Compañeros de piso I

Mi compañero de piso me pilla masturbándome en la ducha. Finalmente, acaba masturbándome él y follandome como su juguete

Era Sábado por la noche. Había decidido quedarme a estudiar. Se acercaban los exámenes finales y a penas había comenzado con ellos.

Me llego al móvil un Whatsapp. Era de un chico con el que había quedado esta semana para mantener relaciones sexuales. Lo conocí a través de una aplicación de citas en el móvil y enseguida conectamos. Eramos los dos igual de morbosos y viciosos.

Fue inevitable acordarme de nuestro encuentro. Estuvimos hablando durante días. Compartiendo videos y escenas pornos que nos excitaban, y queríamos hacer (y que finalmente, hicimos jejeje).

Aún conservaba los videos y las escenas pornos. Miré la hora, y aún era pronto, quedaba mucha noche por delante. Y me merecía algún tipo de recompensa por estudiar un Sábado noche.

Aprovechando, que mis compañeros de piso se habían ido, dejándome sola en casa, me preparé el baño con velas. Hacia mucho que no me había masturbado en la ducha, y realmente, me gustaba. Sin estar ellos, nadie podría llamar a la puerta e interrumpirme, o recibir quejas de “cuanto tardas”.

Sólo de estar preparando las velas. Viendo los videos. Recordando mi último polvo. Me encontraba ya excitada.

Me metí en la ducha y regulé el agua. Bueno, más bien, deje que saliera el agua prácticamente caliente. Que abrasará mi piel. No tarde en sentir el calor del agua resbalando por mi piel.

Cerré los ojos y comencé a dejarme llevar. Mis manos recorrían suavemente mi cuerpo. Jugando con los pezones, tirando suavemente de ellos, pellizcándolos, como si de un dulce mordisco se tratará. Amasaba mis pechos entre mis manos.

Deslice por mi vientre una de mis manos. Abrí ligeramente las piernas. Pase mis dedos por mi entrepierna, abriendo los labios y dejando que el agua resbalará por ellos. Sintiendo como el agua entraba y rozaba mi clítoris.

Lleve mis dedos a mi boca. Imaginando que era una polla la que buscaba abrirse paso en mi interior. Buscando el calor y el roce de mi lengua. Los chupaba , humedecía y lamía.

Baje la alcachofa de la ducha hasta mi coñito rasurado. Apoyándome en la pared, abriendo algo mas mis piernas, introduje mis dedos delicadamente en mi interior. Haciéndolos girar. Entrando y saliendo. Rozando y jugando con mi clítoris.

No tarde en salir de la ducha para coger a mi vibrador y volver a ella. No era de los mas grandes que había, pero siempre me hacia un buen apaño. Seleccione el nivel más bajo de vibración y lo acerque a mi clítoris mientras que la otra mano sujetaba la alcachofa de la ducha.

El agua chocaba contra mi. Deslizándose por mi piel. Acompañando al vibrador en su función. Dándome un pequeño masaje.

No tarde mucho en ir excitándome más y más. Deseando sentir como me penetraba una polla. Como me hacía suya y me follaba. Volví a subir la alcachofa.

Mi juguetito, no tardo en lubricarse con el agua y mis fluidos. Fue penetrándome poco a poco. Haciéndome sentir cada centímetro en mi interior. Moviéndose lentamente en él. Mientras mi mano volvía a jugar con mi cuerpo.

Mis caderas se movían suavemente al ritmo del vibrador en mi interior. Arrancandome pequeños gemidos.

Uno de mis compañeros de piso, Javi, había vuelto de fiesta, había escuchado mis gemidos y gritos en la ducha, y paso al baño. Ensimismada en mi propio placer. La oscuridad del baño alumbrado por las velas, tampoco me ayudo mucho a verlo. Sólo aprecie su presencia cuando estaba desnudo dentro de la bañera conmigo.

Sentí su respiración pausada en mi cuello y un susurro - << Yo te ayudo, pequeña >> – mientras me arrebataba de mi mano el vibrador para continuar jugando él. Estaba confundida en mi interior, me debatía entre la vergüenza y el placer. Finalmente gano el placer y me entregue a sus caricias.

Movía lentamente el vibrador en mi interior. Controlando la penetración. Su boca, había rodeado a uno de mis pezones, jugaba con él a su antojo. Con su mano libre recorría mi cuerpo, deleitándose en mi otro pecho libre.

Mis gemidos iban aumento, y evidentemente, mi excitación. Momento, que él aprovechaba para hacerme sentir mas dentro el vibrador, presionando su cuerpo contra el mio, dejándome sentir su polla en mi piel. Y susurrándome en el oido “ Correte para mi, pequeña” .

Estaba a punto de alcanzar mi clímax. Su mano, se poso en mi cuello, apretando suavemente, obligándome a permanecer con la cabeza quieta, mirándole, con su mirada clavada en mi. Su juego se hizo mas intenso hasta que por fin, me llevo al orgasmo, y entre sonoros gemidos hizo que me corriera.

- << Buena chica.... lo has hecho muy bien>> - Me dijo sin soltarme ni apartar su mirada de mi mientras sacaba con cuidado el vibrador de mi interior. Mi respiración aún se mantenía agitada.

Siempre había fantaseado con él. Pero nunca me había imaginado un mejor comienzo que ese. Me había dado vergüenza que me encontrará masturbándome en el baño, pero se me paso rápido, cuando tomo el control y me masturbo él.

Aún extasiada por el orgasmo que acaba de tener, no fui consciente cuando me giro. Sentí el frío de los azulejos de la pared en mi pecho. Su cuerpo presionando mi espalda. Con su mano aún en mi cuello, sujetándolo firmemente, sin llegar a asfixiarme y obligándome a tener la cabeza para atrás, casi apoyada en su hombro. Su mirada se clavaba fijamente en mis ojos.

<< Esto sólo acaba de comenzar

dijo mientras acercaba mi vibrador a la boca. Instintivamente, la abrí. << Saca la lengua >> Me ordenó con voz firme. Mientras su mano presionó con mas fuerza mi cuello.

Movía el vibrador rozando mis labios. Recorriendo mi cara. Dejando que mis labios envolvieran el capullo momentáneamente. Que mi lengua jugará con él. Movimientos y juegos que intercambiaba para dar pequeños golpes con él en mi cara, mi boca y mi lengua.

A cada juego, sus caderas se pegaban más a mi cuerpo, me hacia sentir su erección, como iba creciendo y poniéndose mas dura, a cada momento que continuaba jugando conmigo. Apretando mas su cuerpo contra mí, me hizo sentir el frío de los azulejos en mi cuerpo. Manteniendome inmóvil en esa posición.

Dejo caer el vibrador al suelo. Y repitió el juego con sus dedos. Pero esta vez los introducía hasta el fondo. Moviéndolos en el interior, y produciéndome alguna que otra arcada. Momento que yo sabía que iba a suceder, porque notaba como su cuerpo se pegaba mas al mío, y su mano, aún en mi cuello, se ajustaba más a su contorno.

Separó su cuerpo de mi unos centímetros, y fue inevitable que el mío le continuará. Me gustaba sentir su polla y su cuerpo en mi piel. Sus dedos se quedaron presionando dentro de mi boca. Sujetando mi cabeza en la misma posición. La mano que sujetaba mi cuello, descendía por mi cuerpo lentamente con las yemas de los dedos, recorriendo mi pecho, mi cintura, mi abdomen, suavemente.

Finalmente llego a mi clítoris. Sus dedos se movían de una forma hábil sobre él. Yo me encontraba completamente a su merced. Era suya. Y él lo sabía. Estaba a su disposición y jugaba conmigo a su antojo, como si fuera su muñeca de juegos.

Lo pellizcaba levemente, lo rozaba, y jugaba con él, produciéndome continuos gemidos y placer. Era evidente que sabía como excitar a una mujer y hacerla suya. Los dedos en mi boca se movían suavemente en mi interior, acelerando el ritmo y la intensidad a la vez que crecía mi excitación de nuevo. Todo ello, sin dejar de mantener su mirada clavada en mí. En ella, veía atismo de satisfacción. Estaba consiguiendo lo que quería.

Estaba a punto de volver a correrme, lo sentía, mis piernas comenzaban a temblar ligeramente de nuevo por la falta de fuerza. Mi cuerpo se estremecía. Y justo en ese momento, paro de jugar con mi clítoris. ¿Me iba a dejar así? No podía ser..... sus dedos en mi boca y su mano rodeándola me impedían poder quejarme. Pero en cuanto mi mirada se centro en la suya, comprendí que aún esto no había terminado, que quería continuar usando a su juguete.

Sentí su pie en el interior de mi tobillo, que empujaba a mi pie, con delicadeza hacia fuera. Su brazo había rodeado mi cintura, sujetándome, separándome de la pared y llevando mis caderas hacia él. Sus dedos salieron de mi boca. Enredo mi pelo en su brazo en la espalda. Presionando entonces con la mano mi espalda. Sin soltar mi cintura, mantenía la parte inferior de mi cuerpo a él. Mi cara y la parte superior de mi cuerpo, volvió a notar el frío de los azulejos.

<< Ahora es el momento de que yo también me divierta... o no, pequeña?

Me dijo con voz juguetona. Rozando su polla con mi sexo. Yo no era capaz de articular palabra. Sólo pude realizar un pequeño gesto con la cabeza a modo de afirmación. Estaba deseando sentirla dentro.

No sé hizo mucho de rogar. Lentamente, era consciente de como se iba abriendo paso en mi. Iba milímetro a milímetro. Despacio pero firme. No aguante más, y mis caderas fueron en su busca. Pero con su mano libre frenó mis caderas con un azote en mis nalgas fuerte , a la vez elevo la voz para decirme << No te muevas >> . Donde había golpeado su mano, la sentía ardiente, dolorida. Me había pegado con fuerza.

Nunca me habían azotado, y menos con esa intensidad, pero me gusto. Algún pequeño golpe o caricia mas fuerte si que había experimentado ya. Pero nunca lo había considerado como un azote hasta este momento.

Como si no hubiera pasado nada, él continuaba. Lentamente pero sin pausa. Con su mano en mi cadera, sujetándome más firmemente. A la vez que entraba, aumentaba la presión tanto en mi interior sobre su polla como su mano en mi espalda, obligándome a estar mas inclinada y pegada a la pared.

El momento se me hizo eterno. Pero por fin, terminé de sentirla completamente dentro de mi. Su fuerza en ese momento era mayor, parecía que quería también meter hasta sus huevos en mi interior. Le escuche un pequeño gemido de placer. Su brazo enredado en mi pelo se tenso. La mano que sujetaba mis caderas, me sujeto con mayor fuerza. El movimiento de sus caderas paso a ser un leve movimiento de balanceo. Presionando de nuevo cuando volvía a estar completamente dentro de mi.

No tardo mucho en aumentar el ritmo y la velocidad de las embestidas. Volviendo a conseguir que comenzará a gemir mas intensamente. Alternaba este movimiento, sacándola y penetrándome de nuevo en un solo movimiento.

Sus manos se posaron en mis caderas. Permitiéndome que yo pudiera moverme algo mejor. Me amolde a su cuerpo, sacando mas mis caderas, y sujetándome en la pared. Intentando mantener el equilibrio con sus embestidas.

Intercambia sus embestidas fuertes y rápidas, con embestidas fuertes y lentas, sacando su polla de mi interior casi por completo, y penetrándome de nuevo de un sólo golpe. Momento que aprovechaba para volver a azotar mis nalgas, intercambiando una y otra. Notaba de nuevo en cada una de ellas como la zona se enrojecía, me dolía y escocía, pero me producía mayor placer. Al sacarla por completo, presionaba la zona y la amasaba, disfrutando de la obra que marcaba mi piel.

Notaba como su polla comenzaba a palpitar dentro de mi. Estaba a punto de correrse. Pero paro en una de sus embestidas profundas, azotando y presionando mi nalga dolorida. << Coge el vibrador

Me ordenó. Dirigiendo mi cuerpo hacia él en el suelo, como pude lo cogí con mi mano. Note como su polla hacia mas presión en mi interior, y él también, porque apretó mas sus caderas contra mí, marcando la profundidad en esa posición.

Volvió a colocarme en la posición en la que estaba. << Enciende a máxima potencia y deja que juegue con tu clítoris

Y sin rechistar ni pensar en nada mas, hice lo que me pidió. Sus embestidas fuertes y rápidas volvieron a comenzar. El ruido del choque de sus huevos contra mi y sus azotes quedaban ahogados por mis gemidos, hasta que finalmente no pude resistir y volví a correrme.

Rebajo de nuevo el ritmo de sus embestidas, saco su polla lentamente de mi, para realizar las últimas embestidas de un sólo golpe. Sus manos se clavaban en mis caderas, hizo una última embestida con mas fuerza que las anteriores, y sentí el chorro de semen disparado en mi interior.

<< Buena chica, pequeña >> Dijo suavemente mientras me daba un pequeño azote de nuevo en mis nalgas que sólo me produjo placer. Y saco su polla lentamente de mi.