Compartida

Marcela se enamora de un hombre mayor y decide ir a vivir con él y su familia.

Cuando conocí a Marcela ella tenia 22 años, tiene un cuerpo bastante bonito, ella es muy delgada, pequeños pechos puntiagudos, una cola muy mona, bien paradita, le gusta usar pantalones ajustados y TOP para lucir la panza lisa, de cara es poco agraciada, sus rasgos no son lindos y su dentadura tampoco, su complejo es sentirse fea, por lo que me contaba tenia problemas con los hombres, de los 13 a los 16 años se acostó con varios tipos, siempre una o dos veces después no la llamaban mas, (la verdad es que lo entendí, tenia un cuerpo deseable pero su cara no la ayuda), por eso genero un escudo y ahora hace 6 años que no se acostaba con nadie, el mayor problema es que tenia un novio hace mas de 9 meses y él la amaba tanto como ella a él, trataron de tener relaciones un par de veces pero ella no pudo no se sintió capaz, esto estaba deteriorando la relación.

Después de una hora pude llegar al origen del problema y esto es lo que ocurrió:

Marcela tenia 16 años cuando después del colegio entro a trabajar de cajera en un almacén cercano a su casa, ahí conoció a Juan un tipo de mas de treinta, que atendía el lugar, Juan era moreno, pelo descuidado, en general tosco, pero con gran simpatía y labia, así en menos de una semana, Juan ya tenia a Marcela en su cama, los padres de Marcela notaron lo que pasaba y prohibieron que siguiera trabajando y viéndolo, por esto Juan y Marcela se fueron de Santiago para el norte de Chile a vivir, ahí llegaron a la casa de la mamá de Juan, tenían un pequeño departamento independiente en el fondo del patio, en la casa viven la mamá de Juan, Pedro su hermano mayor, un alcohólico de mas de 40 años y un primo de Ellos Manuel de 20 años.

Todo fue mal desde el principio, la madre de Juan trataba Marcela como una empleada, su hermano y primo se le insinuaban y hacían bromas de mal gusto, Juan siempre reía de ella, nunca dijo nada, en mas de una ocasión los tipos le agarraron el trasero.

Juan, por las malas juntas (su hermano y primo) y el desempleo pasaba la mayor parte del día bebiendo, cuando ya estaba borracho, penetraba a Marcela quisiera ella o no.

Una noche como cualquier otra Juan, Pedro y Manuel estaban bebiendo y jugando domino en el departamento, Marcela era la encargada de preparar los tragos y llevarlos a la mesa, cada vez que alguno de los tipos grita ella entraba para llenar las copas, luego se sentaba en la cama a esperar.

A las 2 de la mañana Marcela fue llamada de un grito, mientras servia Pedro le agarro el culo con firmeza

Que buena puta te has encontrado Juan, si que esta buena – dijo pedro, ella trato de moverse

Ya niña, si estas en confianza, Pedro es mi hermano, mira muéstrale una teta

No, como se te ocurre

Muéstrale lo rica que estas

Si Anda muéstranos, dijo Manuel y también le agarro el culo y se paro junto a ella

No, déjenme

Ya no seas puta, de un tirón Juan corto los botones de la blusa dejando al aire su brasier.

Mira Juan que putita esta, cuanto cobras por ella te doy 30.000 por un buen polvo

Si Juan 30.000 es buena plata anda yo te doy 30 más dijo Manuel.

Marcela salió de la habitación y se encerró en el dormitorio Juan se quedo con su familia, a los 30 minutos entro Juan.

Los muchachos ya se fueron.

Marcela lloraba

Ya, no te enojes, solo jugábamos, vista la cara de envidia de los babosos esos.

Marcela no dijo nada

Bueno ahora un buen polvo, después de la juerga que dices, Marcela no contesta.

Juan se fue sobre Marcela como en otras ocasiones, la beso a la fuerza, mordía sus pechos, ella trataba de resistir, pero él siguió forzándola, la abofeteo un par de veces para que no luchara más, finalmente la tenia desnuda, adolorida y tendida en la cama, la puerta de la habitación se abrió, era pedro que entraba, riéndose, al verla desnuda, Manuel afirmo las manos de Marcela.

Manuel se acerco a la cama des abrochándose el pantalón, Marcela trataba de moverse, pero Juan la tenia sujeta, cuando vio la verga de Manuel se comenzó a lucha para soltarse movía los pies descontroladamente, Juan le dio un fuerte golpe de puño en la cara, que la dejo algo atontada, fue ese instante en que Manuel se aprovecho de ponerse entre sus piernas, Marcela ya comenzaba a ver lo que ocurría intento luchar pero el peso de Manuel no la dejaba moverse, Manuel estaba sobre ella, pasaba su lengua por la cara de Marcela, la hediondez de un tipo descuidado se mezclaba con el olor a trago, Marcela sentía repugnancia de aquel olor, Juan estaba parado junto a la cama mirando, sonriendo.

Marcela miraba a Juan, no quería creer que él lo permitiera, cuando con fuerza y de un solo golpe Manuel entro en su concha, seca sin ningún tipo de excitación, siente gran dolor, le arde, Manuel fue certero se introdujo hasta las bolas, en cada envestida era más bestial, cada vez mas fuerte siempre hasta el fondo, Marcela estaba sufriendo un tormento in pensable, trataba de moverse, pero Manuel solo soltaba sus manos para abofetearla, le mordía los pechos, los labios, la cara, Marcela gritaba de dolor, pero sus gritos eran ahogados oportunamente por las manos de Juan, el dolor de su concha se fue aplacando con sus jugos que inconscientemente lubricaban su agujero, pero los pechos le ardían, fue ese el dolor mas grande, cuando Manuel mordía su pezón y en una brutal envestida, acabo en varios y abundantes chorros de semen que inundaban el cuerpo de Marcela, en medio de los espasmos de placer Manuel se aferró con sus dientes al pezón de Marcela, el dolor la llevo al filo del desmayo.

Manuel se paro dejando el cuerpo de Marcela medio inconsciente, por el brutal asalto sufrido, se termino de desnudar y se paro junto a Juan.

Realmente es una buena puta.

Juan no dijo nada, solo tomo los 30 mil que le paso Manuel y los dejo en la noche de mesa, Pedro observado todo desde el costado de la cama, ríe como un idiota, ya estaba desnudo, esperando su turno.

Muy bien perra ahora vas a saber lo que es un hombre.

Pedro era gordo y peludo, repugnante, no era muy amigo del agua, no se bañaba a menudo por eso siempre tenia un desagradable olor a suciedad, era dueño de una verga portentosa, al lo menos media 22 centímetros, mientras que de ancho tendría de 5 a 6 cm. Tomo a Marcela por el pelo poniendo su verga frente a la cara de ella, el olor mareo a Marcela, era asqueroso, sudor, alcohol y orina se mezclaban en aquel instrumento.

Esta te la vas a comer toda putita.

Marcela aprieto los labios y los dientes, pero una bofetada muy bien dada por Juan le obligo a abrir la boca, pedro le fornicaba la boca de la chica, que parecía una marioneta en las manos de aquel hombre fornido, con gran ritmo y fuerza, Pedro mueve la cabeza de Marcela para que se la trague toda, ni siquiera las arcadas que le daban, hacían que él se detuviera, cuando ya estaba complacido del trabajo hecho, tomo las piernas de la chica y las coloco sobre sus hombros, después la levanto de la cama por la cintura y con un pequeño vaivén se ensarto en su concha de una feroz estocada.

Pedro estaba parado junto a la cama con aquel trozo de carne en que sostenía en el aire, que movía hacia delante y hacia atrás, cuando se canso de jugar, la deposito sobre la cama, Marcela en ese momento abre los ojos y ve como Manuel le estaba mamando la verga a Juan, esto la sorprendió, también alcanzo a ver que Manuel se estaba masturbando, fue ahí cuando pedro dejo caer todo su cuerpo sobre Marcela, penetrando su concha, que ya estaba lubricada y llena de semen del polvo anterior, pero la verga de pedro era demasiado para ella, el dolor se le hacia insoportable, Manuel repitió, la dosis de mordiscos en los labios, la cara y especialmente los pechos y pezones, pero Marcela ya no trataba de gritar, aun estaba impactada por ver como le mamaban la verga a Juan, Pedro fue incrementando la fuerza de sus envestidas, hasta que su verga exploto en grandes chorros de semen, que la concha de Marcela no fue capas de retener, saco su verga y la limpio en la boca de la chica.

Bueno Juan y tu no-te cojes a tu mujer, dijo pedro, mira que yo quiero hacerle el culo

No, dijo Juan mientras recibía el dinero de su hermano, el culo es mío, yo les enseñare ahora lo que es bueno

Marcela estaba tendida dando la espalda a los tres hombres, miraba a la pared y veía la imagen de aquel cuerpo usado y golpeado que se reflejaba en el espejo, no parecía ella, vio a Juan dirigirse a ella, la puso boca abajo, Marcela ya no tenia ni ganas ni fuerza para resistirse, su voluntad se derrumbo, al ver a Manuel y Juan. Juan la tomo de forma que sus cuerpo descansara sobre sus rodillas y cara, comenzó a atacar el pequeño orificio del culo de Marcela, que si bien no era virgen, no estaba dilatado y ni previamente humedecido, la verga de Juan aun húmeda con la saliva de Manuel, poco a poco empezó a abrirse paso, cuando ya la cabeza había logrado encontrar parte del camino, Juan tomo fuerte a Marcela por las caderas y con todas sus fuerza, la tiro hacia atrás mientras el empujaba, penetrándola hasta que sus bolas tocaron el coño de la niña, ella emitió un grito desgarrador, Juan también grito, ambos sintieron el dolor de la penetración sin lubricar pero para ella el dolor fue mayor, el cuerpo de Marcela callo sobre la cama como muerto, mientras Juan comenzaba el trabajo de bombear el culo de la chica.

La verga de Juan entraba una y otra vez, en el pequeño orificio que fue desgarrado por la fuerza de la penetración, Marcela estaba tontada por el dolor, su cuerpo se sentía entumecido, no sentía nada mas que el gran dolor en su culo, pedro se acerco a la cara de Marcela y le dijo en voz suave, sabes que a tu novio le gusta que le hagan el culo. Marcela se percata que el peso en la espalda aumentaba, miro al espejo y vio como a su amado Juan le estaba rompiendo el culo su cuñado, aquel tipo asqueroso estaba empalando a Juan y él lo disfrutaba, Marcela eso fue todo lo que vio por que Manuel puso la verga en la boca de Marcela y comenzó a follarle la boca, Marcela se daba cuenta que las envestidas de Juan ya no eran igual solo eran los rebotes de las envestidas de Pedro, ella ya no sentía nada, Manuel acabo dentro de la boca de Marcela y ella no se resistió solo abrió la boca para que cayera lo mas posible el resto lo trago, en eso estaba cuando sintió como pedro gritaba de placer, estaba llenando las entrañas de Juan de semen, esto hizo que Juan llegara al máximo de excitación llenando a su vez el culo de Marcela, ambos sé desmontaros, reían, y salieron de la habitación, Marcela estaba destrozada, físicamente por la violación y los golpes, y mentalmente por ver como se le rompían el orto a Juan, el cansancio la hizo quedarse dormida.

A las 5 de la mañana, despertó, Juan dormía desnudo y borracho junto a ella, se fue al baño tenia la cara deforme por los golpes, el labio hinchado, los ojos morados, sus pechos le ardían tenia múltiples moretones por los mordiscos, le dolía todo hasta el alma, tomo una ducha rápida, se vistió con ropa suelta, se puso los lentes mas grande que encontró, lleno la mochila con algo de ropa, tomo los 60000 que estaban en el velador, tomo la billetera de Juan y saco 30000 más.

A las 6:30 tomo un bus a santiago, se quedo algo mas de un mes en una hostería, para que sanaran los moretones, luego regreso a casa, sus padres nunca la regañaron, solo estaban contentos de que volviera, ya había perdido el año escolar, pero después retomo sus estudios, a Juan y a su familia no los había visto nunca mas, tampoco había regresado a aquella ciudad.

El tratamiento de Marcela tomo varios meses, y no fue para nada convencional, pero ahora esta casada con su novio quien la espero a que estuviera lista y esperan su primer hijo.