Compañeras de Universidad (1)
Pequeña trilogía de historias en las que cuento mi experiencia con varias companeras de la univeridad con las que acabo manteniendo algo más que amistad.
Compañeras de universidad ( I )
Hola, me llamo Ángel y estudio una carrera técnica en una universidad española. Permítanme que no quiera dar mas señas que los nombres que van a aparecer en el relato pero es una petición expresa de una de las chicas.
Aunque ahora estoy acabando la carrera, la historia sucedió hace ya 3 años, en le inicio del segundo curso. El primer año de facultad fue muy fértil en amistades para mí, ya que fue donde conocí a la mayoría de mis actuales compañeros, tanto chicos como chicas. Éramos un grupo mixto de unas 7 personas, habiendo en el grupo 3 chicas. De las tres que había, a mí ( como a todos ) nos gustaba Mar, una guapísima chica de pelo rubio, bastante alta y de espectacular cuerpo. Además de esto, ella siempre venía muy arreglada a la facultad, lo que hacía que aun resaltase más su belleza. Con el paso del año, ambos fuimos afianzando una muy buena amistad pero de ahí no pasamos, ya que ella solo me veía como un buen amigo. He de decir que yo no soy ningún guaperas, ya que mido sobre 1,75 de estatura y no soy un tipo demasiado delgado ( peso 92 kilos ), aunque estoy bastante fuerte porque práctico judo y otros deportes. Sin embargo, no conseguía despertar el interés de Mar y pensé que todo se acabó cuando ella se lió con uno de mis compañeros en una noche de juerga que organizamos para despedir el curso.
Entonces decidí olvidarme un poco de ella en el aspecto sentimental y pensé que lo mejor seria él cogerme algunas asignaturas en las que ni ella ni su novio ( que conste que es aún amigo mío porque yo no le guardé ningún rencor ) se hubieran matriculado para no distraerme con mis historias. En una de estas asignaturas, calificadas como " optativas ", me encontré " solo" puesto que ninguno de mis amigos se matriculó en ella. Tan solo conocía a una chica llamada Amparo que, curiosamente, la conocí gracias a Mar, puesto que ambas eran amigas ( mas bien conocida ) debido a que Amparo era la hermana de la novia del hermano de Mar ( la cuñada). Aunque no destacaba mucho a primera vista, Amparo era también una chica bastante guapa. Era morena, con una pequeña melena que no le llegaba a los hombros y unas gafas que para nada le quedaban mal. Vestía de una manera muy natural, es decir, que no iba siempre tan arreglada como muchas venían a la facultad, optando por ropa cómoda y ligera. Sin embargo, lo que desde un principio me llamó mucho la atención de ella, es que era una chica muy extrovertida. Siempre que te veía te daba dos besos, te atendía amablemente y tenía permanentemente la sonrisa en la boca. Daba la casualidad que ella tampoco conocía a casi nadie en esa clase, por lo que ambos decidimos sentarnos juntos ese cuatrimestre, lo que sirvió para conocernos y ser buenos amigos.
El primer cuatrimestre pasó bastante rápido y, aunque sucedieron algunos acontecimientos importantes como la ruptura de Mar con mi compañero, yo no le di ningún valor porque sabía que yo no tenía nada que hacer con ella. Por lo demás, todos continuábamos siendo buenos amigos ( yo nunca deje de ser amigo de Mar). Mientras, en la asignatura que hacia con Amparo, el profesor dio la opción de presentar un trabajo en lugar de hacer un examen por lo que ambos decidimos que haríamos el trabajo juntos. Quedábamos para realizar el trabajo en nuestros ratos libre en la biblioteca y decidimos que, cuando estuviera echo el borrador, yo lo pasaría a ordenador puesto que tengo bastante dominio de este. Además, también decidimos que lo entregaríamos el último día de plazo porque ambos ya habríamos terminado los exámenes.
Cuando yo terminé los exámenes me quedaban tres días para pasar el trabajo mientras que a ella solo le sobraba solo el último día. Así que yo empecé a pasarlo en mi piso del pueblo. Había mas de lo que me esperaba y el último día iba a ser agotador. Sin embargo, sobre las 9:30 de la mañana, recibí una llamada de Amparo. Ella me preguntaba si me quedaba mucho trabajo por hacer a lo que respondí que bastante. Insistió en que quería venir a mi pueblo para ayudarme porque le sabía muy mal que yo lo pasara todo. Sin embargo, ella no tenía coche, por lo que le dije que la única solución que había para que ella viniera, era que cogiera un tren hacia la estación más cercana a mi pueblo y yo iría a recogerla. Además, se me ocurrió decirle que como trabajo había para todo el día, si ella quería podía coger algo de ropa y quedarse a dormir en mi piso porque había camas de sobra y que así, por la mañana, iríamos a entregar el trabajo y después yo la llevaría a su casa. Ella sabía, porque yo se lo comente un día, que yo tenía un piso en mi pueblo en el que muchas veces me quedaba solo y era donde tenia mi ordenador además de tele, video, etc., debido a que mis padres reformaron la vieja casa de mis abuelos cuando estos murieron y nos trasladamos allí, quedando libre y preparado para vivir el piso donde anteriormente estábamos. Sin embargo, lo que me volvió a sorprende de ella, es que no se lo pensó dos veces ante de decir que sí a mi propuesta. Cuando fui a recogerla y después de comprar algo de comida fuimos a mi piso y empezamos a trabajar. Ambos nos tomamos la tarea con muchas ganas para así poder terminar cuanto antes. Prácticamente no paramos ni para comer y así conseguimos terminar poco antes de las 20:00. Me hubiera gustado poder enseñarle mi pueblo pero era tarde, hacía bastante frío y decidimos pasar por un videoclub y alquilar una peli, "Premonición" ( es vedad, lo juro ). Cuando llegamos al piso, después de ducharnos y ponerse cómodos, cenamos y nos dispusimos a ver la peli.
Fue durante la cena cuando empecé a notar que ella me gustaba de verdad y que lo tenía todo para mí: simpática, alegre, mismos gustos en muchos aspectos, etc..Poco a poco me fui imaginando situaciones que solo conseguían ponerme más nervioso de lo que estaba. Además, sabía que ella no tenía novio, que corto en verano porque ella misma me lo dijo un día. Llegué incluso a pensar en decirle lo que sentía pero no me atreví. Así que decidimos poner la peli. Ambos nos sentamos en el sofá grande, cada uno a un lado. La verdad es que yo no le prestaba mucha atención a la película, porque estaba dándole vueltas pensando que podría estar perdiendo una oportunidad de oro de ligar. De repente, noté como ella recostaba su cabeza en mis piernas:
-Té molesta, es que estoy muy cansada.
-No mujer, que me va a molestar.
En ese momento, la imaginación me empezó a jugar una mala pasada. Poco a poco me fui excitando sin querer y me empecé a tener una erección. Yo no soy ningún machito vacilón ni voy fardando por ahí de pene, pero la verdad es que no me puedo quejar, porque son las mismas chicas la que la califican de grande. Además, se junto este momento con la escena mas fuerte de la peli, en la que una actriz aparece casi desnuda, lo que terminó de ponerme a cien. Ella, como no podía ser de otra forma, noto mi erección y se giro hacía mi con una cara entre sorprendida y picara:
-Tan caliente té a puesto la actriz- me preguntó ella.
-No solo ha sido la actriz- respondí yo sin apenas pensarlo.
En ese momento pensé que me había pasado, pero me equivocaba. De repente, ella se incorporó un poco y me dio un beso en la boca, al que yo respondí inmediatamente. Ambos empezamos a besarnos apasionadamente cuando note que su mano entraba por debajo de mi pantalón hasta alcanzar mi polla. Ella empezó muy lentamente a pajearme con suavidad hasta que decidió dar un paso más. Se arrodillo delante de mí, me quito los pantalones y los slips y empezó a darme una mamada espectacular. Yo me encontraba en las nubes, estaba disfrutando como nunca viendo como ella se esmeraba en tragarse toda mi polla, lo que no le resultaba nada fácil. De repente paro, levanto la vista y pregunto:
-Tienes condones
Rápidamente me levanta del sofá, la cogí de la mano y la lleve hasta mi dormitorio. La tumbé en la cama y abrí la mesita de noche, donde tenia una caja de preservativos "por si acaso", aunque empezaba a pensar que tendría que tirarlos. Mientras yo me colocaba el condón, ella se había desnudado por completo y estaba tumbada en la cama esperándome. Cuando la vi desnuda se cumplieron todas mis expectativas, y es que Amparo estaba buenísima, no tenía nada que envidiar a ninguna chica.( tampoco a Mar ) Yo no lo pude evitar y me abalancé sobre ella de manera bastante brusca. Ambos nos besamos y yo empecé a recorrer todo su cuerpo con mis manos hasta llegar a su sexo ,notándolo bastante húmedo. Lo toque con mucha delicadeza, frotándolo de arriba abajo, lo que le produjo de manera espontánea un gemido de placer. En ese momento yo ya no podía aguantar más: me coloque en posición, le abrí al máximo las piernas, dirigí mi polla hacía el pequeño agujero de su rajita y la empecé a penetrar muy lentamente. El gozo que yo note fue indescriptible y poco a poco fui aumentando el ritmo de mi bombeo. Ella no dejaba de gemir de placer y eso a mí aún me daba más fuerza. De repente, ella me dijo que me tumbara y que le dejara hacer. Yo le hice caso inmediatamente, me tumbé a su lado y ella se colocó encima de mí. Cogió mi polla, la dirigió hacía su coño y poco a poco se fue sentando, quedándose completamente empalada por mí. Ella empezó a cabalgarme, aumentando el ritmo poco a poco hasta que yo no pude más y me corrí de manera bestial. Después, ambos no dormimos.
A la mañana siguiente, yo me desperté en la gloria. Sin embargo, Amparo no estaba. Me levante de la cama y fui al baño. La puerta estaba abierta y al entrar la vi que ella se estaba duchando. Al verla allí desnuda ( yo también lo estaba ) me di cuenta que de verdad que era muy guapa y hermosa. A oírme entrar se giro:
-Buenos días, bello durmiente- dijo en tono de broma-, estaba pensando en despertarte porque ya son las 10:30 y tenemos que irnos.
-¡Andá!, no me había dado cuenta. Cuando termines me daré yo una ducha rápida y nos iremos.
-Entra conmigo si quiere y así perderemos menos tiempo.
Yo no lo pensé dos veces y entre con ella en la ducha. Rápidamente empecé a enjabonarme por completo y, cuando llegué a mi pene, no pude evitar que se me empezara a empalmar. Ella se giró y vio mi erección. Se me acerco y ambos nos besamos, notando como su mano se colocaba en mi polla y empezaba a pajearme.
Amparo que no tenemos tiempo, que tenemos que estar a las 12 en la facultad- dije yo responsablemente.
Que no tememos tiempo, ¿ quieres comprobarlo?.
Después de su respuesta, ella se agachó delante de mí y empezó a darme una grandísima mamada. Creo que esta ha sido la mejor que me han dado en la vida. Yo me deje hacer y no podía más que verla como, lentamente, iba engulléndome y chupándome la polla. Yo tenía que aguantarme de la pared porque las piernas me temblaban y le advertí que me iba a correr. Sin embargo, ella en lugar de apartarse siguió aún con más empeño en su labor hasta que me acabé derramando en su boca.
-Ves como si teníamos tiempo- dijo entre risas
Después de esto, ambos nos duchamos ( ahora si ) y fuimos a la facultad. Desde ese día, Amparo y yo fuimos pareja y todo iba fenomenal hasta que, de manera absolutamente inesperada por mí, entró en juego una tercera persona; Mar.