa enorme polla se agitaba. La serpiente estaba a punto de encontrar una cueva en la que poder pasar el invierno.

El suspiro de papa nos alerto a los dos.

¡Debíamos ser más cuidadosos para evitar que mama se diera cuenta de que tenía un hijo marica!

¡Al fin y al cabo era la única que todavía no lo sabía!

Nota del autor:

Este relato no es mio. Me lo envio un lector en el que me contaba una historia que tuvo en su adolescencia con su padre y sus dos hermanos mayores que él.

Le dije que lo subiera porque creo que merecía la pena hacerlo, para que el resto de lectores lo disfrutaran, pero dice que no sabe estar a la altura de los relatos que se publican en la página, tambien me autorizó a que lo  adapatara a mi estilo, y después de obtener su permiso he decidido publicarlo.

Espero que os guste y lo disfruteis tanto como yo.