Compañeras de Universidad (3)

Como termina el triángulo amoroso que se formo entre dos compañeras de universidad y yo.

Compañeras de universidad ( 3 )

Hola otra vez. En el anterior relato, les conté como engañé con otra compañera de universidad a mi novia y de cómo esta me dejó a pesar de mi arrepentimiento. Era el inicio de un verano que yo planifiqué a conciencia y que creía que sería el mejor de mi vida. Pero todo se torció por mi estupidez y, aunque hay gente que me dice que ellos tampoco se podrían haber resistido, yo tenía un gran sentimiento de culpa. Yo llame a mi novia, le envié mensajes a su móvil e, incluso, un e-mail a su correo electrónico, pero tan solo me llegó un mensaje un día a mi móvil:- Dame tiempo, por favor – por lo que decidí esperar resignado..

También quise hablar con Mar, pero era diferente. No me atrevía a llamarla porque no sabría que decirle. Sin embargo, un día me arme de valor y hable con ella por teléfono. Ambos nos sinceramos el uno al otro en lo que sentíamos mutuamente, quedando claro que yo le gustaba a ella pero yo quería a Amparo y, aunque ella me dijo que estaría dispuesta a salir conmigo, ahora fui yo quien le pidió tiempo. Yo sabía que en el fondo Mar me gustaba, pero quería aclarar primero el tema de Amparo.

En el anterior relato les dije que, después de iniciar mi relación con Amparo, entré en una dinámica positiva y todo me salía bien. Pero cuando ella cortó conmigo, fue todo lo contrario. Ahora todo me salía mal: primero un estúpido resfriado, luego un grave accidente de coche, más para el vehículo que para mí que solo sufrí contusiones leves y, finalmente, después de recuperarme, jugando a baloncesto, en una mala caída me rompí el peroné con tan mala fortuna que, al encontrarse el hueso desplazado, tenían que operar. Todo esto en un mes y medio ( Julio hasta mitad agosto ). Ante todo esto, yo me empecé a deprimir bastante, tan solo tenía el apoyo de mis amigos de toda la vida, pero no me era suficiente. Algunos de ellos, los más cercanos, conocieron a Amparo y fueron un gran apoyo para mí puesto que sabían lo mucho que me gustaba.

Dos días después de la operación, por la mañana estaba esperando a que me dieran el alta médica para irme a casa, cuando me sonó el móvil. Se trataba del compañero de facultad con el que me quede la "noche de autos". Le conté todo lo que me sucedió durante lo que llevaba de verano en poco tiempo, quedándose bastante perplejo. Me dijo que me volvería a llamar porque un día vendría a visitarme y así quedaríamos. Sin embargo, no habrían pasado 15 minutos cuando, por sorpresa recibí la llamada de Amparo. No me extenderé mucho en la conversación ni en los detalles, pero su llamada fue debida a que mi colega la llamo diciéndole lo que me pasó y llamó para interesarse por mí. Note preocupación en su voz al llamarme, lo que me volvió a abrir esperanzas ya que se tranquilizó bastante cuando le dije que estaba bien.

-Tenemos que hablar- dijo después de la conversación. Yo le comenté que mi amigo quería venir a verme, que hablara con él para venir juntos y que me avisaran del día.

A los 10 minutos de colgar me llamó mi colega ( no quiero decir su nombre ):

-Te viene bien mañana mismo-dijo

Yo le dije que ese día había quedado con mis amigos del pueblo para irnos a un chalet que tienen mis padres en el monte y hacer una paella ( pista importante para saber de donde soy ) para celebrar mi salida del hospital. Les invité a venir a comer con mis amigos del pueblo, a lo que, mas tarde, me confirmaron que vendrían mi colega, su novia y Amparo. Les dije que cogieran bañador, puesto que, como en cualquier chalet que se precie, tenia piscina y apetecía bañarse en verano. Quedamos por la mañana en mi casa del pueblo, puesto que Amparo sabía donde estaba, para luego irnos los cuatro a mi chalet.

Llegaron sobre las12 del mediodía y yo estaba nerviosísimo, puesto que iba a ser la primera vez que veía a Amparo en mucho tiempo. Cuando la vi no supe que decir. Mi amigo, sabedor de la situación, rompió el hielo con varios chistes sobre mi estado.

-¡Joder, estas horrible!- dijo provocando nuestras risas. Luego me presento a su novia, muy guapa por cierto, para después bromear con Amparo sobre mi estado.

-¡Acércate, que no te morderá!. Bueno, ¿ a lo mejor sí?- volviéndonos a reír con él.. Amparo se acercó a mí. Ella empezó a preguntar las típicas preguntas,¿cómo estas?, ¿cómo fue el accidente?, etc.,en un tono cordial. Entonces, mi avispado amigo reaccionó:

-Tenemos que cargar algo en el coche- preguntó

-No, pero tenemos que ir al bar de enfrente a comprar hielo-respondí yo.

Él le dijo a su novia que le acompañara a por el hielo y que les esperásemos, ¡como si me pudiera mover!. Estaba claro que su intención era dejarnos solos, y así fue. Cuando salieron de la habitación, yo intenté tomar la iniciativa para contarle todo lo que sucedió y como me sentía, pero sucedió algo que no me esperaba. Ella me tapó la boca nada más empezar a hablar, se agachó y nos quedamos mirándonos a los ojos frente a frente. Ella esbozó una pequeña sonrisa y habló:

-Tranquilo, sé lo que paso. Luego té lo contaré-dijo ella dándonos después un beso en la boca muy cariñoso. Yo no lo entendía, pero me alegré, incluso me entraron ganas de llorar de alegría. De repente, llegaron mi amigo y su novia y no pillaron besándonos. Este dejo las bolsas de hielo en el suelo y, fiel a su estilo, empezó a aplaudir provocando otra vez nuestras risas. Noté como me guiñaba el ojo y fue cuando me temí que algo tubo que ver él con nuestra reconciliación. Luego, subimos al coche y fuimos al chalet.

Fuimos los últimos en llegar. Todos mis amigos del pueblo nos estaban esperando, ya que le dejé las llaves al "cocinero" para que fuera primero y empezara con la comida. Básicamente, mi grupo de amigo del pueblo son 6 chicos y yo, al que, con el tiempo, se han ido incorporando las determinadas novias. Al final, contándonos a todos, éramos 14 personas. Cuando llegamos y después de las clásicas presentaciones, todos decidieron bañarse en la piscina aprovechando la calor de día. Todos menos yo que tenía la pierna enyesada al esta recién operada y me moría de la envidia. Vi que mis invitados congeniaron muy bien con los demás, lo cual tampoco me extraño nada. Poco a poco fueron saliendo de la piscina. Amparo fue de las primeras y, nada mas salir y aún empapada, se dirigió a mí:

-Podemos hablar a solas ahora- dijo ella, lo que me pareció una idea excelente ya que era un momento en el que no notarían nuestra ausencia. Además, todos sabían, incluidos mis amigos del pueblo, como estaba la situación entre los dos, por lo que nadie se sorprendería.

A duras conseguí levantarme. Cogí las muletas y, muy poco a poco, entramos dentro de la casa para buscar un lugar más tranquilo donde hablar a solas. Finalmente, fuimos a la habitación de mis padres, la más alejada de la entrada y la más discreta. Ambos nos sentamos en el borde de la cama y yo empecé a hablar:

-Mira Amparo, yo quiero pe...

-No, déjame a mí- me cortó ella-

Durante el rato que estuvo hablando me contó muchas cosas. Primero, que cuando le dije lo que paso entre Mar y yo se sintió fatal, porque ella me quería muchísimo y me consideraba lo mejor que le había pasado en la vida, cosa que me hizo sentir muy bien. A continuación me dijo que, el día anterior, después de quedar con mi compañero de universidad para venir, le volvió a llamar y ambos hablaron sobre la noche de la cena de clase. Este le contó su impresión de lo que sucedió esa noche, lo que la hizo pensar. Sin embargo, la sorpresa me llegó cuando, después de hablar con él, me dijo decidió llamar a Mar. Ambas quedaron por la tarde para hablar cara a cara y, al parecer, Mar le dijo llorando a Amparo que era verdad, que ella sabía que siempre me había gustado pero que no fue hasta que me "perdió" cuando sintió algo por mí muy fuerte. Tenía envidia de Amparo y aprovecho la noche, la fiesta y también el alcohol , para intentar seducirme. Resumiendo, le dijo lo que quería oír.

-De todas formas quiero decirte que estoy muy arrepentido de lo que hice- insistí yo.

-Tranquilo, sé que en esas condiciones es muy difícil resistirse a una chica como Mar- acabando la frase con un apasionado beso entre los dos, pero ella continuó.-Y que me dices,¿te la follaste bien?- me pregunto mientras me daba muchos pequeños besos en la boca, en la cara o, incluso, en el cuello. Me di cuenta enseguida que la situación se estaba calentando y, de repente, note como su mano se metió por debajo de mi pantalón hasta alcanzar mi polla, ya por ese momento bastante dura. Yo por mi parte, tampoco perdí el tiempo. Empecé a recorrer con mis manos todo su cuerpo semi-desnudo debido a que tan solo llevaba un pequeño bikini rojo de dos piezas. Primero le quité el sujetador, dejando al aire sus hermosos pechos que, sin pensármelo dos veces, empecé a chupar con devoción. Luego, mis manos fueron bajando hasta tocar su sexo por encima de la pequeña braguita. La imagen era francamente excitante: ambos sentados al borde de la cama, casi desnudos (ella sobretodo) y con nuestras manos jugando en las partes íntimas del otro, yo con su coño y ella con mi polla. En ese momento, ella se arrodilló delante de mí y empezó a lamerme todo mi miembro como si de un helado se tratase, desde los testículos hasta la punta de mi glande. Una vez allí comenzó una mamada genial, con mucho esmero. Yo me tumbe en la cama y le deje hacer Me dio la impresión, que lo que intentaba era hacerme olvidar la noche de sexo con Mar, como dándome a entender que ella la comía mejor, lo que es muy cierto.

De repente, algo me sobresaltó. Escuche ruidos de voces y pasos dentro de la casa, lo que me puso muy nervioso. Tenía miedo a que nos pillaran así:

-Será mejor que paremos antes de que nos pillen-le dije yo intentando incorporarme otra vez.

-Y eso que más da ahora-dijo ella empujándome otra vez el cuerpo hasta volver a quedar tumbado en la cama.

Inmediatamente se puso de pie y se quito la parte de abajo del bikini, quedándose totalmente desnuda frente a mí. Se coloco encima de mí dejando mi polla en la entrada de su coñito. Entonces me di cuenta de un detalle.

-Espera, mira si hay condones en....¡Aghh!-no me dejo terminar, dejando que mi polla la penetrara hasta el fondo. Esta era la primera vez que me la follaba sin condón, puesto que ella nunca antes se había dejado sin tomar precauciones. Ella empezó a cabalgar sobre mi lentamente. Se levantaba y bajaba muy despacio, lo cual me estaba dando un placer inmenso, hasta que, poco a poco, fue acelerando el ritmo. Ella estaba gimiendo con intensidad aunque, a decir verdad, creo que yo también. Pronto note como ella se había tenido un gran orgasmo y lo cierto es que a mí no me faltaba mucho:

-¡ Me voy a correr!-la advertí yo.

Ella, al escucharme, se levantó, cogió mi polla y se la llevó hasta la boca, donde tuve un corrida brutal que se trago por completo. Después, ambos nos vestimos y salimos donde estaban todos. Al salir, recibimos una ovación de la gente que sabía perfectamente lo que habíamos hecho. Esto hizo que Amparo se ruborizara y que yo me lo tomara con humor, pero la broma no paso de ahí.

En la actualidad, Amparo y yo somos pareja y fue ella la que me animó a escribir la historia., sin dar mas nombres que los nuestros. A ambos nos gustan los relatos eróticos y aún tenemos una historia de un intercambio de parejas que nos sucedió una noche sin esperarlo con, precisamente, mi compañero de facultad y su novia, pero eso será otro relato.