Compartí a mi mujer
Un matrimonio joven sale a celebrar su aniversario de bodas, conocen unos ejecutivos y se follan a su mujer con permiso del marido.
Hola, somos un matrimonio de 30 años yo y 29 años mi mujer, trabajadores los dos, sin hijos aun, físicamente creo que bastante atractivos ambos, si lo dijera cara a cara me consideraría normal, para no aparentar un creído, pero como aquí no me conoce nadie, diré lo que creo es verdad, somos una pareja atractiva.
Trabajamos los dos, ambos en empresas diferentes, con suelos normalitos, vamos, de la media supongo y vivimos en Madrid, somos un matrimonio de lo mas normal para nuestra edad, nos gusta viajar, salir con amigos de vez en cuando, y de lo mas normales sexualmente hablando, hacemos el amor en casa y no cada día. Aunque eso de normales, a partir de lo que os voy a relatar no se si retirarlo, tampoco se si cambiara nuestra vida sexual a partir de este momento, no hace mucho que ocurrió y creo que aun no esta asimilado.
Lo que os cuento ocurrió este mes de mayo pasado, fue nuestro aniversario de boda y el viernes por la noche decidimos salir a cenar fuera, no es que solamos arreglarnos demasiado pero ese día no sé, quizás por que hacia tiempo que no salíamos pero quería vestir bien, aparté los tejanos y me puse unos pantalones chulos y una camisa guapísima y mi mujer se puso un vestidito negro que quitaba el hipo, no es que enseñara el tanga pero era realmente corto, me dio cosa verla así, hacia tiempo que no la veía en minifalda y madre mía como estaba, hasta sentí un poco de celos o no se que, pero no quise decir nada , por que me diría,- jolin, para una vez que salimos los dos solos, además hacia tiempo que quería ponerme este vestido- es que estoy seguro que diría eso. También pensé, coño, que vean lo bonita que es mi mujer, que se mueran de envidia.
Pues bien salimos de casa y nos dirigimos a un restaurante en el centro, donde ya tenia mesa reservada, entramos y un camarero nos acompaño a la mesa, al lado de esta había un grupo de ejecutivos, cincuentones ya, trajeados, alguno incluso con el pelo engominado, yo pensaba para mi que parecían el típico jefe pastoso y cabrón. Estaban con las copas ya y llevaban una conversación bastante divertida creo, ya que se reían mucho. Pues bien, en cuanto llegamos a la mesa se callaron de golpe, mi preciosa mujer les llamo la atención, sus preciosas piernas, su generoso escote y su rostro perfectamente maquillado hizo que incluso se giraran descaradamente, a mi me cortó un poco, luego pensé que era normal, pero coño, un poco de educación. Mi mujer en ese momento se corto aun más, pero bueno, nos sentamos, y ellos siguieron su conversación como si no hubiera pasado nada.
Pedimos y comenzamos a cenar, no teníamos mucha conversación, creo que aquello nos corto un poco así que decidí hablar del tema para hacerlo mas ameno y menos cortado.
-Estas guapísima hoy, no veas como has llamado la atención a los tíos estos.
-Que cerdos...
-es normal tía, un cuerpo como el tuyo calla a cualquiera...
Ella se sonrojo un poco.
-si si...
-en serio, esta noche me llevas como un perrito faldero, estas buenísima.
-Ya, pero jolin, podrían haber sido mas disimulados...
-La verdad es que si, pero creo que ya van contentillos y pasan de todo.
La conversación siguió y derivó a otros temas y en un momento dado uno de los ejecutivos se levantó y vino hacia nosotros.
-Perdonad... nos gustaría salir a tomar unas copas por aquí, conocéis algún sitio? Que no este muy lejos por favor, no queremos conducir, ni coger un taxi, solo ir a tomar unas copas donde haya música y algo de ambiente...
-Pues mira, cuando salgas del restaurante id hacia la derecha, subid toda la calle y al cuarto cruce hay un Púb.-discoteca, es lo único cerca y hay bastante ambiente.
-muchas gracias chicos, si luego os apetece ir estáis invitados a una copa.
-gracias dije yo-
-gracias- dijo mi novia sonriendo, se me olvido decir que ella es una persona muy simpática y no cuesta nada arrancarle una sonrisa.
-perdona, no quisiera molestar con mi comentario, pero tienes una novia o esposa espectacularmente atractiva, guapa y por favor - ahora la miró a ella- nunca pierdas esa sonrisa, es realmente dulce y agradable.
Ella sonrió, mas bien fue una pequeña carcajada y dio las gracias. yo solté un lo sé a secas acompañado de una leve sonrisa. Se levantaron todos, se despidieron y se fueron.
La verdad que el tío no fue nada vulgar, el piropo fue del todo educado y seguro de si mismo, también acompañaría las copas que llevaban para el atrevimiento. Por eso no me molesto mucho, sabia que iban cargadillos de alcohol y la vi incluso normal su osadía.
Una vez se marcharon le comente a mi mujer.
-Joder tía como ligas...
-Va, déjate de tonterías.
-a esos le sacas todas las copas que quieras gratis- dije esta vez en plan broma-
-pues a mi me ha parecido muy educado, siempre gusta que a una mujer le digan cosas bonitas, ya que tu no me las dices...
-Como que no...
-pues como que no.
Y así fue transcurriendo mas o menos la conversación hasta que acabamos de cenar y nos marchamos.
Una vez fuera, decidimos ir a tomar una copa antes de irnos a casa, y como por allí no había otro sitio decidimos ir al mismo Púb que envié a los ejecutivos esos. Entramos y nos dirigimos a la barra a pedir y mientras esperábamos al la camarera se nos acerco el mismo señor con el que hablamos en el restaurante y nos dijo.
-Hombreeee, decidme que tomáis chicos.
Se lo dijimos, llamó a la camarera, nos puso tres cubatas y pagó el. Acto seguido se presentó, y nosotros también le dijimos nuestros nombres, yo le di la mano y mi mujer le dio dos besos. El nos comentó el día tan movidito que había tenido, eran todos dueños de varias empresas de un polígono industrial a las afueras de Madrid, habían cerrado unos pactos y estaban celebrándolo. Se iban uniendo de vez en cuando a la conversación alguno mas, yo les hablaba de mi trabajo, ellos de sus empresas y demás temas, hablaba con uno, luego con otro mientras los demás bailaban, eso si, yo no pagaba ni un cubata.
A mi mujer le encanta bailar, y a eso se dedicaba todo el rato, eso si, iba ciegisima, entre el vino de la cena y los cubatas y chupitos de whisky que le traían los puretas esos cada dos por tres se le notaba borracha, bailaba con uno y con otro, mientras yo hablaba la miraba de vez en cuando, y me estaba poniendo cachondo, celoso y cachondo a la vez.
Hubo un momento que se me acerco a darme un morreo, mientras los ejecutivos silbaban y ella me dijo al oído, con voz de borrachilla:
-¿ Te molesta que baile con ellos?
-que va, tu diviértete, cuando me moleste ya te lo diré yo.
La verdad es que estaba algo celoso, no los conocíamos de nada y valla libertades se tomaban, y mi mujer no veáis, la verdad es que me molestaba su comportamiento, pero podía mas la trempera que llevaba bajo mis pantalones y deje hacer, quería saber hasta donde era capaz de llegar.
La música que estaban poniendo era tipo salsa y los bailecitos eran bastante eróticos, sobre todo cuando bailaba conmigo, entonces se restregaba a saco y me besaba, y me cogía las manos y las ponía en su culo, sus tetas, yo me dejaba llevar y los ejecutivos todo el rato silbándola y diciéndole piropos. Entonces pusieron música aun mas "sexy" creo que se llama regeetón, ahora no bailaba con nadie, pero menudo solo se marcaba, ya sabéis como se baila esa música... y en eso que se acercó otra chica, parecía sudamericana, y se puso a bailar con mi novia, era un baile realmente excitante, se rozaban sensualmente, se metían mano en las tetas y el culo, realmente eran el espectáculo de la pista, hubo un momento en que la morenita que bailaba con mi mujer, también con un vestidito, pero azul, se acerco a su cara con la lengua fuera, muy afuera, y la zorra de mi esposa saco la suya y las juntaron, así unas tres veces hasta que se fundieron en un morreo. La verdad es que estaban calentando a toda la sala, sobre todo a nuestros nuevos amigos. Uno de ellos se me acerco y me dijo:
-Que mujer tienes, que ardiente, que suerte...
yo pensé para mis adentros, - y que puta...
Seguía el espectáculo ahora los ejecutivos se acercaban para bailar con ellas, les metían mano donde podían, sobre todo a mi mujer, la morenita no se dejaba tanto, mas bien era una calientapollas, pero mi mujer se dejaba hacer, se ponía delante de uno y restregaba su culo con movimientos circulares, se daba la vuelta y mas de lo mismo y de arriba abajo.
Ahora me acerque yo un poco y cuando la tenia delante acerco su culo a mi, y lo movió, entonces, tiró su cabeza hacia atrás y dijo:
-mmmmmmm, vaya vaya... como la tienes.
-Pues como todos, o no... dije, pero con voz cómplice, como si no me molestara-
-de verdad que no te molesta cariño?
-no, cuando me moleste ya te lo diré, además, sé que no tendrían nada que hacer sin mi permiso.
-ooooohhhhh, que cielo.
Yo estaba supercachondo, quería mas, quería saber hasta donde podía llegar, hasta donde podría soportar que mi mujer se comportara tan puta, y ella iba borracha, yo también iba algo bebido, así que me deje llevar.
-Me daría morbo una cosa, cariño...- dije-
-esta morboso mi niño, dime amor.
-me gustaría compartirte esta noche, quiero que los puretas estos se acuerden del placer que da mi hembra, y se acuerden de la suerte que tengo que ese placer yo lo disfruto cuando quiero.
-mmmmmm eres un guarro,- me dijo-
entonces se separo de mi y siguió bailando, continuaba exhibiéndose y bailando tan sexy. Entonces se me acerco otro y me volvió a decir la suerte que tenia de tener una mujer tan sexy y ardiente. Yo me arme de valor y le dije:
-queréis verla follar?
-en serio?
-claro.
-pues venga, jajajaja, me encantaría.
Le dije que nos acompañaran al coche, el fue a decírselo a sus socios y yo me acerque a mi mujer.
-cariño, vas cachonda?
Ella me abrazo y me dio un morreo.
-tu que crees?
-te quiero follar en el coche.
-oohhh, mi nene esta caliente.
-y le he dicho a estos que pueden verte.
-pues no se olvidaran del espectáculo que les voy a dar, anda vamos..
les hice una señal con la cabeza y salimos del pub, yo iba delante abrazando a mi mujer, tenia una mano en su culo y lo acariciaba, miré a uno y le hice un gesto de permiso para que tocara el también, mi mujer me iba besando de vez en cuando, caminaba moviendo el culo y los ejecutivos le metían mano de vez en cuando. Ibamos bastante alegres, uno dijo, va preciosa, enséñanos las tetas! Y mi mujer se las sacó, y yo dije:
-Hey, podéis decirle cosas cariñosas como zorra, puta...
la verdad que no sabia si eso le molestaria a mi esposa pero ella los miro y les sonrió, como ratificando lo que yo había dicho. Con lo contentos que íbamos no se cortaron un pelo y empezaron a decirle cosas como, -joder putita como me pone tu culo- y cosas así.
Llegamos al coche, lo tenia aparcado en una calle algo estrecha, entonces cambie de opinión, había una entrada de un parking y pensé que allí el espectáculo estaría mejor, y podríamos vigilar si venia alguien, entonces la puse en el centro de la rampa y le dije:
-va cariño, quítate el tanga y enséñanos tu chochito.
Entonces se lo quitó, muy sensualmente, sonriéndonos a todos mientras se contorneaba y sin subirse el vestido, se acerco a mi y me dio el tanguita y lo guarde en el bolsillo.
-venga enséñanoslo zorrilla, dijo uno.
Y ella primero se saco las tetas, todos la piropeamos, y acto seguido se subió lentamente el vestido para enseñarnos su precioso secreto, bien depiladito, solo dejando un hilo de pequeños pelitos como a mi me gusta. Todos la piropeábamos y le decíamos lo bonito que tenia el chochito, además de dedicarle palabras a sus tetas y piernas. Estábamos como una moto, sobre todo yo, mi mujer en mitad de la calle, de madrugada, exhibiéndose a unos cincuentones y me había puesto muy cachondo. Ella se acerco a nosotros (que por cierto, en total éramos 6 tíos, que no lo había dicho), y dijo:
A ver que me enseñáis vosotros y fue sacando una a una acariciándola y admirando el esplendor de la erección de cada polla, entonces la agarré, la apoyé con la pared, ella coloco el culo en pompa y me la comencé a follar, ellos se colocaron aldrededor y se masturbaban, pare de golpe y les dije que la cogieran entre los cinco, que la pusieran en el aire horizontalmente, dos de las piernas, otros dos de los hombros y otro de la parte alta de la espalda, y yo mientras me la follaba . en esa posición me corrí, entonces le di el turno a otro, se la follaba como un loco, parecía que era la primera vez, mi mujer le acariciaba la barriga y hasta le dijo:
-donde quieres correrte? En mi coño o en mi boca.
-en tu coño guarra...
Y descargó en su interior. Ahora le tocaba el turno a otro, mi mujer le acariciaba el pecho, la barriga, o a ella misma las tetas mientras miraba lascivamente al afortunado cincuentón. Este quería descargar en su boca, así que la soltamos un momento, le agarro la polla con la boca y el tío se derramó dentro mientras ella se lo tragaba todo, incluso le enseño la boca abierta y le guiño un ojo. Otros dos más se corrieron en su coño y el último en su boca , con el mismo final que el anterior. Luego nos arreglamos un poco, ellos, muy educadamente nos dieron las gracias y nosotros nos metimos en el coche y nos marchamos.
Por el camino íbamos comentando como se nos había ido la olla, pero nos reíamos, además, yo aun estaba cachondo, así que cuando llegamos a casa volvimos a follar como desesperados, pero mucho mas bestia, incluso se la metí por el culo, algo que jamás había hecho y me corrí dentro de el. Eso sí, al día siguiente hablamos un poco de la experiencia, pero no lo hemos vuelto ha hacer, de momento no se si habrá otra vez pero lo único que se es que nunca me había excitado tanto como esa noche.