Comparti a mi novia (relato real)

Confesion real de la vez que, producto del alcohol comparti a mi novia con su amigo de la infancia.

Una vez tuve un sueño, en el que compartía a mi novia con otro hombre, nunca lo había imaginado y desde que tuve ese sueño, fue una de mis fantasías favoritas, no se si por morbo o por lo que sea, tan solo imaginármelo me ponía a 100, pero nunca pensé que iba a poner realizarla.

Ella se llama katy y no es precisamente una modelo, pero para mi gusto es hermosa, morena, delgada, con unos pechos levantaditos y redondos.

Muchas veces mientras hacíamos el amor, le contaba sobre mi fantasía, y hasta le decía que podríamos intentarlo, pero ella se negaba rotundamente, de vez en cuanto me seguía la corriente, pero solo por la calentura del momento, sabíamos que nunca sucedería, y de todas maneras, yo no sabia si podría aguantar una situación como esa

Todo sucedió un día en una semana en que estábamos los dos muy excitados y hacíamos el amor muy seguido, esa noche íbamos a salir a bailar, estábamos solos en su casa, ya que sus compañeras de universidad estaban de vacaciones, estábamos planeando nuestra noche cuando la llamo un amigo de la infancia, Jorge, era su nombre, el estaba en la ciudad y quería invitarnos a salir, así que ella lo invito a la casa, allí nos tomaríamos unos tragos antes y después saldríamos

Solo para alimentar mi morbo, entre besos y caricias, antes de que llegara jorge, yo le había insinuado que me excitaría mucho que se pusiera ese vestido que me gusta, y que no se colocara sostenes, ello solo por que me excitaba mucho, y tal vez, inconscientemente para que su amigo la viera. El timbre sonó y Jorge llego a la casa, nos saludamos, y todo, teníamos dos botellas de ron, pasada una hora aproximadamente, estábamos en la pieza, ya que teníamos música y el PC, empezamos a beber

Katy llevaba su vestido puesto, sus pechos se marcaban y se veían deliciosos, yo me daba cuenta como la miraba jorge, entre copas, ya eran como las 2 de la mañana, se nos había ido la noche conversando, riéndonos, nos habíamos acabado una botella de ron, y íbamos por la segunda, la katy estaba ya bien mareada, en realidad, los tres, no se como el tema llego a los ámbitos sexuales, estábamos hablando de nuestras fantasías y esas cosas, con el trago ya estábamos completamente desinhibidos, estábamos los tres en la cama, sentados, me confesaron que cuando eran niños, jugaban escondidos al doctor, y que la katy se desnudaba y Jorge la examinaba, y Jorge confeso que en la adolescencia muchas veces la espiaba para verla sin ropa, la cosa se empezó a poner cada vez mas caliente, yo besaba a mi novia y no se como sin darme cuenta le descubrí un pecho mientras los tomaba sin ninguna vergüenza ante la mirada de Jorge, lo que mas me sorprendió es que la katy se dejo hacerlo, en mi embriagues, le dije a jorge que se acercara, tome su mano y se la puse en el otro pecho, mi novia se dejaba acariciar por los dos, después los acerque para que se besaran, fue así como la cosa empezó a tomar vuelo, y estábamos los dos acariciando a mi novia por todas partes, le quitamos el vestido, la tendimos en la cama para acariciarla y besarla por todo el cuerpo, le quitamos sus bragas, ella respiraba cada vez mas hondo, gemía, fue increíble verla así, yo estaba muy excitado, la besábamos, la mordíamos, los dos le acariciábamos su coño y su culo, metíamos los dedos, mientras le besábamos los pechos, el vientre, su boca, teníamos un poco de vaselina cerca y me dedique a preparar su culo, cuando estaba listo la puse de perrito y se lo metí por el culo, ella decía que despacito, luego, me di vuelta para quedar recostado con ella sobre mi, le abrí las piernas para que jorge la viera, mientras la penetraba el la beso un poco y la penetro por el coño, le hicimos un emparedado, katy gemía como nunca, la penetramos por los dos lados y ella su fue varias veces, pasamos toda la noche haciéndoselo, al otro día despertamos los tres desnudos, mi novia en el medio, abrazándola, como despertamos todavía ebrios, no fue tan incomodo, nos despedimos de Jorge y no dijimos una palabra de lo que había pasado, desde ese día no lo he vuelto a ver, ni ha vuelto a pasar algo parecido.