Compartido entre dos en el Sex-shop

Cuando mí penetrador se marcho y el vecino de la cabina derecha desapareció, me quede sentado descansado con molestias tanto en mi dolorido orificio anal como el bucal, con mi polla aun dura en mano sin haberme corrido aun.

Compartido entre dos en el Sex-shop

Muy buenas a todos, desde este medio os hago saber de mis experiencias, me gusta contárosla de tal manera que os imaginéis que estáis participando. La verdad es que ya me gustaría que fuera así, pues deseo de corazón de que podáis disfrutar conmigo y de paso haceros disfrutar. Tras haber pasado diferentes correctores ortográficos como entre ellos:

http://www.correctorortografico.com

http://www.corrector-ortografico.com

http://prensame.com/corrector-ortografico

Os publico una nueva experiencia que me ocurrió. Siempre me han dicho que las personas tienen miedo a lo que no entienden y a lo desconocido, nosotros por naturaleza somos reacios o quizás será la envidia o quizás celos. También es verdad qué somos receptivos ante situaciones que pasen o hayan pasado a otros, experiencias que para nada son mentiras y aun menos son fabulas, pues para eso ya están los políticos. Siempre he creído que debo hacérosla llegar, no soy celoso con mis experiencias ya que no hay momento que mientras las voy recordadnos no se me ponga dura, lógicamente comienzo a hacerme una paja y correrme nuevamente con ellas, deseos que quiero que repitáis vosotros en mi honor, ya me diréis.

Comenzare por confesaros una verdad como una losa, verdad que no es otra que mi verdadero iniciador era mi querido amigo Manuel, mi iniciador y maestro, aquel maduro de unos 56 años con acento italiano, aquel que con sus ojos verdes y mirada picara y perversa, no solo me sedujo sino qué de alguna forma me "desfloro", aquel que me hizo gozar. Con esa palabrería y con ese acento italiano me sedujo, aquella vestimenta de mecánico que con tan solo bajarse esa cremallera, me mostraba su virilidad y su aguante de hasta tres asaltos… mmm. Aun recuerdo a mí querido amigo Manuel al cual hacer lo que hacíamos lo llamaba hacer el amor... yo simplemente lo llamaba "follar". Nunca se olvida la primera vez ya sea mala o buena, esta debía de ser muy buena, pues cuando acabas y te das cuenta que tienes público, te das cuenta que para nada debía de ser aburrido.

Hace ya cinco años en que me quede en paro por última vez, digo esto pues gracias a Dios solo estuve dos años y medio, años que me sirvieron para poderme formar mejor y de paso dar rienda a algunas fantasías a realizar. Os contare lo ocurrido cuando fui a la sauna pues os diré que no pase de la zona de las duchas, os contare mis encuentros en aseos o algunos encuentros furtivos, pero comenzare por haceros saber lo ocurrido hace un mes.

Os lo contare más ampliamente en otra ocasión pero daré un anticipo, hace cosa de un mes me acerque al Sex Shop del pasaje entre la calle Sierpes y la Calle Tatúan. Me acerque al centro a gestionar unas cosas, terminando demasiado temprano y viendo la hora que marcaba las 11:30 horas, no se me ocurrió mejor idea que acercarme al Sex Shop.

Tras haber entrado vez como el dependiente estaba atendiendo a un chico, mostrándole una serie de artilugios y que tras verme, decidió atenderme más por ser lo mío más rápido… ya que le enseñe 10€. Tras coger dos vasos blancos de plástico con cinco euros en moneda cada uno… lo vertió sobre el mostrador, recogiéndolo y marchándome hacia la zona de las cabinas. Tras haber pasado el arco y mirar de un lado hacia el otro, pude ver como había tres hombres… dos maduros y un chico. Me encamine hacia la derecha donde una puerta estaba abierta, tras entrar cerré la puerta tras de mi… pero sin echar el cerrojo.

Me puse cómodo y para eso me desprendí de algunas prendas, quedándome con la camisa, vaqueros y zapatos… lógicamente. Antes se sentarme pude comprobar que las ventanillas situadas a ambas tabiques que dan a las cabinas contiguas, permanecían cerradas pero no con el pestillo, dejándolas de tal manera. Tras sentarme y echar unas monedas comencé a mirar lo que ofrecía las pantallas, quedándome con una película de heteros. Solté el cinturón, desabotone el botón de mi pantalón, baje la cremallera y tras introducir mi mano dentro de este, me tope con mi bóxer el cual tras introducir mi mano en el interior de este, saque mi miembro ya duro.

En no más de minutos las puertecillas se abrieron y mostraban a mis vecinos, mi vecino de la izquierda mostro su erecto miembro al cual me quede observando. Decidiéndome por mirar al de mi derecha, dándome un sobresalto al ver que en dicha cabina había un hombre de color, cuyo pollón comenzaba a masturbarse a escasos centímetros de mí… mmm.

No quise dar esperanza a mi vecino de la izquierda, pero aun no sé porque alargue mi brazo y se la sujete con mi mano izquierda, comenzando a masturbarlo al tiempo que comencé a chupar al de mi derecha. Soltando el miembro de mi vecino de la izquierda en el momento en el que mi vecino de la derecha, saco su miembro en toda su plenitud… mmm. Tras sujetársela por la base con mi mano derecha, comencé a chuparle su glande e introduciéndomelo dentro de mi boca, sacándomelo para lamer su tronco desde su cabezón hasta la base… ooohhh.

Cuando me saque de mi boca ese enorme pollón para poder respirar, recuerdo como el vecino de mi izquierda me incitaba a ser compartido… cosa que negué, suplicándome que le diera una chupada a su polla. Recuerdo como me incito el dueño de ese pollón a hacerlo, cosa que finalmente hice sin dejar de masturbarle con la mano… mmm. La polla perteneciente a mi vecino de la izquierda era larga y menos gruesa, polla que demostré que podía tragármela completamente y hacerle sentir que aún conservo las amígdalas.

Siendo mi vecino de la derecha quien requirió mis servicios pasado unos minutos, pidiéndome que me quitara la camisa y que pegara mi pecho a la ventanilla… cosa que hice. Sentí esos enormes labios chupar mi pezón y lamerlos… mmm, continuando tras retirarme por continuar con chupar su polla. Imaginaros un pollón negro… grueso y venoso, chupe y mordisquee su glande, embadurné de saliva para impregnarla por todo su tronco… uuummm.

Yo no puedo decir que en esos sitios no he tenido dos pollas para mí al mismo tiempo… pues os mentiría, tampoco podría decir que mientras chupaba una polla era penetrado desde atrás, penetrado por mi vecino de atrás a través del agujero. Esas son experiencias que se quedan para uno, experiencias que desea repetir más a menudo pero por una cosa u otra no salen.

Bueno continúo, me dedique a darle placer a ambos vecinos… a ambos dueños de aquellas pollas, dejando a mi vecino de la izquierda ante las suplicas y amenazas de mi vecino de la derecha. Trague aquel pollón… lamí aquel pedazo de tronco venoso y chupe aquellos dos grande genitales, tiempo qué estuve inmenso en esto y no caí cuando la puerta se abrió. Apareciendo tras de mí un hombre que me hizo levantar pero no separarme de ese pollón, me vi inclinado hacia delate al tiempo que note como ese hombre me bajaba mi pantalón a mis pies, continuando por hacer lo mismo con mis bóxer.

Sentí el placer de esa hábiles manos magrear mis nalgas al tiempo que una viperina lengua rebañaba mi orificio anal… ooohhh, sintiendo como la presión de una de sus manos evitaba que me apartara. Sentía como esa mano no deseaba que no le diera placer al vecino de la derecha, mientras dos dedos penetraban mi orificio anal… aaahhh.

Dejando de ser yo quien alimentara mí maquina de reproducir porno, pues este muy atento no dejaba de cargarla. Note su glande restregarse por entre mis nalgas hasta mi orificio anal, sintiendo la presión de su glande y con dolor poder atestiguar que me introdujo hasta la mitad, mitad que tanto por la embestida como por evitar el dolor, llegue a ponerme de puntilla y tragarme más de la mitad de mi vecino de la derecha.

Comenzando este a embestirme despiadadamente… aaahhh, sintiendo su glande golpear incesantemente mi próstata, mientras sus grandes testículos golpeaban mis nalgas… ooohhh. Aquel tío me tenía sujeto por mi cintura, sentía como su polla golpeaba una vez tras otra dentro de mí. Escuchábamos mas el sonido de jadeos proveniente de los altavoces de la película porno que los nuestros, yo ciertamente poco podía decir, pues aquel pollón me tenía silenciado.

Acabando por venirse en penetrador, queriendo ser preñado pero lo evito el preservativo que uso, pero nadie evito atragantarme cuando mi vecino de la derecha acabo por correrse, tal cantidad hecho que casi me ahogo. Aquella blanca leche de ese pollón negro que para nada era de sabor agrio y más era de sabor dulzón, aquel pollón que para nada se bajo la erección y que deseaba de corazón, ser penetrado nuevamente por este chico de color.

Cuando mí penetrador se marcho y el vecino de la cabina derecha desapareció, me que sentado descansado con molestias tanto en mi dolorido orificio anal como en mi boca. Mi polla dura en mano sin haberme corrido aun, dándome cuenta del tiempo cuando mire el reloj, sorprendiéndome que solo hubiéramos estado cerca de media hora. Antes de marcharme un nuevo vecino se ofreció a darme satisfacción, introduciendo mi polla a través de esa ventanilla y sentir como se la introducen en la boca, sentir como una áspera mano magrea mi tronco al tiempo que esa boca chupa, no pudiendo evitar correrme y esa persona tragarse toda mi leche.

Tras cerrar las puertecillas descanse unos minutos, minutos que emplee en poder vestirme, cuando salí y me encamine hacia el servicio, no solo hubo miradas sino ofrecimientos de algunos. Tras entrar en el servicio y pudiendo cerrar la puerta con pestillo al estar esta atorada, digo esto pues intentaron entrar dentro, intentaron con sus pollas en manos que satisficiera en ese momento y que tuve que ponerme serio ante estos hombres.

Cuando salí y mire mi móvil con llamadas y whatsapp, no tuve más remedio que contestar, dando escusas absurdas pero me creyeron. Fui a marcharme cuando la ultima puerta situada a la izquierda, puerta donde está al lado de la vidriera de las películas que proyectan. Salió de su interior un conocido, conocido que me hizo señas para entrar y tras darle largas, este acabo por convencerme. Este conocido es un hombre mayor, canoso con bigotes del mismo color, alto y de cuerpo fibroso, cuyo  miembro de no más de 20 cm y fino, da para mucho.

Mi amigo comenzó como todos… besar y acariciar, mientras sus manos como pulpo te magrea de aquí para allá, poco a poco me van desnudando, pero este no son de los que te dejan los pantalones en los tobillos, sino que te despelotan completamente… cosa que yo hago también con él. Tras besar mis pezones primeros y mordisquear después, me hace arrodillar para tras introducirme su polla en boca, tragarme hasta topar sus genitales en mi nariz.

Tras hacerme levantar es él que se arrodilla y tras introducirse mi polla en su boca… traga, dándome tanto placer como yo le he dado a él, pero con la diferencia de que el aprovecha por penetrar mi orificio con sus dedos. Acabando por sacármelo y hacerme arrodillar sobre el sillón, colocándome de manera que estoy a la altura de su pollón, no penetrándome sin no haberme comido el culo.

Cuando este coloca su glande en mi orificio anal y comienza muy lentamente a introducírmelo, va muy despacio pues su idea es poderme dar tanto placer como el pueda lograr para él. Acelerando a medida que me lo ha introducido por completo, llegando incluso a masturbarme al tiempo que me folla, alternando con introducir los dedos de esa misma mano en mi boca a modo de emular que me folla o se los chupo. Le gusta darme placer como dolor, pues acelera las embestidas al compas que golpea mis nalgas, cuando notas que pronto se va a venir a veces para alargar aun más el placer… le da por abrir la puerta.

Le gusta que otros miren como folla… le gusta exhibirse y darse a conocer, hubo veces que me ofreció a otros a modo de que se las chupara pues eso le pone mucho, pidiéndoles a estos que se corrieran dentro de mi boca y no echara fuera su corrida. Acabando por correrse el dentro de mí y hacerme sentir como me llena… mmm, cuando saca su polla ya flácida de mi interior, le gusta observar como su leche sale de mi orificio anal.

Ese día me marche hasta mareado hasta mi coche, me dolía mi orificio anal… con razón, sentía como salía de mi orificio aquella última corrida, sintiendo como se diluía por mis muslos a pesar de la tela del pantalón. Lo cierto es que fue fabuloso y no hay momento que no desee repetirlo, pero os confieso que la única pena que me dio ese día, fue no haber sido follado por ese chico de color, cuyo pollón me hubiera dado tanto dolor como placer. Bueno aquí os dejo hasta una nueva experiencia… vale, ya me contáis que os aparecido.

Me presentaré… me llamo Jhosua y soy un chico de cuarenta años, chico me considero pues no me dejan decir que lo que hago lo hago bien. Como bien sabéis mis preferencias son los hombres maduros, aquellos maduros activos que buscan un pasivo que les satisfaga, maduros que desean un pasivo y hacer posible sumiso, maduros que buscan una buena putita que follar la boca o hacer posible preñar. Soy de esos que buscan sexo esporádicos sin compromiso, soy de esos que me entrego al máximo, no negando mi experiencia a aquellos que me atraen. Como suelo decir… “Me da igual donde lo hagamos, siempre y cuando sean en ese momento y lugar, ya que debemos de disfrutar y gozar ambos, pues para el momento que lo hacemos… el lugar es lo de menos”.

Espero que os haya gustado tanto como a mí contároslo, disfruto con ello tanto que volviendo a recordar aquella experiencia no puedo remediar masturbarme, llenando de leche calentita mi mano y mi teclado. Obviamente habréis notado que soy pasivo e incluso algo sumiso, siendo mis preferencias… hombres maduros a muy maduros. Bueno os dejo ya… espero que no seáis muy crueles conmigo, aunque me deje hacer y como una buena putita que dicen que soy. Mi email es Jhosua 1970 @ gmail . com, lógicamente va todo junto, hasta pronto.