Compañeras de Piso (16)
Cap XVI - Vero y la Fiesta de la Universidad.
CAPITULO XVI - Vero y la Fiesta de la Universidad
Eran las Fiestas de Bienvenida de la Universidad. Una oportunidad única para conocer gente, y para emborracharse jejeje. Las típicas paellas o barbacoas, cientos y cientos de litros de sangría y globos de agua eran la tónica habitual de estas fiestas. Y claro, entre tanto beber y mojada hasta el coño, pos me entraron unas ganas locas de ir al aseo, pero la verdad es que los portátiles que ponen no me gustan nada, porque están siempre meados. Así que me dirigí hacía el edificio principal, que suele estar cerrado durante las fiestas, pero bueno, te dejan ir al servicio por lo menos. Cuando llegué, en lugar de meterme en el de señoritas, por como iba un poco tacada por el alcohol, pues me metí en el de minusválidos, que es un aseo tope de grande y tope de limpio, todo sea dicho.
Aproveché que estaba allí sola y me quité la camiseta, para ver si se secaba, que podría coger una pulmonía. Mientras la escurría, oí unas voces fuera, era como un grupo de chicos, el caso es que uno de ellos le metió una patada a la puerta del baño, y me pilló así como estaba. Yo le dije que se fuera, que si no tenía vergüenza y cosas de esas, pero él en lugar de marcharse, llamó a sus amigos, otros 3 tíos más. Pasaron y cerraron la puerta. Yo me vi como en una encerrona y comencé a gritar, pero era inútil, ya que no había nadie cerca. Uno de ellos se me acercó, a lo que yo respondí con una ostia. Él ni se inmutó y volvió a acercarse, a lo que yo fui a pegarle otra ostia, pero me cogió del brazo. Entonces se me acercó al oido y me dijo: "Si colaboras un poquito no vamos a hacerte daño, tu disfrutaras y nosotros también".
El caso es que sus palabras me convencieron en cierto modo, y casi sin dadme cuenta los dos estábamos besándonos locamente. Me quitó el sujetador, mientras sus amigos me bajaban los pantalones y el tanga, dejándome totalmente desnuda. Yo seguía teniendo esas ganas de orinar, y con tanta mano sobándome no puede aguantarme y ahí mismo comencé. Todos se apartaron, menos uno que se metió debajo de mi chorro, para ser bañado por mi orina. Mientras esto pasaba, el resto de chicos se habían sacado ya sus pollas, y sin mediar palabra me pusieron de rodillas en el suelo y comenzaron a mearme. Era una sensación rara, pero excitante al fin y al cabo. Me estaban dando una lluvia dorada en toda regla, incluso habría mi boca para tragar lo que me echaban, mientras con mi mano me frotaba mi coño.
Cuando hubieron terminado, uno de ellos me metió la polla en la boca. Yo comencé a mamársela, mientras pajeaba a otro de ellos. Y luego vino otra polla, y luego otra, al final todas menos una pasaron x mi boca. Las dejaba bien llenas de mi saliva, para así poder pajearlas con soltura y maestría. Uno de ellos incluso comenzó a follarme la boca. Me cogió la cabeza con sus manos y me la movía rápidamente de dentro a fuera. Yo me ahogaba con mi propia saliva, pero la intentaba escupir en cuanto pudiera. Yo creo que incluso se me salía por la nariz y me daban ganas de vomitar, ya que la polla era de unas dimensiones considerables. Escupía saliva a borbotones, pero esto hizo que se corriera pronto, llenándome la cara con su lefa. A los otros 2 muchachos que pajeaba pronto se vinieron también sobre mi cara, cubriéndome casi por completo. El semen chorreaba por mi boca y por cuerpo, llegando prácticamente hasta mi coño.
Me fije en el chico que estaba solamente pajeándose, me acerqué a su polla y me la metí directamente en mi boca, hasta el fondo. Comencé a mamársela como si fuera lo último que iba a hacer en mi vida. Incluso veía como salía sangre de ella. El chaval no aguantó mucho y se corrió dentro de mi boc. Yo me senté en el water, y comencé a escupir esa corrida por mi cuerpo, dejando que chorrease hasta que llegó a mi coñó. Allí, unté mis dedos mezclados con mi saliva, y los comencé a meter en mi coño, que entre lubricado y mojado, estaba deseando ser penetrado. Los cuatro me miraban mientras me masturbaba locamente. Levante las piernas, apoyando una en el lavabo, y me metí también los dedos en mi culito. Cada vez me masturbaba más fuerte, hasta tal punto que me corrí, lanzando mis jugos hacia los chicos.
Cuando terminé uno de ellos me cogió y me levantó del water. Me apoyó contra la pared y comenzó a follarme el culo. Cada embestida suya la sentía en el alma. Yo no tenía otra alternativa que agarrarme a las pollas de sus amigos y morderlas, para intentar calmar mi dolor. Una polla en mi culo, otra en mi boca y una en cada mano, todos los muchachos gemían de nuevo apunto de correrse. De pronto, el que estaba en mi culo salió de mí y tiró al suelo. Yo me senté y abrí la boca, no tuve tiempo para más, ya que comenzó a correrse de nuevo, llenándome el pelo y la cara con su lefa. Yo seguí con mi boca abierta, esperando a que el resto de mis "violadores" me la llenaran con su leche. Uno a uno se fueron corriendo, llenándome el cuerpo y la boca con su semen. Cuando hubieron terminado, yo cerré mi boca, guardando todo lo que podía, pero una gran cantidad rebosó y cayó por mi cara. Me tragué lo que pude mientras froté mi clítoris durante unos pocos segundos, el tiempo justo para correrme como si fuese una botella de cava. Tuve un gran orgasmo, empapándome todo el cuerpo.
Cuando creí que había terminado todo, en la puerta vi a otros tres muchachos en la puerta que se pajeaban viendo el espectáculo. Yo ni me había dado cuenta de que estaban allí. Me puse de rodillas y abrí la boca, ellos se acercaron y poco a poco empezaron a correrse. Me caía directamente sobre la boca, incluso en los ojos y la nariz. Tenía todo el cuerpo bien lleno del semen de los muchachos, así que uno de ellos propuso limpiarme, y todos a la vez comenzaron a mearme encima. Eran 7 pollas echando sus orinas sobre mí. Yo me restregaba bien para quitarme toda la lefa que tenía. El pelo, la cara, el cuerpo, todo estaba siendo mojado por sus líquidos amarillos.
Cuando terminaron, recogieron sus pollas y se fueron yendo, dejándome allí en el suelo mojado de ese baño, toda empapada, pero satisfecha por el trabajo bien hecho.