Compartiendo amante
Una mujer casada que intenta formar una familia arriesga todo en una peligrosa relación con un hombre negro, amante también de su vecina e intima amiga, también casada.
Compartiendo amante
Sally y Jeff estaban uno al lado del otro frente al fregadero de la cocina en esa cálida noche de verano mirando por la ventana de la cocina.
Miraban al marido de Sally guiar la cortadora de césped por el extenso jardín... Aparte del sonido de la podadora, el único otro sonido que podía oír era el de su respiración agitada y los latidos de su corazón.
Jeff deslizó su mano sobre su culo... Podía sentir el calor de sus dedos a través de la fina tela de su vestido mientras él trazaba la línea de sus bragas.
- "¿De qué color son?" preguntó rompiendo el silencio entre ellos.
Sally vaciló un momento mientras sus dedos recorrían su cadera y luego se movían al frente y comenzaban a deslizarse por la línea de las bragas a lo largo de su ingle.
"Por favor, no lo hagas", susurró.
"Quiero follarte en la mesa de la cocina, como me follé a Debra”, le dijo.
Ella cerró los ojos momentáneamente.. Los dedos de Jeff la excitaban mientras se acercaban tan tentadoramente a su sexo.
La escena que ella vio todavía estaba fresca en su mente, incluso ahora, después de cuatro semanas... Vio a su amiga Debra tumbada boca abajo sobre la mesa de la cocina, con la falda subida hasta la cintura, las bragas bajadas hasta las rodillas y Jeff detrás de ella... Sus pantalones y calzoncillos estaban alrededor de sus pies y la tenía agarrada de sus caderas mientras la follaba.
No podía creer lo que estaba presenciando... Debra era una amiga de hace mucho tiempo y solía venir a verla... Su amistad era tal que no era inusual aparecer sin avisar, llamar a la puerta y entrar.
Ese día la puerta principal de Debra estaba cerrada con llave, pero sabía que estaba en casa porque su coche estaba en la entrada.
Sally avanzó por el camino lateral hacia la parte trasera de la casa.
Podía escuchar sonidos extraños mientras doblaba la esquina de la puerta trasera... Podía escuchar a Debra gritar y el sonido de una palmada... También podía oír la voz de un hombre gritando.
Escuchó las palabras ‘ puta ’ y ‘golfa’.
Por un momento pensó que Debra estaba siendo atacada, pero cuando entró por la puerta trasera abierta de par en par la pilló completamente por sorpresa.
Debra estaba siendo follada y el hombre que la follaba no era su esposo, Pete, sino un extraño... Un extraño, negro... No la oyeron jadear porque ambos estaban muy enganchados en su follada.
Ella dio un paso atrás para hacer una salida apresurada, pero su pie atrapó un cubo de basura junto a la nevera y lo derribó.
Los siguientes momentos fueron un poco confusos, pero recordó al hombre negro de pie frente a ella después de alejarse rápidamente... Su enorme erección brillaba mientras la miraba de arriba abajo.
Debra gritó mientras se levantaba y se daba la vuelta... Su falda se había vuelto a colocar en su lugar para darle algo parecido a la dignidad, pero las bragas se le habían resbalado hasta los tobillos.
Sally se llevó la mano a la boca antes de girarse y salir rápidamente.
Debra la había llamado tan pronto como llegó a casa y le explicó sobre su aventura... Amaba a Pete, pero Jeff era alguien a quien necesitaba en su vida... Sally había visto la razón por sí misma.
Su esposo, Tim, nunca la había follado de la forma en que Jeff se había follado a Debra... Y tampoco era rival para el tamaño de polla que éste tenía.
La polla de Tim era del tamaño medio de quince centímetros, pero la de León, según le dijo Debra, era de veinticinco centímetros y su circunferencia de ocho centímetros... Su amistad era tal que Debra le ofreció el uso de Jeff.
Sally se había reído cuando Debra se lo dijo... Ella le respondió que le encantaría aceptar la oferta, pero que no era el momento apropiado.
Debra siguió adelante buscando la ocasión para coincidir y presentarlos... Jeff y Tim se conocieron y hablaron sobre las cortadoras de césped... Tim tenía una máquina vieja y Jeff una moderna... Aquella tarde, Jeff había aparecido con su máquina de césped para que la usara Tim.
Ahora, los dedos de Jeff tocaron su sexo trayendo sus pensamientos de regreso al presente.
"¿Cuándo nos vamos a poder ver solos?", le preguntó a ella.
“Cuándo esté sola", respondió
Sally le apartó su mano cuando Tim se dio la vuelta para regresar por el césped... Él los miró y sonrió... Sally levantó la mano y lo saludó.
Sin embargo, la mano de Jeff volvió a su culo.
- "Quieres mi polla, ¿no?... Quieres lo que Debra ha estado recibiendo, ¿no es así?", le dijo en voz baja.
Sally debería haberlo apartado, incluso abofeteado, como lo había hecho una vez a un hombre en su trabajo por atreverse a tocarle el culo hace un par de años... Pero ahora no se atrevió a hacerlo... Jeff la calentaba... Desde ese día había revivido el momento en el que lo vio follando con su amiga Debra, una y otra vez.
Su enorme y brillante polla era una fijación en su mente y todo fue empeorado por los relatos de sexo que Debra le contaba sin pudor.
“Me folla poniéndome los tobillos a los lados de las orejas”, le dijo.
“Me folla por detrás... Me folla en muchas posiciones... Este hombre es insaciable por eso quiero que lo pruebes."
Sally podía sentir que se mojaba mientras Debra entraba a explicárselo todo con detalles.
- "Y en cuanto a su lengua, he estado a punto de desmayarme un par de veces... Es muy bueno", le dijo.
A Tim nunca le había gustado el sexo oral... Sally tuvo que admitir que estaba celosa de su amiga... Hasta el momento en que Jeff se acercó a ellos, no se había dado cuenta de lo mediocre que era su vida sexual en comparación con la de Debra.
Hace una semana, Debra había logrado reunirlos a los dos, invitándolos a tomar café y charlar... Luego la deja sola con Jeff mientras hacía una llamada telefónica.
Sally sabía que lo que hacía su amiga era sólo una artimaña.
“Debra y yo no somos exclusivos”, le dijo Jeff... Sally le respondió que ella lo sabía y entonces Jeff la miró a los ojos y le propuso:
"Me gustaría follarte."
Sally quedó desconcertada... Ningún hombre había sido tan directo con ella antes... Le habían dicho lo mismo en una cita, pero ninguno fue tan directo... Jeff se inclinó más cerca y puso su mano en su rodilla.
Debra reapareció de repente, sonriendo al ver la mano de Jeff en su rodilla y Sally se puso de pie e inventó una excusa para irse.
- "Nos vemos en otro momento, Sally", le dijo mirándola profundamente a los ojos y se apresuró a irse sorprendida y un poco avergonzada aunque tenía que admitirse a sí misma que deseaba lo que Jeff le había propuesto.
Ahora estaba de nuevo a su lado y la tocaba.
Tim le sonrió de nuevo cuando llegó a la parte superior del jardín y luego, tan pronto como se dio la vuelta para comenzar su siguiente corte, Jeff repentinamente se puso de rodillas... Sucedió tan rápido, que la pilló completamente por sorpresa cuando sus manos subieron por debajo de su vestido.
Ella soltó un grito cuando sintió que le bajaban las bragas, pero fue demasiado lenta para detenerlo... Antes de que ella se diera cuenta, sus bragas estaban alrededor de sus tobillos y él ya estaba levantándole uno de sus pies.
Ella jadeó cuando él se puso de pie de nuevo, esta vez con sus bragas en la mano.
- “Son blancas, y también están mojadas... Te constiparas llevando las bragas mojadas”, le dijo.
Sally jadeó de nuevo ante su descaro mientras se las guardaba en el bolsillo.
Mientras tanto, Tim, con la maquina de césped, comenzó su siguiente carrera de regreso por el jardín de nuevo.
Sally estaba al lado de Jeff mirando a su esposo mientras se acercaba... Todavía se encontraba un poco aturdida al darse cuenta de que estaba parada allí sin bragas.
Jeff le sonrió a Tim cuando llegó a la curva de nuevo y movió su mano hacia el culo de su esposa Sally.
- "¿Tu coño está afeitado como el de Debra?" preguntó.
Sally soltó un jadeo nervioso y luego volvió a jadear cuando la mano de Jeff comenzó a levantar su vestido... Ella parecía fija en el lugar, indefensa e incapaz de evitar que él levantara el dobladillo de su vestido.
Tim ya estaba alcanzando su giro hacia arriba cuando los dedos de Jeff se deslizaron entre sus muslos desnudos y alcanzaron la parte delantera de su montículo.
Sally podía sentir su humedad en sus dedos mientras tocaba su bien recortado sexo.
- "Mmm... Lo tienes recortado... Prefiero el coño afeitado, pero recortarlo también es agradable", suspiró.
Sally quiso abofetearlo por su descaro, pero sus manos no podían soltar el borde del fregadero de la cocina... Era todo lo que pudo hacer para mantener los nervios mientras Tim volvía a alejarse y ahora los dedos de Jeff invadían sus partes más íntimas.
"Por favor, detente", le dijo mientras Tim se acercaba con la máquina.
"Te quiero, Sally... Necesito follarte y tú también lo necesitas", le dijo.
"Yo,.. no puedo", le dijo.
"¿Hipocresía?"
"Nosotros,.. estamos intentando tener un bebé."
Jeff apartó la mano y su vestido volvió a ponerse en su lugar... Sus palabras habían logrado detenerlo.
- "¿Cuánto tiempo llevas intentándolo?"
Sally lo miró, sorprendida por su pregunta íntima.
"Hace casi un año, ahora", respondió ella.
"Tu marido no está haciendo un muy buen trabajo, ¿verdad?", respondió León mientras su mano se posaba de nuevo en su culo.
“Hace todo lo que puede”, le respondió
"Tu bebé tendría ahora uno,.. tal vez, dos meses, si hubiera sido yo quien te follé."
Ella jadeó, incapaz de responder por el impacto de su respuesta.
“Yo usaría condones contigo para no preñarte”, le dijo.
"No son seguros... Pueden romperse", le respondió mientras sentía cómo le apretaba el culo de nuevo.
“Tendría mucho cuidado... Retiraría mi polla en el momento adecuado", le dijo.
Sally apartó la mirada... Sabía que estaba mintiendo.
Debra le había contado que cuando le había mencionado que ella y su esposo, Pete, estaban hablando de tener un bebe, él le había dicho que le encantaría ayudar.
León le había confesado que siempre había querido dejar embarazada a una mujer blanca.
Sally se sintió incómoda con esta conversación pero también se sentía culpable, sobre todo porque se sentía atraída por Jeff.
Estaba muy complacida cuando Tim terminó de cortar el césped del jardín y apagó la máquina.
Jeff apartó la mano y se alejó un poco de ella cuando Tim entró por la puerta.
“Jeff, pensaba que tal vez podrías dejarme la máquina y mañana le daré un repaso a todo...Tardaré al menos otra hora... Podrías pasar mañana por la mañana a recogerla."
"No hay problema, Tim... Mañana pasaré a recogerla."
"Mañana vas a jugar al golf", le recordó Sally.
"Da igual... Tú estarás en casa y León si quiere puede pasar a recoger la máquina", respondió Tim.
"Por mi, mañana por la mañana paso a recoger mi máquina."
Sally apartó la mirada... Una parte de ella estaba enfadada con Tim por decirle a Jeff que volviera al día siguiente, pero otra parte de ella estaba excitada. Sabía que la tocaría e intentaría follársela.
Jeff era un hombre grosero y de mente sucia que quería follar con ella y ya la había tocado por todas partes.
Sally quedó enfadada cuando lo vio alejarse... Jeff tenía sus bragas en el bolsillo y aún podía sentir la aspereza de sus dedos contra su sexo. Ella estaba enojada consigo misma también porque lo deseaba.
Su ira había disminuido cuando él la llamó a la mañana siguiente para avisarla que iba... Poco tiempo después, escuchó su camioneta en el camino de entrada.
Luego escuchó abrir las puertas traseras de su camioneta y sus pasos en el camino de grava cuando recogió la máquina y la puso dentro de su camioneta.
Escuchó cerrarse las puertas y luego escuchó de nuevo, sus pasos... Venían a la puerta de su casa... Escuchó el crujido de la puerta cuando él la abrió... Escuchó sus pasos en el pasillo y luego lo vio cuando llegó a la cocina.
Iba vestido con jeans y una camiseta blanca... La abrazó con sus fuertes brazos y sus ojos se encontraron con los de ella... La lujuria que vio en ellos, la asustaba.
Todo lo que Sally llevaba era sólo una bata con estampado de flores que le llegaba a la mitad de los muslos... Jeff levantó la cabeza y sus ojos miraron a los de ella.
- "La puerta estaba abierta... Vine a devolverte esto... Te los lavé", le dijo mientras metía la mano en el bolsillo de sus vaqueros y sacaba el tanga que le quito y se llevó.
Ella todavía permanecía en silencio cuando él la abrazó... Se las dejó en la mesa junto a ella... Luego sus ojos se fijaron en el cinturón de su bata... Ella supo incluso antes de que su mano se moviera que iba a deshacerlo.
Ella lo miró a los ojos cuando sintió que le abría la bata de un tirón y vio que sus ojos se abrían mucho cuando le enseñaba su desnudez.
Lo siguiente que sintió fueron sus manos bajo sus axilas levantándola en el aire y sentándola de nuevo en el borde de la mesa... Esas mismas manos le subieron el vestido hasta los hombros y luego le separaron los muslos.
Lo siguiente que recordó Sally fue la sensación de su lengua sondeando su sexo... Ella gritó y agarró su cabeza mientras sondeaba profundamente.
- "Fóllame", gritó.
Él la ignoró y continuó tocando su coño cada vez más profundamente... Primero lo hizo con su lengua y luego con sus dedos mientras su lengua jugaba con su clítoris... Mientras, Sally continuaba gritando y suplicándole que la follara.
Cinco minutos después, cuando él se detuvo, ella acababa de tener su tercer orgasmo.
Sally observó las manos de Jeff trabajar frenéticamente en sus jeans... Vio su polla saltar y subir y luego sintió sus manos de nuevo mientras la agarraban sus caderas... Sus fuertes manos la empujaron a lo largo de la mesa hacia él.
Observó cómo su coño se acercaba más y más a su enorme erección y luego lo sintió presionarse contra ella... Pareció detenerse momentáneamente cuando la punta de su polla presionó en su abertura vaginal.
Sus ojos miraron a los de ella... Era casi como si estuviera esperando algo de ella, pero Sally no le dijo nada.
De repente, sus manos la tiraron de nuevo y le metió su gran polla profundamente dentro de ella... Jeff empujaba fuerte y se la metía bien dentro de su coño.
Sally miró hacia abajo y vió cómo entraba y salía la gran polla de León en su dilatado coño... Podía verla brillar embadurnada por los jugos que estaba segregando y también podía ver la blancura de su semen.
León estaba goteando semen profusamente dentro de su coño... Ella debería haber tomado precauciones porque estaba dentro del periodo fértil y la gran polla de Jeff no llevaba preservativo... Pero todo lo que sentía era excitación y placer de tener un orgasmo tras otro.
Ella sintió que Jeff estaba cerca de correrse... Sus gemidos eran casi ensordecedores... Sabía que debería haberle dicho que se retirara, pero todo lo que hizo fue aferrarse con más fuerza a sus hombros mientras seguía instándolo a que la follara.
- “Llena mi coño... Llena mi coño ”, gritó repetidamente.
Él le dio un fuerte empujón y ella sintió que su pene golpeaba su cuello uterino... Un largo gemido escapó de los labios de Jeff y luego sintió su semen brotar dentro de su coño.
Los dedos de Jeff la lastimaron cuando la empujaron con fuerza contra él mientras su polla latía dentro de ella... La estaba llenando... Estaba vaciando su semilla profundamente dentro de ella y ella se aferró a él gimiendo de placer.
Permanecieron agarrados juntos, un tiempo bastante largo... Todavía Jeff tenía su polla tiesa dentro de ella y Sally podía sentirla metida muy profunda en su coño.
Ella recordaba como a Tim su polla siempre se ablandaba bastante rápido después de correrse y siempre estaba ansioso por retirarla... Sin embargo, León permaneció quieto con su polla dentro de ella.
Pensó por un momento que tal vez él estaba reacio a alejarse de ella, pero cuando lo miró a los ojos vio que la lujuria aún estaba allí... Lo comprendió... Se quedaba dentro de ella por una razón y solo una razón... Quería dejarla embarazada.. Quería preñarla... Y como agradecimiento, Sally, lo besó y le dijo:
- "Gracias... Mi cama es mucho más cómoda que la mesa.”
Sintió su polla temblar dentro de ella... Sabía que se había excitado por su propuesta.
- "¿Me vas a llevar para que puedas continuar follándome si te apetece?"
La respuesta de Jeff no se hizo esperar...Sintió sus dedos apretar de nuevo su cuerpo, pero esta vez se hundieron en su culo mientras la levantaba.
Cuando se dio cuenta exactamente de lo que estaba haciendo, le rodeó la cintura con las piernas y se aferró a sus hombros.
Le tomó unos minutos subir las escaleras.
Todavía con su polla clavada profundamente dentro de ella, se movieron con cuidado y lentamente fuera de la cocina y subieron las escaleras... Sally le dijo donde estaba su dormitorio.
Se soltaron unos instantes mientras se deslizaban debajo del edredón... Luego él la montó de nuevo... Sally abrió las piernas de par en par y puso los brazos por encima de la cabeza en una pose de total rendición... Jeff la sujeto por las muñecas con una mano y empezó de nuevo a follarla.
Ella alcanzó el clímax de nuevo cuando él apenas la volvió a follar.
"Tómame... ¡Tómame!”, gritó ella mientras se sentía presionada por su gran polla.
"¿Así te gusta?" le preguntó a ella.
"Sí", gritó.
Jeff respondió a ello con una serie de golpes fuertes y rápidos con su gran polla dentro de su coño.
Mantuvo sus manos debajo del culo de Sally durante muchos minutos mientras la follaba larga y fuerte, pero cuando se acercaba a su propio clímax, se apartó de ella.
Sally podía sentir su virilidad y se dio cuenta que Jeff estaba listo para correrse de nuevo.. Eso la hizo llegar a correrse de nuevo y se encontró instándolo a que siguiera adelante, gritándole:
- “Déjame embarazada... Déjame embarazada."
Sus palabras siguieron espoleándolo y le metió su gran polla más fuerte y más rápido gimiendo y gruñendo con cada embestida.
Luego sintió su salir su semen a chorros dentro del coño de Sally, una vez más y ella se corrió otra vez más.
Permanecieron un rato después en silencio... Fue un silencio incómodo... Sally se preguntó si Jeff se sentiría como ella, teniendo tanto que decir y, sin embargo, reacio a decirlo.
Apenas conocía al hombre que yacía desnudo a su lado en la cama que compartía con su marido... Era el hombre que la había jodido... Y no sólo eso, sino también el hombre cuyo semen lo había tirado dentro de su fértil vagina ahora desprotegida.
- "¿Estás bien?", le preguntó Jeff.
Ella se volvió, lo miró y le respondió:
"Sí... ¿Y tú?... Yo,.. sólo espero que estés,.. bien."
“Me siento un poco mal... Estás intentando tener un bebé... Sólo espero no haberte preñado.”
Sally se sorprendió un poco por su consideración y lo rodeó con sus brazo.
- “Sabía lo que estaba haciendo... A decir verdad, renuncié hace ya un tiempo a que Tim me dejara embarazada."
El la beso y le dijo:
- "Si te hubiera dejado embarazada, cuidaría de ti."
Una vez más, ella quedó desconcertada por su consideración.
- "Estaré bien", le respondió.
Se volvieron a besar... Su mano vagó por su cuerpo y encontró su dureza de su polla... la tenia tiesa de nuevo... La mano de Jeff también estaba palpando su cuerpo y se la había metido entre sus muslos.
- "Tim estará fuera por negocios el próximo jueves", le dijo.
El le sonrió y ella sintió su polla temblar en su mano.
"Debra me dijo que haces un pollo al horno, mal guisado", le dijo Sally.
"¡Pero hago muchas otras cosas muy bien!", le respondió Jeff sonriendo.
"Lo sé... Pero me gustaría que me alimentaran primero", respondió ella.
"¿Y después?", le preguntó Jeff sonriendo de nuevo.
Sally comenzó a acariciar su dura gran polla.
- "Mi cuerpo estará disponible para el postre."
La hizo rodar sobre su espalda y Sally abrió las piernas para él y empujó los brazos hacia arriba por encima de la cabeza.
- "Eres una perra sexy y sumisa, ¿sabes?", le dijo mientras se ponía entre sus piernas.
Sally no dijo nada mientras las manos de Jeff agarraban sus muñecas... Sintió su polla pinchando en su abertura vaginal y ella se abrió más para él.
"Vas a quedar embarazada en poco tiempo, lo sabes", le dijo mientras su polla se deslizaba profundamente dentro de ella.
"Eso es lo que quieres... Así que, adelante."
Jeff le soltó las muñecas, se agachó y le recogió los muslos... Momentos después, sus piernas fueron empujadas hacia atrás y comenzaron sus fuertes embestidas.
Sally cerró los ojos y los orgasmos comenzaron a fluir nuevamente de forma encadenada... Media hora después volvieron a bajar... Sally, para volver a ponerse las bragas que le habían quitado groseramente la noche anterior y Jeff para volver a ponerse los pantalones.
Mientras ella se ataba el cinturón de la bata, él la tomó en sus brazos y la besó.
- "¿Has vuelto con Debra?", le preguntó Sally.
Jeff dijo que no, sacudiendo la cabeza de lado a lado.
"Pete se queda en casa los domingos... De todos modos ...", le dijo.
"De todos modos, ¿qué?", le preguntó Sally.
"Que tal vez sea el momento de que Debra y yo hagamos un alto."
"Y... ¿Por qué vas a hacer eso?", le preguntó sorprendida.
"¿Qué... Por sexo?"
Sally asintió.
"Tendré que encontrar a otra persona cuyo esposo juegue golf un domingo y se vaya de viaje de negocios entre semana."
"Eso puede ser difícil", le dijo ella sonriendo.
"¿Y alguien a quien le guste que cocine un pollo mal cocinado antes de follarla?"
Ella sonrió de nuevo cuando él la atrajo también para darle otro beso.
- "Creo que conozco a la persona", le dijo Jeff.
Su mano se deslizó por debajo de su vestido y entre sus piernas.
"Me pongo jodidamente caliente contigo", continuó diciéndole Jeff mientras la apoyaba contra la mesa de la cocina.
"Espero que no me vayas a follar sobre esta mesa de la forma en que te follas a Debra y me pegues palmadas en el culo y cosas por el estilo", le dijo.
Unos minutos más tarde estaba acostada boca abajo en la mesa de la cocina con su bata levantada sobre sus caderas y bragas alrededor de sus tobillos.
Una de las manos de Jeff estaba agarrando un puñado de su largo pelo castaño rojizo mientras la otra golpeaba su culo con fuerza, mientras la estaba follando.
De pie, detrás de ambos, en la puerta de la cocina estaba Debra con una gran sonrisa en su rostro... Ella los observó durante minutos, hasta que Sally la vio.
Ella le sonrió y le hizo la señal de silencio con los dedos y luego retrocedió por el pasillo y salió por la puerta principal.
Estaba muy contenta consigo misma por los esfuerzos que había hecho para poder emparejarlos, que se habían cumplido totalmente... Ahora las dos amigas compartirían un macho y quizá, por que no, lo podrían hacer al mismo tiempo, una delante de la otra, sin pudor.
F I N